Otras miradas sobre la Práctica Educativa”

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Eje temático: El proceso educativo desde una perspectiva Crítica.
Tipo: Relatos de experiencias.
Título de la ponencia: “Otras miradas sobre la Práctica Educativa”
Autor: Caporaletti, Verónica. DNI: 27200422. Correo:
[email protected]
Aimo, Graciela. DNI: 12326680. Correo: [email protected]
Institución de pertenencia: Instituto Superior de Profesorado N° 7 “Brigadier
Estanislao López”. Venado Tuerto-Santa fe.
Palabras claves: Jóvenes-Residencia-Porta-Arte-Dispositivos-Narrativa
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Resumen.
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Desde el espacio curricular del Trayecto de Práctica IV del profesorado de Arte en Artes
visuales se propone como eje de trabajo los “Porta-arte”1 Los mismos se constituyeron en
dispositivos privilegiados que habilitaron un espacio de apertura, indagación y reflexión
individual y colectiva, a la vez que promovieron un vínculo particular con el conocimiento,
desde el lenguaje artístico; dando lugar a la incorporación de experiencias estéticas que
permitieron incluir las emociones y liberar la imaginación creativa al interior del espacio.
La necesidad de atender a la especificidad de las artes visuales, nos permitió reflexionar
sobre el error al que como docentes incurríamos al pretender que la habilidad lingüística
sea la dominante, obviamente por la fuerza que tiene ésta en los ámbitos escolares.
Sólo cuando pudimos comprender que solicitando otros modos de expresarse
para
comunicar sus narrativas acerca de lo observado en las escuelas, de sus miedos, de
sus inquietudes, obtuvimos producciones de los alumnos que, en la mayoría de los
casos superaron nuestras expectativas.
Al ser la primera promoción de profesores de Artes Visuales de nuestra Institución
considerando la potencialidad formativa de los mismos, se creó un blog,
constituyó a su vez en un espacio aglutinador
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y
que se
de vivencias, anécdotas, reflexiones,
estrategias de enseñanza y aprendizaje, recursos, para que los alumnos que actualmente
están atravesando el Trayecto de Práctica lo exploren e intercambien sus propias
producciones.
Modo particular de denominar a un “portafolios”, que hace hincapié en el particular modo de registrar la
realidad vivenciada a través de la Práctica.
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Promoción 2009-2010
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Otras miradas sobre la Práctica Educativa.
El período de las prácticas de residencia, es un momento de gran importancia
para los jóvenes y adquiere relevancia como campo de acción y reflexión, a la vez que
se constituye en un período de transición entre ser alumno, estudiante, a ser maestro o
profesor. Como sabemos este “cambio de posición subjetiva” esta acompañado
habitualmente, de un nivel particular de tensión, en donde múltiples variables se ponen
en juego. (Davini, M, 2002)
Imagen Porta-arte Alumna Residente Prof. N°7
Por lo general, en el marco de la formación inicial se tiende a valorar ciertas
dimensiones del proceso de construcción de las prácticas docentes, entre ellas, lo
cognitivo ocupa el lugar prioritario, se agudiza el trabajo normativo de aplicación de
ciertas regularidades rutinarias y se deja de lado toda consideración que haga referencia
a la afectividad, la creatividad, la imaginación y la reflexión sobre la propia
experiencia individual, deslegitimando “el plano axiológico que estas dimensiones
llevan implícitas”, en la construcción genuina de nuevos conocimientos.( Meirieu, P, 2001)
Poner en cuestionamiento los procesos de formación docente, implica atender a
nuestras propias prácticas como formadores. En esta ponencia pretendemos reflexionar
sobre estos aspectos que hacen a la práctica educativa, y si bien queremos socializar la
experiencia que construimos colectivamente desde el espacio de práctica y residencia
docente, en realidad quienes van a hablar y nos van a interpelar son los alumnos, ahora
docentes, a través de sus propios modos de narrar su experiencia de aprendizaje.
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Collage Porta-arte Alumna Residente Prof. N°7
El año 2009 fue un año especial para nuestra institución porque se recibía la
primera promoción de docentes del profesorado de Arte en Artes Visuales y también lo
fue en lo personal, ya que como docente de sus prácticas de residencia, tuve la
posibilidad de encontrarme con una realidad hasta el momento desconocida, que me
permitió reflexionar sobre mis propias prácticas y atender a estas dimensiones implícitas,
que aunque no estén rotuladas, son estructurantes de los procesos de enseñanza y de
aprendizaje.
Si bien con los alumnos habíamos transitado un tiempo en su práctica el año
anterior, el espacio de la residencia tiene una mayor carga horaria y exigencia, variable
no menor cuando se trata del período de prácticas.
Así comenzamos un nuevo año, desde nuestro espacio señalamos las pautas de
trabajo, se propusieron lecturas y actividades a fin de atender a la complejidad de la
práctica educativa y a
las múltiples tareas que deben realizar los jóvenes
practicantes. Entre ellas, la elaboración de diagnósticos institucionales, observaciones,
los criterios y aspectos a considerar en el diseño de los planes de clases, las
estrategias para organizar y conducir los grupos de alumnos, en fin todo lo que nosotros
considerábamos debían apropiarse los alumnos para poder atravesar esta instancia.
Entre las actividades propuestas, también se consideraba la elaboración de los
portafolios, la consigna fue que lo utilizaran como instrumento de reflexión de su propia
experiencia individual de aprendizaje y la construcción de su rol docente. Si bien se
propondrían desde la cátedra algunas actividades que se podrían incluir en el mismo,
como por ejemplo las narrativas de sus biografías escolares o la reflexión sobre sus
clases, en general la elaboración era libre, cada uno podía decir y hacer lo que quisiera
y sintiera en torno a sus prácticas.
Ahora que lo pienso a la distancia creo que la palabra clave fue “libre”, y si bien
lo propusimos como un dispositivo que podía ser viable dada las características
específicas de las Artes Visuales, indudablemente superó nuestras expectativas y se
constituyeron en el eje de trabajo de ese año.
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Los portafolios, a los que luego llamamos también porta-arte habilitaron un
espacio de apertura, indagación y reflexión individual y colectiva, a la vez que
promovieron un vínculo particular con el conocimiento, desde el lenguaje artístico;
dando lugar a la incorporación de experiencias estéticas que permitieron incluir las
emociones y liberar la imaginación creativa al interior del espacio.
Imagen Porta-arte Alumna Residente ISP N°7
Imagen Porta-arte Alumna Residente Prof. N°7
Muchas veces como profesores de práctica tenemos que estar atentos a cómo
influye en nosotros el paradigma instrumental.(Petrucci, L, 2005) .Está tan naturalizado
en nuestras prácticas que solemos no advertir su presencia y más allá de las
intenciones y concepciones formales que explicitamos se hace necesario atender a la
coherencia entre las mismas y las posiciones concretas que tomamos en el tipo de
relaciones que se configuran, tanto entre los docentes -de práctica y co-formadores- y
entre los alumnos.
Advertíamos que en nuestro discurso estaba presente la apertura a todos los
tipos de lenguaje, no obstante, no proponíamos -y justamente a los alumnos de Arte-,
otra manera de expresarse.
Si bien el trabajo en el espacio se planteó de una manera, progresivamente
pudimos reflexionar sobre el error al que incurríamos al pretender que la habilidad
lingüística sea la dominante, obviamente por la fuerza que tiene ésta en los ámbitos
escolares. La disposición y el entusiasmo que despertó la propuesta en las alumnas, nos
permitió habilitar este espacio como un nuevo modo de expresarse para comunicar sus
narrativas acerca de lo observado en las escuelas, de sus miedos, de sus inquietudes,
en fin de su propia experiencia, a fin de poder reconstruir juntos docentes y alumnos una
nueva forma de concebir a la práctica educativa.
Centrarnos en los jóvenes en tanto productores y actores de su propia de
experiencia de aprendizaje de la práctica docente, es un buen punto de partida, porque
nos permite evitar subordinar la experiencia individual a identidades ejemplificadoras y a
fórmulas pragmáticas. Sin embargo creemos que esto tiene como condición ensayar
nuevos diálogos con las redes de experiencia de los jóvenes a fin de forjar identidades
que modifiquen y no reproduzcan la relación docente /alumno que rige por lo general en
las escuelas.
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Los registros que los alumnos realizaron tienen que ver con sus propios modos
de apropiarse y poner en acto el conocimiento, por lo tanto, se expresan a través del
lenguaje artístico, que en muchos casos dice “más” que lo lingüístico convencional, sólo
que, al pertenecer a otra lógica, que no es la que circula habitualmente por los ámbitos
escolares, no es valorada y por lo tanto no es tenida en cuenta.
Las Artes Visuales son creadoras de universos simbólicos que posibilitan
expresar, comunicar y recepcionar mundos internos, interpretando diversas visiones de
mundo compartido como formas de entender la realidad y de generar innovaciones.
Consideramos que es justamente esta especificidad lo que en el fondo, tensionó la
práctica de formación como programa establecido y permitió construir nuevos dispositivos
pedagógicos que alentaron a la construcción de un conocimiento experiencial, no
alienado.
Reelaboración de la obra de E. Munch “El Grito”. Alumna del ISP N° 7.
Entre las temáticas que aparecen de manera reiterada en la mayoría de los
portafolios, es la multiplicidad de emociones que afloran en el tránsito de “ser alumnos” a
“ser docentes”. Miedo, pánico, desconcierto, angustia, incertidumbre, dejar de ser
adolescente para convertirse en adultos, entre otras. Si bien como señalábamos al
principio, este cambio de posición subjetiva, implica asumir en un tiempo acotado un
conjunto de acciones propias de la tarea docente, este proceso no se realiza sino en un
nivel de tensión y conflictividad importante.
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Imagen Porta-arte Alumna Residente ISP N°7
Fotomontaje Porta-arte Alumna Residente ISP N°7
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Los portafolios, en tanto opción metodológica, de alguna manera sostuvieron esta
transición y les permitieron canalizar en sus páginas este proceso. Es curioso , pero nos
parece interesante señalar que si bien las alumnas ya tenían designados sus cursos y
debían comenzar el proceso de elaboración de diagnósticos y sus planes, no podían
abandonar la elaboración de sus portafolios, cada una lo llevaba a clase y en el inicio
todas estas emociones no paraban de expresarse, con trabajos distintos,
que
comentábamos y analizábamos como una especie de terapia grupal, compartiendo
inquietudes pero fundamentalmente emociones….creemos como decía Freire
“tratábamos de organizar la incertidumbre y colectivizar las dudas…”
Como señala Skliar “tal vez el acontecimiento pedagógico ocurra, cuando seamos
capaces de decirle al otro, por una parte, que no está mal ser lo que se es y decirle,
inclusive, que tampoco estaría mal poder/querer ser otras cosas además de lo que se
es….esa distancia quizá no sea más que el espacio del entre nosotros…el lugar de
aquello que llamamos educación”. (Skliar, C, 2001
Imagen Porta-arte Alumna Residente ISP N°7
Este ejercicio que repetíamos cada vez que teníamos nuestras horas de práctica
nos permitió objetivar algunos implícitos y poder pensar en términos positivos ese lugar
de constitución del “ser docente”, en el mismo acto en que contribuíamos a construirlo.
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Imagen “ Noche Previa” Porta-arte Alumna Residente ISP N°7
Poder leer e interpretar estas nuevas formas de narrar lo que acontece, nos
evidenció cierta pretensión homogeneizadora que aún esta vigente en nuestras prácticas,
que hablar de los practicantes en una institución formadora esconde la diversidad de
experiencias, de percepciones, de deseos y que lo que se ponía en juego en las distintas
producciones, era en definitiva, una demanda que implicaba: hacerse cargo de las
diferencias.
Y este hacerse cargo, supone también, atender a todos aquellos aspectos que se
ignoran o se subestiman, cuando la construcción de las prácticas docentes sólo
aparece interrogada en relación a la lógica de funciones y competencias que se
correlacionan con las regularidades instituidas o el conjunto de tareas que un docente
debe cumplir en su práctica áulica.
Sin duda los portafolios, nos interpelaron en nuestro rol como docentes
formadoras, y aunque no fue tarea fácil intentamos habilitarnos a nosotros mismos a la
escucha y a la comprensión de esta lógica particular de alternativas que generaron los
alumnos a través del recurso narrativo que proponen las artes visuales.
Cuando decimos que los portafolios nos interpelaron en nuestro rol como
docentes, surge la pregunta clave, que parafraseando a Antelo sería: ¿Qué enseñamos,
los que enseñamos, cuando enseñamos…?(Antelo,E, 1999)
Y, aquí ya nos insertamos en otra de las grandes temáticas abordadas por los
alumnos, según ellos la más complicada que tienen la práctica: las planificaciones y
todas las dimensiones que las mismas llevan implícitas.
Si de elaboración y diseños de planes se trata, cualquier profesor de práctica
puede dar cuenta de la tensión y estrés que las mismas generan en los alumnos, pero en
el campo de las Artes Visuales se constituye en sinónimo de estructuración, de
sometimiento, de negación de la libertad, entre otras tantas
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Cito aquí una de las narrativas más contundentes al respecto, así concibe una
alumna de Artes la elaboración de la planificación….
Imagen Porta-arte Alumna Residente Prof. N°7
En rigor, lo últimos párrafos se refieren a la concepción que una de la alumnas
sostiene respecto a la planificación, que también representa a la de sus compañeras, y
si bien son las primeras páginas del portafolio nos encontramos con una gran negativa
respecto del proceso de planificación…el para qué al que se refiere “el monstruito
menor”, es la búsqueda del sentido, la finalidad del plan, al cual le tuvimos que dedicar
mucho espacio de reflexión…
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Sin duda es en el desarrollo de los planes de clase
instrumental aparece con más fuerza.
donde el paradigma
Resulta muy interesante el planteo de P. Merieu respecto a la pedagogía y su
descripción de la misma como una “disciplina de acción que se ve empujada a gestionar
la incertidumbre, a pactar con el riesgo, a asumir la aleatoriedad inherente a toda acción
humana, a menudo se siente fascinada por una herramienta que parece restituirle cierta
estabilidad metodológica y que incluso se percibe a veces como capaz de conferirle una
apariencia de honorabilidad científica”3
Mas adelante señala el mismo autor: “…esa extraña fascinación de los
profesionales por todo lo que comporta un carácter instrumental…puede tener efectos
perversos y la satisfacción de poder actuar puede camuflar la ceguera sobre los efectos
de la acción: “se corre el riesgo entonces de olvidar las otras dimensiones de todo
modelo pedagógico y no discernir la forma en que la herramienta autoriza el alejamiento
del otro y su constitución como sujeto.”
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Toda herramienta se incluye dentro de una manera de concebir la práctica
educativa, muchas veces los fundamentos históricamente construidos llevan a la escasa
comprensión de cómo operan las planificaciones en la práctica concreta.
Si bien, como nos recuerda Merieu, no podemos resignarnos a ser eficaces por
accidente, los portafolios también nos brindaron elementos para pensar los modos en que
se elaboran y se apropian los alumnos de los planes y generar otras alternativas, a fin
de que se constituya en una instancia reflexiva, que permita poner en tela de juicio
cuáles son los fundamentos que subyacen a la misma, para que cada uno pueda
construir por sí mismo la pertinencia de su acción, al momento de situarse sobre el
tablero institucional y ,si lo juzga, necesario modificarlo.
Esto tiene como condición las preguntas acerca de la finalidad de la herramienta
construida, los conocimientos que se ponen en juego y las condiciones en las cuáles las
voy a poner en práctica. Pero requiere a la vez, de la posibilidad de establecer nuevos
vínculos con el conocimiento, entendido como construcción y reconstrucción y no
como apropiación en el sentido instrumental, pragmático.
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Imagen Porta-arte Alumna Residente Prof. N°7
Las distintas narrativas ponen de manifiesto la necesidad de incorporar nuevas
formas de entender la realidad educativa, o como señala Larrosa entender la formación
como lectura, como un tipo particular de relación de producción de sentido, sólo desde
esta perspectiva el conocimiento nos forma y nos transforma. (Larrosa, J, 1999)
Cuando hablamos de narrativas, todos nos centramos en la expresión escrita, no
admitimos, por lo general, la posibilidad de que algo se narre desde la expresión artística,
esa es justamente la clave que nos permitió vincularnos con los alumnos de Arte y a su
vez aprender nosotros a leer textos, en los que predomina la imagen y la iconografía.
La experiencia de aprendizaje de las prácticas docentes, no pueden planificarse a
modo técnico, no podemos controlarla, ni homogeneizarla, y resulta incómodo pero hay
que aceptar esa dimensión de incertidumbre siempre presente en el encuentro con el
otro.
El portafolio se constituye entonces en una opción metodológica muy pertinente,
ya que permite atender a la condición vital de los alumnos, a sus intereses y acercarnos a
los modos de subjetivación de los jóvenes que actualmente acceden a la formación
docente.
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Por lo tanto nos parece oportuno compartir la concepción personal que los
alumnos tienen de los portafolios luego de haberlos utilizado como herramienta…
¿Qué es un portafolio?
“La herramienta denominada portafolios, es entendida como colección deliberada
de los trabajos realizados, que ayuda a responsabilizar al alumno en el proceso de la
autoevaluación de su trabajo y al profesor para monitorear la trayectoria particular de
cada alumno en espacios preliminares a su Práctica y Residencia” (Danielson y Abrutyn
1.997)
¿Pero... qué es el portafolio según nosotros?
El portafolio o diario del residente es una expresión del alma que ayuda a liberar
“los fantasmas” conocidos como miedos, nervios, tensión, planificación, que aparecen
cuando empezamos a transitar el camino de las prácticas. ¿Para qué sirve? Sirve para
canalizar sentimientos y emociones que vamos encontrando a lo largo de la residencia,
“es como un cofre en el cual quedarán nuestros recuerdos guardados Y donde cada uno
descubrirá su metamorfosis interior”. Para nosotros los “porta-arte”.
Quizá como se plantea en esta experiencia la clave está en el diálogo, en la
escucha, en la apertura para aceptar estas nuevas formas de experimentar el aprender,
en el poder de conversar con el otro y aquello que se relaciona con el dejar que los otros
dialoguen entre sí.
Es desde esta perspectiva que al ser la primera promoción de profesores de Artes
Visuales de nuestra Institución y considerando la potencialidad formativa de los portaarte, se creó un blog, que da cuenta de estas producciones y que se constituye
actualmente como un espacio de aprendizaje e intercambio compartido que permite
enriquecer de manera permanente los modos de pensar y hacer.
El blog se pensó a su vez como un espacio aglutinador de vivencias, anécdotas,
reflexiones, estrategias de enseñanza y aprendizaje, recursos, para que los alumnos que
actualmente están atravesando el Trayecto de Práctica lo exploren y suban a su vez sus
propias producciones.
Este espacio fue denominado “El Alma en las Manos”, y su nombre pretende dar
cuenta de todo lo que se pone en juego al momento de realizar una práctica de
residencia y de todo lo que se entrega, tanto en lo que concierne a alumnos, como a
docentes.
De este modo, si bien ya ha finalizado el Trayecto en tiempo real y, la mayoría de
ellos han aprobado y hasta algunos iniciaron su actividad docente, en el espacio virtual se
continúa la dinámica de comunicación y reflexión.
Actualmente se han sumando los alumnos del presente período lectivo, quienes
leen las experiencias de sus antecesores y vuelcan sus propios relatos.
Y, nosotros, los leemos a todos, realizamos nuestros aportes y fundamentalmente
nos preguntamos permanentemente acerca de cómo podemos ir mejorando nuestra
práctica y la de ellos, en particular, en procura de mejorar la práctica educativa en
general.
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Bibliografía.
Antelo, Estanislao (1999): Instrucciones para ser profesor. Editorial Santillana. Buenos
Aires.
Davini, María (2002): De Aprendices a maestros. Editorial Papers.
Larrosa, Jorge (1996): La Experiencia de la lectura. Editorial Laertes.
Meirieu, Philippe ( 2001): La opción de educar. Editorial Octaedro. España.
Petrucci, Liliana (2005) Seminario : “Aportes para una relectura de las prácticas
educativas: el giro lingüístico y el giro pragmático”-FCE-UNER-Paraná.
Skliar, Carlos (2001) ¿Y si el otro no estuviera ahí?: Notas para una pedagogía
improbable de la diferencia. Editorial Miño y Dávila. Buenos. As.
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