parrafo 3

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Además de los síntomas anteriormente propuestos, para un diagnostico de
diabetes se deben de tomas en cuanta diferentes parámetros: edad, sexo,
procedencia,
antecedentes
de
enfermedad
autoinmune
asociada
y
antecedentes familiares, síntomas previos al inicio y su duración, y parámetros
bioquímicos
al
diagnóstico
(glucemia,
hemoglobina
A1c[HbA1c],
pH
y
bicarbonato). Se ha de interrogar y examinar al paciente a fin de identificar
cualquiera de los hechos expuestos anteriormente; El examen físico ha de ser
sistémico, y enfatizando sobre todo en los sistemas cardiovascular,
dermatológico, neurológico y oftalmológico por la frecuencia con que la
diabetes provoca lesiones inaparentes en dichos sistemas. También hay que
determinar el estado ácido básico del paciente a través de una gasometría
arterial, así como su osmolaridad.1 El diagnóstico positivo de diabetes mellitus
es el acto de identificar o reconocer la existencia de esta enfermedad en un
paciente. La realización exitosa de esta tarea se ve con frecuencia
obstaculizada por el curso latente o subclínico que tiene regularmente la
diabetes mellitus, y además porque muchas de las manifestaciones clínicas de
esta enfermedad suelen simular con frecuencia la existencia de otras. Para
minimizar estos obstáculos diagnósticos es que se diseñan estrategias
diagnósticas, es decir, formas o modos de abordar o enfocar desde el punto de
vista metodológico el diagnóstico de las enfermedades a fin de facilitar en
alguna medida la tarea diagnóstica del médico. A los pacientes mayores de 45
años de edad, es un grupo etáreo se considera de riesgo desde el punto de
vista epidemiológico.
2
Entre las características clínico epidemiológicas más
ostensibles de la diabetes figuran su predominio en edades tardías, en el sexo
femenino, su localización en áreas urbanas, la frecuencia de historia familiar de
diabetes, así como también la obesidad. Cuando a a un paciente le diagnostica
que padece diabetes, este cambia por completo su vida, como hábitos
alimenticios, comenzar algún tipo de actividad física, abstinencia de alcohol
tabaco, drogas. La educación al paciente acerca de mudanzas del estilo de
vida, medicamentos y complicaciones potenciales por el descontrol metabólico,
deben ser individualizada a su capacidad de entender la información y a su
1
2
Dr. J. Barreiro. (2005). Grupo de Diabetes Infantil de Galicia. Asociación Española de Pediatría, 5, 12.
Jorge Otero Morales, Ana María Suárez Conejero, Luis Céspedes Lantigua y Waldo Reboredo. (2006).
Diabetes mellitus. Diagnóstico positivo. Revista Cubana de Medicina General Integral, 06, 12.
nivel de interés, para que pueda coadyuvar al tratamiento y control, evitando
complicaciones desagradables o mutilantes que afecten su calidad de vida. El
tratamiento a pacientes hipertensos de alto riesgo con diabetes ofrece a los
clínicos desafíos y oportunidades. La coexistencia de la hipertensión y la
diabetes aumenta de forma dramática y sinérgica el riesgo de complicaciones
macro y microvasculares. Tal vez lo más importante en ellos sean los eventos
cardiovasculares, observación que puede ser evidenciada por el mayor número
de
óbitos
atribuidos
a
enfermedades
relacionadas
con
el
sistema
cardiovascular entre 45 y 65 años de edad. En consecuencia, el tratamiento
agresivo de esa población permite reducir el exceso de muertes por
enfermedad cardiovascular. 3
3
Valdés, Dr. Nelson Crespo. (2003). Caracterización de la diabetes mellitus. Revista Cubana de Medicina
General Integral, 03, 12
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