México, D.F., 6 de mayo de 2015. Versión estenográfica de la Conferencia del Presidente de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, Licenciado Manuel Aguilera Verduzco, durante la 75 Convención de la Asociación Mexicana de Aseguradores de México, celebrada en el Centro BANAMEX. Presentador: Continuamos con la participación del Presidente de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, el licenciado Manuel Aguilera Verduzco, a quien invitamos pasar al pódium. Lic. Manuel Aguilera Verduzco: Muy buenos días a todos. Quiero agradecer a la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros por su amable invitación para estar aquí con ustedes esta mañana. Son persistentes, es la décimo séptima vez que me invitan a participar en esta conferencia, y es la décimo séptima ocasión que acepto con todo gusto. En particular, al Presidente de la AMIS, a Mario Vela y al Director General de la Asociación, a Recaredo Arias, por permitirme esta posibilidad de comentar con ustedes, quizás ya por última vez, porque el tema lo hemos venido discutiendo durante muchos años, y este es un buen momento para cerrar el asunto, respecto del proyecto más importante que ha desarrollado la industria de seguros y las autoridades financieras en esta materia, que es la puesta en marcha del nuevo marco regulatorio en materia de aseguramiento y afianzamiento en México, que como se ha dicho en el transcurso de las sesiones de esta mañana, entró en vigor el pasado 4 de abril. El año de 2015, va a ser durante mucho tiempo, espero, supongo, un año que se va a recordar en el sector asegurador, precisamente porque fue el año en el que finalmente entró en vigor un proyecto largamente trabajado y consensuado entre las autoridades y la industria, de un nuevo marco regulatorio que nos pone en la vanguardia a nivel internacional en términos de estos esquemas de regulación, pero quizás más importantemente, más importante que eso, que nos pone en una situación en la que el sector podrá aprovechar la nueva dinámica económica del país para ampliar su participación en las actividades financieras y en la protección de los riesgos de las familias, de las personas y de las empresas en nuestro país. 2015, sin duda, un año muy importante para el sector asegurador por la entrada en vigor de esta ley. Hubo muchas críticas a lo largo de los últimos años en particular, respecto de si México, su industria aseguradora, sus autoridades financieras sus autoridades reguladoras y supervisoras tenían realmente la capacidad de poner en práctica un sistema regulatorio como este sobre todo ante la evidencia de lo que había venido ocurriendo en los países europeos que habían tomado más de 10 años en implementar un modelo del tipo de Solvencia 2, como el que estamos implementando en México. La respuesta que yo he dado a esto, es que nosotros no nos tardamos dos años en hacer este proyecto, ni siquiera nos tardamos ocho desde que el primer proyecto fue discutido con la industria. Nos tardamos mucho más tiempo que eso. Realmente este es el resultado de un trabajo de los últimos 25 años de la industria y de las autoridades financieras en nuestro país, un proceso que empezó efectivamente en 1990 cuando se estableció en México por primera vez un modelo del tipo Solvencia 1, que fue el primer margen de solvencia que operó en el país. Que se parecía efectivamente mucho al modelo Solvencia 1, que existía en la Comunidad Europea. Sin embargo, a partir de entonces de manera siempre coordinada con la industria aseguradora, las autoridades financieras vinimos incorporando una serie de cambios que fueron modernizando este régimen de regulación para irlo acercando quizás al principio de manera inconsciente y ahora en lo últimos años de manera perfectamente consciente a los nuevos esquemas regulatorios a nivel internacional. Y este proceso, como decía yo, se inició en 1990 cuando se estableció el primer esquema de solvencia en nuestro país, de tipo Solvencia 1. En 93 con toda la apertura de los mercados, la posibilidad de coinversión de empresas extranjeras. En 96 la incorporación de los seguros de pensiones de la seguridad social del IMSS. En el año 97 la incorporación de la supervisión basada en riesgos como parte del esquema regulatorio en México. También en 97 la nueva regulación que se parece mucho a la Solvencia 2 de hoy día para la materia de reaseguro. En 99 la regulación de terremoto, con el establecimiento de primas de riesgo y PML. En 2000 la regularización de la medicina prepagada dentro del ámbito del sector asegurador. A partir de 2002 la actualización de factores de requerimientos de capital ya con base en estadística y experiencia propia. También en 2002 la incorporación de las normas de gobierno corporativo en la regulación de seguros. En 2003 el nuevo esquema de evaluación de intermediarios y el año siguiente la creación del primer Centro de Industria. En 2004 la adopción de estándares y el Sistema de Acreditación y Certificación de Actuarios. En 2006 la primera regulación en materia de revelación de información, conforme a estándares internacionales. En 2007 el primer proyecto de la nueva Ley de Seguros. En el propio 2007 la nueva regulación para riesgos hidrometeorológicos. En 2008 la primera regulación en materia de microseguros, para impulsar el desarrollo de esta actividad. En 2009 la incorporación de los seguros de pensiones para los trabajadores del sector público en el ISSSTE. En 2011 la adopción de las normas de información financiera como base para el registro contable de estas actividades. Y finalmente en 2013 con la aprobación de la ley, la fase final de implementación de ésta hizo entrada y su entrada vigor el 4 de abril pasado. Finalmente un proceso de más de 25 años, en el cual pudimos ir avanzando de manera gradual en la incorporación de estos aspectos en nuestro marco regulatorio, y más importantemente un proceso que permitió a la industria irse adaptando paulatinamente a este nuevo marco regulatorio, que hoy en día tenemos en nuestro país. La nueva Ley de Seguros y de Fianzas, como ustedes saben, es una ley que tiene cuatro objetivos fundamentales. El Secretario de Hacienda lo señaló con precisión esta mañana. El primero es fortalecer la posición de solvencia de las instituciones como una forma de garantizar el cumplimiento de sus obligaciones frente a sus clientes. Un segundo objetivo es seguir estimulando la competencia, de tal manera que se generen eficiencias adicionales en los mercados de seguros, y que éstas se transmitan a los consumidores de seguros y fianzas en el país, buscando un mayor acceso a este tipo de productos financieros por parte de nuestra población. Un tercer objetivo es fortalecer la protección a los usuarios de estos servicios financieros a través de esquemas de revelación de información y transparencia. Y el cuarto objetivo, que es un objetivo que cumple el conjunto de los objetivos de la ley, tiene que ver con buscar el sano desarrollo de largo plazo de esta industria. No por el desarrollo de la actividad aseguradora en sí mismo, sino por lo que eso representa, que no es otra cosa que más mexicanos, más familias, más empresas tengan forma de acceder a productos financieros que le permitan cubrir los riesgos a los que están expuestos de manera cotidiana. Para eso la ley adopta este esquema regulatoria del tipo Solvencia II, que ya es muy conocido por todos ustedes de tres pilares. Un primer pilar, que es el pilar de los requerimientos cuantitativos, que lo que busca es las mediciones de los montos de reserva y de capital necesarios para que las empresas puedan hacer frente a sus compromisos. Un segundo pilar, que es el pilar de la revisión y el control, básicamente dominado por el fortalecimiento de las prácticas en materia de gobierno corporativo. Y un tercer pilar, que es el pilar de la revisión por parte del mercado, básicamente orientado a una mayor transparencia y revelación de información por parte de las instituciones. Con el primer pilar lo que se busca es fortalecer la disciplina regulatoria, es decir, que las normas cuantitativas que impone el marco normativo garantice que las empresas serán financieramente solventes para hacer frente a sus compromisos. El segundo pilar, que es quizás el centro de todo este cambio, quizás menos espectacular que todos los nuevos modelos de requerimiento de capital y de reservas, pero mucho más concentrado en el corazón de lo que es el negocio del aseguramiento, lo que busca es fortalecer la autodisciplina a través de un gobierno corporativo más sólido y concentrado en una función mucho más profesional de administración de riesgos. Y el tercer pilar, que es el pilar de la transparencia, busca fortalecer la disciplina de mercado como una forma adicional de generar incentivos adecuados para que las empresas detecten sus deficiencias y generen forman para corregirlos. En conjunto, éste es en mi opinión el gran cambio del marco regulatorio que hoy tenemos, es que dejamos de depender de manera tan importante de lo que es el pilar uno, de la disciplina que imponen los reguladores, y vamos a un esquema mucho más balanceado donde si bien es cierto que esta disciplina regulatoria es necesaria, se fortalecen otros dos elementos disciplinarios del funcionamiento de estos mercados, que en conjunto nos permite tener una mayor certeza de que las empresas serán capaces de cumplir de manera adecuada con sus obligaciones frente al público. En el proceso de implementación de esta Ley, digamos que en la parte final del proceso de implementación de la Ley, que nos tomó los últimos dos años, la implementación de estos tres pilares la hicimos precisamente dividiéndolos -por su naturaleza- en dos partes: Lo que tiene que ver con los aspectos cuantitativos de la reforma, cómo incorporar los nuevos modelos de reservas y de requerimientos de capital en la operación de la Industria y en la regulación. Y por otra parte, los requerimientos de naturaleza cualitativa que se concentran básicamente en los pilares 2 y 3 que tocan los aspectos del Gobierno Corporativo y de la revelación de Información y la Transparencia hacia el mercado. Bajo esta idea de elementos cualitativos y cuantitativos, que no es sino una división para fines solamente analíticos, fue que llevamos a cabo esta fase final de dos años de implementación de la Ley. En lo que se refiere a los aspectos cualitativos, como saben, el instrumento que utilizamos fueron los llamados Estudios de Impacto Cualitativo y que eran esencialmente análisis de brecha a partir de autoevaluaciones que cada una de las instituciones del mercado realizó, con el propósito de evaluar qué tan lejos o qué tan cerca estaban del cumplimiento de las nuevas normas en materia de Gobierno Corporativo y revelación de información que planteaba la Ley. Pero no solo eso, sino también identificar cuáles eran esos factores que todavía generaban la brecha y efectuar o poner en práctica planes de trabajo que les permitieran subsanarlos dentro del período previsto para la implementación de la Ley. Lo que ustedes ven en esta lámina es la evolución de los resultados de ese Estudio a partir de junio de 2013, que fue cuando concluimos el primero, hasta marzo de 2015, en que concluimos el último. Como ustedes ven, hubo un claro proceso de mejora en el proceso de implementación que nos llevó a un nivel de cumplimiento respecto del óptimo en la regulación del 80 por ciento. Hubo áreas que obtuvieron un proceso de implementación más sencillo como es lo que tiene que ver con los requisitos para consejeros y funcionarios y otras que fueron las más complejas -y siguen siéndolo, sin duda- que tiene que ver con la Administración de Riesgos. Pero en todas observamos niveles graduales y consistentes de la evasión en los niveles de cumplimiento de las instituciones. Quizás una forma más sencilla de verlo -esto es muy visual, muy gráfico pero de una manera más cuantitativa, en esta tabla- es ver los diferentes elementos que consistieron o que comprendieron el Estudio y los niveles que se alcanzaron desde el primer Estudio en julio de 2013, hasta el último, en marzo de 2015. Nosotros entendemos bien que estos temas cualitativos -el fortalecimiento del Gobierno Corporativo y los mecanismos de revelación de información hacia el mercado- son elementos que tienen que ir madurando gradualmente. Estamos muy complacidos -y creo que así tenemos que sentirnos todos- de haber alcanzado niveles de cumplimiento al momento de la entrada en vigor de la Ley, pero a lo que aspiramos es que realmente estos se vuelvan elementos culturales dentro de las organizaciones, que sirvan no solamente para dar cumplimiento a normas que establece la Ley sino a que se lleven al proceso de administración de los negocios y formen parte del proceso de toma de decisiones en los mismos. Es algo que tendrá que ocurrir a lo largo de los próximos años pero estamos seguros que nos estamos moviendo en la dirección correcta para tener empresas mejor administradas, que entiendan mejor los riesgos que manejan y de esa forma puedan servir de mejor forma a sus clientes. Como una síntesis, la parte que me parece más satisfactoria de todo el proceso de implementación de los aspectos cualitativos, está esta gráfica que muestra cómo prácticamente las empresas que representan el 98 por ciento de la prima del mercado, conforme al último estudio de marzo de 2015, alcanzaron niveles de cumplimiento aceptables o superiores y solamente una pequeña fracción que representa poco más del 2 por ciento, tenía todavía niveles incipientes o parciales de cumplimiento de estas obligaciones. En cada uno de estos casos, las empresas, insisto, y nosotros ya los conocemos y les daremos seguimiento junto con ellos, tenemos planes de acción para elevar los niveles de cumplimiento. Pero sin duda, esta imagen que ustedes tienen en la pantalla, nos muestra qué satisfactorio y qué completo fue el proceso de implementación de estos aspectos de naturaleza cualitativa a lo largo de estos dos últimos años, los cuales ya están en vigor desde el 4 de abril pasado. En lo que se refiere a los aspectos cuantitativos, la implementación se refiere básicamente o se refirió básicamente a lo que tiene que ver con los nuevos métodos de constitución de reservas técnicas y de requerimientos de capital. Esta lámina que he presentado en otras ocasiones, muestra los aspectos básicos del estudio del impacto cuantitativo que llevamos, concluimos ya cuatro, vamos a hacer uno más en lo que resta de este año. Como ustedes saben, la parte cuantitativa de la Reforma, se concentra, por una parte, en lo que se llama la creación del balance económico, que realmente no es otra cosa que el balance que todavía se tiene actualmente, básicamente con dos ajustes: uno, que tiene que ver con la forma de evaluación de los activos de largo plazo, de las inversiones de largo plazo y dos, con la forma en la que se hace la evaluación de las reservas técnicas, de la cual se eliminan los márgenes prudenciales y se busca tener un valor económico de los mismos a través de un mejor estimador y un margen de riesgo. Segundo, la categorización de los riesgos, es decir, el considerar dentro del requerimiento de capital, la totalidad de los riesgos a los que están expuestos las instituciones, pero no solamente eso, sino también incluyendo la agregación de los riesgos, de tal forma que los requerimientos de capital puedan dar cuenta de los beneficios de la diversificación en los riesgos por parte de las instituciones en el uso de mecanismos o instrumentos para la mitigación de esos riesgos. Y finalmente a través de una definición explícita de una medida probabilística de riesgo, la definición de cuál es el nivel de seguridad o de confianza de estos requerimientos de capital y de reservas para cubrir las obligaciones de las empresas ante escenarios de situaciones extremas, que es un nivel de confianza del 99.5 por ciento en un escenario de un año que es el nivel compatible con el estándar, solvencia dos europeo. Es difícil pensar en los aspectos cuantitativos, sin hacer una reflexión respecto de la importancia que tienen, no sólo desde el punto de vista de la solvencia de las instituciones, sino en un sentido mucho más amplio en el desarrollo del sector asegurador. Quizás en mi opinión, el efecto más importante, el efecto positivo más importante, que tiene el cambio regulatorio es que vamos a lograr un proceso de racionalización de los recursos totales de solvencia de las empresas. ¿Esto qué quiere decir? Tradicionalmente los esquemas Solvencia I, y así ocurrió en México, buscan niveles de prudencia que dejen tranquilos a los reguladores. No obstante esos niveles de solvencia, puedan un poco atentar contra el propio desarrollo de la industria al generar cargas de capital o de reservas innecesarias que finalmente terminan pagando los consumidores. Este nuevo esquema tiene la virtud, a partir de esta categorización de riesgos, de poder establecer los niveles de reservas y de requerimientos de capital de acuerdo al perfil particular de cada una de las instituciones. Es, sin duda, el uso de modelos mucho más sofisticados desde el punto de vista técnico, pero cuyo uso se justifica por el hecho de poder racionalizar la cantidad de reservas y de capital. En el caso de las reservas, a través de la generación ya no de estas reservas con márgenes prudenciales, sino de una aproximación al valor económico de los pasivos, con el uso de los métodos propios de cada institución para la definición de estos montos a partir del perfil particular de obligaciones que asume. Y en el caso de los requerimientos de capital, a partir del uso de la fórmula general, en un principio para uso general de todas las instituciones y con la posibilidad de utilización de modelos internos que se ajusten al perfil de riesgos particular de cada empresa. Esta fórmula general que entrará en funcionamiento a partir de abril del año próximo, tiene varias virtudes que ya comenté respecto de la forma de medir los riesgos y el efecto benéfico que tiene la diversificación y también nos permitirá avanzar hacia una administración más basada en riesgos y hacia el uso de modelos internos. Para darles un poco la idea del efecto que tiene o el efecto que tendrá la utilización de estos nuevos métodos de cálculo de cargas de capital y de reservas, desarrollamos aquí un ejemplo con una empresa ficticia, por supuesto, pero que tiene la característica de corresponder a la distribución de riesgos del mercado de seguros en México. Digamos, una visión, una pequeña visión de lo que es el mercado asegurador viendo esta empresa que tiene esa misma composición de riesgos y con productos que son los que se venden en el sector asegurador mexicano. Para esta pequeña empresa hicimos el cálculo que ustedes pueden ver en la pantalla, de cuál es el monto de recursos totales de solvencia. Esto es la suma de reservas y de requerimientos de capital que requeriría para operar ese conjunto de riesgos conforme a la nueva regulación que es la que está en la parte baja de la gráfica y conforme la regulación previa, la de la Ley General de Instituciones todavía vigente durante este año. Y como ustedes pueden ver, las diferencias respecto del monto de reservas y requerimientos de capital en conjunto, de la estimación total de recursos de solvencia implica una reducción, lo cual no debiera preocuparnos, porque la parte más importante de estos modelos es que nos permiten tener certeza de cuál es el nivel o la medida probabilística de riesgo que estamos dispuestos a tolerar y esa sigue siendo 99.5 por ciento en un escenario de un año. Esta misma empresa planteándole un manejo inadecuado de riesgos, con algunas deficiencias en sus programas de reaseguro, con niveles de descalce entre activos y pasivos es sensible a estas deficiencias, se incrementan los requerimientos de capital, pero como ustedes ven, siguen siendo inferiores en los nuevos modelos respecto de los modelos que actualmente utilizamos. Esto es relevante no solamente por lo que significa hoy, es relevante por lo que significa hacia el futuro. Esta es una estimación que hicimos de esta misma empresa respecto de sus requerimientos de capital y considerando el crecimiento esperado que tenemos para la industria para llegar a penetraciones alrededor del cinco por ciento en el año 2030, respecto de los requerimientos de capital. Y como ustedes ven, en el primer año las diferencias más o menos de seis mil millones de pesos en términos relativos entre un 10 y un 15 por ciento el monto de los recursos totales de solvencia, lo cual se vuelve muy relevante dentro de 15 años. ¿Esto qué significa? Significa, y lo señalaba el Secretario de Hacienda esta mañana, que estos modelos van a tener la virtud de permitirnos hacer un uso más eficiente del recurso crítico para el desarrollo de esta actividad que es el capital. Vamos a obtener un esquema de solvencia que al mismo tiempo que nos garantice que las empresas van a tener la capacidad financiera para hacer frente a sus obligaciones, nos van a permitir generar las bases para utilizar de manera más eficiente el capital de la industria para el desarrollo de este sector en el futuro. Finalmente qué es lo que nos queda hacia delante, nos queda en materia cuantitativa dos ejercicios, el primero es el estudio de impacto cuantitativo cinco, que iniciaremos en un par de meses, y concluirá en octubre, con lo cual ya estamos prácticamente terminando de converger en lo que será la fórmula general que se utilizará a partir de enero del próximo año, y a principio del año que entra el ejercicio final que está previsto en la circular única de seguro y fianzas, que tendrá que concluirse el 4 de marzo de 2016, que será la última prueba con datos del cierre de 2015 respecto de la utilización de estos modelos. Y el primer reporte formal de requerimientos de capital y reservas conforme a esta nueva regulación tendrá que hacerse el 20 de abril de 2016. Quisiera termina esta intervención con cuatro reflexiones que me parecen importantes desde el punto de vista de cuáles son los retos que tenemos frente a nosotros, con la implementación de esta nueva ley. Primero, es muy importante entender que si bien los modelos que se están utilizando para el cálculo de reservas y de capital, son modelos matemáticamente muy complejos, y que hay muy pocas personas, tanto dentro de las autoridades financieras, como dentro de la industria, capaces de discernir con toda precisión respecto de la operación técnica de estos modelos. Lo que sí debemos hacer todos, porque todos somos capaces de hacerlo, es poder entender y asimilar el sentido técnico que tienen estos modelos. Porque las matemáticas que están dentro son muy importantes, pero es igualmente importante el entender lo que nos están diciendo los modelos. Los modelos básicamente nos van a señalar dónde las cargas de capital o de reservas aumentan en función de cómo aumentan los riesgos que las empresas asumen, y esto se debe volver no solamente un elemento de cumplimiento respecto de las autoridades, sino un elemento fundamental para una buena administración de las propias instituciones. El segundo reto tiene que ver con los temas del pilar dos, con el gobierno corporativo. También entiendo que la propia cultura empresarial mexicana a lo largo de muchos años nos ha llevado a que el gobierno corporativo se viera, sobre todo a principios de este siglo. Más como una imposición y un cumplimiento normativo como algo que efectivamente beneficia el funcionamiento de las instituciones. Tenemos más de diez años, el primer esquema de gobierno corporativo en el sector asegurador, hoy empezamos con este nuevo, que pone el Consejo de Administración en el centro de las responsabilidades de decisión de las empresas. Y creo que ya tenemos la sensibilidad de cómo éstas normas efectivamente son un mecanismo para mejorar la administración de las instituciones, cómo internalizar esto, cómo hacer más eficiente la operación del sistema de gobierno corporativo con un mecanismo no de cumplimiento ante las autoridades, sino como fortalecimiento de la administración de las instituciones, es en mi opinión, el segundo gran reto que tenemos. El tercero, tiene que ver con el proceso de administración de riesgos, que yo decía hace un momento, es el corazón de la reforma de la Ley de Instituciones de Seguros y de Fianzas. Las instituciones de seguros son instituciones que se dedican a eso, a administrar riesgos. Ese es su negocio. Lo que hace toda la regulación en materia de administración integral de riesgos, y tuvimos un seminario la semana pasada sobre el tema, es formalizar, estructurar, llevar a un marco lógico de desarrollo el proceso de administración de riesgos que debe formar parte de la operación central de las instituciones. Hacer eso una realidad, entender que la administración de riesgos es un elemento no de cumplimiento normativo, sino es el elemento central del negocio de seguros es, en mi opinión, el tercer gran reto. Y el último es un reto esencialmente para las autoridades, pero que reconozco que es algo que no vamos a quitar la vista del tema porque creo que es esencial para garantizar el éxito de esta reforma: Es la aplicación del llamado Principio de Proporcionalidad, evitando que se generen con ello arbitrajes regulatorios que puedan afectar la certeza o los niveles de protección hacia los usuarios, dependiendo del tamaño de las instituciones. Estos son, en mi opinión, los cuatro grandes retos que tenemos hacia adelante pero quizás en este momento lo más importante a destacar es que debemos congratularnos -y yo así me siento; no solo las autoridades sino también la Industria- de que hemos logrado poner en práctica un esquema de solvencia, a la altura de los principales países, de los principales Mercados Aseguradores del mundo. Lo hemos hecho no como una imposición de las autoridades sino como resultado de un amplio proceso de consenso y participación entre éstas y la Industria Aseguradora. Insisto en que creo que tenemos que felicitarnos por este logro y estoy convencido de que esta será la base para el desarrollo de esta industria en las próximas décadas. Les agradezco mucho su atención y muchas gracias. Presentador: Agradecemos las palabras del licenciado Manuel Aguilera y solicitamos al licenciado Rafael Audelo, Vicepresidente de AMIS, haga entrega de un Reconocimiento. Despidamos con un fuerte aplauso al licenciado Manuel Aguilera. Muchas gracias. Damas y Caballeros: Les solicitamos de la manera más atenta permanezcan cerca de sus lugares para que en unos momentos más, demos la cordial bienvenida al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Muchas gracias. (R e c e s o)