A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 4 de diciembre de 2013, habiéndose dispuesto en el establecido, Acuerdo 2078, de que conformidad deberá con observarse lo el siguiente orden de votación: doctores Soria, Pettigiani, Negri, Genoud, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa A. 71.030, "Lopumo, Jorge L. y otros contra Municipalidad de Punta Indio y otros sobre Amparo. Recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley". A N T E C E D E N T E S I. La Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo con asiento en La Plata revocó la sentencia del Juez rechazó Julio de la acción Ratti, Carassale, Paz Letrado de Hugo Antonio Di del amparo Bacci, Marco Partido deducida Federico y Marta de Punta por Indio y Jorge Lopumo, Hasicic, Andrés Costa (fs. 508/510 los actores vta.). II. Contra tal pronunciamiento, interpusieron recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (fs. 544/562 vta.). III. Dictada la providencia de autos (fs. 582), presentado el memorial por Fiscalía de Estado (fs. 588/592) y encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley o doctrina legal? V O T A C I Ó N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Soria dijo: I.a. La Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo con asiento en La Plata, por mayoría, hizo lugar al recurso de apelación interpuesto por la Fiscalía de Estado, revocando de esa manera la decisión del Juez de Paz Letrado del Partido de Punta Indio (v. fs. 434/440), que había ordenado la suspensión de la campaña de lucha contra la cotorra en el territorio de Punta Indio con el uso de Carbofurán 48% s.c. y/o cualquier agrotóxico por parte de ese municipio, de la Comisión Municipal de Lucha contra las Plagas y del Ministerio de Asuntos Agrarios y Producción de la Provincia de Buenos Aires. Ello, hasta tanto se acreditara en autos el estudio de impacto ambiental realizado de conformidad con lo dispuesto en la normativa impuesta por la ley 11.723. Para así resolver, la Cámara consideró erróneo el análisis del juez de grado para sostener la procedencia de la condena de abstención, basado en el art. 23 de la ley 11.723 y en el requisito de la declaración de impacto ambiental de su art. 10, ya que ello remite necesariamente a la enumeración que contiene el anexo II. El tribunal de alzada observa que dicho anexo no comprende a la actividad de control de plagas para ninguno de los ámbitos jurisdiccionales que delimita. Agregó que "no obsta a esa conclusión el contorno enunciativo, según la calificación del indicado artículo 10 (ley 11.723), pues lo cierto es que aún así es necesario justificar la provincial, presencia que de incorpore reglamentación, a la local actividad entre o las susceptibles de generar la necesidad de la declaración de impacto ambiental". Observó que las decisiones de las autoridades públicas implicadas en el proceso han cursado carriles de autorización de uso en clara oposición a esa exigencia previa y cita disposiciones, resoluciones y ordenanzas de la Municipalidad de Punta Indio en ese sentido. Concluyó para inferir el que tales error de argumentos juzgamiento y son suficientes en consecuencia revocar el fallo del juez de primera instancia. Finalmente, añadió que tampoco la pretensión ambiental ha sido articulada sobre la impugnación de una resolución administrativa del Ministerio de Asuntos Agrarios y que el curso dado por el juez a quo mediante la vía del art. 23 de la ley 11.723 resulta ajeno a esa posibilidad impugnatoria. b. Los recurrentes se agravian del fallo impugnado argumentando que la alzada realizó una errónea interpretación y aplicación del art. 10 y del anexo II de la ley 11.723, vulnerando al mismo tiempo los arts. 5 y 23 de esa misma norma, los arts. 28 de la Constitución provincial y 41 de la Constitución nacional. Sostienen que la interpretación efectuada en el decisorio es desacertada y que con ella se incurre en una evidente lesión de los derechos en juego, citando los arts. 28 de la Constitución provincial y 41 de la nacional, así como los principios emergentes de los arts. 1, 2, 10 y concs. de la ley 11.723. Alegan que el decisorio de la Cámara deja fuera la posibilidad de incorporar el estudio y declaración de impacto ambiental actividades que originariamente respecto no y fueron que de todas previstas tampoco quedan aquellas por el obras y legislador abarcadas por la actividad reglamentaria provincial ni municipal. Sostienen que la previsión se incluye a través de la comprobación produzca o sea de que determinada susceptible de obra producir o actividad algún efecto negativo al ambiente de la Provincia de Buenos Aires o sus recursos naturales. Explican que, en el caso, se encuentran acreditados mediante distintos informes técnicos los daños que podría ocasionar el uso del carbofurán y el peligro que implica para el ecosistema y la vida de las personas. Al mismo tiempo, cuestionan el otro argumento que da base a la decisión revocatoria: la falta de impugnación de la resolución que autorizó el uso del agrotóxico carbofurán para el combate de la plaga de las cotorras. Sostienen que el citado agrotóxico no está autorizado como avicida, sino como nematicida e insecticida y que por ello la impugnación de la resolución administrativa respectiva se torna innecesaria. c. La Fiscalía de Estado presenta memorial y solicita se rechace el recurso de inaplicabilidad de ley. Manifiesta que la sentencia del tribunal de alzada acierta al sostener que no es requisito para la actividad de control de plagas la exigencia de declaración previa de impacto ambiental prevista en el art. 10 de la ley 11.723. Alega administrativa que del no se Ministerio impugnó de la Asuntos resolución Agrarios que autorizó el uso de ese agroquímico. Además considera que el recurso es inadmisible por entender que no son definitivas las decisiones en materia de amparo. Por último, sostiene que el recurso resulta técnicamente insuficiente, impugnación se ha pues logrado en ningún desacreditar tramo el de la fundamento medular del decisorio atacado. II. En primer término, me referiré a la cuestión del carácter definitivo circunstancia que de adquiere la sentencia relevancia a impugnada, la luz del planteamiento esbozado por la demandada en su memorial de fs. 588/592. En este sentido, adelanto que el recurso en tratamiento resulta admisible. Respecto de la doctrina invocada por la Fiscalía de Estado en sustento de sus afirmaciones, debo expresar que este Tribunal ha dicho que la doctrina legal de esta Suprema Cámaras Corte de susceptibles postulación que declara Apelación de en recursos inicial, que por las materia resoluciones de extraordinarios lo que su amparo de no constituye concreta las son una aplicación depende de circunstancias que deben ser evaluadas en cada caso (conf. Ac. 73.411, "Unión Tranviarios Automotor", res. de 29-II-2000). De tal modo, los pronunciamientos dictados en el proceso de amparo pueden ser definitivos cuando se demuestra que lo decidido genera un agravio de imposible o insuficiente reparación ulterior, y que lo que interesa saber es si al recurrente le queda -o no- una vía jurídica para solucionar su agravio: si no existe ninguna, la decisión es definitiva y -por ende- susceptible de recursos extraordinarios (conf. doct. causas Ac. 73.411, "Unión Tranviarios Automotor", cit.; Ac. 95.178, "Leiva", res. de 8-II-2006; mi voto en las causas A. 69.050, "Talou", sent. de 6-II-2008 y A. 68.957, "Pellegrini", sent. de 15-IV2009, entre otras). En el caso, la Cámara se pronunció en relación a cuestiones sobre las cuales no cabe la posibilidad de reabrir el debate, por lo que se configuran los extremos que permiten considerar a la sentencia en crisis como definitiva a los fines del acceso a la vía extraordinaria (A. 68.957, sent. de 15-IV-2009). De existe óbice acuerdo a alguno en lo antedicho, cuanto a la considero que admisibilidad no del recurso impetrado. Razón por la cual me abocaré al análisis de su procedencia. III. El recurso extraordinario bajo análisis es insuficiente (conf. art. 279 del C.P.C.C.); pues si bien se denuncia como erróneamente interpretado y aplicado el art. 10 de la ley 11.723 y su anexo II, en momento alguno del escueto desarrollo efectuado a fs. 561/562 se indica por qué motivo se verifica la infracción aludida. Veamos. a. El recurso no rebate la conclusión central del a quo. Más allá del acierto o error que puede predicarse respecto del juicio que sustenta la decisión impugnada -referido a que la actividad de control de plagas no surge comprendida en el anexo de la ley 11.723, en los ámbitos jurisdiccionales que delimita- los recurrentes simplemente discurren por referencias genéricas a derechos constitucionales y postulados ambientales sin indicar, en concreto, en qué se verifica el yerro de la Cámara al interpretar del modo en que lo hace las disposiciones de la ley 11.723. En un pasaje se insinúa una exégesis alternativa y más amplia de la exigencia de evaluación de impacto ambiental prevista en dicho ordenamiento, pero enseguida se resigna explicar circunstanciadamente por qué la sentencia debió resolver del modo en que se propone; quedando así insatisfechas las cargas del art. 279 del Código Procesal Civil y Comercial al no tener concreción la denunciada violación normativa o indicar doctrina legal transgredida. Esta Corte tiene dicho que es requisito ineludible de una adecuada fundamentación, la impugnación concreta, directa y eficaz a las motivaciones esenciales que contiene el pronunciamiento objetado, tarea que no se cumple cuando el recurrente se limita a exhibir su discrepancia con el criterio del sentenciante (conf. doct. causas Ac. 70.613, "Fortuna", sent. de 17-VIII-2011; Ac. 71.500, "Minho", sent. de 27-VI- 2012; Ac. 71.152, "Formoso", sent. de 12-IX-2012; entre otras) dejando sin réplica fundamentos esenciales del fallo atacado (conf. doct. Ac. 91.522, sent. de 15-III-2006; Ac. 90.916, sent. de 28-VI-2006 y C. 94.419, sent. de 27-VI-2007; Ac. 77.230 cit.; A. 70.136, "Trillo", sent. de 21-IV-2010; entre otras). En concreto, respecto de la errónea interpretación del art. 10 y anexo II de la ley 11.723 que se predica, advierto que los recurrentes se limitan a proponer una visión subjetiva de los efectos de la norma en el caso, sin ahondar en los fundamentos que justifican -según afirman- la descalificación de la labor realizada por los sentenciantes. De tal modo, la crítica realizada no contiene una idónea impugnación de los fundamentos que estructuran la sentencia de la alzada, desatendiéndose de su línea argumental a través de un criterio personal distinto en orden a la interpretación de las disposiciones invocadas sin conseguir demostrar que haya existido errónea aplicación de la ley (conf. causas A. 69.199, "Rosl", sent. de 6-V-2009; A. 70.238, "Sociedad Rural de Lobos", sent. de 2-XI-2011; A. 71.688, "Biudes", sent. de 19-IX-2012). b. En cuanto a los agravios relacionados con la vulneración de los arts. 41 de la Constitución nacional; 28 de la Constitución provincial y 5 y 23 de la ley 11.723, se percibe que resultan una derivación lógica de la crítica realizada en el primer tramo; toda vez que se afincan en la interpretación que -como se vio en el punto anterior- considera ilegítima la actividad aquí discutida por carecer de la previa evaluación de impacto ambiental. Cabe entonces reiterar aquí los déficits que presenta la pieza recursiva. En adición, en esta parcela se expresa como fundamento de la violación a los preceptos constitucionales que "[s]e encuentran acreditados en la causa mediante distintos informes técnicos los daños que ocasionaría el uso del furán y el peligro para el ecosistema y la vida de las personas". Sin embargo, este juicio fáctico se efectúa sin la necesaria denuncia de absurdo. Ese pasaje aislado de la pieza recursiva, sólo exhibe una mera disconformidad subjetiva con lo decidido, que lejos están de acreditar el absurdo en la valoración e interpretación de las constancias de la causa. Sabido es que la acreditación manifestar el del absurdo desacuerdo con no se las logra con solo conclusiones del sentenciante, sino que es menester probar que el tribunal de grado ha incurrido en un error grave y ostensible en la apreciación de la prueba que haya derivado en afirmaciones incongruentes o contradictorias con las constancias objetivas de la causa (conf. Ac. 86.835, sent. de 9-VIII2006; C. 96.514, sent. de 11-III-2009, entre muchas otras), situación que -insisto- no se evidencia en el sub examine. c. A su vez, el recurso carece de autosuficiencia. Es doctrina sostenida de este Tribunal que el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley debe bastarse a sí mismo, no pudiendo suplirse su fundamentación con la remisión a escritos anteriores ni a presentaciones posteriores (doct. Ac. 57.187, sent. de 29-IV-1997; Ac. 73.131, sent. de 29-XI-2000; Ac. 80.079, sent. de 19-II2002; Ac. 94.401, resol. de 26-X-2005). Aun cuando pudiera superarse tal vicisitud, lo cierto es que el recurso interpuesto no abastece la carga de demostrar la ocurrencia de alguno de los supuestos contemplados en el art. 279 del Código Procesal Civil y Comercial en tanto omite la indispensable demostración de infracción de las normas relativas a los agravios que expone, así como la de aquéllas en que el fallo se asienta (doct. causa L. 98.578, sent. de 28-X-2009). IV. Por las razones expuestas, corresponde rechazar el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley articulado, con costas (art. 289 del C.P.C.C.). Voto por la negativa. El señor Juez doctor Pettigiani, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Soria, votó por la negativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Negri dijo: I. entiendo Al que igual el que recurso mis de colegas preopinantes, inaplicabilidad de ley interpuesto en autos es admisible. En tal sentido, cabe destacar que esta Suprema Corte ha puntualizado que, en materia de amparo, ciertas decisiones pueden resultar definitivas y susceptibles de los recursos extraordinarios, debiendo estarse a las circunstancias de cada caso en particular, no siendo posible decidir lo contrario a priori (conf. doct. causas Ac. 73.411, res. del 29-II-2000; Ac. 75.066, sent. del 30-VIII-2000; Ac. 92.383, res. del 22-IX-2004; Ac. 94.303, res. del 8-VI-2005). También aplicación ha genérica sostenido que los que es principio pronunciamientos pueden de ser definitivos cuando se demuestra que lo decidido genera un agravio de imposible o insuficiente reparación ulterior (conf. doct. causas Ac. 73.411, sent. del 29-II-2000; Ac. 82.410, sent. del 7-XI-2001; Ac. 83.536, sent. del 29-V2002; Ac. 88.573, sent. del 5-XI-2003; Ac. 92.385, sent. del 8-IX-2004), y que lo que interesa saber es si al recurrente le queda o no una vía jurídica para solucionar su agravio: si no existe ninguna, la decisión es definitiva y por ende susceptible de recursos extraordinarios (conf. doct. Ac. 81.312, sent. del 9-V-2001; Ac. 92.989, sent. del 9-II-2005; Ac. 94.412, sent. del 7-IX-2005; entre otras). Así, en el sub lite, la Cámara se pronunció en relación a cuestiones sobre las cuales no cabe posibilidad de reabrir el debate, por lo que se configuran los extremos que permiten considerar a la sentencia en crisis como definitiva a los fines del acceso a la vía extraordinaria (arts. 278 y 296, Código cit. y doct. causa Ac. 95.178, "Leiva", res. del 8-II-2006; mi voto en A. 69.050, "Talou", sent. del 6-II-2008). II. En cuanto a la procedencia del recurso en tratamiento, adhiero al desarrollo argumental y solución propiciada por el colega que inicia el acuerdo en los puntos III y IV de su exposición. Voto por la negativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Genoud dijo: I. Coincido con los fundamentos expuestos por el señor juez doctor Soria en tanto concluye en que el recurso de inaplicabilidad de ley interpuesto por el amparista es insuficiente en los términos exigidos por el art. 279 del Código Procesal Civil y Comercial. Ello por cuando no existe en la pieza recursiva -más allá del acierto o error del decisorio impugnado- un efectivo cuestionamiento a que la actividad de control de plagas no se encuentra comprendida en los supuestos a que alude el Anexo II de la ley 11.723, conclusión medular a la que arriba la Cámara actuante. En efecto la crítica se limitó a mencionar la vulneración de derechos y principios constitucionales, sin relacionarlos con los razonamientos expuestos por los sentenciantes de la instancia anterior. Igual temperamento deben advertirse respecto del restante fundamento dado por la alzada en relación a la ausencia de impugnación de la resolución del Ministerio de Asuntos Agrarios que determinó la utilización del químico (Carbofurán 47). La escueta referencia a esta temática remite a cuestiones probatorias -sin invocar ni acreditar el absurdo lógico jurídico- y por tanto impropias de esta sede o bien alude a presentaciones anteriores incumpliendo así la carga procesal de autosuficiencia. II. Por lo expuesto considero que corresponde rechazar el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley presentado por la parte actora (art. 289, C.P.C.C.). Voto por la negativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se rechaza el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley interpuesto; con costas a la recurrente vencida (arts. 289, C.P.C.C.). Regístrese, notifíquese y devuélvase. HECTOR NEGRI DANIEL FERNANDO SORIA LUIS ESTEBAN GENOUD EDUARDO JULIO PETTIGIANI JUAN JOSE MARTIARENA Secretario