CASO MONSANTO TESTIMONIOS Petrona Villasboa, madre de Silvino Talavera, Federación de Mujeres del Paraguay (testimonio en guaraní, traducido en simultáneo) Silvino Talavera, mi hijo, tenía 11 años. En 2003, a cien metros de donde estaba pasando Silvino, estaban envenenando. Fue a comprar carne para la comida y cuando volvía Herman Schlender estaba envenenando sin ninguna protección, sin ninguna barrera viva. Pasando por allí fue envenenado Silvino y en su mano traía carne y fideos que también fue envenenados. Esos alimentos fueron consumidos, luego de que Sofía, otra hija de Petrona, preparó el almuerzo para ese día. A las 10 y media, Silvino llegó a su casa y le dijo a su madre que se iba a bañar. La madre le pregunta porqué y Silvino respondió que Herman Schlender estaba envenenando cerca de su casa. Después Silvino le comenta a su mamá que quería ir a dormir y se fue a la pieza. A las 12.30 almorzamos todos juntos y a las 13 todos los miembros de la familia ya tenían dolores de cabeza y de estómago. Para una familia pobre de 11 miembros es muy difícil que todos juntos puedan ser trasladados a un hospital. Entonces lo que hace Petrona es agarrar a la niña más pequeña, Patricia, de dos años, y se traslada al hospital de María Auxiliadora. Antes Petrona hierve algunos remedios para los demás miembros de la familia. Patricia es trasladada desde el hospital de María Auxiliadora hacia otra ciudad donde es internada. El 5 de enero por la mañana Patricia es dada de alta y Petrona lleva los medicamentos para sus otros hijos. Y el 6 de enero, día de reyes, al mediodía, otro propietario de ese lugar, Alfredo Lauro Laustenshlager, que tiene a 15 ms su propiedad, nuevamente envenena esa comunidad. Es decir, nuevamente mi casa es rociada por el veneno. Mi casa es una vivienda precaria, de tablas. El marido mete a todos los hijos en la pieza y a las 4 de la mañana del día siguiente Silvino le comenta a su mamá que ya no tiene dolores de estómago pero presenta síntomas de moretones en todo el cuerpo. La familia sin dinero acude a la solidaridad y a la primera persona que va a ver es a uno de los propietarios, el que envenenó a Silvino, Herman Schlender. Esta persona se negó a hablar con ella, teniendo todas las posibilidades de colaborar con camioneta y con dinero. Entonces solicitaron ayuda a otra persona que traslada a Silvino y a Sofía, que tenía los mismos síntomas que Silvino. Los trasladan a un hospital del distrito de Edelira y el médico le dice que sus hijos están intoxicados y que van a tener que trasladarlos a un hospital con mayor infraestructura porque ya toda su sangre estaba coagulada y que podían tener una hemorragia. Le solicitan la colaboración al intendente de la ciudad para el traslado porque no tenían tampoco para ese traslado. Una vez en ese hospital Silvino le pide a la mamá ir al baño pero estaba totalmente inmóvil porque solamente la parte cerebral seguía funcionando y todo se cuerpo ya estaba paralizado. Silvino fue trasladado nuevamente a otro hospital, a 125 km del primer puesto en el que fue atendido. Le comunicaron nuevamente que fue envenenado y que la primera opción que podían hacer era un lavado de estómago pero que ya casi no había posibilidades de salvarle la vida. Mientras ella buscaba la solidaridad y los medicamentos que eran solicitados. A la una y media él tiene su primer paro cardíaco y al segundo paro, a las dos y media, él fallece. Sofía seguía con los mismos síntomas y al salir del hospital, a 500 ms, empieza a sangrar por la nariz, por el oído. Petrona no recuerda el velatorio de su hijo, para ella es como si Silvino siguiera vivo. Silvino fallece el 7 de enero, el 8 todos los hijos son trasladado a distintos centros asistenciales y la más pequeña queda con su mamá. Tres de ellos se encontraban entre la vida y la muerte. Encontraron tres tipos de veneno en su sangre. Para Petrona es una cruz muy grande que lleva en sus espaldas, ya que ha luchado mucho desde entonces. El caso se pasó a un juicio oral y público y durante ese juicio ella pasó por distintos tipos de sufrimientos. También tuvo amenazas de muerte, le cerraron los caminos y su hermano fue asesinado.