Ciudad de México, 19 de abril de 2016. Versión estenográfica de la Sesión Especializada Willis Towers Watson Salud: “Innovación con valor: buscando crear mayor acceso”, ofrecida por Ricardo A. Faerman, durante el Primer Día de Trabajos de la 26 Convención de Aseguradores de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), llevada a cabo en la Sala Montejo 2, del Centro Banamex en esta ciudad. Presentadora: Con relación a salud, vamos a dar inicio a la última plática de las sesiones de este día en la parte de salud. La última plática es a cargo de Boston Cientific, es una empresa que ha venido tratando de incursionar en el mercado mexicano desde hace algunos años. Y para tratar de incursionar se ha venido estudiando el mercado, y para lo cual la idea de esta presentación es exponernos qué es lo que ellos han aprendido o visto del mercado mexicano, y con base en la experiencia de un experto en el tema, quieren proponernos algunas propuestas que sean benéficas para nuestro sector con base en la experiencia internacional o en otros modelos probados. Esta plática la va a dar Ricardo Faerman, él trabaja en la industria aseguradora desde hace 45 años, entre sus principales logros está que es un reconocido emprendedor, innovador, diseñador de productos, profesional del marketing, especialista certificado en beneficios para empleados en los Estados Unidos. Comenzó su carrera en 1968, trabajando en FEBO como un suscriptor junior de la sección de accidentes del trabajo, más tarde fundó Secfould en 1975, y con 25 años de edad se convirtió en una de las 10 corredoras de seguros de vida más grande en Argentina. Es el principal accionista de garantía plus, un administrador de garantías extendidas atendiendo automóviles seminuevos en la República Argentina, y hace cuatro años el señor Faerman fue el diseñador del Programa Cardiomas, que luego evolucionó hasta convertirse en Cardiomas International Insure, con licencia en Puerto Nico. Actualmente, el señor Faerman sirve como Sherman de la compañía. Les pido un aplauso para darle la bienvenida. Ricardo A. Faerman: Buenas tardes a todos. Venía muy entusiasmado para dar esta charla, esta conferencia, porque ustedes han visto técnicos, gente muy importante, pero creo que no han tenido durante el día a ningún vendedor, que es lo que soy yo, un vendedor. Pero me quedé muy preocupado ahora, y estoy un poco angustiado, y no sé si voy a seguir porque la señora que habló antes que yo, una charla magnífica, dijo que dentro de poco se va a mapear el cerebro y pasar a una computadora, y no aclaró si se van a poder borrar las memorias antes, estoy muy preocupado de que mi cerebro pase a manos de alguien y 45 años de historia en el seguro aparezcan así con todos sus pequeños detalles que preferiría hasta yo olvidar. Hace 45 años atrás, y lo que les voy a contar ahora más los últimos 10 segundos es lo verdaderamente importante de todo. Todo el medio, la peliculita, las encuestas, las estadísticas son interesantes, pero lo importante son estos primeros 10 segundos y los últimos 10, y esto es una trampa que tengo para que la gente no se duerma. Hace 45 años atrás yo vendía seguros de automotores uno por uno, hay alguna persona, casi todas son más jóvenes que yo en este mundo, pasa eso, todo el mundo es más joven que yo ahora, pero muchos de los que están aquí no son tan jóvenes y recuerdan el mundo en que no había celulares, no había computadoras, no había laptop. En Argentina era muy difícil conseguir hasta un teléfono de línea, y yo vendía seguros uno por uno, y entonces no tenía idea, nadie me había enseñado qué era innovación, qué era actitud y qué era acceso. Una vez fui a ver a un cliente que aseguraba su auto a través mío como agente frente una fábrica de automotores, este señor trabajaba en una despensa, o sea, el personal de la fábrica como tampoco había tarjetas de crédito, cruzaba la despensa, compraba alimentos, compraba ropa, compraba medicamentos y a fin de meses lo descontaba de su sueldo, de su salario, hoy eso se llama pair rol redaction, en aquel momento todavía era descuento a sueldo nada más. Este asunto del descuento de sueldo era muy interesante, pero yo no sabía qué hacer con eso, y yo miraba eso con envidia porque iba a ver a mi cliente una vez por mes para cobrarle el seguro, porque tampoco había débito automático, o sea, había que ir a cobrar el seguro, hasta que un día le pregunté ¿cómo hacen ustedes para tener acceso al seguro de automotores? Y me contestó la verdad: casi ninguno de nosotros tiene asegurado el automotor porque estamos todo el día acá en la fábrica que queda en las afueras de Buenos Aires, y quién viene aquí. Y yo le pregunté, innovación: ¿qué te parece si yo vengo una vez por semana, me siento aquí en los días de cobro, viernes, y le ofrezco seguro de auto a todo el personal? Eran cinco mil empleados, la fábrica era Peugeot, una fábrica de autos. Entonces, by the way, después la compró el papá del actual Presidente de Argentina. Entonces, los viernes empezaron a venir, yo estaba sentado ahí en mi escritorio, y al cabo de seis meses tenía 700 asegurados, no había computadoras, ¿alguno sabe lo que es un kárdex? Los demás no saben, hay dos que hicieron así, un kárdex es un fichero, y en ese fichero yo tenía que anotar el nombre de la póliza, qué cobranza había hecho, 700 asegurados, entonces es como hoy hablar de 70 mil, hasta el punto que esa despensa me empezó a cobrar una comisión para dejarme sentar ahí y yo estuve muy contento de pagarla, le había dado acceso a la gente, al seguro, había innovado la forma de vender seguros, y lo más importante de todo, había ganado un montón de plata en comisiones que yo realmente necesitaba. Hoy vengo a hablar de acceso, 47 años más tarde, y es interesante, cambió todo, hay celulares que tienen internet y adentro del internet hay cosas, aplicaciones, Android, Intel Inside, y Apple que es mejor que Android, y otros que no, y hay computadoras maravillosas, y hay una señora que me va a mapear el cerebro y lo va a poner no sé dónde, y estoy preocupadísimo. Pero con todo eso hay una cosa que no se puede remplazar, que es a mí, hace falta ese vendedor con la valija para que realmente haya acceso, y de eso se trata esta charla, cómo hacemos para ser mejores proveyendo a la gente de acceso, prestando atención al efector, al vehículo, al hombre que es el que produce acceso, ese hombre 47 años más tarde todavía no pudo ser remplazado. Y ahora es muy interesante, ahora voy a delatar mi edad, quiero pasarles este video, porque como estoy hablando de innovación vale la pena como relax. Si miramos el panorama actual, en nuestro país, aquí estamos hablando de México, esta lámina es para México, la esperanza de vida aumentó 18 años en los últimos 50, 18 años, ¿quieren pensarlo un poquitito en términos de jubilación? No tenemos la solución, nos hemos pasado la vida estudiando cómo hacer para que la gente se prepare para la jubilación y nos cambiaron todas las preguntas, porque de pronto ese hombre ya no solamente necesita vivir, sino mantenerse sano, y un hombre que entre los 90 y 95. A ver, voy a ser un poco entretenido, ¿cuánta gente acá tiene a alguien en su familia mayor de 80 años? Parece mentira, mi viejo tiene 91, ¿ustedes se dan cuenta que si yo pregunto más de 90 años, también hay mucha gente que tiene familiares aquí? ¿Ustedes saben cuál es el consumo en salud? Y no lo estoy hablando desde el punto de vista de la industria farmacéutica, de la industria aseguradora, sino de la abrigación que tenemos de enseñarle a la gente a tomar acceso, conseguir acceso a eso, y la palabra acceso era, está presente prácticamente en todos los problemas que yo voy a mostrar hoy. Entre los 80’s y los 90’s México mostraba una pirámide concentrada entre cero y 20 años, en los últimos 50 años la tasa de fecundidad disminuyó de siete hijos a dos hijos por mujer, esto es importante, aquí se cae un mito, se cae un mito, no va a haber varios mitos que se caen, el mito que se cae es el cultural, todas las ideas de contracepción, todas las ideas de tener los hijos que se puede, todas las ideas de tener los hijos que se pueden educar han ido calando en la sociedad, esta sociedad hoy que en el 2050, que no falta tanto, casi el promedio de la gente va a tener 45 años. Entonces, antes de venir, para saber de lo que hablo, y sabiendo que iba a hablar en español, yo vivo hace muchos años en Estados Unidos, y cuando doy conferencias en inglés la gente piensa que soy ruso por mi acento, entonces no me importa que no voy a decir cosas muy exactas, pero aquí tengo que ser exacto con ustedes. Entonces, hicimos antes de venir para ustedes, y esta encuesta realmente la hicimos para ustedes, nunca se publicó, sobre cuatro mil casos o un poco más quisimos entender el nivel de conocimiento de la cobertura médica pública o privada de los mexicanos, por tres métodos, por teléfono, por redes sociales y por Google, y ustedes se van a sorprender, todos los mitos que hay en el mercado de seguros de México y en el mercado de la salud en México que se caen cuando hablamos con los mexicanos, como hablamos cara a cara cuando les preguntamos. El perfil de audiencia fue seleccionado en forma accidental y es obvio, el 63 por ciento son gente que tiene algún tipo de estudio evolucionado, y se debe a que las encuestas tienen una gran influencia de Google y de Facebook. Y ustedes fíjense qué cosa interesante, ¿tiene seguro de atención médica? Sin seguro privado, 74.3 por ciento de la gente, sobre cuatro mil personas el 74.3 por ciento dijeron: no tengo un seguro privado, y aquí viene el principal mito, ¿le parece necesario contar con un seguro? El 63 por ciento dijo que sí. De ese 74 por ciento que no tiene seguro, la gran mayoría piensa que debiera tenerlo, está habiendo una falla aquí porque yo leí esto alguna vez en uno de estos manuales de capacitación que usan las compañías de seguros aquí en México, que me llegó, y decía esta frase: es parte de la psicología del mexicano dejar de lado y esperar a tomar decisiones cuando ya sea inevitable, y eso es mentira. Lamentablemente mentira, no es cierto que el mexicano deja las cosas para cuando sea inevitable, en mi opinión personal con 47 años en la calle con mi valija vendiendo, aprendí a través de esta encuesta que al mexicano no le están ofreciendo adecuadamente el seguro, pero si cuando se lo ofrecen, el mexicano es una persona enamorada de su familia, cuando digo el mexicano, digo el mexicano y mexicana. Saben ustedes por qué yo no digo: ¿mexicanos y mexicanas? Porque así decía la presidenta argentina, todas y todos las compañeras y compañeros, y a mí la tipa me enfermaba, entonces ahora ya no uso los dos géneros cuando hablo, sólo uso uno, si quieren uso el femenino. Entonces, dice: ¿entiende usted el funcionamiento del seguro médico? Otro mito, el 64 por ciento de la gente dice que sí, oigan, 74 por ciento de las personas que no tienen seguro privado, el 63 por ciento piensan que lo debieran tener, y el 64 por ciento piensan que saben cómo funciona. ¿De qué estamos hablando? Hay que preparar la oferta entonces para que dé respuesta a la demanda que comprueba como existente la demanda, que se materializa y dejar el mito cultural de lado, dejar el mito cultural de lado. El mito cultural es un poco cómodo, porque el mito cultural, no sé cuántos habrá acá que se dediquen a la venta, o que tengan en su responsabilidad diseñar productos para que se vendan o cosas por el estilo, pero el mito cultural le sirve a todo el mundo, porque la culpa la tiene el mercado que no compra, porque no entiende, porque no se preocupa, porque deja todo para después. No es cierto, el mercado lo único que le pasa es que nadie le habla, y cuando hablamos de seguro de salud el silencio es muerte, y esto es una metáfora muy grande, pero muy cierta. El 63 por ciento considera necesario un seguro, ¿le han ofrecido alguna vez una cobertura? 76.1 por ciento, no, ¿les interesa ese dato? El 76 por ciento de la gente que estamos analizando que considera que necesitan el seguro, nunca le fue ofrecido un seguro, interesante ¿no? ¿Le parece caro su seguro médico privado? Sí. Y aquí hay una contradicción, el seguro médico privado es caro, pero nunca me lo ofrecieron, ¿conoce usted un agente de seguro que pudiera asesorarlo? El 85 por ciento dice que no, el 85 por ciento no conoce un agente de seguros, al 76 por ciento ni siquiera le ofrecieron un seguro y en general todos piensan que es caro. Vamos un poquito a nuestras fortalezas, y después de eso vamos a hablar un poco de bancos, de tiendas, de farmacias y gasolineras. Dos segundos, ¿le parece necesario contar con un seguro? Es una fortaleza, el 63 por ciento dice que sí. ¿Entiende usted el funcionamiento del seguro médico? El 64 por ciento dice que sí. ¿Sabe cuál es la principal causa de muerte en México? El 56 por ciento dice diabetes, y muchos están pensando acá, la diabetes no causa la muerte, pero la diabetes causa los ataques cardiacos y causan la muerte, la diabetes vamos a seguir, la gente le tiene miedo a la diabetes, y es interesantísimo que más del 50 por ciento no solamente sepa que necesita un seguro, no solamente sepa que quiere tener un seguro, no solamente lo considere importante, sino que entiende cuáles son las amenazas que hay en la sociedad proveniente de su forma de vida. El punto de vista de oportunidad, ¿tiene seguro de atención médica? No, ¿conoce un agente de seguro para asesorarlo? No, ¿le han ofrecido una cobertura? No, ¿le parece caro el seguro? No, ¿quieren que se lo traduzca? Las tres primeras significa que estamos metiendo la pata con la oferta, la tercera no estamos diseñando los productos adecuados. Entonces, aquí podríamos terminar. Miren, vender seguros masivos y automáticos a través de entidades que controlan la vida de la gente, es muy interesante, pero son seguros chiquitos que no solucionan el problema social, o sea, que cuando nos llenamos la boca diciendo, esto parece un reto, es, pero cuando nos llenamos la boca diciendo: estamos para servir a la sociedad, estamos para servir a la sociedad cuando le damos acceso a la sociedad a cubrir sus necesidades, y cuando el 80 por ciento de la gente ni siquiera conoce un asesor de seguros, no estamos haciéndolo. Ahora, alguno de ustedes seguramente alguna vez compró un seguro en un banco, y todos sabemos que hay seguros que los bancos venden muy bien. ¿Cómo funciona esto en tres países de América Latina donde yo hice la prueba, en los tres hubo un comportamiento latinoamericano porque en los tres ustedes vieron que hay un mostrador que separa el banco de la gente, los bancos invierten mucho dinero en acercarse a la gente y después ponen un mostrador para separarse. Después, siempre el jefe está al final, ven que al fondo hay uno sentado mirando para allá, mirando para afuera, ese es el jefe, entonces me acerqué al mostrador y digo: buenas, yo soy cliente de este banco, esto fue en Uruguay, y ustedes están haciendo una campaña de publicidad del seguro de accidentes personales para el caso de muerte, me interesa el seguro, quiero comprarlo, ¿qué me contestó el empleado bancario? Aquí no es. Aquí no es como un reflejo, aquí no es, entonces, le digo: mire, sí es aquí, yo tenía el recorte del diario, le mostré el recorte del diario, el tipo mira, me mira, el tipo es como buey en mexicano, por eso digo “tipo”, todo el tiempo, pero cuando yo digo tipo, ustedes entiendan buey. Entonces, buey se da vuelta y se va para el fondo a ver a su jefe, se pone frente al jefe, que a mí no me ve, dice: ahí hay uno que quiere comprar algo que pusimos en el diario, ¿y no lo pudiste espantar? No, ¿entonces el jefe qué hace? Ustedes conocen este movimiento, este movimiento significa que el jefe quiere ver si yo estoy ahí todavía, a lo mejor me desvanecí, pero como no me desvanecí al final vienen el jefe y el otro y me informan que esto se vende, sí, en el banco, sí, que es buenísimo, baratísimo, la compañía de seguros ha sido seleccionada en forma extraordinaria, sólo que ahí no se vende, sino en la casa central. Y como yo estaba en Punta del Este y la casa central es en Montevideo, y la verdad es que manejar 200 kilómetros para comprar un seguro, no lo hice. Cuando vemos el estudio que hacemos nosotros sobre las conductas de mercado vemos que este mercado necesita de productos simples, son simples los productos, tapémonos los ojos un minuto y pensemos cuándo nosotros mismos que somos los que escribimos las pólizas de seguros de salud si las podemos leer con claridad, si esa póliza de seguros de salud que cubre maternidad para señores de 84 años, esa póliza de seguro de salud que tiene una cláusula que prohíbe que haga buceo y paracaidismo, una señora de 102, todas esas cosas que están hechas en forma abierta, general es tan simple como para que este mercado mexicano donde no es cierto que la gente no quiera asegurarse tenga exactamente el seguro que necesita, porque a lo mejor el seguro que necesita no es todo el seguro que le vendemos, a lo mejor no necesitan un seguro integral, a lo mejor necesitan un seguro que le cubra el riesgo de diabetes, como hay en España. Aparte de eso hay que segmentar hacia el acceso, quiere decir, cuando hacemos la segmentación primero pensemos si tenemos la manera de acercarnos a la persona sin que tenga ir a comprarnos el seguro una farmacia ni tenga que ir a comprar el seguro con un señor que le dice: aquí no es. Tenemos que fortalecer la venta ortodoxa, esto nos está diciendo la gente, nosotros nos copiamos todo de los americanos porque tenemos computadoras que dicen: Intel Inside, porque tomamos Coca Cola, que refresca mejor, todos copiamos lo que hacen los americanos, pero los americanos no empezaron vendiendo seguros en los bancos y en las tiendas, los americanos empezaron en Metropolitan Life y Prudential Life se hicieron grandes con un modelo de gestión que se llamaba Industria Life donde todos los viernes iba una persona a cobrarle el seguro al asegurado, donde l productor de seguro se integraba en la sociedad y se le oía caminando en los barrios haciendo de lunes a jueves sus ventas y los viernes la cobranza, eso es lo que yo llamo la venta ortodoxa, fortalecer la presencia de la gente entrenada, salir del seguro de tercera como única solución. Preparar a la fuerza profesional para escalar generando profesionales de carrera, tipos como yo que hace 47 años agarraron una valija, le pusieron una viborita dentro y salieron a vender, ustedes no saben este tema de la viborita, en Buenos Aires hace muchos años en la calle Florida, es una calle central, había un vendedor ambulante, habían muchos vendedores ambulantes que venían espejitos de colores, las cosas que venían los manteros, y tenían una viborita y le decían a la gente: no me pises la viborita, de ahí quedó la frase “no me enrosques la víbora”. Pero con víbora o sin víbora hay que generar profesionales de carrera y reclutar profesionales para que nos acompañen en el modelo de venta al futuro, eso es lo que dijeron los mexicanos en la encuesta, entiendo que me hace falta, pero necesito que alguien me lo explique, necesito que alguien me lo venda, necesito que ustedes diseñen productos que yo pueda pagar y necesito hablar mucho del tema. Tenemos que comprender la forma en que la audiencia se informa, ¿cómo se informa la audiencia en México? Yo no lo puedo decir acá ahora, sólo sé lo de la encuesta, tenemos que alinear la capacitación con la plataforma digital, no podemos hacer ir y venir a los vendedores como cuando yo me iba 50 kilómetros a vender en esa despensa. Hoy la plataforma digital nos permite tener cuatro mil, cinco mil, 10 mil, 80 mil vendedores y hablar con ellos todos los días, todos los que estamos aquí si estamos aquí es porque asistimos, hay que supervisar que la venta sea consecuencia, supervisar y compensar el camino, monitorear a nuestros profesionales que es quien primero nos lleva de la mano. Con los motores de oferta que tenemos sabemos qué tipo de enfermedades tiene la gente, con lo cual podríamos hacer seguros más caros para enfermedades existentes y salir del seguro cubre todo como única solución. El análisis Big Data cumple la misma función, la salud móvil nos permite poner una barrera de defensa antes de que la persona vaya al médico, y los médicos hoy se pueden comunicar con nosotros de una manera que antes no lo podían hacer. Del lado de la demanda tenemos los modelos empresariales que hoy solamente son el seguro médico mayor, la tarjeta de descuento médico y algún tipo de seguro médico menor, obviamente para que puedan trabajar los agentes de seguros tenemos que ponernos a diseñar productos estructurados hacia la problemática de la gente, quiere decir que para lo que la gente puede pagar. Y lo que les quiero decir, que haya siete, ocho, nueve por ciento de mexicanos asegurados de forma privada en el sistema no es casualidad ni es necesario, podría haber 18, podría haber 27, el número lo ponemos nosotros si nos ponemos a diseñar el producto adecuado y capacitamos a la gente adecuada. Todos pueden leer ahí, o hace falta que se los lea. La continua y expansiva transformación del Sector Salud hacia un mercado global centrado en el paciente y enfocado en el valor demanda importantes consideraciones para los actores del sector, en su búsqueda de adaptarse, innovar y crecer. Hay que observar la dinámica de mercado, hay que contrarrestar la presión de precios, yo estaba viendo el nivel de siniestralidad del mercado, es extremadamente alto para hacer un mercado que tiene tanta rotación es demasiado alto, quiere decir que estamos haciendo antiselección, estamos haciendo antiselección sin fines de lucro, porque nos estamos llenando de crónicos y de viejos o algo nos está pasando, porque con la rotación que hay no debiéramos tener una siniestralidad tan alta, o nos están faltando los productos que la gente compre porque veo el problema hoy, y estoy dispuesto para pagar la cobertura cuando pase el tema el día de mañana. En definitiva, hay que promover la innovación. Ahora, que les conté toda esta historia, les voy a contar la parte más importante, nosotros funcionamos desde el diente hacia nosotros, vamos despacito acercándonos, nos vamos enterando de sus problemas. Conozco un seguro que solamente cubre a señoras con cáncer de pecho, la persona tiene que tener diagnosticado el cáncer de pecho y si no, no puede comprar el seguro, y cubre todas las consecuencias que no son propias solamente de la enfermedad, y se un seguro muy barato, y es un seguro muy desarrollado que se vende en un par de países de Asia, y es un seguro que la mujer comprende muy bien, especialmente la mujer que no ha tenido acceso al seguro para cubrir un seguro médico mayor para cubrir todo el tema. Innovación es entonces, ir a la despensa y vender el seguro de esa manera, acceso es estar ahí para la gente, y lo más importante, creatividad, diseño. Y voy a terminar con los 10 segundos más importantes, presten mucha atención, cuando yo era chico mi papá me llevaba a la radio, y en la radio ustedes saben que no había televisión en Argentina en ese entonces, yo era bastante chico, había un señor uruguayo que se llamaba Juan Verdaguer, y ese tal Juan Verdaguer tenía una escalera, un hombre de traje negro, serio, muy bien puesto, tenía una escalera y era cómico, y muy serio, serio, serio hacía reír mucho a la gente. Un día dijo que había vencido su contrato con la radio, Radio El Mundo, ¿alguien conoce Buenos Aires aquí? Radio Mundo queda muy en el centro, cerca de la calle Florida, que en Radio Mundo había vencido su contrato y que a Radio Mundo había recibido cinco mil cartas pidiendo que le renueven el contrato, y dijo que una persona que escribe cinco mil cartas merece que le renueven el contrato, y esta es la historia de todos nosotros. Yo cuando me puse a estudiar el mercado de México, trabajé en México en una época cuando todavía muchos de los bancos que están hoy conocidos estaban en manos de otra gente, o sea que fue hace mucho, y siempre me llevé la misma teoría, la misma mitología, siempre me llevé la idea de que culturalmente los mexicanos no están preparados para el seguro, siempre, y vengo a México porque la mitad de mi familia mexicana vive acá en Bosques, vengo a visitarlos y hablo con amigos que están en el mercado de seguros y siempre me están machacando el problema cultural. No está ese problema cultural, no está, los mexicanos saben que necesitan tener seguros, lo que tenemos es un problema de oferta con dos cabezas, tenemos problema de oferta del lado de los profesionales que ofrecen, tenemos problemas de oferta del lado del diseño, y no estoy seguro de hasta dónde del lado del diseño, estoy seguro del lado de la oferta, del profesional, dela presencia, y este es el primer mito. El segundo mito es el mexicano deja todo para después, y esto no es así, el mexicano es una persona de familia, es una persona cálida, es una persona que cuando se le presenta una preocupación la interpreta rápidamente, más allá de que todos tenemos la particularidad nuestra, los argentinos, los uruguayos, los colombianos, los mexicanos, todos tenemos nuestras cosas, yo no digo que no, yo vivo en Estados Unidos desde hace muchísimos años y cuando veo la conducta de los gringos me pregunto muchas veces: ¿Qué les pasa a estos tipos? Les pasa que somos distintos en la forma de vivir en casa, pero no en materia de cuidar a la familia. En materia de cuidar a la familia somos todos muy responsables, sólo que en mi barrio en la manzana viven tres productores de seguros que me mandan folletos todos los días ofreciéndome asesoramiento, sólo que en mi barrio una vez por mes o dos hay un seminario en el club house donde se habla de seguro de retiros, se habla de seguro de salud, se habla de cuidados intensivos de largo plazo, sólo que la sociedad está preparada para informar. Entonces, vamos a hablar de innovación, tecnología y seguros, buenas noticias, la tecnología la tenemos superada, tenemos celulares, tenemos Facebook, tenemos Google, tenemos Twitter, tenemos de todo para conectarnos con la gente, como nunca hubo antes. Los productos, nuestros actuarios tienen material, tienen estadísticas donde prácticamente no hay nada que nos puedan predecir con exactitud, y ojo que estoy hablando de siniestros, no de desastres, desastres es un terremoto donde no podemos predecir la magnitud, pero estamos hablando de cosas que se solucionan o sumas pequeñas de dinero y que le salvan la vida a una familia. Estamos presentes ahí, bueno, no estoy muy seguro que estemos presentes, pero si ustedes quieren mi recomendación cuando vayan a la compañía, cuando vayan a su empresa pregúntense: ¿tenemos la oferta suficiente para abastecer este enorme mercado donde 70 por ciento de la gente quiere tener un seguro y no conoce quién se lo pueda ofrecer? ¿Tenemos esta respuesta? Busquemos la respuesta dentro de nosotros y también pensemos por cinco minutos si los queremos de clientes, los tenemos que empezar a escribir las cinco mil cartas. Muchas gracias. Presentadora: ¿Alguna pregunta? Muchísimas gracias. Le hacemos entrega de un reconocimiento. ---oo0oo---