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ANIMACIÓN A LA LECTURA / MOANES, 5 – diciembre - 2007
Apuntes de una Jornada con Don Gonzalo Moure Trenor, autor del libro:
“EL VENCEJO QUE QUISO PISAR EL SUELO”
Una vez que se hicieron las presentaciones del escritor, nos comentó que
la historia la hiciera con los píes, ya que lo pensara por la ruta del Camino
de Santiago, durante un mes de julio y que entre agosto y septiembre, al
regresar, logro terminarla. Era una zona en la que abundaban los vencejos,
aunque él antes no los conociera, pero tiene amigos que les contaron cosas
sobre ellos, el pueblo se llamaba Azofra, en la Comunidad de La Rioja,
cerca ya de Navarra.
Es de la opinión que los escritores solo son trabajadores, cuyo material
son las letras, que el trabajo de escribir a veces es muy fácil, como en el
vencejo y otras te cuesta empezar las historias, aunque sepas de que tema
quieres que traten; otras tienes que estudiar para poder escribirlas, viajar a
los países de los que quieres contar algo (estuvo en el desierto del Sahara),
estudiar música y todo eso te lleva años de preparación.
Son 18 años en esta profesión y le parece que no tiene mucho mérito
porque siempre fue un niño que siempre quiso escribir y por tanto no le
parece nada valioso lo que hace, es tímido y tiene que esforzarse en esta
reuniones con otros niños como él, pero lo hace muy gratamente.
No pudo salvar a un vencejo porque no llegó a tiempo para echarle una
mano como en el cuento. Cuando escribe le salen las letras y otras cosas
mal y tiene que revisar y hacerlo bien.
Acaban de publicarse tres libros y hay otro ilustrándose (La Pluma)
pero el dibujante se toma su tiempo y no sabe cuando se podrá publicar. La
escribió al ver un niño desde una cafetería soplando una pluma de pájaro
sin que tocara el suelo. En total ha escrito 28 libros. Tiene alguno castigado
en un cajón, porque no le gustó una vez terminado y no dejo que lo
editasen.
Del libro que se siente más orgulloso “Palabras de caramelo”, que
últimamente le hicieron una versión para teatro (Maria Parrato) que le
emocionó y le hizo llorar de belleza y orgullo por lo que había conseguido
sacar de ella. También de “Soy un caballo”, un tema para acercarnos al
otro, acortando distancias. Los escritores transformamos en historias la vida
que está alrededor, sobre todo en la naturaleza, porque en ella está la
poesía.
Su pájaro preferido es el petirrojo y nos contó la relación con uno,
cuando tenía que sacar el estiércol de los caballos de un familiar suyo; a los
pájaros les encanta la avena a medias de digerir que encontraban el montón
que cada día sacaba de la cuadra y el petirrojo le agradeció el desayuno,
posándosele en el hombro, como agradeciéndoselo.
El fin del cuento tenía dos opciones morir o vivir, pero consideró
que los humanos hacemos bastante daño al Planeta Tierra y era como un
guiño de vida mejor. La historia de Gordo empezó siendo no muy querido
por los hermanos y acabó convirtiéndose en Sabio, porque se atrevió a
seguir considerando que la curiosidad por posarse en el suelo, pudo más
que la prudencia que los demás vencejos le aconsejaron; quizá porque la
impensable amistad con el gorrión Flaco o porque al empezar a volar las
alas le dieron el valor suficiente para intentarlo y conseguir tocar el suelo.
No piensa continuar ninguna historia de los cuentos que publicó, pero tiene
en mente, hacer como un poco la continuación Maito Panduro, en la
historia de una niña gitana, para comentar el futuro de estas niñas que
siempre se casan muy jóvenes.
Solía escribir en un mismo sitio, pero ahora ya es capaz de hacerlo en
cualquier lugar donde se le ocurren las ideas. Piensa escribir más historias
con animales, una sobre su perro Fango y otra de un gorrión.
De pequeño le gustaba mucho leer, no tenía muchos amigos y
dedicaba el tiempo a la lectura. No tiene ninguna mascota solo en una
ocasión periquitos de un tío suyo que le entretenían viendo como se
movían por la jaulas en las que vivían con tubos metálicos entre ellas.
La parte que más le gustó del cuento “El vencejo...” es aquella en
que Gordo dialoga con el vencejo Viejo.
De mayor quiere ser un niño para leer y escribir historias.
Escuchamos: “El baile de los vencejos” de Manuel Comesaña, nacido en
Vigo en 1959, que escribe música a los cuentos de TEO, que Marisa había
oído en un programa de radio.
NOTA: Es el resumen de las preguntas que niñas – niños y mayores, le
hicimos al autor.
ASISTENTES:
Las/ los “niñas – niños” del Hogar de Mayores con Pedro Gilthoniel
Los alumnos y alumnas de Anleo, Moanes (Infantil y mayores), Otur y
Cadavedo, junto con madres /padres y tutores.
Don Gonzalo Moure Trenor, nació en Valencia en octubre de i951, pero
reside en Figueras - Concejo de Castropol (Asturias) desde 1989.
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