1) Resumen (1 p.) Mosén Millán recordaba los días posteriores al

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1) Resumen (1 p.)
Mosén Millán recordaba los días posteriores al alzamiento contra la República con
sentimientos contradictorios, pero no en contra frontal al golpe militar. Al pueblo llegaba
gente de fuera pare depurar a los vecinos republicanos a instancias de don Valeriano y don
Cástulo.
Paco estaba entre los que debían morir, pero no se sabía el lugar de su escondite. Sólo su
padre conocía el sitio, y mosén Millán fue a verle para sonsacarle ese lugar a través de un
ardid basado en la confianza y en la amistad entre el cura y Paco.
2) Comentario crítico.
2.1) Tema (0.5 p.), estructura (0,5 p.), actitud (0,25 p.), intención (0,25 p.),
tipo de texto según el ámbito de uso (0,25 p.) y según el modo de elocución (0,25 p.).
Es un
fragmento de la novela ‘Réquiem por
un
español’,
por lo que pertenece al género narrativo. Fue
Ramón José Sender en 1952, de modo que,
campesino
escrita por
según
la
clasificación tradicional de su obra,
se incluye en su segunda etapa creativa,
con obras compuestas entre 1939 y 1965
además de ‘Réquiem’ aparecen obras como
exiliado de España tras concluir la
donde,
‘Crónica del alba’. Sender es un autor
Guerra Civil en 1939 con la victoria de los
golpistas del general Franco. ‘Réquiem’ entra en el
grupo de novelas
sobre la Guerra
Civil escritas
en el exilio, así que la realidad que
narra el autor se ve como lejana a partir de sus recuerdos.
El fragmento propuesto se encuadra en el momento en que mosén Millán sonsaca al padre
de Paco el lugar en el que se esconde, que a la postre será la causa del posterior fusilamiento
de Paco, ya que el cura revela a los facciosos su escondite.
El tema del texto es la traición de mosén Millán, que engaña al padre de Paco para que le
dijera el escondite de su hijo.
La estructura externa está compuesta por cuatro párrafos. Aparece, teniendo en cuenta que
se trata de un fragmento, cohesionada semánticamente a través de repeticiones léxicas, como
las de ‘mosén Millán’ (líneas 1, 8, 12, 15 y 18), ‘Paco’ (l. 5, 8, 10, 15 y 18) o palabras como
‘horrible’ (l. 1, 9 y 12). Igualmente, aparecen sustituciones de esos mismos nombres (‘cura’
en l. 5, 10 y 18; ‘hijo’ en l. 7). Los campos asociativos relacionados con la muerte y la
traición desvelan la trama del texto y cohesionan el texto (horribles, malas pasiones, matar,
trampa).
Dentro de los mecanismos sintácticos de cohesión destacan el uso del deíctico, tanto
determinantes (su padre, los otros ricos) como pronombres (nadie lo sabía, le hizo, lo dejó
entender) o incluso adverbios (dónde estaba escondido); así como de conectores del tipo de
adición (Y don Valeriano l. 3), de contraste (pero lo dejó entender l. 17)) o de rectificación
(sin embargo l.3).
Con respecto a la estructura interna, que no se corresponde con la externa, todo el
fragmento aparece unido por el recuerdo de mosén Millán, y este recuerdo se divide a su vez
en el momento general de violencia que se vive en el pueblo (líneas 1-5), y el particular en
relación a Paco (5-20), dentro del que se aprecia un discurrir del tiempo desde una visión
exterior (l. 5-8) que se va acercando a la casa de Paco, el contacto con el padre de Paco y la
esposa del joven (l. 9-13) hasta el modo en que mosén Millán sonsaca el escondite de Paco (l14-20).
Aunque se trate de un texto literario, donde la creatividad del autor haría suponer una
actitud subjetiva, Sender pretende ser objetivo en la historia que narra, y de ahí el uso del
narrador omnisciente en tercera persona en los momentos donde mosén Millán recuerda su
pasado. Refuerza la idea de objetividad el uso del modo indicativo de forma predominante
(recordaba, dijo) e incluso el uso de los estilos directo (l. 9 y 19) y del indirecto (l. 6, 12 y 16).
Con ello, el autor busca la fidelidad histórica en la narración, aunque a través del matiz del
recuerdo, como corresponde a un escritor exiliado por su ideología política.
Pero pese a esta pretendida objetividad hay rasgos que demuestran la postura de Sender en
el fragmento, como es el uso de adjetivos valorativos (horrible confusión, malas pasiones) o
un léxico connotativo cuando se refiere a la guerra (horrible, pálida, sombra).
Con todo esto, la intención del autor del autor es compleja. Por un lado, Sender busca
informar sobre lo que sucedió en ese pequeño pueblo fronterizo a Lérida en el momento de la
rebelión militar de 1936, con lo que aparecería la función representativa, apoyada el el modo
indicativo o en la tercera persona. Pero no hay que olvidar el hecho literario, donde interesa la
función estética o poética, y para ello Sender utiliza recursos como la elipsis y la
yuxtaposición con ánimo de estilo (disparos por la noche, sangre...), o el hipérbaton (dónde tu
hijo estaba) o comparaciones (como una pesadilla).
A través de la subjetividad inherente al hecho literario, Sender persigue que el autor
conozca y reacciones de alguna manera ante lo narrado, con lo que la función apelativa es
también clara en el texto. No obstante, no hay que olvidar que ‘Réquiem’ estuvo prohibido en
España hasta 1974, poco antes de la muerte del dictador.
Finalmente, mediante la tercera persona omnisciente, Sender busca que el lector conozca
sus vivencias del momento inicial a la Guerra, cómo era su pueblo antes de este hecho y cómo
este conflicto fue capaz de cambiar a las personas hasta llegar al crimen y a la traición más
absoluta de mosén Millán, con lo que se cierra el círculo de la mezcla de intenciones
informativas y persuasivas.
Reiterando que se trata de un texto literario, se pueden determinar dos formas discursivas.
Según la forma de elocución, el fragmento presenta secuencias descriptivas y narrativas. De la
línea 1 a la 13 destacan el modo de elocución descriptivo (excepto el estilo directo de la línea
9), por el estatismo de la acción y la presencia de estilo nominal, donde abundan los nombres
y los adjetivos frente al verbo. Confirma esta idea la abundancia de verbos en pretérito
imperfecto de indicativo (recordaba, parecía, se lamentaba, escuchaba...) propio de la
descripción, así como el uso de oraciones enunciativas y copulativas (parecía educado, nadie
lloraba...) o el uso de recursos como la comparación o los conectores de adición o contraste ya
indicados.
El último párrafo, por contra, es marcadamente narrativo, es decir, es dinámico, con
acción. Lo confirma aspectos como el estilo verbal, el uso de pretérito perfecto simple (dio,
dijo, dejó) y del presente (tiene, sabe, es).
2.2 Valoración personal (1 p.)
Aquí se enjuician las ideas contenidas en el texto y la forma en que el autor las ha
expresado. Tengo que redactar en 20-25 líneas mi propio texto expositivo-argumentativo.
3) Valor estilístico de los verbos del último párrafo (1,5 p.)
La distribución de la puntuación en esta cuestión es:
a)- Descripción global de los verbos: principales tiempos verbales, modos dominantes,
formas no personales, perífrasis (0,5 p.)
b)- Usos estilísticos, contrastes entre formas, conexión de las formas perfectivas e
imperfectivas con adverbios, valor de las personas (0,5 p.)
c)- Conclusión, caracterización global del texto (0,5 p.)
Llama la atención el gran número de verbos del párrafo (23), lo que indica un estilo verbal
frente al nominal, dominado por la acción y la narración. Las formas que aparecen son el
presente de indicativo (tiene, sabe, es); el pretérito imperfecto (sabía, estaba, quería); el
pretérito perfecto simple (dio, dijo, dejó, quiso, miró, hizo); pretérito perfecto compuesto (ha
ido), así como formas no personales (mostrarse, entender, pensando, sentirse); la perífrasis
verbal modal de obligación ‘tenían que agradecerle’ y la locución verbal ‘dando a entender’.
La mayor parte de los verbos aparece en modo indicativo. Los que lo hacen en subjuntivo van
exigidos por la gramática (que pensara, supiera, cayera).
Como se ve, la mayor parte de las formas son imperfectivas, de acción inacabada, puesto
que en el fragmento se juega con lo que el cura no sabe pero que el padre de Paco cree que
sabe, y es en las partes donde avanza la acción hacia el engaño del sacerdote cuando se usan
las formas perfectivas (dio, miró, hizo...). El engaño de mosén Millán y el juego que se trae
con el padre de Paco sirve también para justificar el abundante uso de verbos de
entendimiento (sabía, entender, pensar).
También, la aparición del modo indicativo sirve a Sender para jugar entre la objetividad
que pretende y la subjetividad de sus recuerdos, o su posición ideológica frente a los
seguidores de los golpistas.
Las formas no personales, incluida la locución con gerundio ‘dando a entender’, abundan
en la acción en desarrollo, e indican intencionalidad y acción en progreso.
Finalmente, señalar que en los presentes aparece un valor atemporal, puesto que Sender los
utiliza para reflejar sus pensamientos, cuya verdad van para él más allá de la acción, es decir,
los utiliza para expresar sus verdades universales.
Como conclusión, se trata de un párrafo narrativo, donde predomina el aspecto
imperfectivo frente al perfectivo ya que mosén Millán juega con lo que sabe y no sabe para
sonsacar al padre de Paco, y donde destaca la objetividad del indicativo para conseguir mayor
veracidad en los recuerdos del autor. El uso de la tercera persona es característico de la
omnisciencia presente en toda la novela.
4) Significado de palabras y expresiones (1,5 p.)
Como norma general, se deberá dar una definición basada en rasgos genéricos y
específicos. En caso de optar por los sinónimos, hay que dar un mínimo de 3 sinónimos.
- ‘atribulado’ (l. 2): Sinónimos: tener congoja, pena, tormento. Según contexto: la misma
confusión que experimenta el pueblo con la Guerra Civil siente el cura, pero sobre esa
confusión y atribulación está su posición interior, que no se desvela al lector hasta que
desvela a los golpistas el paradero de Paco.
- ‘procacidad’ (l. 3): Sinónimos: desvergüenza, insolencia, atrevimiento. Según contexto:
el procaz y mal lenguaje de los forasteros, partidarios de los golpistas, chocaba frente a la
ideología del cura, a favor de ellos, y de ahí lo “atribulado” que se sentía.
- ‘meritoria’ (l. 15). Sinónimo: digno de premio o galardón. Según contexto: mosén
Millán fue como amigo a casa del padre de Paco, y éste creyó en la amistad del cura y
también que Paco y el cura eran buenos amigos, lo que se convirtió en la perdición de Paco.
Es decir, el cura se aprovechó del sentimiento de amistad, una palabra digna de alabanza en
principio.
- ‘enterizo’ (l. 19). Sinónimo: entero, completo, cabal. Según contexto: el padre de Paco
pensaba que si el cura no había desvelado el escondite de su hijo sería un hombre
consecuente con sus ideales de amistad, es decir, ‘enterizo’.
- ‘Diciendo que era trigo limpio’ (l. 6). El trigo limpio es lo que queda después de haber
quitado la paja, esto es, lo bueno. Así, Cástulo Pérez viene a decir que el padre de Paco no
tiene nada que ver con los republicanos, a los que don Cástulo considera ‘lo malo’, o lo que
es lo mismo, lo que no es trigo limpio.
6).- Análisis de los personajes de la obra, con especial atención a los que aparecen en
el fragmento (3 p.)
Para contestar a la cuestión, lo mejor es sacar un listado con los personajes que aparecen
en el fragmento, ya que será sobre los que centraré la exposición porque es lo que se me
pregunta y así no me voy por los cerros de Úbeda. En este caso, son mosén Millán, Paco (no
está presente en el fragmento pero se aprecia su importancia), Cástulo y Valeriano (y por
extensión Gumersindo) y el padre de Paco. No se trata de poner el listado y decir cosas de
cada personaje, sino de buscar las relaciones entre los personajes y el papel que juegan en la
obra o ver cómo se caracterizan en el texto. He de tener en cuenta que tendré alrededor de 15
o 20 minutos máximo.
El reparto de puntos es el siguiente:
a) (2 puntos) Caracterización de los personajes, especialmente: mosén Millám, Cástulo,
Valeriano, Gumersindo, Paco.
b) (1 punto) Relación entre los personajes principales de la obra y del papel que juegan en ella
(Mosén Millán-Paco; mosén Millan-Jerónima; iglesia-Carasol; monaguillo; terratenientesPaco).
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