“RECUPERANDO LO NUESTRO” Proyecto de Elaboración de la Solicitud de Titulación Colectiva de los Territorios Ancestrales de las Comunidades Negras de las Islas del Rosario En aplicación de la Ley 70 de 1993 CONSEJO COMUNITARIO DE ORIKA Con el Apoyo de Fundación Marina Fundación Surtigas Islas del Rosario - Cartagena. Enero 2006 Historia de la población afrodescendiente de las Islas del Rosario • El poblamiento afrodescendiente de las Islas se remonta a hace más de 200 años. • La historia de las Islas del Rosario es la historia de Barú. La población estaba distribuida entre el casco urbano de Barú y las zonas rurales, como lo son las Islas del Rosario. • Hacia 1870 ya existían fincas en las Islas del Rosario dedicadas al cultivo intensivo de frutales como coco, níspero, anón, limón, papaya y otros productos que abastecían los mercados de Cartagena Las Islas del Rosario antes de 1950 • Entre 1870 y 1950 personas como Trifón Gómez, Andrés Gómez, Francisco de la Rosa, Nicolás Molina, José María Morales, y Juan Julio (entre otros) fueron los dueños de los terrenos de las islas del Rosario, los cuales fueron heredados de sus antecesores. • En las islas vivían, además, otras familias afrodescendientes que trabajaban en estas fincas. • Los arrecifes coralinos fueron aprovechados tradicionalmente por los habitantes de las islas y, en general, por toda la población barulera. Geral de la Rosa y Maximiliano de la Rosa, nietos de Francisco de la Rosa, antiguo propietario de una finca de cocos en Isla Grande, Islas del Rosario. (Foto tomada en el encuentro de la tercera edad realizado en Barú el pasado 17 de diciembre de 2005) La crisis económica de la década de 1950 Hacia 1950 se dieron dos eventos que fueron determinantes en el devenir histórico de esta región : 1. Llegó una plaga, denominada “la porroca”, que afectó los cultivos de coco y generó una crisis económica en toda la población. 2. La construcción del Canal del Dique hacia 1930 interrumpe los aportes de agua dulce de las ciénagas continentales, lo cual afectó la agricultura de la región y convierte a la península de Barú en una isla. Eika de la Rosa le pregunta a su tío abuelo José Luis de la Rosa sobre el pasado de las Islas del Rosario. (Foto tomada durante el concurso “Recuperando lo Nuestro” el pasado 27 de diciembre de 2005) La venta de tierras de las Islas del Rosario • Personas del continente que practicaban la navegación y la pesca deportiva llegaron a comprar terrenos en las Islas del Rosario para construir casas de recreo. • El proceso de venta de predios estuvo determinado por los vínculos de solidaridad que se generaron entre las familias que compraron y las familias nativas, que trabajaron para los dueños de las casas vacacionales. • Los nativos establecieron sus viviendas en los respaldos de las casas vacacionales con el consentimiento de los dueños. Actualmente viven ahí sus descendientes. Las actividades económicas de los nativos cambiaron • El turismo a las islas se fue generando de una manera informal y los nativos eran quienes recibían a los visitantes, prestando el servicio de restaurante y de guianza para la pesca y el careteo. • Con la llegada de los hoteles, los nativos pierden protagonismo y quedan relegados al turismo informal. • La agricultura intensiva del coco se sustituyó por un sistema itinerante de pequeños cultivos de frutales y productos de pancoger que se intercalaron con el ecosistema de bosque seco. Este ecosistema prosperó ante la decadencia del cultivo de coco. • La pesca pasó de ser una actividad de subsistencia a constituir la principal fuente de ingresos ante la decadencia de la agricultura intensiva y la aparición de intermediarios que comercializan el pescado desde Barú hacia Cartagena. El territorio ancestral se convierte en Parque Nacional Natural • En 1977 el INDERENA crea el Parque Nacional Natural Corales declarando los bajos de pesca como área protegida. Posteriormente se incluyen las islas de Rosario y Tesoro como áreas intangibles. • Esta nueva jurisdicción exigió que los nativos afrodescendientes de las islas modificaran sus actividades económicas tradicionales para cumplir con la normatividad ambiental que se creó. • Estas restricciones generaron conflictos entre la institución y la población local pero se fueron subsanando en la medida en que se generó una política participativa para la conservación. Esto permitió la vinculación de los pobladores de las islas generando actividades productivas sostenibles en programas de pesca artesanal, ecoturismo, manejo de basuras y educación ambiental. La fundación de Orika • En el 2001 la comunidad conoció los derechos especiales que otorga la ley 70 de 1993 y conformó el Consejo Comunitario de las Islas del Rosario. Como Consejo Comunitario los nativos fundaron un pueblo al cual llamaron “Orika”. • Para reivindicar la historia afrodescendiente, el nombre “Orika” hace referencia a la hija de Benkos Biojó, héroe en la memoria afro por ser uno de los primeros que se resistió a la esclavitud en América. • Ante la explosión demográfica de las islas, Orika constituye una opción para los descendientes de aquellos que se ubicaron en los respaldos de las casas vacacionales. El promedio de edad de la población de Orika es de 17 años. Respuesta comunitaria frente al proceso de restitución de “baldíos reservados de la Nación” por parte del INCODER El Consejo Comunitario Afrodescendiente de las Islas del Rosario ha decidido emprender el proceso de solicitud del título colectivo de sus territorios ancestrales (siguiendo lo estipulado por la Ley 70 de 1993) como mecanismo de defensa ante la amenaza de desplazamiento promovida por el Estado colombiano a través del INCODER. LEY 70 DE 1993 Ley de Comunidades Negras La Constitución Política de 1991 determina que Colombia es una nación multiétnica y pluricultural, así como establece al Estado colombiano como Estado de Social de Derecho fundamentado en el principio de la Democracia Participativa. En este sentido, la Constitución Política de 1991 reconoce a las comunidades negras colombianas, descendientes de los esclavos traídos del Africa, como un grupo étnico con sus propias particularidades, y lo denomina “grupo étnico afrocolombiano”; así mismo, establece su derecho a acceder a la titulación colectiva de los territorios que han ocupado ancestralmente (at.56 transitorio) y a otros beneficios en educación, salud, participación política en su calidad de minorías étnicas, con el fin de proteger la diversidad del patrimonio cultural de la Nación. Posteriormente fueron expedidos la Ley 70 de 1993 y el Decreto reglamentario 1745 de 1995 sobre el procedimiento de titulación de las TIERRAS DE COMUNIDADES NEGRAS y de otros beneficios a los que tienen derecho. En aplicación de la Ley 70 de 1993, el Estado colombiano ha titulado más de 6.000.000 de hectáreas en el Pacífico colombiano como territorios colectivos de Comunidades Negras, beneficiando a las comunidades afrocolombianas que ancestralmente ocupan las zonas rurales ribereñas y costeras de la región. A partir del 2005, el INCODER inició el proceso de titulación de los territorios ancestrales de las comunidades negras del caribe colombiano reconociendo los derechos territoriales de antiguos palenques, como San Basilio, en Bolívar, y San José de Uré, en Córdoba. En el tema de la educación, la Ley 70 ha avanzado en la reglamentación de un sistema de becas para jóvenes de comunidades negras en institutos tecnológicos y universidades de todo el país. Los nativos de las Islas del Rosario son un grupo étnico afrocolombiano La cultura afrodescendiente de los nativos de las Islas del Rosario se evidencia no sólo en el color de piel, sino también en: 1.Las expresiones artísticas y musicales 2.La concepción de tiempo y espacio. 3.La estructura familiar. 4.Las prácticas económicas tradicionales. 5.La arquitectura 6.Los conocimientos sobre plantas curativas y medicina tradicional, 7.Las formas de control social y político 8.El sistema de valores y creencias. Mapa del territorio solicitado