“UNA APROXIMACIÓN A LA COMPRENSIÓN DE LOS AGENTES SOCIALES EN DOS ESPACIOS RURALES DEL NORTE DE SALTA” Autores: Ojeda, H., Baldi, B., Bessonart, S., Hernandez, H., Quinata, A., Minetti, J. Mail: [email protected] RESUMEN Este ensayo incluye la sistematización de dos espacios de trabajo del INTA Tartagal, los parajes rurales de Acambuco y Padre Lozano. Esto es, experiencias que se ubican en un tiempo determinado, condicionadas por características político-económicas, político-institucionales, sociohistóricas y culturales. Responde a una necesidad institucional de poder reflexionar sobre la propia práctica, comprendiendo que la acción cotidiana ocupa un lugar importante en el tiempo de trabajo y deja escaso margen para ocuparse de la reflexión de las prácticas profesionales. Para el abordaje metodológico se utilizaron fuentes secundarias (INTA, INDEC y otros). Desde un enfoque cualitativo, entrevistas en profundidad a los/as pequeños/as productores/as combinada con observación. Se concluye que es imprescindible desde las instituciones desde las cuales trabajamos para el mejoramiento de la calidad de vida de las poblaciones más postergadas, subalternas y marginalizadas, mirar los agentes sociales que forman parte de dichas comunidades, sus modos de vida, sus intereses, sus capitales en juego, sus posiciones dentro de la estructura social. Ambos espacios rurales son propicios para la intervención del INTA en tanto se continúe avanzando con la finalidad de mejorar la calidad de vida de las comunidades y redefiniendo las líneas de trabajo que se han pensado. PALABRAS CLAVES Sistematización, espacio rural, estrategias de reproducción social, familia/unidad doméstica, intervención interinstitucional. INTRODUCCIÓN El presente documento se constituye en producto de parte del trabajo que se viene realizando en la Agencia de Extensión Rural (AER) Tartagal dependiente de Estación Experimental de Cultivos Tropicales (EECT) Yuto, en la provincia de Salta, bajo el Centro Regional (CR) Salta-Jujuy. Se pretende dar cuenta de algunas experiencias que se ubican en un espacio y tiempo determinado, condicionadas por características político-económicas, político-institucionales, socio-históricas y culturales. Esto es, experiencias que no son el mero resultado de una acción aislada y uniactoral, sino más bien, un entramado donde se construyen saberes, afectos y conocimiento/reconocimiento, lo que implica un proceso de encuentro entre agentes sociales en la búsqueda de la satisfacción de sus necesidades. Responde a una necesidad institucional –AER Tartagal- de poder reflexionar sobre la propia práctica, comprendiendo que la acción cotidiana y la búsqueda de solución a los problemas, ocupa un lugar importante en el tiempo de trabajo y deja escaso margen para ocuparse de la reflexión de las prácticas profesionales. Este documento incluye la sistematización de dos espacios territoriales de trabajo de la AER Tartagal, dependiente cada uno de dos proyectos diferentes que a su vez están comprendidos en el ProFeDer. Se organizó en cinco títulos: un marco teórico de referencia y que nos posiciona ideológicamente, una explicación de la metodología, un prieto análisis de lo local, el cuerpo principal que lo constituyen los dos espacios que se analizaron y por último algunas reflexiones que se desprenden del trabajo y que aportan a la intervención. CONSIDERACIONES TEÓRICAS Ruralidad y espacio Territorial Entendemos con Bourdieu que el espacio social como espacio geográfico es un recorte en donde los diferentes agentes en tanto más próximos, en tanto más alejados, se ubican en una posición a partir o determinada por el volumen de los capitales(1) que poseen –materiales y no materiales-. Las posiciones se ocupan a partir de la distribución de los diferentes recursos, los cuales ubican a los agentes en un determinado lugar dentro del espacio físico en relación a esos capitales (el capital económico, cultural, social y simbólico). Los esquemas de percepción y apreciación, en tanto representaciones de los agentes a partir de una posición dentro del espacio constituye el habitus que “(...) es a la vez un sistema de esquemas de producción de prácticas y un sistema de esquemas de percepción y de apreciación de las prácticas. (...)” (Bourdieu, P, 2004). Así, los modos de relación y organización, de producción, circulación y consumo de capitales constituyen un modo particular de enfrentar, de entender y de responder a los problemas que se le presentan a un agente o una clase de agente en la cotidianeidad, generando de esta manera saberes propios de la realidad en la que están inmersos. Esto refuerza en los agentes un sentimiento de pertenencia a lo local y al “espacio” como lugar propio que los define y caracteriza histórica y socialmente a partir de la trayectoria socio-territorial. La producción, circulación y consumo de bienes; su obtención, acumulación o pérdida, no escapa al espacio social que se organiza en el espacio rural. Si tenemos en cuenta, además, que las fronteras entre lo urbano y lo rural están siendo difusas, también son más complejas las formas de comprensión de esa realidad. “Lo rural trasciende lo agropecuario, y mantiene nexos fuertes de intercambio con lo urbano, en la provisión no sólo de alimentos sino también de gran cantidad de bienes y servicios, entre los que vale la pena destacar la oferta y cuidado de recursos naturales, los espacios para el descanso, y los aportes al mantenimiento y desarrollo de la cultura.” (Giarraca, N et al, 2001). Entre el planteo de Bourdieu y el de la autora citada, encontramos una relación que los hace más próximos, así se expresa al afirmar que “[…] el medio rural es un conjunto de regiones o zonas (territorio) cuya población desarrolla diversas actividades o se desempeña en distintos sectores, como la agricultura, la artesanía, las industrias pequeñas y medianas, el comercio, los servicios, la ganadería, la pesca, la minería, la extracción de recursos naturales y el turismo, entre otros. En dichas regiones o zonas hay asentamientos que se relacionan entre sí y con el exterior, y en los cuales interactúan una serie de instituciones, públicas y privadas…” (Ídem). Estrategias de reproducción social Para Pierre Bourdieu las estrategias de reproducción social constituyen un [...] conjunto de prácticas fenomenalmente muy diferentes, por medio de las cuales los individuos y las familias tienden, de manera consciente o inconsciente, a conservar o a aumentar su patrimonio, y correlativamente a mantener o mejorar su posición en la estructura de las relaciones de clase [...] (Bourdieu, P. 1998). Las estrategias se generan movidas por intereses de los diferentes agentes o de una clase de agentes, lo que no implica que ello se realice de manera plenamente conciente, sino que es a través del habitus como principio estructurador a la vez que estructurado, el que posibilita la realización de determinadas prácticas y no de otras, delimitadas éstas por las condiciones reales de existencia. Un trabajo de investigación de la Universidad Nacional de Córdoba, define que “(...) para Bourdieu el concepto de estrategia permite abordar tanto las restricciones estructurales que el orden social (1) Entendemos capital como “Conjunto de bienes acumulados que se producen, se distribuyen, se consumen, se invierten, se pierden”. (Costa, R, 1976 citado en Gutiérrez, A, 1997). 2 impone sobre los actores sociales así como las prácticas activas con las que los últimos reaccionan contra tales restricciones. En sus frecuentes críticas a la teoría de la acción racional, Bourdieu enfatiza que las estrategias no son necesariamente racionales en el sentido económico restringido del término. Ellas no están impulsadas por la lógica del máximo beneficio de individuos autosuficientes; más bien están generadas por un número de principios ‘autoevidentes’ que definen ‘reglas del juego’ en un determinado ‘campo’.”(González, C. Et al, 2000-2001) Familia/unidad doméstica Hablar de grupo o unidad doméstica implica reconocer su vinculación con un espacio social más amplio del cual participa en la “[…] producción, reproducción y consumo de la sociedad. […]” (González, C. Et al 1999). Caracterizada por la residencia común y la cohabitación, la unidad doméstica es menos restringida que la de familia la cual se constituye a través de vínculos consanguíneos. Puede existir más de una familia dentro de las unidades domésticas. Estas últimas involucran a aquellos integrantes no solo por consanguinidad sino también por afinidad y se caracteriza porque entre ellos comparten relación de parentesco. Según su composición tomamos a grupo doméstico o unidad doméstica que se entiende como “…hogares formados por no parientes, que conviven bajo un mismo techo, tienen una economía en común y están relacionados entre sí por lazos de amistad, confraternidad y/o co-residencia transitoria, pudiendo tener algunos de ellos descendientes que cohabiten” (Ídem). Vinculados al trabajo resaltamos las unidades productivas de base familiar, donde entrarían artesanos, comerciantes, y rurales, que están caracterizadas “…como aquellas en que el lugar de residencia y trabajo están entremezcladas; en la mayoría de los casos todos los miembros contribuyen con su trabajo, generalmente sin retribución individual. El sistema de autoridad y distribución de las tareas suelen no aparecer con nitidez en una primera mirada”.(Ibíd.). Las transformaciones en el mundo del trabajo, el desarrollo tecnológico, la producción a escala, son algunos de los factores que generan nuevas estrategias en las familias / unidades domésticas, así en el ámbito rural se observan modificaciones que implican la salida desde el campo hacia sectores urbanos o semi urbanos en momentos de crisis como modo de sostener la reproducción cotidiana. “[...] existen estrategias adaptativas a las cambiantes condiciones económicas y productivas (...) Para ello se requieren recursos monetarios adicionales. Los hijos e hijas migran (para realizar trabajo agrícola asalariado, pero más a menudo actividades urbanas) y envían remesas a su familia de origen [...]” (Jelin, E. 2006). Las estrategias familiares están vinculadas al capital social que es necesario tener en cuenta al momento de mirar la realidad en la que intervenimos. El concepto de capital social implica un conjunto de intercambios que no necesariamente responden a una lógica mercantil, pero que involucran una relación de reciprocidad (o no) que amplía el margen de posibles de las familias /unidades domésticas, permitiéndoles una autonomía relativa. Torrado (citado en el texto de Gutiérrez), al hablar de este tipo de estrategias afirma que “[...] la conducta de los actores (las unidades familiares en su conjunto) tienen una autonomía relativa respecto a la influencia de los factores macrosociales, razón por la cual éstos actúan como ‘condicionantes’ y no como ‘determinantes’ [...]” (Gutiérrez, A. 2004). Siguiendo a Jelin, es necesario tener en cuenta también el capital cultural, que remite a los saberes y conocimientos de los agentes sociales al momento de relacionarse en espacios no habituales o de dirigirse a alguna institución por el motivo que sea ”[...] ‘capital social’, que consiste en la red de relaciones sociales, laborales, de parentesco y de amistad, a la que es posible acudir para obtener favores y servicios (...) y el ‘capital cultural’ que incluye –y/o excluye- los saberes e informaciones sobre la provisión de bienes y servicios [...]”(Ídem). CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS Para el presente trabajo, se contó con fuentes secundarias, entre ellas se encuentran documentos del INTA, documentos internos de la AER Tartagal, datos del INDEC, diagnósticos municipales, y otros 3 registros y documentación de cada uno de los proyectos (evaluaciones parciales, finales, fotografías, etc.). Estos proporcionaron antecedentes y datos que se actualizaron con otros generados en el proceso de sistematización. Se utilizó además entrevistas en profundidad y semi-estructuradas. LO LOCAL Y EL ESPACIO DE TRABAJO El área de trabajo lo constituye la AER Tartagal dependiente de la EECT Yuto. Las incumbencias geográficas de esta unidad del INTA comprenden al departamento Gral. José de San Martín y el sector occidental del departamento de Rivadavia, ambos de la provincia de Salta. Constituye una de las áreas más ricas en recursos naturales renovables y no renovables de la provincia de Salta y al mismo tiempo es una de las zonas con los más altos índices de pobreza del país. El Dpto. Gral. José de San Martín cuenta con una población de 138.036 habitantes(Censo Nacional de Población 2001) y abarca 6 municipios, Tartagal (cabecera departamental), Embarcación, Gral. Mosconi, Aguaray, Profesor Salvador Mazza y Gral. Ballivián. El origen de la población tiene una base indígena y criolla, sumándose a partir de los primeros años del siglo XX pobladores inmigrantes fundamentalmente de origen árabe dedicados a actividades comerciales y en menor medida se puede encontrar población de origen europeo. En todo el departamento se identifican tres actividades productivas como las más importantes de la dinámica socioeconómica local. La petrolera con improntas gasífera, la maderera del aprovechamiento del bosque nativo y la agrícola productora de granos a secano para exportación como porotos y soja. Puede decirse que la estructura agraria es polarizada, existiendo una pequeña proporción de establecimientos empresariales dedicados a la producción extensiva de granos a secano para exportación (porotos y soja) los cuales ocupan la mayor parte de las tierras cultivables. Por otra parte, la población rural pobre minifundista o con explotaciones sin límites definidos y con tenencia precaria de la tierra representa un porcentaje mínimo en la superficie total ocupada. Esta última, vive en comunidades o parajes de pequeños productores(2) criollos y aborígenes de diferentes etnias(3), que se encuentran radicados principalmente a la vera de la ruta nacional 34 que constituye un eje que transcurre por la mitad del departamento en sentido norte sur. ESPACIOS RURALES 1. Los productores ganaderos de Padre Lozano Introducción Debido a un sinnúmero de factores interrelacionados que incluyen niveles macro (por ejemplo la modernización y la globalización) y micro (por ejemplo la degradación de los recursos naturales y la precariedad en la tenencia de la tierra), los modos de producción ganaderos tradicionales en Padre Lozano comenzaron a sufrir modificaciones. Las familias que históricamente han adoptado esa modalidad de producción y consiguientemente un modo de organización familiar que, junto con otras prácticas, constituían en su conjunto las estrategias de reproducción social; también se ven obligados a generar nuevos modos de vida, nuevas búsquedas, adaptaciones o resistencias. Este abanico de acciones constituye en su conjunto las estrategias de reproducción social, o sea las prácticas que conciente o inconscientemente desarrollan los sujetos –las familias en este caso- para mantener o aumentar sus capitales acumulados –en el sentido bourdieuniano del término. (2) Se trata de pequeños productores, campesinos o minifundistas. No es objeto del presente trabajo indagar sobre estos distintos conceptos, y se usará preferentemente el primero ya que es el de uso más habitual. Estos, cuentan con un sistema productivo básicamente de autoconsumo y venta ocasional de excedentes, donde los cultivos típicos son maíz, mandioca, batata, anco, poroto y maní entre los más importantes. (3) Si bien existen numerosas etnias en el área, vale la pena señalar fundamentalmente 2 grupos a los fines informativos de este estudio: el guaraní que son agricultores y viven en comunidades a la vera de la ruta nacional 34 y el Wichi cazadores y recolectores más vinculados al Chaco semiárido y relacionados con los ríos Pilcomayo y Bermejo. 4 Caracterización de la población y el territorio El área donde se concentran las actividades propuestas en el proyecto, está localizada en el sur del Dpto. San Martín, en la Provincia de Salta, correspondiente al Municipio de Embarcación y dentro de la zona de influencia de la margen norte del río Bermejo. En el ámbito del Municipio de Embarcación existen grandes propiedades productoras de hortalizas de primicia y cultivos extensivos a secano como soja y poroto, que a medida que se internan hacia el este de dicha ciudad, se transforman en áreas productoras marginales para la agricultura, tomando mayor importancia la silvo-ganadería, actividad típicamente desarrollada por los productores criollos que habitan las zonas rurales y a los cuales, comúnmente se los denomina puesteros. A ellos se suman otros productores ganaderos que son propietarios de fincas pero que provienen de los núcleos urbanos de la zona. También existe en el área una alta presencia de comunidades aborígenes agrupadas en “misiones” tales como Carboncito, Salim, Misión Chaqueña, Asamblea de Dios(4) y otras, de las cuales los productores ganaderos obtienen parte de la mano de obra que utilizan para la realización de tareas tales como desmontes en forma manual, “desbajerados”(5), instalación de alambrados, construcción de corrales, corte de madera, producción de carbón, etc. En lo referente al régimen de tenencia de la tierra, en general está signado por la presencia de propietarios con título de tierra y, con mucha frecuencia, de poseedores veinteñales sin título de propiedad, pero con una permanencia en el lugar de varias generaciones. El área es tradicionalmente productora de carne vacuna, con más de 100 años de antigüedad, donde se realiza una producción no especializada de ganado bovino, con un sistema de cría de ciclo completo. Los tipos más comunes de productor son: propietario y pastajero. Para este último, el derecho de pastaje puede abonarse con el 20% de las vacas logradas en el año, o el 50% de los destetes; también se puede presentar el sistema de puesteros a los que se les abona por su servicio, parte en animales y parte en dinero y/o mercadería. Emergencia del trabajo A partir del año 1998 se inicia una serie de reuniones y capacitaciones, principalmente en lo que se refiere a producción ganadera, de la que participaron técnicos del INTA, SENASA, organismos de índole Provincial y particulares. En el año 2003, técnicos de la AER Mosconi –actualmente AER Tartagal- y un grupo de productores, concreten la formulación del Proyecto PROFAM, a través del cual se inició un proceso en busca de mejoras en los sistemas productivos y la promoción de la organización de los productores. Paralelamente, comienza a tomar protagonismo en el ámbito zonal, la Asociación de Pequeños Productores del Chaco Salteño, organización de productores asociada a la Federación Agraria Argentina, que se caracteriza principalmente por sus acciones dentro de la problemática tenencia de la tierra y la búsqueda del desarrollo sustentable de los pequeños productores chaqueños. A fines del año 2004, dicha organización y el equipo técnico del INTA, comienzan un proceso de articulación interinstitucional. Entre los años 2005 y 2006, se formularon y ejecutaron conjuntamente proyectos PROINDER, y se concreta dentro del grupo PROFAM de Padre Lozano, la creación de un Botiquín Comunitario de Sanidad Animal. (4)Cabe señalar que se denomina “misiones” a las reducciones donde habitan diferentes etnias aborígenes. Existen actualmente algunos conflictos entre criollos e indígenas, que responden a la tenencia de la tierra y su uso. Esta problemática requiere un estudio específico por lo que me limito a identificarla ya que aparece en el relato de algunos/as de los/as entrevistados/as. (5)Se utiliza ese término para referirse a una superficie de monte, al que se ha realizado un aclareo y desarbustado en forma mecánica o manual, para favorecer el establecimiento de pasturas naturales o implantadas. 5 Caracterización de la preocupación teórico-práctica Se realizaron entrevistas en profundidad a tres familias con las que se trabaja desde el INTA, con la intención de mostrar diferentes características de estrategias de reproducción social que responden a diferentes capitales acumulados y que se ponen en juego en situaciones determinadas. Partiendo del concepto de estrategias como prácticas que llevan a cabo los agentes sociales –en este caso los pequeños productores de Padre Lozano- se han podido identificar en los relatos o a través de ellos, algunas acciones que despliegan o han desplegado para mantener, en la medida de las posibilidades, sus modos de vida, esto es su reproducción social. En relación a la situación familiar se observa que –generacionalmente- responden a un tipo de familia numerosa, aunque actualmente existen diferencias distinguiéndose solo una familia de tipo nuclear que vive en Padre Lozano y cuyo jefe de familia e hijo mayor se dedican a las tareas en los puestos que aún mantienen en diferentes fincas. El resto, en general, vive donde trabaja, lo que implica que tanto varones como mujeres participen de una u otra forma en las actividades cotidianas que tienen relación con la producción. “…Y sí, sabe que acá por ahí estamos acá y por ay tengo que salir y a veces tenemos que estar todos y salir todos...Por ejemplo...a un campo a un así...porque a veces vienen el tiempo del invierno y el ganado esta allí en la orilla... ahí no más hay que hacer un corral y ahí nos toca la vacunación de digamos de la de SENASA...digamos la campaña de vacunación...y cosas así entonces ahí armamos el corral nos vamos todos y... o si tenemos que machetear también vamos todos: chicos, grandes, mujer, varón...todos y trabajamos lo mismo....” (F 3) Refieren que viven en la zona “desde siempre”, sólo una familia reconoce haberse instalado en el Paraje Palo Blanco-Finca El Algarrobal en los años ’58, sin embargo de once hermanos, siete son nacidos en ese lugar, el resto en Tucumancito. En otro caso provienen del Breal y la Bomba. Igualmente no han estado fuera del espacio territorial actual más amplio. Existe un dato interesante sobre uno de los entrevistados cuando muestra el lugar de nacimiento de la madre devenido en un porotal, lo que muestra la cantidad de años que estas familias habitan y trabajan en la tierra y las transformaciones que sobre ella sucedieron. En relación a la convivencia de los grupos familiares, las familias que tienen hijos jóvenes que aún estudian cerca del lugar viven con ellos, las familias con hijos más grandes en general pueden convivir con uno/a de sus hijo/as o algún nieto/a y mantener estrechas relaciones con otros familiares, especialmente hermanos. “Si, se han ido casando… [Acá] Estoy yo, mi papá y mi mamá,…y nosotras dos…Tres mujeres y dos varones y en el resto de las casas el resto de los hermanos…Acá ta él y la señora, después está Julio y José más allá…y Néstor que está al fondo…” (F1) En relación a los hijos/as se observa una gran heterogeneidad de situaciones, por un lado existen la posibilidad de que el/la hijo/a se quede a vivir en la vivienda de su padre y madre; otros/as se van a ciudades grandes mas alejadas del lugar con realidades muy diferentes con pareja o sin ella; y en otras situaciones viven relativamente cerca lo que posibilita una relación e intercambio más cotidiano con la familia de origen, ayuda en el trabajo del campo y en general existe apoyo económico en cualquiera de las situaciones, sobre todo en momentos de crisis. Las ocupaciones de los/as hijos/as rondan entre profesionales, oficios varios, ingreso a la Gendarmería Nacional, estudios superiores o continuación del trabajo en el campo como modo de subsistencia. Se distingue, entre todas, una de las familias que posee un hijo estudiando medicina en Cuba, una hija en la capital salteña con dos títulos universitarios y otro por ingresar a Gendarmería. Evidentemente las redes sociales han permitido/permiten la acumulación de capital cultural 6 (informacional) lo que redunda en capital económico a largo plazo. Esto no se vio claramente en el resto. “…está la Cristina que es la mayor…. ella se ha recibido de Maestra de Artística y Técnica en Laboratorio...trabajó también era…secretaria de un…diputado...de ahí de Tartagal era el diputado…” (F1) “Por hay anda estudiando un poco… [Computación]…y tengo dos changos más...Los tres varones… si salen los otros también, pasa que son changos mas chicos, van a la escuela…Uno tiene 11 y el otro tiene 9…pero si salen conmigo…Si pero ya salen al campo si, si…Si saben baldear(6).” (F2) El trabajo de los padres y/u otros adultos de la familia giran entre empleos vinculados a servicios, en el propio espacio rural y docencia. Aquí se pueden diferenciar empleos calificados, semicalificados y otros oficios. El conjunto de estas ocupaciones, no directamente vinculadas a la producción, refuerzan, complementan o sostienen el ingreso familiar proveniente de la actividad productiva. En relación al trabajo extra predial, es común en las mujeres o en hijos/as jóvenes emigrar a los sectores urbanos más cercanos o a la ciudad de Salta. El modo tradicional de producción de las familias es a monte abierto, por lo que el desmonte, la compra de las fincas donde ellos habitan sin poder llegar a acuerdos con los propietarios, entre otros factores, han obligado a modificar, adaptar o –en algún caso- mantener la forma tradicional. La agricultura no es una actividad principal, pero sí se cultiva para el autoconsumo y en pocas ocasiones se vende el excedente. “Ganadería no más…Después si anco, zapallo así para...en un cerquito no más así para la mantención…pal’ gasto...si lo consumimos, se regala…nada más [...] y él ahora está vendiendo, tiene ancos, zapallo…” (F1) Una de las familias, que se caracteriza por ser numerosa y vivir muy próximos entre hermanos en las viviendas ha logrado comprar la tierra aproximadamente en el año 1998, coincidente con la problemática que explicitan en relación al avance del desmonte para la agricultura, particularmente soja y poroto. La creación de la Cooperativa el “Gauchito” impulsada por la familia que mencionaba anteriormente está liderada por mujeres y posibilita un espacio a través del cual se puede conseguir algún tipo de financiamiento para proyectos productivos. Actualmente podríamos decir que se trata de una cooperativa familiar, que se encuentra ‘parada’. “Y sí, también en hacer otra actividad…porque a veces la cooperativa...muchas posibilidades que te dan a veces…¿no?...De proyectos, todo eso. Y bueno ahora armamos ese proyecto grande de maquinarias que estamos esperando a ver que…que pasa…esta eso…tractores todo eso…si se da, se va a conseguir todo eso.” (F1) Por otro lado, algunos escasos trabajos artesanales en cuero, también aparecen como trabajo extra. Otra situación es la de aquella familia que tiene su vivienda en el pueblo (Padre Lozano) y trata de mantener los puestos que han sido cercados por los que compraron las fincas. En este caso aparece una primera confrontación entre puestero y finquero, donde a veces se llega a algún acuerdo, pero el desmonte va obligando a los productores que mantienen su estilo de producción tradicional a ir replegándose a lo que queda de monte, así por ejemplo es necesario ir construyendo nuevos pozos de balde(7) por cada uno que queda dentro del área que se utilizará para agricultura. “Sí…no…antes era lindo ahora ya es puro complicación…Ud. va hoy por allá y está todo tranquilo, va al otro día y claro ya están haciendo alambre…sí…va pa’í y ya están desmontando…antes era muy (6) Extracción de agua para el consumo animal a través del pozo de agua. (7) Se denomina pozo de balde a los pozos de agua destinados para el consumo animal y con mayor complejidad que otras formas de suministro de agua que se hacia antiguamente. 7 poco...se han venido todos juntos y de todos lados…hará como tres años…que han empezado a desmontar... yo ya estaba pensando, iba viendo…se perdía un pozo y bueno había que hacer otro…y bueno había que esperar que bajen las vacas al agua…ya sabe lo que va a pasar…” (F2) La tercer situación que se pudo rescatar de las entrevistas es aquella en la que existe la perseverancia de mantenerse en el mismo lugar, es decir, de resistir a movilizarse hacia otra zona para dejar lugar al desmonte para la agricultura. Esto es, mantener vivienda, animales y continuar la vida cotidiana y el modo de producción -aunque un tanto modificado- y hacer frente a la situación quedándose en el espacio territorial. Esta situación es mucho más confrontativa y demanda un apoyo familiar. En este caso se observa que la intención de permanecer viene siendo, al menos en uno de los miembros de la familia, un interés importante ya que agotaron otras instancias legales en las que no hubo suficiente apoyo familiar por diferentes motivos. Coincide, además, en este caso la participación en la Asociación de Pequeños Productores del Chaco Salteño que posibilita un respaldo al momento de resistir y la acumulación de capital informacional. “Sí...mi experiencia fue al amparo de la ley de dios como se dice...no la de los abogados porque la ley de los abogados son hacer pisar el palito a uno. Aquí he nacido en esta tierra y la tierra me ha dado de comer a mí así que...en esta tierra me quedo...Y sí...han venido y me han dicho [...]Sí aquí yo he ido dos veces a Bs. As…Y bueno porque...tengo más probabilidad de seguir así como estoy...” (F3) En general, los trabajos realizados por los adultos con más antigüedad en la zona, han sido la cría de ganado a monte abierto, remesero y peón o encargado de la finca. Para la remesa se trasladaban a caballo, en tren o en camión –según la particularidad de la zona y el momento histórico-, luego se pasó a la venta de animales faenados, también existían artesanías en cuero. La cría de ganado menor –especialmente cerdos- también se hacían a monte abierto lo que actualmente está obstaculizado por los sembrados que rodean los puestos, lo que demanda la cría dentro de un cerco y la consiguiente provisión de alimentos lo que no ocurría cuando se criaba a monte abierto, esto lo hace mas costoso y casi imposible. “…Claro, bueno, el....finao papá, el abuelo –el padre de mi papá- era peón de campo...” (F3) “Mi papá cargaba hacienda y traía de Formosa en la jaulas…porque el siempre trabajó así como…remesero…Claro, sí. Él iba compraba allá, completaba las cargas y…traía y descargaba en Embarcación. Pero el más antes lo hacia a caballo antes...iba a Orán...no se donde más llevaba, hasta Tartagal…creo que hasta Jujuy...llevaba así arriando, juntaba varios animales y llevaban así… después ya se vende carneado…después fácilmente ya vendía acá los animales de él ¿no?...claro venían los carniceros y se llevaban la carne.” (F1) En general los/as entrevistados han pasado por algún otro trabajo diferente al que hoy realizan. “...era albañil…Habré estado como seis, siete años…De quince años empecé a trabajar...en Salta…ahí vivía…Desde que cuando he pasado por el servicio militar me he vuelto…y me he venido a criar vacas...y de ahí he empezado a criar vacas…Aquí se la hacemos a campo libre...si, si no se hacía pastura.” (F2) Aparecen en los relatos nuevos elementos o formas diferentes que complementan el trabajo tradicional de los pequeños productores que podríamos denominar como tecnologías. Reconocen la importancia de “hacer pasturas” pero en algún caso se encuentran con la limitante de la tenencia de la tierra que les pertenece en forma precaria. “si, si no se hacía pastura...Ahora estos últimos tiempos si…algo se puede llegar…algo, algo no mucho porque no hay donde, pues…No hay tierra…No, no tengo…yo…arrendaba un…como se llama allá pal’ lao e’ la isla…las vacas de mi papá ahí estaban…Ahí tenemos todavía...” (F2) En otros casos hacen referencias a cambios o elementos a nivel general, así expresan que: “…ahora pa’vacunar tenemos manga…la manga…Claro antes era todo a lazo…y ahora es a manga todo…y antes cuando se araba con arado a mano y ahora se contrata una rastra…ya no se hace con el arado a mano, o tirado con el caballo, para cortar madera se usa la motosierra antes se hacia a hacha, eso 8 ha cambiado también…antes para carnear un animal había que charquearlo todo, o carnearlo en tiempo de frío ha visto para que aguante…” (F1) Por último podemos observar que emerge una problemática que tienen origen con la compra de tierras por parte de la Iglesia Anglicana para la instalación de “misiones indígenas” y otros asentamientos independientes también indígenas, en este sentido la relación entre criollos e indígenas presenta diferentes matices según la predisposición de cada misión y de los criollos. En algunos casos las relaciones no parecen tan problemáticas. En general, las confrontaciones –que deberían darse entre la Institución religiosa y los criollos- deviene en conflictos entre los propios vecinos indígenas y criollos. Aquí también se visualizan los modos de resolución en el marco de la convivencia. “…Sí. Para no tener problemas con los aborígenes….bueno acá nosotros…los animales también pastean ahí en la zona…aborigen y todos los años hay que darles uno o dos animales.” (F1) “...yo les digo...yo se los hago que razonen...yo los hago que lo puedan entender...” (F3) Conclusiones El trabajo realizado permite mirar de que manera los agentes sociales –pequeños productores de la zona de Padre Lozano en nuestro caso- enfrentan las situaciones tanto coyunturales como estructurales que los condicionan en la reproducción de la vida cotidiana. Es necesario poder poner a la luz la existencia de un problema permanente y en ascenso que está dado en gran parte por la compra de grandes extensiones de tierras dentro de las cuales habitan los pequeños productores o bien tienen un puesto con el que vienen trabajando hace tiempo. El problema de la tierra es un eje central para comprender el espacio territorial en el cual intervenimos. No solo responde a una cuestión de valor económico en tanto mercancía, sino y fundamentalmente a una modo de estar, a una posición dentro de un espacio territorial que responde a una construcción cultural, social y atravesada por prácticas y representaciones propias de un grupo de agentes. Ahora bien, teniendo en cuenta la concepción de sujeto activo con potencialidades, capaz de transformar y transformarse, se pueden distinguir claramente tres estrategias que responden a modos de hacer, sentir y pensar diferentes. Una primera estrategia esta basada en la “compra” de la tierra, que junto con la creación de la Cooperativa, los empleos formales de tres hermanos, la posición ocupada por una de las hijas radicada en la capital salteña y la inversión en capital cultural vinculado al estudio de medicina de uno de sus hijos en Cuba, constituyen un conjunto de prácticas destinadas a mantener y acumular diversos capitales en sus dimensiones materiales y no materiales, lo que conforman la estrategia de reproducción social en este grupo particular. A su vez, la resolución de conflictos con los aborígenes a través del arriendo, y el futuro manejo de poder que les permitirá disponer de financiamiento a través de la cooperativa, los/as posiciona dentro de la estructura social en ese espacio en un lugar importante. Sin embargo, el modo de producción tradicional ha variado, por lo que se puede ver una acumulación e inversión de capitales diferentes en comparación con la perdida de otros, por ejemplo la cría de ganado menor que puede redundar en capital económico. Encontramos, por otro lado, aquellas estrategias destinadas a conservar el modo de producción, cediendo en gran parte espacio territorial y paralelamente incorporando nuevas tecnologías, como por ejemplo la pastura, en este caso las redes familiares se observan más débiles. El habitus, en su dimensión generativa, no emerge a diferencia de la estrategia anterior, pero probablemente responde al menor volumen de capital social y cultural que son fundamentales para el despliegue de nuevas prácticas. Sin embargo, la posibilidad de coexistencia de dos formas de producción (a monte abierto y producción de pasturas) posibilitan la reproducción social. Dos elementos diferencian a esta de las otras estrategias, vivir en el pueblo y el menor volumen general de capital social e informacional. 9 Por último, la estrategia que podríamos llamar de resistencia, entendiendo por ésta el mantenimiento de diversos modos de ser y hacer, involucra un gran volumen de capital social y cultural, pero atravesados estos por un capital simbólico muy fuerte que moviliza diferentes prácticas, por ejemplo la participación en la Asoc. de Pequeños Productores del Chaco Salteño, (también el aprendizaje a partir de sucesos que tuvieron como protagonistas a otros vecinos y la búsqueda constante de información que lleva a “no firmar cualquier papel”). En esta estrategia surge en el discurso el trabajo de toda la familia y la “unión” de todos/as no solo en el trabajo del campo sino en la vida afectiva en general. Las redes familiares son aquí un eje central que deviene en fortaleza para hacer frente a diferentes conflictos. Así, por ejemplo, resolver desde el diálogo el problema con las misiones demuestra el despliegue de otros capitales que no son necesariamente el económico. “...de aquí soy y aquí me quedo...” es más que claro al momento de mirar esta estrategia. En las tres estrategias que se pudieron visualizar, existen algunos elementos comunes, a saber: no se observa una problematización de la situación ni la búsqueda de resolución conjunta (digamos entre vecinos) aunque en algún momento se haya intentado; la “tierra” en tanto espacio territorial que no es sino una construcción sociocultural e histórica y que se erige sobre la base de relaciones sociales, es un eje central para comprender por qué y cómo estos productores actúan como actúanparafraseando a R. Costa-; los saberes que han sido incorporados a través de la trayectoria de estas familias es un capital que emerge en todo momento y se constituye como uno de los elementos a movilizar al momento de tomar decisiones, a su vez la incorporación de tecnologías que coadyuven a las decisiones tomadas son incorporadas y reconocidas como importantes para la reproducción social. 2. La intervención interinstitucional en el Valle de Acambuco. Introducción Existen análisis que demuestran los problemas que se desprenden de la intervención en comunidades a partir de la implementación de diferentes programas/proyectos a cargo de diversas instituciones gubernamentales y no gubernamentales y que provocan una superposición de programas y proyectos producto del abordaje de la realidad como compartimentos estancos. La misma literatura crítica y el análisis de sus efectos han sido objeto de búsqueda a modos de abordar la realidad de manera integral y desde distintos puntos de vista, lo que permite ver con mayor riqueza las problemáticas y actuar en ese sentido. El espacio rural no escapa a esta realidad, sobre todo si tenemos en cuenta el contexto socioeconómico y político en el que se enmarcan las comunidades con las que trabaja la AER Tartagal. Una zona a la vez que con ricos recursos naturales renovables y no renovables posee un alto índice de NBI. Las poblaciones son objetos de la implementación de diversos proyectos –no solo productivos, sino también de servicios- que tienen financiación ya sea desde el Estado o desde empresas privadas –en nuestro caso las empresas que se dedican a la explotación de petróleo y gas- y también desde ONGs dedicadas a la promoción del desarrollo. En este marco y con estas características, la intervención articulada entre diferentes instituciones ha sido/es un desafío para enfrentar la realidad compleja que se presenta hoy mas que nunca en los espacios rurales. Caracterización de la población y el territorio El Valle de Acambuco, está ubicado en el municipio de Aguaray, departamento San Martín, provincia de Salta, a 65km de la ciudad de Tartagal. Los principales poblados son El Chorrito, Acambuco, Campo Largo y Macueta, los dos primeros insertos en la Reserva provincial de Flora y Fauna Acambuco (RFFA). En el Valle de Acambuco viven aproximadamente 106 familias (36 en El Chorrito y 70 en Acambuco) que habitan a lo largo del mismo. Las familias en su mayoría son criollas, aunque existe una comunidad aborigen de la etnia guaraní (7 familias). 10 La estructura familiar está compuesta en promedio por 5 integrantes, pudiendo llegar hasta 12. Las viviendas son de adobe y en algunos casos de material. El agua para consumo proviene de pozos, que por lo general no superan los 10m de profundidad. Funcionan dos puestos sanitarios que cuentan con la asistencia de enfermeros y agentes sanitarios. Ocasionalmente reciben la visita de un médico proveniente de Aguaray. Cada paraje cuenta con una escuela con nivel Inicial, EGB 1, EGB 2 y el primer año de EGB 3. No existe servicio de energía eléctrica de red y solamente algunas familias poseen paneles solares. La principal actividad es la cría de ganado vacuno, aunque es importante también la cría de animales menores, la agricultura es de autoconsumo. Respecto a los ingresos extraprediales, además de los empleos públicos (policías, enfermeros) es importante la prestación de servicios y fuerza de trabajo para la explotación petrolera. El sistema productivo es ganadero complementado con cultivos agrícolas principalmente maíz asociado a cucurbitáceas (8) y porotos. Emergencia de la Experiencia de trabajo Según algunos documentos a los que se tuvo acceso desde la agencia, las actividades se inician – formalmente- en el año 2003 hasta el último registro en documentación en el 2007. Sin embargo y a los fines de que explicitar el interés puesto sobre la intervención interinstitucional, es necesario recuperar algunos relatos que manifiestan un modo de intervención que se fue construyendo paulatinamente a partir de la inserción de cada una de las instituciones que forman actualmente el Equipo técnico de Acambuco (ETA). Aproximadamente a partir del año 2000-2001 se comienza a intervenir desde alguna institución con la consiguiente inserción necesaria para trabajar en comunidades. El ingreso fue paulatino y se fueron sumando el ProHuerta, cuyo técnico ya conocía la zona por haber vivido en el lugar un tiempo y el resto de las instituciones fueron ingresando a apartir de inquietudes institucionales y/o demandas polacionales. Se puede afirmar que para el 2003 el ETA ya estaba conformado, asentados algunos acuerdos y próximo a intervenir, inicialmente con la elaboración de un diagnóstico participativo. Existe justamente, un objetivo que explicita la idea-fuerza del ETA: “Generar una estrategia de trabajo coordinado entre instituciones (INTA – PSA – ADE – PROHUERTA)” (AER Tartagal. INTA, S/D). Para concluir, y para entender cuales son las instituciones que intervinieron/intervienen, estas son: INTA, Programa Social Agropecuario –PSA- Asociación para el Desarrollo –ADE- y el Programa ProHuerta dependiente del Ministerio de Desarrollo Social y con ejecución desde el mismo INTA. Caracterización de la experiencia Se entrevistaron a tres personas de la comunidad, una de las cuales es el actual presidente del Centro Vecinal Acambuco. Por otra parte se realizaron entrevistas formales a dos técnicos pertenecientes a ProHuerta y a ADE e informales al técnico de la agencia que está como responsable del proyecto que describí al iniciar la explicación sobre este espacio de trabajo. Aun sabiendo que existe un objetivo que aglutina las instituciones en la búsqueda de una finalidad común, existen al interior perfiles, horizontes o misiones que poseen particularidades según cada institución. Así por ejemplo se pueden destacar ADE que trabaja específicamente con poblaciones más desfavorecidas, ProHuerta que surge a partir de la crisis de los noventa, el PSA que surge en los años ’90 también y que involucra cuestiones comunitarias más amplias y el INTA la institución mas antigua de las cuatro y con matices diversos a su interior pero, en este caso, desde un enfoque de desarrollo territorial. (8) Plantas de guía. 11 “trabajar con...la...sectores más desposeídos...marginales...bueno como te decía recién...este...contribuyendo a la mejora de la calidad de vida...El ámbito rural y peri urbano, eso no quita que nosotros ahora estemos trabajando, digamos, que estemos trabajando más en lo urbano con otro tipo de programas que los vimos necesarios incorporarlos, el caso del Programa Microcrédito” (I 1) “…objetivo trabajar la cuestión de Seguridad Alimentaria con las familias más vulnerables del estrato social [...] aquellas familias que estaban con condiciones de NBI...esa era y todavía sigue siendo en cierto modo el objetivo...” (I 2) Desde la vos de los nativos es interesente observar el reconocimiento a través de la ejecución de proyectos a nivel de grupo de trabajo. A su vez que marca la llegada y conformación de dicho equipo reconoce que esta formado por varios técnicos. “...Cuatro años debe de hacer, no? Cuando ellos recién han venido, el primer proyecto, que era de $ 500 más o menos por ahí era que salía esto, justo yo salí, me fui a inscribir en ese y salí...y después...otro con todo el conjunto...primero era Omar solo, no? Y después con todo el conjunto de técnicos ya hice un mejoramiento de pastura...ya con ellos ya participé en dos proyectos...” (M 1) Además de las instituciones que forman el ETA, existió un interés en conocer la posición de la organización local como es el Centro Vecinal Acambuco, que también posee una misión u horizonte y también articula con el ETA y otras instituciones locales y zonales. Y aparece quizá aquí una dimensión para analizar interesante que no se observa en las otras entrevistas y que tiene que ver directamente con la solidaridad comunitaria y el trabajo en conjunto entre vecinos. Es interesante recordar aquí como la politización de los problemas pueden colectivizarse y gestar organizaciones. La dimensión cultural y simbólica juega aquí un papel primordial. “...es buscar la unidad de las personas y tratar...de intercambiar con los pueblos vecinos...en fiestas vecinales...organizar fiestas...y tratar también , en algunos casos si alguna persona nos necesita a nosotros como organización que tenemos plata y el que necesita así con urgencia póngale diferente curso y es uno de los socios, poblador o sea, nosotros le habilitamos ... y también tratar de ayudarlos en cualquier trámite, en cualquier cosa que les pueda ser útil a las personas...” (CV) Dentro del ETA los técnicos que se encuentran en terreno son en su totalidad profesionales pertenecientes al campo de las ciencias naturales, en su mayoría ingenieros, y suman un total de cinco profesionales, sin embargo el técnico del PSA por decisión de ese programa ha sido trasladado a otro lugar por lo que actualmente no hay representación directa de dicha institución aunque los contactos continúen. Básicamente, se distinguen las instituciones que se nombraron anteriormente, sin embargo, existe una presencia de la petrolera que realiza allí sus explotaciones y del gobierno Municipal. En general, los profesionales que intervienen en el valle se conocen entre ellos y han circulado por los mismo espacios institucionales o se han encontrado alguna vez en la ejecución conjunta de algún otro programa. También circulación por diferentes espacios/programas/instituciones pero con permanencia del vínculo con la misma población, es un factor que favorece el éxito de las intervenciones a nivel comunitario, que a diferencia de otro tipo de intervenciones requiere de un proceso a largo plazo y de una real inserción en terreno. Aparece en uno de los relatos la alusión a que el acuerdo entre las instituciones, es en realidad un acuerdo entre personas que trabajan en terreno para las instituciones. Esto tiene vinculación con lo que se afirmaba anteriormente en el sentido del conocimiento entre profesionales y las necesidades propias de la intervención comunitaria. “...si bien [...] no es un acuerdo formal o un convenio escrito con el INTA...pero si es un acuerdo de coordinación con los técnicos que van a terreno por la necesidad misma que se produce...este...eh...” (I 1) 12 Aunque no existe un trabajo conjunto y planificado con el Centro Vecinal Acambuco, el interés por parte del ETA esta presente, de hecho, actualmente el ETA participa de un proyecto de remodelación y/o ampliación del Centro de Salud lo que implica el consenso y participación de todos los actores sociales que trabajan en el valle. “…antes la conformación del grupo la hacíamos nosotros...eh...de a cuerdo a datos que teníamos antes, pero que...los perfiles de los productores los definimos nosotros y hoy hemos cambiado la forma y entendemos que todo pase a través del Centro...para evitar cualquier suspicacia, mas que todo…” (I 2) A través de los relatos se logró identificar algunos modos concretos que se llevan a la práctica a través del ETA, es decir, el trabajo conjunto tiende a disminuir superposición de diferentes actividades como puede ser visitas a productores, capacitaciones sobre alguna temática específica, etc. La estrategia apunta, justamente, a complementar recursos de todo tipo (movilidad, recursos humanos, económicos-financieros, etc.). “...ya estamos hablando del equipo…nosotros logramos armar lo que se llama el ETA: Equipo Técnico Acambuco...y no se nombra ni ADE, ni INTA...ni ...los recursos que van...se vuelcan a la comunidad y las capacitaciones...este...también la hace un técnico de cualquiera...de acuerdo a la...A la temática...pero bueno...allá el tema de los carteles no sirve...” (I 1). Esto está directamente vinculado a las diferencias que se visualizan por parte de los técnicos pertenecientes al ETA, con otras situaciones y/u otras instituciones donde el modo de intervenir no es articulado, aun cuando alguna de estas instituciones-y ellos mismos- estén trabajando ahí-. En estos casos las relaciones de poder, intereses y reposicionamientos a nivel de las estructuras institucionales, dejan de lado los procesos de inserción de los técnicos y la comunidad en general. “…se propone capacitación financiamiento...se cruzan los vehículos se cruzan los técnicos acá...esfuerzos y recursos puestos y desgaste con los productores...porque si el productor habla con vos...con huerta....” (I 1) A partir de algunas diferencias visualizadas también se pudo observar las dificultades de trabajo articulado y los conflictos que esto genera entre algunos técnicos. En algunos casos las dificultades aparecen entre técnicos en terreno, pero en general, tienen su raíz con las directivas institucionales y autoridades de mayor jerarquía dentro de las instituciones –no a nivel local sino a nivel regional y/o zonalAparecen dificultades que se señalaron al interior del ETA, al menos en su inicio, que son propias de cualquier proceso de articulación entre técnicos que responden a diferentes instituciones. Sin embargo, se rescata el apoyo institucional del INTA a través de la AER Tartagal. “...nosotros tuvimos varios entre nosotros...eso de constituirnos como equipo no fue tan fácil...porque creo que requiere de mucho compromiso [...] a veces uno está medio acostumbrado a hacer como le parece y manejar sus tiempo y creo que, que el laburo en equipo requiere mucho de socializar las cosas...de comprometerse bastante y después [...] a nosotros por lo menos desde el INTA no hemos tenido limitante al trabajo...es bastante abierto...” (I 2) Desde el Centro Vecinal de Acambuco cuyo objetivo ya se diferencia un tanto más del ETA existe una posición diferente en cuanto a las diferencias/dificultades que pueden suscitarse en la intervención interinstitucional/no interinstitucional. Esto a modo de visualizar que el posicionamiento de la organización local tiene sus particularidades y también tienen intereses y pujas pero que no están reflejas en estas tensiones. Se puede establecer que esta posición tiene relación con la razón de ser del Centro Vecinal que apunta al mejoramiento de toda la comunidad desde la comunidad, esto es, pobladores para y con pobladores de la misma comunidad. “Yo no, no noto nada de diferencia porque para mí...a través de la organización...siempre se le ha ofertado a la organización colaborarlos en todo lo que sea posible porque toda institución que venga, o sea, organización, que viene así dando, hace llegar algo de bien para un pueblo nosotros nos ofrecimos en colaborarlos y tenemos que ofrecernos siempre para tratar de conseguirlo...” (CV) 13 Dentro de los beneficios que se reconocen del trabajo en equipo fundamentalmente emerge la cuestión de la complementariedad como un elemento que le da razón de ser a la interinstitucionalidad. “Bueno que te permite interinstitucional o en equipo ...te permite visualizar mas cosas, los propios errores, por ejemplo, revisarlos somos más...sin animo de escarcharte o algo por el estilo, es bueno que...alguien te haga ver donde testas equivocando...eh...bueno eso fue bueno coordinar actividades, por ahí complementar recursos...digamos para que vamos a gastar en subir primero que suba ADE, después que suba el INTA, bueno hicimos un uso más eficiente de los recursos...pudimos llegar a mucha mas gente porque por ahí no eran las mismas las necesidades” (I 2) Desde la vos de las mujeres entrevistadas también existen posiciones en relación a los beneficios y las diferencias. Reconocen que el equipo alcanza a cubrir mayores demandas y mayor contención a los aspirantes a ingresar a algún proyecto. Esto habla no sólo de cuestiones materiales sino del vinculo que se genera en el proceso de intervención y del capital simbólico que se acumula. “...Sí, porque, una nos asesora de una cosa, otro de otra...así que nos beneficiamos..aprendimos algo, vamos... aprendiendo a través de ellos...como antes nadie daba capacitación, ni ninguna charla...ni venían de allá...pero ahora con ellos ya estamos...ya nos vamos avivando un poco...si porque es lindo yo siempre participo...” (M 2) Por último, en relación a los resultados que se pueden visualizar, aparecen diagnósticos muy positivos que sugieren la continuidad de trabajo que se puede redefinir a partir de la trayectoria tanto del ETA como de la institución local. En este marco, poder mirar las prácticas y repensar estrategias o líneas de acción genera en los profesionales un interés sobre el trabajo que profundiza el compromiso que se viene asumiendo y las responsabilidades que se vienen eligiendo a lo largo del proceso de intervención (2001-2008, aproximadamente). Compromiso que se transmite de una u otra a forma a la comunidad con la que se trabaja a través de la planificación de nuevas prácticas. La visión desde el Centro Vecinal Acambuco, el reconocimiento del ETA por parte de los productores y la visión de los procesos comunitarios por parte de los técnicos son más que significativos para establecer como favorable la intervención interinstitucional en el Valle de Acambuco. Conclusiones En la intervención en procesos comunitarios, sea cual fuere el objetivo de trabajo es necesario generar una buena inserción y un vinculo que favorezca el proceso entre técnicos y agentes sociales -en este caso pequeños productores de Acambuco-. El modo en que fue emergiendo la articulación entre las instituciones intervinientes en el valle, la manera de ir acordando estrategias de trabajo, la modalidad de complementar recursos y esfuerzos y no superponerlos, constituyen en su conjunto lo que podríamos denominar interinstitucionalidad, que no es otra cosa que la conformación de una red institucional operativa, con sentido práctico – conciente o inconsciente- que posibilita mirar de manera integral a los agentes sociales con los que trabajamos, su contacto con las instituciones locales y los modos de participación que entre ellos se establecen. Las posibilidades que se generaron en la constitución del ETA, no han sido mágicas ni casuales, éstas emergen claramente de la autonomía relativa de los técnicos pertenecientes a diferentes instituciones que han podido construir sobre la base de la intervención comunitaria un modo más eficaz y eficiente que en nada se asemeja a la eficacia y eficiencia que sostienen las corrientes institucionales que se orientan a la gerencia social. El reconocimiento por parte de la comunidad y el Centro Vecinal, así como de los propios técnicos, del trabajo que viene realizando el ETA es sumamente relevante en momentos donde la complejidad de lo social nos interpela y nos demanda pensar lo que hacemos y saber lo que pensamos, como lo fundamentaba en la introducción. 14 Este tipo de trabajo demuestra un enfoque de desarrollo territorial basado en la articulación de instituciones, la participación activa de los propios técnicos en los espacios de debate comunitario y el compromiso adquirido en el periodo de trabajo realizado. No es posible un desarrollo territorial sin la participación real y concreta en temas que le atañe a la comunidad y que –aún sin ser específicamente objeto de intervención de las diferentes institucionesson centrales para dar comienzo a la introducción de orientaciones, apoyo, asesoramiento y asistencia a nivel técnico para la producción. Esto es observable a través de la incorporación de cuestiones productivas dentro de las instituciones locales. Pero no se logra dicha incorporación ni debate sin antes participar en otros temas que aunque parezcan ajenos se constituyen en elementos centrales para el desarrollo territorial. Es necesario advertir que los procesos de trabajo a largo plazo con las características como las que explicité, no se construyen de un día para otro sino que son el producto de consensos, negociaciones y que lleva indefectiblemente el conflicto permanente dado por la puja de intereses, la necesidad de reconocimiento y las particularidades institucionales. Los resultados son favorables: favorecen el mejoramiento de la calidad de vida a la vez que permiten introducir herramientas que apunten a mejorar producción de la comunidad del Valle de Acambuco. Existe un eje común en todo esto, el compromiso, los acuerdos claros y el trabajo para la transformación de la comunidad. Características estas que hacen a la construcción del desarrollo territorial. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Las estrategias en tanto prácticas que despliegan los agentes sociales y los propios técnicos que intervienen en las comunidades se construyen a partir de un entramado de relaciones, aprendizajes, afectos y conocimiento/reconocimiento que posibilitan la transformación de la realidad en pos de un desarrollo de la sociedad. La integración entre lo económico y lo político y la reconstrucción de la ruralidad, cuyos desafíos están presentes en el enfoque de desarrollo territorial necesita de acciones, prácticas y conocimiento con y para los espacios territoriales con los que trabajamos. Conocer por qué y cómo la gente actúa como actúa y apostar a la construcción de un trabajo institucional con una mirada integral y complementaria de otros puntos de vista, son pasos –no menores- para comenzar a materializar los desafíos antes mencionados. A modo práctico se desprenden del trabajo algunos puntos que son necesarios tener en cuenta y que pueden servir como sugerencias. Es necesario fortalecer las redes institucionales, que permitan un trabajo conjunto con otras instituciones que apunten al desarrollo territorial. Conocer y reconocer en los agentes sociales con los que trabajamos su cotidianeidad, para comprender sus prácticas y así redefinir y/o reorientar el trabajo desde la institución. Generar investigaciones que tiendan a transformar la realidad y que surjan como preocupaciones desde la propia práctica, para que los conocimientos que de ellas se desprendan den luz a la complejidad con la que trabajamos. Participar activamente en espacios comunitarios y regionales, para posibilitar la inserción comunitaria, afianzar el vínculo con los actores sociales locales y proponer estrategias especificas de la institución que apunten a la productividad con un enfoque de desarrollo territorial. Analizar reflexiva y críticamente las transformaciones que se suceden en el contexto más próximo en todas sus dimensiones (política, cultural, social y económica), para mejorar la comprensión de la realidad compleja en la que estamos insertos como técnicos. Movilizar recursos locales, regionales, provinciales y nacionales, para la cogestión pero reconociendo a los agentes sociales como ciudadanos con base en los derechos sociales. Ambos espacios rurales son propicio para la intervención del INTA en tanto se continúe avanzando con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las comunidades y redefiniendo, cada vez que sea necesario, las líneas de trabajo que se han pensado. Por otro lado considero de suma importancia relacionar en algún punto los tiempos institucionales (planificación, evaluación y ejecución, entre otros) con los tiempos de las comunidades, esto es, que 15 se puedan respetar los procesos necesarios para el desarrollo territorial que requiere cada espacio en particular. BIBLIOGRAFÍA Acevedo, P., et. al. (2002) “Ejercicio de Ciudadanía en escenarios locales con desafíos globales”. Revista Margen Nro.24 (formato electrónico). Bourdieu, P (1997) Anexo: El espíritu de Familia, en “Razones Prácticas. Sobre la Teoría de la acción”. Ed. Anagrama. Barcelona. Bourdieu, P. (1988) “El interés del sociólogo” en “Cosas Dichas”. Ed. Gedisa. Bs. As. Bourdieu, P (1999) “Efectos de Lugar” en La Miseria del Mundo. Fondo de Cultura Económica de Argentina. Buenos Aires. Borudieu, P (2004) “Espacio social y poder simbólico” Tercera Parte Aperturas en “Cosas Dichas”. Ed. Gedisa. México. Breilh, J (1991) “La salud-enfermedad como hecho social”, En: Reproducción social y salud. La lucha por la vida y la salud en la era de las revoluciones conservadoras, Betancourt, Breilh, Campaña Grande. Editorial Universidad de Guadalajara. México. Costa, R (1976) citado en Gutiérrez, A (1997): “Pierre Bourdieu. Las Prácticas sociales” Ed. Universitaria. Misiones/Posadas. González, C. Co-directora: Nucci, N. Integrantes: Crosetto, Soldevila, Ortolanis. (2000-2001) “El lugar de las estrategias individuales en las estrategias familiares de reproducción social” . Investigación SeCyT..- ETS. UNC. Giarraca, N. (2001) “¿Una Nueva Ruralidad en América Latina?” CLACSO. Bs. As. González, C. Co-directora: Nucci, N. Integrantes: Crosetto, Soldevila, Ortolanis. (1999) “Necesidades y satisfactores en el análisis del espacio social familiar” Investigación SeCyT. . ETS. UNC. Gutiérrez, A. (2004) “Pobre’, Como Siempre… estrategias de reproducción social en la pobreza. Un Estudio de Caso.” Ferreira Editor. Córdoba. Parola, R. N. (2001) “Acción Colectiva e intervención profesional. Consideraciones teóricasmetodológicas a propósito del trabajo social comunitario.” Boletín electrónico Surá Nº 59. (Formato Electrónico). 16