Conferencia Lic. Manuel Aguilera Verduzco 75 Convención AMIS 06 de mayo de 2015

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México, D.F., 6 de mayo de 2015.
Versión estenográfica de la Conferencia del Presidente de la
Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, Licenciado Manuel
Aguilera Verduzco, durante la 75 Convención de la Asociación
Mexicana de Aseguradores de México, celebrada en el Centro
BANAMEX.
Presentador: Continuamos con la participación del Presidente de la
Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, el licenciado Manuel
Aguilera Verduzco, a quien invitamos pasar al pódium.
Lic. Manuel Aguilera Verduzco: Muy buenos días a todos.
Quiero agradecer a la Asociación Mexicana de Instituciones de
Seguros por su amable invitación para estar aquí con ustedes esta
mañana.
Son persistentes, es la décimo séptima vez que me invitan a participar
en esta conferencia, y es la décimo séptima ocasión que acepto con
todo gusto.
En particular, al Presidente de la AMIS, a Mario Vela y al Director
General de la Asociación, a Recaredo Arias, por permitirme esta
posibilidad de comentar con ustedes, quizás ya por última vez, porque
el tema lo hemos venido discutiendo durante muchos años, y este es
un buen momento para cerrar el asunto, respecto del proyecto más
importante que ha desarrollado la industria de seguros y las
autoridades financieras en esta materia, que es la puesta en marcha
del nuevo marco regulatorio en materia de aseguramiento y
afianzamiento en México, que como se ha dicho en el transcurso de
las sesiones de esta mañana, entró en vigor el pasado 4 de abril.
El año de 2015, va a ser durante mucho tiempo, espero, supongo, un
año que se va a recordar en el sector asegurador, precisamente
porque fue el año en el que finalmente entró en vigor un proyecto
largamente trabajado y consensuado entre las autoridades y la
industria, de un nuevo marco regulatorio que nos pone en la
vanguardia a nivel internacional en términos de estos esquemas de
regulación, pero quizás más importantemente, más importante que
eso, que nos pone en una situación en la que el sector podrá
aprovechar la nueva dinámica económica del país para ampliar su
participación en las actividades financieras y en la protección de los
riesgos de las familias, de las personas y de las empresas en nuestro
país.
2015, sin duda, un año muy importante para el sector asegurador por
la entrada en vigor de esta ley.
Hubo muchas críticas a lo largo de los últimos años en particular,
respecto de si México, su industria aseguradora, sus autoridades
financieras sus autoridades reguladoras y supervisoras tenían
realmente la capacidad de poner en práctica un sistema regulatorio
como este sobre todo ante la evidencia de lo que había venido
ocurriendo en los países europeos que habían tomado más de 10
años en implementar un modelo del tipo de Solvencia 2, como el que
estamos implementando en México.
La respuesta que yo he dado a esto, es que nosotros no nos tardamos
dos años en hacer este proyecto, ni siquiera nos tardamos ocho desde
que el primer proyecto fue discutido con la industria. Nos tardamos
mucho más tiempo que eso.
Realmente este es el resultado de un trabajo de los últimos 25 años de
la industria y de las autoridades financieras en nuestro país, un
proceso que empezó efectivamente en 1990 cuando se estableció en
México por primera vez un modelo del tipo Solvencia 1, que fue el
primer margen de solvencia que operó en el país.
Que se parecía efectivamente mucho al modelo Solvencia 1, que
existía en la Comunidad Europea.
Sin embargo, a partir de entonces de manera siempre coordinada con
la industria aseguradora, las autoridades financieras vinimos
incorporando una serie de cambios que fueron modernizando este
régimen de regulación para irlo acercando quizás al principio de
manera inconsciente y ahora en lo últimos años de manera
perfectamente consciente a los nuevos esquemas regulatorios a nivel
internacional.
Y este proceso, como decía yo, se inició en 1990 cuando se estableció
el primer esquema de solvencia en nuestro país, de tipo Solvencia 1.
En 93 con toda la apertura de los mercados, la posibilidad de
coinversión de empresas extranjeras.
En 96 la incorporación de los seguros de pensiones de la seguridad
social del IMSS.
En el año 97 la incorporación de la supervisión basada en riesgos
como parte del esquema regulatorio en México. También en 97 la
nueva regulación que se parece mucho a la Solvencia 2 de hoy día
para la materia de reaseguro.
En 99 la regulación de terremoto, con el establecimiento de primas de
riesgo y PML.
En 2000 la regularización de la medicina prepagada dentro del ámbito
del sector asegurador.
A partir de 2002 la actualización de factores de requerimientos de
capital ya con base en estadística y experiencia propia. También en
2002 la incorporación de las normas de gobierno corporativo en la
regulación de seguros.
En 2003 el nuevo esquema de evaluación de intermediarios y el año
siguiente la creación del primer Centro de Industria.
En 2004 la adopción de estándares y el Sistema de Acreditación y
Certificación de Actuarios.
En 2006 la primera regulación en materia de revelación de
información, conforme a estándares internacionales.
En 2007 el primer proyecto de la nueva Ley de Seguros. En el propio
2007 la nueva regulación para riesgos hidrometeorológicos.
En 2008 la primera regulación en materia de microseguros, para
impulsar el desarrollo de esta actividad.
En 2009 la incorporación de los seguros de pensiones para los
trabajadores del sector público en el ISSSTE.
En 2011 la adopción de las normas de información financiera como
base para el registro contable de estas actividades.
Y finalmente en 2013 con la aprobación de la ley, la fase final de
implementación de ésta hizo entrada y su entrada vigor el 4 de abril
pasado.
Finalmente un proceso de más de 25 años, en el cual pudimos ir
avanzando de manera gradual en la incorporación de estos aspectos
en nuestro marco regulatorio, y más importantemente un proceso que
permitió a la industria irse adaptando paulatinamente a este nuevo
marco regulatorio, que hoy en día tenemos en nuestro país.
La nueva Ley de Seguros y de Fianzas, como ustedes saben, es una
ley que tiene cuatro objetivos fundamentales. El Secretario de
Hacienda lo señaló con precisión esta mañana. El primero es
fortalecer la posición de solvencia de las instituciones como una forma
de garantizar el cumplimiento de sus obligaciones frente a sus
clientes.
Un segundo objetivo es seguir estimulando la competencia, de tal
manera que se generen eficiencias adicionales en los mercados de
seguros, y que éstas se transmitan a los consumidores de seguros y
fianzas en el país, buscando un mayor acceso a este tipo de productos
financieros por parte de nuestra población.
Un tercer objetivo es fortalecer la protección a los usuarios de estos
servicios financieros a través de esquemas de revelación de
información y transparencia.
Y el cuarto objetivo, que es un objetivo que cumple el conjunto de los
objetivos de la ley, tiene que ver con buscar el sano desarrollo de largo
plazo de esta industria. No por el desarrollo de la actividad
aseguradora en sí mismo, sino por lo que eso representa, que no es
otra cosa que más mexicanos, más familias, más empresas tengan
forma de acceder a productos financieros que le permitan cubrir los
riesgos a los que están expuestos de manera cotidiana.
Para eso la ley adopta este esquema regulatoria del tipo Solvencia II,
que ya es muy conocido por todos ustedes de tres pilares. Un primer
pilar, que es el pilar de los requerimientos cuantitativos, que lo que
busca es las mediciones de los montos de reserva y de capital
necesarios para que las empresas puedan hacer frente a sus
compromisos.
Un segundo pilar, que es el pilar de la revisión y el control,
básicamente dominado por el fortalecimiento de las prácticas en
materia de gobierno corporativo.
Y un tercer pilar, que es el pilar de la revisión por parte del mercado,
básicamente orientado a una mayor transparencia y revelación de
información por parte de las instituciones.
Con el primer pilar lo que se busca es fortalecer la disciplina
regulatoria, es decir, que las normas cuantitativas que impone el
marco normativo garantice que las empresas serán financieramente
solventes para hacer frente a sus compromisos.
El segundo pilar, que es quizás el centro de todo este cambio, quizás
menos espectacular que todos los nuevos modelos de requerimiento
de capital y de reservas, pero mucho más concentrado en el corazón
de lo que es el negocio del aseguramiento, lo que busca es fortalecer
la autodisciplina a través de un gobierno corporativo más sólido y
concentrado en una función mucho más profesional de administración
de riesgos.
Y el tercer pilar, que es el pilar de la transparencia, busca fortalecer la
disciplina de mercado como una forma adicional de generar incentivos
adecuados para que las empresas detecten sus deficiencias y generen
forman para corregirlos.
En conjunto, éste es en mi opinión el gran cambio del marco
regulatorio que hoy tenemos, es que dejamos de depender de manera
tan importante de lo que es el pilar uno, de la disciplina que imponen
los reguladores, y vamos a un esquema mucho más balanceado
donde si bien es cierto que esta disciplina regulatoria es necesaria, se
fortalecen otros dos elementos disciplinarios del funcionamiento de
estos mercados, que en conjunto nos permite tener una mayor certeza
de que las empresas serán capaces de cumplir de manera adecuada
con sus obligaciones frente al público.
En el proceso de implementación de esta Ley, digamos que en la parte
final del proceso de implementación de la Ley, que nos tomó los
últimos dos años, la implementación de estos tres pilares la hicimos
precisamente dividiéndolos -por su naturaleza- en dos partes:
Lo que tiene que ver con los aspectos cuantitativos de la reforma,
cómo incorporar los nuevos modelos de reservas y de requerimientos
de capital en la operación de la Industria y en la regulación.
Y por otra parte, los requerimientos de naturaleza cualitativa que se
concentran básicamente en los pilares 2 y 3 que tocan los aspectos
del Gobierno Corporativo y de la revelación de Información y la
Transparencia hacia el mercado.
Bajo esta idea de elementos cualitativos y cuantitativos, que no es sino
una división para fines solamente analíticos, fue que llevamos a cabo
esta fase final de dos años de implementación de la Ley.
En lo que se refiere a los aspectos cualitativos, como saben, el
instrumento que utilizamos fueron los llamados Estudios de Impacto
Cualitativo y que eran esencialmente análisis de brecha a partir de
autoevaluaciones que cada una de las instituciones del mercado
realizó, con el propósito de evaluar qué tan lejos o qué tan cerca
estaban del cumplimiento de las nuevas normas en materia de
Gobierno Corporativo y revelación de información que planteaba la
Ley.
Pero no solo eso, sino también identificar cuáles eran esos factores
que todavía generaban la brecha y efectuar o poner en práctica planes
de trabajo que les permitieran subsanarlos dentro del período previsto
para la implementación de la Ley.
Lo que ustedes ven en esta lámina es la evolución de los resultados
de ese Estudio a partir de junio de 2013, que fue cuando concluimos el
primero, hasta marzo de 2015, en que concluimos el último.
Como ustedes ven, hubo un claro proceso de mejora en el proceso de
implementación que nos llevó a un nivel de cumplimiento respecto del
óptimo en la regulación del 80 por ciento.
Hubo áreas que obtuvieron un proceso de implementación más
sencillo como es lo que tiene que ver con los requisitos para
consejeros y funcionarios y otras que fueron las más complejas -y
siguen siéndolo, sin duda- que tiene que ver con la Administración de
Riesgos.
Pero en todas observamos niveles graduales y consistentes de la
evasión en los niveles de cumplimiento de las instituciones.
Quizás una forma más sencilla de verlo -esto es muy visual, muy
gráfico pero de una manera más cuantitativa, en esta tabla- es ver los
diferentes elementos que consistieron o que comprendieron el Estudio
y los niveles que se alcanzaron desde el primer Estudio en julio de
2013, hasta el último, en marzo de 2015.
Nosotros entendemos bien que estos temas cualitativos -el
fortalecimiento del Gobierno Corporativo y los mecanismos de
revelación de información hacia el mercado- son elementos que tienen
que ir madurando gradualmente.
Estamos muy complacidos -y creo que así tenemos que sentirnos
todos- de haber alcanzado niveles de cumplimiento al momento de la
entrada en vigor de la Ley, pero a lo que aspiramos es que realmente
estos se vuelvan elementos culturales dentro de las organizaciones,
que sirvan no solamente para dar cumplimiento a normas que
establece la Ley sino a que se lleven al proceso de administración de
los negocios y formen parte del proceso de toma de decisiones en los
mismos.
Es algo que tendrá que ocurrir a lo largo de los próximos años pero
estamos seguros que nos estamos moviendo en la dirección correcta
para tener empresas mejor administradas, que entiendan mejor los
riesgos que manejan y de esa forma puedan servir de mejor forma a
sus clientes.
Como una síntesis, la parte que me parece más satisfactoria de todo
el proceso de implementación de los aspectos cualitativos, está esta
gráfica que muestra cómo prácticamente
las empresas que
representan el 98 por ciento de la prima del mercado, conforme al
último estudio de marzo de 2015, alcanzaron niveles de cumplimiento
aceptables o superiores y solamente una pequeña fracción que
representa poco más del 2 por ciento, tenía todavía niveles incipientes
o parciales de cumplimiento de estas obligaciones.
En cada uno de estos casos, las empresas, insisto, y nosotros ya los
conocemos y les daremos seguimiento junto con ellos, tenemos
planes de acción para elevar los niveles de cumplimiento.
Pero sin duda, esta imagen que ustedes tienen en la pantalla, nos
muestra qué satisfactorio y qué completo fue el proceso de
implementación de estos aspectos de naturaleza cualitativa a lo largo
de estos dos últimos años, los cuales ya están en vigor desde el 4 de
abril pasado.
En lo que se refiere a los aspectos cuantitativos, la implementación se
refiere básicamente o se refirió básicamente a lo que tiene que ver con
los nuevos métodos de constitución de reservas técnicas y de
requerimientos de capital.
Esta lámina que he presentado en otras ocasiones, muestra los
aspectos básicos del estudio del impacto cuantitativo que llevamos,
concluimos ya cuatro, vamos a hacer uno más en lo que resta de este
año.
Como ustedes saben, la parte cuantitativa de la Reforma, se
concentra, por una parte, en lo que se llama la creación del balance
económico, que realmente no es otra cosa que el balance que todavía
se tiene actualmente, básicamente con dos ajustes: uno, que tiene que
ver con la forma de evaluación de los activos de largo plazo, de las
inversiones de largo plazo y dos, con la forma en la que se hace la
evaluación de las reservas técnicas, de la cual se eliminan los
márgenes prudenciales y se busca tener un valor económico de los
mismos a través de un mejor estimador y un margen de riesgo.
Segundo, la categorización de los riesgos, es decir, el considerar
dentro del requerimiento de capital, la totalidad de los riesgos a los
que están expuestos las instituciones, pero no solamente eso, sino
también incluyendo la agregación de los riesgos, de tal forma que los
requerimientos de capital puedan dar cuenta de los beneficios de la
diversificación en los riesgos por parte de las instituciones en el uso de
mecanismos o instrumentos para la mitigación de esos riesgos.
Y finalmente a través de una definición explícita de una medida
probabilística de riesgo, la definición de cuál es el nivel de seguridad o
de confianza de estos requerimientos de capital y de reservas para
cubrir las obligaciones de las empresas ante escenarios de situaciones
extremas, que es un nivel de confianza del 99.5 por ciento en un
escenario de un año que es el nivel compatible con el estándar,
solvencia dos europeo.
Es difícil pensar en los aspectos cuantitativos, sin hacer una reflexión
respecto de la importancia que tienen, no sólo desde el punto de vista
de la solvencia de las instituciones, sino en un sentido mucho más
amplio en el desarrollo del sector asegurador.
Quizás en mi opinión, el efecto más importante, el efecto positivo más
importante, que tiene el cambio regulatorio es que vamos a lograr un
proceso de racionalización de los recursos totales de solvencia de las
empresas.
¿Esto qué quiere decir? Tradicionalmente los esquemas Solvencia I, y
así ocurrió en México, buscan niveles de prudencia que dejen
tranquilos a los reguladores.
No obstante esos niveles de solvencia, puedan un poco atentar contra
el propio desarrollo de la industria al generar cargas de capital o de
reservas innecesarias que finalmente terminan pagando los
consumidores.
Este nuevo esquema tiene la virtud, a partir de esta categorización de
riesgos, de poder establecer los niveles de reservas y de
requerimientos de capital de acuerdo al perfil particular de cada una de
las instituciones.
Es, sin duda, el uso de modelos mucho más sofisticados desde el
punto de vista técnico, pero cuyo uso se justifica por el hecho de poder
racionalizar la cantidad de reservas y de capital.
En el caso de las reservas, a través de la generación ya no de estas
reservas con márgenes prudenciales, sino de una aproximación al
valor económico de los pasivos, con el uso de los métodos propios de
cada institución para la definición de estos montos a partir del perfil
particular de obligaciones que asume.
Y en el caso de los requerimientos de capital, a partir del uso de la
fórmula general, en un principio para uso general de todas las
instituciones y con la posibilidad de utilización de modelos internos que
se ajusten al perfil de riesgos particular de cada empresa.
Esta fórmula general que entrará en funcionamiento a partir de abril
del año próximo, tiene varias virtudes que ya comenté respecto de la
forma de medir los riesgos y el efecto benéfico que tiene la
diversificación y también nos permitirá avanzar hacia una
administración más basada en riesgos y hacia el uso de modelos
internos.
Para darles un poco la idea del efecto que tiene o el efecto que tendrá
la utilización de estos nuevos métodos de cálculo de cargas de capital
y de reservas, desarrollamos aquí un ejemplo con una empresa
ficticia, por supuesto, pero que tiene la característica de corresponder
a la distribución de riesgos del mercado de seguros en México.
Digamos, una visión, una pequeña visión de lo que es el mercado
asegurador viendo esta empresa que tiene esa misma composición de
riesgos y con productos que son los que se venden en el sector
asegurador mexicano.
Para esta pequeña empresa hicimos el cálculo que ustedes pueden
ver en la pantalla, de cuál es el monto de recursos totales de
solvencia. Esto es la suma de reservas y de requerimientos de capital
que requeriría para operar ese conjunto de riesgos conforme a la
nueva regulación que es la que está en la parte baja de la gráfica y
conforme la regulación previa, la de la Ley General de Instituciones
todavía vigente durante este año.
Y como ustedes pueden ver, las diferencias respecto del monto de
reservas y requerimientos de capital en conjunto, de la estimación total
de recursos de solvencia implica una reducción, lo cual no debiera
preocuparnos, porque la parte más importante de estos modelos es
que nos permiten tener certeza de cuál es el nivel o la medida
probabilística de riesgo que estamos dispuestos a tolerar y esa sigue
siendo 99.5 por ciento en un escenario de un año.
Esta misma empresa planteándole un manejo inadecuado de riesgos,
con algunas deficiencias en sus programas de reaseguro, con niveles
de descalce entre activos y pasivos es sensible a estas deficiencias,
se incrementan los requerimientos de capital, pero como ustedes ven,
siguen siendo inferiores en los nuevos modelos respecto de los
modelos que actualmente utilizamos.
Esto es relevante no solamente por lo que significa hoy, es relevante
por lo que significa hacia el futuro.
Esta es una estimación que hicimos de esta misma empresa respecto
de sus requerimientos de capital y considerando el crecimiento
esperado que tenemos para la industria para llegar a penetraciones
alrededor del cinco por ciento en el año 2030, respecto de los
requerimientos de capital.
Y como ustedes ven, en el primer año las diferencias más o menos de
seis mil millones de pesos en términos relativos entre un 10 y un 15
por ciento el monto de los recursos totales de solvencia, lo cual se
vuelve muy relevante dentro de 15 años.
¿Esto qué significa?
Significa, y lo señalaba el Secretario de Hacienda esta mañana, que
estos modelos van a tener la virtud de permitirnos hacer un uso más
eficiente del recurso crítico para el desarrollo de esta actividad que es
el capital.
Vamos a obtener un esquema de solvencia que al mismo tiempo que
nos garantice que las empresas van a tener la capacidad financiera
para hacer frente a sus obligaciones, nos van a permitir generar las
bases para utilizar de manera más eficiente el capital de la industria
para el desarrollo de este sector en el futuro.
Finalmente qué es lo que nos queda hacia delante, nos queda en
materia cuantitativa dos ejercicios, el primero es el estudio de impacto
cuantitativo cinco, que iniciaremos en un par de meses, y concluirá en
octubre, con lo cual ya estamos prácticamente terminando de
converger en lo que será la fórmula general que se utilizará a partir de
enero del próximo año, y a principio del año que entra el ejercicio final
que está previsto en la circular única de seguro y fianzas, que tendrá
que concluirse el 4 de marzo de 2016, que será la última prueba con
datos del cierre de 2015 respecto de la utilización de estos modelos.
Y el primer reporte formal de requerimientos de capital y reservas
conforme a esta nueva regulación tendrá que hacerse el 20 de abril de
2016.
Quisiera termina esta intervención con cuatro reflexiones que me
parecen importantes desde el punto de vista de cuáles son los retos
que tenemos frente a nosotros, con la implementación de esta nueva
ley.
Primero, es muy importante entender que si bien los modelos que se
están utilizando para el cálculo de reservas y de capital, son modelos
matemáticamente muy complejos, y que hay muy pocas personas,
tanto dentro de las autoridades financieras, como dentro de la
industria, capaces de discernir con toda precisión respecto de la
operación técnica de estos modelos. Lo que sí debemos hacer todos,
porque todos somos capaces de hacerlo, es poder entender y asimilar
el sentido técnico que tienen estos modelos.
Porque las matemáticas que están dentro son muy importantes, pero
es igualmente importante el entender lo que nos están diciendo los
modelos. Los modelos básicamente nos van a señalar dónde las
cargas de capital o de reservas aumentan en función de cómo
aumentan los riesgos que las empresas asumen, y esto se debe volver
no solamente un elemento de cumplimiento respecto de las
autoridades, sino un elemento fundamental para una buena
administración de las propias instituciones.
El segundo reto tiene que ver con los temas del pilar dos, con el
gobierno corporativo. También entiendo que la propia cultura
empresarial mexicana a lo largo de muchos años nos ha llevado a que
el gobierno corporativo se viera, sobre todo a principios de este siglo.
Más como una imposición y un cumplimiento normativo como algo que
efectivamente beneficia el funcionamiento de las instituciones.
Tenemos más de diez años, el primer esquema de gobierno
corporativo en el sector asegurador, hoy empezamos con este nuevo,
que pone el Consejo de Administración en el centro de las
responsabilidades de decisión de las empresas.
Y creo que ya tenemos la sensibilidad de cómo éstas normas
efectivamente son un mecanismo para mejorar la administración de
las instituciones, cómo internalizar esto, cómo hacer más eficiente la
operación del sistema de gobierno corporativo con un mecanismo no
de cumplimiento ante las autoridades, sino como fortalecimiento de la
administración de las instituciones, es en mi opinión, el segundo gran
reto que tenemos.
El tercero, tiene que ver con el proceso de administración de riesgos,
que yo decía hace un momento, es el corazón de la reforma de la Ley
de Instituciones de Seguros y de Fianzas.
Las instituciones de seguros son instituciones que se dedican a eso, a
administrar riesgos. Ese es su negocio.
Lo que hace toda la regulación en materia de administración integral
de riesgos, y tuvimos un seminario la semana pasada sobre el tema,
es formalizar, estructurar, llevar a un marco lógico de desarrollo el
proceso de administración de riesgos que debe formar parte de la
operación central de las instituciones.
Hacer eso una realidad, entender que la administración de riesgos es
un elemento no de cumplimiento normativo, sino es el elemento
central del negocio de seguros es, en mi opinión, el tercer gran reto.
Y el último es un reto esencialmente para las autoridades, pero que
reconozco que es algo que no vamos a quitar la vista del tema porque
creo que es esencial para garantizar el éxito de esta reforma: Es la
aplicación del llamado Principio de Proporcionalidad, evitando que se
generen con ello arbitrajes regulatorios que puedan afectar la certeza
o los niveles de protección hacia los usuarios, dependiendo del
tamaño de las instituciones.
Estos son, en mi opinión, los cuatro grandes retos que tenemos hacia
adelante pero quizás en este momento lo más importante a destacar
es que debemos congratularnos -y yo así me siento; no solo las
autoridades sino también la Industria- de que hemos logrado poner en
práctica un esquema de solvencia, a la altura de los principales
países, de los principales Mercados Aseguradores del mundo.
Lo hemos hecho no como una imposición de las autoridades sino
como resultado de un amplio proceso de consenso y participación
entre éstas y la Industria Aseguradora.
Insisto en que creo que tenemos que felicitarnos por este logro y estoy
convencido de que esta será la base para el desarrollo de esta
industria en las próximas décadas.
Les agradezco mucho su atención y muchas gracias.
Presentador: Agradecemos las palabras del licenciado Manuel
Aguilera y solicitamos al licenciado Rafael Audelo, Vicepresidente de
AMIS, haga entrega de un Reconocimiento.
Despidamos con un fuerte aplauso al licenciado Manuel Aguilera.
Muchas gracias.
Damas y Caballeros:
Les solicitamos de la manera más atenta permanezcan cerca de sus
lugares para que en unos momentos más, demos la cordial bienvenida
al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
Muchas gracias.
(R e c e s o)
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