Instituto Nacional de Salud Pública Evaluación externa de impacto del Programa Oportunidades 2004 Documento de evaluación Impacto de Oportunidades en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas. Resultados de corto plazo en zonas urbanas y de mediano plazo en zonas rurales Autores Juan Pablo Gutiérrez,* Paul Gertler,** Mauricio Hernández,* Stefano Bertozzi,* * Instituto Nacional de Salud Pública. ** Universidad de California, Berkeley. Nota: los puntos de vista expresados por los autores de este documento no reflejan la postura institucional del Instituto Nacional de Salud Pública. Agradecemos la colaboración del grupo evaluador de Oportunidades para la recolección de información y definición de estrategias de análisis. Evaluación e xterna de impacto del Programa Oportunidades 2004 Documento de evaluación Impacto de Oportunidades en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas. Resultados de corto plazo en zonas urbanas y de mediano plazo en zonas rurales Primera Edición, 2005 D.R. © Instituto Nacional de Salud Pública Av. Universidad 655 Sta. Ma. Ahuacatitlán 62508 Cuernavaca, Morelos, México Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico Citación sugerida: Gutiérrez JP, Gertler P, Hernández M, Bertozzi S. Impacto de Oportunidades en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas. Resultados de corto plazo en zonas urbanas y de mediano plazo en zonas rurales. Evaluación externa de impacto del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades. Cuernavaca: Instituto Nacional de Salud Pública, 2005. Evaluación externa de impacto 2004 Impacto de Oportunidades en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas. Resultados de corto plazo en zonas urbanas y de mediano plazo en zonas rurales ▼ ▲ Programa de Desarrollo Humano Oportunidades • Documento de evaluación Contenido Presentación 7 Resumen ejecutivo 9 Introducción 9 Estimación de impacto 9 Resultados principales 10 Conclusiones y recomendaciones 11 I. Introducción 13 II. Antecedentes 15 Efecto de la situación socioeconómica 17 III. Evaluación de mediano plazo en el medio rural y de corto plazo en el medio urbano 21 IV. Metodología 23 Grupos de comparación y edades 24 Datos utilizados 25 V. Resultados principales 29 Análisis rural 29 Análisis urbano 38 VI. Conclusiones y recomendaciones 49 Conclusiones 49 Uso de sustancias adictivas 49 Consumo de alimentos de alta densidad energética y sus consecuencias 49 Prácticas de sexo riesgosas y sus consecuencias 49 Recomendaciones 50 Referencias 51 Presentación E l Programa de Desarrollo Humano Oportunidades es una iniciativa del Ejecutivo Federal que tiene como objetivo contribuir a que las familias en situación de extrema pobreza salgan de esa condición. Para ello, ha dirigido sus acciones a impulsar y fortalecer el desarrollo de las capacidades individuales y colectivas de la población beneficiada, al igual que favorecer la vinculación de ésta con nuevos programas de desarrollo que propicien la mejoría de sus condiciones socioeconómicas y de calidad de vida. Mediante transferencias de ingreso y la inversión en salud, nutrición y educación, el programa busca, como fin último, romper el círculo intergeneracional de la pobreza. Oportunidades representa una de las iniciativas más importantes, si no es que la principal, que se haya puesto en marcha en México para el combate a la pobreza, con un presupuesto, en 2004, de más de 25 000 millones de pesos y una cobertura de 5 millones de familias, las que a su vez representan alrededor de 25 millones de beneficiarios. Desde su inicio, el programa consideró la necesidad de contar con un componente de evaluación que permitiera, por un lado, mejorar la implementación de sus estrategias y acciones y, por otro, documentar los efectos que produce en la población beneficiaria. Actualmente y de acuerdo con lo que establecen el Presupuesto de Egresos de la Federación y las Reglas de Operación del propio programa, Oportunidades debe ser evaluado por instituciones externas; por tal motivo éste ha resuelto encomendar al Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y al Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) la coordinación de la evaluación de impacto* de sus diversos componentes, la cual involucra el desarrollo de estudios basados, tanto en metodologías cuantitativas (y que fueron coordinadas por el INSP), como en abordajes cualitativos (coordinados en su mayoría por el CIESAS). Por parte del INSP han tenido un trabajo importante en dicha evaluación Bernardo Hernández, Lynnette Neufeld, Juan Rivera, Stefano Bertozzi, Gustavo Oláiz, Juan Pablo Gutiérrez, Fernando Meneses, José Urquieta, Carlos Oropeza y Manuel Castro, con sus respectivos equipos de trabajo; y por parte del CIESAS, Agustín Escobar y Mercedes González de la Rocha, junto con su equipo de investigación. A su vez ambas instituciones han trabajado en la evaluación apoyándose en grupos asesores, constituidos por expertos en diferentes áreas, con reconocimiento nacional e internacional, como: Susan Parker y Luis Rubalcava ,ambos del Centro de Investigación y Docencia Económicos (CIDE); Graciela Teruel, de la Universidad Iberoamericana; Fernando Cortés, de El Colegio de México; Enrique Valencia, de la Universidad de Guadalajara; Catalina Denman, de El Colegio de Sonora; * En el contexto de esta evaluación, el término “impacto” se utiliza como sinónimo de efecto, para guardar consistencia con la anotación empleada por Oportunidades en sus Reglas de Operación. Paul Gertler, de la Universidad de California, en Berkeley; Petra Todd y Jere Behrman, de la Universidad de Pennsylvania; Orazio Attanasio, del University College de Londres, y Bryan Roberts, de la Universidad de Austin. Asimismo, es importante reconocer el apoyo de Oportunidades para la conducción de las actividades de evaluación en sus distintas etapas, en especial el de Concepción Steta, Mónica Orozco e Iliana Yaschine, así como el de sus equipos de trabajo. La colaboración de los distintos sectores involucrados en la operación de Oportunidades, especialmente de la Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano del Seguro Social y la Secretaría de Educación Pública, ha sido fundamental en la conducción de la presente evaluación; esta última también se ha visto beneficiada de la interacción con el grupo de trabajo de Carola Alvarez, del Banco Interamericano de Desarrollo. El presente documento forma parte de una serie de trabajos que conforman la evaluación de los efectos de Oportunidades en el mediano plazo para zonas rurales y en el corto plazo para zonas urbanas. En ellos se describen los diferentes impactos del programa en las áreas de interés principal: salud, educación, alimentación, vulnerabilidad y bienestar, entre otros temas Los documentos relacionados con el impacto del programa utilizan como insumo información derivada del trabajo cualitativo (muy especialmente de numerosos estudios de caso hechos entre hogares de comunidades seleccionadas, para representar la diversidad nacional), así como de distintas encuestas panel, diseñadas específicamente para la evaluación del programa. Tales encuestas se aplicaron tanto en áreas rurales como en zonas urbanas, y se sustentaron en diseños metodológicos cuasiexperimentales y experimentales; asimismo, contaron con la participación de mas de 50 000 familias, a las cuales damos nuestro más sincero agradecimiento por habernos permitido visitar sus hogares y por haber respondido de manera desinteresada nuestros cuestionarios. Las bases de datos generadas como parte de esta tarea constituyen, sin duda, una rica fuente de información que hará posible mantener el ejercicio de evaluación. Considerada como un proceso continuo, como una práctica sistemática, la evaluación de impacto permitirá entender cada vez con mayor profundidad los factores multidimensionales que intervienen en la pobreza de numerosas familias mexicanas, así como identificar las acciones que, de manera más efectiva, contribuyen a remontar esa situación. Los investigadores participantes expresan que los resultados plasmados en este documento son producto de su trabajo profesional y académico, y que no reflejan una postura institucional. Este documento proporciona información relevante sobre la operación o el impacto de Oportunidades hasta el presente. Los resultados encontrados son alentadores. No obstante, dado que se refieren a evaluaciones de corto y mediano plazo, en el futuro será necesario continuar con las actividades de investigación, para determinar si Oportunidades logra su cometido de romper el ciclo intergeneracional de la pobreza. Sin duda, la importancia de este programa en el contexto de la lucha que se da en México para superar la pobreza, permitirá contar con el fundamental apoyo de diversos sectores, de tal manera que sea posible continuar con esta importante tarea. Dr. Mauricio Hernández Avila Director General del INSP Dr. Agustín Escobar Latapí Investigador CIESAS Introducción El diseño operativo del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades combina transferencias monetarias a los hogares con incentivos para la inversión en capital humano. Las corresponsabilidades (acciones que deben llevar a cabo los beneficiarios a fin de permanecer dentro del programa) se traducen tanto en mayor utilización de servicios de salud —en particular preventivos— como en permanencia escolar de niños y adolescentes, con el objeto de romper la transmisión intergeneracional de pobreza. En este sentido, la meta final de Oportunidades es de largo plazo (generacional), y sus avances pueden medirse en el corto y mediano plazo a través de las mejorías registradas en las condiciones de vida de los hogares que participan en el programa y sus integrantes. Es decir, para alcanzar la meta final es necesario que en el corto y mediano plazo se observe un mejor estado de salud y nutrición, así como de permanencia y aprovechamiento escolar de los individuos beneficiados. En el presente documento se analiza el impacto del programa a corto plazo en localidades urbanas y a mediano plazo en localidades rurales, sobre los comportamientos de riesgo en adolescentes y algunas de sus consecuencias sobre la salud. A lo largo del documento se utiliza una definición ampliada del término “adolescente”, que abarca a personas de 10 a 21 años de edad. Resumen Ejecutivo Estimación de impacto Existen diversas metodologías para evaluar el impacto de un programa, y cada una tiene ventajas y desventajas. En general, la pregunta que se quiere responder a través de una evaluación de impacto es qué hubiera ocurrido si no se hubiera implementado el programa. Para contestar esta interrogante se requiere comparar lo que ocurre con la intervención contra lo que sucede sin ella. La evaluación del impacto de Oportunidades en los comportamientos de riesgo de adolescentes utiliza información de dos grupos en los entornos analizados (urbano y rural): adolescentes en hogares que participan en el programa y adolescentes en hogares elegibles pero que aún no participaban en el programa en el momento de la encuesta, los cuales funcionan para este análisis como grupo de comparación. Con esta información, y mediante el empleo de una metodología conocida como pareamiento por puntaje de propensión, se estimó el efecto atribuible al programa comparando las diferencias en los comportamientos de riesgo de adolescentes que participan en Oportunidades y adolescentes similares en el grupo de comparación. Para realizar este trabajo se utilizó información de cuatro encuestas: las de Características Socioeconómicas de los Hogares 1997 y de Evaluación de los Hogares 2003 para el análisis de las familias en localidades rurales, y las de Evaluación de Hogares Urbanos (Encelurb) de 2002 y 2003 para el análisis de las familias en localidades urbanas. Para evaluar el impacto de Oportunidades en los comportamientos de riesgo, se analizó información sobre el consumo de sustancias adictivas, consumo de alimentos de alta densidad energética y sus consecuencias, y comportamientos sexuales de riesgo y sus consecuencias. En el caso rural, la comparación incluyó tres grupos: el primero, de adolescentes en hogares que participan en el programa en localidades incorporadas al mismo en 1998; el segundo, de adolescentes en hogares participantes ubicados en localidades incorporadas en 2000, y el tercero, de adolescentes en hogares elegibles en localidades donde Oportunidades no se había ofertado todavía en 2003. Como no hay información disponible en las rondas anteriores de evaluación para las variables de comportamientos de riesgo, en este análisis se comparan los resultados de los adolescentes en los tres tipos de localidades en 2003; es decir, se trata de una comparación transversal con base en los datos de la Encuesta de Evaluación de los Hogares 2003. • 10 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas De esta forma, el análisis se efectúa a través de tres comparaciones: en la primera, se estima el impacto del programa en localidades incorporadas en 1998 (tras cinco años y medio de operación) comparando los resultados en las variables de interés de adolescentes con los de adolescentes en localidades 2003; en la segunda, se estima el impacto del programa en localidades incorporadas en 2000 (después de tres años y medio de operación) comparando los resultados de adolescentes en localidades 2000 con los de adolescentes en localidades 2003, y finalmente, se estima el impacto diferencial entre los grupos 1998 y 2000 para analizar el efecto adicional por dos años de tratamiento, mediante la comparación de los resultados en 2003 de adolescentes en localidades 1998 con los de localidades 2000. Para el análisis en el medio urbano, se compararon adolescentes en hogares participantes incorporados a Oportunidades en 2002 con adolescentes en hogares elegibles ubicados en localidades donde aún no se había ofertado el programa en el corto plazo (es decir, tras un año de operar en las localidades de intervención). Resultados principales Consumo de sustancias adictivas Hay dos tipos de efectos esperados con relación al consumo de sustancias adictivas: por un lado, al relajarse la restricción presupuestaria de los hogares, se esperaría un incremento en el consumo de tabaco y alcohol; en sentido opuesto, el efecto de las pláticas de salud y la posibilidad de permanecer en la escuela deberían prevenir el consumo de esas sustancias. Tanto en el medio urbano como en el rural, los datos muestran que la proporción de adolescentes participantes en el programa que han fumado y toman bebidas alcohólicas es menor que en el grupo de comparación. En el medio rural, la reducción de los que han fumado alguna vez es significativamente mayor en el grupo 1998 que en el grupo 2000. Con relación al consumo de alcohol, no hay diferencias entre los dos grupos de intervención (1998 y 2000). Cuando se promedia el impacto en localidades 1998 y 2000, el análisis permite atribuir al programa una reducción de 14% en adolescentes que han fumado y de 12% en los que toman bebidas alcohólicas. En el medio urbano, estos porcentajes son considerablemente menores: una disminución de 4% en cuanto a adolescentes que han fumado y 2% respecto a los que toman (figura 1). Esto podría sugerir que entre más tiempo pasen los individuos en el programa mayor será el efecto. Sin embargo, también podría tratarse de una diferencia relacionada con el entorno: mayor exposición a los medios masivos y otros factores que incentivan el consumo de alcohol y tabaco. Mala alimentación y sus consecuencias Al igual que en el caso anterior, se esperaría que al incrementarse el ingreso disponible, el acceso a los alimentos de alta densidad energética fuera mayor, y que esto se reflejara en problemas de sobrepeso; en el sentido opuesto, deberían funcionar igualmente como mecanismos preventivos tanto las pláticas de salud como la permanencia en la escuela. En este rubro sólo se cuenta con información del medio rural, y los datos muestran una reducción en el consumo de alimentos de alta densidad energética (papitas, pastelitos y refrescos). En el grupo de adolescentes de localidades incorporadas en 1998, el consumo semanal de refrescos fue menor en media unidad con relación al grupo de comparación (en promedio se reportó un consumo de alrededor de tres unidades). Para el grupo de adolescentes en localidades incorporadas en 2000, el gasto en papitas y pastelillos fue menor en poco más de un peso (que representa una disminución de alrededor de 20%) con relación al grupo de comparación. No obstante, también se observó un incremento de alrededor de 1.5% de adolescentes con problemas de sobrepeso, tanto en las localidades 1998 como en las 2000. Comportamientos sexuales de riesgo y sus consecuencias En este caso, el mayor ingreso disponible podría reflejarse en mayor acceso a sexo comercial, que implica mayor riesgo; pero también a condones, que son un mecanismo de prevención. También podría esperarse que • 11 • Resumen Ejecutivo Rural Urbano 0% FIGURA 1. Efecto atribuible a Oportunidades en el consumo de tabaco y alcohol en adolescentes de 15 a 21 años, por medio rural o urbano -2% -4% -6% -8% -10% -12% -14% Ha fumado Toma Nota: el impacto estimado para localidades rurales corresponde al promedio del impacto para localidades incorporadas a Oportunidades en 1998 y en 2000. las pláticas y la permanencia en la escuela retrasen el inicio de la vida sexual y promuevan el uso de condón entre adolescentes que ya tienen relaciones sexuales. Sin embargo, no se encontraron diferencias asociadas con la participación en el programa, ni en zonas urbanas ni en rurales, para casi todas las variables analizadas. Por otra parte, los datos descriptivos muestran que el uso de condón no es mayor de 50%, y que al menos en adolescentes del medio rural hay una alta prevalencia de infecciones de transmisión sexual (figuras 2 y 3). Conclusiones y recomendaciones Con relación al conjunto de comportamientos de riesgo, se esperaba estimar el resultado de dos efectos potenciales opuestos: por un lado, el incremento en la proporción de adolescentes que participan en este tipo de comportamientos como resultado del incremento en el ingreso disponible en los hogares, y por el otro una reducción en los mismos relacionada principalmente con el componente educativo del programa. Si bien debe reconocerse el éxito del programa en lo que se refiere a consumo de tabaco y alcohol, los resultados en cuanto a mala alimentación y comportamientos sexuales de riesgo son preocupantes. En el primer caso parece haberse reducido el consumo de alimentos de alta densidad energética, pero esto no se ha reflejado en una reducción del porcentaje de adolescentes que presentan sobrepreso; más aún, dicha proporción se ha incrementado. En lo que se refiere a mala alimentación, es importante revisar, en coordinación con el sector educativo, los mensajes que se transmiten a los adolescentes y recomendar que se realicen intervenciones dirigidas específicamente a mejorar su alimentación. En particular, sería conveniente que se investigue la disponibilidad de alimentos saludables en las escuelas en comparación con los de alta densidad energética. Adicionalmente, es importante considerar que más allá de la reducción en el consumo de alimentos de alta densidad energética, es fundamental promover el incremento de la actividad física. En lo que se refiere a comportamientos sexuales de riesgo, es importante señalar que el tipo de intervención directa del programa para prevenirlos se limita a una plática, de modo que su falta de • 12 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas FIGURA 2. Proporción de adolescentes que usaron condón en la relación sexual más reciente, por edad, sexo y medio rural o urbano 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 59% 51% 47% 47% 30% 20% 14% 10% 17% 13% 12% 0% Hombres Mujeres Hombres Urbano Mujeres Rural 15 a 18 años 19 a 21 años Nota: los porcentajes se calcularon con la suma ponderada por grupo de edad, sexo y medio. FIGURA 3. Seroprevalencia de herpes simple tipo 2 entre adolescentes rurales sexualmente activos, por edad y sexo 25% 20% 21% 18% 15% 10% 12% 12% 5% 0% Hombres 15 a 18 años Mujeres 19 a 21 años Nota: los porcentajes se calcularon con la suma ponderada por grupo de edad, sexo y medio. impacto era previsible. Sin embargo, la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS) entre adolescentes es parte de los objetivos del programa, y sería recomendable que en colaboración con las autoridades educativas se contemplaran intervenciones con contenidos de sexualidad dirigidos a los adolescentes, mismos que deben plantearse con la participación de la comunidad. En particular, como la sexualidad de los adolescentes es un tema sensible, es importante acordar con los padres de familia las intervenciones que pueden realizarse (p. ej., colocar dispensadores de condones en las escuelas), así como informarles acerca de los contenidos que se incluirán en el currículo escolar para incrementar los conocimientos sobre infecciones de transmisión sexual (ITS), sus consecuencias y formas de prevención. Asimismo, es esencial que dichas intervenciones consideren las diferencias de género observadas y procuren generar condiciones que permitan a las mujeres negociar el uso del condón en las relaciones sexuales. Por ello es recomendable que se revisen tanto las estrategias educativas como la oferta de servicios de salud sexual para los adolescentes, que son prácticamente inexistentes. En este sentido, pueden buscarse estrategias alternativas para hacer más asequibles los condones, incluso con máquinas expendedoras en escuelas y clínicas. • 13 • Resumen Ejecutivo E l Programa de Desarrollo Humano Oportunidades —principal estrate gia de combate a la pobreza del gobierno mexicano— se ha consolidado como modelo en la región latinoamericana (e incluso en otras regiones), tanto por los resultados obtenidos en diversas evaluaciones como por su importante crecimiento. Puede considerarse incluso que estos dos factores están relacionados, ya que la evaluación ha sido importante para impulsar el crecimiento del programa. En siete años de existencia, el presupuesto de Oportunidades se ha incrementado más de 12 veces: en 1997 se destinaron 1 800 millones de pesos a su operación, mientras que en 2004 el presupuesto asignado al programa fue de 25 mil millones de pesos para lograr una cobertura de cinco millones de familias (25 millones de mexicanos).a Esto implica que actualmente el programa cubre a casi la cuarta parte de la población mexicana con un presupuesto que representa el 0.4% del PIB de 2003. Desde un primer momento, Oportunidades incluyó en su estructura un importante componente de evaluación (contemplado en sus reglas de operación) que establece la obligación de efectuar cada año una evaluación externa para medir y analizar los efectos del programa sobre la población beneficiaria.1 De acuerdo con los Términos de Referencia para la Evaluación Externa publicados en 2001, la evaluación de impacto debe tener un diseño robusto que cuente con un grupo de comparación y con información de los hogares comprendidos en la evaluación en diferentes momentos a través del tiempo (lo que incluye datos anteriores a la incorporación de los hogares que en la muestra funcionan como grupo de tratamiento).2 Este diseño ha permitido evaluar de manera rigurosa el impacto de Oportunidades. El diseño de operación del programa combina transferencias monetarias a los hogares con incentivos para la inversión en capital humano. Las corresponsabilidades del programa se traducen tanto en mayor utilización de servicios de salud —en particular preventivos— como en la permanencia de niños y adolescentes en la escuela, con el objeto de romper la transmisión intergeneracional de la pobreza. En este sentido, la meta final de Oportunidades es de largo plazo (generacional), y sus avances pueden medirse en el corto y mediano plazo a través de las mejorías registradas en las condiciones de vida de los hogares que participan en el programa y de sus integrantes. Es decir, para alcanzar la meta final es necesario que en el corto y mediano plazo se observe un mejor estado de salud, nutrición, y permanencia y aprovechamiento escolar de los individuos beneficiados. En el presente documento se analiza el impacto del programa a corto plazo en localidades urbanas y a mediano plazo en localidades rurales, sobre los comportamientos de riesgo en adolescentes y algunas de sus consecuencias en salud. En la siguiente sección se hace una revisión de los comportamientos de riesgo en la adolescencia y sus implicaciones en términos de salud y bienestar. Posteriormente se revisan las hipótesis de trabajo, para luego describir la metodología utilizada. En la sección V se analizan los principales resultados, y por último se presentan algunas conclusiones y recomendaciones para el mejor funcionamiento del programa. a I. Introducción Progresa inició sus operaciones en 1997 beneficiando a 300 mil familias de 10 769 comunidades rurales. En 1998 la cobertura se incrementó a casi dos millones de familias. En 2001 se cubrían 67 737 localidades de 2 317 municipios y más de 3.2 millones de familias, mientras que en 2003 el programa operaba ya en más de 70 mil localidades con una cobertura de 4.24 millones de familias. L os adolescentes, definidos en forma amplia como el grupo de población de 10 a 21 años de edad, constituyen aproximadamente 25% de la población de México. Los problemas de salud de este grupo —como los de otros grupos de edad—, presentan características particulares que requieren un enfoque específico. Los principales daños a la salud en la adolescencia son consecuencia de la participación en comportamientos que involucran un riesgo para la salud, como adicciones, sexo no protegido, participación y/o exposición a entornos violentos y consumo de alimentos de alta concentración de energía. De esta forma, el eje central para el mantenimiento de la salud en adolescentes pasa por el estudio de los factores que predisponen o previenen su participación en este tipo de comportamientos, en particular aquellos en los que es posible intervenir. El reconocimiento del papel que juegan los comportamientos de riesgo de los adolescentes en la determinación de su estado de salud actual y futura, ha propiciado que en años recientes la agenda de salud de este grupo de edad haya recibido más atención de los tomadores de decisiones, tanto a nivel nacional como internacional, y de organismos no gubernamentales. Por su peso poblacional y su papel como relevo generacional, la salud de los adolescentes es clave para el desarrollo de las naciones. Si bien se trata de una población en general sana —ya que ha superado el periodo crítico de los daños por infecciones tradicionales que ocurren en la infancia y aún no presenta los daños por enfermedades crónicas que comienzan a ocurrir en la etapa adulta—, la adopción de comportamientos de riesgo para la salud es fundamental en esta etapa de la vida. Una vez que se han iniciado durante la adolescencia, muchos de esos riesgos (por ejemplo, el consumo de tabaco) permanecen en la vida adulta, con sus conocidas secuelas para la salud.3 Por ejemplo, en lo que se refiere a sexo inseguro, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que anualmente uno de cada 20 adolescentes en el mundo contrae una enfermedad de transmisión sexual curable (sin considerar las virales).4 El Programa de las Naciones Unidas para el SIDA (ONUSIDA) estima que más de la mitad de los nuevos contagios de VIH ocurren entre los 15 y 24 años de edad, y existe una tendencia a la disminución de la edad promedio de contagio.5 Uno de los problemas de salud emergentes entre adolescentes es el sobrepeso, producto de la mala alimentación con elevado consumo de alimentos de alta concentración de energía. La obesidad en la adolescencia se ha asociado con obesidad en la etapa adulta, que resulta en aumento de la mortalidad.6,7 Otro tipo de comportamiento de riesgo, que se desarrolla de manera importante durante la adolescencia, es el consumo de sustancias adictivas, en particular tabaco, alcohol y otras drogas. A diferencia de las tendencias en países desarrollados, en México el tabaquismo entre adolescentes sigue en aumento y se encuentra positivamente correlacionado con el nivel socioeconómico.8 Datos de la Encuesta Nacional de Adicciones 2002 (ENA 2002) señalan que 10% de los adolescentes urbanos (definidos para esta encuesta como individuos de 12 a 17 años) fuman, con una proporción tres hombres por cada mujer, mientras que en el medio rural fuma 6% del mismo grupo de edad (en este caso la razón hombre-mujer es de 11:1). Por otra parte, si se considera a la población total de fumadores, los resultados de la encuesta muestran que más de 50% reportó haber comenzado a fumar antes de los 18 años.9 La literatura sugiere que retrasar la edad de inicio de consumo de tabaco más allá de la adolescencia reduce significativamente la posibilidad de adicción.10,11 En lo que se refiere al consumo de alcohol, datos de la ENA 2002 indican que en el grupo de 12 a 17 años, 14% de los adolescentes rurales y 30% de los urbanos reportaron consumir alcohol, si bien II. Antecedentes • 16 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas sólo 2% del total informó condiciones que indicarían dependencia. Adicionalmente, la tendencia entre 1998 y 2002 fue hacia un mayor consumo, tanto en la proporción de bebedores como en la cantidad consumida.9 El consumo de alcohol en la adolescencia se ha asociado con diversos efectos negativos en el estado de salud general,12 en la asistencia y aprovechamiento escolar y en la productividad y participación en la fuerza laboral.13 ,14 El hábito de consumir alcohol desarrollado en la adolescencia tiene una fuerte influencia en los patrones de consumo en la etapa adulta, y en las consecuencias de su abuso sobre la salud.15 El consumo de alcohol es, por otra parte, causa importante de accidentes, violencia y sexo no protegido.16 ,17 ,18 La ENA 2002 reportó que la droga ilegal de mayor consumo entre los adolescentes mexicanos es la marihuana, seguida de los inhalantes (1.22% y 0.25%, respectivamente). De acuerdo con la misma fuente, se estima que dos de cada 100 adolescentes hombres han usado drogas, proporción que es mayor en zonas urbanas en comparación con las rurales. Por otra parte, aunque la edad media de inicio de uso de marihuana e inhalantes es de 18 años para la población general, es importante notar que, en el caso de los adolescentes que las consumen, es de 14 años.9 De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de la Juventud 2000, 80% de los adolescentes dicen saber cómo prevenir una infección de transmisión sexual; sin embargo, cuando intentan verbalizar el método apropiado para la prevención, sólo la mitad menciona el condón. Aun considerando que en estos datos no se reportan diferencias por actividad sexual, se trata de un grupo en que alrededor de dos terceras partes de los individuos ya habían iniciado su vida sexual a los 19 años, además de que sólo la mitad informó usar condón como método anticonceptivo.19 De acuerdo con los resultados de una encuesta de vigilancia de comportamientos sexuales de riesgo para contraer ITS realizada entre adolescentes de tres estados de la República, 23% del grupo de 15 a 19 años informó haber iniciado ya su vida sexual. En este grupo, el uso de condón con la última pareja no regular (en general se ha observado que el uso de condón con parejas regulares es menor que con parejas no regulares) fue de 50%, en tanto que el uso informado de condón en la primera relación fue de 40%.20 Por otra parte, datos de la encuesta realizada en 2001 en 204 localidades semiurbanas de 28 estados del país que serían incorporadas a Oportunidades, revelaron que sólo 20% de los adolescentes sexualmente activos de 15 a 21 años de edad incluidos en la muestra informaron haber usado condón en su última relación sexual.21 Un análisis de los datos de la Encuesta Nacional de Salud 2000 reveló que 42% de los hombres y 26% de las mujeres adolescentes de 15 a 19 años de edad reportaron que eran sexualmente activos. De ellos, únicamente 47% de los hombres y 15% de las mujeres utilizaron condón en su primera relación sexual.22 Otro estudio realizado entre estudiantes de primer año de preparatoria en Morelos encontró que sólo la mitad del 16% que reportó haber tenido actividad sexual utilizó condón en la relación sexual más reciente, en tanto que la proporción de los que usaron condón en la primera relación fue de alrededor de 40%.23 Como se ha descrito, el sexo no protegido tiene una alta prevalencia entre los adolescentes mexicanos, con dos consecuencias principales: por un lado, las infecciones de transmisión sexual; por el otro, embarazos entre adolescentes. En México, las cifras con relación a infecciones de transmisión sexual en la adolescencia son escasas y por lo general limitadas a una región o entidad federativa; por ello se sabe poco sobre la prevalencia de este tipo de infecciones en este grupo de edad. De los estudios publicados, uno realizado en Morelos encontró seroprevalencia específica de 5.7% para el virus del herpes tipo 2 (VHS-2), de transmisión sexual, en adolescentes escolarizados de 11 a 24 años, con una razón mujer-hombre de 2:1 y un valor más alto entre alumnos de secundaria.24 Por su parte, los embarazos adolescentes se asocian con mayor mortalidad materna, además de que representan una causa importante de abortos inseguros en México. • 17 • Antecedentes Finalmente, se ha sugerido que los comportamientos de riego se presentan en conjunto; es decir, que la probabilidad de que ocurra un comportamiento de riesgo es mayor si ya se ha presentado otro.25 En este sentido, sería necesario prevenir el conjunto de los comportamientos de riesgo, aun cuando se trate de prácticas aparentemente inconexas.26 Efecto de la situación socioeconómica La teoría económica ha incorporado una serie de planteamientos provenientes de otras áreas del conocimiento al estudio de situaciones en que las decisiones parecen irracionales; es decir, cuando se hacen elecciones que aparentemente no convienen al individuo en términos de bienestar o salud. De esta forma, es posible estudiar circunstancias en las que se incluyen diferencias en cuanto a preferencias temporales, tanto en el sentido de lo que se ha denominado miopía temporal (incapacidad para estimar los costos y beneficios futuros), como para proyectar las preferencias a futuro. Otro aspecto importante en el estudio de comportamientos de riesgo es la noción de que existe un umbral para la participación en prácticas de riesgo, y una vez superado éste podría reducirse el costo de repetirlas. En otras palabras, cierto tipo de riesgos —como exponerse a contraer una infección de transmisión sexual— pueden ser menos costosos una vez que el individuo se ha expuesto por primera vez, por lo que aumenta la probabilidad de una nueva exposición.27 Es decir, como el sujeto ya se expuso una vez y es probable que se haya infectado, las consecuencias de otra exposición pueden percibirse como menores. La existencia de costos y beneficios no directamente monetarios (aunque potencialmente cuantificables) en relación con los comportamientos de riesgo, permite que intervenga una serie de factores que afectan la capacidad del individuo para tomar decisiones que, desde el exterior, parecen óptimas para maximizar su bienestar a lo largo de la vida. Si los beneficios y costos de una acción no son evidentes, la falta de información juega un papel fundamental en las decisiones. Una decisión racional (es decir, que representa la mejor elección percibida) puede implicar un riesgo muy alto si está basada en información inadecuada. A esto deben añadirse las preferencias temporales, que en el caso de los adolescentes tienden a favorecer el corto plazo en comparación con el futuro. Por ello el costo percibido de una enfermedad que se desarrolla en el largo plazo es menos importante para un adolescente que para un adulto. Este problema (miopía temporal) se ha estudiado ampliamente en adolescentes. Por otra parte, los beneficios percibidos pueden ser magnificados por la influencia de los pares o los medios masivos. El peso de las opiniones de los pares es considerablemente mayor entre adolescentes que en otros grupos. De hecho, ciertas reacciones de las potenciales parejas o de los pares pueden considerarse como beneficios de asumir actitudes riesgosas tales como no usar condón.28 La falta de un marco adecuado para estimar la magnitud de los costos y beneficios tiene implicaciones importantes para la adopción de prácticas de riesgo. Es claro que existen otros factores que se relacionan con las prácticas de riesgo en la adolescencia, como la necesidad de diferenciarse o retar lo establecido; sin embargo, esta situación puede acarrear graves consecuencias si, además de la proclividad al riesgo, la información sobre los costos y beneficios en juego es imprecisa. Si bien existe una importante cantidad de estudios sobre la adopción de prácticas de riesgo en la adolescencia, se ha hecho poco para entender el peso específico de las características socioeconómicas que intervienen en su adopción. Como no existe evidencia clara de qué efecto neto debe esperarse de una mejoría en el nivel socioeconómico de los hogares sobre este tipo de comportamientos, es importante analizar dichos efectos. En general, se presupone que el incremento del ingreso disponible en los hogares podría reflejarse sobre los comportamientos en dos formas opuestas: por un lado, al mejorar las condiciones de vida de • 18 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas los hogares, potencialmente se incrementaría el acceso a los conocimientos y recursos que ayudan a prevenir estos comportamientos (en el caso de Oportunidades, esto se refuerza además con los incentivos para mantenerse en la escuela); en un sentido opuesto, al relajarse la restricción presupuestaria en el hogar, podría incrementarse el acceso a bienes relacionados con comportamientos de riesgo (sexo comercial, drogas, alcohol, etcétera). Para desarrollar políticas apropiadas y conocer el efecto potencial de Oportunidades sobre los comportamientos de riesgo y los posibles mecanismos atenuantes, es necesario comprender cómo incide un programa de combate a la pobreza sobre dichos comportamientos. Oportunidades y los adolescentes Si bien Oportunidades busca mejorar el bienestar de todos los integrantes de los hogares participantes, algunas de sus acciones específicas se han enfocado a grupos particulares. En este apartado se revisan los objetivos y acciones específicas del programa con relación a los adolescentes. Entre los objetivos se encuentran: Integrar las acciones de educación, salud y alimentación para que el aprovechamiento escolar no se vea afectado por enfermedades o desnutrición, ni por la necesidad de realizar labores que dificulten la asistencia a la escuela de niños y jóvenes. Contribuir a que los niños y jóvenes completen la educación básica y media superior mediante becas escolares crecientes y tengan la posibilidad de continuar hacia estudios superiores. Las principales acciones concretas del programa para este grupo de edad son: Componente educativo. Consta de becas educativas para educación básica y media superior destinadas a alumnos menores de 18 años inscritos en los grados escolares tercero de primaria a tercero de secundaria. Esta acción se incluyó desde el inicio del programa y en 2001 las becas se extendieron a la educación media superior (incluyendo en este nivel educativo a individuos de 14 a 21 años). Adicionalmente se brinda apoyo para útiles escolares, y en 2002 se agregó la acción ”Plataforma Jóvenes con Oportunidades”, un apoyo diferido que genera una bolsa de dinero para los adolescentes; éstos pueden recibirla si concluyen la educación media superior antes de cumplir 22 años de edad. Componente salud. Consta de un paquete básico de servicios de salud y fomento del autocuidado a la salud. Las sesiones educativas a través de las cuales se busca promover este último aspecto estaban dirigidas originalmente a las beneficiarias titulares, pero a partir de 2001 se incluyó a los becarios de educación media superior. El componente de salud considera dos revisiones al año para individuos de 10 a 19 años, que deben incluir educación para la salud y salud mental; orientación sexual y planificación familiar; prevención de infecciones de transmisión sexual y VIH/SIDA, y detección temprana de enfermedades. Las acciones de Oportunidades dirigidas a adolescentes se pueden enmarcar, de acuerdo con lo señalado, en dos grandes rubros: El efecto combinado de incrementar el incentivo personal y familiar para continuar los estudios hasta concluir al menos la educación media superior. En este caso, es importante señalar que el componente de educación media superior se añadió en 2001. El efecto de la orientación directa sobre sexualidad y prevención de enfermedades en las consultas preventivas y las pláticas de salud. Al igual que en el caso anterior, las pláticas dirigidas a los becarios de educación media superior se incluyeron a partir de 2001. • 19 • Antecedentes De esta forma, las acciones de Oportunidades dirigidas a adolescentes se han reforzado a partir de 2001, si bien ya estaban consideradas de algún modo desde el inicio del programa (las becas originales cubrían hasta los 18 años y ya se habían implementado las consultas de salud para el grupo de 10 a 19 años). En este sentido, los resultados que se presentan en el presente documento reflejan el impacto en el periodo completo de análisis de las acciones incluidas en el diseño original para el medio rural, más el efecto a partir de 2001 de los componentes adicionales. E l presente documento ofrece un análisis del impacto de Oportunidades sobre los comportamientos de riesgo en adolescentes, con base en la comparación entre adolescentes de hogares incorporados al programa y adolescentes de hogares elegibles en localidades de comparación (es decir, donde aún no operaba el programa). En el análisis presentado en la sección previa se mencionan varios mecanismos a través de los cuales Oportunidades podría incidir sobre los comportamientos de riesgo. En particular se pueden destacar los siguientes: El incremento de los recursos disponibles en el hogar por las transferencias del programa debe incrementar el consumo de bienes en general, lo que podría traducirse en aumento en el consumo de bienes relacionados con comportamientos de riesgo, tales como cigarros, alcohol y sexo inseguro. En sentido inverso, la educación para la salud recibida como parte de las intervenciones del programa debe incrementar el conocimiento sobre las consecuencias de los comportamientos de riesgo, lo que podría traducirse en disminución de los mismos. Al incentivar la permanencia escolar, las becas escolares deben contribuir a que disminuya la probabilidad de participar en comportamientos de riesgo, tanto por la menor cantidad de tiempo de ocio como por el efecto de la educación. III. Evaluación de mediano plazo en el medio rural y de corto plazo en el medio urbano En este contexto, las hipótesis planteadas en los Términos de Referencia de la Evaluación Externa publicados en 2001, incluyen la reducción de infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados entre adolescentes como resultado de la participación en el programa. De ahí que el análisis presentado en este documento busque probar las siguientes hipótesis: 1. Al relajarse la restricción presupuestaria, los adolescentes en los hogares beneficiarios tienen mayor acceso a bienes no saludables (tabaco, alcohol, alimentos de alta densidad energética), lo que puede reflejarse en consumo incrementado. 2. El mayor acceso a las pláticas de educación para la salud mejora la información disponible para adolescentes sobre bienes no saludables y sus consecuencias para la salud, lo cual podría disminuir su consumo. 3. El acceso al condón aumenta con el ingreso del hogar al programa, lo que podría reflejarse en mayor utilización de este método preventivo en los hogares beneficiarios, y por lo tanto en menor prevalencia de ITS y embarazos no deseados. H ay una serie de herramientas metodológicas disponibles para estimar el efecto atribuible a un programa o intervención, las cuales varían en cuanto a supuestos teóricos y por tanto en cuanto a eficacia y aplicabilidad en diferentes circunstancias. En general, para estimar el impacto de una intervención se busca un punto de referencia, denominado contrafactual, sobre lo que hubiera ocurrido en ausencia de la intervención. El contrafactual ideal es una situación en que la intervención y su ausencia se pueden observar en los mismos individuos o población al mismo tiempo, lo que evidentemente es imposible. De las metodologías alternativas para la estimación de impacto, se considera como referencia el diseño experimental aleatorio controlado. Para los estudios realizados con esta metodología se selecciona una muestra de las unidades de análisis (ya sean hogares, individuos u otras) que formen parte de la población objetivo de la intervención, y se asignan aleatoriamente las unidades primarias de muestreo (individuos, hogares o localidades) en al menos dos grupos diferentes, uno de los cuales recibe la intervención y otro no. En este tipo de diseño, el supuesto más importante es que a través de la asignación aleatoria ambos grupos puedan considerarse idénticos incluso en las características no observables, por lo que se espera que la única diferencia entre ambos sea la presencia o no de la intervención o programa. Por razones que están fuera de los alcances de este documento, en la fase actual de la evaluación de Oportunidades (se le denomina actual para distinguirla de la primera evaluación efectuada en el periodo 1998-2000), no fue posible contar con este diseño. Debido a que la dificultad para implementar diseños experimentales es una situación extendida, se han desarrollado metodologías alternativas para obtener el contrafactual a la intervención. Una de las más desarrolladas, tanto en términos teóricos como aplicativos, es la que se conoce como pareamiento por puntaje de propensión. En este método, a diferencia del pareamiento clásico en que se buscan unidades de análisis parecidas en una serie de características analizadas individualmente, se estima un puntaje para cada unidad de análisis con base en sus características anteriores a la intervención, el cual se utiliza para hacer el pareamiento. Se ha sugerido que la utilización en forma agregada de las variables en las que se quiere hacer el pareamiento produce un mejor resultado que si se utilizan de manera independiente. De esta forma, el pareamiento por puntaje de propensión agrega en un índice o puntaje un conjunto de características que se quieren usar para el pareamiento. El puntaje de propensión se define como la probabilidad condicional de recibir la intervención, con base a características preintervención.29 La utilización de las características de hogares e individuos en el momento anterior a la intervención permite comparar individuos que antes de la intervención eran similares. De esta forma se espera que las diferencias observadas en el seguimiento se deban a la intervención, eliminando el sesgo que podría ocurrir si los individuos en los grupos de intervención y tratamiento no son comparables en el promedio.30,31 La estimación del impacto de Oportunidades en los comportamientos de riesgo de adolescentes y algunas de sus consecuencias, tanto para el medio rural como para el urbano, se realizó en dos etapas que se describen a continuación. En una primera etapa se estimó el puntaje de propensión para cada individuo, utilizando para ello dos tipos de variables: características de la familia a la que pertenecían y características individuales. Las variables individuales fueron edad, sexo y escolaridad tanto en el análisis rural como en el urbano. En cuanto a las características del hogar, para el caso urbano se utilizó un grupo de características recomendado en el documento de evaluación de Oportunidades referido a la comparabilidad de zonas IV. Metodología • 24 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas de intervención y de comparación,b,32 mientras que para los hogares en localidades rurales, se llevó a cabo un proceso similar utilizando para ellos características de los hogares en 1997.c Para estimar el puntaje de propensión se consideró como hogares en tratamiento a los hogares elegibles para el programa en localidades de intervención que fueron incorporados al mismo, en tanto que el grupo de comparación se definió como los hogares elegibles en localidades de comparación. El criterio de incorporación se definió de acuerdo con los registros administrativos del programa. Por lo que se refiere al medio rural, el grupo de comparación fue seleccionado ex post (es decir, una vez que la intervención ya se había implementado), puesto que el grupo de comparación del diseño original (1997) fue incorporado al programa en 2000. La mejor aproximación a las características del nuevo grupo de comparación en el tiempo previo a la intervención fue un cuestionario aplicado durante la encuesta de 2003 en que a los hogares de este tipo se les hizo una serie de preguntas sobre las características del hogar en 1997. Con esta información y la recolectada en ese año para los hogares que formaron parte del diseño original, se construyó el puntaje de propensión utilizado para el pareamiento. En el caso del análisis urbano, para ambos grupos (intervención y comparación) se utilizó información de la encuesta basal realizada en 2002, con la que se construyó el puntaje de propensión. El valor resultante de esta primera fase puede interpretarse como la probabilidad condicional de recibir los beneficios del programa en función de las variables mencionadas. En una segunda etapa se estimó el impacto pareando a los individuos mediante la utilización de los puntajes de propensión y estimando después las diferencias promedio entre individuos en hogares beneficiarios y hogares de comparación. La técnica utlizada para el pareamiento fue la distribución kernel, que consiste en tomar el promedio del puntaje de propensión de las observaciones en el grupo de comparación más cercanas a cada observación en tratamiento, a fin de construir la comparación para esa observación. Para la implementación del método, se utilizó la rutina desarrollada para Stata 8.1.33 Grupos de comparación y edades Para el análisis presentado en este documento se utilizó una definición ampliada de adolescentes. En general, la literatura se refiere a los adolescentes como el grupo de 10 a 19 años. Sin embargo, en este documento se incluyó a individuos de 20 y 21 años, ya que diversas consecuencias de los comportamientos de riesgo son más evidentes en ellos y su inclusión permite tener un panorama más completo de los riesgos en este grupo de edad. b Para los hogares en localidades urbanas, las variables son: tipo de piso de la vivienda (tierra, cemento, recubrimiento); tipo de techo de la vivienda (material reciclado, material vegetal, asbesto/tablarroca, concreto/ piedra/cemento/ladrillo/block y otros materiales); número de cuartos totales de la vivienda (ninguno, uno, dos, tres o más); préstamo recibido en el hogar en los últimos 12 meses; ahorros en el hogar en los últimos 12 meses; gasto en educación en el año previo (sí/no); siniestro en el hogar durante los últimos 12 meses (sí/no); percepción de mejoría laboral por ir a la escuela (sí/no); violencia en el hogar (sí/no); participación en actividad comunitaria (sí/no); uso de electricidad como combustible para alumbrar(sí/no), y miembro del hogar que habla lengua indígena (sí/no). c En el caso de los hogares en localidades rurales, las variables del hogar fueron: jefe del hogar que habla lengua indígena (sí/no); tamaño del hogar; características de la vivienda (tipo de material del piso, de las paredes y del techo); energía eléctrica en el hogar; índice de dependencia demográfica; índice de hacinamiento, y propiedad de bienes en el hogar (divido en pequeños, grandes y vehículo). Adicionalmente, algunas características de las localidades para 2003 fueron existencia de teléfono en la localidad, de tienda Diconsa y de algún tipo de mecanismo de crédito, así como tipo de riego de la tierra. • 25 • Metodología Para estimar el impacto del programa se definieron grupos de comparación, a fin de —como se detalló antes— comparar adolescentes en hogares que participan en el programa con adolescentes en hogares no participantes pero elegibles. En lo que respecta al entorno rural se partió de tres grupos de adolescentes para realizar las comparaciones. La primera comparación se hizo entre adolescentes que habitan en localidades incorporadas al programa en 1998 y los de localidades de comparación 2003, lo que permitió estimar el efecto de 5.5 años de operación del Programa. La segunda se realizó entre adolescentes de localidades incorporadas en 2000 (grupo de intervención) y de localidades 2003, con lo que se estimó el efecto de 3.5 años de operación del programa. Finalmente, la tercera comparación, que se efectuó entre los dos grupos de intervención, mostró el efecto diferencial por dos años adicionales de incorporación a Oportunidades. Todas las comparaciones en el medio rural se efectuaron con los datos de las variables de interés en 2003. Es decir, se realizó un análisis transversal, ya que en las rondas previas de encuestas rurales no se recolectó información para las variables de comportamientos de riesgo. En cuanto al entorno urbano, la comparación se llevó a cabo entre adolescentes de hogares en localidades incorporadas en 2002 y los de hogares elegibles en localidades donde en 2003 aún no se había ofertado el programa. El análisis se efectuó con comparaciones por diferencias en diferencias (longitudinales) en los casos en que la variable de interés se incluyó en la encuesta de 2002; en los demás casos, se llevó a cabo una comparación transversal con los datos de 2003. En el cuadro 1 se presentan las variables para las que el análisis es transversal, así como las de análisis longitudinal. Datos utilizados Para el análisis presentado en este documento se utilizaron las bases de datos de las encuestas de evaluación de Oportunidades. En lo que respecta al análisis de mediano plazo en el medio rural, se utilizaron datos a nivel de hogar de la Encuesta de Características Socioeconómicas de los Hogares 1997 (Encaseh 1997) y de la Encuesta de Evaluación de los Hogares 2003 (Encel 2003) para estimar el puntaje de propensión necesario para el pareamiento. Para las variables de resultado se utilizaron datos individuales recolectados como parte de la Encuesta Biológica efectuada en el marco de la Encel 2003. En lo concerniente al análisis de corto plazo en el medio urbano, se utilizaron datos de los hogares recolectados en las Encuestas de Evaluación de los Hogares Urbanos (Encelurb) 2002 y 2003 para estimar los puntajes de propensión. Las variables de resultado se obtuvieron de los cuestionarios de adolescentes y de salud reproductiva que formaron parte de las Encelurb 2002 y 2003. Variables de resultado En el cuadro 1 se detallan las variables de resultado utilizadas para el análisis, divididas por medio urbano o rural. • 26 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas CUADRO 1. Variables de utilización de servicios de salud y de estado de salud para las que se estimó el efecto atribuible a Oportunidades, por ámbito de residencia rural o urbano ANÁLISIS DE IMPACTO A MEDIANO PLAZO EN EL MEDIO RURAL ANÁLISIS DE IMPACTO A CORTO PLAZO EN EL MEDIO URBANO CONSUMO DE ALIMENTOS DE ALTA DENSIDAD ENERGÉTICA Y SUS CONSECUENCIAS Porcentaje de adolescentes que consumieron algún alimento de alta densidad energética (papas, churritos, pastelitos, etcétera) Número de refrescos consumidos en la semana anterior Gasto en refrescos en la semana anterior Porcentaje de adolescentes con índice de masa corporal por arriba del saludable para la edad y el sexo CONSUMO DE SUSTANCIAS ADICTIVAS Porcentaje de adolescentes que han fumado alguna vez Porcentaje de adolescentes que fuman actualmente Edad al primer cigarro Edad en que comenzó a fumar regularmente Número de cigarros fumados en los 30 días anteriores a la encuesta Número de días en que fumaron los fumadores durante los 30 días anteriores a la encuesta Porcentaje de adolescentes que reportan consumir bebidas alcohólicas Número de tragos en la semana anterior a la encuesta Porcentaje de adolescentes que han fumado alguna vez Porcentaje de adolescentes que fuman actualmente Edad al primer cigarro Porcentaje de adolescentes que reportan consumir bebidas alcohólicas Número de tragos en la semana anterior a la encuesta PLÁTICAS DE SALUD Número promedio de pláticas a las que han asistido en el año anterior a la encuesta Porcentaje de adolescentes que pueden identificar el condón como método de prevención del VIH/SIDA Porcentaje de adolescentes que saben que una mujer puede quedar embarazada desde la primera vez que tiene relaciones sexuales COMPORTAMIENTOS SEXUALES Y SUS CONSECUENCIAS Porcentaje de adolescentes que son sexualmente activos Edad de la primera relación sexual Uso de condón en la relación sexual más reciente Número de parejas sexuales en la vida Porcentaje de adolescentes que presentaron anticuerpos para el virus del herpes simple tipo 2 Porcentaje de adolescentes con infección por Chlamydia Porcentaje de adolescentes que estaban embarazadas al momento de la encuesta Porcentaje de adolescentes que son sexualmente activos Edad de la primera relación sexual Uso de condón en la relación sexual más reciente PERCEPCIÓN DE FUTURO Porcentaje de adolescentes que consideran que van a tener un empleo estable a los 30 años, que van a estar casados a los 25 años, que van a estar vivos a los 60 años y/o que van a estar sanos a los 50 años Porcentaje de adolescentes que consideran que van a concluir la preparatoria Nota: para el análisis rural se estimaron las diferencias entre adolescentes en localidades 1998 con los de localidades 2003, los de localidades 2000 con los de localidades 2003, y finalmente los de 1998 con los de localidades 2000. Estas comparaciones se efectuaron con relación a las variables de resultado incluidas en la encuesta biológica de la Encel 2003. En el caso del análisis urbano, se estimó la diferencia en los cambios de las variables de resultado entre la encuesta basal (Encelurb 2002) y la de seguimiento (Encelurb 2003) en los grupos de intervención y comparación, a excepción de las variables marcadas en itálicas, en las que se estimó la diferencia en las variables de resultado al momento del seguimiento, es decir, 2003. Análisis rural V. Resultados principales En los cuadros 2 a 5 se presentan los resultados descriptivos para los comportamientos de riesgo analizados y sus consecuencias en adolescentes del medio rural. En los cuadros 2 y 3 se presentan las estadísticas para adolescentes en general por grupos de edad (15 a 18 años y 19 a 21 años), y en los cuadros 4 y 5 para los sexualmente activos en ambos grupos. En todos los casos, los errores estándar, y por tanto la estimación de la diferencia entre los grupos, están corregidos por el efecto de conglomerado. Los datos descriptivos permiten tener un perfil de las poblaciones de estudio y de la magnitud de las variables de resultado analizadas; no obstante, para conocer el efecto del programa, es necesario hacer el pareamiento que se presenta más adelante en la sección de impacto. La división en los subgrupos de edad mencionados se hizo para distinguir en los promedios a los adolescentes mayores en los que se espera una prevalencia más alta de comportamientos de riesgo. Como puede observarse, en ambos subgrupos de edad la comparación se realizó entre poblaciones de edad prácticamente idéntica. Si bien el análisis de impacto que se presenta más adelante corrige por las potenciales diferencias entre los grupos en cuanto a sus características socioeconómicas y de estructura del hogar, a continuación se señalan algunas diferencias entre grupos observadas a partir de la comparación simple de los promedios. En lo que se refiere a comportamientos de riesgo no relacionados con el sexo, se puede observar que los adolescentes en el grupo de 15 a 18 años de edad integrantes de hogares participantes, reportaron en menor proporción consumo de tabaco y alcohol. El sobrepeso se estimó para cada año de edad de acuerdo con lo recomendado para ese grupo de edad, ya que debido al crecimiento es importante utilizar puntos de corte divididos en esa forma.34 En cuanto a la asistencia a pláticas, el promedio de asistencia antes de la corrección por el pareamiento es mayor en los dos grupos de intervención, a pesar de que en algunos casos las pláticas no se imparten en la clínica (como se asume en la pregunta) sino directamente en la escuela. Por otra parte, en los hombres destaca una mayor proporción en el grupo de intervención que considera probable concluir la preparatoria. Si bien se trata sólo de una manifestación de intención, es importante que el programa haya logrado modificar la percepción entre adolescentes de sus posibilidades de estudiar. • 28 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas CUADRO 2. Estadísticas descriptivas de adolescentes de 15 a 18 años en localidades rurales incluidas en la encuesta biológica de la Encel 2003, por tipo de localidad y sexo COMPARACIÓN 2003 HOMBRES MUJERES INTERVENCIÓN 2000 INTERVENCIÓN 1998 HOMBRES MUJERES HOMBRES MUJERES Edad 16.39 16.45 16.42 16.45 16.40 EE 0.03 0.03 0.04 0.03 0.03 16.41 0.04 N 695 803 958 990 1143 1190 no te lo hayas terminado? 52% 27% 41% 17% 40% 14% EE 5% 3% 3% 2% 2% 1% N 491 640 592 652 692 812 ¿Fumas actualmente? 31% 7% 27% 3% 28% 9% ¿Alguna vez has fumado un cigarro, aunque EE 3% 2% 3% 2% 3% 3% N 255 172 245 110 278 111 primera vez? 14.05 14.73 14.26 14.96 14.04 14.93 EE 0.16 0.14 0.16 0.18 0.13 0.20 N 254 170 244 110 277 108 25% 29% 22% 24% 25% 27% ¿Cuántos años tenías cuando fumaste por Porcentaje que consumió algún alimento de alta densidad calórica el día anterior EE 2% 2% 2% 2% 1% 1% N 695 803 958 990 1143 1190 ¿Cuántos refrescos o sodas tomaste ayer? 0.84 0.59 0.70 0.57 0.87 0.56 EE 0.07 0.04 0.04 0.04 0.04 0.03 N 489 638 584 637 691 810 ¿Cuántos refrescos o sodas tomaste la semana pasada? 2.84 1.77 2.23 1.62 2.44 1.63 EE 0.20 0.14 0.12 0.10 0.14 0.09 N 485 634 586 640 688 810 ¿Tomas bebidas alcohólicas aunque sea ocasionalmente? 34% 19% 25% 9% 24% 9% EE 3% 2% 3% 1% 2% 1% N 491 640 592 652 692 812 ¿Cuántas cervezas, coolers, copas de tequila, etc., tomaste durante la semana pasada? 0.50 0.12 0.46 0.03 0.27 0.04 EE 0.10 0.04 0.11 0.01 0.06 0.01 N 694 800 953 990 1141 1190 45% 32% 48% 38% 46% 36% ¿Qué tan probable crees que sea que tengas un empleo estable a los 30 años? (muy probable o con seguridad) EE 2% 2% 2% 2% 2% 2% N 463 605 570 624 660 756 tengas 25 años? (muy probable o con seguridad) 35% 37% 35% 35% 33% 36% ¿Qué tan probable crees que sea casarte cuando EE 2% 2% 2% 2% 2% 2% N 470 599 561 610 637 740 Continúa • 29 • Resultados Continuación ¿Qué tan probable crees que sea graduarte de 30% 30% 45% 38% 42% 37% EE la preparatoria? (muy probable o con seguridad) 3% 2% 3% 3% 3% 3% N 402 503 495 536 590 660 ¿Qué tan probable crees que sea que estés sano a los 50 años? (muy probable o con seguridad) 29% 23% 34% 28% 31% 29% EE 2% 2% 2% 2% 2% 2% N 463 603 558 612 645 739 ¿Qué tan probable crees que sea que estés vivo a los 60 años? (muy probable o con seguridad) 27% 21% 32% 23% 27% 25% EE 2% 2% 2% 2% 2% 2% N 454 594 556 602 623 739 parte del programa Oportunidades en el último año? 1.23 1.12 3.26 4.43 3.18 3.72 EE 0.25 0.16 0.34 0.41 0.26 0.26 N 487 635 580 641 691 812 Que tú sepas, ¿cuántas pláticas ha dado el médico o enfermera de la clínica o centro de salud como ¿A cuántas pláticas que haya dado el médico o enfermera de la clínica o centro de salud como parte del programa Oportunidades has asistido en el último año? 1.73 1.84 3.51 3.20 3.07 3.32 EE 0.29 0.26 0.48 0.43 0.31 0.27 N 106 154 300 372 369 449 Porcentaje con sobrepeso u obesidad 9% 20% 11% 21% 6% 21% EE 1% 2% 1% 2% 1% 2% N 483 625 584 641 673 792 Porcentaje con anemia 8% 10% 7% 10% 6% 9% EE 1% 2% 1% 1% 1% 1% N 486 628 586 642 676 795 17% 21% 13% 17% 11% 16% ¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual? (porcentaje que reporta alguna edad) EE 2% 2% 2% 2% 1% 2% N 497 644 603 659 698 817 Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación. • 30 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas En lo que toca al grupo de 19 a 21 años, si bien se reportó también menor proporción de adolescentes que han fumado o que consumen bebidas alcohólicas, la diferencia es menos pronunciada que en el subgrupo más joven. No obstante, para las mujeres de este subgrupo se encontró menor consumo de alimentos de alta densidad energética, que sin embargo no se traduce en menor proporción de sobrepeso. Es importante destacar la alta prevalencia de sobrepeso, que alcanza hasta 20% de las mujeres de 19 a 21 años en localidades de comparación y no fue significativamente diferente en los otros dos tipos de localidades. En lo que respecta a comportamientos sexuales, si bien en ninguno de los subgrupos de edad se observaron diferencias significativas entre los adolescentes de distintos tipos de localidades, es esencial subrayar lo preocupantes que son los resultados. Se trata de una población (en particular las mujeres) que, independientemente de su participación en Oportunidades, está iniciando su vida sexual sin protección, con una proporción de uso de condón en la última relación que no sobrepasa 50% y disminuye con la edad. La consecuencia más lamentable es la alta proporción de adolescentes que presentaron anticuerpos para el virus del herpes simple tipo 2, una infección crónica. La seroprevalencia de VHS-2 entre adolescentes sexualmente activos es mucho mayor en mujeres, y alcanza 29% en las de 19 a 21 años que habitan localidades incorporadas al programa en 1998. Con relación al sexo comercial, alrededor de 5% de los hombres informaron haber pagado de alguna forma, al menos en una ocasión, por mantener relaciones sexuales. En el caso de las mujeres, la inmensa mayoría informó no haberlo hecho, por lo que no se presenta la estimación. Finalmente, se encontró que de 10 a 15% de las adolescentes en los tres grupos se encontraban embarazadas al momento de la entrevista. Este porcentaje es mayor al observado en población general (alrededor de 7%), lo que probablemente se relacione con el perfil socioeconómico de los grupos. CUADRO 3. Estadísticas descriptivas de adolescentes de 19 a 21 años en localidades rurales incluidas en la encuesta biológica de la Encel 2003, por tipo de localidad y sexo COMPARACIÓN 2003 HOMBRES MUJERES INTERVENCIÓN 2000 INTERVENCIÓN 1998 HOMBRES MUJERES HOMBRES MUJERES Edad 19.92 19.94 19.89 19.89 19.87 19.91 EE 0.04 0.03 0.03 0.03 0.03 0.03 N 332 465 467 528 577 572 18% ¿Alguna vez has fumado un cigarro, aunque 81% 27% 61% 22% 53% EE no te lo hayas terminado? 3% 4% 5% 3% 5% 3% N 145 229 133 197 162 214 ¿Fumas actualmente? 43% 11% 46% 2% 49% 5% EE 4% 4% 6% 2% 6% 4% N 118 61 81 43 86 38 primera vez? 15.75 16.61 15.81 16.44 15.47 16.71 EE 0.18 0.21 0.27 0.32 0.32 0.34 N 117 61 81 43 83 38 12% 17% 10% 10% 9% 11% ¿Cuántos años tenías cuando fumaste por Porcentaje que consumió algún alimento de alta densidad calórica el día anterior EE 2% 2% 1% 1% 1% 2% N 332 465 467 528 577 572 ¿Cuántos refrescos o sodas tomaste ayer? 0.92 0.60 1.03 0.57 0.91 0.55 EE 0.12 0.05 0.09 0.05 0.07 0.05 N 145 229 128 194 162 214 Continúa • 31 • Resultados Continuación ¿Cuántos refrescos o sodas tomaste la semana pasada? 3.08 1.91 2.91 1.48 2.74 1.33 EE 0.36 0.23 0.22 0.13 0.19 0.11 N 142 226 129 194 161 214 ¿Tomas bebidas alcohólicas aunque sea 58% 20% 39% 15% 41% 11% EE ocasionalmente? 5% 3% 4% 2% 4% 2% N 145 229 133 197 162 214 ¿Cuántas cervezas, coolers, copas de tequila, etc., tomaste durante la semana pasada? 1.14 0.09 0.42 0.07 0.45 0.00 EE 0.28 0.03 0.09 0.04 0.11 0.00 N 332 465 467 528 576 572 44% 26% 41% 30% 37% 28% ¿Qué tan probable crees que sea que tengas un empleo estable a los 30 años? (muy probable o con seguridad) EE 4% 3% 4% 3% 4% 3% N 138 221 125 184 160 203 tengas 25 años? (muy probable o con seguridad) 46% 49% 40% 42% 40% 48% ¿Qué tan probable crees que sea casarte cuando EE 5% 4% 5% 4% 4% 4% N 138 206 124 183 156 200 23% 11% 37% 22% 22% 20% ¿Qué tan probable crees que sea graduarte de la preparatoria? (muy probable o con seguridad) EE 5% 3% 5% 3% 4% 4% N 113 154 93 143 126 155 29% 24% 28% 26% 30% 26% ¿Qué tan probable crees que sea que estés sano a los 50 años? (muy probable o con seguridad) EE 4% 3% 4% 3% 4% 3% N 139 209 128 179 157 200 24% 19% 28% 23% 24% 25% ¿Qué tan probable crees que sea que estés vivo a los 60 años? (muy probable o con seguridad) EE 3% 4% 4% 3% 3% 3% N 136 206 127 175 157 194 Que tú sepas, ¿cuántas pláticas ha dado el médico o enfermera de la clínica o centro de salud como parte del programa Oportunidades en el último año? 1.76 1.20 2.59 4.30 3.07 4.58 EE 0.51 0.23 0.37 0.56 0.51 0.53 N 144 227 131 193 162 214 ¿A cuántas pláticas que haya dado el médico o enfermera de la clínica o centro de salud como parte del programa Oportunidades has asistido en el último año? 2.47 3.53 2.32 2.53 2.06 4.20 EE 1.24 1.42 0.40 0.62 0.51 0.60 N 34 43 59 111 78 117 Continúa • 32 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas Continuación Porcentaje con sobrepeso u obesidad 13% 20% 10% 19% 9% 15% EE 3% 3% 3% 3% 3% 3% N 142 216 130 191 159 206 Porcentaje con anemia 2% 14% 8% 12% 4% 11% EE 1% 4% 3% 2% 1% 2% N 140 218 131 193 158 209 ¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual? (porcentaje que reporta alguna edad) 50% 47% 42% 35% 35% 42% EE 4% 4% 5% 3% 4% 4% N 145 229 137 202 168 218 Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación. CUADRO 4. Estadísticas descriptivas de adolescentes de 15 a 18 años en localidades rurales incluidas en la encuesta biológica de la Encel 2003 que reportaron haber tenido relaciones sexuales, por tipo de localidad y sexo COMPARACIÓN 2003 HOMBRES MUJERES INTERVENCIÓN 2000 INTERVENCIÓN 1998 HOMBRES MUJERES HOMBRES MUJERES ¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual? 15.48 15.57 15.49 15.50 15.17 15.52 EE 0.23 0.10 0.17 0.17 0.18 0.13 N 84 138 81 108 78 130 o contraer una enfermedad? (condones) 50% 14% 49% 18% 53% 20% EE 6% 4% 6% 4% 6% 4% N 84 138 81 109 78 130 relaciones sexuales en total en tu vida? 1.87 1.22 1.87 1.07 2.21 1.11 EE 0.12 0.10 0.20 0.04 0.38 0.04 N 79 122 77 96 73 114 La última vez que tuviste relaciones sexuales, ¿qué usaron tú y tu pareja para evitar embarazarse ¿Con cuántas parejas distintas has tenido ¿Alguna vez has tenido relaciones sexuales con una persona de tu mismo sexo? 0% 0% 6% 1% 3% 2% EE 0% 0% 3% 1% 2% 1% N 83 138 81 109 78 130 14% 16% 13% 20% 9% 19% 4% 4% 4% 6% 4% 4% N 69 100 61 82 64 108 Prevalencia de Chlamydia 3% 1% 4% 6% 0% 4% EE 2% 1% 3% 3% 0% 2% N 72 95 56 72 70 95 Seroprevalencia de virus del herpes simple tipo 2 EE ¿Alguna vez has pagado o dado algún regalo o comida a alguien para tener relaciones sexuales? 4% 0% 4% EE 2% 0% 2% N 84 81 78 Prevalencia de embarazo 13% 10% 16% EE 3% 3% 4% N 111 89 99 Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación. • 33 • Resultados COMPARACIÓN 2003 HOMBRES MUJERES INTERVENCIÓN 2000 INTERVENCIÓN 1998 CUADRO 5. HOMBRES MUJERES HOMBRES Estadísticas descriptivas de adolescentes de 19 a 21 años en localidades rurales incluidas en la encuesta biológica de la Encel 2003 que reportaron haber tenido relaciones sexuales, por tipo de localidad y sexo MUJERES ¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual? 17.27 17.48 16.93 17.13 17.07 17.30 EE 0.21 0.16 0.25 0.23 0.24 0.21 N 73 107 58 71 58 92 o contraer una enfermedad? (condones) 45% 14% 52% 8% 43% 12% EE 7% 3% 7% 3% 7% 3% N 73 107 58 71 58 92 relaciones sexuales en total en tu vida? 2.00 1.45 2.94 1.30 2.05 1.43 EE 0.19 0.25 0.48 0.18 0.23 0.19 N 70 88 53 60 57 81 La última vez que tuviste relaciones sexuales, ¿qué usaron tú y tu pareja para evitar embarazarse ¿Con cuántas parejas distintas has tenido ¿Alguna vez has tenido relaciones sexuales con una persona de tu mismo sexo? 3% 1% 3% 1% 3% 1% EE 2% 1% 2% 1% 2% 1% N 73 107 58 71 58 91 Seroprevalencia de virus del herpes simple tipo 2 12% 20% 7% 13% 16% 29% EE 4% 6% 5% 4% 6% 5% N 51 83 41 56 49 70 Prevalencia de Chlamydia 3% 7% 4% 0% 0% 2% EE 2% 3% 3% 0% 0% 2% N 61 75 46 50 47 60 ¿Alguna vez has pagado o dado algún regalo o comida a alguien para tener relaciones sexuales? 5% 5% 7% EE 2% 4% 3% N 73 58 58 Prevalencia de embarazo 14% 16% 15% EE 4% 5% 5% N 73 56 73 Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación. Análisis de impacto Los cuadros que se presentan a continuación muestran los resultados del análisis de impacto efectuado por el método de pareamiento por puntaje de propensión descrito en la sección de metodología. En este caso, debido a que se incluyeron la edad y el sexo entre las variables utilizadas para estimar el puntaje de propensión, los resultados de impacto se presentan de manera agregada. En el cuadro 6 se muestran los concernientes al uso de sustancias adictivas. Como puede observarse, el análisis encontró que en adolescentes de localidades incorporadas al programa, la proporción de los que han fumado alguna vez y de los que toman bebidas alcohólicas es menor en los dos grupos de intervención. En cuanto a la proporción de los que han fumado alguna vez, la reducción en el grupo 1998 fue de 15%, mientras que en el grupo 2000 fue de 13%; la reducción en los que toman bebidas alcohólicas fue de alrededor de 11% para adolescentes en localidades 1998 y de 13% para los que • 34 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas habitaban en localidades 2000. Considerando que se trata de comportamientos altamente prevalentes, la reducción atribuible al programa resulta considerable. En lo que se refiere al efecto del programa sobre las percepciones a futuro de adolescentes, destaca el incremento de casi 10% entre los que piensan que van a concluir sus estudios de preparatoria, pertenecientes a localidades de intervención incorporadas en 2000. Asimismo, 4% más de adolescentes en localidades incorporadas en 2000 consideraron que estarían sanos a los 50 años, con relación a los de localidades de comparación. En este caso, si bien se observó una tendencia positiva, no es claro por qué este resultado no se encontró entre los que habitan en localidades incorporadas en 1998 (véase el cuadro 7). Respecto al consumo de alimentos de alta densidad energética, parece observarse una tendencia a la baja, si bien no es del todo consistente. En el grupo de adolescentes de localidades incorporadas en 1998, el consumo semanal de refrescos fue menor en media unidad con relación al grupo de comparación (en promedio se informó un consumo de alrededor de tres unidades). Por su parte, el grupo de adolescentes de localidades incorporadas en 2000 informó un gasto en papitas y pastelillos menor en poco más de un peso (que representa una disminución de alrededor de 20%) con relación al grupo de comparación; no obstante, también se observó un incremento de alrededor de 1.5% de adolescentes con problemas de sobrepeso, tanto en localidades 1998 como en las 2000 (véase el cuadro 8). Como se espera que la asistencia a pláticas de salud contribuya a la disminución de comportamientos de riesgo, se estimó el impacto del programa entre adolescentes en esta asistencia. En el cuadro 9 puede observarse un efecto marcado en el número de pláticas ofrecidas de las que se enteran los adolescentes, aunque no es tan fuerte en lo que se refiere a la asistencia; no obstante, se mantiene el efecto positivo. Adicionalmente, el efecto sobre la asistencia sólo es significativo para el grupo 1998, no así para el 2000. Sin embargo, es importante señalar que, como se mencionó antes, la pregunta no considera que en algunos casos los maestros imparten directamente las pláticas en las escuelas, lo cual podría generar una subestimación del impacto. CUADRO 6. Efecto promedio atribuible a Oportunidades en comportamientos de riesgo relacionados con el uso de sustancias adictivas entre adolescentes de localidades rurales (el error estándar se presenta entre paréntesis) VARIABLE LOCALIDADES 1998 VS. 2003 2000 VS. 2003 2000 VS. 1998 ¿Alguna vez has fumado un cigarro, aunque no te lo hayas terminado? ¿Fumas actualmente? -0.154 -0.126 0.037 (0.029) (0.024) (0.016) 0.010 0.008 -0.068 (0.029) (0.025) (0.034) ¿Tomas bebidas alcohólicas aunque sea ocasionalmente? -0.114 -0.131 -0.004 (0.026) (0.029) (0.014) ¿Cuántas cervezas, coolers, copas de tequila, etcétera, tomaste durante la semana pasada? -0.155 -0.034 0.011 (0.087) (0.010) (0.038) Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre: a) individuos de hogares incorporados en 1998 con individuos de hogares similares en zonas de comparación; b) individuos de hogares incorporados en 2000 con individuos de hogares similares en zonas de comparación, y c) individuos de hogares incorporados en 1998 con individuos de hogares similares incorporados en 2000. Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo. • 35 • Resultados VARIABLE CUADRO 7. LOCALIDADES 1998 VS. 2003 2000 VS. 2003 2000 VS. 1998 ¿Qué tan probable crees que sea que tengas un empleo estable a los 30 años? (muy probable o con seguridad) 0.111 0.033 0.030 (0.047) (0.040) (0.025) ¿Qué tan probable crees que sea casarte antes de los 25 años? (muy probable o con seguridad) -0.033 -0.050 -0.005 (0.033) (0.043) (0.025) ¿Qué tan probable crees que sea graduarte Efecto promedio atribuible a Oportunidades en las percepciones de adolescentes de localidades rurales sobre su futuro (el error estándar se presenta entre paréntesis) de la preparatoria? (muy probable o con seguridad) 0.013 0.094 0.042 (0.044) (0.019) (0.022) ¿Qué tan probable crees que sea que estés sano a los 50 años? (muy probable o con seguridad) 0.018 0.040 0.018 (0.027) (0.017) (0.022) ¿Qué tan probable crees que sea que estés vivo a los 60 años? (muy probable o con seguridad) -0.009 0.005 0.029 (0.053) (0.036) (0.021) Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre: a) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares en zonas de comparación; b) individuos de hogares incorporados en 2000 e individuos de hogares similares en zonas de comparación, y c) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares incorporados en 2000. Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo. VARIABLE LOCALIDADES 1998 VS. 2003 2000 VS. 2003 CUADRO 8. 2000 VS. 1998 Porcentaje que consumó algún alimento de alta densidad calórica el día anterior 0.003 0.007 -0.013 (0.018) (0.023) (0.012) ¿Cuánto dinero gastaste en papitas, churritos, pastelitos y otros alimentos durante la semana pasada? -1.194 -1.105 0.255 (1.075) (0.983) (0.578) ¿Cuántos refrescos o sodas tomaste la semana pasada? -0.459 -0.008 0.215 (0.086) (0.203) (0.101) Durante los últimos siete días, ¿cuánto gastaste en refrescos? -2.349 0.119 1.104 (1.079) (1.047) (0.702) Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre: a) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares en zonas de comparación; b) individuos de hogares incorporados en 2000 e individuos de hogares similares en zonas de comparación, y c) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares incorporados en 2000. Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo. Efecto promedio atribuible a Oportunidades en comportamientos de riesgo relacionados con el consumo de alimentos de alto contenido energético entre adolescentes de localidades rurales (el error estándar se presenta entre paréntesis) • 36 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas CUADRO 9. Efecto promedio atribuible a Oportunidades sobre la asistencia a pláticas de salud entre adolescentes de localidades rurales (el error estándar se presenta entre paréntesis) VARIABLE LOCALIDADES 1998 VS. 2003 2000 VS. 2003 2000 VS. 1998 Que tú sepas, ¿cuántas pláticas ha dado el médico o enfermera de la clínica o centro de salud como parte del programa Oportunidades en el último año? 2.766 2.893 0.269 (0.296) (0.203) (0.239) ¿A cuántas pláticas que ha dado el médico o enfermera de la clínica o centro de salud como parte del programa Oportunidades has asistido en el último año? 1.695 0.456 -0.059 (0.178) (0.828) (0.221) Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre: a) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares en zonas de comparación; b) individuos de hogares incorporados en 2000 e individuos de hogares similares en zonas de comparación, y c) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares incorporados en 2000. Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo. En el cuadro 10 se presentan los resultados de impacto sobre los comportamientos sexuales. Para este conjunto de variables, no se encontró impacto alguno del programa, con excepción del número de parejas sexuales en la vida que informaron los encuestados. En este caso, los adolescentes en localidades 1998 informaron haber tenido menos parejas sexuales, lo que implica menor exposición potencial. De igual manera, Oportunidades no tuvo efecto observable en las consecuencias de estos comportamientos, cuyo impacto se muestra en el cuadro 11. Finalmente, en lo que se refiere a las consecuencias de la mala alimentación, en contraste con lo observado para el consumo de alimentos de alta densidad energética, los resultados del cuadro 12 sugieren que el programa ha incrementado la proporción de adolescentes con sobrepeso, tanto en las localidades 1998 como en las 2000. Análisis urbano En los cuadros 13 a 18 se presentan los resultados descriptivos de adolescentes en los dos tiempos del análisis urbano (2002 y 2003), por subgrupo de edad, tipo de localidad y sexo. Los resultados descriptivos son especialmente útiles para advertir la magnitud de las variables de resultado analizadas —es decir, del perfil de las poblaciones de estudio. No obstante, es importante recordar que se trata de comparaciones simples, por lo que el análisis con pareamiento, que se presenta después, es el que muestra el impacto del programa. Como los datos urbanos se recolectaron para el consumo de sustancias adictivas a partir de los 10 años, en este caso se presentan tres subgrupos (uno más que en el análisis rural). Al igual que en el caso anterior, esta división obedece fundamentalmente a la intención de separar a los adolescentes de mayor edad, en quienes se espera mayor participación en uno o más comportamientos de riesgo. En primera instancia, se presentan las estadísticas descriptivas obtenidas de la Encelurb 2002, que representa la línea de base para la evaluación urbana. En los cuadros 13 a 15 se muestran los datos de esta encuesta para los tres subgrupos de edad mencionados. • 37 • Resultados VARIABLE LOCALIDADES 1998 VS. 2003 2000 VS. 2003 CUADRO 10. 2000 VS. 1998 ¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual? (porcentaje que reporta alguna edad) ¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual? -0.056 -0.024 0.003 (0.026) (0.022) (0.014) -0.227 -0.220 -0.062 (0.295) (0.296) (0.176) La última vez que tuviste relaciones sexuales, ¿qué usaron tú y tu pareja para evitar embarazarse o contraer una enfermedad? (condones) -0.051 -0.039 -0.016 (0.046) (0.037) (0.043) -1.043 -0.205 0.088 (0.712) (0.258) (0.150) Efecto promedio atribuible a Oportunidades sobre los comportamientos sexuales de riesgo entre adolescentes de localidades rurales (el error estándar se presenta entre paréntesis) ¿Con cuántas parejas distintas has tenido relaciones sexuales en total en tu vida? Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre: a) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares en zonas de comparación; b) individuos de hogares incorporados en 2000 e individuos de hogares similares en zonas de comparación, y c) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares incorporados en 2000. Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo. VARIABLE LOCALIDADES 1998 VS. 2003 2000 VS. 2003 CUADRO 11. 2000 VS. 1998 Seroprevalencia de virus del herpes simple tipo 2 -0.036 -0.126 -0.032 (0.055) (0.084) (0.037) 0.009 -0.004 -0.010 (0.012) (0.012) (0.010) 0.007 -0.039 -0.040 (0.078) (0.084) (0.059) Prevalencia de Chlamydia Prevalencia de embarazo Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre: a) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares en zonas de comparación; b) individuos de hogares incorporados en 2000 e individuos de hogares similares en zonas de comparación, y c) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares incorporados en 2000. Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo. VARIABLE Porcentaje con sobrepeso u obesidad Efecto promedio atribuible a Oportunidades en indicadores de resultado objetivos de los comportamientos sexuales de riesgo entre adolescentes de localidades rurales (el error estándar se presenta entre paréntesis) CUADRO 12. LOCALIDADES 1998 VS. 2003 2000 VS. 2003 2000 VS. 1998 0.014 0.021 0.037 (0.010) (0.011) (0.023) Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre: a) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares en zonas de comparación; b) individuos de hogares incorporados en 2000 e individuos de hogares similares en zonas de comparación, y c) individuos de hogares incorporados en 1998 e individuos de hogares similares incorporados en 2000. Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo. Efecto promedio atribuible a Oportunidades en indicadores de resultado objetivos de mala alimentación entre adolescentes en localidades rurales (el error estándar se presenta entre paréntesis) • 38 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas Al igual que en el caso de los datos rurales, los errores estándar (y por tanto la estimación de la diferencia entre tipos de localidad) están corregidos por el efecto de conglomerado. Asimismo, es importante recordar que la estimación del impacto se presenta en el siguiente apartado, de modo que los cuadros 13 a 15 deben considerarse sólo descriptivos de la población de interés. Tal vez el punto más destacable de dichos cuadros sea que prácticamente en todas las variables de interés y para los tres subgrupos de edad, no se observaron diferencias entre los adolescentes de localidades de intervención y de comparación. Por otra parte, sobresale el importante incremento en el consumo de tabaco y alcohol con la edad, que pasa de menos de 5% entre los adolescentes más jóvenes, hasta cerca de 40% en los mayores. Los cuadros 16 a 18 muestran las estadísticas de adolescentes en la Encelurb 2003. Es importante señalar que el cuestionario de 2003 incluyó preguntas adicionales para las que no es posible analizar la diferencia en el cambio; sin embargo, se pueden analizar las diferencias entre adolescentes de hogares incorporados y de comparación. En términos de las comparaciones en los datos descriptivos, no se observaron diferencias entre ambos grupos (intervención y comparación) para la vasta mayoría de las variables. CUADRO 13. Estadísticas descriptivas de adolescentes de 10 a 14 años de edad en localidades urbanas incluidas en la Encelurb 2002, por tipo de localidad y sexo COMPARACIÓN HOMBRES INTERVENCIÓN MUJERES HOMBRES MUJERES ¿Alguna vez has fumado un cigarro aunque no te lo hayas terminado? 5% 3% 5% 2% EE 1% 1% 1% 0% N 1424 1393 1492 1449 cigarro? 11.38 12.18 10.52 11.36 EE 0.30 0.24 0.32 0.50 N 53 22 52 22 casi a diario (frecuentemente)? 11.86 12.00 11.50 14.33 EE 0.57 - 0.60 0.28 N 7 2 8 3 ¿Cuántos años tenías cuando fumaste tu primer ¿Cuántos años tenías cuando comenzaste a fumar Durante los últimos 30 días (un mes), ¿cuántos días fumaste? 2.51 2.21 3.56 1.80 EE 1.12 0.81 1.35 1.64 N 47 19 34 15 Durante los últimos 30 días, ¿cuántos cigarros fumaste? 5.92 20.83 12.25 5.50 EE 1.71 12.50 4.59 3.27 N 12 6 8 2 ¿Tomas bebidas alcohólicas, aunque fuera ocasionalmente? 2% 2% 2% 1% EE 0% 0% 0% 0% N 1364 1329 1464 1429 copas, etc., te tomas en una semana normal? 1.15 0.90 1.50 1.14 EE 0.30 0.16 0.29 0.33 N 26 21 14 14 En promedio, ¿cuántas cervezas, coolers, Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación. • 39 • Resultados COMPARACION HOMBRES MUJERES INTERVENCION HOMBRES MUJERES ¿ALGUNA VEZ HAS FUMADO UN cigarro aunque no te lo hayas terminado? 24% 9% 26% 9% EE 3% 2% 2% 1% N 685 683 697 700 ¿Cuántos años tenías cuando fumaste tu primer cigarro? 14.74 14.95 15.03 14.81 EE 0.16 0.18 0.12 0.18 N 159 55 174 54 diario (frecuentemente)? 15.12 15.88 15.30 14.55 EE 0.22 0.58 0.20 0.30 N 60 8 57 11 ¿Cuántos años tenías cuando comenzaste a fumar casi a Durante los últimos 30 días (un mes), ¿cuántos días fumaste? 10.49 2.61 8.78 2.17 EE 0.91 0.73 1.16 0.98 N 148 49 145 30 Durante los últimos 30 días, ¿cuántos cigarros fumaste? 18.74 10.80 17.94 4.86 EE 2.35 2.40 2.53 1.95 N 106 15 98 14 ¿Tomas bebidas alcohólicas, aunque sea ocasionalmente? 15% 7% 17% 7% EE 2% 1% 2% 1% N 661 644 687 680 tomas en una semana normal? 3.04 1.39 3.08 1.61 EE 0.31 0.54 0.34 0.39 N 73 31 93 33 En promedio, ¿cuántas cervezas, coolers, copas, etc., te ¿Alguna vez el alcohol te ha vuelto violento? 14% 10% EE 3% 3% N 94 113 24% 13% Durante los últimos 30 días, ¿hubo alguna ocasión en que dejaras de cumplir con tus actividades por haber bebido alcohol? EE 3% 4% N 41 48 Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación. CUADRO 14. Estadísticas descriptivas de adolescentes de 15 a 18 años en localidades urbanas incluidas en la Encelurb 2002, por tipo de localidad y sexo • 40 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas CUADRO 15. Estadísticas descriptivas de adolescentes de 19 a 21 años en localidades urbanas incluidas en la Encelurb 2002, por tipo de localidad y sexo COMPARACION HOMBRES MUJERES INTERVENCION HOMBRES MUJERES ¿ALGUNA VEZ HAS FUMADO UN cigarro aunque no te lo hayas terminado? 40% 13% 38% 14% EE 5% 2% 3% 2% N 308 355 328 346 ¿Cuántos años tenías cuando fumaste tu primer cigarro? 15.89 16.58 16.15 16.16 EE 0.23 0.30 0.21 0.29 N 122 40 125 50 diario (frecuentemente)? 16.53 17.50 16.82 16.56 EE 0.31 0.18 0.30 0.60 N 58 4 51 9 (un mes), ¿cuántos días fumaste? 11.35 4.77 10.11 2.86 EE 0.65 1.24 1.05 1.11 N 113 31 114 36 ¿cuántos cigarros fumaste? 23.43 19.60 21.05 9.67 EE 1.65 2.26 2.55 2.53 N 83 10 82 9 32% 7% 37% 10% ¿Cuántos años tenías cuando comenzaste a fumar casi a Durante los últimos 30 días Durante los últimos 30 días, ¿Tomas bebidas alcohólicas, aunque sea ocasionalmente? EE 2% 2% 4% 2% N 288 336 322 333 2.00 En promedio, ¿cuántas cervezas, coolers, copas, etc., te tomas en una semana normal? 3.62 1.50 4.81 EE 0.44 0.36 0.73 0.40 N 71 14 89 24 ¿Alguna vez el alcohol te ha vuelto violento? 9% 14% EE 3% 3% N 81 115 Durante los últimos 30 días, ¿hubo alguna ocasión en que dejaras de cumplir con tus a ctividades por haber bebido alcohol? 8% 20% EE 4% 6% N 40 66 Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación • 41 • Resultados COMPARACION ¿FUMAS ACTUALMENTE? 0% INTERVENCION HOMBRES MUJERES HOMBRES 0% 1% 0% MUJERES EE 0% 0% 0% 0% N 1384 1363 1456 1455 ¿Alguna vez has fumado un cigarro aunque no te lo hayas terminado? 5% 3% 3% 1% EE 1% 1% 1% 0% N 1384 1363 1456 1455 ¿Cuántos años tenías cuando fumaste tu primer cigarro? 10.95 11.88 11.50 12.05 EE 0.14 0.16 0.29 0.32 N 63 42 46 20 ¿Cuántos años tenías cuando comenzaste a fumar casi a diario (frecuentemente)? 11.00 13.00 12.50 12.67 EE 0.76 - 0.19 0.58 N 2 1 4 3 Durante los últimos 30 días (un mes), ¿cuántos días fumaste? 1.11 1.24 1.46 0.24 EE 0.39 0.67 0.67 0.14 N 63 42 46 21 Durante los últimos 30 días, ¿cuántos cigarros fumaste? 13.67 18.43 24.07 34.67 EE 4.45 7.41 9.06 26.88 N 12 7 15 3 ¿Tomas bebidas alcohólicas, aunque sea ocasionalmente? 2% 2% 1% 1% EE 0% 1% 0% 0% N 1384 1363 1456 1455 una semana normal? 0.02 0.01 0.04 0.01 EE 0.01 0.00 0.01 0.00 N 1425 1399 1497 1489 En promedio, ¿cuántas cervezas, coolers, copas, etc., te tomas en Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación. CUADRO 16. Estadísticas descriptivas de adolescentes de 10 a 14 años en localidades urbanas incluidas en la Encelurb 2003, por tipo de localidad y sexo • 42 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas CUADRO 17. Estadísticas descriptivas de adolescentes de 15 a 18 años en localidades urbanas incluidas en la Encelurb 2003, por tipo de localidad y sexo COMPARACION HOMBRES MUJERES INTERVENCION HOMBRES MUJERES ¿Fumas actualmente? 12% 2% 13% 1% EE 1% 1% 2% 0% N 663 651 708 675 ¿Alguna vez has fumado un cigarro aunque no te lo hayas terminado? 32% 12% 25% 8% EE 5% 2% 2% 1% N 663 651 708 675 ¿Cuántos años tenías cuando fumaste tu primer cigarro? 14.72 14.81 14.62 14.76 EE 0.10 0.21 0.16 0.20 N 212 77 180 54 (frecuentemente)? 15.53 16.00 15.13 15.00 EE 0.16 0.18 0.22 0.29 N 51 8 45 5 (un mes), ¿cuántos días fumaste? 5.89 1.64 5.75 1.02 EE 0.84 0.33 0.87 0.59 N 212 77 180 54 ¿cuántos cigarros fumaste? 24.90 5.90 31.43 19.33 EE 4.02 1.14 4.42 9.15 N 94 21 97 6 15% 4% 14% 4% ¿Cuántos años tenías cuando comenzaste a fumar casi a diario Durante los últimos 30 días Durante los últimos 30 días, ¿Tomas bebidas alcohólicas, aunque sea ocasionalmente? EE 2% 1% 2% 1% N 663 651 708 675 0.08 En promedio, ¿cuántas cervezas, coolers, copas, etc., te tomas en una semana normal? 0.62 0.05 0.33 EE 0.09 0.02 0.06 0.02 N 694 713 739 713 ¿Alguna vez el alcohol te ha vuelto violento? 12% EE 3% 3% 2% N 98 96 Continúa • 43 • Resultados Continuación Durante los últimos 30 días, ¿hubo alguna ocasión en que dejaras de cumplir con tus actividades por haber bebido alcohol? 22% 8% EE 4% 4% N 54 40 ¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual? (porcentaje que reporta alguna edad) 15% 15% 14% 12% EE 2% 1% 2% 1% N 640 637 684 668 (condón o preservativo) 57% 13% 60% 15% EE 6% 2% 4% 4% N 115 100 117 86 83% 66% 74% 71% ¿La última vez que tuviste relaciones sexuales, ¿qué hiciste tú o tu pareja para evitar un embarazo o enfermedad? ¿Cuáles métodos anticonceptivos te ayudan a evitar el SIDA? (condón o preservativo) EE 3% 7% 5% 6% N 115 97 117 86 relaciones sexuales? 83% 84% 83% 86% EE 3% 2% 2% 2% N 517 552 519 543 ¿Se puede embarazar una mujer la primera vez que tiene Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación. Análisis de impacto En los cuadros 19 a 21 se presentan los resultados del análisis de impacto realizado con la metodología de pareamiento por puntaje de propensión que se detalló anteriormente. Aunque el criterio expuesto en el caso rural con relación a los subgrupos de edad y sexo sería aplicable también en el caso urbano, se decidió separar en la estimación a los adolescentes de 10 a 14 años para facilitar la comparación entre los resultados urbanos y rurales. En general, la estimación de impacto más recomendable para los datos existentes sería comparar las diferencias en los cambios observados en adolescentes de hogares incorporados y hogares de comparación. De esta forma, al combinar la estimación de dobles diferencias con el puntaje de propensión, podría contarse con una estimación más precisa del impacto del programa en las variables de interés. No obstante, debido a una combinación de factores —entre los que se encuentran preguntas no incluidas en la Encelurb 2002, pérdidas en el seguimiento de la muestra y la tasa de no respuesta— se consideró que además de la estimación de dobles diferencias sería conveniente estimar el impacto • 44 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas utilizando únicamente la diferencia entre intervención y comparación en 2003. De esta forma sería posible contar con mayor información sobre el impacto del programa. Para estimar el análisis de impacto que se presenta en el cuadro 19 se utilizaron las dobles diferencias, mientras que en los cuadros 20 y 21 el impacto se estimó utilizando únicamente los datos de comportamientos de la Encelurb 2003. Como puede observarse en el cuadro 19, al igual que en el caso rural, Oportunidades ha reducido la proporción de adolescentes que han fumado alguna vez y que toman bebidas alcohólicas. En el primer caso, entre adolescentes de 15 a 21 años, la disminución es de 4%, mientras que en el segundo, y para el mismo subgrupo, es de 2%. Aunque el incremento en el número de días que fuman los adolescentes y el número de cigarros fumados aparentemente es un efecto del programa, este resultado podría ser consecuencia de la reducción en el grupo de los que fuman, ya que los primeros en dejar de fumar son los que no han desarrollado aún la adicción, y por lo tanto fuman menos. Estos resultados se confirman en el cuadro 20, donde —como se señaló antes— el impacto se estimó utilizando únicamente los datos de la Encelurb 2003. Adicionalmente, en este cuadro es posible observar una reducción atribuible a Oportunidades en las consecuencias inmediatas del consumo de alcohol: menos violencia y otros problemas relacionados. CUADRO 18. Estadísticas descriptivas de adolescentes de 19 a 21 años en localidades urbanas incluidas en la Encelurb 2003, por tipo de localidad y sexo COMPARACION HOMBRES MUJERES INTERVENCION HOMBRES MUJERES ¿Fumas actualmente? 27% 3% 25% 2% EE 2% 1% 3% 1% N 309 305 284 283 hayas terminado? 51% 14% 45% 14% EE 5% 2% 4% 2% N 309 305 284 283 ¿Alguna vez has fumado un cigarro aunque no te lo ¿Cuántos años tenías cuando fumaste tu primer cigarro? 15.63 16.29 16.02 16.92 EE 0.19 0.41 0.20 0.35 N 159 42 129 39 diario (frecuentemente)? 16.42 17.80 16.48 18.20 EE 0.23 0.80 0.32 0.72 N 66 5 48 5 (un mes), ¿cuántos días fumaste? 9.53 3.00 8.27 1.38 EE 1.20 1.34 1.09 0.83 N 159 42 129 39 ¿Cuántos años tenías cuando comenzaste a fumar casi a Durante los últimos 30 días Continúa • 45 • Resultados Continuación Durante los últimos 30 días, ¿cuántos cigarros fumaste? EE 29.81 23.82 30.79 18.22 N 2.66 14.07 4.58 10.10 ¿Tomas bebidas alcohólicas, aunque sea ocasionalmente? 33% 8% 34% 7% EE 4% 2% 3% 2% N 309 305 284 283 0.08 En promedio, ¿cuántas cervezas, coolers, copas, etc., te tomas en una semana normal? 1.49 0.12 1.46 EE 0.19 0.06 0.22 0.03 N 338 352 315 316 ¿Alguna vez el alcohol te ha vuelto violento? 9% 14% EE 2% 5% N 100 96 Durante los últimos 30 días, ¿hubo alguna ocasión en que dejaras de cumplir con tus actividades por haber bebido alcohol? 9% 17% EE 3% 7% N 67 47 ¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual? (porcentaje que reporta alguna edad) 62% 57% 51% 56% EE 3% 3% 3% 3% N 291 305 263 281 ¿La última vez que tuviste relaciones sexuales, ¿qué hiciste tú o tu pareja para evitar un embarazo o enfermedad? (condón o preservativo) 44% 16% 50% 10% EE 3% 4% 4% 2% N 198 177 155 160 (condón o preservativo) 78% 76% 81% 71% EE 3% 3% 3% 4% N 198 177 155 160 sexuales? 83% 83% 81% 85% EE 3% 2% 4% 2% N 260 274 233 243 ¿Cuáles métodos anticonceptivos te ayudan a evitar el SIDA? ¿Se puede embarazar una mujer la primera vez que tiene relaciones Nota: se destacan en negritas los resultados que indican una diferencia significativa al 95% con relación al grupo de comparación. • 46 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas CUADRO 19. Variable Efecto promedio atribuible a Oportunidades en comportamientos de riesgo relacionados con el uso de sustancias adictivas entre adolescentes de localidades urbanas, por subgrupo de edad (el error estándar se presenta entre paréntesis) ¿Alguna vez has fumado un 10 A 14 AÑOS 15 A 21 AÑOS -0.005 (0.008) -0.040 (0.015) 0.190 (0.798) -0.127 (0.300) cigarro aunque no te lo hayas terminado? ¿Cuántos años tenías cuando fumaste tu primer cigarro? ¿Cuántos años tenías cuando empezaste a fumar casi a diario (frecuentemente)? -0.077 (0.452) Durante los últimos 30 días (un mes), ¿cuántos días fumaste? 2.301 (1.712) 1.484 (1.166) Durante los últimos 30 días, ¿cuántos cigarros fumaste? 8.784 (4.421) ¿Tomas bebidas alcohólicas, aunque sea ocasionalmente? 0.001 (0.006) -0.017 (0.007) -0.579 (0.420) -0.550 (0.565) En promedio, ¿cuántas cervezas, coolers, copas de vino, aguardiente, etc., tomas en una semana normal? ¿Algunas veces el alcohol te pone violento(s)? -0.010 (0.046) Durante los últimos 30 días, ¿hubo alguna ocasión en que dejaras de cumplir con tus actividades por haber bebido alcohol? 0.098 (0.187) Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia entre los cambios observados entre 2002 y 2003, en individuos de hogares incorporados en 2002 e individuos de hogares similares en zonas de comparación (es decir, localidades no incorporadas al programa). Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo. CUADRO 20. Variable 10 A 14 AÑOS 15 A 21 AÑOS Efecto promedio atribuible a Oportunidades en comportamientos de riesgo relacionados con el uso de sustancias adictivas entre adolescentes en localidades urbanas, por subgrupo de edad (el error estándar se presenta entre paréntesis) ¿Fumas actualmente? -0.002 (0.001) -0.006 (0.008) -0.016 (0.005) -0.044 (0.019) 0.447 (0.332) 0.281 (0.224) ---- -0.531 (0.305) -0.804 (0.422) -0.788 (0.662) ¿Alguna vez has fumado un cigarro aunque no te lo hayas terminado? ¿Cuántos años tenías cuando fumaste tu primer cigarro? ¿Cuántos años tenías cuando empezaste a fumar casi a diario (frecuentemente)? Durante los últimos 30 días (un mes), ¿cuántos días fumaste? Continúa • 47 • Resultados Continuación Durante los últimos 30 días, ¿cuántos cigarros fumaste? 1.619 (11.193) 4.166 (2.738) -0.007 (0.004) -0.005 (0.012) 0.009 (0.006) -0.147 (0.069) ---- -0.032 (0.020) ---- -0.058 (0.028) ‘¿Tomas bebidas alcohólicas, aunque sea ocasionalmente? En promedio, ¿cuántas cervezas, coolers, copas de vino, aguardiente, etc., te tomas en una semana normal? ¿Algunas veces el alcohol te pone violento(s)? Durante los últimos 30 días, ¿hubo alguna ocasión en que dejaras de cumplir con tus actividades por haber bebido alcohol? Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia en el seguimiento entre individuos de hogares incorporados en 2002 e individuos de hogares similares en zonas de comparación. Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo. Variable 15 A 21 AÑOS ¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual? (porcentaje que reporta alguna edad) -0.055 (0.022) La última vez que tuviste relaciones sexuales, ¿qué hicieron tú o tu pareja para evitar el embarazo o una enfermedad? (condón o preservativo) 0.019 (0.042) ¿Cuáles métodos anticonceptivos te ayudan a evitar el SIDA? (condón o preservativo) -0.020 (0.021) ¿Se puede embarazar una mujer la primera vez que tiene relaciones sexuales? 0.007 (0.015) Nota: para realizar la estimación se comparó la diferencia en el seguimiento entre individuos de hogares incorporados en 2002 e individuos de hogares similares en zonas de comparación. Se destacan en negritas los resultados que indican un valor estadísticamente significativo. Finalmente, en el cuadro 21 se muestran los impactos relativos a prácticas sexuales. Al igual que en el caso rural, no se observa impacto alguno del programa en la mayoría de las variables de resultado analizadas. La excepción es la proporción de individuos que se declaran sexualmente activos, que es 5% menor entre adolescentes participantes en el programa. Si bien este efecto no se refleja en otros indicadores, disminuye el porcentaje de adolescentes expuestos a las consecuencias del sexo inseguro. CUADRO 21. Efecto promedio atribuible a Oportunidades en comportamientos de riesgo sexuales entre adolescentes de localidades urbanas (el error estándar se presenta entre paréntesis) Conclusiones Como los resultados encontrados para ambos medios (rural y urbano) son similares, las conclusiones se presentan por grupos de comportamientos analizados y no a través de una separación por entorno. Para el conjunto de comportamientos de riesgo se esperaba estimar el resultado combinado de dos efectos contrarios: por un lado, un incremento en los comportamientos de riesgo ocasionado por el aumento en el ingreso disponible en los hogares, y por el otro una reducción relacionada principalmente con el componente educativo del programa. VI. Conclusiones y recomendaciones Uso de sustancias adictivas Tanto en el medio rural como en el urbano, los resultados muestran que Oportunidades ha logrado reducir la proporción de adolescentes que fuman y toman bebidas alcohólicas. Aunque el presente análisis no permite dilucidar el mecanismo por el cual esto ocurre, los datos muestran reducciones significativas en la proporción de adolescentes que reportan haber fumado y consumido bebidas alcohólicas. Adicionalmente, las diferencias de impacto observadas entre los adolescentes urbanos con relación a los rurales, sugieren que el tiempo de exposición incrementa el efecto, lo que es también una buena noticia para el programa. Si bien se esperaba que el incremento en el ingreso disponible se reflejara en mayor consumo de tabaco y alcohol, al parecer los efectos positivos del programa, ya sea por las pláticas o por la permanencia en la escuela, están contrarrestando efectivamente estos efectos. No obstante, es importante señalar que el porcentaje de adolescentes que fuman es elevado, llegando en algunos casos a más de 50%. En este sentido, es necesario reforzar las acciones directas del programa dirigidas a desincentivar el consumo de tabaco, las cuales deben acompañarse de una estrategia de prevención más focalizada por parte del sector salud. Consumo de alimentos de alta densidad energética y sus consecuencias En lo que se refiere a este problema emergente, los datos disponibles —sólo para el medio rural— no son muy alentadores. Aunque se informa una tendencia a menor consumo de alimentos de alta densidad energética como resultado del programa, en términos de medidas objetivas, al parecer Oportunidades ha incrementado la proporción de adolescentes con sobrepeso. Este resultado sugiere que es importante reforzar los mensajes de salud con relación al mantenimiento de un peso sano, además de revisar las prioridades en el terreno de la alimentación. El énfasis debe pasar de la mala nutrición por deficiencias a la mala nutrición por excesos, al menos en el caso de los adolescentes. Prácticas de sexo riesgosas y sus consecuencias Tal vez los resultados más preocupantes sean los que se refieren a prácticas sexuales. A pesar de que en este aspecto hay una hipótesis explícita planteada por el programa en cuanto a reducción de infecciones de transmisión sexual, hay una ausencia total de resultados en esta área. Los adolescentes en hogares elegibles para Oportunidades —es decir, hogares en pobreza extrema— están iniciando su vida sexual sin protección, lo que se refleja en alta prevalencia de infecciones de transmisión sexual y muy probablemente en embarazos no deseados y abortos inseguros. En este sentido, es importante revisar el papel que desempeñan los servicios de salud para facilitar a los • 50 • Impacto en los comportamientos de riesgo de los adolescentes y en sus consecuencias inmediatas adolescentes el acceso a condones: si la provisión de condones se realiza sólo a través de los servicios de planificación familiar, en los que no participan adolescentes solteros, se está generando una barrera importante para su distribución. Los resultados presentados muestran que los adolescentes están conscientes de que el condón previene el VIH/SIDA, pero no lo usan y están contrayendo otras ITS. Para este estudio se obtuvo información sobre VHS-2 en el medio rural; pero otras investigaciones han señalado que la prevalencia de virus del papiloma humano, responsable de gran porcentaje de los casos de cáncer cervicouterino, podría ser al menos similar. No obstante, es importante señalar que el tipo de intervención directa que contempla Oportunidades para la prevención de ITS entre adolescentes se limita a una plática. En ese sentido, era previsible que no se observara un impacto en este rubro. Recomendaciones Si bien debe reconocerse el éxito de Oportunidades en lo que se refiere a consumo de tabaco y alcohol, los resultados en cuanto a mala alimentación y comportamientos sexuales de riesgo son preocupantes. Como se mencionó antes, en lo relativo a mala alimentación es necesario revisar los contenidos de salud del programa, además de establecer acuerdos con el sector educativo para que las escuelas realicen intervenciones más específicas dirigidas a mejorar la alimentación de los adolescentes. En particular, es necesario revisar la disponibilidad de alimentos saludables en los planteles educativos, en comparación con los de alta densidad energética, ya que es muy probable que en dichos centros sea más fácil conseguir refrescos, papas y pastelillos que alimentos saludables. Es importante considerar que, de acuerdo con algunos autores, las intervenciones orientadas a reducir el sobrepeso en la adolescencia no sólo deben plantear la reducción en el consumo de alimentos de alta densidad energética, sino también orientarse al incremento de la actividad física. En este sentido, el tiempo destinado a realizar ejercicio en las escuelas podría incrementarse, además de añadirse actividades deportivas extraescolares. En lo que se refiere a comportamientos sexuales, sería recomendable que el programa contemplara intervenciones educativas con contenidos de sexualidad dirigidos a adolescentes —tanto escolarizados como no escolarizados— en colaboración con las autoridades educativas y con la participación de los propios adolescentes y sus comunidades. Estas intervenciones deberán ser duraderas y enfocarse a modificar comportamientos. Es urgente buscar esquemas que permitan incidir sobre estos comportamientos, considerando que los adolescentes son probablemente el grupo más expuesto a contraer infecciones de transmisión sexual. En particular, es esencial que dichas intervenciones consideren las diferencias observadas por género, y busquen generar condiciones que permitan a las mujeres negociar el uso de condón en las relaciones sexuales. Por otra parte, es necesario replantear los contenidos referentes a los riesgos de contraer infecciones de transmisión sexual y sus consecuencias. Este replanteamiento de las estrategias de prevención trasciende a Oportunidades, ya que —como se señaló anteriormente— la intervención del programa en esta área se limita a una plática, de modo que no puede esperarse un impacto importante; más aún, estudios recientes han mostrado que incluso con intervenciones educativas diseñadas de acuerdo con los estándares, el impacto en comportamientos es reducido o nulo.35 Asimismo, es importante reforzar el componente de salud sexual en los servicios de salud e incentivar un mayor acceso a condones, los cuales deben ofrecerse fuera de los mecanismos tradicionales de planificación familiar, incluso con expendedores automáticos en escuelas y unidades de salud. Si bien la evidencia sugiere que esta situación no es privativa de los adolescentes en hogares elegibles para el programa, los resultados en salud e incluso las inversiones en capital humano de Oportunidades podrían afectarse si no se modifica esta tendencia creciente de las ITS entre adolescentes. • 51 • Conclusiones y recomendaciones Referencias 1. Secretaría de Desarrollo Social. Acuerdo por el que se emiten y publican las Reglas de Operación del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades para el ejercicio fiscal 2003. Diario Oficial de la Federación 2003 mayo 8. 2. Progresa. Acuerdo por el que se publica el esquema y términos de referencia para la evaluación externa, así como el esquema de operación y otorgamiento de apoyos de educación media superior, del Programa de Educación, Salud y Alimentación. Diario Oficial de la Federación 2001 junio 11. 3. Gruber J. Introduction. En Gruber J, ed. Risky behavior among youths: an economic analysis. 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