Entrevista con Abel Caballero, Ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones arecía lógico que en un número monográfico dedicado a los temas de la comunicación social, se incluyan las opiniones del máximo responsable, a nivel de Gobierno, en lo que se refiere a los aspectos técnicos del complicado, complejo y dinámico mundo de la información. Con ello Cuenta y Razón quiere poner de relieve que, cara al futuro, la evolución de las comunicaciones sociales depende básicamente de los soportes técnicos y de la evolución científica y tecnológica. El Ministro de Cultura y portavoz del Gobierno sería el competente en lo que se refiere a los contenidos de la información. El Ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones tiene la máxima responsabilidad en materia técnica, industrial y de ordenación de competencias. Por eso nos ha parecido especialmente interesante presentar al Ministro Abel Caballero un cuestionario que ha tenido la gentileza de contestar en su integridad. Abel Caballero es gallego y nació el 2 de septiembre de 1946. Doctor en Ciencias Económicas por las Universidades de Santiago de Compostela y Cambridge, es además, piloto de la Marina Mercante y «Masters of Arts» en Economía por la Universidad de Es-sex (Reino Unido). Ha sido profesor adjunto de Teoría Económica de la Facultad de Ciencias Económicas de Santiago de Compostela y profesor agregado en las Universidades de Sevilla y Santiago y, en esta última, Catedrático de Teoría Económica, a partir de 1983. Es miembro delTrinity College de la Universidad de Cambridge y de diversas asociaciones de economía españolas y extranjeras. Además, diputado del PSOE por La Coruña durante la legislatura 82-86 y portavoz del grupo parlamentario socialista para asuntos económicos en el Congreso. En la actual legislatura, fue elegido de nuevo diputado del PSOE por la provincia de Pontevedra. Es Ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones desde junio de 1985. —¿Cuáles son los principios básicos que inspiran la Ley de Ordenación de las Comunicaciones? —El gran objetivo se centra en la mejora de los servicios y la expansión del sector de las Telecomunicaciones. A partir de ello, se establece la ordenación de la prestación de los servicios, diferenciando los que se encuentran vinculados al Monopolio; de los nuevos servicios de telecomunicación que se prestarán en régimen de concurrencia. Se liberalizan los terminales de comunicación y se sientan las bases de un nuevo contrato con la CNTE. Por lo que respecta al aspecto radioeléctrico su gestión se declara de dominio público y se propone una reordenación de las frecuencias. Dentro de este último apartado, se establecen las reglas básicas de los servicios de radiodifusión y se proporciona una nueva definición de los servicios de Televisión. «SE LIBERALIZAN LOS TERMINALES DE COMUNICACIÓN Y SE SIENTAN LAS BASES DE UN NUEVO CONTRATO CON LA CNTE» —¿Puede decirse que el Gobierno ha utilizado el modelo existente en alguna otra democracia occidental? —Efectivamente. La LOT es una ley moderna en sintonía con las últimas propuestas de la CEE para este sector. La LOT se adelante en este sentido, al dar cumplimiento a los principales postulados del Libro Verde sobre las Telecomunicaciones de la Comunidad. —El control técnico de las comunicaciones por el Estado, ¿puede afectar a la libertad de información? —En ningún caso. El control técnico va a permitir garantizar la libertad de información de todos los ciudadanos, a la vez que servirá para facilitar el correcto uso de los sistemas y servicios legalmente establecidos. —¿Cuál es la posición de su Ministerio respecto ala televisión privada? —La del Gobierno, por supuesto. —¿Qué posibilidades existen desde el punto de vista técnico en lo que se refiere al número de concesiones? —Desde el punto de vista técnico y para una cobertura nacional, se ha planificado la reserva de frecuencias para las dos cadenas del ente público, el canal autonómico y las tres cadenas privadas, lo que nos lleva al borde de las posibilidades en red terrena. —¿Qué papel va a corresponder al Estado español y a los Estados en general en las comunicaciones vía satélite y, muy especialmente, en la televisión vía satélite? —La LOT, en su artículo octavo, indica muy claramente que la utilización del dominio público radioeléctrico a partir de satélites de comunicación se encuentra sometida al derecho internacional, y su explotación en el ámbito de la soberanía española se reserva al Estado para su gestión en régimen directo o indirecto. —¿El Ministerio tiene conocimiento de que existan proyectos a nivel de la Comunidad Económica Europea para establecer una regulación supranacional en lo que se refiere al aspecto técnico de las comunicaciones? «EL CONTROL TÉCNICO VA A PERMITIR GARANTIZAR LA LIBERTAD DE INFORMACIÓN DE TODOS LOS CIUDADANOS» «LA RADIODIFUSIÓN SE VE FAVORECIDA POR LA LOT» «LA PROPIA LOT ES UN CLARO EJEMPLO DE UNA NORMATIVA QUE REGULANDO LAS TELECOMUNICACIONES ALCANZA DE LLENO A LA INFORMÁTICA» —Por supuesto. Desde mi Departamento conocemos y hemos sido impulsores de las líneas básicas que contienen el Libro Verde de las Telecomunicaciones. —A la vista de la nueva legislación y de las nuevas directrices, ¿la radiodifusión española sufriría alteraciones importantes o, por el contrario, se mantendrán sus esquemas técnicos actuales? —La radiodifusión se ve favorecida por la LOT, en la medida que esta norma viene a refrendar su actual estatus y permite, a la vez, la aparición de nuevas emisoras concesionarias. Todo esto lo vamos a hacer después de la aparición de un Plan Técnico Nacional de Frecuencias, que garantizará la limpieza de las ondas. —¿Qué papel va a corresponder a la Compañía Telefónica en todo lo que se refiere a las comunicaciones en aspectos tan importantes como el teléfono, el télex, el telefax, etc.? —Un papel muy importante. La CTNE continuará siendo la empresa explotadora de los servicios de Telecomunicación, ya que próximamente va a negociar su contrato de concesión con el Estado por otros 30 años. En este contrato, quedarán perfectamente delimitadas las funciones de la Compañía, como explotadora de servicios, y las del Estado como responsable de la ordenación. —¿Existe o debe existir algún tipo de relación en lo que se '• refiere a normas jurídicas o planteamientos técnicos entre el mundo de las comunicaciones y el de la informática, en el proceso de intervención de los ordenadores en el mundo de la información? —Las telecomunicaciones y la informática son dos sectores que se complementan y tienden aceleradamente a su fusión. Cada vez más una central telefónica es un conjunto de ordenadores, y por otra parte, los ordenadores utilizan el proceso distribuido y las telecomunicaciones para conectarse entre sí. Por lo tanto, cada vez va a ser más frecuente que las normas que se dicten para un campo afecten directamente al otro. De hecho en estos momentos están apareciendo servicios de teleinformática que vienen a conjugar ambos sectores. La propia LOT es un claro ejemplo de una normativa que regulando las telecomunicaciones alcanza de lleno a la informática. —Para terminar, ¿puede decirse que las nuevas orientaciones y la nueva normativa ampliarán los ámbitos de libertad de la sociedad y de los ciudadanos contribuyendo a hacer de España un país cada vez más democrático? —Sin duda. En la medida que estamos promoviendo la creación de nuevos medios, canales y servicios de comunicación estamos ampliando las posibilidades de acceso a la información del ciudadano. Estas son las contestaciones literales del Ministro. Todas ellas reflejan, en cierta medida, su personalidad. Son unas respuestas serias, técnicamente correctas, que permiten contemplar con esperanza el futuro de las comunicaciones. No hay ideologías previas ni posiciones partidistas. El principio fundamental es garantizar la libertad y la democracia. A partir de ahí, es la técnica la que impone sus exigencias y tiene que ser la sociedad la que aproveche las posibilidades jurídicas, técnicas y económicas, tanto en él plano nacional como, a muy corto plazo, en el internacional. El problema no se reduce al ya muy popular de la televisión privada. Es mucho más amplio. Las nuevas posibilidades tecnológicas tienen que estar al servicio del individuo y de la sociedad. Y el Estado tiene la obligación de garantizar que ese gran proyecto de libertad que es la democracia se vea favorecido, impulsado y fomentado por un sistema de comunicaciones adecuado. R. A. LAS NUEVAS POSIBILIDADES TECNOLÓGICAS TIENEN QUE ESTAR AL SERVICIO DEL INDIVIDUO Y DE LA SOCIEDAD