Hoy se cumple esta Palabra

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Hoy se cumple esta Palabra
Domingo 3 del Tiempo Ordinario C.
P. Jesús Álvarez ssp.
27 de enero de 2013.
JESÚS HACE ACTUAL LA BIBLIA
Domingo 3º durante el año – C /27-1-2013
Lucas 1, 1-4; 4, 14-21- Jesús fue a Nazaret, donde se había
criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se
levantó para hacer la lectura. Le presentaron el libro del
profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba
escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha
consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia
a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y devolver la
vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar
un año de gracia del Señor”. Jesús cerró el Libro, lo devolvió al
ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos
en él. Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este
pasaje de la Escritura que acaban de oír”.
1
Neh 8, 2-4. 5-6. 8-10. - El sacerdote Esdras trajo la Ley ante la
Asamblea. Abrió el libro a la vista de todo el pueblo, y cuando lo
abrió, todo el pueblo se puso de pie. Esdras bendijo al Señor, el
Dios grande, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió:
“¡Amén! ¡Amén!” Luego se inclinaron y se postraron delante del
Señor con el rostro en tierra. Los levitas leían el libro de la Ley
de Dios, con claridad, e interpretando el sentido, de manera
que se comprendió la lectura. Entonces Nehemías, el
gobernador, Esdras, el sacerdote escriba, y los levitas que
instruían al pueblo, dijeron a todo el pueblo: “Éste es un día
consagrado al Señor, su Dios: no estén tristes ni lloren”. Porque
todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la Ley.
1Cor 12, 12-14. 27. - Hermanos: Así como el cuerpo tiene
muchos miembros, y sin embargo, es uno, y estos miembros, a
pesar de ser muchos, no forman sino un solo cuerpo, así
también sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados
en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo –judíos y griegos,
esclavos y libres– y todos hemos bebido de un mismo Espíritu. El
cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos.
Ustedes son el Cuerpo de Cristo, y cada uno en particular,
miembros de ese Cuerpo.
Comentarios:
JESÚS ACTUALIZA LA BIBLIA
Domingo 3º durante el año – C /27-1-2013
Lucas 1, 1-4; 4, 14-21
El evangelista san Lucas no
había visto a Jesús en la vida
terrena de éste. Por eso se ha
dedicado a reunir datos de
labios de quienes “han sido
testigos oculares y servidores
de la Palabra” (Lc 1, 2): los
apóstoles, los discípulos, y
sobre todo la misma Madre
de Jesús.
2
San Lucas es literato, historiador y teólogo. Su Evangelio está
escrito en un estilo correcto y elegante, con gran fuerza
comunicativa, que trata de conectar con la vida concreta de cada
lector.
El Evangelio no es un libro que sólo trate de contar y explicar
lo que pasó en tiempos de Jesús, sino que ilumina, cuestiona,
denuncia lo que está pasando hoy, aquí y ahora, referido a mi
persona, a los otros y al mundo.
El Evangelio tampoco es una lección de moral, de exégesis, de
historia o de catequesis, sino que anuncia la buena noticia de
cómo se realiza hoy, a través de Cristo, el designio salvador del
Padre en el cristiano, en la asamblea y en el mundo, que han de
vivir el momento presente como ocasión privilegiada de la
venida del Resucitado: “Estoy con ustedes todos los días”(Mt
28, 20). “Hoy se cumple esta palabra que han oído” (Lc 34,
20).
Por tanto, no se puede abordar la Palabra de Dios como una
simple narración de lo que hizo y dijo Jesús, sino como un
encuentro personal con el mismo Cristo resucitado, que nos
habla a través de su Palabra, no sobre cultura bíblica o
religiosa, sino que toca la vida personal y comunitaria, que él
quiere cristificar con su presencia, para continuar con nosotros
su obra liberadora y redentora.
La predicación o la catequesis no pueden limitarse a lo que
pasó, sino interpretar lo que está pasando hoy en mi vida, en la
vida de la Iglesia, de la comunidad y de la sociedad, pero a la
luz de la Palabra y de la vida de Jesús, en perspectiva de nuestra
liberación, redención y glorificación eterna y de la humanidad.
Y el mismo Jesús sugiere la condición esencial e infalible para
integrarnos en su misión: “Quien está unido a mí, produce
mucho fruto”.(Jn 15,5).
La Palabra de Dios está al mismo nivel de la Eucaristía:
presencia viva de Cristo resucitado, que en la Escritura nos
habla y en la Eucaristía nos alimenta.
¿Cuánto nos
realidades?
falta
para
vivir
3
a
fondo
estas
divinas
Nehemías 8, 2-4. 5-6. 8-10.
Es de admirar cómo el pueblo hebreo reverencia el Libro de la Ley, o de
las Escrituras, y cómo percibe la presencia de Dios que les habla a través
de ese Libro: “Todo el pueblo se puso de pie… Luego se inclinaron y se
postraron ante el Señor con el rostro en tierra”.
Era tanta la impresión al oír la Palabra de Dios, que todo el pueblo
lloraba al escucharla, tal vez arrepentido por no haber cumplido esa
Palabra. Pero Esdras les dijo: “Éste es un día consagrado al Señor: no
estén tristes ni lloren”. Como anticipando lo que luego dijo Jesús:
“Ustedes están limpios por la Palabra que les he dicho” Jn 15, 3). “Les
he dicho todas estas cosas para que mi alegría esté en ustedes y su
alegría sea completa” (Jn 15, 11).
Gran lección para nosotros, que tal vez consideramos y leemos la Biblia
como un libro más, y lo usamos sin percibir la presencia de Quien nos
habla a través de él.
1Corintios 12, 12-14. 27
San Pablo nos hace notar una realidad que tal vez valoramos: “Ustedes
son el Cuerpo de Cristo, y cada uno en particular, miembro de ese
Cuerpo” (1Cor 12, 27), pues en el Bautismo el Espíritu Santo nos ha
injertado en el Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia.
Este gran misterio y privilegio nos iguala a todos en la dignidad de hijos
de Dios y en la dignidad del Pueblo sacerdotal del Sumo Sacerdote,
Cristo Jesús.
Que el mismo Espíritu ilumine nuestra mente para valorar, agradecer y
vivir con gozo esta realidad misteriosa que nos toca directamente a todos
y cada cual en particular.
P. Jesús Álvarez, ssp
4
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