EVALUACIÓN EXTERNA DICONSA 2005 Capítulo X. Conclusiones Generales Conclusiones generales Diseño La inconsistencia o inexistencia de abasto en ciertas localidades del país se explica en lo fundamental por la combinación de tres factores: el reducido número de habitantes de la localidad en cuestión, el accidentado relieve del territorio y el bajo ingreso de su población. Estos tres elementos que, cada uno por separado no conducirían necesariamente a una situación de desabasto de la localidad, cuando se combinan, por lo general, son la causa de la inconsistencia o inexistencia de abasto. El reducido número de habitantes en una localidad explica la inconsistencia o inexistencia de abasto en caso de que dichos habitantes sean pobres, pero no en el caso de que fueran de mediano o alto ingreso, ya que en este último caso, estos habitantes podrían pagar el mayor costo de transporte por unidad de mercancía que implica llevar poca carga a una pequeña población, como ocurre en las pequeñas villas rurales de los países desarrollados. Sin embargo, en el caso de que estos pobladores sean pobres, difícilmente podrían pagar el mayor precio de estas mercancías para absorber el mayor costo unitario de transporte. Las difíciles condiciones del relieve de ciertas regiones del territorio mexicano son otro factor que explica la inconsistencia o inexistencia de abasto en caso de que dichos habitantes sean pobres y carezcan de caminos adecuados. Las montañas, lomeríos y cañadas no serían un problema si existieran caminos y puentes adecuados, o bien, si la población que habitara las localidades ubicadas en estos territorios contara con altos ingresos para hacer sus propios caminos, como ocurre en ciertos lugares acondicionados como residencias de descanso cercanos a las grandes ciudades, que a pesar de encontrarse en zonas abruptas algunos de ellos, cuentan con caminos adecuados y un abasto de mercancías consistente. Asimismo, las personas de bajo ingreso que viven en pequeñas localidades en valles o planicies cercanas a las zonas urbanas y con caminos adecuados para llegar a éstas, enfrentan un problema de abasto si no cuentan con los recursos suficientes para abrir tiendas en estas localidades debido al monto adelantado de capital que se requiere para invertir en inventarios. En respuesta a esta problemática, en 1979 se crea el Programa de Abasto Rural a cargo de Diconsa, dirigido a garantizar el abasto de productos alimenticios de los habitantes de zonas marginadas y aisladas. En la actualidad, el PAR-DICONSA tiene como principal objetivo garantizar el abasto de productos básicos y complementarios de calidad y con alto valor nutricional de forma eficiente, oportuna y suficiente, de la población en pequeñas localidades rurales y donde las 406 EVALUACIÓN EXTERNA DICONSA 2005 familias se encuentren en condición de pobreza, sin una alternativa consistente de abasto. Parte del objetivo general, en lo que se refiere a garantizar el abasto de productos básicos y complementarios, de calidad, y con alto valor nutricional es totalmente congruente con la problemática identificada, la cual comprende la carencia de un abasto consistente de bienes y servicios en las pequeñas localidades donde habita población en pobreza, o de existir, no hay una oferta consistente y a buen precio de los productos necesarios para el consumo de la población. Sin embargo, se puede observar que los otros elementos del objetivo general, tales como la prestación de servicios adicionales y apoyar a productores del sector social mediante la comercialización de sus productos e impulsar circuitos regionales de producción y consumo, no tienen una relación directa con la problemática identificada que dio origen al Programa.. Al considerar lo establecido en la cobertura, población objetivo y elegibilidad presentado en los lineamientos generales, está claro que el diseño del PARDICONSA está enfocado a atender la población identificada en el problema que dio origen al Programa, ya que atiende a localidades rurales de entre 200 y 2,500 habitantes, con población en situación de pobreza alimentaria, en zonas de alta y muy alta marginación, y sin un servicio de abasto local suficiente y adecuado. El tipo de apoyo, consistente en brindar el servicio de abasto por medio de tiendas y puntos de venta, para comercializar productos básicos y complementarios de calidad y con alto valor nutritivo, y en donde sea posible, ofrecer otros servicios a la comunidad, es congruente con la problemática identificada, que es la inexistencia de un sistema adecuado de abasto. En cuanto a la mecánica de operación, el diseño actual del Programa está orientado de manera correcta para atender el problema que dio origen al mismo, en lo que respecta a la estrategia de abasto de Diconsa basada en la demanda de las localidades que atiende, incorporando productos del sector social cuando éstos sean una mejor alternativa en términos de precio o calidad, y un esquema de abastecimiento basado en una red de almacenes estratégicamente situados, una cadena de suministro vinculando las negociaciones comerciales con proveedores, y con una logística eficiente de su red de almacenes y flota vehicular. Igualmente en línea está la política de pago a proveedores. En cuanto a los criterios para el cierre y reubicación de tiendas, el diseño actual es muy laxo para cerrar aquellas que ya no sean necesarias. El Programa atiende a la problemática identificada, pero de hecho, no incide sobre los factores que contribuyen al problema, debido a que éstos han sido diezmados por el proceso de migración desde las zonas rurales hacia localidades urbanas y semi-urbanas, la creciente construcción de infraestructura de caminos (vías primarias y caminos rurales), las remesas de dinero del extranjero que reciben las 407 EVALUACIÓN EXTERNA DICONSA 2005 familias que habitan en las zonas rurales y la mayor transferencia de recursos a estas zonas a través de diversos programas federales y estatales. Asimismo, existen señalamientos en el objetivo general y objetivos específicos que no responden directamente al problema identificado que dio origen al Programa. Sin embargo, es importante mencionar que algunos de estos objetivos son congruentes con nuevas necesidades observadas en las zonas rurales, lo cual debería dar lugar a una nueva línea de investigación que considere la importancia de Diconsa, no del PAR, para enfrentar otro tipo de problemática observada en años recientes, y que es de naturaleza diferente a la que dio origen al PAR. Esta nueva problemática tiene más que ver con los problemas de comercialización que enfrentan los pequeños y medianos productores locales y regionales, y que está relacionado con los objetivos específicos de “Impulsar el desarrollo de proveedores del sector social, locales y regionales, a través de la comercialización de sus productos”; y “Atender las necesidades de consumo de las comunidades apoyando, a través de la red comercial e infraestructura de Diconsa, el desarrollo de proyectos productivos de productores rurales y organizaciones de productores del sector social, a partir de la adquisición preferencial de sus productos primarios y transformados, cuando representan una mejor alternativa de abasto, en calidad y precio, para los consumidores”. Sin embargo, estos objetivos específicos corresponderían más bien a un nuevo papel de Diconsa que va más allá de la existencia del PAR. Debido a la evolución que la economía nacional ha tenido en los últimos años, parece ahora más importante poner atención en el papel de Diconsa como un líder en la comercialización en las zonas rurales del país que consolide el mercado interno, que el papel de distribuidor minorista que actualmente realiza. Como tema de investigación debería de plantearse la posibilidad de que Diconsa busque ahora ser proveedor de las pequeñas tiendas privadas en las zonas rurales. Es decir, convertirse ahora en distribuidor de medio mayoreo, más que ser un vendedor al menudeo, ya que esta última actividad es asumida crecientemente por habitantes de las mismas localidades atendidas por el Programa. En resumen, el diseño del PAR es consistente con el objetivo de garantizar el abasto de productos básicos y complementarios de calidad y con alto valor nutricional de forma eficiente, oportuna y suficiente, en localidades rurales sin una alternativa consistente de abasto y donde las familias se encuentren en condición de pobreza. Sin embargo, en la medida que este problema ha ido cediendo debido a los programas federales y estatales de construcción de carreteras y caminos rurales, es importante que ahora Diconsa se perfile hacia una nueva función, vital, que exige la nueva realidad: la de utilizar su conocimiento, experiencia, infraestructura de almacenaje y su flota de transporte para comercializar al mayoreo y medio mayoreo productos locales y regionales de los pequeños y medianos productores ubicados en microrregiones, además de seguir vinculada a las grandes empresas nacionales, a fin de consolidar el mercado interno, y ser complementario con otros programas federales orientados al desarrollo de 408 EVALUACIÓN EXTERNA DICONSA 2005 pequeños y medianos productores ubicados en las zonas rurales, y pequeñas ciudades a lo largo de todo el territorio nacional, que han incrementado, mejorado o diversificado su producción pero que enfrentan problemas de comercialización debido a que los grandes centros urbanos se encuentran saturados para vender en ellos y su debilidad financiera para contar con una flota de transporte propia o contratar el servicio de transporte público federal para atender la demanda de las localidades de su propia región o de otras regiones del país. Conclusiones generales Cobertura y Focalización El hecho de que para el ejercicio fiscal 2005 se introduce una nueva regla de operación según la cual las tiendas que fueron instaladas de acuerdo con normas de DICONSA y Reglas de Operación anteriores a las presentes, podrán continuar operando mientras las comunidades requieran de su servicio, y atiendan lo dispuesto en estas Reglas, no quiere decir que la existencia de todas las tiendas están justificadas. Se hizo un análisis determinando las localidades objetivo de acuerdo a la normatividad aplicable en cada año, y lo que se obtuvo fue que los porcentajes de localidades no objetivo que actualmente tienen tienda DICONSA siguen siendo altos, por lo que el error de exclusión e inclusión de localidades también son altos. Asimismo se realizó un análisis de apertura de tiendas de acuerdo a las Reglas de Operación vigentes en cada año de apertura, y se pudo constatar que cada año DICONSA ha abierto tiendas que se desapegan a la normatividad del Programa. Con estos resultados, se observa que la nueva regla de operación no justifica la existencia de un gran número de tiendas en localidades que no son objetivo por lo tanto aún se recomienda que en ejercicios fiscales posteriores será pertinente la reubicación de tiendas DICONSA que se abran el localidades no objetivo. Por otro lado se concluye que debido a diversas razones que no tienen que ver con la normatividad del Programa y que en el informe final se mencionan, DICONSA abre y cierra tiendas aunque las localidades donde lo hace no sean objetivo. Sin que lo anterior sea una justificación para tales acciones, si constituyen un atenuante al momento de señalar como desapego a la norma lo que viene haciendo DICONSA. Para evitar esas interpretaciones al momento de evaluar el Programa, en adelante cuando se abra y se cierre una tienda se deberá elaborar un documento en donde se explique el motivo de tal acción en esa localidad, de tal forma que la información de los motivos de cierre y apertura aparezca en la base de datos de DICONSA. Asimismo, los conceptos ambiguos y confusos que aparecen en las Reglas de Operación tendrán que definirse y ser de alguna forma cuantificables, ya que no 409 EVALUACIÓN EXTERNA DICONSA 2005 es posible hablar de suficiencia en el abasto sin determinar exactamente a que se refiere. Conclusiones generales Operación Administrativa En la investigación de campo realizada para la evaluación 2004 se encontró que las reglas de operación del programa se cumplen en lo referente a política de precios, margen de ahorro, estado y calidad de los productos, el apoyo a otros programas sociales, estado de las tiendas, transparencia, horario de atención y participación de los Consejos Comunitarios de Abasto. Sin embargo, la operación de la empresa tiene ciertas debilidades como la constante reducción del margen de ahorro, problemas de abasto en algunos productos, la falta de participación de las comunidades en la operación del Programa, la carencia de apoyo comercial a productores del sector social e impulso los circuitos regionales de producción y consumo, la escasa compra de productos a proveedores de la región, instalaciones obsoletas de las tiendas, la falta de exhibición de precios, inconsistencias en la supervisión de tiendas, necesidades de capacitación y fallas en la conversión de tiendas en Unidades de Servicio a la Comunidad. Conclusiones generales Operación Financiera Para sanear la operación financiera del Programa se deben seguir tres objetivos fundamentales, la implementación de una política comercial más agresiva, la reducción de los plazos de cobranza y el abatimiento de los costos fijos de la empresa. En este sentido, se sugiere fortalecer la venta a tiendas a través de una política de oferta más agresiva, que implique la introducción de productos más acordes con la demanda de la población rural. Es así que Diconsa debe rediseñar el catálogo de productos que ofrece en sus tiendas, ya que una regla básica de la política de oferta es atender los gustos y preferencias de los consumidores, lo cual lleva implícito la satisfacción de las necesidades de abasto de la población objetivo. Además, se debe contemplar la realización de un estudio de viabilidad de la implementación del Sistema de Tiendas Asociadas al Programa de Abasto Rural, como medio de expansión de la oferta de productos de la empresa, con la premisa de ser una opción para incrementar los ingresos por ventas a tiendas y con ello mejorar la situación financiera de la empresa y el Programa. Por otra parte, es pertinente buscar la reducción de los plazos de cobranza a tiendas a través de la política de supervisión, pero sobre todo a las entidades que coordinan los programas especiales que atiende Diconsa, en los cuales se hace pertinente revisar la situación financiera de cada convenio de este tipo. A partir de esta reducción de plazos de cobranza se podrán obtener recursos suficientes para 410 EVALUACIÓN EXTERNA DICONSA 2005 hacer frente al gasto corriente de la empresa, sobre todo el relacionado con el pago oportuno a proveedores. Por último, debe buscarse reducir aún más los costos fijos del Programa, principalmente, ya que las liquidaciones al personal administrativo de la empresa incrementaron de forma importante este concepto en el último año. Las recomendaciones hechas anteriormente permitirán, además de la sustentabilidad de la empresa, reducir aun más el costo de transferencia de ahorro a los beneficiarios y generar otro tipo de beneficios directos a la población objetivo del Programa y por tanto que Diconsa deje de depender de los recursos fiscales para asegurar su operación inmediata y futura. Conclusiones generales Verificación de Metas El Programa de Abasto Rural no cuenta con un Programa Operativo Anual que establezca metas de resultados o desempeño específicas, sólo toma en cuenta los seis indicadores de resultados que se establecen en las reglas de operación, sin embargo sólo para tres de ellos se establecen metas específicas a cumplir, las cuales son a nivel nacional y en ningún momento se menciona alguna meta a nivel de sucursal y mucho menos estatal para dichos indicadores. Las metas financiera y físicas tienen congruencia entre si, ya que ambas se refieren al cumplimiento de niveles de comercialización de productos a través de la presupuestación de compras y ventas, y su correspondiente movimiento de recursos financieros. Sin embargo, sólo uno de los indicadores de resultados se relaciona directamente con las metas físicas y financieras, que es el margen de ahorro, ya que a partir de la meta de margen de ahorro es que se establecen los márgenes de comercialización de cada producto o línea de producto. Las metas establecidas para cada uno de los indicadores aquí mencionados si son realistas de acuerdo al esquema de operación del Programa de Abasto Rural. Además, con los recursos presupuestados para el Programa en el 2005 y su esquema de operación, si es posible alcanzar las metas físicas y financieras establecidas, además del margen de ahorro, sin embargo debido a que los apoyos del Gobierno Federal al Abasto no fueron liberados en tiempo y monto, se pone en riesgo el cumplimiento de estas metas. El establecimiento de las metas físicas y financieras del Programa está muy ligado, y se hace en base a la generación de estados financieros pro forma y presupuestos de venta a partir de cada uno de los 271 almacenes rurales del Programa, información que se consolida primeramente en cada una de las sucursales del Programa y finalmente en las oficinas centrales, con lo cual se obtienen presupuestos físico-financieros realistas, ya que provienen del conocimiento directo de la demanda social de productos del Programa para la 411 EVALUACIÓN EXTERNA DICONSA 2005 población atendida. En este sentido, las metas nacionales y de las sucursales son necesariamente consistentes entre si. En cuanto a las metas de resultados, a excepción del indicador del margen de ahorro, no existen mecanismos o metodologías específicas para la definición de dichas metas, además de que los utilizados actualmente no son los más apropiados. El seguimiento de las metas de resultados utilizadas se da a partir de las evaluaciones internas del Programa, cómo es el caso del informe de actividades y autoevaluación, que es un documento generado de forma trimestral por la administración central del Programa. Además, es necesario mencionar que los indicadores de resultados que se contemplan en las reglas de operación del Programa de Abasto Rural permiten medir la mayor parte de los objetivos específicos del mismo, sin embargo no se contemplan indicadores de resultados sobre aspectos como el desarrollo de proveedores del sector social, el desarrollo de proyectos productivos, la promoción de la organización social comunitaria y la modernización de los procesos operativos del Programa, que son también objetivos específicos del Programa de Abasto Rural. Por último, de los seis indicadores de resultados que se establecen en las reglas de operación del Programa, para sólo tres de ellos se establecieron metas específicas a cumplir para el periodo de estudio, por lo tanto se puede decir que el Programa no cuenta con un plan operativo completo que establezca metas para cada uno de los objetivos que pretende alcanzar. Conclusiones generales Transporte DICONSA puede ser considerada como una red de distribución integrada por almacenes y flota vehicular de abastecimiento de productos básicos a comunidades rurales de alta y muy alta marginación, en la cual su columna vertebral descansa sobre la operación eficiente y eficaz de las unidades vehiculares con que cuenta. Además, es importante señalar que del buen funcionamiento de la flota depende parte de las condiciones de bienestar de la población beneficiaria del Programa de Abasto Rural y de aquella población que ha enfrentado situaciones de desastre. A pesar de que las Reglas de Operación señalan la evaluación de la operación de la flota vehicular, a fin de ajustar gradualmente la misma a parámetros de eficiencia y rendimiento, dichas reglas no establecen de manera clara criterios, indicadores o parámetros sobre la operación o sustitución de las unidades vehiculares. 412 EVALUACIÓN EXTERNA DICONSA 2005 La formación y seguimiento de indicadores relacionados con la eficiencia y la eficacia, los costos de transportación, transferencia de ahorro, entre otros, son importantes para diseñar un programa de sustitución gradual de la flota vehicular. En los indicadores de operación de la flota vehicular deberán ser considerados aspectos como son el número de toneladas transportadas anualmente, inversión realizada en transporte, costos de mantenimiento y de consumo de combustible, ello con el fin de identificar los mayores costos de operación las unidades vehiculares. Finalmente, en cuanto a los indicadores de sustitución, estos deberán contener la edad promedio de los vehículos, tipo de ruta cubierta por unidad, kilometraje de las unidades, así como el grado o porcentaje de cumplimiento del plan de sustitución de la flota vehicular. Así, se deberán diseñar lineamientos o indicadores específicos sobre la operación y sustitución de la flota vehicular, a fin de asegurar una sustitución constante y gradual de la misma, lo cual permitirá disminuir los costos de mantenimiento y combustible asociados a la obsolescencia de las unidades vehiculares. Dichos indicadores y lineamientos tendrán que estar considerados en el programa de sustitución diseñado, mismo que sería importante señalar en las Reglas de Operación con el objetivo de asegurar el seguimiento y de tales indicadores. 413