Documento 3352965

Funciones Promotor/a Operativo del Programa de Reconversión Laboral para Adolescentes
en Zona Rural, que trabajan en actividades peligrosas en zonas rurales
1. ANTECEDENTES
De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 2010, en Perú
cerca del 28,3% del total de los niños, niñas y adolescentes entre 6 y 17 años se encuentra
trabajando, el 52,1% de ellos se concentra en la zona rural.
Se han emprendido varias iniciativas desde el estado y desde las organizaciones no
gubernamentales, fundamentalmente dirigidas a erradicar las peores formas de trabajo
infantil. Prácticamente no se han realizado programas para atender a los niños, niñas y
adolescentes que trabajan en las zonas rurales.
Para atender esta realidad, desde enero del 2012, se impulsa el Proyecto “Semilla” que es
ejecutado por la ONG ecuatoriana Desarrollo y Autogestión, la organización peruana
Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo (Desco) y la ONG americana World
Learning, con el financiamiento del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos. El
Proyecto ha sido reconocido como un Proyecto Piloto de la Estrategia Nacional de
Erradicación del Trabajo Infantil (ENPETI) y busca aportar a la construcción de estrategias
de intervención para los niños y niñas que trabajan en las zonas rurales.
El Proyecto tiene como propósito contribuir a la formulación e implementación de
políticas públicas de trabajo infantil y educación para zonas rurales. Para ello se plantea la
formación de funcionarios públicos y actores de la sociedad civil en la gestión de políticas
a través de la oferta de cursos cortos y de un diplomado. Adicionalmente el Proyecto
aporta al fortalecimiento de las instituciones que tienen un rol dentro de la Estrategia
Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil.
A fin de generar evidencia concreta sobre la que se puedan construir propuestas públicas,
el Proyecto implementa proyectos piloto de educación, producción y sensibilización en
comunidades campesinas y nativas de los Departamentos de Huancavelica, Pasco y Junín a
través de los cuales atiende directamente a 6,000 niños, a través de servicios educativos y
a más de 3,000 familias a través de acciones para mejorar la economía familiar. El
Proyecto Semilla funcionará hasta el año 2015.
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Uno de los grupos más vulnerables y menos atendidos, es el grupo de adolescentes
comprendidos entre 14 y 17 años. No solo que se intensifica la presión por el trabajo en
esta edad porque se considera que pueden realizar tareas de adultos, sino que la oferta
educativa se reduce y los empuja hacia el trabajo. La legislación nacional e internacional
permite el trabajo de los y las adolescentes a partir de los 14 años bajo ciertas
condiciones. En muchos casos esta prohibición tiene un efecto contrario en el sector
formal del empleo que prefiere contratar adultos cuyo trabajo tiene menos controles y
condicionamientos que el trabajo de menores de 18 años. En la práctica los y las
adolescentes se incorporan a trabajos del sector informal donde sus derechos con
frecuencia son vulnerados, realizan actividades peligrosas o que les impiden ir a la escuela.
Un millón de adolescentes en el Perú, aproximadamente 38,8%, tiene la edad permitida
para trabajar. La mayoría trabaja en zonas rurales en actividades agropecuarias. El 33,4%
(344.000 adolescentes) realiza trabajos peligrosos (trabajan 36 a más horas a la semana o
realizando tareas prohibidas).
La legislación nacional e internacional permite el que los/las adolescentes trabajen en
condiciones adecuadas (horario de estudio, no en actividades peligrosas, no más de 36
horas, salario digno, etc.). La Estrategia Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil en su
eje 4 se propone mejorar las condiciones de trabajo permitido de adolescentes
(RECONVERSION LABORAL). No existe una experiencia piloto para demostrar que la
pertinencia y viabilidad de este eje.
Existen actualmente en Perú programas de empleo para jóvenes que no tienen el enfoque
de erradicación del trabajo infantil. Su enfoque prioriza el empleo de jóvenes que no están
trabajando. Los programas existentes sobre todo están dirigidos a las zonas urbanas.
En este escenario, el Proyecto Semilla junto al Ministerio de Trabajo y algunos municipios, se han
propuesto desarrollar un proyecto Piloto de Reconversión laboral con 300 adolescentes que
realizan trabajos peligrosos en las zonas rurales de Junín, Pasco y Huancavelica. El objetivo es
contar con una experiencia exitosa que pueda ser ampliada más adelante por el Viceministerio de
Trabajo, responsable actualmente de impulsar la política nacional de prevención y erradicación del
trabajo infantil en el país.
La población meta del programa serán los y las adolescentes que actualmente están realizando
trabajos peligrosos o están en riesgo de incorporarse a trabajos peligrosos y aquellos que están en
situaciones extremas (padres/madres de familia, huérfanos, extrema pobreza) que requieren
trabajar.
El programa de reconversión laboral adolescentes probará principalmente estrategias de
autoempleo e impulso a la productividad, individuales o colectivas; sin embargo validará también
estrategias de empleabilidad que supondrán mecanismos y acuerdos con empleadores.
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El Programa validará 4 componentes cuya implementación tendrá dos variantes, para los
adolescentes en empleo dependiente y para aquellos que son apoyados en los emprendimientos:
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Focalización beneficiarios
Capacitación
Gestión del empleo y emprendimientos
Protección y acompañamiento.
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Focalización Beneficiarios: El Programa parte de la premisa de que los y las adolescentes,
como primera opción, deben estudiar. Sin embargo, dado que existen adolescentes en
situaciones extremas (padres/madres de familia, huérfanos, extrema pobreza) que
requieren trabajar, se abre una opción de empleo –o emprendimiento– que garantice sus
derechos. En esa línea, la experiencia piloto deberá hacer un esfuerzo por focalizar la
intervención en aquellos adolescentes en situaciones extremas, caso contrario terminará
promoviendo el abandono escolar en adolescentes de secundaria que prefieran optar por
el mundo laboral. La focalización deberá incluir la realización de convocatorias focalizadas,
generación de bases de datos y sistemas de información, mecanismos de verificación de
condiciones con un equipo de trabajo social, entre otros.
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Capacitación: La capacitación con frecuencia ha sido pensada para los adultos, no solo en
cuanto a los horarios y condiciones en las que se realiza sino también en cuanto a sus
metodologías. Adicionalmente la capacitación se ha orientado a rubros que no
necesariamente encuentran buenos mercados y ha estado pensada para escenarios
urbanos donde existen industrias que demandan mano de obra. Otra de las dificultades
de la capacitación ha sido que esta se enfoca con demasiada especificidad en temas
técnicos sin considerar la movilidad laboral que exige tener competencias transversales
además de las técnicas específicas que en muchos casos están separadas de la realidad del
mercado.
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Gestión del Empleo y Emprendimientos: Esta estrategia se presenta sustancialmente
distinta para los y las adolescentes que serán orientados hacia el empleo y para aquellos
con los que se promoverán los emprendimientos.
La estrategia de empleo estará dirigida a adolescentes que trabajan para empleadores
realizando actividades que afectan su escolarización o su salud. El proceso iniciará con la
reconstrucción de la cadena de valor de las empresas o instituciones donde trabajan los y
las adolescentes en las localidades para identificar todos los eslabones a los que pueden
ser vinculados laboralmente. Se diagnosticarán sus necesidades de personal calificado y se
iniciará el diseño de la capacitación en función de esas necesidades. Se prevé la realización
de cursos cortos y de ser posible, ofertados por la propia industria o empresa.
Posteriormente se establecerán acuerdos con los empleadores que serán la base para el
seguimiento.
Tanto para la búsqueda de empleos, como para la promoción del emprendimiento, el
proceso se iniciará por la realización de sondeos de mercado en las zonas para identificar
los potenciales negocios y los intereses de los y las adolescentes de las zonas. En función
de ello se diseñarán y adaptarán los cursos de capacitación. Los y las adolescentes
culminarán su proceso de capacitación con un proyecto de negocio que será impulsado en
el marco de este proyecto. Para ello el Proyecto Semilla aportará con insumos para el
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arranque. Además dará soporte a los y las adolescentes para la asociatividad y monitoreo
de mercados. La realización de esos estudios del mercado laboral y de emprendimientos,
así como la identificación de la oferta de capacitación existente para cubrir las ramas
ocupacionales identificadas, es el objeto de esta consultoría.
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Protección y Acompañamiento: Los y las adolescentes trabajadores deben ser protegidos
en el trabajo. Dadas las competencias restringidas del MINTRA en la materia, la
experiencia piloto debe promover acuerdos intersectoriales que garanticen la atención de
las necesidades y dificultades de educación, salud y protección en general. Se parte de la
idea de que no es lo mismo gestionar el empleo para adultos que para adolescentes. Los y
las adolescentes son más vulnerables a los abusos y son más inestables por los cambios de
todo tipo que enfrentan. Por ello se considera fundamental contar con un sistema de
acompañamiento/seguimiento que garantice que su experiencia laboral sea adecuada,
formativa, digna. Para ello se establecerán alianzas con gobiernos regionales e
instituciones de la sociedad civil que funcionan en las localidades.
Para implementar el PRELAR, se requiere personal de Apoyo de Campo del Programa,
cuyas funciones se describen a continuación.
2. FUNCIONES A DESARROLLAR
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Participar en la organización de la data respecto de los becarios/as participantes del
PRELAR, en coordinación con los/as Promotores Sociales en la zona de intervención
Coordinar conjuntamente con el personal del PRELAR y el equipo de capacitación la
organización de la Logística necesaria para el desarrollo del Programa de Capacitación,
tales como los materiales, las listas de asistencia, entre otros.
Apoyar en la Convocatoria, organización de la participación y regreso de los becarios a
sus lugares de origen.
Apoyar las gestiones administrativas y de Monitoreo para el levantamiento de
información
Participar en acciones de sensibilización con las jefes de familias y los/las adolescentes,
IEs, y otros que se vinculen.
Participar el levantamiento y procesamiento de información sobre los indicadores del
Programa en su zona.
Participar en la elaboración de informes mensuales, trimestrales y/o semestrales de
avance de la situación o según se requiera.
Participar en la sistematización de la experiencia.
Orientar al equipo de monitoreo en el levantamiento de información referida a las
metas del Programa, según se requiera.
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3. PERFIL DEL CARGO
NIVEL Y CAMPO ACADÉMICO:
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Egresado/a de Ciencias Sociales, Administrativas y/o Ingeniería , Derecho o áreas afines
CONOCIMIENTOS INDISPENSABLES:
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Conocimiento de herramientas informáticas a nivel de usuario
Conocimiento de la situación general de las familias en situación de pobreza en zonas
rurales
Situación del trabajo infantil en el país
Estrategias de organización, sensibilización y acompañamiento
EXPERIENCIA LABORAL:
Experiencia mínima entre 6 meses y 1 año en Proyectos Sociales en zonas rurales
Experiencia de trabajo con poblaciones vulnerables
COMPETENCIAS ESTRATÉGICAS:
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Capacidad de coordinación con diversos actores
Alta sensibilidad a la realidad de las comunidades rurales y compromiso social
Liderazgo
Metodologías de resolución de conflictos
CARACTERÍSTICAS DEL PUESTO:
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Contratación bajo modalidad de dependencia, a tiempo completo durante 05 meses
Residencia en la Provincia de Chanchamayo
Disponibilidad para desplazarse a las comunidades de residencia de los beneficiarios
(con gastos cubiertos por el Proyecto)
Depende del jefe local del Programa del PRELAR
SUELDO
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S/. 900
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