Evaluaci n Sesiones a Adolecentes

Anuncio
Instituto Nacional
de Salud Pública
Evaluación externa de impacto del
Programa Oportunidades 2004
Documento de evaluación
Impacto de Oportunidades en los comportamientos de riesgo de los
adolescentes y en sus consecuencias inmediatas. Resultados de corto plazo en
zonas urbanas y de mediano plazo en zonas rurales
Autores
Juan Pablo Gutiérrez,*
Paul Gertler,**
Mauricio Hernández,*
Stefano Bertozzi,*
* Instituto Nacional de Salud Pública.
** Universidad de California, Berkeley.
Nota: los puntos de vista expresados por
los autores de este documento no reflejan
la postura institucional del Instituto Nacional de
Salud Pública. Agradecemos la colaboración del
grupo evaluador de Oportunidades para la recolección
de información y definición de estrategias de análisis.
Evaluación e xterna de impacto del
Programa Oportunidades 2004
Documento de evaluación
Impacto de Oportunidades en los comportamientos de riesgo de los
adolescentes y en sus consecuencias inmediatas. Resultados de corto plazo
en zonas urbanas y de mediano plazo en zonas rurales
Primera Edición, 2005
D.R. ©
Instituto Nacional de Salud Pública
Av. Universidad 655
Sta. Ma. Ahuacatitlán
62508 Cuernavaca, Morelos, México
Impreso y hecho en México
Printed and made in Mexico
Citación sugerida: Gutiérrez JP, Gertler P, Hernández M, Bertozzi S. Impacto de Oportunidades en los comportamientos de riesgo de los
adolescentes y en sus consecuencias inmediatas. Resultados de corto plazo en zonas urbanas y de mediano plazo en zonas rurales. Evaluación
externa de impacto del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades. Cuernavaca: Instituto Nacional de Salud Pública, 2005.
Evaluación externa de impacto 2004
Impacto de Oportunidades en los comportamientos de riesgo de los adolescentes
y en sus consecuencias inmediatas. Resultados de corto plazo en
zonas urbanas y de mediano plazo en zonas rurales
▼
▲
Programa de
Desarrollo Humano
Oportunidades
•
Documento
de evaluación
Contenido
Presentación
7
Resumen ejecutivo
9
Introducción
9
Estimación de impacto
9
Resultados principales
10
Conclusiones y recomendaciones
11
I. Introducción
13
II. Antecedentes
15
Efecto de la situación socioeconómica
17
III. Evaluación de mediano plazo en el medio rural y de corto plazo en el medio urbano
21
IV. Metodología
23
Grupos de comparación y edades
24
Datos utilizados
25
V. Resultados principales
29
Análisis rural
29
Análisis urbano
38
VI. Conclusiones y recomendaciones
49
Conclusiones
49
Uso de sustancias adictivas
49
Consumo de alimentos de alta densidad energética y sus consecuencias
49
Prácticas de sexo riesgosas y sus consecuencias
49
Recomendaciones
50
Referencias
51
Presentación
E
l Programa de Desarrollo Humano Oportunidades es una iniciativa del
Ejecutivo Federal que tiene como objetivo contribuir a que las familias
en situación de extrema pobreza salgan de esa condición. Para ello, ha dirigido sus acciones a impulsar y fortalecer el desarrollo de las capacidades
individuales y colectivas de la población beneficiada, al igual que favorecer la
vinculación de ésta con nuevos programas de desarrollo que propicien la mejoría de sus condiciones socioeconómicas y de calidad de vida. Mediante transferencias de ingreso y la inversión en salud, nutrición y educación, el programa
busca, como fin último, romper el círculo intergeneracional de la pobreza.
Oportunidades representa una de las iniciativas más importantes, si no es
que la principal, que se haya puesto en marcha en México para el combate a la
pobreza, con un presupuesto, en 2004, de más de 25 000 millones de pesos y
una cobertura de 5 millones de familias, las que a su vez representan alrededor de 25 millones de beneficiarios. Desde su inicio, el programa consideró
la necesidad de contar con un componente de evaluación que permitiera, por
un lado, mejorar la implementación de sus estrategias y acciones y, por otro,
documentar los efectos que produce en la población beneficiaria. Actualmente y de acuerdo con lo que
establecen el Presupuesto de Egresos de la Federación y las Reglas de Operación del propio programa,
Oportunidades debe ser evaluado por instituciones externas; por tal motivo éste ha resuelto encomendar
al Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y al Centro de Investigación y Estudios Superiores en
Antropología Social (CIESAS) la coordinación de la evaluación de impacto* de sus diversos componentes, la cual involucra el desarrollo de estudios basados, tanto en metodologías cuantitativas (y que fueron
coordinadas por el INSP), como en abordajes cualitativos (coordinados en su mayoría por el CIESAS).
Por parte del INSP han tenido un trabajo importante en dicha evaluación Bernardo Hernández,
Lynnette Neufeld, Juan Rivera, Stefano Bertozzi, Gustavo Oláiz, Juan Pablo Gutiérrez, Fernando
Meneses, José Urquieta, Carlos Oropeza y Manuel Castro, con sus respectivos equipos de trabajo; y
por parte del CIESAS, Agustín Escobar y Mercedes González de la Rocha, junto con su equipo de
investigación. A su vez ambas instituciones han trabajado en la evaluación apoyándose en grupos
asesores, constituidos por expertos en diferentes áreas, con reconocimiento nacional e internacional,
como: Susan Parker y Luis Rubalcava ,ambos del Centro de Investigación y Docencia Económicos
(CIDE); Graciela Teruel, de la Universidad Iberoamericana; Fernando Cortés, de El Colegio de México; Enrique Valencia, de la Universidad de Guadalajara; Catalina Denman, de El Colegio de Sonora;
* En el contexto de esta evaluación, el término “impacto” se utiliza como sinónimo de efecto, para guardar
consistencia con la anotación empleada por Oportunidades en sus Reglas de Operación.
Paul Gertler, de la Universidad de California, en Berkeley; Petra Todd y Jere Behrman, de la Universidad de Pennsylvania; Orazio Attanasio, del University College de Londres, y Bryan Roberts, de la
Universidad de Austin. Asimismo, es importante reconocer el apoyo de Oportunidades para la conducción de las actividades de evaluación en sus distintas etapas, en especial el de Concepción Steta,
Mónica Orozco e Iliana Yaschine, así como el de sus equipos de trabajo. La colaboración de los distintos sectores involucrados en la operación de Oportunidades, especialmente de la Secretaría de Salud,
el Instituto Mexicano del Seguro Social y la Secretaría de Educación Pública, ha sido fundamental en
la conducción de la presente evaluación; esta última también se ha visto beneficiada de la interacción
con el grupo de trabajo de Carola Alvarez, del Banco Interamericano de Desarrollo.
El presente documento forma parte de una serie de trabajos que conforman la evaluación de los efectos
de Oportunidades en el mediano plazo para zonas rurales y en el corto plazo para zonas urbanas. En
ellos se describen los diferentes impactos del programa en las áreas de interés principal: salud, educación, alimentación, vulnerabilidad y bienestar, entre otros temas
Los documentos relacionados con el impacto del programa utilizan como insumo información derivada del trabajo cualitativo (muy especialmente de numerosos estudios de caso hechos entre hogares de
comunidades seleccionadas, para representar la diversidad nacional), así como de distintas encuestas
panel, diseñadas específicamente para la evaluación del programa. Tales encuestas se aplicaron tanto
en áreas rurales como en zonas urbanas, y se sustentaron en diseños metodológicos cuasiexperimentales
y experimentales; asimismo, contaron con la participación de mas de 50 000 familias, a las cuales
damos nuestro más sincero agradecimiento por habernos permitido visitar sus hogares y por haber
respondido de manera desinteresada nuestros cuestionarios. Las bases de datos generadas como parte
de esta tarea constituyen, sin duda, una rica fuente de información que hará posible mantener el
ejercicio de evaluación. Considerada como un proceso continuo, como una práctica sistemática, la
evaluación de impacto permitirá entender cada vez con mayor profundidad los factores
multidimensionales que intervienen en la pobreza de numerosas familias mexicanas, así como identificar las acciones que, de manera más efectiva, contribuyen a remontar esa situación.
Los investigadores participantes expresan que los resultados plasmados en este documento son producto de su trabajo profesional y académico, y que no reflejan una postura institucional. Este documento proporciona información relevante sobre la operación o el impacto de Oportunidades hasta el
presente. Los resultados encontrados son alentadores. No obstante, dado que se refieren a evaluaciones de corto y mediano plazo, en el futuro será necesario continuar con las actividades de investigación, para determinar si Oportunidades logra su cometido de romper el ciclo intergeneracional de la
pobreza. Sin duda, la importancia de este programa en el contexto de la lucha que se da en México
para superar la pobreza, permitirá contar con el fundamental apoyo de diversos sectores, de tal manera
que sea posible continuar con esta importante tarea.
Dr. Mauricio Hernández Avila
Director General del INSP
Dr. Agustín Escobar Latapí
Investigador CIESAS
Introducción
El diseño operativo del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades
combina transferencias monetarias a los hogares con incentivos para la inversión en capital humano. Las corresponsabilidades (acciones que deben
llevar a cabo los beneficiarios a fin de permanecer dentro del programa) se
traducen tanto en mayor utilización de servicios de salud —en particular
preventivos— como en permanencia escolar de niños y adolescentes, con el
objeto de romper la transmisión intergeneracional de pobreza.
En este sentido, la meta final de Oportunidades es de largo plazo (generacional),
y sus avances pueden medirse en el corto y mediano plazo a través de las mejorías
registradas en las condiciones de vida de los hogares que participan en el programa y sus integrantes. Es decir, para alcanzar la meta final es necesario que en el
corto y mediano plazo se observe un mejor estado de salud y nutrición, así como
de permanencia y aprovechamiento escolar de los individuos beneficiados.
En el presente documento se analiza el impacto del programa a corto plazo
en localidades urbanas y a mediano plazo en localidades rurales, sobre los
comportamientos de riesgo en adolescentes y algunas de sus consecuencias
sobre la salud. A lo largo del documento se utiliza una definición ampliada
del término “adolescente”, que abarca a personas de 10 a 21 años de edad.
Resumen Ejecutivo
Estimación de impacto
Existen diversas metodologías para evaluar el impacto de un programa, y cada una tiene ventajas y
desventajas. En general, la pregunta que se quiere responder a través de una evaluación de impacto es
qué hubiera ocurrido si no se hubiera implementado el programa. Para contestar esta interrogante se
requiere comparar lo que ocurre con la intervención contra lo que sucede sin ella.
La evaluación del impacto de Oportunidades en los comportamientos de riesgo de adolescentes utiliza información de dos grupos en los entornos analizados (urbano y rural): adolescentes en hogares que
participan en el programa y adolescentes en hogares elegibles pero que aún no participaban en el programa en el momento de la encuesta, los cuales funcionan para este análisis como grupo de comparación.
Con esta información, y mediante el empleo de una metodología conocida como pareamiento por puntaje de
propensión, se estimó el efecto atribuible al programa comparando las diferencias en los comportamientos de
riesgo de adolescentes que participan en Oportunidades y adolescentes similares en el grupo de comparación.
Para realizar este trabajo se utilizó información de cuatro encuestas: las de Características Socioeconómicas
de los Hogares 1997 y de Evaluación de los Hogares 2003 para el análisis de las familias en localidades
rurales, y las de Evaluación de Hogares Urbanos (Encelurb) de 2002 y 2003 para el análisis de las familias
en localidades urbanas. Para evaluar el impacto de Oportunidades en los comportamientos de riesgo, se
analizó información sobre el consumo de sustancias adictivas, consumo de alimentos de alta densidad
energética y sus consecuencias, y comportamientos sexuales de riesgo y sus consecuencias.
En el caso rural, la comparación incluyó tres grupos: el primero, de adolescentes en hogares que participan
en el programa en localidades incorporadas al mismo en 1998; el segundo, de adolescentes en hogares participantes ubicados en localidades incorporadas en 2000, y el tercero, de adolescentes en hogares elegibles en
localidades donde Oportunidades no se había ofertado todavía en 2003. Como no hay información disponible
en las rondas anteriores de evaluación para las variables de comportamientos de riesgo, en este análisis se
comparan los resultados de los adolescentes en los tres tipos de localidades en 2003; es decir, se trata de una
comparación transversal con base en los datos de la Encuesta de Evaluación de los Hogares 2003.
• 10 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
De esta forma, el análisis se efectúa a través de tres comparaciones: en la primera, se estima el impacto
del programa en localidades incorporadas en 1998 (tras cinco años y medio de operación) comparando
los resultados en las variables de interés de adolescentes con los de adolescentes en localidades 2003; en
la segunda, se estima el impacto del programa en localidades incorporadas en 2000 (después de tres años
y medio de operación) comparando los resultados de adolescentes en localidades 2000 con los de adolescentes en localidades 2003, y finalmente, se estima el impacto diferencial entre los grupos 1998 y 2000
para analizar el efecto adicional por dos años de tratamiento, mediante la comparación de los resultados
en 2003 de adolescentes en localidades 1998 con los de localidades 2000.
Para el análisis en el medio urbano, se compararon adolescentes en hogares participantes incorporados a
Oportunidades en 2002 con adolescentes en hogares elegibles ubicados en localidades donde aún no se había
ofertado el programa en el corto plazo (es decir, tras un año de operar en las localidades de intervención).
Resultados principales
Consumo de sustancias adictivas
Hay dos tipos de efectos esperados con relación al consumo de sustancias adictivas: por un lado, al
relajarse la restricción presupuestaria de los hogares, se esperaría un incremento en el consumo de
tabaco y alcohol; en sentido opuesto, el efecto de las pláticas de salud y la posibilidad de permanecer
en la escuela deberían prevenir el consumo de esas sustancias.
Tanto en el medio urbano como en el rural, los datos muestran que la proporción de adolescentes
participantes en el programa que han fumado y toman bebidas alcohólicas es menor que en el grupo de
comparación. En el medio rural, la reducción de los que han fumado alguna vez es significativamente
mayor en el grupo 1998 que en el grupo 2000. Con relación al consumo de alcohol, no hay diferencias
entre los dos grupos de intervención (1998 y 2000). Cuando se promedia el impacto en localidades 1998
y 2000, el análisis permite atribuir al programa una reducción de 14% en adolescentes que han fumado
y de 12% en los que toman bebidas alcohólicas. En el medio urbano, estos porcentajes son considerablemente menores: una disminución de 4% en cuanto a adolescentes que han fumado y 2% respecto a los
que toman (figura 1). Esto podría sugerir que entre más tiempo pasen los individuos en el programa
mayor será el efecto. Sin embargo, también podría tratarse de una diferencia relacionada con el entorno:
mayor exposición a los medios masivos y otros factores que incentivan el consumo de alcohol y tabaco.
Mala alimentación y sus consecuencias
Al igual que en el caso anterior, se esperaría que al incrementarse el ingreso disponible, el acceso a los
alimentos de alta densidad energética fuera mayor, y que esto se reflejara en problemas de sobrepeso;
en el sentido opuesto, deberían funcionar igualmente como mecanismos preventivos tanto las pláticas
de salud como la permanencia en la escuela.
En este rubro sólo se cuenta con información del medio rural, y los datos muestran una reducción en
el consumo de alimentos de alta densidad energética (papitas, pastelitos y refrescos). En el grupo de
adolescentes de localidades incorporadas en 1998, el consumo semanal de refrescos fue menor en media
unidad con relación al grupo de comparación (en promedio se reportó un consumo de alrededor de tres
unidades). Para el grupo de adolescentes en localidades incorporadas en 2000, el gasto en papitas y
pastelillos fue menor en poco más de un peso (que representa una disminución de alrededor de 20%) con
relación al grupo de comparación. No obstante, también se observó un incremento de alrededor de 1.5%
de adolescentes con problemas de sobrepeso, tanto en las localidades 1998 como en las 2000.
Comportamientos sexuales de riesgo y sus consecuencias
En este caso, el mayor ingreso disponible podría reflejarse en mayor acceso a sexo comercial, que implica
mayor riesgo; pero también a condones, que son un mecanismo de prevención. También podría esperarse que
• 11 •
Resumen Ejecutivo
Rural
Urbano
0%
FIGURA 1.
Efecto atribuible a
Oportunidades en el
consumo de tabaco
y alcohol en
adolescentes de 15 a
21 años, por medio
rural o urbano
-2%
-4%
-6%
-8%
-10%
-12%
-14%
Ha fumado
Toma
Nota: el impacto estimado para localidades rurales corresponde al promedio del impacto para localidades
incorporadas a Oportunidades en 1998 y en 2000.
las pláticas y la permanencia en la escuela retrasen el inicio de la vida sexual y promuevan el uso de condón
entre adolescentes que ya tienen relaciones sexuales. Sin embargo, no se encontraron diferencias asociadas con
la participación en el programa, ni en zonas urbanas ni en rurales, para casi todas las variables analizadas. Por
otra parte, los datos descriptivos muestran que el uso de condón no es mayor de 50%, y que al menos en
adolescentes del medio rural hay una alta prevalencia de infecciones de transmisión sexual (figuras 2 y 3).
Conclusiones y recomendaciones
Con relación al conjunto de comportamientos de riesgo, se esperaba estimar el resultado de dos efectos
potenciales opuestos: por un lado, el incremento en la proporción de adolescentes que participan en este
tipo de comportamientos como resultado del incremento en el ingreso disponible en los hogares, y por el
otro una reducción en los mismos relacionada principalmente con el componente educativo del programa.
Si bien debe reconocerse el éxito del programa en lo que se refiere a consumo de tabaco y alcohol, los resultados en cuanto a mala alimentación y comportamientos sexuales de riesgo son
preocupantes. En el primer caso parece haberse reducido el consumo de alimentos de alta densidad
energética, pero esto no se ha reflejado en una reducción del porcentaje de adolescentes que presentan sobrepreso; más aún, dicha proporción se ha incrementado.
En lo que se refiere a mala alimentación, es importante revisar, en coordinación con el sector educativo, los mensajes que se transmiten a los adolescentes y recomendar que se realicen intervenciones
dirigidas específicamente a mejorar su alimentación. En particular, sería conveniente que se investigue
la disponibilidad de alimentos saludables en las escuelas en comparación con los de alta densidad energética. Adicionalmente, es importante considerar que más allá de la reducción en el consumo de alimentos de alta densidad energética, es fundamental promover el incremento de la actividad física.
En lo que se refiere a comportamientos sexuales de riesgo, es importante señalar que el tipo de
intervención directa del programa para prevenirlos se limita a una plática, de modo que su falta de
• 12 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
FIGURA 2.
Proporción de
adolescentes que
usaron condón en la
relación sexual más
reciente, por edad,
sexo y medio rural o
urbano
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
59%
51%
47%
47%
30%
20%
14%
10%
17%
13%
12%
0%
Hombres
Mujeres
Hombres
Urbano
Mujeres
Rural
15 a 18 años
19 a 21 años
Nota: los porcentajes se calcularon con la suma ponderada por grupo de edad, sexo y medio.
FIGURA 3.
Seroprevalencia de
herpes simple tipo 2
entre adolescentes
rurales sexualmente
activos, por edad y
sexo
25%
20%
21%
18%
15%
10%
12%
12%
5%
0%
Hombres
15 a 18 años
Mujeres
19 a 21 años
Nota: los porcentajes se calcularon con la suma ponderada por grupo de edad, sexo y medio.
impacto era previsible. Sin embargo, la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS) entre
adolescentes es parte de los objetivos del programa, y sería recomendable que en colaboración con las
autoridades educativas se contemplaran intervenciones con contenidos de sexualidad dirigidos a los
adolescentes, mismos que deben plantearse con la participación de la comunidad. En particular, como la
sexualidad de los adolescentes es un tema sensible, es importante acordar con los padres de familia las
intervenciones que pueden realizarse (p. ej., colocar dispensadores de condones en las escuelas), así como
informarles acerca de los contenidos que se incluirán en el currículo escolar para incrementar los conocimientos sobre infecciones de transmisión sexual (ITS), sus consecuencias y formas de prevención.
Asimismo, es esencial que dichas intervenciones consideren las diferencias de género observadas y procuren
generar condiciones que permitan a las mujeres negociar el uso del condón en las relaciones sexuales. Por ello
es recomendable que se revisen tanto las estrategias educativas como la oferta de servicios de salud sexual para
los adolescentes, que son prácticamente inexistentes. En este sentido, pueden buscarse estrategias alternativas
para hacer más asequibles los condones, incluso con máquinas expendedoras en escuelas y clínicas.
• 13 •
Resumen Ejecutivo
E
l Programa de Desarrollo Humano Oportunidades —principal estrate
gia de combate a la pobreza del gobierno mexicano— se ha consolidado como modelo en la región latinoamericana (e incluso en otras regiones),
tanto por los resultados obtenidos en diversas evaluaciones como por su
importante crecimiento. Puede considerarse incluso que estos dos factores
están relacionados, ya que la evaluación ha sido importante para impulsar
el crecimiento del programa.
En siete años de existencia, el presupuesto de Oportunidades se ha
incrementado más de 12 veces: en 1997 se destinaron 1 800 millones de
pesos a su operación, mientras que en 2004 el presupuesto asignado al programa fue de 25 mil millones de pesos para lograr una cobertura de cinco
millones de familias (25 millones de mexicanos).a Esto implica que actualmente el programa cubre a casi la cuarta parte de la población mexicana con
un presupuesto que representa el 0.4% del PIB de 2003.
Desde un primer momento, Oportunidades incluyó en su estructura un
importante componente de evaluación (contemplado en sus reglas de operación) que establece la obligación de efectuar cada año una evaluación externa para medir y analizar los efectos del programa sobre la población
beneficiaria.1 De acuerdo con los Términos de Referencia para la Evaluación Externa publicados en 2001, la evaluación de impacto debe tener un
diseño robusto que cuente con un grupo de comparación y con información
de los hogares comprendidos en la evaluación en diferentes momentos a
través del tiempo (lo que incluye datos anteriores a la incorporación de los
hogares que en la muestra funcionan como grupo de tratamiento).2 Este diseño ha permitido evaluar
de manera rigurosa el impacto de Oportunidades.
El diseño de operación del programa combina transferencias monetarias a los hogares con incentivos
para la inversión en capital humano. Las corresponsabilidades del programa se traducen tanto en mayor
utilización de servicios de salud —en particular preventivos— como en la permanencia de niños y
adolescentes en la escuela, con el objeto de romper la transmisión intergeneracional de la pobreza.
En este sentido, la meta final de Oportunidades es de largo plazo (generacional), y sus avances
pueden medirse en el corto y mediano plazo a través de las mejorías registradas en las condiciones de
vida de los hogares que participan en el programa y de sus integrantes. Es decir, para alcanzar la meta
final es necesario que en el corto y mediano plazo se observe un mejor estado de salud, nutrición, y
permanencia y aprovechamiento escolar de los individuos beneficiados.
En el presente documento se analiza el impacto del programa a corto plazo en localidades urbanas
y a mediano plazo en localidades rurales, sobre los comportamientos de riesgo en adolescentes y
algunas de sus consecuencias en salud.
En la siguiente sección se hace una revisión de los comportamientos de riesgo en la adolescencia y sus
implicaciones en términos de salud y bienestar. Posteriormente se revisan las hipótesis de trabajo, para
luego describir la metodología utilizada. En la sección V se analizan los principales resultados, y por último
se presentan algunas conclusiones y recomendaciones para el mejor funcionamiento del programa.
a
I.
Introducción
Progresa inició sus operaciones en 1997 beneficiando a 300 mil familias de 10 769 comunidades rurales. En
1998 la cobertura se incrementó a casi dos millones de familias. En 2001 se cubrían 67 737 localidades de 2
317 municipios y más de 3.2 millones de familias, mientras que en 2003 el programa operaba ya en más de 70
mil localidades con una cobertura de 4.24 millones de familias.
L
os adolescentes, definidos en forma amplia como el grupo de población
de 10 a 21 años de edad, constituyen aproximadamente 25% de la población de México. Los problemas de salud de este grupo —como los de
otros grupos de edad—, presentan características particulares que requieren un enfoque específico.
Los principales daños a la salud en la adolescencia son consecuencia de la
participación en comportamientos que involucran un riesgo para la salud, como
adicciones, sexo no protegido, participación y/o exposición a entornos violentos
y consumo de alimentos de alta concentración de energía. De esta forma, el eje
central para el mantenimiento de la salud en adolescentes pasa por el estudio de
los factores que predisponen o previenen su participación en este tipo de comportamientos, en particular aquellos en los que es posible intervenir.
El reconocimiento del papel que juegan los comportamientos de riesgo
de los adolescentes en la determinación de su estado de salud actual y futura, ha propiciado que en años recientes la agenda de salud de este grupo de
edad haya recibido más atención de los tomadores de decisiones, tanto a
nivel nacional como internacional, y de organismos no gubernamentales.
Por su peso poblacional y su papel como relevo generacional, la salud de
los adolescentes es clave para el desarrollo de las naciones. Si bien se trata de
una población en general sana —ya que ha superado el periodo crítico de
los daños por infecciones tradicionales que ocurren en la infancia y aún no
presenta los daños por enfermedades crónicas que comienzan a ocurrir en la
etapa adulta—, la adopción de comportamientos de riesgo para la salud es
fundamental en esta etapa de la vida. Una vez que se han iniciado durante la adolescencia, muchos de
esos riesgos (por ejemplo, el consumo de tabaco) permanecen en la vida adulta, con sus conocidas
secuelas para la salud.3
Por ejemplo, en lo que se refiere a sexo inseguro, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima
que anualmente uno de cada 20 adolescentes en el mundo contrae una enfermedad de transmisión
sexual curable (sin considerar las virales).4 El Programa de las Naciones Unidas para el SIDA (ONUSIDA)
estima que más de la mitad de los nuevos contagios de VIH ocurren entre los 15 y 24 años de edad, y
existe una tendencia a la disminución de la edad promedio de contagio.5
Uno de los problemas de salud emergentes entre adolescentes es el sobrepeso, producto de la mala
alimentación con elevado consumo de alimentos de alta concentración de energía. La obesidad en la
adolescencia se ha asociado con obesidad en la etapa adulta, que resulta en aumento de la mortalidad.6,7
Otro tipo de comportamiento de riesgo, que se desarrolla de manera importante durante la adolescencia, es el consumo de sustancias adictivas, en particular tabaco, alcohol y otras drogas. A diferencia
de las tendencias en países desarrollados, en México el tabaquismo entre adolescentes sigue en aumento y se encuentra positivamente correlacionado con el nivel socioeconómico.8
Datos de la Encuesta Nacional de Adicciones 2002 (ENA 2002) señalan que 10% de los adolescentes urbanos (definidos para esta encuesta como individuos de 12 a 17 años) fuman, con una proporción tres hombres por cada mujer, mientras que en el medio rural fuma 6% del mismo grupo de edad
(en este caso la razón hombre-mujer es de 11:1). Por otra parte, si se considera a la población total de
fumadores, los resultados de la encuesta muestran que más de 50% reportó haber comenzado a fumar
antes de los 18 años.9 La literatura sugiere que retrasar la edad de inicio de consumo de tabaco más
allá de la adolescencia reduce significativamente la posibilidad de adicción.10,11
En lo que se refiere al consumo de alcohol, datos de la ENA 2002 indican que en el grupo de 12 a
17 años, 14% de los adolescentes rurales y 30% de los urbanos reportaron consumir alcohol, si bien
II.
Antecedentes
• 16 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
sólo 2% del total informó condiciones que indicarían dependencia. Adicionalmente, la tendencia
entre 1998 y 2002 fue hacia un mayor consumo, tanto en la proporción de bebedores como en la
cantidad consumida.9
El consumo de alcohol en la adolescencia se ha asociado con diversos efectos negativos en el estado
de salud general,12 en la asistencia y aprovechamiento escolar y en la productividad y participación en
la fuerza laboral.13 ,14 El hábito de consumir alcohol desarrollado en la adolescencia tiene una fuerte
influencia en los patrones de consumo en la etapa adulta, y en las consecuencias de su abuso sobre la
salud.15 El consumo de alcohol es, por otra parte, causa importante de accidentes, violencia y sexo no
protegido.16 ,17 ,18
La ENA 2002 reportó que la droga ilegal de mayor consumo entre los adolescentes mexicanos es la
marihuana, seguida de los inhalantes (1.22% y 0.25%, respectivamente). De acuerdo con la misma
fuente, se estima que dos de cada 100 adolescentes hombres han usado drogas, proporción que es
mayor en zonas urbanas en comparación con las rurales. Por otra parte, aunque la edad media de inicio
de uso de marihuana e inhalantes es de 18 años para la población general, es importante notar que, en
el caso de los adolescentes que las consumen, es de 14 años.9
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de la Juventud 2000, 80% de los adolescentes dicen saber cómo prevenir una infección de transmisión sexual; sin embargo, cuando intentan
verbalizar el método apropiado para la prevención, sólo la mitad menciona el condón. Aun considerando que en estos datos no se reportan diferencias por actividad sexual, se trata de un grupo en que
alrededor de dos terceras partes de los individuos ya habían iniciado su vida sexual a los 19 años,
además de que sólo la mitad informó usar condón como método anticonceptivo.19
De acuerdo con los resultados de una encuesta de vigilancia de comportamientos sexuales de riesgo
para contraer ITS realizada entre adolescentes de tres estados de la República, 23% del grupo de 15 a
19 años informó haber iniciado ya su vida sexual. En este grupo, el uso de condón con la última pareja
no regular (en general se ha observado que el uso de condón con parejas regulares es menor que con
parejas no regulares) fue de 50%, en tanto que el uso informado de condón en la primera relación fue
de 40%.20 Por otra parte, datos de la encuesta realizada en 2001 en 204 localidades semiurbanas de
28 estados del país que serían incorporadas a Oportunidades, revelaron que sólo 20% de los adolescentes sexualmente activos de 15 a 21 años de edad incluidos en la muestra informaron haber usado
condón en su última relación sexual.21
Un análisis de los datos de la Encuesta Nacional de Salud 2000 reveló que 42% de los hombres y 26%
de las mujeres adolescentes de 15 a 19 años de edad reportaron que eran sexualmente activos. De ellos,
únicamente 47% de los hombres y 15% de las mujeres utilizaron condón en su primera relación sexual.22
Otro estudio realizado entre estudiantes de primer año de preparatoria en Morelos encontró que sólo la
mitad del 16% que reportó haber tenido actividad sexual utilizó condón en la relación sexual más reciente,
en tanto que la proporción de los que usaron condón en la primera relación fue de alrededor de 40%.23
Como se ha descrito, el sexo no protegido tiene una alta prevalencia entre los adolescentes mexicanos, con dos consecuencias principales: por un lado, las infecciones de transmisión sexual; por el otro,
embarazos entre adolescentes.
En México, las cifras con relación a infecciones de transmisión sexual en la adolescencia son escasas
y por lo general limitadas a una región o entidad federativa; por ello se sabe poco sobre la prevalencia
de este tipo de infecciones en este grupo de edad. De los estudios publicados, uno realizado en Morelos
encontró seroprevalencia específica de 5.7% para el virus del herpes tipo 2 (VHS-2), de transmisión
sexual, en adolescentes escolarizados de 11 a 24 años, con una razón mujer-hombre de 2:1 y un valor
más alto entre alumnos de secundaria.24
Por su parte, los embarazos adolescentes se asocian con mayor mortalidad materna, además de que
representan una causa importante de abortos inseguros en México.
• 17 •
Antecedentes
Finalmente, se ha sugerido que los comportamientos de riego se presentan en conjunto; es decir,
que la probabilidad de que ocurra un comportamiento de riesgo es mayor si ya se ha presentado
otro.25 En este sentido, sería necesario prevenir el conjunto de los comportamientos de riesgo, aun
cuando se trate de prácticas aparentemente inconexas.26
Efecto de la situación socioeconómica
La teoría económica ha incorporado una serie de planteamientos provenientes de otras áreas del conocimiento al estudio de situaciones en que las decisiones parecen irracionales; es decir, cuando se hacen
elecciones que aparentemente no convienen al individuo en términos de bienestar o salud. De esta
forma, es posible estudiar circunstancias en las que se incluyen diferencias en cuanto a preferencias
temporales, tanto en el sentido de lo que se ha denominado miopía temporal (incapacidad para estimar los costos y beneficios futuros), como para proyectar las preferencias a futuro.
Otro aspecto importante en el estudio de comportamientos de riesgo es la noción de que existe un
umbral para la participación en prácticas de riesgo, y una vez superado éste podría reducirse el costo
de repetirlas. En otras palabras, cierto tipo de riesgos —como exponerse a contraer una infección de
transmisión sexual— pueden ser menos costosos una vez que el individuo se ha expuesto por primera
vez, por lo que aumenta la probabilidad de una nueva exposición.27 Es decir, como el sujeto ya se
expuso una vez y es probable que se haya infectado, las consecuencias de otra exposición pueden
percibirse como menores.
La existencia de costos y beneficios no directamente monetarios (aunque potencialmente
cuantificables) en relación con los comportamientos de riesgo, permite que intervenga una serie de
factores que afectan la capacidad del individuo para tomar decisiones que, desde el exterior, parecen
óptimas para maximizar su bienestar a lo largo de la vida.
Si los beneficios y costos de una acción no son evidentes, la falta de información juega un papel
fundamental en las decisiones. Una decisión racional (es decir, que representa la mejor elección percibida)
puede implicar un riesgo muy alto si está basada en información inadecuada. A esto deben añadirse
las preferencias temporales, que en el caso de los adolescentes tienden a favorecer el corto plazo en
comparación con el futuro. Por ello el costo percibido de una enfermedad que se desarrolla en el largo
plazo es menos importante para un adolescente que para un adulto. Este problema (miopía temporal)
se ha estudiado ampliamente en adolescentes.
Por otra parte, los beneficios percibidos pueden ser magnificados por la influencia de los pares o los
medios masivos. El peso de las opiniones de los pares es considerablemente mayor entre adolescentes
que en otros grupos. De hecho, ciertas reacciones de las potenciales parejas o de los pares pueden
considerarse como beneficios de asumir actitudes riesgosas tales como no usar condón.28
La falta de un marco adecuado para estimar la magnitud de los costos y beneficios tiene implicaciones
importantes para la adopción de prácticas de riesgo. Es claro que existen otros factores que se relacionan con las prácticas de riesgo en la adolescencia, como la necesidad de diferenciarse o retar lo establecido; sin embargo, esta situación puede acarrear graves consecuencias si, además de la proclividad al
riesgo, la información sobre los costos y beneficios en juego es imprecisa.
Si bien existe una importante cantidad de estudios sobre la adopción de prácticas de riesgo en la
adolescencia, se ha hecho poco para entender el peso específico de las características socioeconómicas
que intervienen en su adopción. Como no existe evidencia clara de qué efecto neto debe esperarse de
una mejoría en el nivel socioeconómico de los hogares sobre este tipo de comportamientos, es importante analizar dichos efectos.
En general, se presupone que el incremento del ingreso disponible en los hogares podría reflejarse
sobre los comportamientos en dos formas opuestas: por un lado, al mejorar las condiciones de vida de
• 18 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
los hogares, potencialmente se incrementaría el acceso a los conocimientos y recursos que ayudan a
prevenir estos comportamientos (en el caso de Oportunidades, esto se refuerza además con los incentivos para mantenerse en la escuela); en un sentido opuesto, al relajarse la restricción presupuestaria
en el hogar, podría incrementarse el acceso a bienes relacionados con comportamientos de riesgo (sexo
comercial, drogas, alcohol, etcétera).
Para desarrollar políticas apropiadas y conocer el efecto potencial de Oportunidades sobre los comportamientos de riesgo y los posibles mecanismos atenuantes, es necesario comprender cómo incide
un programa de combate a la pobreza sobre dichos comportamientos.
Oportunidades y los adolescentes
Si bien Oportunidades busca mejorar el bienestar de todos los integrantes de los hogares participantes, algunas de sus acciones específicas se han enfocado a grupos particulares. En este apartado se
revisan los objetivos y acciones específicas del programa con relación a los adolescentes. Entre los
objetivos se encuentran:
Integrar las acciones de educación, salud y alimentación para que el aprovechamiento escolar no se
vea afectado por enfermedades o desnutrición, ni por la necesidad de realizar labores que dificulten
la asistencia a la escuela de niños y jóvenes.
Contribuir a que los niños y jóvenes completen la educación básica y media superior mediante
becas escolares crecientes y tengan la posibilidad de continuar hacia estudios superiores.
Las principales acciones concretas del programa para este grupo de edad son:
Componente educativo. Consta de becas educativas para educación básica y media superior destinadas a
alumnos menores de 18 años inscritos en los grados escolares tercero de primaria a tercero de secundaria. Esta acción se incluyó desde el inicio del programa y en 2001 las becas se extendieron a la
educación media superior (incluyendo en este nivel educativo a individuos de 14 a 21 años).
Adicionalmente se brinda apoyo para útiles escolares, y en 2002 se agregó la acción ”Plataforma
Jóvenes con Oportunidades”, un apoyo diferido que genera una bolsa de dinero para los adolescentes;
éstos pueden recibirla si concluyen la educación media superior antes de cumplir 22 años de edad.
Componente salud. Consta de un paquete básico de servicios de salud y fomento del autocuidado a la salud.
Las sesiones educativas a través de las cuales se busca promover este último aspecto estaban dirigidas
originalmente a las beneficiarias titulares, pero a partir de 2001 se incluyó a los becarios de educación
media superior. El componente de salud considera dos revisiones al año para individuos de 10 a 19 años,
que deben incluir educación para la salud y salud mental; orientación sexual y planificación familiar;
prevención de infecciones de transmisión sexual y VIH/SIDA, y detección temprana de enfermedades.
Las acciones de Oportunidades dirigidas a adolescentes se pueden enmarcar, de acuerdo con lo
señalado, en dos grandes rubros:
El efecto combinado de incrementar el incentivo personal y familiar para continuar los estudios
hasta concluir al menos la educación media superior. En este caso, es importante señalar que el
componente de educación media superior se añadió en 2001.
El efecto de la orientación directa sobre sexualidad y prevención de enfermedades en las consultas
preventivas y las pláticas de salud. Al igual que en el caso anterior, las pláticas dirigidas a los
becarios de educación media superior se incluyeron a partir de 2001.
• 19 •
Antecedentes
De esta forma, las acciones de Oportunidades dirigidas a adolescentes se han reforzado a partir de
2001, si bien ya estaban consideradas de algún modo desde el inicio del programa (las becas originales
cubrían hasta los 18 años y ya se habían implementado las consultas de salud para el grupo de 10 a 19
años). En este sentido, los resultados que se presentan en el presente documento reflejan el impacto en
el periodo completo de análisis de las acciones incluidas en el diseño original para el medio rural, más
el efecto a partir de 2001 de los componentes adicionales.
E
l presente documento ofrece un análisis del impacto de Oportunidades
sobre los comportamientos de riesgo en adolescentes, con base en la
comparación entre adolescentes de hogares incorporados al programa y adolescentes de hogares elegibles en localidades de comparación (es decir, donde aún no operaba el programa).
En el análisis presentado en la sección previa se mencionan varios mecanismos a través de los cuales Oportunidades podría incidir sobre los comportamientos de riesgo. En particular se pueden destacar los siguientes:
El incremento de los recursos disponibles en el hogar por las transferencias del programa debe incrementar el consumo de bienes en general, lo
que podría traducirse en aumento en el consumo de bienes relacionados
con comportamientos de riesgo, tales como cigarros, alcohol y sexo inseguro.
En sentido inverso, la educación para la salud recibida como parte de las
intervenciones del programa debe incrementar el conocimiento sobre las
consecuencias de los comportamientos de riesgo, lo que podría traducirse
en disminución de los mismos.
Al incentivar la permanencia escolar, las becas escolares deben contribuir a que disminuya la probabilidad de participar en comportamientos
de riesgo, tanto por la menor cantidad de tiempo de ocio como por el
efecto de la educación.
III.
Evaluación de mediano
plazo en el medio rural
y de corto plazo en el
medio urbano
En este contexto, las hipótesis planteadas en los Términos de Referencia de la Evaluación Externa
publicados en 2001, incluyen la reducción de infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados entre adolescentes como resultado de la participación en el programa. De ahí que el análisis
presentado en este documento busque probar las siguientes hipótesis:
1. Al relajarse la restricción presupuestaria, los adolescentes en los hogares beneficiarios tienen mayor
acceso a bienes no saludables (tabaco, alcohol, alimentos de alta densidad energética), lo que puede
reflejarse en consumo incrementado.
2. El mayor acceso a las pláticas de educación para la salud mejora la información disponible para
adolescentes sobre bienes no saludables y sus consecuencias para la salud, lo cual podría disminuir
su consumo.
3. El acceso al condón aumenta con el ingreso del hogar al programa, lo que podría reflejarse en
mayor utilización de este método preventivo en los hogares beneficiarios, y por lo tanto en menor
prevalencia de ITS y embarazos no deseados.
H
ay una serie de herramientas metodológicas disponibles para estimar
el efecto atribuible a un programa o intervención, las cuales varían en
cuanto a supuestos teóricos y por tanto en cuanto a eficacia y aplicabilidad
en diferentes circunstancias.
En general, para estimar el impacto de una intervención se busca un punto
de referencia, denominado contrafactual, sobre lo que hubiera ocurrido en
ausencia de la intervención. El contrafactual ideal es una situación en que la
intervención y su ausencia se pueden observar en los mismos individuos o
población al mismo tiempo, lo que evidentemente es imposible.
De las metodologías alternativas para la estimación de impacto, se considera como referencia el diseño experimental aleatorio controlado. Para los
estudios realizados con esta metodología se selecciona una muestra de las
unidades de análisis (ya sean hogares, individuos u otras) que formen parte de
la población objetivo de la intervención, y se asignan aleatoriamente las unidades primarias de muestreo (individuos, hogares o localidades) en al menos
dos grupos diferentes, uno de los cuales recibe la intervención y otro no.
En este tipo de diseño, el supuesto más importante es que a través de la
asignación aleatoria ambos grupos puedan considerarse idénticos incluso en las
características no observables, por lo que se espera que la única diferencia entre
ambos sea la presencia o no de la intervención o programa. Por razones que
están fuera de los alcances de este documento, en la fase actual de la evaluación
de Oportunidades (se le denomina actual para distinguirla de la primera evaluación efectuada en el periodo 1998-2000), no fue posible contar con este diseño.
Debido a que la dificultad para implementar diseños experimentales es una situación extendida, se
han desarrollado metodologías alternativas para obtener el contrafactual a la intervención. Una de las
más desarrolladas, tanto en términos teóricos como aplicativos, es la que se conoce como pareamiento
por puntaje de propensión. En este método, a diferencia del pareamiento clásico en que se buscan
unidades de análisis parecidas en una serie de características analizadas individualmente, se estima un
puntaje para cada unidad de análisis con base en sus características anteriores a la intervención, el cual
se utiliza para hacer el pareamiento.
Se ha sugerido que la utilización en forma agregada de las variables en las que se quiere hacer el
pareamiento produce un mejor resultado que si se utilizan de manera independiente. De esta forma,
el pareamiento por puntaje de propensión agrega en un índice o puntaje un conjunto de características que se quieren usar para el pareamiento. El puntaje de propensión se define como la probabilidad
condicional de recibir la intervención, con base a características preintervención.29
La utilización de las características de hogares e individuos en el momento anterior a la intervención
permite comparar individuos que antes de la intervención eran similares. De esta forma se espera que las
diferencias observadas en el seguimiento se deban a la intervención, eliminando el sesgo que podría ocurrir
si los individuos en los grupos de intervención y tratamiento no son comparables en el promedio.30,31
La estimación del impacto de Oportunidades en los comportamientos de riesgo de adolescentes y
algunas de sus consecuencias, tanto para el medio rural como para el urbano, se realizó en dos etapas
que se describen a continuación.
En una primera etapa se estimó el puntaje de propensión para cada individuo, utilizando para ello
dos tipos de variables: características de la familia a la que pertenecían y características individuales.
Las variables individuales fueron edad, sexo y escolaridad tanto en el análisis rural como en el urbano.
En cuanto a las características del hogar, para el caso urbano se utilizó un grupo de características
recomendado en el documento de evaluación de Oportunidades referido a la comparabilidad de zonas
IV.
Metodología
• 24 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
de intervención y de comparación,b,32 mientras que para los hogares en localidades rurales, se llevó a
cabo un proceso similar utilizando para ellos características de los hogares en 1997.c
Para estimar el puntaje de propensión se consideró como hogares en tratamiento a los hogares
elegibles para el programa en localidades de intervención que fueron incorporados al mismo, en tanto
que el grupo de comparación se definió como los hogares elegibles en localidades de comparación. El
criterio de incorporación se definió de acuerdo con los registros administrativos del programa.
Por lo que se refiere al medio rural, el grupo de comparación fue seleccionado ex post (es decir, una vez
que la intervención ya se había implementado), puesto que el grupo de comparación del diseño original
(1997) fue incorporado al programa en 2000. La mejor aproximación a las características del nuevo
grupo de comparación en el tiempo previo a la intervención fue un cuestionario aplicado durante la
encuesta de 2003 en que a los hogares de este tipo se les hizo una serie de preguntas sobre las características del hogar en 1997. Con esta información y la recolectada en ese año para los hogares que formaron
parte del diseño original, se construyó el puntaje de propensión utilizado para el pareamiento.
En el caso del análisis urbano, para ambos grupos (intervención y comparación) se utilizó información de la encuesta basal realizada en 2002, con la que se construyó el puntaje de propensión.
El valor resultante de esta primera fase puede interpretarse como la probabilidad condicional de
recibir los beneficios del programa en función de las variables mencionadas.
En una segunda etapa se estimó el impacto pareando a los individuos mediante la utilización de los
puntajes de propensión y estimando después las diferencias promedio entre individuos en hogares beneficiarios y hogares de comparación. La técnica utlizada para el pareamiento fue la distribución kernel,
que consiste en tomar el promedio del puntaje de propensión de las observaciones en el grupo de comparación más cercanas a cada observación en tratamiento, a fin de construir la comparación para esa
observación. Para la implementación del método, se utilizó la rutina desarrollada para Stata 8.1.33
Grupos de comparación y edades
Para el análisis presentado en este documento se utilizó una definición ampliada de adolescentes. En
general, la literatura se refiere a los adolescentes como el grupo de 10 a 19 años. Sin embargo, en este
documento se incluyó a individuos de 20 y 21 años, ya que diversas consecuencias de los comportamientos de riesgo son más evidentes en ellos y su inclusión permite tener un panorama más completo
de los riesgos en este grupo de edad.
b Para los hogares en localidades urbanas, las variables son: tipo de piso de la vivienda (tierra, cemento,
recubrimiento); tipo de techo de la vivienda (material reciclado, material vegetal, asbesto/tablarroca, concreto/
piedra/cemento/ladrillo/block y otros materiales); número de cuartos totales de la vivienda (ninguno, uno, dos,
tres o más); préstamo recibido en el hogar en los últimos 12 meses; ahorros en el hogar en los últimos 12
meses; gasto en educación en el año previo (sí/no); siniestro en el hogar durante los últimos 12 meses (sí/no);
percepción de mejoría laboral por ir a la escuela (sí/no); violencia en el hogar (sí/no); participación en actividad
comunitaria (sí/no); uso de electricidad como combustible para alumbrar(sí/no), y miembro del hogar que habla
lengua indígena (sí/no).
c En el caso de los hogares en localidades rurales, las variables del hogar fueron: jefe del hogar que habla lengua
indígena (sí/no); tamaño del hogar; características de la vivienda (tipo de material del piso, de las paredes y del
techo); energía eléctrica en el hogar; índice de dependencia demográfica; índice de hacinamiento, y propiedad
de bienes en el hogar (divido en pequeños, grandes y vehículo). Adicionalmente, algunas características de las
localidades para 2003 fueron existencia de teléfono en la localidad, de tienda Diconsa y de algún tipo de
mecanismo de crédito, así como tipo de riego de la tierra.
• 25 •
Metodología
Para estimar el impacto del programa se definieron grupos de comparación, a fin de —como se
detalló antes— comparar adolescentes en hogares que participan en el programa con adolescentes en
hogares no participantes pero elegibles.
En lo que respecta al entorno rural se partió de tres grupos de adolescentes para realizar las comparaciones. La primera comparación se hizo entre adolescentes que habitan en localidades incorporadas al
programa en 1998 y los de localidades de comparación 2003, lo que permitió estimar el efecto de 5.5
años de operación del Programa. La segunda se realizó entre adolescentes de localidades incorporadas en
2000 (grupo de intervención) y de localidades 2003, con lo que se estimó el efecto de 3.5 años de
operación del programa. Finalmente, la tercera comparación, que se efectuó entre los dos grupos de
intervención, mostró el efecto diferencial por dos años adicionales de incorporación a Oportunidades.
Todas las comparaciones en el medio rural se efectuaron con los datos de las variables de interés en
2003. Es decir, se realizó un análisis transversal, ya que en las rondas previas de encuestas rurales no
se recolectó información para las variables de comportamientos de riesgo. En cuanto al entorno urbano, la comparación se llevó a cabo entre adolescentes de hogares en localidades incorporadas en 2002
y los de hogares elegibles en localidades donde en 2003 aún no se había ofertado el programa.
El análisis se efectuó con comparaciones por diferencias en diferencias (longitudinales) en los casos
en que la variable de interés se incluyó en la encuesta de 2002; en los demás casos, se llevó a cabo una
comparación transversal con los datos de 2003. En el cuadro 1 se presentan las variables para las que
el análisis es transversal, así como las de análisis longitudinal.
Datos utilizados
Para el análisis presentado en este documento se utilizaron las bases de datos de las encuestas de evaluación de Oportunidades. En lo que respecta al análisis de mediano plazo en el medio rural, se utilizaron
datos a nivel de hogar de la Encuesta de Características Socioeconómicas de los Hogares 1997 (Encaseh
1997) y de la Encuesta de Evaluación de los Hogares 2003 (Encel 2003) para estimar el puntaje de
propensión necesario para el pareamiento. Para las variables de resultado se utilizaron datos individuales
recolectados como parte de la Encuesta Biológica efectuada en el marco de la Encel 2003.
En lo concerniente al análisis de corto plazo en el medio urbano, se utilizaron datos de los hogares
recolectados en las Encuestas de Evaluación de los Hogares Urbanos (Encelurb) 2002 y 2003 para
estimar los puntajes de propensión. Las variables de resultado se obtuvieron de los cuestionarios de
adolescentes y de salud reproductiva que formaron parte de las Encelurb 2002 y 2003.
Variables de resultado
En el cuadro 1 se detallan las variables de resultado utilizadas para el análisis, divididas por medio
urbano o rural.
• 26 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
CUADRO 1.
Variables de
utilización de
servicios de salud y
de estado de salud
para las que se
estimó el efecto
atribuible a
Oportunidades, por
ámbito de residencia
rural o urbano
ANÁLISIS DE IMPACTO A MEDIANO
PLAZO EN EL MEDIO RURAL
ANÁLISIS DE IMPACTO A CORTO PLAZO
EN EL MEDIO URBANO
CONSUMO DE ALIMENTOS DE ALTA DENSIDAD ENERGÉTICA Y SUS CONSECUENCIAS
Porcentaje de adolescentes que consumieron algún
alimento de alta densidad energética (papas,
churritos, pastelitos, etcétera)
Número de refrescos consumidos en la semana anterior
Gasto en refrescos en la semana anterior
Porcentaje de adolescentes con índice de masa corporal
por arriba del saludable para la edad y el sexo
CONSUMO DE SUSTANCIAS ADICTIVAS
Porcentaje de adolescentes que han fumado alguna vez
Porcentaje de adolescentes que fuman actualmente
Edad al primer cigarro
Edad en que comenzó a fumar regularmente
Número de cigarros fumados en los 30 días anteriores
a la encuesta
Número de días en que fumaron los fumadores durante
los 30 días anteriores a la encuesta
Porcentaje de adolescentes que reportan consumir
bebidas alcohólicas
Número de tragos en la semana anterior a la encuesta
Porcentaje de adolescentes que han fumado alguna vez
Porcentaje de adolescentes que fuman actualmente
Edad al primer cigarro
Porcentaje de adolescentes que reportan consumir
bebidas alcohólicas
Número de tragos en la semana anterior a la encuesta
PLÁTICAS DE SALUD
Número promedio de pláticas a las que han asistido en
el año anterior a la encuesta
Porcentaje de adolescentes que pueden identificar el
condón como método de prevención del VIH/SIDA
Porcentaje de adolescentes que saben que una mujer
puede quedar embarazada desde la primera vez que
tiene relaciones sexuales
COMPORTAMIENTOS SEXUALES Y SUS CONSECUENCIAS
Porcentaje de adolescentes que son sexualmente activos
Edad de la primera relación sexual
Uso de condón en la relación sexual más reciente
Número de parejas sexuales en la vida
Porcentaje de adolescentes que presentaron anticuerpos
para el virus del herpes simple tipo 2
Porcentaje de adolescentes con infección por Chlamydia
Porcentaje de adolescentes que estaban embarazadas al
momento de la encuesta
Porcentaje de adolescentes que son sexualmente activos
Edad de la primera relación sexual
Uso de condón en la relación sexual más reciente
PERCEPCIÓN DE FUTURO
Porcentaje de adolescentes que consideran que van a
tener un empleo estable a los 30 años, que van a estar
casados a los 25 años, que van a estar vivos a los 60
años y/o que van a estar sanos a los 50 años
Porcentaje de adolescentes que consideran que van a
concluir la preparatoria
Nota: para el análisis rural se estimaron las diferencias entre adolescentes en localidades 1998 con los de localidades 2003, los de
localidades 2000 con los de localidades 2003, y finalmente los de 1998 con los de localidades 2000. Estas comparaciones se
efectuaron con relación a las variables de resultado incluidas en la encuesta biológica de la Encel 2003. En el caso del análisis
urbano, se estimó la diferencia en los cambios de las variables de resultado entre la encuesta basal (Encelurb 2002) y la de
seguimiento (Encelurb 2003) en los grupos de intervención y comparación, a excepción de las variables marcadas en itálicas, en las
que se estimó la diferencia en las variables de resultado al momento del seguimiento, es decir, 2003.
Análisis rural
V.
Resultados principales
En los cuadros 2 a 5 se presentan los resultados descriptivos para los comportamientos de riesgo analizados y sus consecuencias en adolescentes del
medio rural. En los cuadros 2 y 3 se presentan las estadísticas para adolescentes en general por grupos de edad (15 a 18 años y 19 a 21 años), y en los
cuadros 4 y 5 para los sexualmente activos en ambos grupos. En todos los
casos, los errores estándar, y por tanto la estimación de la diferencia entre
los grupos, están corregidos por el efecto de conglomerado.
Los datos descriptivos permiten tener un perfil de las poblaciones de
estudio y de la magnitud de las variables de resultado analizadas; no obstante, para conocer el efecto del programa, es necesario hacer el pareamiento
que se presenta más adelante en la sección de impacto.
La división en los subgrupos de edad mencionados se hizo para distinguir en los promedios a los adolescentes mayores en los que se espera una
prevalencia más alta de comportamientos de riesgo. Como puede observarse, en ambos subgrupos de edad la comparación se realizó entre poblaciones
de edad prácticamente idéntica. Si bien el análisis de impacto que se presenta más adelante corrige por las potenciales diferencias entre los grupos
en cuanto a sus características socioeconómicas y de estructura del hogar, a
continuación se señalan algunas diferencias entre grupos observadas a partir de la comparación simple de los promedios.
En lo que se refiere a comportamientos de riesgo no relacionados con el sexo, se puede observar que
los adolescentes en el grupo de 15 a 18 años de edad integrantes de hogares participantes, reportaron
en menor proporción consumo de tabaco y alcohol. El sobrepeso se estimó para cada año de edad de
acuerdo con lo recomendado para ese grupo de edad, ya que debido al crecimiento es importante
utilizar puntos de corte divididos en esa forma.34 En cuanto a la asistencia a pláticas, el promedio de
asistencia antes de la corrección por el pareamiento es mayor en los dos grupos de intervención, a
pesar de que en algunos casos las pláticas no se imparten en la clínica (como se asume en la pregunta)
sino directamente en la escuela.
Por otra parte, en los hombres destaca una mayor proporción en el grupo de intervención que
considera probable concluir la preparatoria. Si bien se trata sólo de una manifestación de intención, es
importante que el programa haya logrado modificar la percepción entre adolescentes de sus posibilidades de estudiar.
• 28 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
CUADRO 2.
Estadísticas
descriptivas de
adolescentes de 15 a
18 años en
localidades rurales
incluidas en la
encuesta biológica
de la Encel 2003,
por tipo de localidad
y sexo
COMPARACIÓN 2003
HOMBRES
MUJERES
INTERVENCIÓN 2000
INTERVENCIÓN 1998
HOMBRES MUJERES
HOMBRES
MUJERES
Edad
16.39
16.45
16.42
16.45
16.40
EE
0.03
0.03
0.04
0.03
0.03
16.41
0.04
N
695
803
958
990
1143
1190
no te lo hayas terminado?
52%
27%
41%
17%
40%
14%
EE
5%
3%
3%
2%
2%
1%
N
491
640
592
652
692
812
¿Fumas actualmente?
31%
7%
27%
3%
28%
9%
¿Alguna vez has fumado un cigarro, aunque
EE
3%
2%
3%
2%
3%
3%
N
255
172
245
110
278
111
primera vez?
14.05
14.73
14.26
14.96
14.04
14.93
EE
0.16
0.14
0.16
0.18
0.13
0.20
N
254
170
244
110
277
108
25%
29%
22%
24%
25%
27%
¿Cuántos años tenías cuando fumaste por
Porcentaje que consumió algún alimento de alta
densidad calórica el día anterior
EE
2%
2%
2%
2%
1%
1%
N
695
803
958
990
1143
1190
¿Cuántos refrescos o sodas tomaste ayer?
0.84
0.59
0.70
0.57
0.87
0.56
EE
0.07
0.04
0.04
0.04
0.04
0.03
N
489
638
584
637
691
810
¿Cuántos refrescos o sodas tomaste la semana
pasada?
2.84
1.77
2.23
1.62
2.44
1.63
EE
0.20
0.14
0.12
0.10
0.14
0.09
N
485
634
586
640
688
810
¿Tomas bebidas alcohólicas aunque sea
ocasionalmente?
34%
19%
25%
9%
24%
9%
EE
3%
2%
3%
1%
2%
1%
N
491
640
592
652
692
812
¿Cuántas cervezas, coolers, copas de tequila, etc.,
tomaste durante la semana pasada?
0.50
0.12
0.46
0.03
0.27
0.04
EE
0.10
0.04
0.11
0.01
0.06
0.01
N
694
800
953
990
1141
1190
45%
32%
48%
38%
46%
36%
¿Qué tan probable crees que sea que tengas un
empleo estable a los 30 años? (muy probable o
con seguridad)
EE
2%
2%
2%
2%
2%
2%
N
463
605
570
624
660
756
tengas 25 años? (muy probable o con seguridad) 35%
37%
35%
35%
33%
36%
¿Qué tan probable crees que sea casarte cuando
EE
2%
2%
2%
2%
2%
2%
N
470
599
561
610
637
740
Continúa
• 29 •
Resultados
Continuación
¿Qué tan probable crees que sea graduarte de
30%
30%
45%
38%
42%
37%
EE
la preparatoria? (muy probable o con seguridad)
3%
2%
3%
3%
3%
3%
N
402
503
495
536
590
660
¿Qué tan probable crees que sea que estés sano
a los 50 años? (muy probable o con seguridad)
29%
23%
34%
28%
31%
29%
EE
2%
2%
2%
2%
2%
2%
N
463
603
558
612
645
739
¿Qué tan probable crees que sea que estés vivo
a los 60 años? (muy probable o con seguridad)
27%
21%
32%
23%
27%
25%
EE
2%
2%
2%
2%
2%
2%
N
454
594
556
602
623
739
parte del programa Oportunidades en el último año? 1.23
1.12
3.26
4.43
3.18
3.72
EE
0.25
0.16
0.34
0.41
0.26
0.26
N
487
635
580
641
691
812
Que tú sepas, ¿cuántas pláticas ha dado el médico
o enfermera de la clínica o centro de salud como
¿A cuántas pláticas que haya dado el médico o
enfermera de la clínica o centro de salud como
parte del programa Oportunidades has asistido
en el último año?
1.73
1.84
3.51
3.20
3.07
3.32
EE
0.29
0.26
0.48
0.43
0.31
0.27
N
106
154
300
372
369
449
Porcentaje con sobrepeso u obesidad
9%
20%
11%
21%
6%
21%
EE
1%
2%
1%
2%
1%
2%
N
483
625
584
641
673
792
Porcentaje con anemia
8%
10%
7%
10%
6%
9%
EE
1%
2%
1%
1%
1%
1%
N
486
628
586
642
676
795
17%
21%
13%
17%
11%
16%
¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual?
(porcentaje que reporta alguna edad)
EE
2%
2%
2%
2%
1%
2%
N
497
644
603
659
698
817
Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación.
• 30 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
En lo que toca al grupo de 19 a 21 años, si bien se reportó también menor proporción de adolescentes que han fumado o que consumen bebidas alcohólicas, la diferencia es menos pronunciada que en el
subgrupo más joven. No obstante, para las mujeres de este subgrupo se encontró menor consumo de
alimentos de alta densidad energética, que sin embargo no se traduce en menor proporción de sobrepeso.
Es importante destacar la alta prevalencia de sobrepeso, que alcanza hasta 20% de las mujeres de 19
a 21 años en localidades de comparación y no fue significativamente diferente en los otros dos tipos de
localidades.
En lo que respecta a comportamientos sexuales, si bien en ninguno de los subgrupos de edad se
observaron diferencias significativas entre los adolescentes de distintos tipos de localidades, es esencial subrayar lo preocupantes que son los resultados. Se trata de una población (en particular las
mujeres) que, independientemente de su participación en Oportunidades, está iniciando su vida sexual
sin protección, con una proporción de uso de condón en la última relación que no sobrepasa 50% y
disminuye con la edad. La consecuencia más lamentable es la alta proporción de adolescentes que
presentaron anticuerpos para el virus del herpes simple tipo 2, una infección crónica. La seroprevalencia
de VHS-2 entre adolescentes sexualmente activos es mucho mayor en mujeres, y alcanza 29% en las
de 19 a 21 años que habitan localidades incorporadas al programa en 1998.
Con relación al sexo comercial, alrededor de 5% de los hombres informaron haber pagado de
alguna forma, al menos en una ocasión, por mantener relaciones sexuales. En el caso de las mujeres, la
inmensa mayoría informó no haberlo hecho, por lo que no se presenta la estimación.
Finalmente, se encontró que de 10 a 15% de las adolescentes en los tres grupos se encontraban
embarazadas al momento de la entrevista. Este porcentaje es mayor al observado en población general
(alrededor de 7%), lo que probablemente se relacione con el perfil socioeconómico de los grupos.
CUADRO 3.
Estadísticas
descriptivas de
adolescentes de 19 a
21 años en
localidades rurales
incluidas en la
encuesta biológica
de la Encel 2003,
por tipo de localidad
y sexo
COMPARACIÓN 2003
HOMBRES
MUJERES
INTERVENCIÓN 2000
INTERVENCIÓN 1998
HOMBRES MUJERES
HOMBRES
MUJERES
Edad
19.92
19.94
19.89
19.89
19.87
19.91
EE
0.04
0.03
0.03
0.03
0.03
0.03
N
332
465
467
528
577
572
18%
¿Alguna vez has fumado un cigarro, aunque
81%
27%
61%
22%
53%
EE
no te lo hayas terminado?
3%
4%
5%
3%
5%
3%
N
145
229
133
197
162
214
¿Fumas actualmente?
43%
11%
46%
2%
49%
5%
EE
4%
4%
6%
2%
6%
4%
N
118
61
81
43
86
38
primera vez?
15.75
16.61
15.81
16.44
15.47
16.71
EE
0.18
0.21
0.27
0.32
0.32
0.34
N
117
61
81
43
83
38
12%
17%
10%
10%
9%
11%
¿Cuántos años tenías cuando fumaste por
Porcentaje que consumió algún alimento de alta
densidad calórica el día anterior
EE
2%
2%
1%
1%
1%
2%
N
332
465
467
528
577
572
¿Cuántos refrescos o sodas tomaste ayer?
0.92
0.60
1.03
0.57
0.91
0.55
EE
0.12
0.05
0.09
0.05
0.07
0.05
N
145
229
128
194
162
214
Continúa
• 31 •
Resultados
Continuación
¿Cuántos refrescos o sodas tomaste la semana
pasada?
3.08
1.91
2.91
1.48
2.74
1.33
EE
0.36
0.23
0.22
0.13
0.19
0.11
N
142
226
129
194
161
214
¿Tomas bebidas alcohólicas aunque sea
58%
20%
39%
15%
41%
11%
EE
ocasionalmente?
5%
3%
4%
2%
4%
2%
N
145
229
133
197
162
214
¿Cuántas cervezas, coolers, copas de tequila, etc.,
tomaste durante la semana pasada?
1.14
0.09
0.42
0.07
0.45
0.00
EE
0.28
0.03
0.09
0.04
0.11
0.00
N
332
465
467
528
576
572
44%
26%
41%
30%
37%
28%
¿Qué tan probable crees que sea que tengas un
empleo estable a los 30 años? (muy probable o
con seguridad)
EE
4%
3%
4%
3%
4%
3%
N
138
221
125
184
160
203
tengas 25 años? (muy probable o con seguridad) 46%
49%
40%
42%
40%
48%
¿Qué tan probable crees que sea casarte cuando
EE
5%
4%
5%
4%
4%
4%
N
138
206
124
183
156
200
23%
11%
37%
22%
22%
20%
¿Qué tan probable crees que sea graduarte de la
preparatoria? (muy probable o con seguridad)
EE
5%
3%
5%
3%
4%
4%
N
113
154
93
143
126
155
29%
24%
28%
26%
30%
26%
¿Qué tan probable crees que sea que estés sano a
los 50 años? (muy probable o con seguridad)
EE
4%
3%
4%
3%
4%
3%
N
139
209
128
179
157
200
24%
19%
28%
23%
24%
25%
¿Qué tan probable crees que sea que estés vivo a
los 60 años? (muy probable o con seguridad)
EE
3%
4%
4%
3%
3%
3%
N
136
206
127
175
157
194
Que tú sepas, ¿cuántas pláticas ha dado el médico
o enfermera de la clínica o centro de salud como
parte del programa Oportunidades en el último año? 1.76
1.20
2.59
4.30
3.07
4.58
EE
0.51
0.23
0.37
0.56
0.51
0.53
N
144
227
131
193
162
214
¿A cuántas pláticas que haya dado el médico o
enfermera de la clínica o centro de salud como
parte del programa Oportunidades has asistido
en el último año?
2.47
3.53
2.32
2.53
2.06
4.20
EE
1.24
1.42
0.40
0.62
0.51
0.60
N
34
43
59
111
78
117
Continúa
• 32 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
Continuación
Porcentaje con sobrepeso u obesidad
13%
20%
10%
19%
9%
15%
EE
3%
3%
3%
3%
3%
3%
N
142
216
130
191
159
206
Porcentaje con anemia
2%
14%
8%
12%
4%
11%
EE
1%
4%
3%
2%
1%
2%
N
140
218
131
193
158
209
¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual?
(porcentaje que reporta alguna edad)
50%
47%
42%
35%
35%
42%
EE
4%
4%
5%
3%
4%
4%
N
145
229
137
202
168
218
Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación.
CUADRO 4.
Estadísticas
descriptivas de
adolescentes de 15 a
18 años en
localidades rurales
incluidas en la
encuesta biológica
de la Encel 2003 que
reportaron haber
tenido relaciones
sexuales, por tipo de
localidad y sexo
COMPARACIÓN 2003
HOMBRES
MUJERES
INTERVENCIÓN 2000
INTERVENCIÓN 1998
HOMBRES MUJERES
HOMBRES
MUJERES
¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual?
15.48
15.57
15.49
15.50
15.17
15.52
EE
0.23
0.10
0.17
0.17
0.18
0.13
N
84
138
81
108
78
130
o contraer una enfermedad? (condones)
50%
14%
49%
18%
53%
20%
EE
6%
4%
6%
4%
6%
4%
N
84
138
81
109
78
130
relaciones sexuales en total en tu vida?
1.87
1.22
1.87
1.07
2.21
1.11
EE
0.12
0.10
0.20
0.04
0.38
0.04
N
79
122
77
96
73
114
La última vez que tuviste relaciones sexuales,
¿qué usaron tú y tu pareja para evitar embarazarse
¿Con cuántas parejas distintas has tenido
¿Alguna vez has tenido relaciones sexuales con
una persona de tu mismo sexo?
0%
0%
6%
1%
3%
2%
EE
0%
0%
3%
1%
2%
1%
N
83
138
81
109
78
130
14%
16%
13%
20%
9%
19%
4%
4%
4%
6%
4%
4%
N
69
100
61
82
64
108
Prevalencia de Chlamydia
3%
1%
4%
6%
0%
4%
EE
2%
1%
3%
3%
0%
2%
N
72
95
56
72
70
95
Seroprevalencia de virus del herpes simple tipo 2
EE
¿Alguna vez has pagado o dado algún regalo o
comida a alguien para tener relaciones sexuales?
4%
0%
4%
EE
2%
0%
2%
N
84
81
78
Prevalencia de embarazo
13%
10%
16%
EE
3%
3%
4%
N
111
89
99
Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo
de comparación.
• 33 •
Resultados
COMPARACIÓN 2003
HOMBRES
MUJERES
INTERVENCIÓN 2000
INTERVENCIÓN 1998
CUADRO 5.
HOMBRES MUJERES
HOMBRES
Estadísticas
descriptivas de
adolescentes de 19 a
21 años en
localidades rurales
incluidas en la
encuesta biológica
de la Encel 2003 que
reportaron haber
tenido relaciones
sexuales, por tipo de
localidad y sexo
MUJERES
¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual?
17.27
17.48
16.93
17.13
17.07
17.30
EE
0.21
0.16
0.25
0.23
0.24
0.21
N
73
107
58
71
58
92
o contraer una enfermedad? (condones)
45%
14%
52%
8%
43%
12%
EE
7%
3%
7%
3%
7%
3%
N
73
107
58
71
58
92
relaciones sexuales en total en tu vida?
2.00
1.45
2.94
1.30
2.05
1.43
EE
0.19
0.25
0.48
0.18
0.23
0.19
N
70
88
53
60
57
81
La última vez que tuviste relaciones sexuales,
¿qué usaron tú y tu pareja para evitar embarazarse
¿Con cuántas parejas distintas has tenido
¿Alguna vez has tenido relaciones sexuales con
una persona de tu mismo sexo?
3%
1%
3%
1%
3%
1%
EE
2%
1%
2%
1%
2%
1%
N
73
107
58
71
58
91
Seroprevalencia de virus del herpes simple tipo 2
12%
20%
7%
13%
16%
29%
EE
4%
6%
5%
4%
6%
5%
N
51
83
41
56
49
70
Prevalencia de Chlamydia
3%
7%
4%
0%
0%
2%
EE
2%
3%
3%
0%
0%
2%
N
61
75
46
50
47
60
¿Alguna vez has pagado o dado algún regalo o
comida a alguien para tener relaciones sexuales?
5%
5%
7%
EE
2%
4%
3%
N
73
58
58
Prevalencia de embarazo
14%
16%
15%
EE
4%
5%
5%
N
73
56
73
Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo
de comparación.
Análisis de impacto
Los cuadros que se presentan a continuación muestran los resultados del análisis de impacto efectuado
por el método de pareamiento por puntaje de propensión descrito en la sección de metodología. En
este caso, debido a que se incluyeron la edad y el sexo entre las variables utilizadas para estimar el
puntaje de propensión, los resultados de impacto se presentan de manera agregada.
En el cuadro 6 se muestran los concernientes al uso de sustancias adictivas. Como puede observarse, el análisis encontró que en adolescentes de localidades incorporadas al programa, la proporción de
los que han fumado alguna vez y de los que toman bebidas alcohólicas es menor en los dos grupos de
intervención. En cuanto a la proporción de los que han fumado alguna vez, la reducción en el grupo
1998 fue de 15%, mientras que en el grupo 2000 fue de 13%; la reducción en los que toman bebidas
alcohólicas fue de alrededor de 11% para adolescentes en localidades 1998 y de 13% para los que
• 34 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
habitaban en localidades 2000. Considerando que se trata de comportamientos altamente prevalentes,
la reducción atribuible al programa resulta considerable.
En lo que se refiere al efecto del programa sobre las percepciones a futuro de adolescentes, destaca el
incremento de casi 10% entre los que piensan que van a concluir sus estudios de preparatoria, pertenecientes a localidades de intervención incorporadas en 2000. Asimismo, 4% más de adolescentes en localidades
incorporadas en 2000 consideraron que estarían sanos a los 50 años, con relación a los de localidades de
comparación. En este caso, si bien se observó una tendencia positiva, no es claro por qué este resultado no
se encontró entre los que habitan en localidades incorporadas en 1998 (véase el cuadro 7).
Respecto al consumo de alimentos de alta densidad energética, parece observarse una tendencia a
la baja, si bien no es del todo consistente. En el grupo de adolescentes de localidades incorporadas en
1998, el consumo semanal de refrescos fue menor en media unidad con relación al grupo de comparación (en promedio se informó un consumo de alrededor de tres unidades). Por su parte, el grupo de
adolescentes de localidades incorporadas en 2000 informó un gasto en papitas y pastelillos menor en
poco más de un peso (que representa una disminución de alrededor de 20%) con relación al grupo de
comparación; no obstante, también se observó un incremento de alrededor de 1.5% de adolescentes
con problemas de sobrepeso, tanto en localidades 1998 como en las 2000 (véase el cuadro 8).
Como se espera que la asistencia a pláticas de salud contribuya a la disminución de comportamientos de riesgo, se estimó el impacto del programa entre adolescentes en esta asistencia. En el cuadro 9
puede observarse un efecto marcado en el número de pláticas ofrecidas de las que se enteran los
adolescentes, aunque no es tan fuerte en lo que se refiere a la asistencia; no obstante, se mantiene el
efecto positivo. Adicionalmente, el efecto sobre la asistencia sólo es significativo para el grupo 1998,
no así para el 2000. Sin embargo, es importante señalar que, como se mencionó antes, la pregunta no
considera que en algunos casos los maestros imparten directamente las pláticas en las escuelas, lo cual
podría generar una subestimación del impacto.
CUADRO 6.
Efecto promedio
atribuible a
Oportunidades en
comportamientos de
riesgo relacionados
con el uso de
sustancias adictivas
entre adolescentes
de localidades
rurales (el error
estándar se presenta
entre paréntesis)
VARIABLE
LOCALIDADES
1998 VS. 2003
2000 VS. 2003
2000 VS. 1998
¿Alguna vez has fumado un cigarro,
aunque no te lo hayas terminado?
¿Fumas actualmente?
-0.154
-0.126
0.037
(0.029)
(0.024)
(0.016)
0.010
0.008
-0.068
(0.029)
(0.025)
(0.034)
¿Tomas bebidas alcohólicas aunque sea
ocasionalmente?
-0.114
-0.131
-0.004
(0.026)
(0.029)
(0.014)
¿Cuántas cervezas, coolers, copas de tequila,
etcétera, tomaste durante la semana pasada? -0.155
-0.034
0.011
(0.087)
(0.010)
(0.038)
Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre: a) individuos de hogares incorporados en 1998 con individuos de
hogares similares en zonas de comparación; b) individuos de hogares incorporados en 2000 con individuos de hogares similares en
zonas de comparación, y c) individuos de hogares incorporados en 1998 con individuos de hogares similares incorporados en
2000. Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo.
• 35 •
Resultados
VARIABLE
CUADRO 7.
LOCALIDADES
1998 VS. 2003
2000 VS. 2003
2000 VS. 1998
¿Qué tan probable crees que sea que
tengas un empleo estable a los 30 años?
(muy probable o con seguridad)
0.111
0.033
0.030
(0.047)
(0.040)
(0.025)
¿Qué tan probable crees que sea casarte
antes de los 25 años? (muy probable o
con seguridad)
-0.033
-0.050
-0.005
(0.033)
(0.043)
(0.025)
¿Qué tan probable crees que sea graduarte
Efecto promedio
atribuible a
Oportunidades en
las percepciones de
adolescentes de
localidades rurales
sobre su futuro (el
error estándar se
presenta entre
paréntesis)
de la preparatoria? (muy probable o con
seguridad)
0.013
0.094
0.042
(0.044)
(0.019)
(0.022)
¿Qué tan probable crees que sea que estés
sano a los 50 años? (muy probable o con
seguridad)
0.018
0.040
0.018
(0.027)
(0.017)
(0.022)
¿Qué tan probable crees que sea que estés
vivo a los 60 años? (muy probable o con
seguridad)
-0.009
0.005
0.029
(0.053)
(0.036)
(0.021)
Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre: a) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de
hogares similares en zonas de comparación; b) individuos de hogares incorporados en 2000 e individuos de hogares similares en
zonas de comparación, y c) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares incorporados en 2000.
Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo.
VARIABLE
LOCALIDADES
1998 VS. 2003
2000 VS. 2003
CUADRO 8.
2000 VS. 1998
Porcentaje que consumó algún alimento de
alta densidad calórica el día anterior
0.003
0.007
-0.013
(0.018)
(0.023)
(0.012)
¿Cuánto dinero gastaste en papitas, churritos,
pastelitos y otros alimentos durante la
semana pasada?
-1.194
-1.105
0.255
(1.075)
(0.983)
(0.578)
¿Cuántos refrescos o sodas tomaste la
semana pasada?
-0.459
-0.008
0.215
(0.086)
(0.203)
(0.101)
Durante los últimos siete días, ¿cuánto
gastaste en refrescos?
-2.349
0.119
1.104
(1.079)
(1.047)
(0.702)
Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre: a) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de
hogares similares en zonas de comparación; b) individuos de hogares incorporados en 2000 e individuos de hogares similares en
zonas de comparación, y c) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares incorporados en 2000.
Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo.
Efecto promedio
atribuible a
Oportunidades en
comportamientos de
riesgo relacionados
con el consumo de
alimentos de alto
contenido
energético entre
adolescentes de
localidades rurales
(el error estándar se
presenta entre
paréntesis)
• 36 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
CUADRO 9.
Efecto promedio
atribuible a
Oportunidades sobre
la asistencia a
pláticas de salud
entre adolescentes
de localidades
rurales (el error
estándar se presenta
entre paréntesis)
VARIABLE
LOCALIDADES
1998 VS. 2003
2000 VS. 2003
2000 VS. 1998
Que tú sepas, ¿cuántas pláticas ha dado el
médico o enfermera de la clínica o centro de
salud como parte del programa Oportunidades
en el último año?
2.766
2.893
0.269
(0.296)
(0.203)
(0.239)
¿A cuántas pláticas que ha dado el médico o
enfermera de la clínica o centro de salud como
parte del programa Oportunidades has asistido
en el último año?
1.695
0.456
-0.059
(0.178)
(0.828)
(0.221)
Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre: a) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de
hogares similares en zonas de comparación; b) individuos de hogares incorporados en 2000 e individuos de hogares similares en
zonas de comparación, y c) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares incorporados en 2000.
Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo.
En el cuadro 10 se presentan los resultados de impacto sobre los comportamientos sexuales. Para
este conjunto de variables, no se encontró impacto alguno del programa, con excepción del número de
parejas sexuales en la vida que informaron los encuestados. En este caso, los adolescentes en localidades 1998 informaron haber tenido menos parejas sexuales, lo que implica menor exposición potencial. De igual manera, Oportunidades no tuvo efecto observable en las consecuencias de estos
comportamientos, cuyo impacto se muestra en el cuadro 11.
Finalmente, en lo que se refiere a las consecuencias de la mala alimentación, en contraste con lo
observado para el consumo de alimentos de alta densidad energética, los resultados del cuadro 12
sugieren que el programa ha incrementado la proporción de adolescentes con sobrepeso, tanto en las
localidades 1998 como en las 2000.
Análisis urbano
En los cuadros 13 a 18 se presentan los resultados descriptivos de adolescentes en los dos tiempos del
análisis urbano (2002 y 2003), por subgrupo de edad, tipo de localidad y sexo. Los resultados descriptivos son especialmente útiles para advertir la magnitud de las variables de resultado analizadas —es
decir, del perfil de las poblaciones de estudio. No obstante, es importante recordar que se trata de
comparaciones simples, por lo que el análisis con pareamiento, que se presenta después, es el que
muestra el impacto del programa.
Como los datos urbanos se recolectaron para el consumo de sustancias adictivas a partir de los 10
años, en este caso se presentan tres subgrupos (uno más que en el análisis rural). Al igual que en el caso
anterior, esta división obedece fundamentalmente a la intención de separar a los adolescentes de
mayor edad, en quienes se espera mayor participación en uno o más comportamientos de riesgo.
En primera instancia, se presentan las estadísticas descriptivas obtenidas de la Encelurb 2002, que
representa la línea de base para la evaluación urbana. En los cuadros 13 a 15 se muestran los datos de
esta encuesta para los tres subgrupos de edad mencionados.
• 37 •
Resultados
VARIABLE
LOCALIDADES
1998 VS. 2003
2000 VS. 2003
CUADRO 10.
2000 VS. 1998
¿A qué edad tuviste tu primera relación
sexual? (porcentaje que reporta alguna edad)
¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual?
-0.056
-0.024
0.003
(0.026)
(0.022)
(0.014)
-0.227
-0.220
-0.062
(0.295)
(0.296)
(0.176)
La última vez que tuviste relaciones sexuales,
¿qué usaron tú y tu pareja para evitar
embarazarse o contraer una enfermedad?
(condones)
-0.051
-0.039
-0.016
(0.046)
(0.037)
(0.043)
-1.043
-0.205
0.088
(0.712)
(0.258)
(0.150)
Efecto promedio
atribuible a
Oportunidades sobre
los comportamientos
sexuales de riesgo
entre adolescentes
de localidades
rurales (el error
estándar se presenta
entre paréntesis)
¿Con cuántas parejas distintas has tenido
relaciones sexuales en total en tu vida?
Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre: a) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de
hogares similares en zonas de comparación; b) individuos de hogares incorporados en 2000 e individuos de hogares similares en
zonas de comparación, y c) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares incorporados en 2000.
Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo.
VARIABLE
LOCALIDADES
1998 VS. 2003
2000 VS. 2003
CUADRO 11.
2000 VS. 1998
Seroprevalencia de virus del herpes simple tipo 2 -0.036
-0.126
-0.032
(0.055)
(0.084)
(0.037)
0.009
-0.004
-0.010
(0.012)
(0.012)
(0.010)
0.007
-0.039
-0.040
(0.078)
(0.084)
(0.059)
Prevalencia de Chlamydia
Prevalencia de embarazo
Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre: a) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de
hogares similares en zonas de comparación; b) individuos de hogares incorporados en 2000 e individuos de hogares similares en
zonas de comparación, y c) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares incorporados en 2000.
Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo.
VARIABLE
Porcentaje con sobrepeso u obesidad
Efecto promedio
atribuible a
Oportunidades en
indicadores de
resultado objetivos
de los comportamientos sexuales de
riesgo entre
adolescentes de
localidades rurales
(el error estándar se
presenta entre
paréntesis)
CUADRO 12.
LOCALIDADES
1998 VS. 2003
2000 VS. 2003
2000 VS. 1998
0.014
0.021
0.037
(0.010)
(0.011)
(0.023)
Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre: a) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de
hogares similares en zonas de comparación; b) individuos de hogares incorporados en 2000 e individuos de hogares similares en
zonas de comparación, y c) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares incorporados en 2000.
Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo.
Efecto promedio
atribuible a
Oportunidades en
indicadores de
resultado objetivos
de mala alimentación
entre adolescentes
en localidades rurales
(el error estándar se
presenta entre
paréntesis)
• 38 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
Al igual que en el caso de los datos rurales, los errores estándar (y por tanto la estimación de la
diferencia entre tipos de localidad) están corregidos por el efecto de conglomerado. Asimismo, es
importante recordar que la estimación del impacto se presenta en el siguiente apartado, de modo que
los cuadros 13 a 15 deben considerarse sólo descriptivos de la población de interés.
Tal vez el punto más destacable de dichos cuadros sea que prácticamente en todas las variables de
interés y para los tres subgrupos de edad, no se observaron diferencias entre los adolescentes de localidades de intervención y de comparación. Por otra parte, sobresale el importante incremento en el
consumo de tabaco y alcohol con la edad, que pasa de menos de 5% entre los adolescentes más jóvenes, hasta cerca de 40% en los mayores.
Los cuadros 16 a 18 muestran las estadísticas de adolescentes en la Encelurb 2003. Es importante
señalar que el cuestionario de 2003 incluyó preguntas adicionales para las que no es posible analizar
la diferencia en el cambio; sin embargo, se pueden analizar las diferencias entre adolescentes de hogares incorporados y de comparación. En términos de las comparaciones en los datos descriptivos, no se
observaron diferencias entre ambos grupos (intervención y comparación) para la vasta mayoría de las
variables.
CUADRO 13.
Estadísticas
descriptivas de
adolescentes de 10 a
14 años de edad en
localidades urbanas
incluidas en la
Encelurb 2002, por
tipo de localidad y
sexo
COMPARACIÓN
HOMBRES
INTERVENCIÓN
MUJERES
HOMBRES
MUJERES
¿Alguna vez has fumado un cigarro aunque no
te lo hayas terminado?
5%
3%
5%
2%
EE
1%
1%
1%
0%
N
1424
1393
1492
1449
cigarro?
11.38
12.18
10.52
11.36
EE
0.30
0.24
0.32
0.50
N
53
22
52
22
casi a diario (frecuentemente)?
11.86
12.00
11.50
14.33
EE
0.57
-
0.60
0.28
N
7
2
8
3
¿Cuántos años tenías cuando fumaste tu primer
¿Cuántos años tenías cuando comenzaste a fumar
Durante los últimos 30 días (un mes), ¿cuántos
días fumaste?
2.51
2.21
3.56
1.80
EE
1.12
0.81
1.35
1.64
N
47
19
34
15
Durante los últimos 30 días, ¿cuántos cigarros
fumaste?
5.92
20.83
12.25
5.50
EE
1.71
12.50
4.59
3.27
N
12
6
8
2
¿Tomas bebidas alcohólicas, aunque fuera
ocasionalmente?
2%
2%
2%
1%
EE
0%
0%
0%
0%
N
1364
1329
1464
1429
copas, etc., te tomas en una semana normal?
1.15
0.90
1.50
1.14
EE
0.30
0.16
0.29
0.33
N
26
21
14
14
En promedio, ¿cuántas cervezas, coolers,
Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación.
• 39 •
Resultados
COMPARACION
HOMBRES
MUJERES
INTERVENCION
HOMBRES
MUJERES
¿ALGUNA VEZ HAS FUMADO UN
cigarro aunque no te lo
hayas terminado?
24%
9%
26%
9%
EE
3%
2%
2%
1%
N
685
683
697
700
¿Cuántos años tenías cuando
fumaste tu primer cigarro?
14.74
14.95
15.03
14.81
EE
0.16
0.18
0.12
0.18
N
159
55
174
54
diario (frecuentemente)?
15.12
15.88
15.30
14.55
EE
0.22
0.58
0.20
0.30
N
60
8
57
11
¿Cuántos años tenías cuando
comenzaste a fumar casi a
Durante los últimos 30 días
(un mes), ¿cuántos
días fumaste?
10.49
2.61
8.78
2.17
EE
0.91
0.73
1.16
0.98
N
148
49
145
30
Durante los últimos 30 días,
¿cuántos cigarros fumaste?
18.74
10.80
17.94
4.86
EE
2.35
2.40
2.53
1.95
N
106
15
98
14
¿Tomas bebidas alcohólicas,
aunque sea ocasionalmente?
15%
7%
17%
7%
EE
2%
1%
2%
1%
N
661
644
687
680
tomas en una semana normal?
3.04
1.39
3.08
1.61
EE
0.31
0.54
0.34
0.39
N
73
31
93
33
En promedio, ¿cuántas cervezas, coolers, copas, etc., te
¿Alguna vez el alcohol te ha
vuelto violento?
14%
10%
EE
3%
3%
N
94
113
24%
13%
Durante los últimos 30 días, ¿hubo
alguna ocasión en que dejaras de
cumplir con tus actividades por haber
bebido alcohol?
EE
3%
4%
N
41
48
Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación.
CUADRO 14.
Estadísticas
descriptivas de
adolescentes de 15 a
18 años en
localidades urbanas
incluidas en la
Encelurb 2002, por
tipo de localidad y
sexo
• 40 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
CUADRO 15.
Estadísticas
descriptivas de
adolescentes de 19 a
21 años en
localidades urbanas
incluidas en la
Encelurb 2002, por
tipo de localidad y
sexo
COMPARACION
HOMBRES
MUJERES
INTERVENCION
HOMBRES
MUJERES
¿ALGUNA VEZ HAS FUMADO UN
cigarro aunque no te lo hayas
terminado?
40%
13%
38%
14%
EE
5%
2%
3%
2%
N
308
355
328
346
¿Cuántos años tenías cuando
fumaste tu primer cigarro?
15.89
16.58
16.15
16.16
EE
0.23
0.30
0.21
0.29
N
122
40
125
50
diario (frecuentemente)?
16.53
17.50
16.82
16.56
EE
0.31
0.18
0.30
0.60
N
58
4
51
9
(un mes), ¿cuántos días fumaste?
11.35
4.77
10.11
2.86
EE
0.65
1.24
1.05
1.11
N
113
31
114
36
¿cuántos cigarros fumaste?
23.43
19.60
21.05
9.67
EE
1.65
2.26
2.55
2.53
N
83
10
82
9
32%
7%
37%
10%
¿Cuántos años tenías cuando
comenzaste a fumar casi a
Durante los últimos 30 días
Durante los últimos 30 días,
¿Tomas bebidas alcohólicas,
aunque sea ocasionalmente?
EE
2%
2%
4%
2%
N
288
336
322
333
2.00
En promedio, ¿cuántas cervezas,
coolers, copas, etc., te tomas en
una semana normal?
3.62
1.50
4.81
EE
0.44
0.36
0.73
0.40
N
71
14
89
24
¿Alguna vez el alcohol te ha
vuelto violento?
9%
14%
EE
3%
3%
N
81
115
Durante los últimos 30 días,
¿hubo alguna ocasión en que
dejaras de cumplir con tus a
ctividades por haber bebido alcohol?
8%
20%
EE
4%
6%
N
40
66
Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación
• 41 •
Resultados
COMPARACION
¿FUMAS ACTUALMENTE? 0%
INTERVENCION
HOMBRES
MUJERES
HOMBRES
0%
1%
0%
MUJERES
EE
0%
0%
0%
0%
N
1384
1363
1456
1455
¿Alguna vez has fumado un
cigarro aunque no te lo hayas
terminado?
5%
3%
3%
1%
EE
1%
1%
1%
0%
N
1384
1363
1456
1455
¿Cuántos años tenías cuando
fumaste tu primer cigarro?
10.95
11.88
11.50
12.05
EE
0.14
0.16
0.29
0.32
N
63
42
46
20
¿Cuántos años tenías cuando
comenzaste a fumar casi a diario
(frecuentemente)?
11.00
13.00
12.50
12.67
EE
0.76
-
0.19
0.58
N
2
1
4
3
Durante los últimos 30 días
(un mes), ¿cuántos días fumaste?
1.11
1.24
1.46
0.24
EE
0.39
0.67
0.67
0.14
N
63
42
46
21
Durante los últimos 30 días,
¿cuántos cigarros fumaste?
13.67
18.43
24.07
34.67
EE
4.45
7.41
9.06
26.88
N
12
7
15
3
¿Tomas bebidas alcohólicas,
aunque sea ocasionalmente?
2%
2%
1%
1%
EE
0%
1%
0%
0%
N
1384
1363
1456
1455
una semana normal?
0.02
0.01
0.04
0.01
EE
0.01
0.00
0.01
0.00
N
1425
1399
1497
1489
En promedio, ¿cuántas cervezas,
coolers, copas, etc., te tomas en
Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación.
CUADRO 16.
Estadísticas
descriptivas de
adolescentes de 10 a
14 años en
localidades urbanas
incluidas en la
Encelurb 2003, por
tipo de localidad y
sexo
• 42 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
CUADRO 17.
Estadísticas
descriptivas de
adolescentes de 15 a
18 años en
localidades urbanas
incluidas en la
Encelurb 2003, por
tipo de localidad y
sexo
COMPARACION
HOMBRES
MUJERES
INTERVENCION
HOMBRES
MUJERES
¿Fumas actualmente?
12%
2%
13%
1%
EE
1%
1%
2%
0%
N
663
651
708
675
¿Alguna vez has fumado un
cigarro aunque no te lo hayas
terminado?
32%
12%
25%
8%
EE
5%
2%
2%
1%
N
663
651
708
675
¿Cuántos años tenías cuando
fumaste tu primer cigarro?
14.72
14.81
14.62
14.76
EE
0.10
0.21
0.16
0.20
N
212
77
180
54
(frecuentemente)?
15.53
16.00
15.13
15.00
EE
0.16
0.18
0.22
0.29
N
51
8
45
5
(un mes), ¿cuántos días fumaste?
5.89
1.64
5.75
1.02
EE
0.84
0.33
0.87
0.59
N
212
77
180
54
¿cuántos cigarros fumaste?
24.90
5.90
31.43
19.33
EE
4.02
1.14
4.42
9.15
N
94
21
97
6
15%
4%
14%
4%
¿Cuántos años tenías cuando
comenzaste a fumar casi a diario
Durante los últimos 30 días
Durante los últimos 30 días,
¿Tomas bebidas alcohólicas,
aunque sea ocasionalmente?
EE
2%
1%
2%
1%
N
663
651
708
675
0.08
En promedio, ¿cuántas cervezas,
coolers, copas, etc., te tomas
en una semana normal?
0.62
0.05
0.33
EE
0.09
0.02
0.06
0.02
N
694
713
739
713
¿Alguna vez el alcohol te ha
vuelto violento?
12%
EE
3%
3%
2%
N
98
96
Continúa
• 43 •
Resultados
Continuación
Durante los últimos 30 días,
¿hubo alguna ocasión en que
dejaras de cumplir con tus
actividades por haber bebido alcohol?
22%
8%
EE
4%
4%
N
54
40
¿A qué edad tuviste tu primera
relación sexual? (porcentaje que
reporta alguna edad)
15%
15%
14%
12%
EE
2%
1%
2%
1%
N
640
637
684
668
(condón o preservativo)
57%
13%
60%
15%
EE
6%
2%
4%
4%
N
115
100
117
86
83%
66%
74%
71%
¿La última vez que tuviste relaciones sexuales, ¿qué hiciste tú
o tu pareja para evitar un
embarazo o enfermedad?
¿Cuáles métodos anticonceptivos
te ayudan a evitar el SIDA?
(condón o preservativo)
EE
3%
7%
5%
6%
N
115
97
117
86
relaciones sexuales?
83%
84%
83%
86%
EE
3%
2%
2%
2%
N
517
552
519
543
¿Se puede embarazar una mujer
la primera vez que tiene
Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación.
Análisis de impacto
En los cuadros 19 a 21 se presentan los resultados del análisis de impacto realizado con la metodología
de pareamiento por puntaje de propensión que se detalló anteriormente. Aunque el criterio expuesto
en el caso rural con relación a los subgrupos de edad y sexo sería aplicable también en el caso urbano,
se decidió separar en la estimación a los adolescentes de 10 a 14 años para facilitar la comparación
entre los resultados urbanos y rurales.
En general, la estimación de impacto más recomendable para los datos existentes sería comparar las
diferencias en los cambios observados en adolescentes de hogares incorporados y hogares de comparación. De esta forma, al combinar la estimación de dobles diferencias con el puntaje de propensión,
podría contarse con una estimación más precisa del impacto del programa en las variables de interés.
No obstante, debido a una combinación de factores —entre los que se encuentran preguntas no
incluidas en la Encelurb 2002, pérdidas en el seguimiento de la muestra y la tasa de no respuesta— se
consideró que además de la estimación de dobles diferencias sería conveniente estimar el impacto
• 44 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
utilizando únicamente la diferencia entre intervención y comparación en 2003. De esta forma sería
posible contar con mayor información sobre el impacto del programa.
Para estimar el análisis de impacto que se presenta en el cuadro 19 se utilizaron las dobles diferencias, mientras que en los cuadros 20 y 21 el impacto se estimó utilizando únicamente los datos de
comportamientos de la Encelurb 2003.
Como puede observarse en el cuadro 19, al igual que en el caso rural, Oportunidades ha reducido
la proporción de adolescentes que han fumado alguna vez y que toman bebidas alcohólicas. En el
primer caso, entre adolescentes de 15 a 21 años, la disminución es de 4%, mientras que en el segundo,
y para el mismo subgrupo, es de 2%. Aunque el incremento en el número de días que fuman los
adolescentes y el número de cigarros fumados aparentemente es un efecto del programa, este resultado podría ser consecuencia de la reducción en el grupo de los que fuman, ya que los primeros en dejar
de fumar son los que no han desarrollado aún la adicción, y por lo tanto fuman menos.
Estos resultados se confirman en el cuadro 20, donde —como se señaló antes— el impacto se
estimó utilizando únicamente los datos de la Encelurb 2003. Adicionalmente, en este cuadro es
posible observar una reducción atribuible a Oportunidades en las consecuencias inmediatas del consumo de alcohol: menos violencia y otros problemas relacionados.
CUADRO 18.
Estadísticas
descriptivas de
adolescentes de 19 a
21 años en
localidades urbanas
incluidas en la
Encelurb 2003, por
tipo de localidad y
sexo
COMPARACION
HOMBRES
MUJERES
INTERVENCION
HOMBRES
MUJERES
¿Fumas actualmente?
27%
3%
25%
2%
EE
2%
1%
3%
1%
N
309
305
284
283
hayas terminado?
51%
14%
45%
14%
EE
5%
2%
4%
2%
N
309
305
284
283
¿Alguna vez has fumado un
cigarro aunque no te lo
¿Cuántos años tenías cuando
fumaste tu primer cigarro?
15.63
16.29
16.02
16.92
EE
0.19
0.41
0.20
0.35
N
159
42
129
39
diario (frecuentemente)?
16.42
17.80
16.48
18.20
EE
0.23
0.80
0.32
0.72
N
66
5
48
5
(un mes), ¿cuántos días fumaste?
9.53
3.00
8.27
1.38
EE
1.20
1.34
1.09
0.83
N
159
42
129
39
¿Cuántos años tenías cuando
comenzaste a fumar casi a
Durante los últimos 30 días
Continúa
• 45 •
Resultados
Continuación
Durante los últimos 30 días,
¿cuántos cigarros fumaste?
EE
29.81
23.82
30.79
18.22
N
2.66
14.07
4.58
10.10
¿Tomas bebidas alcohólicas,
aunque sea ocasionalmente?
33%
8%
34%
7%
EE
4%
2%
3%
2%
N
309
305
284
283
0.08
En promedio, ¿cuántas cervezas,
coolers, copas, etc., te tomas
en una semana normal?
1.49
0.12
1.46
EE
0.19
0.06
0.22
0.03
N
338
352
315
316
¿Alguna vez el alcohol te ha
vuelto violento?
9%
14%
EE
2%
5%
N
100
96
Durante los últimos 30 días, ¿hubo
alguna ocasión en que dejaras
de cumplir con tus actividades
por haber bebido alcohol?
9%
17%
EE
3%
7%
N
67
47
¿A qué edad tuviste tu primera
relación sexual? (porcentaje
que reporta alguna edad)
62%
57%
51%
56%
EE
3%
3%
3%
3%
N
291
305
263
281
¿La última vez que tuviste
relaciones sexuales, ¿qué
hiciste tú o tu pareja para evitar
un embarazo o enfermedad?
(condón o preservativo)
44%
16%
50%
10%
EE
3%
4%
4%
2%
N
198
177
155
160
(condón o preservativo)
78%
76%
81%
71%
EE
3%
3%
3%
4%
N
198
177
155
160
sexuales?
83%
83%
81%
85%
EE
3%
2%
4%
2%
N
260
274
233
243
¿Cuáles métodos anticonceptivos
te ayudan a evitar el SIDA?
¿Se puede embarazar una mujer
la primera vez que tiene relaciones
Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación.
• 46 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
CUADRO 19.
Variable
Efecto promedio
atribuible a
Oportunidades en
comportamientos de
riesgo relacionados
con el uso de
sustancias adictivas
entre adolescentes
de localidades
urbanas, por
subgrupo de edad
(el error estándar se
presenta entre
paréntesis)
¿Alguna vez has fumado un
10 A 14 AÑOS
15 A 21 AÑOS
-0.005 (0.008)
-0.040 (0.015)
0.190 (0.798)
-0.127 (0.300)
cigarro aunque no te lo
hayas terminado?
¿Cuántos años tenías cuando
fumaste tu primer cigarro?
¿Cuántos años tenías cuando
empezaste a fumar casi a diario
(frecuentemente)?
-0.077 (0.452)
Durante los últimos 30 días
(un mes), ¿cuántos días fumaste?
2.301 (1.712)
1.484 (1.166)
Durante los últimos 30 días,
¿cuántos cigarros fumaste?
8.784 (4.421)
¿Tomas bebidas alcohólicas,
aunque sea ocasionalmente?
0.001 (0.006)
-0.017 (0.007)
-0.579 (0.420)
-0.550 (0.565)
En promedio, ¿cuántas cervezas,
coolers, copas de vino,
aguardiente, etc., tomas en
una semana normal?
¿Algunas veces el alcohol
te pone violento(s)?
-0.010 (0.046)
Durante los últimos 30 días,
¿hubo alguna ocasión en que
dejaras de cumplir con tus
actividades por haber bebido
alcohol?
0.098 (0.187)
Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre los cambios observados entre 2002 y 2003, en individuos de
hogares incorporados en 2002 e individuos de hogares similares en zonas de comparación (es decir, localidades no incorporadas al
programa). Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo.
CUADRO 20.
Variable
10 A 14 AÑOS
15 A 21 AÑOS
Efecto promedio
atribuible a
Oportunidades en
comportamientos de
riesgo relacionados
con el uso de
sustancias adictivas
entre adolescentes
en localidades
urbanas, por
subgrupo de edad
(el error estándar se
presenta entre
paréntesis)
¿Fumas actualmente?
-0.002 (0.001)
-0.006 (0.008)
-0.016 (0.005)
-0.044 (0.019)
0.447 (0.332)
0.281 (0.224)
----
-0.531 (0.305)
-0.804 (0.422)
-0.788 (0.662)
¿Alguna vez has fumado un
cigarro aunque no te lo
hayas terminado?
¿Cuántos años tenías cuando
fumaste tu primer cigarro?
¿Cuántos años tenías cuando
empezaste a fumar casi
a diario (frecuentemente)?
Durante los últimos 30 días
(un mes), ¿cuántos días fumaste?
Continúa
• 47 •
Resultados
Continuación
Durante los últimos 30 días,
¿cuántos cigarros fumaste?
1.619 (11.193)
4.166 (2.738)
-0.007 (0.004)
-0.005 (0.012)
0.009 (0.006)
-0.147 (0.069)
----
-0.032 (0.020)
----
-0.058 (0.028)
‘¿Tomas bebidas alcohólicas,
aunque sea ocasionalmente?
En promedio, ¿cuántas cervezas,
coolers, copas de vino, aguardiente,
etc., te tomas en una
semana normal?
¿Algunas veces el alcohol
te pone violento(s)?
Durante los últimos 30 días,
¿hubo alguna ocasión en que
dejaras de cumplir con tus
actividades por haber bebido
alcohol?
Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia en el seguimiento entre individuos de hogares incorporados en 2002 e
individuos de hogares similares en zonas de comparación. Se destacan en negritas los resultados que indican un valor
estadísticamente significativo.
Variable
15 A 21 AÑOS
¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual?
(porcentaje que reporta alguna edad)
-0.055 (0.022)
La última vez que tuviste relaciones sexuales, ¿qué
hicieron tú o tu pareja para evitar el embarazo o una
enfermedad? (condón o preservativo)
0.019 (0.042)
¿Cuáles métodos anticonceptivos te ayudan a
evitar el SIDA? (condón o preservativo)
-0.020 (0.021)
¿Se puede embarazar una mujer la primera
vez que tiene relaciones sexuales?
0.007 (0.015)
Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia en el seguimiento entre individuos de hogares incorporados en 2002 e
individuos de hogares similares en zonas de comparación. Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente
significativo.
Finalmente, en el cuadro 21 se muestran los impactos relativos a prácticas sexuales. Al igual que
en el caso rural, no se observa impacto alguno del programa en la mayoría de las variables de resultado
analizadas. La excepción es la proporción de individuos que se declaran sexualmente activos, que es
5% menor entre adolescentes participantes en el programa. Si bien este efecto no se refleja en otros
indicadores, disminuye el porcentaje de adolescentes expuestos a las consecuencias del sexo inseguro.
CUADRO 21.
Efecto promedio
atribuible a
Oportunidades en
comportamientos de
riesgo sexuales entre
adolescentes de
localidades urbanas
(el error estándar se
presenta entre
paréntesis)
Conclusiones
Como los resultados encontrados para ambos medios (rural y urbano) son
similares, las conclusiones se presentan por grupos de comportamientos
analizados y no a través de una separación por entorno.
Para el conjunto de comportamientos de riesgo se esperaba estimar el
resultado combinado de dos efectos contrarios: por un lado, un incremento
en los comportamientos de riesgo ocasionado por el aumento en el ingreso
disponible en los hogares, y por el otro una reducción relacionada principalmente con el componente educativo del programa.
VI.
Conclusiones y
recomendaciones
Uso de sustancias adictivas
Tanto en el medio rural como en el urbano, los resultados muestran que
Oportunidades ha logrado reducir la proporción de adolescentes que fuman
y toman bebidas alcohólicas. Aunque el presente análisis no permite dilucidar el mecanismo por el cual esto ocurre, los datos muestran reducciones
significativas en la proporción de adolescentes que reportan haber fumado
y consumido bebidas alcohólicas.
Adicionalmente, las diferencias de impacto observadas entre los adolescentes urbanos con relación a los rurales, sugieren que el tiempo de exposición incrementa el efecto, lo que es también una buena noticia para el programa.
Si bien se esperaba que el incremento en el ingreso disponible se reflejara
en mayor consumo de tabaco y alcohol, al parecer los efectos positivos del
programa, ya sea por las pláticas o por la permanencia en la escuela, están
contrarrestando efectivamente estos efectos. No obstante, es importante señalar que el porcentaje de
adolescentes que fuman es elevado, llegando en algunos casos a más de 50%. En este sentido, es necesario reforzar las acciones directas del programa dirigidas a desincentivar el consumo de tabaco, las cuales
deben acompañarse de una estrategia de prevención más focalizada por parte del sector salud.
Consumo de alimentos de alta densidad energética y sus consecuencias
En lo que se refiere a este problema emergente, los datos disponibles —sólo para el medio rural— no
son muy alentadores. Aunque se informa una tendencia a menor consumo de alimentos de alta densidad energética como resultado del programa, en términos de medidas objetivas, al parecer Oportunidades ha incrementado la proporción de adolescentes con sobrepeso.
Este resultado sugiere que es importante reforzar los mensajes de salud con relación al mantenimiento
de un peso sano, además de revisar las prioridades en el terreno de la alimentación. El énfasis debe pasar de
la mala nutrición por deficiencias a la mala nutrición por excesos, al menos en el caso de los adolescentes.
Prácticas de sexo riesgosas y sus consecuencias
Tal vez los resultados más preocupantes sean los que se refieren a prácticas sexuales. A pesar de que en
este aspecto hay una hipótesis explícita planteada por el programa en cuanto a reducción de infecciones de transmisión sexual, hay una ausencia total de resultados en esta área.
Los adolescentes en hogares elegibles para Oportunidades —es decir, hogares en pobreza extrema— están iniciando su vida sexual sin protección, lo que se refleja en alta prevalencia de infecciones
de transmisión sexual y muy probablemente en embarazos no deseados y abortos inseguros. En este
sentido, es importante revisar el papel que desempeñan los servicios de salud para facilitar a los
• 50 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
adolescentes el acceso a condones: si la provisión de condones se realiza sólo a través de los servicios de
planificación familiar, en los que no participan adolescentes solteros, se está generando una barrera
importante para su distribución.
Los resultados presentados muestran que los adolescentes están conscientes de que el condón previene el
VIH/SIDA, pero no lo usan y están contrayendo otras ITS. Para este estudio se obtuvo información sobre
VHS-2 en el medio rural; pero otras investigaciones han señalado que la prevalencia de virus del papiloma
humano, responsable de gran porcentaje de los casos de cáncer cervicouterino, podría ser al menos similar.
No obstante, es importante señalar que el tipo de intervención directa que contempla Oportunidades para la prevención de ITS entre adolescentes se limita a una plática. En ese sentido, era previsible
que no se observara un impacto en este rubro.
Recomendaciones
Si bien debe reconocerse el éxito de Oportunidades en lo que se refiere a consumo de tabaco y alcohol,
los resultados en cuanto a mala alimentación y comportamientos sexuales de riesgo son preocupantes.
Como se mencionó antes, en lo relativo a mala alimentación es necesario revisar los contenidos de
salud del programa, además de establecer acuerdos con el sector educativo para que las escuelas realicen intervenciones más específicas dirigidas a mejorar la alimentación de los adolescentes. En particular, es necesario revisar la disponibilidad de alimentos saludables en los planteles educativos, en
comparación con los de alta densidad energética, ya que es muy probable que en dichos centros sea
más fácil conseguir refrescos, papas y pastelillos que alimentos saludables.
Es importante considerar que, de acuerdo con algunos autores, las intervenciones orientadas a
reducir el sobrepeso en la adolescencia no sólo deben plantear la reducción en el consumo de alimentos de alta densidad energética, sino también orientarse al incremento de la actividad física. En este
sentido, el tiempo destinado a realizar ejercicio en las escuelas podría incrementarse, además de añadirse actividades deportivas extraescolares.
En lo que se refiere a comportamientos sexuales, sería recomendable que el programa contemplara
intervenciones educativas con contenidos de sexualidad dirigidos a adolescentes —tanto escolarizados
como no escolarizados— en colaboración con las autoridades educativas y con la participación de los
propios adolescentes y sus comunidades. Estas intervenciones deberán ser duraderas y enfocarse a
modificar comportamientos.
Es urgente buscar esquemas que permitan incidir sobre estos comportamientos, considerando que los
adolescentes son probablemente el grupo más expuesto a contraer infecciones de transmisión sexual. En
particular, es esencial que dichas intervenciones consideren las diferencias observadas por género, y busquen generar condiciones que permitan a las mujeres negociar el uso de condón en las relaciones sexuales.
Por otra parte, es necesario replantear los contenidos referentes a los riesgos de contraer infecciones
de transmisión sexual y sus consecuencias. Este replanteamiento de las estrategias de prevención
trasciende a Oportunidades, ya que —como se señaló anteriormente— la intervención del programa
en esta área se limita a una plática, de modo que no puede esperarse un impacto importante; más aún,
estudios recientes han mostrado que incluso con intervenciones educativas diseñadas de acuerdo con
los estándares, el impacto en comportamientos es reducido o nulo.35
Asimismo, es importante reforzar el componente de salud sexual en los servicios de salud e incentivar
un mayor acceso a condones, los cuales deben ofrecerse fuera de los mecanismos tradicionales de
planificación familiar, incluso con expendedores automáticos en escuelas y unidades de salud.
Si bien la evidencia sugiere que esta situación no es privativa de los adolescentes en hogares elegibles para el programa, los resultados en salud e incluso las inversiones en capital humano de Oportunidades podrían afectarse si no se modifica esta tendencia creciente de las ITS entre adolescentes.
• 51 •
Conclusiones y recomendaciones
Referencias
1. Secretaría de Desarrollo Social. Acuerdo por el que se emiten y publican las Reglas de Operación del Programa
de Desarrollo Humano Oportunidades para el ejercicio fiscal 2003. Diario Oficial de la Federación 2003 mayo 8.
2. Progresa. Acuerdo por el que se publica el esquema y términos de referencia para la evaluación externa, así
como el esquema de operación y otorgamiento de apoyos de educación media superior, del Programa de
Educación, Salud y Alimentación. Diario Oficial de la Federación 2001 junio 11.
3. Gruber J. Introduction. En Gruber J, ed. Risky behavior among youths: an economic analysis. Chicago: The
University of Chicago Press, 2001.
4. World Health Organization. Young People and Sexually Transmitted Diseases. Fact Sheets. Ginebra: 1997.
5. UNAIDS. AIDS epidemic update. Ginebra, diciembre 2001.
6. Engeland A, Bjorge T, Tverdal A, Sogaard AJ. Obesity in adolescence and adulthood and the risk of adult
mortality. Epidemiology 2004;15(1):79-85.
7. Engeland A, Bjorge T, Sogaard AJ, Tverdal A. Body mass index in adolescence in relation to total mortality: 32year follow-up of 227 000 Norwegian boys and girls. Am J Epidemiol 2003;157(6):517-523.
8. Fernandez-Garate IH, Escobedo-de la Pena J, Hernandez-Tamayo D, Tudon-Garces H, Ramirez-Galindo JD,
Benitez-Martinez MG, et al. Tobacco consumption in the population insured by Mexican Institute of Social
Security. Salud Publica Mex 1997;39(2):125-132.
9. Consejo Nacional contra las Adicciones. Encuesta Nacional de Adicciones. Tabaco, alcohol y otras drogas:
resumen ejecutivo. [México]: 2003.
10.Everett SA, Husten CG, Kann L, Warren CW, Sharp D. Smoking initiation and smoking patterns among US
college students. Crossett J Am Coll Health 1999;48(2):55-60.
11.Everett SA, Warren CW, Sharp D, Kann L, Husten CG. Initiation of cigarette smoking and subsequent smoking
behavior among U.S. high school students. Crossett Prev Med 1999;29(5):327-333.
12.Aarons GA, Brown SA, Coe MT, Myers MG, Garland AF, Ezzet-Lofstram R, et al. Adolescent alcohol and drug
abuse and health. J Adolesc Health 1999;24(6):412-421.
13.Hidalgo, Rojas-Guiot E, Fleiz-Bautista C, Medina-Mora Icaza ME, Moron MA, Domenech-Rodriguez M.
Consumo de alcohol y drogas en estudiantes de Pachuca, Hidalgo. Salud Publica Mex 1999;41(4):297-308.
14.Aseltine RH Jr, Gore SL. The variable effects of stress on alcohol use from adolescence to early adulthood. Subst
Use Misuse 2000;35(5):643-668.
15.York JL. Clinical significance of alcohol intake parameters at initiation of drinking. Alcohol 1999;19(1):97-99.
16.Narro-Robles J, Gutierrez-Avila JH. [Ecological correlation between consumption of alcoholic beverages and liver
cirrhosis mortality in Mexico]. Salud Publica Mex 1997;39(3):217-220.
17.Hijar M, Flores M, Lopez MV, Rosozsky H. Alcohol intake and severity of injuries on highways in Mexico: a
comparative analysis. Addiction 1998;93(10):1543-1551.
18.Mcleod R, Stockwell T, Stevens M, Pianta RC. The relationship between alcohol consumption patterns and
injury. Addiction 1999; 94(11):1719-1734.
19.Centro de Investigación y Estudios sobre Juventud. Encuesta Nacional de Juventud 2000: Resultados Generales.
[México]: Instituto Mexicano de la Juventud, 2002.
20.Gutiérrez JP. Segunda generación de vigilancia epidemiológica de comportamientos de riesgo para VIH/SIDA:
validación de instrumentos. resultados de las encuestas con trabajadoras sexuales y con jóvenes (informe).
México: INSP, 2003.
21.Gutiérrez JP, Fernald L, Bertozzi SM, Olaiz G, Gertler P, Conde CJ, et al. Focalización de beneficiarios en zonas
semiurbanas: Análisis de las localidades incorporadas en el proceso 2001 (reporte). México: INSP, 2003.
22.Gayet C, Juárez F, Pedrosa LA, Magis C. Uso del condón entre adolescentes mexicanos para la prevención de
infecciones de transmisión sexual. Salud Publica Mex 2003;45 suppl 5:s632-s640.
23. Walker DM, Torres P, Gutiérrez JP, Flemming K, Bertozzi SM. Emergency contraception use is correlated with
increased condom use among adolescents: Results from Mexico. Journal of Adolescent Health 2004;35(4):329-334
24.Abraham C, Conde-Gonzalez C, Cruz-Valdez A, Sanchez-Zamorano L, Hernáandez-Marquez C, Lazcano-Ponce
E. Sexual and demographic risk factors for Herpes simplex virus type 2 according to schooling level among
Mexican youths. Sexual Transmitted Diseases 2003;30(7):549-555.
25.Herrera-Vazquez M, Wagner FA, Velasco-Mondragón E, Borges G, Lazcano-Ponce E. Inicio en el consumo de
alcohol y tabaco y transición a otras drogas en estudiantes de Morelos, México. Salud Publica Mex
2004;46:132-140.
26.Schuster MA, RM Bell, DE Kanouse. The sexual practices of adolescent virgins: genital sexual activities of high
school students who have never had vaginal intercourse. Am J Public Health 1996;86:1570-1576.
27.Gruber J. Risky behavior among youths: an economic analysis. Cambridge: National Bureau of Economic
Research, 2000 (NBER Working Paper 7781).
28.Furby L, Ochs L, et al. Sexually transmitted disease prevention: Adolescent’s perceptions of possible side effects.
Adolescence 1997;32(128):781-809.
• 52 •
Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas
29.Rosenbaum P, Rubin D. The Central role of the propensity score in observational studies for causal effects.
Biometrica 1983;70(1):41-55.
30.Heckman J, Ichimura H, Smith J, Todd P. Characterizing selection bias using experimental data. Econometrica
1998;66(5):1017-1098.
31.Heckman J, Ichimura H, Todd P. Matching as an econometric evaluation estimator: Evidence from evaluating a
job training programme. Review of Economic Studies 1997;64(4):605-654.
32.Hernández-Avila M, Tellez-Rojo M, Idrovo J, Solano M, Arroyo C. Análisis de comparabilidad de zonas de
intervención y control, estimación de poder estadístico y desarrollo de un modelo de propensión de intervención
para la muestra seleccionada en zonas de no intervención de la Encelurb 2002 (mimeo). 2004.
33.Leuven E, Sianesi B. PSMATCH2: Stata module to perform full Mahalanobis and propensity score matching,
common support graphing, and covariate imbalance testing. 2003. Disponible en: http://ideas.repec.org/c/boc/
bocode/s432001.html. [Versión 1.2.3.]
34.Rolland-Cachera MF, Cole TJ, Sempe M, Tichet J. Rossignol C, Charraud A. Body mass index variations: Centiles
from birth to 87 years. Eur J Clin Nutr 1991;45(1):13-21.
35.Walker M, Torres MP, Gutierrez JP, Bertozzi SM. Another blow to school-based prevention curricula: Interactive
intervention fails to reduce risk behavior. The XV International AIDS Conference, 2004. MedGenMed
2004;6(3):abstract TuOrC1155.
Descargar