Diagnostico: Primeros 100 días de gestión

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DIAGNOSTICO SOBRE LOS PRIMEROS CIEN DIAS DE GESTIÓN
I.- Situación económica nacional y su impacto en la UASD.
La evolución de la crisis económica a nivel mundial, presenta un panorama bastante
desafiante para la República Dominicana. La estrecha relación comercial que sostenemos
con los Estados Unidos nos hace cada vez más dependientes y vulnerables. La guerra de
Irak, los precios del petróleo, el déficit fiscal y la crisis inmobiliaria norteamericana, han
acelerado el deterioro de la economía norteamericana, llevándolo a una recesión
económica de consecuencias parecidas a las padecidas durante la crisis económica del
capitalismo mundial de los años veinte.
La crisis de la economía norteamericana se refleja en nuestro país afectando renglones
fundamentales de la economía dominicana como son: el turismo, las zonas francas y las
remesas.
Los efectos de carácter nacional, ya lo podemos observar en las dificultades que enfrenta
el Gobierno Dominicano para mantener los niveles de crecimiento económico, financiar
los diferentes subsidios a productos de la canasta familiar y los programas
compensatorios a la pobreza extrema, como es el caso de la Tarjeta Solidaridad, el pago
de la deuda externa y de la factura petrolera.
Los dos factores señalados más arriba, se combinan con la situación interna de la UASD,
producto de que la conformación del nuevo gobierno universitario ha venido presentando
evidencias de pérdida de confianza y credibilidad, tanto internas como externas, que
definitivamente pueden influir negativamente en la continuidad del proceso de cambios
que ha vivido la Universidad en los últimos 8 años..
De continuar la situación económica mundial y nacional es evidente que el Gobierno
Dominicano no contará con recursos suficientes para hacerle frente al gasto e inversión
sociales, incluyendo la educación, la salud y la alimentación de la población y podría no
poder atender las demandas sociales. Para los próximos meses no se vislumbra a nivel
internacional una mejoría en las variables que influyen negativamente en el país. Un
impacto directo, que ya se observa, es la parálisis de las inversiones en las áreas de
construcción que realiza el Estado dominicano en la UASD y la persistencia en el no
flujo de recursos financieros para que la Universidad pueda hacer frente al déficit
presupuestario resultante del aumento de salario ejecutado en enero del 2007, con la
aprobación del Poder.
Para agravar el entorno, las nuevas autoridades de la universidad han aplicado una
política de expansión del gasto, más allá de lo establecido por la tradición, que siempre
ha aconsejado una política de austeridad para el primer año de gobierno universitario,
dado que existen costos económicos operativos propios de la transición electoral de la
UASD y desde hace varios años nos encontramos en una tendencia creciente en la
matrícula estudiantil, de mayor impacto incluso, en el primer semestre del año.
El impacto de las acciones de personal realizada por la actual gestión no ha sido
cuantificado por el área administrativa, a pesar de que se han realizado cientos de
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acciones de personal. Los cálculos más conservadores señalan que la nómina ha sido
incrementada en más de un 10%, con la agravante de que se han creado nuevos cargos
administrativos en violación al Estatuto Orgánico, art. 32, acápite w, que establece: “Son
atribuciones del Consejo Universitario, crear y suprimir cargos administrativos y
docentes, así como autorizar el nombramiento de los funcionarios y empleados”.
Dado el hecho de que el Rector llegó al gobierno universitario con el apoyo de una
amplia alianza de fuerzas, pero con el compromiso de la continuidad, y no obstante dar
preferencia a sólo una parte de estos aliados, todo parece indicar que los proyectos
políticos personales y el peso de la militancia partidaria lo está moviendo al manejo
gerencial de la UASD, bajo los viejos esquemas clientelares del partidismo político. De
mantenerse esa actitud, la situación podría agravarse, ya que el partido político al que
pertenece el rector acaba de perder las elecciones nacionales y no se avizoran nuevas
fuentes de empleos para su militancia, por lo menos hasta el año 2010, cuando se realicen
las próximas elecciones congresionales y municipales en el país. Esta realidad conduciría
ala creación de una superestructura burocrática en la UASD que acentuaría la situación
de crisis a niveles de caos, pudiendo llegar el momento en el que no se puedan pagar las
nóminas de la institución y se produzca la parálisis de algunas áreas, proyectos, procesos
y actividades, por razones de carencia de recursos.
El encarecimiento de renglones como son: petróleo, alimentos para el comedor, utensilios
para las labores académica y administrativa, se agregan a una situación de expectativas de
los sectores universitarios que estiman que el aumento de los precios de la canasta
familiar han absorvidos los antiguos aumentos y la mejora en las condiciones de vida que
se lograron en el anterior trienio.
El escenario más previsible en lo que resta de año se presenta en la siguiente dirección:
1. El gobierno tiene su propio desafío ante la crisis, por lo tanto, no está en
condiciones financieras de disminuir sensiblemente el déficit de la UASD, hasta
el punto de que se pueda pensar que en el primer año se podrá disponer de
recursos para impulsar los nuevos proyectos de la actual gestión universitaria e
incluso de que pueda sostener una parte de los proyectos que ya se venían
desarrollando desde la gestión anterior.
2. El manejo de la toma de decisión de la Universidad, por parte de las autoridades,
desalienta a las instancias de poder a darle un trato más considerado.
3. El aumento en la carga administrativa de los recursos que se usan para cubrir su
monto, origina una presión de los sectores académicos y estudiantiles que
reclaman un trato igual que a la empleomanía que alcanzó el estatus de
funcionario.
4. El manejo inadecuado por parte del equipo gobernante, podría resquebrajar la
gobernabilidad, generándose la perdida de legitimidad, lo que podría crear una
crisis de institucionalidad.
5. El gobierno podría demandar una sincerización de la nómina administrativa, lo
que profundizará la crisis de gobernabilidad.
6. El desvio de los fondos especializado de las facultades, de las cooperativas y de
los sindicatos y por consecuencia, la pérdida de funcionalidad de los mismos es
otro factor detonante en la UASD.
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7. Todo parece indicar que el ritmo de crecimiento de la matrícula universitaria se
mantendrá, por lo que habrá incremento de secciones, lo que significa más dinero.
Mientras que por su parte, el restablecimiento del programa de remanentes
(“remanuncas”) o no pago de salarios a profesores nuevos o cargas nuevas,
generaría mayores tensiones internas. Esperamos que la subvención económica
del Gobierno Central al Curso de Verano de este año no le ponga la tapa al pomo,
porque de no recibirse esos fondos no habría ninguna posibilidad de pagarlo y en
consecuencia esto afectaría el inicio de las labores docentes del segundo semestre
de este año.
8. De persistir este cuadro en la realidad actual, las autoridades de la UASD y sus
órganos de gobierno se verían en serias dificultades para crear las condiciones
necesarias para el despegue del impostergable proceso de reformas que requiere la
Universidad
PLAN DE GOBIERNO UNIVERSITARIO.
La gestión debe tener un Plan de Gobierno Universitario trienal donde están formuladas
las políticas a ejecutar en los próximos tres años, fundamentadas en base a la Misión,
Visión y Objetivos establecidos en el Estatuto Orgánico, Reglamentos y Normas de la
Universidad.
Cada Vicerector o Decano puede tener su propia linea de trabajo, fundamentada en la
realidad de su area, pero la misma debe tener como base los ejes fundamentales del
programa de gobierno de la gestión.
A pesar de que hablamos con altos funcionarios de la Universidad, no fue posible
conseguir el Nuevo Plan de Gobierno de la actual Gestión y todo parece indicar que a
pesar de resistirse a reconocer el peso determinante que tuvo el éxito del programa de la
gestión anterior y del valor de su vigencia para el presente, no obstante los intentos de
negar la continuidad hoy se está operando en piloto automático bajo el impulso inicial y
el despegue logrado por la gestión anterior.
La firma de convenios, el programa de internacionalización, la modernización
tecnológica, la capacitación de docentes en el uso de las nuevas tecnologías, la
permanencia del flujo de actividades de instituciones de la sociedad civil en el campus de
la UASD, el programa de recuperación de la memoria histórica, la inauguración de la
Estancia Infantil del CURSA en Santiago no son mas que indicadores, de que las
ejecutorias de los primeros cien días de la gestión universitaria actual, han sido posibles
gracias a los niveles de avances dejados por la gestión anterior y que se requiere de una
discusión de actualización del Nuevo Plan de Gobierno Universitario y la definición de
prioridades para el nuevo contexto que vive hoy la UASD.
Analisis Post Electoral.
Rol de los grupos profesorales.
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