Crónica del Celte 14.04.2015: Martes de 2ª Semana Pascual A las siete treinta y cinco el disco completo del hermano sol ha dorado los olivares y la fachada y solana de Mas Oliveró. No hay neblina matinal en la costa. Como ayer hoy recorrerá veloz su carrera más inhiesta de oriente hasta el occidente sin pausa. La plegaria matinal se ha centrado en el testimonio de la primera comunidad y en el diálogo de Jesús con Nicodemo. El H. José Antonio ha sabido introducir el salmo de enfermedad, dolor, sufrimiento y muerte en línea con las conferencias de ayer del H. Jose Antonio Villalabeitia. Un Padre comboniano ha presidido la Eucaristía matinal y hemos orado por la salud del Papa Francisco hospitalizado… En presencia de Dios proclamamos el himno de Ezequías, (Is. 36,10 y ss.) introducido, desde la lectura orante del mismo por parte del acogedor H. Jose Antonio Villalabeitia, con la antífona cantada: Confiad siempre en Dios, es el camino recto. Este día continuamos la reflexión de la Antropología del dolor, del sufrimiento, la soledad y la muerte. La paciencia y la esperanza activa como antídoto… Las dos sustanciosas conferencias matinales nos ayudan a buscar el sentido al sufrimiento. El dolor pide calmantes, el sufrimiento busca sentido. Hallar sentido al sufrimiento absurdo, desagradable que duele, es tarea complicada. Sin embargo soportamos experiencias dolorosas con tal que tengan una razón… El deportista soporta el duro entreno por la meta… Viktor Frankl, en el campo de concentración expresó su visión existencial: “el hombre se destruye por sufrir sin sentido…” Si uno ha de sufrir y tiene un objetivo más allá del padecer, alivia el sufrir y ama más la vida… La viga fundamental que nos sostiene necesita responder ad hoc, a la pregunta capital. ¿Qué es lo que verdad importa en mi vida? Más allá de los tópicos publicitarios la insatisfacción punzante se trata de tapar con ruido, medicamentos, márquetin,… Los interrogantes profundos no se serenan con analgésicos, sí con metanoia evangélica… La meta es avanzar y lograr dar sentido a la existencia sobre sólidos pilares… aunque la vida sea sufriente… Hallaremos energía interior y actitud positiva ante la limitación… El gran objetivo es seguir siendo plenamente uno mismo, el protagonista, el gestor de tu autonomía, y capacitarte para completar la obra de la propia vida. En la enfermedad la opción primera es humanizar el encuentro con el sufrimiento para que no sea él quien nos deshumanice a nosotros… La imperfección, la fragilidad, la muerte nos relacionan ahora más que antes, en la edad madura, con los próximos que nos acompañan o nos distancian… La paciencia, como aguante desde la entereza, y la esperanza activa combaten el negro fatalismo. Éste no nos puede anular por las contingencias que nos sucederán a lo largo del tiempo. Para asumirlas cada uno necesita su propio tiempo. Hemos de preservar la propia autonomía en la singular andadura personal hacia la conversión desde la paciencia, la serenidad, para poder elaborar gradualment las respuestas adecuadas… “La persona que no tiene paciencia no crece, se queda en los caprichos de niño, no sabe 1 tomar la vida como viene.” Francisco, papa. Aferrarnos a la esperanza es el único valor que da vida a la vida. Sin proyecto ni sueños cesan las expectativas confiantes, más realizables… Queda en vía muerta la expectativa defiante. Esperanza es apostar por las expectativas confiantes abiertas a la luz, a la compañía, a horizontes luminosos…. La parálisis desmotivadora conduce el enfermo a la nada desde el temor del fatalismo,… Esperanza y fatalismo remiten a un futuro incierto y vitalmente alternan más una que la otra… Una y otra son formas de relacionarnos con el futuro… Ambas conviven una con la otra… El acento prevalente del propio temperamento, el entorno histórico y social, la experiencia, son punto de arranque que siempre podemos mejorar actitudes cultivando la persona activa y entusiasmada, una ética cotidiana de amor, del sacrificio, del apoyo al otro, el altruismo o la creatividad en nuevas tareas, la relación interpersonal fiel y profunda con alguna persona, voluntariado social y eclesial, abiertos a la fe esperanzada y al compromiso por mejorar el mundo, o paliar limitaciones… El estilo de la educación recibida, la conciencia de la propia vida… pueden inclinar el plato de la balanza… El valor del sufrimiento y de la soledad cuando llegan hay que aprovecharlo como herramientas útiles para madurar y crecer en profundidad como personas que es una labor dolorosa, unida siempre a la esperanza, la confianza y el deseo de vivir. La moneda de la vida, la existencia, tiene una cara agradable la esperanza, y una cara seria la soledad. El sufrimiento nos introduce en los sótanos de nuestra personalidad en donde descubrimos realidades profundas que nos pertenecen y hemos de purificar… Vivir situaciones gratificantes son superficiales. Las dolorosas como miedo, frustración, angustia, me ayudan a reflexionar y responder adecuadamente desde la productiva soledad mía, el desierto purificador… Saber procesar el dolor como motivo de crecimiento personal, lugar de purificación y de silencio… exige tiempo. Ambas sesiones están enriquecidas por el diálogo sereno y franco van calando hondo por su profundidad, como lluvia fina, y han hecho amable la reflexión en un tema que personalmente hemos de asumir e integrar, evidentemente, y al mismo tiempo nos puede ayudar en el acompañamiento de nuestro prójimo, preferentemente mayor. La realidad del sufrimiento, nos lleva a respetar los momentos de soledad… Este dolor, con gestión adecuada, nos lleva a compartir con el otro su gran capacidad humanizadora. El creyente sabe que nuestro Padre Dios siempre nos espera con su consuelo y su paz… La experiencia personal del sufrimiento nos puede volver comprensivos, tolerantes, transigentes… Conviene vivir la vida y el futuro desde una perspectiva más larga y más tranquila, visulaizar la cara oculta y aleccionadora del sufrir… Sin sufrimiento la vida sería caricatura de frivolidad apayasada, ridícula y grotesca… Ante el abatimiento nace la respuesta positiva con sentido al dolor y al sufrir… con cierto optimismo positivo y perfeccionador… para devenir persona mejor. El Regina Coeli del mediodía ha dado paso a la cordial bendición de la mesa. El H. José Antonio nos ha ofrecido licor de Té de Roca de San Asensio. La muy cordial despedida al buen H. Josean refleja que ha superado con nota los objetivos previstos 2 tanto para los celtistas como para acompañar a los Hermanos de nuestras comunidades. Por la tarde acompañamos a la estación al H. Josean, pasando por el acueducto romano de Tarragona, patrimonio de la Humanidad, y por la masía Bofarull d’ELS Pallaresos que recoge veinte años de restauración por Josep Mª Jujol, el gran discípulo de Gaudí. . Al atardecer rezamos juntos las vísperas de la segunda semana de Pascua.La Palabra de Dios proclamada en la Misa sustenta y alimenta nuestra contemplación. La cena nos congrega en fiesta de hermandad. Mañana dedicaremos el día a hacer nuestra aportación de Hermanos Mayores a nuestro Capítulo de Distrito. Anima el encuentro el H. Capitular Luis Miguel Fernández Renedo. Agradecidos vamos al nocturno descanso con el corazón partido por el duelo madrileño en la Champions. Buenas noches. 3