Num034 016

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Entrevista con Abel Caballero,
Ministro de Transportes, Turismo
y Comunicaciones
arecía lógico que en un número monográfico dedicado a los temas de la comunicación social, se incluyan las opiniones del máximo responsable, a nivel de
Gobierno, en lo que se refiere a los
aspectos técnicos del complicado, complejo y dinámico mundo de la información. Con ello
Cuenta y Razón quiere poner de relieve que, cara al
futuro, la evolución de las comunicaciones sociales
depende básicamente de los soportes técnicos y de la
evolución científica y tecnológica. El Ministro de
Cultura y portavoz del Gobierno sería el competente en
lo que se refiere a los contenidos de la información. El
Ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones
tiene la máxima responsabilidad en materia técnica,
industrial y de ordenación de competencias.
Por eso nos ha parecido especialmente interesante
presentar al Ministro Abel Caballero un cuestionario
que ha tenido la gentileza de contestar en su integridad.
Abel Caballero es gallego y nació el 2 de septiembre
de 1946. Doctor en Ciencias Económicas por las
Universidades de Santiago de Compostela y Cambridge, es además,
piloto de la Marina Mercante y «Masters of Arts» en Economía por
la Universidad de Es-sex (Reino Unido). Ha sido profesor adjunto
de Teoría Económica de la Facultad de Ciencias Económicas de
Santiago de Compostela y profesor agregado en las Universidades de
Sevilla y Santiago y, en esta última, Catedrático de Teoría
Económica, a partir de 1983. Es miembro delTrinity College de la
Universidad de Cambridge y de diversas asociaciones de economía
españolas y extranjeras. Además, diputado del PSOE por La Coruña
durante la legislatura 82-86 y portavoz del grupo parlamentario
socialista para asuntos económicos en el Congreso. En la actual
legislatura, fue elegido de nuevo diputado del PSOE por la
provincia de Pontevedra. Es Ministro de Transportes, Turismo y
Comunicaciones desde junio de 1985.
—¿Cuáles son los principios básicos que inspiran la Ley de
Ordenación de las Comunicaciones?
—El gran objetivo se centra en la mejora de los servicios y la
expansión del sector de las Telecomunicaciones. A partir de ello,
se establece la ordenación de la prestación de los servicios, diferenciando los que se encuentran vinculados al Monopolio; de los nuevos servicios de telecomunicación que se prestarán en régimen de
concurrencia. Se liberalizan los terminales de comunicación y se
sientan las bases de un nuevo contrato con la CNTE.
Por lo que respecta al aspecto radioeléctrico su gestión se declara
de dominio público y se propone una reordenación de las frecuencias.
Dentro de este último apartado, se establecen las reglas básicas
de los servicios de radiodifusión y se proporciona una nueva definición de los servicios de Televisión.
«SE LIBERALIZAN
LOS TERMINALES
DE COMUNICACIÓN
Y SE SIENTAN LAS
BASES DE UN
NUEVO CONTRATO
CON LA CNTE»
—¿Puede decirse que el Gobierno ha utilizado el modelo
existente en alguna otra democracia occidental?
—Efectivamente. La LOT es una ley moderna en sintonía con
las últimas propuestas de la CEE para este sector. La LOT se adelante en este sentido, al dar cumplimiento a los principales postulados del Libro Verde sobre las Telecomunicaciones de la Comunidad.
—El control técnico de las comunicaciones por el Estado,
¿puede afectar a la libertad de información?
—En ningún caso. El control técnico va a permitir garantizar
la libertad de información de todos los ciudadanos, a la vez que
servirá para facilitar el correcto uso de los sistemas y servicios
le-galmente establecidos.
—¿Cuál es la posición de su Ministerio respecto ala televisión privada?
—La del Gobierno, por supuesto.
—¿Qué posibilidades existen desde el punto de vista técnico
en lo que se refiere al número de concesiones?
—Desde el punto de vista técnico y para una cobertura nacional,
se ha planificado la reserva de frecuencias para las dos cadenas del
ente público, el canal autonómico y las tres cadenas privadas, lo
que nos lleva al borde de las posibilidades en red terrena.
—¿Qué papel va a corresponder al Estado español y a los
Estados en general en las comunicaciones vía satélite y, muy
especialmente, en la televisión vía satélite?
—La LOT, en su artículo octavo, indica muy claramente que
la utilización del dominio público radioeléctrico a partir de satélites
de comunicación se encuentra sometida al derecho internacional, y
su explotación en el ámbito de la soberanía española se reserva al
Estado para su gestión en régimen directo o indirecto.
—¿El Ministerio tiene conocimiento de que existan proyectos a nivel de la Comunidad Económica Europea para establecer una regulación supranacional en lo que se refiere al aspecto
técnico de las comunicaciones?
«EL CONTROL
TÉCNICO VA A
PERMITIR
GARANTIZAR LA
LIBERTAD DE
INFORMACIÓN DE
TODOS LOS
CIUDADANOS»
«LA RADIODIFUSIÓN
SE VE FAVORECIDA
POR LA LOT»
«LA PROPIA LOT ES
UN CLARO EJEMPLO
DE UNA NORMATIVA
QUE REGULANDO
LAS TELECOMUNICACIONES
ALCANZA DE LLENO
A LA INFORMÁTICA»
—Por supuesto. Desde mi Departamento conocemos y hemos
sido impulsores de las líneas básicas que contienen el Libro Verde
de las Telecomunicaciones.
—A la vista de la nueva legislación y de las nuevas directrices, ¿la radiodifusión española sufriría alteraciones importantes o, por el contrario, se mantendrán sus esquemas técnicos actuales?
—La radiodifusión se ve favorecida por la LOT, en la medida
que esta norma viene a refrendar su actual estatus y permite, a la
vez, la aparición de nuevas emisoras concesionarias. Todo esto lo
vamos a hacer después de la aparición de un Plan Técnico Nacional
de Frecuencias, que garantizará la limpieza de las ondas.
—¿Qué papel va a corresponder a la Compañía Telefónica
en todo lo que se refiere a las comunicaciones en aspectos tan
importantes como el teléfono, el télex, el telefax, etc.?
—Un papel muy importante. La CTNE continuará siendo la
empresa explotadora de los servicios de Telecomunicación, ya
que próximamente va a negociar su contrato de concesión con el
Estado por otros 30 años. En este contrato, quedarán perfectamente delimitadas las funciones de la Compañía, como explotadora
de servicios, y las del Estado como responsable de la ordenación.
—¿Existe o debe existir algún tipo de relación en lo que se '•
refiere a normas jurídicas o planteamientos técnicos entre el
mundo de las comunicaciones y el de la informática, en el proceso
de intervención de los ordenadores en el mundo de la información?
—Las telecomunicaciones y la informática son dos sectores
que se complementan y tienden aceleradamente a su fusión.
Cada vez más una central telefónica es un conjunto de ordenadores, y por otra parte, los ordenadores utilizan el proceso distribuido
y las telecomunicaciones para conectarse entre sí. Por lo tanto, cada
vez va a ser más frecuente que las normas que se dicten para un
campo afecten directamente al otro. De hecho en estos momentos
están apareciendo servicios de teleinformática que vienen a
conjugar ambos sectores.
La propia LOT es un claro ejemplo de una normativa que regulando las telecomunicaciones alcanza de lleno a la informática.
—Para terminar, ¿puede decirse que las nuevas orientaciones y la nueva normativa ampliarán los ámbitos de libertad de
la sociedad y de los ciudadanos contribuyendo a hacer de España un país cada vez más democrático?
—Sin duda. En la medida que estamos promoviendo la creación de nuevos medios, canales y servicios de comunicación estamos ampliando las posibilidades de acceso a la información del
ciudadano.
Estas son las contestaciones literales del Ministro. Todas ellas
reflejan, en cierta medida, su personalidad. Son unas respuestas
serias, técnicamente correctas, que permiten contemplar con esperanza el futuro de las comunicaciones. No hay ideologías previas
ni posiciones partidistas. El principio fundamental es garantizar la
libertad y la democracia. A partir de ahí, es la técnica la que impone
sus exigencias y tiene que ser la sociedad la que aproveche las
posibilidades jurídicas, técnicas y económicas, tanto en él plano
nacional como, a muy corto plazo, en el internacional. El problema
no se reduce al ya muy popular de la televisión privada. Es mucho
más amplio. Las nuevas posibilidades tecnológicas tienen que estar
al servicio del individuo y de la sociedad. Y el Estado tiene la
obligación de garantizar que ese gran proyecto de libertad que es
la democracia se vea favorecido, impulsado y fomentado por un
sistema de comunicaciones adecuado.
R. A.
LAS NUEVAS
POSIBILIDADES
TECNOLÓGICAS
TIENEN QUE
ESTAR AL
SERVICIO DEL
INDIVIDUO Y DE
LA SOCIEDAD
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