2012 Universidad Autónoma de Sinaloa Unidad Académica Preparatoria Guasave Diurna “LA OBESIDAD” Materia: Comprensión y Producción de Textos II Maestra: Yolanda Guerrero Zapata Alumna: Maria Jose Garcia Trasviña Grado y Grupo: 2-08 Guasave, Sinaloa. LA OBESIDAD. La obesidad es un trastorno alimenticio, se esta convirtiendo en uno de los problemas de salud mas serios de las nuevas generaciones. Esta enfermedad se caracteriza por la acumulación y almacenamiento excesivo de grasa en el cuerpo, se debe principalmente al consumo en exceso de calorías y la escasa actividad física. “Obesidad” es un tema que se ha popularizado mucho en estos tiempos, especialmente a través de los medios de comunicación, por ejemplo en programas como “Cuestión de peso” y no solo en la televisión, con el solo hecho de salir a la calle podemos encontrar muchas personas con este problema, el numero de casos a incrementado considerablemente. La comida que consumimos en la actualidad es muy diferente a la que se comía hace 10 o 20 años atrás. La industria alimentaria ha efectuado cambios sustanciales desde el cultivo y la preparación hasta la presentación en los mercados lo que probablemente ha influido es la adquisición de nuevos hábitos de alimentación, como la comida chatarra, el efecto vicioso de la televisión y computadora, que han reducido mucho el interés por la actividad física. Este padecimiento, no hace distinción entre color de piel, la raza, la edad, nivel de estudios o lugar de residencia. En tiempos pasados, se decía que la persona con sobrepeso, era un índice de buena salud, sin embargo en estos tiempos, sabemos perfectamente, que la obesidad tiene infinidad de consecuencias físicas, sociales y mentales, ya que esta estrechamente relacionada con enfermedades graves. Este problema no es reciente, y hoy en día, es considerado una epidemia mundial, esto, debido a la proporción de personas que sufren esta enfermedad en diferentes regiones del mundo. El exceso de grasa corporal puede distribuirse de manera desigual en el abdomen, glúteos, muslos, brazos, cara, y no siempre es en la misma proporción, depende también mucho del sexo, ya que en las mujeres es donde mas se observa la acumulación de grasa en estas partes del cuerpo, además de ser para este sexo, más difícil bajar de peso. Las personas que acumulan grasa en el abdomen reducen entre cuatro y ocho años la edad promedio en la que es probable sufrir el primer ataque al corazón. Por ello, es recomendable, que se mida la cintura constantemente y que ésta, no sea superior a los 88 centímetros entre las mujeres y a los 94 centímetros entre los hombres, ya que al pasar esta medición existe mayor probabilidad de sufrir un ataque cardiaco. La obesidad es considerada una enfermedad por la cual la grasa que debería acumularse en el tejido adiposo se disgrega en distintos órganos del cuerpo como pueden ser las arterias provocando enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial con riesgos de infartos cardiacos además de la hipercolesterolemia. Se presume que uno de los factores de la obesidad esta determinado por la leptina, una sustancia química que se encarga de señalar al hipotálamo la plena satisfacción por haber ingerido las comidas, a su vez el hipotálamo al recibir las señales genera neuropéptidos, los reguladores del metabolismo, pero al verse alterado comienza a generar una mayor cantidad de grasa que se acumula en distintos órganos en lugar de acumularse en el tejido adiposo. Se trata de un padecimiento serio que acorta la vida, incrementa la predisposición a otras enfermedades crónicas y genera mayor riesgo en la cirugía, el parto y los traumatismos. Este trastorno alimenticio es causante de muchas enfermedades graves tales como padecimientos cardiovasculares, gastrointestinales, osteoarticulares diabetes, hipertensión arterial, tumores malignos, etc. Esta enfermedad presenta síntomas, como: La acumulación de exceso de grasa debajo del diafragma y en la pared torácica puede ejercer presión en los pulmones, provocando dificultad para respirar y ahogo, incluso con el esfuerzo mínimo. La dificultad en la respiración puede interferir gravemente en el sueño, provocando la parada momentánea de la respiración (apnea del sueño), lo que causa somnolencia durante el día y otras complicaciones. La obesidad puede causar varios problemas ortopédicos, incluyendo dolor en la zona inferior de la espalda y agravamiento de la artrosis, especialmente en las caderas, rodillas y tobillos. Los trastornos cutáneos son particularmente frecuentes. Dado que las personas obesas tienen una superficie corporal escasa con relación a su peso, no pueden eliminar el calor del cuerpo de forma eficiente, por lo que sudan más que las personas delgadas. Es frecuente la tumefacción de los pies y los tobillos, causada por la acumulación a este nivel de pequeñas a moderadas cantidades de liquido (edemas). Las causas de la obesidad el día de hoy han sido del todo comprendidas pero se sabe que existen muchos factores causantes de esta grave enfermedad, unos que parecen ser muy sencillos y otros bastante complicados. La causa principal del incremento de la obesidad, es clara, la culpa es de los nuevos hábitos alimenticios y el sedentarismo. También se entiende que entre las causas de este padecimiento están la falta de ejercicio o el tipo de alimentación de la persona ya que también podría ser por genética o por su metabolismo o puede ser hereditario, lo mejor es que una persona se mantenga no flaco sino con un buen peso que ayude a su estatura. Cabe mencionar que existen 5 causas que son consideradas las más importantes: Genéticas; los genes involucrados en la obesidad pueden considerarse como predisponentes y pudieran estar actuando uno o varios de ellos en conjunto. Metabólicas; el uso energético de las calorías varia considerablemente entre una persona y otra. Algunas personas son más eficientes en lo que se refiere a la utilización de calorías para poder mantener la temperatura corporal y para llevar a cabo los procesos metabólicos. Psicológicas; recientes descubrimientos han transformado la teoría de las causas psicológicas pueden desarrollar la obesidad y ahora se considera que los cambios psicológicos en la obesidad, son una consecuencia y no una causa de la misma. La implicación psicológica mas clara en el sobrepeso y la obesidad se relaciona con la autoestima y el auto concepto, esto es un fenómeno de tipo cognitivo racional, influido por la relación que se da entre el entorno y la manera como se retroalimenta la propia imagen. Sedentarias; el sedentarismo es una de las principales causas de la obesidad. Y esta comprobado que la actividad física es uno de los mayores determinantes del uso de la energía del cuerpo. El hecho de incrementar la actividad física hace que el cuerpo tenga que utilizar más calorías y logra que el balance calórico del cuerpo sea más favorable para no presentar obesidad. Respecto al sedentarismo las actividades tienen cada vez menos exigencias físicas y en cuanto al ocio, los niños y adultos han sustituido las carreras, la bici, el bote pateado y los quemados, por la televisión, el videojuego de moda, la computadora, etc. Nutrición altamente calórica; definitivamente el uso de mas calorías que las que nuestro cuerpo requiere provoca que el balance calórico valla acumulando mas calorías y por cada 7 500 calorías que nuestro cuerpo acumule se aumenta 1 kg de peso, y esto conduce a un cuadro de obesidad. Para prevenir la obesidad y sus secuelas es un asunto de educación, dieta y ejercicio y especialmente de voluntad. Para mantener un peso saludable es necesario realizar actividades físicas (ejercicio), con que una persona se ejercite 30 minutos diarios, hace el gasto energético que se requiere para quemar la grasa acumulada durante el día. Como medidas preventivas es importante fomentar la lactancia materna, retrasar la introducción de alimentos lácteos en la dieta del lactante, promover campañas de educación sanitaria con información dietética en la infancia y la adolescencia, y por ultimo fomentar la actividad física. Las estrategias de la prevención de la obesidad se basan en la iniciación de la prevención a través de los cuidados en atención primaria, con programas dirigidos al ambiente familiar del niño con riesgo de obesidad y a programas desarrollados en el ambiente escolar. Hay que evitar que una dieta restrictiva pueda dar paso a un trastorno del comportamiento alimentario, sobretodo en los adolescentes. La obesidad no se cura, pero puede controlarse, lo que no es fácil ni rápido. Su tratamiento es complejo y de largo plazo, a veces de por vida, y siempre a cargo de especialistas, debe desarrollarse de manera individualizada, sin embargo, el responsable final es el paciente, pues sin su empeño y constancia nada se logra. Es conveniente sensibilizar a la opinión pública y al personal sanitario que la obesidad puede llegar a ser imposible de curar, y la identificación precoz de los niños obesos y su concreto tratamiento puede al menos reducir la intensidad de este trastorno. El tratamiento de la obesidad no es fácil y en la mayoría de los casos conduce al fracaso. Los resultados obtenidos a largo plazo son desalentadores y muestran que del 80 al 90% de niños vuelven a su percentil de peso previo, siendo la tasa de recidiva comparable a la de los adultos. El objetivo del tratamiento es conseguir un peso adecuado a la talla y conservar posteriormente un peso dentro de los límites normales, junto a un crecimiento y desarrollo normales. El agente mas importante en el tratamiento de la obesidad durante la infancia y la adolescencia son los padres, cuando estos colaboran directamente en el tratamiento se obtienen mejores resultados. Debe suprimirse el exceso de ingesta de alimentos con alto contenido energético por otros alimentos con bajo contenido calórico como las verduras y las frutas. Se evitaran las grasas y los azucares refinados y se deben cocinar preferentemente al horno, cocido o a la plancha. En los niños, la comida del colegio debe modificarse, sustituyendo el primer plato por ensalada y el postre dulce por fruta fresca. No se deben utilizar alimentos como “premio” o “regalo”. Es importante realizar seguimientos constantes, estableciendo pactos gastronómicos con los niños, que proporcionara un mayor rendimiento terapéutico. Aparte del incremento de la actividad física y el soporte psicológico, otros tipos de tratamiento son los fármacos, la utilización de fármacos reguladores del apetito o que incrementen el gasto energético no esta indicado en la infancia y la adolescencia, ya que no se ha demostrado su utilidad. Pueden utilizarse sustancias análogas a la fibra vegetal que tienen poder hidrófilo y aumentan el contenido gástrico, dando la sensación de saciedad aunque su eficacia es limitada; y la cirugía, es muy limitada a situaciones excepcionales y siempre cuando hayan fracasado las terapias convencionales y se haya completado el periodo de crecimiento y pubertad. Para el diagnostico, es necesario comprobar que la persona es obesa y cuantificar la intensidad de su obesidad. Es importante descartar los procesos que causan obesidad secundaria. Cuando llegamos al diagnostico de que se trata de una obesidad esencial, nos interesa realizar una historia clínica detallada y conocer los antecedentes personales, tales como el peso y longitud al nacimiento, tipo de lactancia, edad de la introducción de alimentos solidos, desarrollo psicomotor y antecedentes de traumatismos o intervenciones quirúrgicas. Es también importante conocer la actividad física, las relaciones familiares, escolares o de trabajo, y la aceptación propia así como de la familia. Entre los antecedentes familiares, es importante conocer el peso de los padres y hermanos, y los hábitos dietéticos de la familia utilizando principalmente encuestas nutricionales.