7. La construcción concreta del socialismo científico-filosófico del siglo XXI Varias veces el Presidente Hugo Chávez ha revelado el programa revolucionario de su gobierno para los años por venir. Obviamente, por ahora, en el año 2007, la Revolución Bolivariana tiene que entrar en su fase decisiva de la construcción del socialismo del siglo XXI en Venezuela y en el mundo entero. Como nunca antes, ahora sí tenemos el cuadro de condiciones más favorable para avanzar con nuestra revolución social en Venezuela. ¡Es ahora o nunca! ¿Qué hace falta? ¡Nosotros mismos! Hacer, pensar y sobrepasar la revolución mundial permanente. Entonces, de relevancia es lo que debemos hacer y podemos pensar aquí y ahora. El Presidente Chávez no puede hacer y pensar todo él solo, no puede hacer la historia él solo. Debemos unirnos a la revolución de una manera convincente, organizada y responsable. Esto es lo verdaderamente nuevo que ha de venir. Una cosa es cierta, urgentemente debemos lanzar la próxima etapa de la Revolución Bolivariana pero, en primer lugar, debemos separar el trigo sano y germinante en nuestros cerebros de la enferma paja religiosa e ideológica; asimismo, concretamente debemos separar a los lobos con piel de oveja y boinas rojas, de en medio de nuestros verdaderos libertadores bolivarianos. Nuestras predicciones políticas tienen que ser científicas, de eso se tratan las ciencias naturales y 73 sociales también. Contra qué debemos luchar en Venezuela en este momento debe estar tan claro como el agua. Nuestra lucha no es contra Bush, Blair, Merkel o Ratzinger. ni siquiera contra `el Imperio’. Como explicado en los capítulos anteriores, la lucha nuestra la declaramos categóricamente en contra de la esencia explotadora, la existencia parasitaria, las contradicciones sociales, el modus operandi terrorista, la crueldad racista y la alienación barbárica del capitalismo imperialista, del imperialismo capitalista, del fascismo global y de la globalización neo fascista en Venezuela y en todas partes del mundo. ¿Qué es lo que ha ocurrido realmente en Venezuela en los últimos ocho años, específicamente entre abril de 2002 y enero de 2003 durante el golpe y sabotaje petrolero, y en diciembre de 2005 y 2006 en las elecciones parlamentarias y presidenciales respectivamente? ¿Para qué se está fundando y contra qué se está dirigiendo nuestro nuevo partido socialista unido de Venezuela, el PSUV? En varias ocasiones hemos explicado la esencia revolucionaria de estos momentos actuales históricos en Venezuela. Lo que ocurre hoy día aquí es una lucha de clases, una guerra de clases contra el capitalismo neocolonial nacional y el fascismo corporativo global, contra sus guerras de exterminio. Pero el mero hecho, por ejemplo, de que tengamos elecciones políticas democráticas, inventadas y desarrolladas por los filósofos burgueses de la Ilustración, indica nuestro dilema verdadero: Estamos tratando desesperadamente de abolir la esclavitud asalariada dentro del contexto de la propiedad privada de los medios de producción, dentro del sistema capitalista de barbarie eterna, dentro del mercado mundial fascista; estamos utilizando sus propias instituciones políticas y estamos siguiendo sus reglas de juego de la acumulación del capital, estamos adoptando su economía ‘mixta’, sus instrumentos de opresión legal, su sistema de pluralidad de partidos políticos, su aparato estatal, e inclusive nos estamos valiendo de su discurso anti-marxista para construir el socialismo del siglo XXI. ¿A qué nos conducirá esto? Tengámoslo claro: Lo que ha evolucionado en el planeta Tierra a lo largo de unos 6 billones de años, el capitalismo está por destruir en 74 un tiempo récord de tan sólo unos 300 añitos. ¡Ojalá y la Revolución Bolivariana lograra destruir la herencia física e intelectual de 500 años de colonización dentro de los próximos 10 años! Es un asunto de vida y muerte, de ser o no ser. Realmente no nos queda mucho tiempo para realizar nuestros sueños y emanciparnos. Por lo tanto, advertimos con mucha valentía y brevedad picante lo siguiente. Es un asunto axiomático: Quien a estas alturas de la historia todavía apoye, cultive y alimente el capitalismo en Venezuela está firmando nuestra sentencia de muerte como pueblo, como especie. ¡No se puede disfrutarla torta capitalista y al mismo tiempo eliminar sus contradicciones centrales! ¡Dentro del capitalismo o bien somos revolucionarios o bien somos reformistas! ¡No se puede servir a dos amos, a Dios y a Satanás, al mismo tiempo! ¡O bien somos amos o bien somos esclavos, al menos que hablemos de realidades totalmente 'triferentes’! El quid de la cuestión es cómo liberarse de las normas, patrones, costumbres y vicios capitalistas. Debemos cambiar las condiciones sociales que nutren y sostienen al capitalismo. Debemos estudiar científicamente El Capital de Marx, saber qué es lo que hay que desmantelar, erradicar para siempre. En este caso, la Santa Biblia censurada y falsificada es inútil como guía. Debemos estudiar el imperialismo, debemos conocer qué es la globalización, qué significa la realización del capitalismo e imperialismo a escala mundial. Sólo entonces entenderemos el panorama global de la Revolución Bolivariana. Además, para nosotros no debería ser ningún problema explicar a cualquier campesino o trabajador venezolano en términos simples sin perder la precisión qué es la revolución, qué es un revolucionario. El estudio científico del capitalismo e imperialismo nos revelará una macabra realidad a todos nosotros: desenmascarará sin misericordia todas las mentiras ideológicas y detonará nuestra actual visión del mundo, pero esto es necesario. Demostrará los límites democráticos burgueses de muchas revoluciones sociales y coloniales del pasado y también demostrará los límites reformistas de varios camaradas alrededor de nosotros. El holocausto mental de cinco siglos ha causado un daño intelectual y moral casi irreparable. 75 Definitivamente, aquí en Venezuela estamos haciendo la primera revolución social en la época de la globalización, pero nuestra Revolución Bolivariana todavía no está completa, apenas ha comenzado, todavía es débil, está en peligro, y puede ser frustrada, puede ser `cortada de raíz’. Su potencialidad está en gran peligro, hoy más que nunca. El anti marxismo virulento, la preservación de la propiedad privada de los medios de producción detrás de la gastada fórmula de la’economía mixta’, el rechazo al concepto de la’dictadura del proletariado’ y la defensa de la dictadura de los pocos sobre los muchos, es decir, de la `democracia’ burguesa, todo ello demuestra que nos encontramos en una situación muy vulnerable, en un cul de sac reformista del cual no parece haber salida por ahora. Por lo tanto, debemos ser cuidadosos como nunca antes. En el 2007, las eternas conspiraciones, el sabotaje, los intentos de golpe, la filtración interna, continuarán. La vida del Presidente Chávez está en peligro permanentemente. El látigo de la contra-revolución se está desvaneciendo y el reformismo se está esparciendo rápidamente, con lo que nosotros mismos podemos ser quienes ponen en riesgo a nuestra propia revolución. Como explicado en los capítulos anteriores, necesitamos urgentemente una vanguardia socialista, una verdadera oposición, una negación dialéctica, revolucionaria. Necesitamos construir la verdadera negación del capitalismo, esto es, el socialismo mismo, necesitamos el marxismo. El socialismo ya no soporta ni un solo fraude, ni una sola caricatura más. En este momento victorioso - aparentemente victorioso - somos lo más vulnerable. Nos dormimos en nuestros dulces laureles, disfrutamos nuestro triunfo glorioso y reposamos sobre la certeza de que lo obtenido hasta ahora es bien merecido y suficiente. Sin embargo, el arduo camino de la revolución apenas ha comenzado. En realidad, nuestro quo vadis bolivariano, nuestro camino hacia la verdadera revolución y emancipación, está determinado por nuestra voluntad, nuestros deseos, nuestro pensar y hacer colectivo; por nuestra constante dirección, observación y auto-corrección en caso que corramos el peligro de desviarnos. Por eso y para esto, requerimos una práxis y teoría revolucionaria propia, inventada, pensada y hecha de, por y para nosotros mismos. 76 Ya no estamos en tiempos de tomar la Bastilla o el Palacio de Invierno, ni tampoco estamos luchando en la Sierra Maestra. Hoy, nos enfrentamos a un adversario de clase que no hesitará en eliminarnos con bombas atómicas u cualquier otro tipo de armas de destrucción masiva que esté a su alcance. Necesitamos las estrategias y tácticas correspondientes, las armas adecuadas, tanto materiales como teóricas para nuestra auto-defensa efectiva y eficiente. También es necesario que conozcamos nuestra realidad, nuestras vulnerabilidades, nuestras ilusiones para no sucumbir ante ellas sino superarlas. Nos guste o no, un simple análisis marxista científico y filosófico actualizado de nuestra realidad global de los últimos dos siglos puede verificar fácilmente que el `buen capitalismo’ del que soñó un Adam Smith, el capitalismo liberal, acabaría de manera igual con los trabajadores que el posterior capitalismo monopolista y por ende no nos sirve hoy como `ideal’ o `horizonte’ como lo puedan llegar a creer algunos compatriotas. El capitalismo liberal no era ni bueno ni humano y apenas nacido se transformó por su propia dinámica en capitalismo monopolista. Las condiciones de ‘vida’ horribles de la clase trabajadora durante la época de la Revolución Industrial las describió Federico Engels en 1845 en su famoso libro, La situación de la clase obrera en Inglaterra. Quién sabe y en lo que pasen tan sólo cuatro generaciones más, nuestros tataranietos podrían experimentar el fin de la vida en este planeta y para entonces no habrá nadie quien lo anote para la posterioridad. Otra amarga verdad que hay que aprender es que aquellos que inventaron el dogma del cristianismo y lo utilizaron para sus fines en los tiempos feudales de la Conquista no fueron precisamente los esclavos, siervos o campesinos, fueron las clases dominantes europeas, los señores feudales negreros, la nobleza y el clero reinante por gracia de dios, el Estado feudal y la Iglesia romana católica agarrados de la mano. Luego y después de haber ocurrido la separación de Estado e Iglesia bajo la avanzada de la burguesía, la vieja superestructura del orden feudal, esto es, la religión cristiana, se mantendría viva por mucho tiempo más ya que seguía siendo un 77 instrumento importante de control y manipulación en manos de las nuevas clases dominantes. Si tomamos en cuenta estas consideraciones podemos acercarnos, especialmente los trabajadores venezolanos, a una mínima posibilidad de saber qué exactamente es el capitalismo y cómo originó, qué es el imperialismo y cómo originó, o qué exactamente fue la revolución capitalista burgués-democrática y cuáles son sus límites. Sobre todo, podríamos empezara vislumbrarlo que realmente es la tan celebrada `democracia’, que es el concepto ideológico más virulento que la acumulación del capital haya engendrado desde el año 500 a.C. Podríamos entonces empezar a comprender lo que Lenin nos ha explicado: que la democracia no es otra cosa que un eufemismo que esconde la dictadura de los pocos sobre los muchos. Podríamos empezar a liberarnos de los mecanismos por medio de los cuales los medios de comunicación se han apoderado de nuestras mentes y las han llenado con su basura ideológica. Podríamos empezar a rescatar y refinar nuestra capacidad de identificación, diferenciación y análisis, por medio de la cual se nos haría mucho más fácil detectar un ideólogo neo-liberal, un reformista o un lobo con piel de oveja y boina roja de entre nosotros mismos. De esta misma manera, las fuerzas emancipatorias venezolanas ganaríamos una base real y sólida de masas y una legitimidad popular para botar del proceso a los eternos traidores, para deshacernos de los supuestos ‘anillos’ alrededor de Miraflores que son una especie de filtro selectivo en cuanto a noticias que deben, o no, llegara los oídos del presidente. Podríamos identificar con claridad quiénes son los que integran la nueva clase política capitalista emergente sin interés alguno en construir el socialismo del siglo XXI, los ‘Chavistas sin Chávez’, los colaboradores de la CIA, los planificadores de los próximos sabotajes. Además, podríamos actuar contundentemente en contra de nuestros enemigos internos más peligrosos, que son el triunfalismo, la burocracia, la impunidad y la corrupción. Sin duda alguna, esta batalla hay que librarla ya, y tiene que ser permanente. Como hemos dicho, quien conoce al capitalismo conoce al socialismo. Quien sabe que el capitalismo es un modo de producción y al mismo tiempo un modo de destrucción también sabe lo que es su 78 opuesto, su negación, es decir, sabe que el socialismo no puede ser otra cosa que un modo de creación, de creatividad humana. El problema es que en el socialismo, en una sociedad sin clases, en una sociedad que no conozca la propiedad privada de los medios de producción ni `economía mixta’ ni nada por el estilo, en una sociedad que no tenga como norte ni la clase media en positivo, ni en negativo, ni en neutro, en una sociedad realmente nueva, auténticamente socialista, debemos dejar de producir mercancías, valores de cambio, capital y ganancias; debemos dejar de hablar de precios, equivalencias, mercados y bonos de PDVSA, ya que no habrá base para ello, esto quiere decir: ¡no habrá explotación económica en Venezuela! En vez de producir, trabajar, laborar y labrar como esclavos asalariados dependientes del amo, debemos volvernos autónomamente creativos y creativamente autónomos, debemos crearnos a nosotros mismos, ser creadores de nuestro propio quo vadis. Cualquier otra cosa no sería socialismo, por lo menos no el socialismo de los seres humanos libres y emancipados que se supone constituyen el nuevo hombre y la nueva mujer. ¿Qué debemos hacer entonces y cómo empezamos? Para comenzar, debemos deshacernos cuánto antes de los cinco pilares del capitalismo e imperialismo existentes en Venezuela: la explotación económica, la dominación política, la discriminación social, la militarización universal y la alienación humana. Todos nuestros proyectos a corto, mediano y largo plazo deben tener como fin la erradicación de estos cinco pilares. Una de las primeras tareas de la reforma constitucional (si es que realmente la consideramos un instrumento apropiado, revolucionario) debería ser la eliminación de la propiedad privada de los medios de producción y la elaboración de un marco constitucional que defina y regule la propiedad social y colectiva de los medios de producción bajo los principios de la capacitación, motivación, participación, responsabilidad, creatividad, innovación y disfrute de todos. El momento que introduzcamos el socialismo en Venezuela, nos atacarán de verdad. Es por eso que entre las máximas prioridades debe figurarla auto-defensa de la revolución. El capitalismo ha matado 79 a millones de trabajadores y campesinos revolucionarios en el siglo XX, ha masacrado a casi todos sus lideres marxistas y socialistas, ha sofocado, minado, saboteado, difamado y finalmente bombardeado a cualquier esfuerzo de construcción de una alternativa socialista al capitalismo, para que el socialismo nunca prospere, tenga éxito y se convierta en ejemplo y centro de gravedad para el resto de la humanidad. También y por eso mismo, debemos entrelazarnos con otros movimientos de resistencia global que apunten hacia la negación del capitalismo globalizado, hacia la revolución permanente mundial, hacia el socialismo del siglo XXI, hacia la emancipación humana. 80