Artículo de opinión de Luis Cayo Pérez Bueno Servimedia, o el pleonasmo de la información social Lo social, entendido como aquella dimensión de la vida en comunidad que está más próxima a la ciudadanía, carece o al menos ha carecido del dudoso prestigio que otorga primacías en el mundo el periodismo y de la información. Ante lo político, lo económico o lo deportivo, lo genuinamente social cedía forzosamente el paso, quedando relegado a la vasta zona de sombra de las periferias informativas. Excéntrico por decreto, el periodismo social se ha mantenido peor que mejor gracias a la militancia enardecida de una minoría de profesos, que han sostenido una causa sino perdida, sí extraviada, a los ojos suficientes de la prensa auténtica, que como todo lo que se tiene a sí mismo como verdadero, en realidad aspira a ser único. Pero esta verdad oficial u oficializada se ha visto desmentida por el mejor de los argumentos, el que proporcionan los hechos, ante cuya maciza realidad todo termina cediendo. Incluso en el periodismo español, en el que todo son carencias, la información social -¡oh, prodigio!- ha sido posible en estas últimas décadas. Y basta remitirse a las pruebas, incontestables y tozudas, como la que representa la existencia de la agencia de noticias Servimedia que contra todo pronóstico, 25 años después de ser creada, se ha revelado como el intento más serio, extenso y continuado de periodismo social en España y en español. Me corrijo, Servimedia no es un mero intento, que suena a conato, a algo ensayado de cuya efectividad y continuidad cabe razonablemente dudar, sino una feliz y sugestiva realidad que a los movimientos sociales, como el de la discapacidad organizada, nos ha restituido el dominio o cuando menos la posesión parcial de un mundo, el de la información, de crucial relevancia puesto que articula el relato de la vida en sociedad, que siempre nos había parecido ancho y ajeno. Luis Cayo Pérez Bueno Presidente CERMI