Lectura del santo Evangelio según san Mateo 20, 1-16 Porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un denario por día y los envío a su viña. Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: 'Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo'. Y ellos fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: '¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?'. Ellos les respondieron: 'Nadie nos ha contratado'. Entonces les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'. Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: 'Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros'. Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario. Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo: 'Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada'. El propietario respondió a uno de ellos: 'Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario? Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti. ¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?'. Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos". Palabra del Señor. DIRECTORIO PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE Párroco: Rev. Vicente H. Finnerty, C.M. Vicario: Abel Osorio, C.M. Residentes: Rev. José A. Elzi, C.M. Rev. Arturo J. Kolinsky, C.M. Coordinadores: Haydeé García. Ext. 5 Adilia Rodríguez. Ext. 2 Juan M. Cajero. Ext. 3 Administradora finanzas: Karina Romero. Ext. 4 Director de comunicaciones: Richard Sierra. Ext. 7 Mantenimiento: Esteban Chávez DIRECCIÓN Isaías nos dice algo que ya sabemos, pero que parecemos olvidar de tanto en tanto. Nos dice, en esencia, que Dios es Dios y nosotros no lo somos. Cuando estamos confundidos, llenos de problemas y no podemos solucionarlo todo, tal vez sea sabio recordar a Isaías (alguien que está más en la sintonía divina que nosotros) hablando en nombre del Señor y explicando que Dios se mueve de maneras que ni siquiera podemos imaginar. En comparación, san Pablo lo ha resuelto todo. Casi todo. Cuando menos entiende su llamado en esta vida: dar gloria a Cristo en todo lo que hace. Esto debería marcar el rumbo para nosotros. Jesús también nos marca el camino, explicándonos una vez más en la parábola de los viñadores que los últimos serán los primeros, y que los primeros serán los últimos. BAUTIZOS ADORACION NOCTURNA Debe estar inscrito en la Parroquia por un míniEl primer sábado de cada mes se lleva a cabo la mo de seis meses. Se requiere acta de nacimienAdoración Nocturna de 11 p.m. a 6 a.m. en to. Inscripciones los domingos, luego de la misa. nuestra capilla de la parroquia. MATRIMONIOS El próximo curso prematrimonial dará inicio el primer domingo de Febrero. El curso dura cuatro meses. Inscripción previa requerida. CATEQUESIS ADULTOS Las clases de la catequesis para adultos interesados en tomar cualquier sacramento, son todos los miércoles a las 8 p.m y domingo a las 5 p.m. GRUPOS JUVENILES 12 a 17 años: Reuniones los viernes, 7:30 pm. 18 a 25 años: Reuniones los jueves, 7:30 pm. 26 a 35 años: Reuniones los jueves, 7:30 pm. GRUPO A.A. El grupo de alcohólicos anónimos sostiene las reuniones los martes, jueves y viernes a las 7:30 p.m. en la casa blanca de la entrada. SESIONES DE ZUMBA RENOVACION CARISMATICA La asamblea de la renovación carismática es los sábados a las 8:00 p.m. Asiste, alaba, ora y predica a Dios. UNCION DE LOS ENFERMOS Llevamos a cabo una Misa de Unción de los enfermos cada primer domingo del mes, en la misa de las 2 p.m. Para enfermos y mayores de 55. CONFESIONES Las confesiones se llevan a cabo desde diez minutos antes, y durante cada una de las misas que están programadas para el fin de semana. CORO INFANTIL Se está llevando a cabo el ensayo del coro de los niños de 6 a 12 años de edad, todos los miércoles de 6 a 7:30 p.m. Niños y niñas invitados. MEDICINA GENERAL Se están llevando a cabo sesiones de zumba Doctor general: 18 de septiembre 10 am a 12 pm para todas la comunidad general en la parroquia. Examen básico de ojos: 20 de septiembre 6pm Lunes y miércoles desde las 6 de la noche. Quiropráctico: 9 de octubre 10 am a 1 pm PEREGRINOS EN PAREJA TAEKWONDO La próxima estación de los peregrinos será el día Clases de taekwondo los lunes y miércoles a las viernes 7 de octubre, desde las 7:30 p.m. 7:00 pm para niños y adultos. Informes con Juan Parejas casadas y no casadas, bienvenidas. en el 980.722.6423 ó durante las clases. CRUCERO DE SALUD El crucero de salud que atenderá la comunidad de 0 a 17 años sin seguro médico, nos visitará el jueves 6 y 20 de octubre, de 9:00 am a 3:00 pm. CLASES DE ALFABETIZACION Todos los viernes a las 7 de la noche, en la parroquia. Las clases son para adultos. Anime a una persona, ellos no pueden leer este anuncio. NEUROTICOS ANONIMOS Si necesita apoyo y ayuda emocional, las reuniones del grupo son los viernes y sábados de 11 am a 1 pm. TIENDA Tenemos para la venta discos compactos y libros religiosos en nuestra tienda; además imágenes, estampas y adornos, a precios módicos. Los discípulos cristianos experimentan la conversión—una transformación total de mente y corazón—y comprometen sus vidas al Señor. El tema del quinto Congreso Eucarístico de la Diócesis de Charlotte es: "El Buen Pastor, venga a darnos de comer." El Congreso incluirá una procesión de la Eucaristía por las calles de Uptown Charlotte. Haga planes para asistir a este evento importante, 23 y 24 de septiembre de 2011 en el Centro de Convenciones de Charlotte. Visite WWW.GoEucharist.com para más información. El Papa Juan Pablo II llamaba a la Eucaristía la "fuente y cumbre" de la vida católica. Haga planes para pasar un día en el culto especial durante el quinto Congreso Eucarístico de la Diócesis de Charlotte. Dos de los cuatro evangelistas dan a San Mateo el nombre de Leví, mientras que San Marcos lo llama, "hijo de Alfeo". Posiblemente Leví era su nombre original y adoptó el mismo el nombre de Mateo cuando se convirtió en seguidor de Jesús. San Mateo era galileo por nacimiento y se sabe con certeza que su profesión era la de publicano, o recolector de impuestos para los romanos, oficio considerado infame para los judíos. El llamado a San Mateo ocurrió en el segundo año del ministerio público de Jesucristo, y éste le adoptó enseguida en la santa familia de los Apóstoles; desde el momento del llamado, el evangelista siguió al Señor hasta el término de su vida terrena y sin duda escribió su Evangelio a pedido de los judíos convertidos en lengua aramea. San Mateo, tras haber recogido una abundante cosecha de almas en Judea, se fue a predicar la doctrina de Cristo en las naciones de oriente, pero nada cierto se sabe de ese periodo de su existencia. La Iglesia también lo venera como mártir, no obstante que hasta la fecha, se desconoce las causas y el lugar de su muerte. Un hombre tenía un sembrado de flores estupendas; cada día salían de su cultivo centenares de paquetes a vender con las flores más bellas y fragantes. Este señor año por año ganaba el premio a las flores más grandes y de mejor calidad y como era de esperarse era la admiración de todos en la región; un día se acercó un periodista a preguntarle el secreto de su éxito, a lo que el hombre contesto: - Mi éxito se lo debo a que de cada cultivo saco las mejores semillas y las comparto con mis vecinos, para que ellos también las siembren. - ¿Cómo?- respondió el periodista- pero eso es una locura, acaso no teme que sus vecinos se hagan famosos como usted y le quiten su importancia? El hombre dijo: – Yo lo hago porque al tener ellos buenos sembrados el viento me va a devolver a mi cultivo buenas semillas y la cosecha va a ser mayor; si no lo hiciera así ellos sembrarían semillas de mala calidad que el viento traería a mi cultivo y cruzaría las semillas, haciendo que mis flores sean de mala calidad. Lo mismo ocurre en nuestra vida. Quienes decidan vivir bien, deben ayudar a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca. Quienes optan por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la felicidad, pues el bienestar de cada uno está unido al bienestar común. Gálatas 6:2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros; y cumplid así la ley de Cristo. LA CATEQUESIS ha sido siempre considerada por la Iglesia como una de sus tareas primordiales, ya que Cristo resucitado, antes de volver al Padre, dio a los Apóstoles esta última consigna: hacer discípulos a todas las gentes, enseñándoles a observar todo lo que Él había mandado. Él les confiaba de este modo la misión y el poder de anunciar a los hombres lo que ellos mismos habían oído, visto con sus propios ojos, contemplado y palpado con sus manos, acerca del Verbo de vida. Al mismo tiempo les confiaba la misión y el poder de explicar con autoridad lo que Él les había enseñado, sus palabras y sus actos, sus signos y sus mandamientos. Y les daba el Espíritu para cumplir esta misión. Muy pronto se llamó catequesis al conjunto de esfuerzos realizados por la Iglesia para hacer discípulos, para ayudar a los hombres a creer que Jesús es el Hijo de Dios, a fin de que, mediante la fe, ellos tengan la vida en su nombre, para educarlos e instruirlos en esta vida y construir así el Cuerpo de Cristo. La Iglesia no ha dejado de dedicar sus energías a esa tarea. Los últimos Papas le han reservado un puesto de relieve en su solicitud pastoral. Mi venerado Predecesor Pablo VI sirvió a la catequesis de la Iglesia de manera especialmente ejemplar con sus gestos, su predicación, su interpretación autorizada del Concilio Vaticano II —que él consideraba como la gran catequesis de los tiempos modernos— con su vida entera. Él aprobó, el 18 de marzo de 1971, el «Directorio ge-neral de la catequesis», preparado por la S. Congregación para el Clero, un Directorio que queda como un documento básico para orientar y estimular la renovación catequética en toda la Iglesia. Él instituyó la Comisión internacional de Catequesis, en el año 1975. Él definió magistralmente el papel y el significado de la catequesis en la vida y en la misión de la Iglesia, cuando se dirigió a los participantes en el Primer Congreso Internacional de Catequesis, el 25 de septiembre de 1971, y se detuvo explícitamente sobre este tema en la Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi. Él quiso que la catequesis, especialmente la que se dirige a los niños y a los jóvenes, fuese el tema de la IV Asamblea general del Sínodo de los Obispos, celebrada durante el mes de octubre de 1977, en la que yo mismo tuve el gozo de participar. Al concluir el Sínodo, los Padres entregaron al Papa una documentación muy rica, que comprendía las diversas intervenciones tenidas durante la Asamblea, las conclusiones de los grupos de trabajo, el Mensaje que con su consentimiento habían dirigido al pueblo de Dios, y sobre todo la serie imponente de «Proposiciones» en las que ellos expresaban su parecer acerca de muchos aspectos de la catequesis en el momento actual. Este Sínodo ha trabajado en una atmósfera excepcional de acción de gracias y de esperanza. Ha visto en la renovación catequética un don precioso del Espíritu Santo a la Iglesia de hoy, un don al que por doquier las comunidades cristianas, a todos los niveles, responden con una generosidad y entrega creadora que suscitan admiración. El necesario discernimiento podía así realizarse partiendo de una base viva y podía contar en el pueblo de Dios con una gran disponibilidad a la gracia del Señor y a las directrices del Magisterio. En este mismo clima de fe y esperanza os dirijo hoy, Venerables Hermanos, amados hijos e hijas, esta Exhortación Apostólica. En un tema tan amplio, ella no tratará sino de algunos aspectos más actuales y decisivos, para corroborar los frutos del Sínodo. Ella vuelve a tomar en consideración, sustancialmente, las reflexiones que el Papa Pablo VI había preparado, utilizando ampliamente los documentos dejados por el Sínodo. El Papa Juan Pablo I — cuyo celo y cualidades de catequista tanto asombro nos han causado— las había recogido y se disponía a publicarlas en el momento en que inesperadamente fue llamado por Dios. A todos nosotros él nos ha dado el ejemplo de una catequesis fundada en lo esencial y a la vez popular, hecha de gestos y palabras sencillas, capaces de llegar a los corazones. Yo asumo pues la herencia de estos dos Pontífices, para responder a la petición de los Obispos, formulada expresamente al final de la IV Asamblea general del Sínodo y acogida por el Papa Pablo VI en su discurso de clausura. Lo hago también para cumplir uno de los deberes principales de mi oficio apostólico. La catequesis ha sido siempre una preocupación central en mi ministerio de sacerdote y de obispo. Deseo ardientemente que esta Exhortación Apostólica, dirigida a toda la Iglesia, refuerce la solidez de la fe y de la vida cristiana, dé un nuevo vigor a las iniciativas emprendidas, estimule la creatividad —con la vigilancia debida— y contribuya a difundir en la comunidad cristiana la alegría de llevar al mundo el misterio de Cristo. Somos las primeras generaciones de padres decididos a no repetir con los hijos los errores de nuestros progenitores.Y en el esfuerzo de abolir los abusos del pasado, somos los más dedicados y comprensivos pero a la vez los más débiles e inseguros que ha dado la historia. Lo grave es que estamos lidiando con unos niños más “igualados”, beligerantes y poderosos que nunca. Parece que en nuestro intento por ser los padres que quisimos tener, pasamos de un extremo al otro. Así, somos los últimos hijos regañados por los padres y los primeros padres a quienes los hijos nos regañan; los últimos que le tuvimos miedo a los padres y los primeros que le tememos a los hijos; los últimos que crecimos bajo el mando de los padres y los primeros que vivimos bajo el yugo de los hijos. Y lo que es peor, los últimos que respetamos a nuestros padres, y los primeros que aceptamos que nuestros hijos nos irrespeten. En la medida que el permisivismo reemplazó al autoritarismo, los térmi- Había una vez un hombre que subía cada día al autobús para ir al trabajo. Una parada después, una anciana subía y se sentaba al lado de la ventana. La anciana abría una bolsa y durante todo el trayecto, iba tirando algo por la ventana. Siempre hacía lo mismo y un día, intrigado, el hombre le preguntó que era lo que tiraba por la ventana. ¡Son semillas! – le dijo la anciana. ¿Semillas? ¿Semillas de qué? - De flores, es que miro afuera y está todo tan vacío. Me gustaría poder viajar viendo flores durante el camino. ¿Verdad que sería bonito? - Pero las semillas caen encima del asfalto, las aplastan los coches, se las comen los pájaros. ¿Cree que sus semillas germinarán al lado del camino? - Seguro que sí. Aunque algunas se nos de las relaciones familiares han cambiado en forma radical, para bien y para mal. En efecto, antes se consideraban buenos padres a aquellos cuyos hijos se comportaban bien, obedecían sus órdenes y los trataban con el debido respeto; y buenos hijos a los niños que eran formales y veneraban a sus padres. Pero en la medida en que las fronteras jerárquicas entre adultos y niños se han ido desvaneciendo, hoy los buenos padres son aquellos que logran que sus hijos los amen, aunque poco los respeten. Y son los hijos quienes ahora esperan respeto de sus padres, entendiendo por tal que les respeten sus ideas, sus gustos, sus apetencias y su forma de actuar y de vivir. Y que además les patrocinen lo que necesitan para tal fin. Como quien dice los roles se invirtieron, y ahora son los papás quienes tienen que complacer a sus hijos para ganárselos, y no a la inversa, como en el pasado. Esto explica el esfuerzo que hacen hoy tantos papás y mamás. pierdan, alguna acabará en la cuneta y, con el tiempo, brotarán. - Pero…tardarán en crecer, necesitan agua… - Yo hago lo que puedo hacer. ¡Ya vendrán los días de lluvia! La anciana siguió con su trabajo… Y el hombre bajó del autobús para ir a trabajar, pensando que la anciana había perdido la cabeza. Unos meses después, yendo al trabajo, el hombre, al mirar por la ventana, vio todo el camino lleno de flores. ¡Todo lo que veía era un colorido y florido paisaje! Se acordó de la anciana, pero hacía días que no la había visto. Preguntó al conductor: - ¿La anciana de las semillas? - Pues, ya hace un mes que murió. El hombre volvió a su asiento y siguió mirando el paisaje. «Las flores han brotado, se dijo, pero ¿de que le ha servido su trabajo? No ha podido ver su obra». De repente, oyó la risa de un niño. Una niña señalaba entusiasmada las flores. - ¡Mira, papá! ¡Mira cuántas flores! La anciana de nuestra historia había hecho su trabajo, y dejó su herencia a todos los que la pudieran recibir, a todos los que pudieran contemplarla y ser más felices. Dicen que aquel hombre, desde aquel día, hace el viaje de casa al trabajo con una bolsa de semillas que va arrojando por la ventanilla. No dejes de sembrar cosas buenas. Alguien siempre recogerá tu siembra…. Gálatas 6:7 “No os engañeis: Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” 2 Corintios 9:6 “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra en bendiciones, en bendiciones también segará.” Durante los años de la depresión, solía parar en el almacén del Sr. Miller para comprar productos frescos de granja. La comida y el dinero faltaban y el trueque se usaba mucho. Un día, el Sr. Miller me estaba empaquetando unas papas. De repente me fijé en un niño pequeño, con ropa roída pero limpia que miraba atentamente un cajón de arvejas frescas. Pagué mis papas pero también me sentí atraído por el aspecto de las arvejas. Admirando las arvejas, no pude evitar escuchar la conversación entre el Sr. Miller y el niño. «Hola Barry, como estás hoy?» «Hola Sr. Miller. Estoy bien , gracias. Solo admiraba las arvejas… se ven muy bien.» «Sí, son muy buenas. ¿Cómo está tu mamá?» «Bien. Cada vez más fuerte.» «Bien. ¿Hay algo en que te pueda ayudar?» «No Señor. Sólo admiraba las arvejas.» «¿Te gustaría llevar algunas a casa?» «No Señor. No tengo con que pagarlas.» «Bueno, qué tienes para cambiar por ellas? «Lo único que tengo es esto, mi canica más valiosa.» «¿De veras? ¿Me la dejas ver?» «Acá está. ¡Es una joya!» «Ya lo veo. Mmmm… el único problema es que ésta es azul y a mí me gustan las rojas. ¿Tienes alguna como esta, pero roja, en casa?» «No exactamente, pero casi.» «Hagamos una cosa. Llévate esta bolsa de arvejas a casa y la próxima vez que vengas muéstrame la canica roja que tienes.» «Desde ya! Gracias Sr. Miller.» La Sra. Miller se me acercó a atenderme y con una sonrisa me dijo: «Hay dos niños más como él en nuestra comunidad, todos en situación muy pobre. A Jim le encanta hacer trueque con ellos por arvejas, manzanas, tomates, o lo que sea. Cuando vuelven con las canicas rojas, él decide que en realidad no le gusta tanto el rojo, y los manda a casa con otra bolsa de mercadería y la promesa de traer una canica color naranja o verde tal vez.» Me fui del negocio sonriendo e impresionado con este hombre. Un tiempo después me mudé pero nunca me olvidé de este hombre, los niños y los trueques entre ellos. Varios años pasaron, cada uno más rápidamente que el anterior. Recientemente tuve la oportunidad de visitar unos amigos en esa comunidad. Mientras estuve allí, me enteré que el Sr. Miller había muerto. Esa noche sería su velorio y sabiendo que mis amigos querían ir, acepté acompañarlos. Al llegar a la funeraria, nos pusimos en fila para conocer a los parientes del difunto y para ofrecer nuestro pésame. Delante nuestro, en la fila, había tres hombres jóvenes. Uno tenía puesto un uniforme militar y los otros dos unos lindos trajes oscuros con camisas blancas. Parecían profesionales. Se acercaron a la Sra. Miller, quien se encontraba al lado de su difunto esposo, tranquila y sonriendo. Cada uno de los hombres la abrazó, la besó, conversó brevemente con ella y luego se acercaron al ataúd. Los ojos azules llenos de lágrimas de la Sra. Miller, los siguió uno por uno, mientras cada uno tocaba con su mano cálida, la mano fría dentro del ataúd. Cada uno se retiró de la funeraria limpiándose los ojos. Llegó nuestro turno y al acercarme a la Sra. Miller le dije quién era y le recordé lo que me había contado años atrás sobre las canicas. Con los ojos brillando, me tomó de la mano y me condujo al ataúd. «Esos tres jóvenes que se acaban de ir son los tres chicos de los cuales te hablé. Me acaban de decir cuanto agradecían los «trueques» de Jim. Ahora que Jim no podía cambiar de parecer sobre el tamaño o color de las canicas, vinieron a pagar su deuda. «Nunca hemos tenido riqueza» -me confió«pero ahora Jim se consideraría el hombre más rico del mundo.» Con una ternura amorosa levantó los dedos sin vida de su esposo. Debajo de ellos había tres canicas rojas exquisitamente brillantes. Moraleja: No seremos recordados por nuestras palabras, sino por nuestras acciones. La vida no se mide por cada aliento que tomamos sino por las cosas que nos quitan el aliento. LA RANITA SORDA Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando dos de ellas cayeron en un pozo. Las demás se reunieron alrededor del agujero y, cuando vieron lo hondo que era, le dijeron a las caídas que debían darse por muertas. Sin embargo, ellas seguían tratando de salir del hoyo. Las otras les decían que esos esfuerzos serían inútiles. Finalmente, una de las ranas atendió a lo que las demás decían, se dio por vencida y murió. La otra continuó saltando con tanto esfuerzo como le era posible. La multitud le gritaba que era inútil pero la rana seguía saltando, cada vez con más fuerza, hasta que finalmente salió del hoyo. Las otras le preguntaron: “¿No escuchabas lo que te decíamos?” La ranita les explicó que era sorda, y creía que las demás la estaban animando desde el borde a esforzarse más y más para salir del hueco. Emfermedades tecnológicas Por derivarse del uso inadecuado o indiscriminado del ordenador, el teléfono móvil, los videojuegos y otros gadgets. El aumento de las afecciones relacionadas directamente con éste fenómeno, ha motivado a los expertos en salud, ha alertar del peligro de usar descontroladamente tales invenciones. Hasta hace poco se conocían algunas enfermedades asociadas al uso de las nuevas tecnologías, por ejemplo las molestias cervicales o la vista cansada, sin embargo ahora hay que sumarle nuevas patologías que se suman día a día. Algunas enfermedades tecnológicas han sido acogidas como anécdotas y se les ha bautizado con nombres graciosos como “Mal del iPod”, “Nintendinitis” o “Wiititis”. Lo cierto del caso es que sea cual sea el nombre que se les de, estas afecciones están siendo diagnosticadas y tomadas cada vez más en serio. Veamos ahora en qué consisten algunas de estas enfermedades tecnológicas. • Síndrome Visual del Ordenador Aparece por el uso inapropiado del ordenador y produce entre otros: cefaleas, cansancio visual, ardor ocular, ojos rojos, ojos secos, visión borrosa, fotofobia (intolerancia a la luz) y diplopía (visión doble). Además de los problemas oculares, el síndrome incluye dolores músculoesqueléticos asociados al uso del ordenador, especialmente en el cuello, hombro, codo, antebrazo, muñeca y dedos. El ordenador portátil también puede causar serios daños en las articulaciones, los nervios y la espalda, además de los problemas oculares. • El Síndrome de la Vibración Fantasma. El uso desmedido de teléfonos móviles o celulares también pueden causar problemas de salud, como irritabilidad, dolores de cabeza e insomnio. Actualmente existe un síndrome relacionado con el uso indiscrimi- nado de estas tecnologías, el llamado síndrome de la vibración fantasma. Se presenta cuando los usuarios llevan el teléfono móvil en modo vibración y afirman sentir que el aparato ha vibrado, cuando en realidad no lo ha hecho. Aunque no se han descrito perjuicios en la salud de quienes lo padecen, los neuropsicólogos han alertado sobre riesgos potenciales de esa dependencia desmedida.