La Ética en la Administración Pública Sesión 2.0 2.0 LA ETICA EN LA DMINISTRACIÓN PÚBLICA acceso. En él defiende su famosa idea de que el buen funcionamiento del servicio civil marca el tono moral de la política nacional, idea que, un siglo más tarde, otros autores desarrollan hasta defender que el nivel de corrupción es una variable dependiente del bajo nivel de profesionalidad del servicio civil. Vistazo de la Sesión Más adelante, en una segunda fase del desarrollo en el estudio de la ética, se habla ya de la ineludible discrecionalidad y de la importancia de los ideales y estándares profesionales. Friedrich defiende aquellos controles derivados de la profesionalidad y su deontología, Finer defiende los controles externos del derecho y la política; Morstein Marx, defiende que, junto al control judicial y jurídico, es preciso inculcar en los empleados públicos una comprensión del deber, lo cual incluye elementos ideológicos y profesionales, una subordinación de los intereses personales a los de la ciudadanía y un sentido de lealtad al papel de servicio de lo público. En esa corriente, Levitan, considera que los empleados públicos están obligados a una entrega política a la democracia y a los ciudadanos. Basados en las obras de Weber, Wilson y Taylor, principios como los de eficiencia, eficacia, jerarquía, centralización, expertise constituían los valores fundamentales que debían guiar la acción administrativa ( modelo ethos burocrático ) y el modelo ethos democrático, los valores a promover en primer lugar, serían los del régimen democrático y el interés general. Esta Sesión tiene como objetivo dar a conocer los elementos imprescindibles a considerar para propender a una ética y eficiencia en la Administración Pública, hasta el punto que los participantes puedan identificar procedimientos para la mejora de la administración, evitando errores, y aplicarlos en su vida profesional y de su entidad. 2.1 Antecedentes.Del estudio de la ética de los empleados públicos sus orígenes más remotos podrían encontrarse en China, donde las reflexiones confucianas al respecto son numerosas y, en algún caso, de actualidad, o donde la escuela de los Legistas ya desde el siglo VI a.C. establecieron criterios claros sobre la importancia de la eficiencia o la objetividad . En la India del siglo III a.C. las reflexiones de Kautilya, que tanto impresionaron a Weber. Sin lugar a dudas en el pensamiento griego bebemos constantemente para configurar nuestro actual estado de reflexión sobre filosofía moral y política y, con ello, sobre ética pública y de los empleados públicos. Del estudio de Eaton sobre el servicio civil británico, realizado en 1880, en el que considera altamente recomendables, desde una perspectiva moral, la defensa de la profesionalidad y el mérito en el Ética Pública En la modernidad y postmodernidad, los llamados a la reflexión moral en la administración pública, Notas del Participante 2.0-1 La Ética en la Administración Pública volver a recuperar la reflexión sobre los valores, ha sido la preocupación más importante de las NacionesEstados, y los enfoques propugnan como éticamente conveniente una actuación de los empleados públicos guiada por la búsqueda de la equidad social; deben buscar en su actuación diaria la defensa de los más desfavorecidos, sin por ello olvidar la eficiencia. Rohr (1986) defiende que los empleados públicos no deben guiarse por valores partidistas, ni por criterios políticos generales que no sean los de la Constitución; la discrecionalidad con la que trabajan los empleados públicos es una realidad inamovible. Ante la necesidad de formar a dichos funcionarios éticamente la respuesta no debe ser la psicología humanistas las teorías de filosofía política y moral, la respuesta es la Constitución y sus valores. Deben guiarse por la Constitución y no dudar en enfrentarse con el político si éste actúa de forma contraria a los valores constitucionales; los empleados se convierten en una especie de Senado permanente que hace real la Constitución. Finalmente Majone (1984 ) el empleado público se incorpora a la construcción de la democracia diciéndole la verdad al poder, generando ámbitos en los que la actividad discursiva , en torno a políticas y programas, se desarrolle con las máximas condiciones de libertad e igualdad entre las parte, favoreciendo la interacción social y removiendo las restricciones ficticias que impiden el surgimiento de la verdad a través del debate y la persuasión. En resumen: La moral nace con la existencia misma del hombre, pues Ética Pública Sesión 2.0 históricamente no se conoce ningún pueblo, por “salvaje” o primitivo” que se lo quiera suponer, que no haya tenido normas, pautas o rituales de conducta. En cambio, la ética como saber teórico que justifica o legitima la conducta moral, es relativamente reciente y aparece con el advenimiento de la filosofía en el siglo VI a.C. en Grecia. La ética en la administración pública o de los empleados públicos, concomitante con la ética general tiene sus orígenes más remotos , como lo acabamos de ver. Retos de investigación de la ética pública: 1) Ciudadanía y teoría democrática; 2) Virtudes éticas; 3) Tradiciones Constitucional; y pensamiento 4) Educación ética; 5) El contexto organizativo; 6) La perspectiva filosófica. teórica y Con la reflexión sobre la justicia, el reto postmoderno, el pluralismo moral, o el interés general en la sociedad globalizada. 2.2 La ética en la administración o la ética para los empleados públicos Es una ética aplicada, en concreto, una ética PROFESIONAL. “ Cada practica cooperativa humana cobra todo su sentido por intentar alcanzar unos bienes específicos- unos bienes internos y otros externosque deben ser alcanzados a la luz Notas del Participante 2.0-2 La Ética en la Administración Pública por los profesionales que trabajan en dicho ámbito; además dichos profesionales deben intentar desentrañar qué principios de conducta permitirán alcanzarlos, qué valores y hábitos es preciso incorporar para llegar a ellos”. Los valores externos que se permite alcanzar como- dinero, fama, poder, a través de actividades guiados tan sólo por la búsqueda de dichos bienes externos, entonces la PROFESIÓN pierde su legitimidad social, su credibilidad y pone en peligro su futuro. La ética en los empleados públicos trata de clarificar postconvencionalmente el bien interno de trabajar como empleado público, lo que justifica la existencia de su profesión, por ej. SERVIR CON OBJETIVIDAD LOS INTERESES GENERALES, y a partir de ahí, definir las normas de conducta y hábitos que deben regir su actividad para conseguir legitimar socialmente su trabajo y permitirles sentir orgullo de realizar una labor esencial para su país. Los deberes del hombre para consigo mismo, diremos que debe amar a Dios y amarse a si mimos; que debe la verdad a su entendimiento y el bien a su voluntad; que debe a todas sus facultades la correspondiente armonía, para que no sirvan como esclavas las que deben mandar como señoras. Es la voluntad una condición necesaria para la moralidad, nada es bueno ni malo, si no es voluntario. Los deberes del hombre, considerado como si estuviese sólo en el mundo, sin un ser semejante Ética Pública Sesión 2.0 con el cual pudiera tener relaciones, es una hipótesis que únicamente tuvo lugar en los breves momentos que transcurrieron desde la creación. Siempre y en todas partes se ha encontrado el hombre en relación con sus semejantes. Las relaciones en que vamos a considerar al hombre nos llevarán al conocimiento de una nueva serie de obligaciones morales. . El hombre está destinado a vivir en sociedad. Existen primeramente los deberes y derechos de la sociedad doméstica, o sea de la familia. Donde hay reunión es preciso que haya una ley de unidad. Ninguna sociedad por pequeña que sea puede conservarse ordenada sin una autoridad que la rija, y toda autoridad tiene sus límites. La sociedad se extiende a relaciones generales establecidas por motivos de necesidad y utilidad. Sin la autoridad política no sería posible la conservación del orden entre las diferentes familias, puesto que para terminar sus desavenencias no tendrían otro medio que la fuerza. La existencia de un poder público es de derecho natural, y que lo es también la sumisión a sus mandatos. Resumiendo, el objeto del poder público es una necesidad del género humano; su valor moral se funda en la ley natural que autoriza y manda la existencia del mismo, el modo de su formación ha dependido de las circunstancias, sufriendo la variedad e inestabilidad de las cosas humanas. Independientemente de toda sociedad doméstica y política, tiene el individuo derechos y deberes individuales y los que nacen de la organización social. Notas del Participante 2.0-3 La Ética en la Administración Pública La naturaleza del hombre y la sana razón enseñan que la moral es un verdadero y muy grande interés público. La moral no sólo pertenece a la razón sino que constituye una parte de su esencia, y es, además su complemento, perfección, su ornato. La ética pública puede entenderse como un hacer colectivo, un proceso en el que la colectividad y los individuos van generando aquellas pautas de conducta y aquel carácter que permiten un mejor desarrollo de la convivencia y una mayor expansión de la autonomía y libertad del ser humano. En este proceso están involucrados los ciudadanos individualmente y, también, las organizaciones e instituciones del estado, las entidades económicas y empresariales, las organizaciones y asociaciones civiles, las actividades profesionales y la opinión pública. 2.3 Empleado Público.Para empezar, qué es una PROFESIÓN. Una profesión amplia, con diferentes especialidades en su seno y en la que caben otras profesiones, que tienen su propia deontología a la que añaden valores propios del empleo público. Para que exista una PROFESION desde una perspectiva ética es preciso: 1. Una conciencia de su existencia; 2. Un corpus de teoría y conocimiento transmisible 3. Un ideal social; 4. Una organización formal que promueva sus intereses; 5. Una organización nacional que reconozca líderes Ética Pública Sesión 2.0 sobresalientes en su calidad humana y profesional; y, 6. Unos estándar éticos. Todas las profesiones tienen su propia deontología, un código ético que guía su actuación desde una perspectiva ética. La deontología profesional supone asumir la responsabilidad de las propias actuaciones. El pluralismo vigente no presenta un modelo único de moralidad y conviven distintas escalas de valores en nuestra sociedad, pero habrá que buscar el compromiso básico respecto de aquellos que son común denominador en una sociedad democrática. La investigación de la ética para empleados públicos En general en ética administrativa interesa conocer los valores que guían a los individuos y a las organizaciones, los estándares de conductas y normas definidas y promovidas en las instituciones administrativas, los contextos en los que se toman las diferentes decisiones y cómo afectan a éstas, y las conductas concretas que siguen los empleados públicos. El gran problema con la ética corporativa es el de la necesidad de hacer convivir los valores burocráticos y los democráticos. Generar una cultura organizativa adecuada desde un perspectiva ética, en la Administración Pública, exige ser capaces de integrar y de agregar, ser capaces de generar políticas y programas que sean eficaces y hacerlo de forma que revelen adecuadamente las preferencias de todos los ciudadanos afectados directa e Notas del Participante 2.0-4 La Ética en la Administración Pública indirectamente. Los valores y la cultura corporativas están íntimamente relacionados. Los valores se convierten en cultura cuando demuestran que sirven para integrar internamente y para adaptar la organización al entorno: en definitiva, cuando tiene éxito y son enseñados a los nuevos miembros como la forma correcta de percibir, pensar y sentir; a partir de ese momento dichos valores se convierten en creencias básicas y son asumidos casi inconscientemente por los miembros de la organización, guiando su conducta. El éxito primario consiste en que la organización respete todos los procesos, creencias y valores constitucionales. Definir unos valores apropiados y socializar a los miembros de la organización en los en los mismos se convierte en una labor ética de máxima importancia. Las sociedades modernas son pluralistas, es decir, son sociedades donde conviven valores muy diferentes que deben ser mutuamente respetados, siempre que sean razonables. No obstante, también existen unos valores primarios o básicos que son los que permiten la presencia y expresión de los demás. Esos valores primarios son fruto del consenso global de la sociedad. Son reconocidos en ellos los fundamentos de los derechos y libertades democráticos; de ahí que se expresen constitucionalmente y guíen la conducta de nuestras instituciones. Los empleados públicos deben respetar los valores sociales primarios, así como los que configuran las bases del régimen Ética Pública Sesión 2.0 constitucional democrático; respetar luego los valores instrumentales de su organización siempre que sean coherentes con dichos valores finalistas, este respeto se facilita si los valores de referencia se explicitan ( expresa y claramente ) Adecuadamente. 2.4 ¿Porqué hablar de ética y eficiencia de las administraciones públicas? Hay tres grupos de razones para que haya aumentado el interés por la ética en muchos campos de la actividad social. Son razones de coyuntura comunicativa, razones de estructura social y económica y razones de mejora personal. 1. Las razones de coyuntura comunicativa. Esto porque en todos los países, y regularmente, los medios de comunicación están ahora denunciando hechos relacionados con la corrupción. Eso hace que tanto la opinión pública como la “opinión publicada”, que no son exactamente lo mismo, estén sensibilizados ante los “escándalos” y este es un poderoso factor para que la Administración Pública reaccione, más aún si esto ocurre en países democráticos en los que esta opinión se traduce después en los resultados que arrojan las urnas electorales. Bastaría esta razón para que los políticos se preocupasen por la ética en las administraciones que dirigen, pero en este caso sería más una razón de eficiencia y estética política que de ética propiamente dicha. Además, un comportamiento basado en este criterio sería oscilante. Aparecería cuando los Notas del Participante 2.0-5 La Ética en la Administración Pública Sesión 2.0 diversos medios de comunicación denunciaran y entonces se crearía “alarma social” que generaría comportamientos de apariencia ética por miedo. Cuando estos se generalizaran, las noticias dejarían de aparecer y, por así decirlo, se bajaría la guardia otra vez hasta que los nuevos comportamientos no correctos hicieran volver a aparecer noticias de los escándalos que generarían otra gran ola de comportamiento ético y así sucesivamente. Como diría Andrews, un clásico profesor de Harvard, sería un asunto de ida y vuelta. Sin desechar la influencia de este factor, optimistamente, diría que hay razones estructurales que empujan en la misma dirección. 2. Razones estructurales. postmodernismo. El Por la importancia como aporte a este estudio de la ética, transcribimos a continuación un resumen de lo que destacan algunos escritores de el libro TEORIAS E INSTITUCIONES CONTEMPORANEAS DE LA EDUCACION ( Antoni J. Colom, Josep Lluís Bernabeu, Emilia Domínguez y Jaune Sarramona) de las Teorías de la postmodernidad y la educación, “ La postmodernidad se conforma como una alternativa de futuro que fundamentalmente se asienta en el desarrollo del pensamiento a partir de la obra de Nietzsche, sobre todo, en lo que se refiere a la concreción del superhombre y a la <muerte de Dios>, al demostrar la posibilidad de un mundo sin absoluto y sin postulados axiológicos, en donde la relativización y las capacidades humanas son sustitutos supera- Ética Pública dores de las <verdades> que el hombre de la modernidad necesitaba y requería para asentar sus creencias y aun su propia mismidad. En la postmodernidad el hombre se bastará a sí mismo y no necesitará de falsas apoyaturas, inventadas para su supervivencia y para salvaguardar sus falsas seguridades ( valores, Dios, verdad, etc.). Asimismo, la postmodernidad se fundamenta en la tecnología, que a la larga es quien apostará la nueva <seguridad> al hombre. Gracias a la tecnología el hombre no requiere de lo externo (la sociedad, los valores, etc.). La tecnología profundiza en la individualidad y evidencia todas las posibilidades que el individuo encierra en sí mismo. La tecnología es pues la constructora de este <superhombre>, ya que gracias a ella es capaz de renovar el conocimiento y aumentar sus costas de saber. Por último, la teoría de sistemas procura en el plano de la ciencia la supremacía de la postmodernidad, en contra del <mundo de la vida>, de las relaciones humanas y de las necesidades humanísticas propias de la modernidad. Los sistemas se convierten así en el lenguaje cientificista, que deja al descubierto una explicación de la realidad sin referirse para nada a los mundos morales y axiológicos propios del hombre y de la sociedad ilustrada, típica de la modernidad. Pertinentemente, la educación de la postmodernidad se basará en lo teórico, en la filosofía de los sistemas, a fin de dar una explicación científica de la educación sin referirse a los fines Notas del Participante 2.0-6 La Ética en la Administración Pública últimos, a los valores y a las verdades absolutas propias de las moralidades de la modernidad. La teoría de los sistemas es capaz de explicar la educación sin aportes humanísticos, y por tanto con posibilidades científicas. A nivel práctico, la educación postmoderna se asentará en las nuevas tecnologías de la información como elemento básico de desarrollo del saber y de la innovación del conocimiento. En este sentido, un cambio en la escuela, en los contenidos, en el profesorado y en los propios objetivos del saber y de la cultura configurarán la estructura de la educación del futuro”. Señalan que la postmodernidad es, ante todo, la filosofía de la desmitificación y de la desacralización, lo que implica graves repercusiones en el terreno de la ética al no existir imperativos categóricos. Todos aquellos que pertenezcan a un par o tres generaciones anteriores a la actual ya no son modernos, son postmodernos, lo que significa que han pasado a formar parte de una era cultural posterior a la modernidad. La modernidad se caracteriza por el racionalismo, por la creencia que la razón es el instrumento que nos dará el progreso que anhelamos los seres humanos. Para los modernistas (siglo XIII, Guillermo de Ockam, Descartes, Hume) lo que no se demostraba empíricamente no era científico. La corriente cultural de la modernidad supuso un avance científico impresionante pero no resolvió la gran cuestión del hombre: la búsqueda y el hallazgo Ética Pública Sesión 2.0 de la felicidad. Supuso también la especialización de las instituciones sociales, lo que supuso la especialización de las ciencias. Así la empresa era la encargada de crear riqueza (Business is Business). Las administraciones públicas eran las encargadas de repartir la riqueza. Las religiones, los intelectuales cuidaban del aspecto ético, por eso eran dejadas a la esfera de lo íntimo. En la modernidad la moralidad no es una cuestión social sino sólo personal. Al observar que la razón no era la respuesta a todas las preguntas, aparece la reacción postmoderna, cuestionando las bases ideológicas de cualquier otra propuesta, por eso no existen esquemas absolutos de interpretación de la realidad, la postmodernidad es plural. La respuesta a las inquietudes básicas del hombre, las que le ayudan a alcanzar la felicidad, no son exclusivas de una institución, deben ser compartidas por todas. La empresa ya no es exclusivamente una máquina de hacer riqueza. El Estado no sólo debe dedicarse a repartirla. Las dos tienen que dar también respuestas al sentido de la vida. La ética es parte de su misión. Las ciencias pueden ser autónomas, lo son en su método, pero no independientes. Están jerarquizadas, y, por encima de todas, están las ciencias morales, aunque no sean empíricas sino normativas, como ocurre con la ética, que es la ciencia del “deber ser”. Así pues, el movimiento social de la postmodernidad lleva consigo esta preocupación profunda por la ética como respuesta a las inquietudes Notas del Participante 2.0-7 La Ética en la Administración Pública del hombre, la preocupación por la ética, es en sentido estructural. Dentro de la economía, que es la ciencia de la optimización de recursos que son escasos, se sabe que hay factores exógenos a sus modelos que son vitales para entender el funcionamiento de una economía, uno de ellos, el más importante es la confianza, que no se puede comprar ni vender, pero si se puede construir, cuando los diferentes agentes de la economía se comportan de manera previsible siendo solidarios, se comportan de manera ética. Para que funcione una economía en la actual situación global, es indispensable un comportamiento ético. Los países con costes de transacción altos (sistema de arbitraje general, conocido como poder judicial y aumentar la confianza mediante el comportamiento ético) por falta de ética, repelen la inversión exterior, por el grado de incertidumbre que crean, sólo atraen las especulativas y a corto plazo y también se produce la migración de capitales nacionales que se refugian en lugares más estables. Una parte sustancial de ese comportamiento ético en la economía actual reside en la Administración Pública. Las empresas en un mundo global compiten con otras de otros países. Por tanto competen a ellas y su entorno. Una empresa que tenga un entorno con costes de transacción inferiores puede incluso ser menos eficiente internamente y estar en mejores condiciones que otra en circunstancias contrarias. Así pues es necesario un comportamiento ético para poder competir. No en Ética Pública Sesión 2.0 balde, en la última reunión de los países más pobres, cuyo número no deja de aumentar, se llegó a la conclusión de que el principal obstáculo para su desarrollo era la corrupción de sus gobiernos y administraciones públicas. Por tanto, hay razones coyunturales, de repercusión en los medios de comunicación, y razones estructurales, de tipo cultural (la postmodernidad) y económico (costes de transacción) que abogan por la necesidad de una mejora ética en la administración. 3. Razones personales para la ética Tal como lo concibieron los clásicos la ética es una ciencia para tomar “buenas decisiones”. Para tomar una buena decisión es necesario tener en cuenta tres niveles de criterios: el nivel económico o de eficacia, el nivel socio – político o de atractividad y el nivel ético o de consistencia. Si alguna vez se está tomando una decisión y no se tienen criterios incluidos en los tres criterios probablemente se cometerá un error. La realizada es lo suficientemente compleja como para incluir siempre estos tres aspectos. Por tanto, por razones prácticas es necesario tener en cuenta el nivel ético a la hora de decidir. Pero además, la ética es una ciencia de la persona. Su objeto es ayudar a la toma de decisiones para la mejora del sujeto que las toma. Para el desarrollo del decisor. Los clásicos ya decían que era preferible soportar una injusticia que provocarla. El que la soporta sufre, Notas del Participante 2.0-8 La Ética en la Administración Pública pero permanece igual en su interior, el que la provoca se hace injusto. La razón más poderosa para actuar éticamente en la Administración Pública es que, al hacerlo, los tomadores de decisiones, los políticos y los empleados públicos, están mejorando ellos mismos. Se acercan cada vez más al último fin del hombre, que es la felicidad. Una Administración Pública que no actúe éticamente corrompe y degrada a sus componentes. De ahí la gran responsabilidad que tienen los que la dirigen. De sus planteamientos depende la calidad de las personas que componen la administración. Hasta aquí las razones que deben hacer que académicos, políticos, directivos públicos y funcionarios en general, se preocupen de la mejora ética de las Administraciones Públicas. Las tres razones son importantes, pero la última es la verdaderamente clave. Lo que hay que perseguir no es que la Administración sea ética, sino que sus componentes estén en la vía de la mejora ética permanente. 2.5 Cómo mejorar el nivel ético de las organizaciones públicas De conformidad con diferentes autores, todo proceso de cambio requiere de dos factores: los procedimientos y el liderazgo. La mejora ética de las Administraciones Públicas es un proceso de cambio. Abordaremos cada uno de estos factores. 2.5.1 Procedimientos para la mejora ética de las Administraciones Públicas Ética Pública Sesión 2.0 Vamos a centrarnos en tres tipos de procedimientos: los procesos de selección y formación de personas, los códigos de comportamiento y la aplicación de las normas. 1. Procesos de selección formación de personas y Si la ética tiene que ver con la mejora de las personas, partir de una buena base es importante. Dice Nicolás Luca de Tena, fundador de la empresa española Multiasistencia, que prefiere contratar jóvenes sin experiencia laboral, su razonamiento es que si tienen experiencia hay que hacer que desaprendan todas las ideas que han aprendido en su trabajo anterior, para luego enseñarles lo que culturalmente se necesita saber y vivir en su empresa. En temas éticos suele ocurrir lo mismo, es más sencillo hacer que un árbol nuevo crezca recto, que enderezar un árbol viejo y torcido. En nuestras administraciones públicas eso es igual. Si la procedencia de los funcionarios está viciada, la labor es casi imposible. El problema, que también existe en la empresa privada, es como evaluar la calidad ética de una persona, y si eso es realizable de acuerdo con los derechos constitucionales de nuestros países. Aunque existen “test éticos” que contienen mecanismos como preguntas cruzadas para averiguar la coherencia de las respuestas su utilidad es dudosa. Primero porque el comportamiento ético no depende sólo de la concepción intelectual que sobre las cosas tenemos. Incluye más aun la voluntad. Por Notas del Participante 2.0-9 La Ética en la Administración Pública tanto saber que una persona piensa correctamente no garantiza que actúe así aunque es un paso. Segundo porque una persona muy poco escrupulosa e inteligente podría contestar no de acuerdo con lo que él piensa, sino en función de lo que él cree que esperan los examinadores. Es decir a mayor grado de cinismo, si se es muy inteligente, mayor posibilidad de engaño. Por último, debe tenerse en cuenta que al ser este un tema relacionado con las creencias íntimas de los candidatos podrían haber restricciones legales a la hora de discriminarlos por esa razón. El otro mecanismo para mejorar la selección ética de los empleados y los responsables de la Administración Pública, es utilizar las primeras fases de la incorporación a la carrera administrativa para hacer hincapié en el aspecto ético y de servicio del trabajo en la Administración Pública. Las Escuelas de Funcionarios de distintos niveles y cuerpos siempre han tenido el doble objetivo de profundizar tanto en aspectos técnicos del trabajo, como en lo se ha dado en llamar “el espíritu de cuerpo”. Un ejemplo clásico son las academias militares. Probablemente en las mismas sería más barato contratar los estudios técnicos con la universidad clásica, pero seria muy difícil de construir con otro sistema el llamado “espíritu militar”. Desgraciadamente en muchos casos estos cursos iniciales no existen, o se han convertido en un mero trámite, dado que lo esencial para formar parte de esa Administración son las pruebas de Ética Pública Sesión 2.0 acceso, donde las hay. Una propuesta en este sentido sería recuperar el verdadero enfoque de las Escuelas de Administración internas de manera que no fueran un trámite y se pudiera analizar, con un período de tiempo razonable el nivel del comportamiento ético de los aspirantes. Aunque este mecanismo no sea infalible, y pueda dar lugar a favoritismos y subjetividades, creo que sí los evaluadores son correctos es mejor que no tener nada. Por ejemplo, en la Escuela del Cuerpo Nacional de Policía de Ávila, España, se expulsan aquellos aspirantes en los que se detecten inclinaciones a un comportamiento tipo “Rambo”. La Policía es el garante de la seguridad del ciudadano y no un héroe ávido de notoriedad. Ni que decir tiene el que si la selección por criterios éticos es importante en el caso de los funcionarios en general, es vital para el nombramiento de los cargos de dirección en las Administraciones Públicas. Sin embargo estos criterios deben hacerse compatibles con la elaboración de una carrera administrativa objetiva, asunto nada fácil. Cuando el funcionario está ejerciendo su función una vez incorporado necesita a su vez mecanismos que le ayuden a comportarse éticamente, veamos dos de ellos: los códigos de comportamiento y la aplicación de control. 2. Los Códigos de Comportamiento. Utilidad y condiciones para su eficacia. Notas del Participante 2.0-10 La Ética en la Administración Pública Los Códigos de Comportamiento, también llamados “códigos de ética”, son un conjunto de principios, normas de obligado cumplimiento y recomendaciones que ayudan a los miembros de una organización a actuar correctamente. Su uso está generalizado tanto en las Administraciones Públicas, como en las grandes corporaciones empresariales. El enfoque de un Código de Comportamiento puede hacerse de dos maneras: a) porque la organización no se fía de sus componentes, en cuyo caso será un código de tipo jurídico, plagado de prohibiciones; b) porque queremos ayudar a los miembros de las organizaciones a resolver dilemas éticos que se les presentan en el ejercicio profesional y a resistir a las tentaciones que se les presente. Los códigos basados en este segundo enfoque, aunque también contienen prohibiciones, aportan además mecanismos de consulta y ofrecen sistemas de ayuda a la hora de resolver situaciones conflictivas. Con el primer enfoque estamos dando por sentado la desconfianza como principio de la relación organizativa, con lo que agravamos la situación. El segundo enfoque sin dejar de ser realista aporta una visión positiva de la realidad. Los Códigos Éticos tienen muchas utilidades y algún peligro. Su principal servicio es el de ayudar a mejorar a las personas de la organización como tales, si no es así no merece la denominación de ético. Pero además produce otros efectos beneficiosos: Sesión 2.0 - - - - Mejora la imagen de la organización que los promulga. Evita daños legales en el futuro, al reducir el riesgo de comportamientos incorrectos. Ayuda a disuadir a terceros a la hora de efectuar proposiciones incorrectas. Ayuda a decidir en situaciones de incertidumbre, cuando nos movemos en las zonas grises muy comunes en la vida real. Sirve como vehículo de comunicación de criterios éticos. Este último beneficio puede ayudar a la mejora del nivel ético de una Administración, vía programas de formación. Una forma de hacer llegar el Código es mediante seminarios y talleres de discusión del mismo. Su utilidad es mantener el nivel de conciencia sobre la ética, servir de recordatorio y ayudar a profundizar antes, los nuevos problemas. Sin embargo, la promulgación de un código ético o de comportamiento también comporta algún peligro. Si una vez promulgado no se aplica el nivel de cinismo de la organización, y quienes se relacionan con ella, se eleva a los intentos posteriores de poner en marcha otras medidas de mejora ética serán cada vez más difíciles. Los códigos éticos llevan consigo la exigencia de cumplirlos. La experiencia dice que; “no tener un código ético puede dar lugar a problemas, pero que tenerlo es seguridad de que los habrá, aunque ayudará a decidir mejor”. En la mayoría de las administraciones de los gobiernos tienen o bien un código ético, o el Ética Pública Notas del Participante 2.0-11 La Ética en la Administración Pública Sesión 2.0 impulso para promulgarlo, ¿Cuáles son las condiciones para que sea verdaderamente eficaz? La experiencia indica que hay algunas condiciones para que sea eficaz: - - - - Que sea apoyado por la máxima autoridad, por la cúpula política y que el tono del comportamiento de esta cúpula sea acorde con el código propuesto. Un código tiene que tener una cierta tensión utópica de mejora, pero debe ser también realista. Dicen los clásicos que la ley debe ser “Posibilis”. Si las normas de un código no se pueden cumplir es mejor no promulgarlo. Pero si el código sólo expresa lo que ya ocurre no servirá para ayudar a la mejora de los miembros de la organización. En ese sentido la tensión hacia la solidaridad interna y externa es una referencia obligada. Un código debe de llevar una serie de mecanismos anexos que apoyen su aplicación. Un Consejo de Vigilancia que tenga la misión de velar por el cumplimiento del mismo, que pueda servir de consejero para resolver dudas en conflictos éticos, que permanezca atento a la evolución de la realidad para actualizar el contenido a la vista de nuevos problemas (como puede ocurrir con la aparición de discriminaciones por origen o razas en países en los que no había este problema hasta la fecha y se dispara la emigración, ejemplo España). El Consejo de Vigilancia debe estar compuesto por personas que reúnan tres requisitos: a) Ética Pública - independencia de criterio, b) experiencia y prestigio profesional; y c) probada autoridad moral. Suele estar compuesto por personas que ya no están en la vida activa y que no tienen que competir en el futuro por un puesto profesional, de manera que puedan actuar con independencia. Dependiendo del Consejo de Vigilancia o independiente de él puede haber una “línea abierta”, telefónica o electrónica, que reciba denuncias, anónimas o no, y que de una manera confidencial y por vía administrativa investigue de oficio, de manera discreta y confidencial las denuncias recibidas sobre actuaciones no éticas de los componentes de la organización. Estas líneas suelen estar servidas por servicios especializados en el trato de denuncias o quejas anónimas. La implantación de este sistema puede ser muy polémico por lo que se recomienda un estudio muy profundo antes de ponerla en marcha. No obstante puede ser una alternativa al recurso a la denuncia en los medios de comunicación que suele ser más polémico y llevar consigo perjuicios sobre la fama de las personas aunque se rectifique si la denuncia no es cierta. Las “Fiscalías Anticorrupción” creadas por algunas legislaciones podrían asumir este papel previo a la incoación de un expediente judicial. Unas normas que suelen incluir los códigos éticos de las Administraciones Públicas son las referentes a los “conflictos de intereses”, y dentro de ellas las que Notas del Participante 2.0-12 La Ética en la Administración Pública regulan los hechos supuestos de incompatibilidad entre cargos y situaciones dentro y fuera de la administración. Estas normas son complejas, puesto que por una parte ayudan a resolver problemas éticos, y por otras deben ser prudentes para impedir que personas con grandes cualidades se alejen del sector público al ver mermadas sus posibilidades futuras. También es delicado fijar el límite de las incompatibilidades por vía familiar, si no hay límites puede ser una forma de eludir la ley y si es demasiado rigurosa puede disuadir a los más capaces de servir a lo público. Lo mismo pasa con las normas que imitan los mandatos en los cargos públicos. La permanencia larga e indeterminada en el poder puede generar hábitos perniciosos. Pero la experiencia también indica que la limitación de mandatos excesivamente corta, además de ser un inconveniente para la eficacia de la gestión, muchas veces no sólo no ha sido un freno a la corrupción, sino que al contrario la ha alentado. Por eso hay que ser prudente y observar las circunstancias de cada país y cada momento a la hora de plantear un código de comportamiento. En resumen, la utilización de un código ético no es una panacea, ni está exenta de riesgos pero puede ayudar a mejorar el nivel ético si se plantea con cordura y se apoya con instrumentos útiles. Pero la existencia de las normas no es garantía de su aplicación. La aplicación correcta es otro de los instrumentos para la mejora ética de la organización. Ética Pública Sesión 2.0 Los servidores públicos, cualquiera que sea el nivel en el que se desempeñen en la organización institucional, están en la obligación de actuar con orden, moral, disciplina y profesionalismo, para mantener y ampliar la confianza del público. Por lo tanto, el servicio que se presta, en ningún momento estará subordinado a la utilidad o ventaja personal. El servidor ejecutará sus funciones observando los códigos, normas y procedimientos que su profesión, oficio, actividad o especialidad le demanden, así como cumpliendo y haciendo cumplir las disposiciones legales que rijan su actuación técnica. No podrá recibir ningún beneficio directo o indirecto de personas sean éstas naturales o jurídicas, y no intervendrá en asuntos en los que tenga interés personal y en los que participen su cónyuge, hijos o parientes hasta el segundo grado de afinidad o cuarto de consanguinidad. 3. Aplicación correcta de las normas. y los mecanismos de control Si la existencia de normas es un elemento básico para la mejora ética de las administraciones públicas, su aplicación estricta y pública es otro elemento básico. Los mecanismos de control legales, mediante los servicios de intervención previa, o a posteriori, mediante los “Tribunales de Cuentas o Entidades Fiscalizadoras Superiores” son mecanismos que aplicados con diligencia y rigor ayudan a mantener la tensión ética en la organización. Notas del Participante 2.0-13 La Ética en la Administración Pública Sin embargo, hay que tener también prudencia a la hora de establecer los procesos de control. Si estos son excesivos pueden ir en contra de la eficiencia de la administración, dilatar los plazos y crear retrasos innecesarios. En especial debe estudiarse con detenimiento los procedimientos para los contratos que realizan las administraciones para servirse de bienes y servicios, para suministrar ambos por vía indirecta gestionados por gestores privados, o para realizar obras públicas. La leyes que regulan las subastas, los concursos y licitaciones, deben ser rigurosas, a la vez que ágiles, si se deteriora la eficiencia tampoco es ética, porque se están utilizando mal unos recursos que son de los ciudadanos. La célebre división de poderes de Montesquieu es también una garantía de justicia y equidad pro el equilibrio que comporta. Cuanto más independientes sean los unos de los otros, siempre que exista el control democrático por parte de la ciudadanía sobre cada uno de ellos, mayor será esta garantía. Todos estos, los procedimientos de selección y formación, los códigos de comportamiento y la aplicación de los mecanismos de control, son instrumentos que ayudan a la mejora del nivel ético de la administración en que se aplican. Para que los instrumentos referidos sean útiles es necesario que exista otro factor que es el liderazgo. Ética Pública Sesión 2.0 2.5.2 El Factor Liderazgo. Las tres reglas. La esencia del liderazgo es muy discutida. El liderazgo, según la moderna ciencia política sólo se puede entender si está basado en valores morales y tiene como fin la mejora de los liderados de acuerdo con esos valores. El liderazgo por tanto está indisolublemente unido al comportamiento ético, cuando no es así lo que se logra es un pseudo liderazgo, cuando no un antiliderazgo. Los instrumentos antes mencionados no sirven para nada si en la cúpula y a lo largo de la administración no hay un sentido de servicio. Las personas son capaces de los mayores esfuerzos y sacrificios si encuentran sentido a lo que hace. Transmitir este sentido es la misión del liderazgo. Un liderazgo que se desparrama en toda la organización en mini liderazgos singulares, pues una de las condiciones del líder es su capacidad de contagio. La principal misión del líder es desarrollar líderes a su alrededor. Líderes dispuestos a defender y difundir los valores morales que sustentan la acción emprendida. El líder debe tener tres dimensiones básicas: Visión de futuro, Capacidad psicosocial para comunicar e ilusionar con ella y Valores morales. Su fórmula es 2V+C (Visión, Valores y Comunicación). Sin Visión y Comunicación es simplemente un referente moral pero no un líder. Sin Visión puede ser un administrador, pero no un líder. Gestionará la situación pero no un proceso de cambio de mejora ética. Sin Valores morales no sólo no es un líder sino una persona peligrosa. Notas del Participante 2.0-14 La Ética en la Administración Pública Hay tres reglas prácticas para el desarrollo de ese liderazgo. Reglas que conviene recordar en este momento, aunque sean, como casi todo lo importante en esta vida, de sentido común. La primera regla es: No impedir el ejercicio del liderazgo a los miembros de la organización. Significa que cuando las condiciones para actuar siguiendo valores morales exigen la heroicidad se está dificultando el ejercicio de la ética. Todos podemos ser héroes, pero no se está obligado a ello. Un ejemplo: cuando los salarios de los funcionarios públicos están por debajo de ciertos niveles se está dificultando de manera ostensible el ejercicio del liderazgo. Cuando la honestidad implica un sacrificio, no ya para el funcionario, sino para su familia, la responsabilidad de los que dirigen esa Administración es corregirlo. La segunda regla es: explicar la necesidad de una ética para la persona y la organización. Para ello es útil el Código de Comportamiento en la medida que sirva para el proceso de formación que antes se indicó. La tercera regla es: el ejemplo. Nadie da lo que no tiene. El liderazgo se transfiere por ósmosis. Esta es la parte más exigente de la función del líder. No sólo se trata de un proceso de ética, sino también de ascética. Los líderes a lo largo de la administración deben ser conscientes de que están en la mira de los demás. Su ejemplo es la mejor forma de comunicar. Si su actuación es inconsistente con los valores morales que dice pregonar, su liderazgo será efímero, es decir no será, porque la prueba de la Ética Pública Sesión 2.0 existencia de un liderazgo es la permanencia de los valores y comportamiento inspirados por el líder, aún después de su desaparición. En este sentido en las Administraciones Públicas no puede haber una separación entre la ética pública y la ética privada. El gestor de lo público, sea político o profesional, debe ser consciente de que su ética privada y su ética pública no pueden estar en contradicción. Además, así se lo demandará la ciudadanía cada vez más. Por todo ello el gestor público debe evitar cometer errores en el campo de la concepción ética. Errores que le pueden conducir a las pseudo éticas o a las éticas parciales. 2.6 Qué errores evitar a la hora de hacer el planteamiento de la ética. Las pseudo éticas y las éticas parciales 2.6.1 Las pseudo éticas El primer error que debe corregir un gestor público es lo que se conoce por el legalismo. Consiste en pensar que el comportamiento ético es cumplir la ley. El gestor público debe cumplir la ley, pero la ética va más allá. La solidaridad humana exige ir más allá de la ley. En este campo se plantean graves y serios problemas. La obediencia de la ley por encima de los derechos humanos es más que discutible por muy legislada que esté. Otra pseudo ética se conoce con el nombre de sociologismo. Consiste en pensar que la costumbre, lo que hacen regularmente las personas, es lo ético. Si esto fuera así, no Notas del Participante 2.0-15 La Ética en la Administración Pública hubiera habido avance ético en nuestras sociedades. Aún seguiríamos con costumbres que hoy nos parecen sorprendentes. El “siempre se hizo así” no es excusa para no mejorar en aspectos éticos. La tercera pseudo ética podemos calificarla de utilitarista. Consiste en la teoría que indica que la ética es necesaria porque es lo más útil, lo más rentable. Esta interpretación de la ética es torcida, que hay que ser ético porque a la corta es lo más rentable. Esta proposición no es cierta, pues la ética es la ciencia que ayuda a la mejora moral de la persona, no la que le ayuda a ser más rico, más poderoso o más famoso. Pues no podemos esperar el aplauso social por actuar éticamente. Por lo tanto, en el planteamiento ético hay que huir del legalismo, del sociologismo y del utilitarismo, sabiendo los límites de la ley y de la costumbre y pensado en la mejora moral del os gestores y miembros del as administraciones públicas. La búsqueda de la mejora moral de los miembros de las administraciones públicas puede dificultarse si no hay una concepción completa de la ética, si la concepción es parcial. Sesión 2.0 este objetivo acabará alienándose de los ciudadanos y buscando su propia comodidad. Sin embargo, no se puede afirmar que el bien no importa. Importa y mucho, pero para llegar a él es necesario disponer de normas. La otra ética parcial es “la ética de las normas” Se trata de cumplir con las normas. Una administración Pública cuya ética se base en las normas exclusivamente, caerá en el legalismo que antes hemos analizado. Las normas y los códigos son importantes, pero requieren una finalidad, un bien que alcanzar, sin ello carecen de sentido, quedan frías y su interpretación literal puede ser hasta cruel, el fin de las normas va hacia la mejora de los que las usan y la mejora supone la adquisición de virtudes. Sin embargo, una “ética de la virtud” es también una ética parcial. Una administración pública que busque “paz y seguridad” interior, sin importarle lo que ocurre en otras zonas de la administración, o de los ciudadanos, nunca correrá riesgos, se limitará a ejecutar lo más correcto sin buscar incomodidades. A fuerza de querer ser equilibrado se olvida de los más importantes, como comprometerse en la mejora de los demás. 2.6.2. Las éticas parciales Siguiendo a Leonardo Polo podemos entender que hay tres tipos de éticas parciales. La “ética del bien”, el objetivo es conseguir que el agente decidor consiga el bien. La búsqueda del bien es algo loable, pero sin otros apoyos acaba en la búsqueda del confort personal, egoísta. Si una administración pública se centra en Ética Pública Al llamarlas éticas parciales hemos indicado que no es que sean malas, sino que no contienen toda la verdad. La concepción ética que debe iluminar una mejora de la administración pública debe ser una concepción completa. La ética de una administración pública debe ayudar a encontrar el bien de la comunidad donde ejerce sus servicios. Debe basarse en Notas del Participante 2.0-16 La Ética en la Administración Pública Sesión 2.0 ciertas normas universales y, en particular, en la declaración de la ONU sobre los “Derechos Humanos”. Tiene que ayudar a conseguir que sus componentes alcancen, consoliden y aumenten sus virtudes, individual y colectivamente. Es una ética completa que busca el bien, apoyándose en normas, mediante la adquisición y fortalecimiento de las virtudes. 2.7 Ética Privada Pública y Ética La implementación de la gestión ética en las entidades públicas es, por sí misma, un proceso dinámico y complejo que demanda la participación de toda la estructura y miembros de la entidad. Este proceso busca orientar y direccionar las acciones de las entidades complementado todos sus procesos estratégicos, coadyuvando a la toma de decisiones públicas y a la consolidación misional y visional. En un mundo cambiante, todas las organizaciones y, por ende, las entidades públicas deben ser abiertas, flexibles y propositivas frente a las nuevas demandas y necesidades sociales, por tanto, la confianza y la legalidad de lo público, al igual que en lo privado se crea, se gestiona y se gana continuamente durante el curso de las prácticas y decisiones cotidianas de cada uno de los miembros de las entidades. Como proceso complejo, la gestión ética constante, flexible y efectiva permite y facilita la edificación de organizaciones íntegras que consoliden y articulen las convicciones y valores individuales de sus miembros y de la institución Ética Pública en su conjunto, como el desarrollo de las funciones propias de la gestión pública de la entidad. La gestión ética se dirige sobre valores construidos de manera consensuada y argumentativa y son expresados posteriormente en prácticas, decisiones y hábitos de comportamiento, posibilitando la manifestación de conductas colectivas que forjen una cultura de la probidad como andamiaje proclive al fortalecimiento de espacios de prevención de la corrupción. Un proceso complejo como la cuestión ética responde, fundamentalmente, a un esquema integral de planificación; es decir, parte de una línea base que sirve como primer momento de diagnóstico para identificar la situación actual en la que se encuentra la entidad frente a sus prácticas éticas en la implementación de la responsabilidad empresarial. Después, se planifican, se ejecutan las acciones y se ajustan permanentemente para lograr la administración ejemplar o situación deseada para la entidad. Y, por último, se verifican los resultados, objetivos y efectos alcanzados, ubicando un nuevo punto de partida para el mejoramiento y fortalecimiento continuo de la gestión ética de las instituciones. Como consecuencia de ese proceso, se le posibilita a la entidad la formulación de estrategias que permiten interpretar y responder a las necesidades y demandas sociales, en correspondencia con Notas del Participante 2.0-17 La Ética en la Administración Pública los lineamientos de la responsabilidad social y de las fortalezas y debilidades de la entidad. Y pone a disposición de la entidad las herramientas e instrumentos que le permiten medir, controlar y verificar los efectos positivos y negativos que se generan en las relaciones e interacciones de la entidad. El Centro Colombiano de Responsabilidad Empresarial, a través de la cooperación internacional de la Agencia AID, implementó este modelo de gestión ética en 24 instituciones colombianas; cuatro de nivel nacional como la Procuraduría General de la Nación, el Ministerio de Educación o la Defensoría del Pueblo; y veinte territoriales, algunas de gran tamaño en Medellín, Cali y Barranquilla. El propósito de la gestión ética es configurar una cultura de la integridad de la gestión pública que produzca confianza en la ciudadanía frente a las entidades y los servidores públicos. Reconoce que éstos, no sólo cumplen la ley sino que en sus prácticas proclives a la rendición de cuentas y a la participación ciudadana, es evidente un compromiso con los valores éticos, con la defensa y la construcción de lo público; ya que sus servicios contribuyen con claridad a mejorar la calidad de vida de toda la población. La gestión ética, en las entidades públicas y en las empresas privadas, está fundamentada en los mismos principios; es básicamente la misma y sigue un modelo similar. Es indudable que se requieren adaptaciones y modificaciones para conformar el modelo, las condicionales específicas no sólo Ética Pública Sesión 2.0 de cada tipo de entidad sino de cada entidad individual. En lo referente a la corrupción, existe de facto una responsabilidad conjunta entre las entidades del servicio público y la sociedad civil; y es la gestión ética, de las entidades públicas y de las empresas privadas, en donde está el punto de encuentro y, a la vez, el punto de partida para una gestión preventiva de la corrupción. Las acciones de transformación. Para implementar la gestión ética y la posibilidad de construir confianza en la comunidad se debe tomar en cuenta: 1. Primero, un diagnóstico ético de cada entidad para conocer sus prácticas éticas, las posibilidades y oportunidades de mejorarlas; así como, el compromiso de convertirse en referencia que permita construir, a los directivos y delegados institucionales, la gestión ética. Este análisis ayuda y posibilita la interpretación cualitativa de la línea base de cada entidad, que permite conocer la situación de insuficiencia crítica o no que denota una entidad. También identifica la carencia significativa de expresión de una institución cuestionada por sus integrantes en la aplicación de principios éticos y en la gestión transparente y proba que, de alguna manera, cuenta con manifestaciones de búsqueda de caminos hacia la rectitud. Permite la transición cultural que vive la entidad al realizar un proceso de cambio de las viejas prácticas que muestra avances, pero en la siguen vigentes manifestaciones que afectan la ética Notas del Participante 2.0-18 La Ética en la Administración Pública y la probidad. Requiere atención en aspectos que no reincorporan a la cultura organizacional de probidad. 2. Segundo, la elaboración del documento orientador de la gestión ética donde se recogen, por una parte, aspectos que identifican a la entidad como misión institucional, planeación estratégica y plan de desarrollo, y, por otra, los lineamientos y valores éticos de esta institución para el desarrollo de una gestión con una cultura de transparencia. En este escenario colectivo, se construyen los compromisos éticos, políticas o directrices que permitan la aplicación de los valores institucionales y la gestión ética. Los compromisos materializan los valores frente a cada una de las relaciones que defina la organización, mejora las relaciones de la entidad y permite el establecimiento de las relaciones que éticamente debe construir con esos sistemas de interacción. Los compromisos éticos se concretan en estrategias a ejecutar, que dan prioridad a planes de acción que intervienen en la minimización de los riesgos de integridad que presentan algunos procesos internos de la entidad. Los compromisos éticos asumidos por la entidad no sólo se orientan al conocimiento y la razón sino a la efectividad, al sentir un cambio cultural para necesariamente por cambios emocionales para que en su interacción con los otros dominios de la razón y la actuación se den transformaciones efectivas en el modo de vivir. La movilización de un proceso complejo de la gestión ética, la cultura de la organización, consta Ética Pública Sesión 2.0 de estrategias que comprenden en su conjunto, la totalidad de acciones sistemáticas y mecanismos en los que estas se estructuran. 3. Tercero, la estrategia organizacional, el conjunto de acciones sistemáticas para operativizar la gestión ética de la entidad, por medio de la cual, se definen las instancias organizativas, como que se conforme el Comité de Asuntos Éticos y se defina el gestor de ética. Desde esa perspectiva, la ética en la organización es un asunto colectivo, convirtiéndose en un proceso transversal a todas las actuaciones que combina elementos normativos y actitudinales, por ello, requiere de un equipo que piense en gestiones y evalúe asuntos éticos de la entidad. Forma cambio organizativa para el Para la implementación de la gestión ética tuvo resultados la siguiente forma organizativa: Control de Asuntos Éticos: orienta la gestión ética, define las políticas, elabora estrategias para dinamizar la gestión, promueve la conformación de comunidades de prácticas éticas, evalúa los resultados, ajusta la gestión y es la voz oficial de la entidad en la interpretación de los dilemas éticos cruciales para la organización. Gestor de ética: es el agente ejecutor y dinamizador del proceso trabaja en estrecha conexión con el Comité de Asuntos Éticos, las áreas de gestión humana, comunicaciones, control interno y otras. Sus funciones principales son: coordinar el diseño, ejecución y seguimiento a Notas del Participante 2.0-19 La Ética en la Administración Pública los planes de acción a partir de las decisiones del Comité de Asuntos Éticos, identifica y motiva a promotores de prácticas éticas en las distintas dependencias, promueve la realización de acciones formativas y comunicativas en la institución ; coordina los procesos de evaluación, es mediador en situaciones de conflicto y promueve que los procedimientos y prácticas se ajusten a los lineamientos éticos promovidos por el gobierno nacional, en el documento de ética de la entidad. Estrategia formativa: es el conjunto de acciones pedagógicas que permiten reflexionar, comprender y apropiar los conceptos relacionados con una gestión ética irresponsable, dando validez a los procesos de cambio organizacional. El encargado de la capacitación elabora y ubica las acciones que le permiten mantener y aprovechar las fortalezas del proceso y elimina o modifica aquellos aspectos que no funcionan. La estrategia formativa se articula en el proceso de implementación participativa y legítima la gestión ética. Permite la comprensión y dirección del accionar de todos y cada uno de los miembros por medio de la reflexión, identificación de los estándares procedimientos éticos. Interioriza los valores. Para lograr nuevas disposiciones conductuales y distinciones es necesario afectar al sentir de las personas mediante dos aspectos: la vivencia y la reflexión. La vivencia permite poner a las personas en la situación emocional para que sientan y generen empatías o rechazos hacia aquello que debería preservarse o modificarse; y la reflexión, permite confrontar Ética Pública Sesión 2.0 argumentos propios y ajenos para darse a entender y dar razón de lo que se quiere y no y para hacerse cargo de la vida y sus consecuencias. La vivencia completentada con la reflexión, constituyen un poderoso movilizador de cambios. Estrategia comunicativa: es el conjunto de acciones metódicas de comunicación pública, aplicado a la comunicación organizacional, que permita trazar la ruta crítica e ideas reguladoras de la gestión ética. Cuando se habla de crear condiciones desde la comunicación para hacer posible la gestión ética del servidor público es importante, más que pretender condicionar o persuadir a ese funcionario con la intención de modelar o condicionar su conducta moral, se le debe ofrecer elementos para que pueda construir un criterio ético que le ayude a discernir, en la continuidad de sus actuaciones como profesional y como ciudadano, el sentido de sus acciones y la valoración de sus comportamientos oficiales o privados. Formar criterios de valor: es el universo ético particular de cada individuo no necesariamente requiere de un marco complejo de conocimientos teóricos o técnicos, por el contrario, lo que confiere coherencia al comportamiento individual es la capacidad de interrelacionar y combinar los principios de valor, de manera que en cada circunstancia concurran en su totalidad. Esto supone mirar la ética como un instrumento concreto para enfrentar las impredecibles circunstancias del quehacer diario. Formar criterios éticos quiere decir generar contextos que le permitan al individuo sentir que es parte de la Notas del Participante 2.0-20 La Ética en la Administración Pública construcción de un proyecto democrático de nación y que, en cada comportamiento y en cada actuación, no sólo posibilitar su futuro sino garantizar un horizonte para los suyos y todos sus conciudadanos. Seguimiento y de evaluación: es el conjunto de instrumentos y mecanismos para gerenciar el impacto de la gestión ética. Implica el diseño de indicadores, la promoción de una auto evaluación periódica por unidades de trabajo y la implantación de cada una de las instancias organizacionales. El conjunto de actividades que se desarrollan con esta estrategia pretende generar dinámicas de retroalimentación, a través de las cuales la entidad modifica sus acciones para ajustarse las demandas sociales y satisfacer oportunamente sus responsabalidades y compromisos. Pretende igualmente obtener información oportuna y confiable sobre el cumplimiento de las actividades programadas, logros obtenidos y utilización de recursos, para la toma de decisiones que permitan realizar las correcciones y reorientaciones necesarias durante la implementación de la gestión ética. El propósito de la gestión ética es configurar una cultura de la integridad, que produzca confianza en la ciudadanía, frente a las entidades y los servidores públicos. Reconocer que éstos, no sólo cumplen la ley sino que sus prácticas, proclives a la rendición de cuentas y a la participación ciudadana, es evidente un compromiso con los valores éticos, con la defensa y la construcción de lo público, ya que sus servicios Ética Pública Sesión 2.0 contribuyen con claridad a mejorar la calidad de vida de toda la población. La gestión ética, en las entidades públicas y en las empresas privadas, está fundamentada en los mismos principios, en básicamente la misma y sigue un modelo similar. Es indudable que se requieren adaptaciones y modificaciones para conformar el modelo, las condiciones específicas, no sólo de cada tipo de entidad sino de cada entidad individualmente. En lo referente a la corrupción existe de facto una responsabilidad conjunta entre las entidades del servicio público y la sociedad civil. Es la gestión ética, de las entidades públicas y empresas privadas, en donde está el punto de encuentro y a la vez el punto de partida para una gestión preventiva de la corrupción. 2.8 Una Nueva Gestión Pública Ética en la El Presidente de la República del Ecuador dictó un Decreto en el que declaró el combate a la corrupción y a la impunidad como política de Estado. Hoy le corresponde tomar acciones y dictar medidas complementarias para hacerla realidad. Se debe extirpar la corrupción pública y privada, pequeña y grande, cubierta y encubierta, visible o no. Debemos construir una nueva ética a base de la formación y recuperación de valores como la honradez, el amor al trabajo, la responsabilidad, la solidaridad, la corrección, la humildad y la justicia. Notas del Participante 2.0-21 La Ética en la Administración Pública Combatir la corrupción y evitar la impunidad debería ser la gran cruzada nacional, tarea de todos los Organismos de Control, de todos los organismos del Estado, de las Instituciones y organismos de la sociedad civil y de los trece millones de ecuatorianos. Necesitamos una nueva ética en la gestión pública. Debemos generar la cultura de la honestidad, del cumplimiento del deber con eficacia, eficiencia y oportunidad, con capacidad e inteligencia Desde una perspectiva puramente económica, las conductas que se ajustan a la ley y respetan los valores resultan convenientes. El rigor en el cumplimiento del Derecho, al eliminar la incertidumbre, abarata los costos, disminuye los riesgos y alienta la competencia legítima. Al contrario, la corrupción constituye un enorme costo para los países, porque pervierte y devalúa la obra pública, aleja a las inversiones serias y desalienta a los que no saben conducirse en el mundo precario y riesgoso de la coima y la mentida. Hay que ver la ética desde el punto de vista de la conveniencia económica. No hay forma más eficiente de administrar el Estado con personas que manejen lo ajeno con más rigor que lo propio. La corrupción es un problema mundial grave y difícil y por ello requiere acciones enérgicas y debemos comenzar por nuestro país. Si queremos tener países diferentes y encontrar cura a la corrupción, debemos intervenir activamente en la educación en valores con nuestros hijos y transmitirles mediante el ejemplo propio comportamientos positivos para que Ética Pública Sesión 2.0 tengan una personalidad propia y no adquirida con conductas y comportamientos importados. Sólo así tendremos familias felices, con valores y países sin corrupción. Analizando el concepto de la ética, no podríamos entenderla para los fines que persigue este evento como la ciencia de las costumbres. La ética es más bien un concepto filosófico que se ocupa de la moral y de las obligaciones subjetivas; del hombre. Por ser un principio metapolítico está sobre la esfera de las leyes de la naturaleza y de la ley de los hombres, pero cuya violación acarrea sanciones de orden legal o administrativo, dentro de un régimen jurídico concebido con criterios eminentemente éticos. La ética está formada por un acto de conciencia voluntaria del hombre, conciencia que es derivada de la formación moral, social, religiosa, política o académica de cada uno. Dentro de esta concepción individual, la ética trasciende la esfera de lo personal para alcanzar la ética colectiva y se crea así lo que podríamos denominar la ética o la moral pública. Para quienes consideramos que el fin del Estado es la búsqueda del bien común, entendido como el conjunto de condiciones concretas que se imponen a la sociedad para que el individuo logre el pleno desarrollo de su personalidad, consideramos igualmente que así como existe una jerarquía de valores en la conciencia individual, también existe una primacía de valores en los entes colectivos que permite la aplicación preferente de unos sobre otros o la primacía del bien común sobre los bienes individuales. Notas del Participante 2.0-22 La Ética en la Administración Pública Entendida así la ética como estado de conciencia individual pero también como condición de la existencia de la sociedad del Estado, debemos analizar al individuo, en el ejercicio de una función pública, es decir, cuando participa en forma personal efectiva, directa y concreta como titular de un órgano del Poder Público, es decir, cuando adquiere la categoría de funcionado. 2.9 Resumen A lo largo de la sesión hemos visto las razones por las que las administraciones públicas necesitan un comportamiento ético, se analizó las condiciones necesarias Ética Pública Sesión 2.0 para la mejora ética en las administraciones públicas, descritos los errores conceptuales en los que se puede caer, la ética pública y la ética privada e ideas para ir hacia una nueva ética en la gestión pública. Los comportamientos de una administración pública son influidos por el entorno que le rodea. La administración pública no está aislada, se ubica en un determinado espacio económico y cultural, su nivel ético dependerá también del nivel del entorno que la rodea, por tanto, si la sociedad civil en la que se inserta es corrupta, será muy difícil que la administración pública resulte eficaz, por ello es necesario la colaboración entre el sector público y sector privado. Notas del Participante 2.0-23 La Ética en la Administración Pública Sesión 2.0 SESION 2 Presentación de láminas en power point En esta sección del Manual del Participante se presenta las láminas en power point del contenido de la Sesión 2, que ayudará al facilitador y a los miembros del aula a captar de un manera resumida, los contenidos más importantes de la presente sesión; y, servirán de base para el inicio de discusiones, rueda de preguntas, ejercicio y otras actividades. Ética Pública Notas del Participante 2.0-24