VALORACIÓN CLÍNICA INFANTIL ¿Qué entendemos por valoración clínica infantil? La valoración del desarrollo infantil es a partir del juego como protocolo de prueba del desarrollo. La evaluación realizada en los primeros 3 años de vida requiere simultáneamente la función del médico general, la observación con el sondeo activo, y sintetizar la información de los cuidadores con la recogida de datos a través de la observación directa del niño. La valoración clínica adecuada en niños de todas las edades requiere habilidades especiales. Sin embargo, la necesidad y urgencia de proporcionar los servicios clínicos adecuados es fundamental en el paciente de edades tempranas, ya que su desarrollo y evolución madurativa esta en un rápido proceso de cambios. La valoración en la primera infancia es un área de una sub-especialidad de la práctica clínica. No todos los psiquiatras, psicólogos, pediatras, y otros profesionales poseen el entrenamiento y el grado de práctica necesaria para dirigir tales evaluaciones competentemente e independientemente. El período de la primera infancia, hasta los 3 años de vida, se define como el momento post-partum. Más específicamente, la infancia se refiere al tiempo antes de la explosión de la comunicación verbal como expresión, que ocurre aproximadamente a los 18 meses. El desarrollo en este momento tiene una transformación en la habilidad del niño para razonar cognoscitivamente, establece relaciones sociales detalladas, desarrolla las capacidades del razonamiento moral, y tiene experiencias emocionales por medio de la lengua. El niño que empieza a andar esta en un período de autonomía creciente en que usa más o menos sus habilidades para explorar su entorno, físico, cognoscitivo y social. Sin tener en cuenta el horario cronológico exacto, la infancia y la edad de la marcha abarcan el período transaccional de cambio neuromadurativo a lo largo de la vida postpartum. Hay cuatro preguntas implícitas en el contexto de la valoración clínica infantil o del niño pequeño: 1. ¿Cuál es la evolución histórica del campo de la valoración infantil? 2. ¿Por qué se realizan valoraciones del desarrollo infantil? ¿Cuándo se indica la valoración, qué podemos aprender del proceso, y que podemos predecir sobre el desarrollo del futuro del niño? 3. ¿Qué tipo de información define la valoración del desarrollo de un niño? ¿La valoración puede ser un trazo cuantitativo de habilidades y capacidades, o requiere que una evaluación cualitativa más compleja del niño en su adaptación social, afectiva, y cognoscitiva? ¿Cuáles son las fuentes de datos para esta valoración más compleja y, el propio proceso evaluativo tiene un efecto terapéutico? 4.¿Cuáles son las herramientas de valoración formal disponibles? ¿Cuáles son las fuerzas y limitaciones? Breve historia del desarrollo de la valoración clínica infantil: A finales del siglo XIX, la comunidad científica europea se caracterizó por su fervor y creatividad en los estudios de evolución, teorías de la mente inconsciente, y una preocupación creciente para las deficiencias mentales. El concepto de medir las capacidades infantiles creció de la preocupación científica para entender la inteligencia humana e identificar el déficit mental. Así se diferenció entre la deficiencia mental y la locura. Aparecían escuelas para el retardo mental a lo largo de Europa. El interés por la inteligencia reflejaba la necesidad práctica de encontrar el criterio para definir y diferenciar las deficiencias mentales. - A principios de 1900 nace la “comprobación de la inteligencia”: En 1904, el ministro de educación pública en París una comisión para la educación especial. Binet y Simon desarrollaron el concepto de edad mental que se describe cómo la actuación de un niño individual en las tareas que involucran la memoria y el razonamiento, y lo comparaban con la edad cronológica. Terman creó una adaptación del concepto de edad mental creando el cociente de la inteligencia (CI), la proporción entre la edad mental y la edad cronológica multiplicadas por 100. Se usaron dos acercamientos básicos para explorar el desarrollo intelectual de los niños: un acercamiento pretendía adaptar el CI para valorar a los niños pre-escolares, y el segundo acercamiento, intentaba crear un nuevo modelo de evaluación para el recién nacido. Ambos modelos representaron una salida radical del método de estudio empleado en el siglo anterior, con los "biógrafos del bebé" que estudiaban el desarrollo infantil a nivel empírico, por el movimiento conductista del tiempo, y confiando en las observaciones directas de la conducta del niño. - Entre 1920 y 1930 aparece el “Movimiento del CI Infantil contra el Movimiento de Estudio del Niño”: aparece la Escala de la Inteligencia Infantil de Cattell en 1940, como extensión de la Escala de Stanford en 1937. Se encontró algún test de CI global infantil. EL ESTUDIO DEL MOVIMIENTO DEL NIÑO DE ARNOLD GESELL: Aproximadamente al mismo tiempo que aparecen los primeros tests de CI infantil estaban siendo desarrollados otros estudios por Yale y Gesell. Habían varios aspectos a distinguir: considerando que el concepto de CI infantil creció de interés y se identificaron unos modelos anticonvencionales de desarrollo, el interés de Gesell estaba principalmente en las tendencias de desarrollo normales. Esto implicaba un modelo de desarrollo de maduración mental. Además, el modelo de Gesell apoyó la conceptualización de los distintos desarrollos simultáneos pero interrelacionados. Esta conceptualización de la interrelación de múltiples dominios del desarrollo revoluciona el campo de la valoración del desarrollo y la intervención temprana que se soportaba hasta el momento. Además, el modelo de CI infantil era producto del concepto de inteligencia como dotación genética innata; en contraste con el modelo de Gesell de la maduración del desarrollo apoyado en los efectos del ambiente. Esto era una manera de entender el proceso de desarrollo más transaccional y dinámico. Para Gesell, el diagnóstico era el objetivo primario de medir el desarrollo infantil. Gesell empezó sus descripciones del niño a partir de los 3 meses de edad e incluyó cinco momentos más para valorar dentro de los primeros 2 años. Estos cinco momentos eran a los 6, 9, 12, 18, y 24 meses. Él defendió las escalas como herramienta para valorar las capacidades del niño y sus características de personalidad. Según Gesell: - A las cuatro semanas: empieza a levantar la cabeza cuando esta sentado, tiene una prensión fina de agarro reflexivo, responde al sonido, hace sonrisas y sonidos con intención de comunicar, atiende a las caras y sonidos, esta tranquilo al cogerle. - A las ocho semanas: sostiene la cabeza erecta ocasionalmente, pierde el reflejo de grasping, visualiza objetos a la línea media, articula sonidos simples, mira a los otros, hace la sonrisa social, presta clara atención a la voz conocida. - A las doce semanas: se apoya en los antebrazos en decúbito prono, activamente sostiene objetos, visualiza objetos a larga distancia, anticipa cuando lo alzan en brazos, hay muestras la excitación anticipadora. En 1916, Gesell y sus colegas empezaron un procedimiento sistemático de observaciones meticulosas y definieron las normas de la conducta. Se dirigieron a varias áreas del desarrollo del niño, incluso el desarrollo motor (la postura, la prensión), el desarrollo del lenguaje (la comprensión, la imitación), la conducta adaptativa (la coordinación mano-ojo, recuperación y manipulación de objetos, la vigilancia), y las conductas sociales y de relación (las reacciones a las personas, la conducta en grupo, la independencia). La primera escala completada fue publicada en 1925, y consistió en 144 artículos divididos entre estos cuatro campos generales. EL ESTUDIO LONGITUDINAL DE NANCY BAYLEY: Partió de muchas de las técnicas de valoración de Gesell junto con los conceptos de CI infantil, y trabajó en la creación de dos escalas de desarrollo infantil: la Escala de Reserva Mental y la Escala del Desarrollo Motor. - Entre 1940 y 1950 hay la reconceptualización de Desarrollo Infantil: Griffiths desarrolla la Escala de Desarrollo Mental en Londres el 1954. Usaron técnicas de valoración infantil para diagnosticar y categorizar, para la admisión a las escuelas especiales, o para evaluar los impedimentos físicos. Así desvaneció la creencia de que la inteligencia era fija, y los resultados documentaron un aumento en el CI de los niños en alto riesgo después de tener cuidado y asistencia escolar, aunque esto se atribuyó a la pobre standardización de las escalas. La inteligencia en los niños es cualitativamente diferente de la inteligencia en los adolescentes y adultos. Otros científicos y terapeutas exigieron que las pruebas del desarrollo infantil tendieran a evaluar los diferentes aspectos de la inteligencia o del desarrollo cognoscitivo y que variaran según la edad, adaptando las pruebas de CI. En el contexto y mentalidad de la teoría de Jean Piaget favorecido claramente desde el punto de vista cualitativo, en lugar de cuantitativo, y remarcando las diferencias en las habilidades del niño según las edades. - Entre 1960 y 1970 hubo muchos descubrimientos en Escalas y Pruebas de Desarrollo Infantil: Se regularizó y comprobó la cuidadosa figura del interobservador y de la prueba del retest como fiabilidad del trabajo de Bayley. Así aparecen las pruebas psicométricas con más rigor. Bayley consolidó las Escalas de Desarrollo Infantil (BSID), con dos escalas en un solo instrumento de valoración. La investigación tomó mucha cautela para validar la predicción, la valoración temprana y la revisión conceptual, así como un reconocimiento creciente de que el CI no es una estructura unitaria. Era importante entender los ítems de las Escalas Específicas, como la escala verbal, para tener validez la predicción de la Escala Global. Esto permite medir los tipos específicos de conducta, como la competencia social o el desarrollo del lenguaje. Crece el interés para entender las capacidades del niño y la percepción sensorial del recién nacido, hecho que provocó el desarrollo de escalas de competencia en recién nacidos. - Entre 1980 y 1990 crecen las nuevas direcciones para la valoración del desarrollo infantil: aumentaron los tests psicométricos, por el interés de renovar la funcionalidad del diagnóstico y asistir las necesidades de educación pública. Los retrasos de desarrollo del niño pueden ser de la intervención motora (gruesa o fina), comunicación (receptiva o expresiva), cognición, habilidades sociales, personales, o de relación con el entorno, ambientales, o de condición biológica que son probablemente las que conllevan un retraso de desarrollo más significante. Las valoraciones se deben deducir de múltiples fuentes de información. Se empezaron a diseñar instrumentos para facilitar la planificación del tratamiento enfocado para las habilidades e intervenciones concretas. ¿Cuáles son los objetivos de la valoración clínica infantil? La valoración infantil no proporcionar una medida fija para la inteligencia, ni una trayectoria para el futuro desarrollo del niño, ni puede parcializar los factores causales potenciales. Los resultados de las valoraciones son descriptivos. Las preguntas como ¿este retraso infantil viene por factores biológicos y/o ambientales, cuándo se precipitó?" o ¿la magnitud del desorden será eventual para el desarrollo del niño? Las valoraciones del desarrollo completo y hábilmente hecho, no pueden proporcionar predicciones seguras a largo plazo, el resultado puede parcelar las complejas contribuciones de dotación, experiencia, y fuerzas naturales. La valoración del desarrollo infantil puede ser muy útil, y en muchos casos es esencial, para el tratamiento clínico apropiado. Estas valoraciones pueden ayudar a crear un cuadro del nivel de desarrollo actual y el contexto medioambiental, resultando una clínica inestimable pero una planificación de tratamiento. Esencialmente, la valoración del desarrollo es de ayuda para proporcionar una perspectiva más completa sobre el niño, de un problema general hay varias áreas y desórdenes concomitantes más específicos y condiciones para que las valoraciones las indiquen y clarifiquen. 1. Las perturbaciones de regulación: Los disturbios de las propias capacidades reguladoras, como en el sueño o en las comidas, (la negación a comer, el terror nocturno, problemas en el control de los impulsos con conductas agresivas). La baja tolerancia a la frustración es otra dificultad reguladora. Las conductas estimuladoras, (como mecer o golpear con el tronco o la cabeza), pueden indicar una variedad de dificultades sociales o reguladoras, que resultan de la manifestación de la tensión del ambiente, o pueden significar dificultades más profundas en las relaciones. 2. Las perturbaciones sociales y medioambientales: Los disturbios del desarrollo social o medioambiental, incluyen los problemas de diferenciación con la madre o cuidador, (como puede verse en el autismo infantil, en perturbaciones del humor). Los niños se retiran del entorno y se vuelven más apáticos, estando en riesgo de tener más dificultades de desarrollo. Las condiciones medioambientales como repetidas o prolongadas separaciones, abandonos, abusos, exposición a la violencia, estos niños están en riesgo de sufrir perturbaciones sociales y afectivas. 3. Las perturbaciones psicofisiológicas: Éstos incluyen, entre otros, el fracaso no-orgánico para crecer, vómitos recurrentes, diarrea crónica, dermatitis recurrente. El niño responde en un entorno de tensión mental, involucrando varios sistemas orgánicos. Cualquier problemas puede tener una causa física, pero los médicos deben estar alertas a la íntima conexión entre lo fisiológico y el ajuste psicológico del niño. 4. Los retrasos de desarrollo: Los retrasos en las áreas específicas de desarrollo, incluso el desarrollo de motor y de actividad, el lenguaje y la comunicación, el conocimiento de los otros y grado de relación, o los retrasos en varias áreas. Estos problemas pueden ser más comunes entre los niños con dificultades perinatales, (como el niño prematuro o con abuso de sustancia maternal y la exposición prenatal al alcohol, cocaína, u otras drogas). 5. Los desórdenes genéticos y metabólicos con secuelas del desarrollo neurológico: Éstos incluyen, el síndrome de X frágil, el síndrome de Willi Prader, anomalías en un cromosoma. Aunque ciertas secuelas del desarrollo y de las conductas son asociadas a estas condiciones, la magnitud puede variar considerablemente con la valoración del desarrollo, curso e intervenciones psicosociales bien designadas. 6. La exposición a las toxinas: La exposición de las toxinas medioambientales, (como el síndrome del alcohol fetal) y envenenamiento de primacía, son asociados con el retraso del desarrollo y los disturbios conductuales. Aunque es útil el tratamiento planeado, las valoraciones no pueden determinar la proporción de la presentación de los factores potencialmente causales de este desarrollo. 7. El daño del sistema nervioso central: El daño del sistema nervioso central (como un traumatismo o una hemorragia intraventricular), pueden causar importantes secuelas en el desarrollo motriz, cognoscitivo, afectivo, de relación, incluso a todo nivel de funcionamiento. 8. La prematuridad y las primeras enfermedades. La prematuridad y otras condiciones médicas pueden producir hospitalización u otra restricción de estímulos apropiados para el primer tiempo de la vida del niño, y pueden afectar a la interacción entre el niño y el padre, alterando la relación y repercutiendo en el desarrollo del niño. Hay tres puntos generales de especial importancia: - Primero, el lenguaje y las habilidades de comunicación son particularmente vulnerables a las tensiones biológicas y medioambientales. Es más, los problemas de comunicación también afectan al desarrollo social y personal. - Segundo, las observaciones cualitativas del niño y su entorno es la escena crucial para determinar y entender las dificultades que presenta, y más en determinados momentos de desarrollo. Es importante evaluar los aspectos cualitativos de las interacciones del niño con su cuidador, motivaciones, resolución de problemas, los procesos usados, y el estado de humor que es infinitamente necesario y determinante en el inventario de las habilidades del niño. - Tercero, el nivel de funcionamiento del niño y su desarrollo puede variar considerablemente en las distintas áreas. Los niños con perturbaciones psicofisiológicas muestran un perfil de desarrollo irregular. La observación cualitativa es de nuevo importante, así como asegurar las valoraciones, y marcar la trayectoria de desarrollo del niño. CONCLUSIÓN: ¿Para qué sirve una valoración del desarrollo del niño? La valoración del desarrollo proporciona: - Una descripción de las capacidades funcionales del niño. - Las relaciones entre los varios dominios como el lenguaje y estatificación. - La habilidad del niño de adaptarse. - La capacidad estratégica de cubrir sus necesidades. Además, para el niño más pequeño, las valoraciones del desarrollo: - Describen el desarrollo mental. - El funcionamiento neurológico. - Las capacidades de regulación individual. Para los cuidadores, la evaluación proporciona: - Más información sobre el niño. - El valor terapéutico potencia la alianza establecida con el médico. - Da información para ayudar al crecimiento y estimulación que necesita el niño. Para el médico la valoración puede proporcionar: - Una visión más integrada del niño desde un punto bio-psico-social. Finalmente, las valoraciones infantiles sirven para facilitar las referencias apropiadas educativas o los servicios de rehabilitación más adecuados. ¿Cuáles son las fuerzas del desarrollo? Varias fuerzas importantes impulsan y manejan los procesos del desarrollo. La valoración clínica infantil y de sus familias representa un proceso para entender mejor estas fuerzas entrelazadas, estas interacciones. Hay cuatro áreas específicas: a) La interacción de lo innato y los factores de la experiencia, b) El proceso de maduración, c) E papel esencial de las relaciones con los otros para el desarrollo saludable, d) Las fases del desarrollo y los períodos críticos o sensibles. Aunque estas áreas estas interrelacionadas, hay algunos sub-puntos que son únicos. ¿Cual es la interacción entre lo innato y los factores de la experiencia? El equilibrio interactivo entre lo innato y lo aprendido o experimentado es una controversia de la ciencia del desarrollo del individuo. Aun hay defensores que dan énfasis y singular importancia de un factor por encima del otro. Los niños tienen juegos que les permiten desarrollar capacidades innatas que influencian sobre sus respuestas al entorno. El médico siempre se enfrenta a la consideración de los factores intrínsecos y extrínsecos, que actúan recíprocamente en las dificultades y contribuyen con fuerzas y estímulos para el desarrollo del niño. Los niños son más vulnerables a los trastornos de desarrollo, incluso en un ambiente favorable si el niño tiene un trastorno biológico, o desórdenes genéticos, la precipitación de patología es más severa. Recíprocamente, incluso los niños sanos biológicamente están en riesgo de tener trastornos del desarrollo si su ambiente le proporciona una nutrición inadecuada o es incoherente. Una combinación de empobrecimiento o peligro ambiental y/o riesgos biológicos o genéticos son significantes para desarrollar trastornos, y si el número de factores de riesgo aumentan, entonces se incrementa la probabilidad de resultados pobres. El modelo transaccional del desarrollo del niño enfatiza la interacción dinámica entre el nivel individual y los factores contextuales, como paradigma prevalecido. ¿Qué es el proceso de maduración? Los niños cambian rápidamente, y las conductas y respuestas pueden ser muy inconstantes a pesar de ciertas sucesiones esperadas. Es más, aunque durante los primeros meses de vida el niño sale de la relativa indiferencia, por los sistemas perceptores y motrices que le permiten diferenciarse rápidamente. Implícitamente, aceptamos el modelo de desarrollo infantil de Gesell, reconociendo las sucesiones de desarrollo basados en los pasos de maduración ordenados y definidos. Este conocimiento permite establecer normas adaptadas a las habilidades de desarrollo. El ambiente, la predisposición genética y la interacción de los dos factores pueden alterar la maduración del desarrollo. El niño sigue un proceso regular para la maduración neurológica, así, sostener un juguete o explorar una caja implica una secuencia motriz con estímulos neurológicos apropiados y desarrollados, aunque cada individuo es inconstante y sus etapas evolutivas no van siempre al mismo ritmo. El niño puede tener la capacidad neurológica por hacer una sonrisa sensible, que junto con la integración motora y perceptiva de extender los brazos, aprende que el adulto lo coge, así experimenta la interacción con el ambiente necesario para factorizar las conductas apropiadas. Es importante diferenciar los procesos de desarrollo tardíos de aquéllos que representan una desviación cualitativa de la progresión típica de habilidades. ¿Por qué las relaciones tienen un papel esencial para el desarrollo saludable? Establecer y nutrir las relaciones humanas es fundamental para el buen desarrollo, y se reconoce universalmente entre los investigadores. Es importante en cada valoración infantil dar énfasis y considerar las personas que influyen en la vida del niño. Cuando el niño presenta un desarrollo anticonvencional o con retardo, esto requiere la comprensión de las experiencias de los adultos de su alrededor. Para el niño pequeño las personas adultas le dan total seguridad, así, los eventos serios como la separación traumática, el abuso físico, la frecuente violencia, la pérdida y el abandono tienen efectos devastadores sobre el desarrollo del niño. El cuidado adecuado y la buena nutrición para un niño involucran el equilibrio entre la satisfacción, el consuelo y el apoyo y frustración inevitables en las fases del desarrollo. Todo esto es difícil de valorar, el equilibrio apropiado también varía según la edad del niño. La valoración de la frustración a no alimentarse inmediatamente es diferente de la frustración del niño pequeño a verse incapaz de alcanzar su juguete favorito, y cada factor requiere una respuesta diferente de los padres. En un caso, la frustración puede producir un estado doloroso y tenso, mientras que en el otro, puede llevar a una estrategia de solución que refuerza el aprendizaje, la individuación e independencia. No siempre son las grandes deficiencias parentales o los fracasos, como el abuso o el abandono, los responsables del retraso en el desarrollo. Para muchos niños, las experiencias cruciales pueden tener efectos adversos que son mucho más duros y difíciles de identificar. Por ejemplo, la depresión maternal en el primer año de vida del niño, puede alterar la interacción familiar y esto conlleva un desarrollo infantil alterado. Como también influye al niño el estado del humor del cuidador, las frustraciones y la sensibilidad del adulto que esta con el niño. ¿Cuáles son las fases del desarrollo y los períodos críticos o sensibles? Las teorías del desarrollo se han conceptualizado cuantitativamente o cualitativamente: - La conceptualización cuantitativa: principalmente retrata el desarrollo como una acumulación ordenada y continua de habilidades, y depende del dominio de las habilidades prerrequisitas por la edad. - Las conceptualizaciones cualitativas: enfatizan la importancia de las variaciones de cada fase del desarrollo, donde la persona percibe, entiende y actúa recíprocamente con el ambiente. Para abreviar, la concepción cuantitativa representa el desarrollo como un proceso continuo, mientras que las teorías cualitativas proponen ese desarrollo como un proceso marcado por las discontinuidades periódicas y las reorganizaciones. El concepto de fases de desarrollo involucra las teorías de Freud (fases psicosexuales), la teoría de Erikson (fases psicosociales), y las teorías de Piaget (fases cognoscitivas). La investigación hace pensar en la existencia de ciertos períodos críticos en el desarrollo humano. El concepto de período crítico para el desarrollo óptimo de las funciones sugiere que hay que dominar ciertas capacidades en ciertos momentos, y las dificultades rompen el período óptimo. Se ha demostrado en los humanos, que las áreas más afectadas son, sobre todo, la competencia social y la adquisición del lenguaje. Cuando el período crítico pasa sin la organización óptima de la función concreta, el dominio se logra con mucha más dificultad, si es que se logra. También es una trivialidad clínica que, cuando una función está surgiendo precozmente, es muy vulnerable a las tensiones del ambiente. Para un niño, los factores estresantes medioambientales crónicos pueden producir un retraso de las habilidades apropiadas en cada edad. Durante una sesión de evaluación, se determinan las características de desarrollo específicos y la fase de desarrollo en qué se encuentra el niño. El niño tiene que mostrar las habilidades, los desafíos a nuevos acercamientos de las diferentes áreas (social, cognitiva, motriz). Hay cuatro fases de reorganización cualitativa durante los primeros 3 años de vida. Aunque su perspectiva se enfoca principalmente en los aspectos emocionales y sociales del desarrollo, las fases corresponden, bastante estrechamente, a aquéllos de desarrollo más temprano, parecido a Piaget. De hecho, muchos de los cambios cualitativos en el desarrollo cognoscitivo, primero fueron propuestos por Piaget, sobre todo cambios en el funcionamiento social y emocional. CUATRO FASES CUALITATIVAS DE LA INFANCIA: (cambios cualitativos, interacción dinámica entre el proceso de maduración y las relaciones sociales, y la naturaleza interactiva entre los dominios cognoscitivos, sensoriales, sociales, lingüísticos y motores). PRIMERA FASE: de 0 a 2 meses Durante la primera fase del postpartum, los niños recién nacidos trabajan principalmente para lograr la homeostasis, (capacidad por mantener el equilibrio psicofisiológico, en presencia de estímulos internos y externos). Sorprendentemente, ellos aprenden de manera activa, explorando y percibiendo de su entorno, rastreando los objetos visualmente a través del espacio, habituándose a estímulos invariantes, e incluso llegan a anticipar las acciones del cuidador. SEGUNDA FASE: de 2 a 7 meses De los 2 a los 7 meses principalmente hay un aumento de la reciprocidad social entre el niño y los cuidadores. Este cambio cualitativo permite el aumento del conocimiento del mundo externo y mejora la coordinación de entrada sensorial y no-reflexiva, sino voluntaria. El repertorio de respuestas emocionales cada vez está más diferenciado, y aumenta la capacidad de imitar las conductas de los otros, empezando aproximadamente a los 4 meses, y esto facilita la reciprocidad o contingencia social. Los últimos meses de esta segunda fase los niños empiezan a mostrar una comprensión del objeto por separado y con una función, y empieza a entender el principio de causa-efecto. Esto le permite transformar la percepción del mundo y mantener las habilidades requeridas en el desarrollo cognoscitivo social. El concepto de durabilidad del objeto permite al niño crear representaciones mentales del objeto. Por consiguiente tiene la habilidad de imaginar y diferenciar visualmente los cuidadores de los extraños. El razonamiento de la causa y el efecto conlleva un aumento de la intención de actuar. Estas habilidades cognoscitivas permiten los juegos interactivos entre los niños y los cuidadores. TERCERA FASE: de 7 a 18 meses Aproximadamente entre los 7 y 9 meses, hay otro cambio cualitativo. El niño encuentra con el adulto los impactos en la comunicación recíproca y preferencia social o pertenencia familiar. Los niños desarrollan un sentido de intersubjetividad, la comprensión de sus pensamientos, sentimientos, gestos, y sonidos pueden ser entendidos por otros. Sobre esta edad, la mayoría de los niños empiezan a demostrar el razonamiento con sus conductas. Ellos ya pueden enlazar varias conductas para lograr un resultado. El niño considera a los cuidadores como objetos que puede usar para satisfacer sus necesidades y que pueden quererse. A la tercera fase el niño ya tiene un sólido agarro del objeto y aprende a razonar junto con el gesto comunicativo. En el contexto de todos estos cambios cualitativos en que el niño actúa recíprocamente con los otros, es cuando se establecen las preferencias sociales, las amistades. Aproximadamente entre los 6 y 8 meses de edad, la ansiedad de separación es notable en la mayoría de los niños, pero disminuye mucho entre los 14 y 18 meses. La ansiedad más extraña parece empezar aproximadamente a los 8 meses, y cursa con crestas de aproximadamente 24 meses. A partir de los 12 meses empiezan grandes cambios y nuevas habilidades cognoscitivas, de lenguaje, y del dominio motriz. Los niños aprenden a caminar, y esta nueva forma de locomoción independiente o principio de la marcha, les aumenta la independencia y capacidad de explorar un mundo más amplio. Cognoscitivamente, el razonamiento del niño es más flexible y se abre a soluciones alternativas. La habilidad de sostener más cantidad de información nueva y desechar la anticuada, le permite una fluidez de razonar que hace disminuir o desaparecer el error de AB (cuando un objeto está oculto en un lugar particular el niño persistirá cuidando y buscando el objeto en la misma situación, sin entender que alguien lo puede cambiar). Este aumento de la capacidad cognoscitiva y la fluidez de razonar, es mayoritariamente por el aprendizaje de ensayo y error para la resolución del problema, donde obtiene respuestas condicionadas. Es más, entre los 12 y 18 meses, aproximadamente, los niños desarrollan un discurso comunicativo rudimentario, la mayoría de los niños entienden el significado de varias palabras y tienen un vocabulario expresivo de 5 o 6 palabras. Cuando alcanzan los 18 meses de edad, los niños entienden el significado de un número asombroso de palabras, y pueden comunicar con palabra-frase, doblando su vocabulario expresivo con unas 10 palabras. CUARTA FASE: de 18 a 36 meses Aumenta la habilidad de usar la representación simbólica en el mundo cognoscitivo y social del niño. Aproximadamente a los 12 meses, la durabilidad del objeto en la mano le marca el principio de la habilidad de contener las representaciones mentales del objeto en la mente. En la cuarta fase ya simboliza objetos, y más adelante aumenta rápidamente la habilidad del habla, el uso de las palabras tiene un salto cualitativo importante. Esta transformación al principio es por la imitación directa de los otros, recuerda conductas y después las aprende. La simbolización aparece cuando se usa una muñeca para hacer de bebé, y el niño combina palabras y gestos para etiquetar los objetos en su juego. A los 18 meses, estas habilidades se consolidan, y las interacciones del niño con los otros cambian dramáticamente. Aproximadamente entre los 18 y 24 meses, empiezan los problemas interiores del niño, no le sirve el ensayo y error para resolver el problema, y no sabe como sostener y manipular el aumento de representaciones mentales que siente. El vocabulario expresivo del niño aumenta aproximadamente entre 50 y 75 palabras. A los 30 meses, el vocabulario expresivo es de casi 300 palabras, y a los 36 meses, muchos niños tienen entre 500 y 1.000 palabras, utilizando frases de tres y cuatro palabras. ¿Cómo podemos valorar las fuentes de información de un niño? Hay tres técnicas centrales para la recogida completa de la información, que puede utilizar el médico o terapeuta para hacer las valoraciones infantiles: habilidad entrevistando, observación del niño e interacciones del niño con el cuidador (a parte de la comprobación estructurada formal), y síntesis de la recogida de información durante la evaluación. LA ENTREVISTA: Es axiomático que la habilidad en entrevistar es central para una completa y válida valoración del desarrollo. Muchos de los datos sobre los funcionamientos diarios de los niños y sus relaciones con los otros vienen de las entrevistas con los cuidadores. Las técnicas más hábiles para entrevistar incluyen: permitir a los cuidadores empezar su historia dondequiera que ellos escogen; dirigir información concreta, recoger las preguntas de manera que clarifiquen pero no rompen la explicación de los padres o cuidadores; y escuchar el afecto y el tono. El proceso de valoración requiere una alianza entre el médico y el cuidador, facilita la comodidad del niño y el ambiente de confianza. Establecer una alianza es central para evaluar las interacciones del niño con los adultos de su mundo. Cuando no hay un adulto familiar que pueda explicar la historia, las valoraciones infantiles se componen a partir de la relación entre el niño y el médico. En los casos que se involucra una severa perturbación medioambiental es fundamental buscar un acceso para hablar con los cuidadores. La Entrevista con el cuidador permite hacer la recogida de datos sobre la historia familiar, las influencias genéticas, la historia del embarazo, el parto, la etapa perinatal, postnatal, la historia del desarrollo, la historia médica, el rol del niño en la familia, las percepciones del cuidador, las expectativas de niño, la estabilidad ambiental familiar y en casa, los sistemas de apoyo sociales en la familia, el funcionamiento familiar, la tensión y las dificultades y patologías de las personas del entorno del niño. La observación y la evaluación formal del niño permiten anotar el estado de salud física, la apariencia, los parámetros de crecimiento, el desarrollo sensorio (visión, oído, tacto, etc.), el desarrollo motor grueso, el desarrollo motor fino, el desarrollo de la comunicación (receptiva, expresiva y la claridad y facilidad del discurso), la resolución de problemas cognoscitivos, el desarrollo del ego, la capacidad de regular la afectividad, la imitación, las habilidades estratégicas, las relaciones sociales, el interés en el ambiente, la motivación y la capacidad para la representación simbólica. La observación del cuidador y el niño dan información sobre el uso del niño y del cuidador para apoyarse o reafirmarse, la atención del cuidador y la sensibilidad al estado afectivo de niño, las interacciones positivas, la seguridad y la atadura entre el cuidador y el niño, la respuesta afectiva del cuidador frente los esfuerzos del niño durante la valoración. ¿CUÁLES SON LOS MIEDOS MÁS FRECUENTES DEL CUIDADOR RESPECTO LA VALORACIÓN? Cuando los padres biológicos, adoptivos u otros cuidadores están en la entrevista, la habilidad del terapeuta es de gran ayuda para el proceso de valoración, incluso facilita las explicaciones a los padres. La situación del desarrollo de la evaluación, como la hospitalización, son momentos de enorme tensión para la familia, están asustados. Los médicos y terapeutas que trabajan con niños necesitan entender estos miedos de los cuidadores y sus fantasías sobre el potente proceso que se les presenta como un problema. Es frecuente que los adultos vean al niño como dañado o de alguna manera defectivo, tienen miedo y se sienten culpables sobre el efecto de su propia conducta en el niño. Pueden expresar sus miedos frente los problemas del niño de muchas maneras. Ellos pueden anticipar que su niño tiene una invalidez de desarrollo, como el autismo o el retraso mental, o que el niño tiene dificultades emocionales en la escuela, o que ellos son inadecuados para el niño. Es un tiempo en que los cuidadores están más vulnerables, así, lo que parece declaraciones inconsecuentes, ilógicas, de poca relevancia, puede que para la familia sea una decisión memorable y poderosa, como salida, solución, o manera de aceptar la situación. Además, la tensión de hacer una valoración, afecta a las habilidades de los cuidadores de informar sobre el desarrollo del niño y de saber hacer de padres ayudando al niño. Con una alianza entre los cuidadores y el médico se desarrolla mejor la valoración. ¿QUÉ ES LA ESCUCHA ACTIVA? En la primera entrevista, los cuidadores pueden ser reticentes a la sinceridad o pueden no ser conscientes de sus propias percepciones y creencias sobre el niño. Es fundamental permitir a los cuidadores empezar su historia donde ellos quieran y se sientan más cómodos, así, teniendo una actitud sensata al principio se establece la alianza activa. Considerar las entrevistas como obvias es caer al riesgo de recoger información secundaria, es necesaria la escucha activa que involucre preguntas de ayuda mutua. El tipo de escucha activa exige al médico hacer mucho más que la recogida pasiva de datos y el registro de la información. Más bien, requiere la formación de numerosas conexiones entre la información "verdadera", la información observacional (reacciones de los cuidadores y sus respuestas afectivas), y una apreciación del contexto de la relación entre el cuidador y el médico. ¿CUÁNDO PODEMOS ESTAR SATISFECHOS DE LA ENTREVISTA? El propósito de entrevistas con padres, padres adoptivos, u otros cuidadores es recoger información sobre el niño, resaltando la atmósfera afectiva. Las áreas más importantes a cubrir referentes al desarrollo del niño son: la historia médica del niño, la historia del embarazo de la madre, parto, período perinatal; la cantidad de miembros familiares, sus edades y su salud; como es el entorno familiar y cómo se viven las experiencias del niño en la vida diaria de la familia. Más específicamente, el entrevistador debe intentar obtener un cuadro de las percepciones de los cuidadores a cerca del infante y su funcionamiento en varias áreas. Éstos incluyen desarrollo motor y nivel de actividad, el discurso y la comunicación, resolución de problemas y el juego, la relación a nivel personal y social, así como la sensibilidad por el otro. ¿COMO ORGANIZAR LA INFORMACIÓN? Provence sugiere que un método productivo es pedirles a los cuidadores que describan un día en la vida del niño. Mostrando así las interacciones en las actividades diarias, entre el infante y cuidador. Adicionalmente, los médicos pueden usar el “Vineland Adaptive Behavior Scales” actualmente bajo revisión. El “Infant-Toddler Developmental Assessment”, es también apropiado para los niños hasta 36 meses. Implícito en esta apreciación global de entrevistar a los cuidadores como una parte de la valoración clínica, creemos que las valoraciones requieren de sesiones conjuntas y globales con todas las partes implicadas en el estudio. Las sesiones con el infante también proporcionan una oportunidad de recoger más información. La valoración infantil es un proceso global, recogiendo la información, revisando las impresiones, y probando las hipótesis. Pueden existir limitaciones como por ejemplo si el niño se encuentra en un ámbito hospitalario o cuando ningún padre, miembros familiares, u otros cuidadores está disponibles. Las situaciones de abuso severo, el abandono, colocaciones múltiples, o los padres tremendamente enfermos son ejemplos de limitación en las valoraciones. Observando La observación es la habilidad fundamental requerida para el estudio del desarrollo de los infantes. En otros términos, aunque el médico debe estar cómodo en la escena también debe tener un armazón mental para poder organizar la información que ocurre durante la sesión. Semejante armazón trae consigo cuatro áreas: (a) el tono afectivo predominante de los participantes; (b) la involucración de los participantes (la curiosidad e interés); (c) el uso de personas externas (el uso de niño de los cuidadores o examinador); y (d) las reacciones a los cambios de setting. LA OBSERVACIÓN Hay varias oportunidades para la observación durante el curso de una valoración clínica. La observación clínica empieza con el contacto con los cuidadores y el infante, incluso la entrevista con el cuidador puede realizarse antes. Pueden obtenerse muchas observaciones importantes del cuidador infantil y las interacciones familiares durante el curso de la valoración del desarrollo formal. En muchos casos, sin embargo, la evaluación de desarrollo formal solamente no puede proporcionar suficiente información. Los infantes pueden comportarse de forma diferente con los dadores del cuidado diferentes y en los contextos variantes. . LOS NIVELES DE OBSERVACIÓN DURANTE LA VALORACIÓN Quizás el nivel más obvio es la observación durante la comprobación formal. El segundo nivel de observación durante una valoración infantil es cómo el niño reacciona a la situación de la comprobación formal. ¿El niño se acerca a los juguetes, el tions del interactúa, se refieren al examinador o sus cuidadores? ¿Cómo reacciona el niño al principio de la evaluación y al final cuando ya está más familiarizado? El tercer el nivel observacional es un enfoque específico en las interacciones entre los cuidadores e infante. Varias áreas generales pueden proporcionar pistas descriptivas importantes. ¿El niño se refiere a los cuidadores demandando ayuda o certeza? ¿Muestra sus éxitos a los cuidadores, y los cuidadores le responden? Otra observación importante para los niños pequeños es si el niño se aleja de sus cuidadores para empezar a jugar. La evaluación cuantitativa de desarrollo formal es sólo parte de la valoración global. A través de observar cómo los infantes hacen lo que ellos hacen, el médico gana la información sobre cómo los infantes toleran la frustración y cómo ellos comprometen a los adultos, así como sobre su expresión emocional, la atención sostenida, y el nivel de energía psicológica y física invertida en la actividad. La síntesis El proceso de sintetizar todos los datos es una habilidad hacia sí mismo. Las valoraciones infantiles involucran a menudo refiriéndose a pediatras y otros médicos. La síntesis en una valoración infantil requiere reunir todos los datos recogidos de las entrevistas, la observación, así como una descripción cualitativa de las capacidades (motoras, resolución de problemas, idioma-comunicación, y social) y de las actuales fuerzas y debilidades del infante. También integra la información de la valoración en el contexto individual del infante. El conocimiento de estos campos diversos le permite a un médico poner los resultados de una valoración de desarrollo en un contexto significativo adecuándose al momento individual del niño (desnutrición, nueva situación familiar, etc.). Finalmente, el efecto terapéutico sobre los cuidadores que participan en la valoración es muy evidente. Los cuidadores cambian a menudo sus percepciones sobre el infante, centrándose más en sus capacidades y aspectos positivos que en los negativos LAS HERRAMIENTAS DE VALORACIÓN DEL DESARROLLO FORMAL Tipos de Datos Cuantitativos Además de la inmensa cantidad de datos cualitativos obtenida por una cuidadosa observación, los procedimientos proporcionan varios métodos para cuantificar los resultados (desviación típica, los resultados Z y T). Consideraciones para seleccionar una herramienta/técnica Se presentan cuatro áreas de consideración: el propósito, las fuentes de datos, la estandarización y las propiedades psicométricas. EL PROPÓSITO Una prueba de desarrollo puede ser útil para el diagnóstico, la investigación clínica, y la planificación de la intervención temprana. Las pruebas diseñadas para estos tres propósitos son bastante diferentes, y seleccionar correctamente las pruebas es esencial. Los diagnósticos clínicos son usados por médicos para capturar la presentación global del infante y mantener una nomenclatura común. Segundo, se utilizan las pruebas de investigación cuando es deseable utilizar un instrumento relativamente breve para identificar a los infantes que pueden estar en riesgo suponiendo un diagnóstico adicional Tercero, estos instrumentos ayudan identificar metas importantes del programa y para documentar los efectos de la intervención. LAS FUENTES DE DATOS Las pruebas de usan uno o más de por lo menos tres tipos diferentes de fuentes de datos: la valoración directa, observación incidental, e informe del cuidador. Es importante reconocer las fuerzas y limitaciones de cada fuente. La valoración directa tiene la fuerza de ser potencialmente comparable inmediatamente con otros infantes, con la asunción de que el material se presentó similarmente. La limitación es que representa sólo una muestra pequeña del repertorio del niño. Los estudios del informe del cuidador son una suma útil a la valoración formal. Sin embargo, los informes del cuidador no deben ser la única medida. Dado las fuerzas y limitaciones de cada una de estas fuentes de datos, una valoración comprensiva debe usar fuentes múltiples en contextos múltiples. LA REGULARIZACIÓN La regularización de la prueba involucra el proceso de desarrollar un método consistente de administración y recopilación de los datos normativos. Por ejemplo, sería claramente impropio comparar la actuación de desarrollo de un infante crecido en una gran ciudad con otro infante crecido en el campo. PROPIEDADES PSICOMÉTRICAS Se juzga la entereza de una prueba psicométrica centrándose en la fiabilidad (test retest, etc) y validez de la prueba. Como una pauta, se recomiendan los coeficientes de fiabilidad de por lo menos 0.90 para las pruebas de diagnóstico y 0.80 en investigación. Porque ninguna prueba puede ser completamente fiable, se presentan a menudo las cuentas dentro de un intervalo de confianza de error (por ejemplo, 100 ± 8). Tests de Valoración Neonatal Existen varios procedimientos específicos para evaluar a los niños durante el periodo neonatal (del nacimiento a las 4 semanas), como la Prueba Apgar. También hay pruebas para describir la conducta, las competencias cognoscitivas y las percepciones del recién nacido. Son instrumentos que combinan una valoración de las capacidades innatas con la atención a la variabilidad individual y la responsabilidad pertinente. VALORACIÓN CONDUCTUAL CON LA ESCALA DE BRAZELTON NEONATAL: La segunda edición de este test, evalúa el nivel de organización neurocomportamental del neonato, la capacidad de responder, la atención y entrega, y la adaptación con el entorno. Esta diseñado para los neonatos de 37 a 44 semanas edad gestacional que no necesita apoyos mecánicos ni oxígeno. Son entre 20 y 30 minutos aproximadamente para administrar la prueba, seguido de 15 minutos grabando y anotando la actuación del neonato. Aunque también se usa con prematuros y recién nacidos frágiles. Describe el rango de respuestas conductuales, sociales y a estímulos no sociales, como los movimientos para alertar de los estados fisiológicos. Cada observación se anota entre siete y nueve puntos a seguir en una pauta. El test tiene presente factores interactivos, la conducta motriz, el estado del control, y la respuesta fisiológica. En resumen son seis factores: la habituación, orientación, la motricidad, el estado fisiológico, la regulación, y la autonomía, y usa los reflejos para definir un séptimo factor. Cada uno de los siete factores puede usarse para rendir una cuenta numérica que describe la actuación del infante en esa área. Las cuentas más altas en los seis factores conductuales indican la actuación más madura, sin embargo en el séptimo factor un resultado alto indica lo contrario. Tests de Desarrollo Infantil BAYLEY SCALES OF INFANT DEVELOPMENT-II El BSID, actualmente en su segunda edición (BSID II) es la medida más ampliamente usada para evaluar el desarrollo infantil. Es aplicable a niños de 1 hasta 42 meses de edad. Tiempo de administración aproximado: 25 a 35 minutos (de 15 meses a 42 meses) y 60 minutos para los niños menores de 15 meses. Los tres componentes principales del BSID II son Mental Development Index (MDI), Psychomotor Development Index (PDI), y Behavior Rating Scale (BRS). El MDI proporciona la información sobre el desarrollo del lenguaje y las habilidades para resolver los problemas, considerando que el PDI evalúa la totalidad del niño y el desarrollo motor fino. El BRS evalúa las conductas del niño durante la valoración. Los artículos en el BRS evalúan las capacidades de atención, el compromiso social, el afecto y la emoción, y la calidad del movimiento del niño a nivel motor. MULLEN SCALES OF EARLY LEARNING La escala de “Mullen Scales of Early Learning toma de 15 a 60 minutos aproximadamente, dependiendo de la edad del niño (de 15 a 30 min. Con niños de 1 a 3 años, y 60 min. hasta los 5 años). Las balanzas de Mullen evalúan el desarrollo del niño en cinco dominios separados: la motricidad gruesa, la recepción visual, el lenguaje, la motricidad fina y la expresión. La escala de motricidad gruesa es solo aplicable a niños mayores de 33 meses. BATTELLE DEVELOPMENTAL INVENTORY (BDI) El BDI es sumamente popular. Cinco dominios son moderados por el BDI: el personal y social, el adaptativo, el motor, la comunicación, y cognoscitivo. Cada uno de los cinco dominios del BDI es dividido en subdominios que finamente evalúan los componentes de cada dominio, y todos los dominios contribuyen a un desarrollo total. El tiempo de valoración requerido por el BDI son más extensas otras pruebas similares. GRIFFITHS MENTAL DEVELOPMENT SCALES Consiste en dos pruebas: Las Habilidades de los Bebés que diseñó para el nacimiento hasta los 24 meses. Las Habilidades de Niños Jóvenes, para los niños de 24 meses hasta 8 años. La balanza infantil consiste en cinco dominios, que planeó después del trabajo de Gesell: el locomotor, el personal y social, la escucha, la coordinación entre el ojo y la mano y la actuación. Escalas psicológicas infantiles del desarrollo Piaget presentó una visión del niño bastante diferente a la de Gesell, reflejando que el progreso dependía de los logros anteriores en las áreas funcionales. La escala “Uzgiris-Hunt”, está basada en la teoría de Piaget consiste en seis subescalas. Las dos primeras, se centran en la persecución visual y durabilidad en los objetos. La segunda subescala, se centra en el desarrollo de medios para lograr los extremos deseados, (usar una herramienta para obtener un objeto). El desarrollo de la imitación, la tercera subescala, está dividida en imitación vocal e imitación gestual. La cuarta subescala, se centra en la causalidad operacional, incluyendo las conductas anticipadoras, como intentar “enchufar” un juguete mecánico o, en los infantes más jóvenes, mirando los propios movimientos de la mano. La quinta subescala, describe la capacidad del infante de diferenciar dimensionalmente, el rastreo y localización de los objetos de la localización de las señales perceptoras. Finalmente, la sexta escala se centra en el desarrollo de los esquemas (por ejemplo, como cambia el niño de juguete). Tests de Investigación médica Los test de investigación médica son valoraciones breves del nivel actual del niño a nivel funcional, para determinar qué niños pueden desarrollarse a nivel mental adecuadamente o con riesgo, requiriendo entonces una valoración extensa del diagnóstico. La meta de estos tipos de test es identificar a esos niños que probablemente anotarían pobremente en una valoración más comprensiva y reducir dos posibles fuentes de error: los resultados positivos falsos (especificidad) y los resultados negativos falsos (sensibilidad). Aunque es deseable reducir el porcentaje de ambos tipos de error, la sensibilidad puede ser más importante que la especificidad. Desgraciadamente, no todas la pruebas disponen de estos datos y la mayoría están basadas en observaciones directas sobre el niño sin tener en cuanta a la gente de su entrono (cuidadores, etc.). Algunos, sin embargo, se basan en el informe del cuidador (por ejemplo, the Developmental Prifflile-II and the Developmental Observation Checklist System). DENVER DEVELOPMENTAL SCREENING TEST-II El “Denver Development screening Test-II” es una de las pruebas más populares, en las escenas médicas. La razón, por lo menos en parte, puede ser su brevedad, porque puede administrarse en 15 a 20 minutos. Es aplicable desde el nacimiento hasta los 6 años. Una de las críticas que ha recibido este Test, es que fue validado solo utilizando una muestra de niños que vivía en Colorado y estableciendo cuatro categorías relativas en este aspecto: 1. “Aceptado” 2. “Questionable” 3. “Anormal” 4. “Inestable”. EARLY SCREENING PROFILES El “Early Screening Profiles”es aplicable en niños de 2 a 6 años. Se tocan los temas cognoscitivo, el lenguaje, discurso, deficiencias físicas, y sociales o retrasos que pueden interferir cuando un niño está aprendiendo y pueden garantizar una valoración diagnóstica extensa. Los niños completan tres tipos de subtests: - El cognitivo/lenguaje (evaluando la discriminación visual, el razonamiento lógico, los conceptos verbales, las habilidades de prontitud escolar). - El motor (evaluando la motricidad fina y gruesa). - La articulación del discurso. El tiempo es de 15 a 30 min. El inconveniente del “Early Screening Profiles”, es que no tiene ninguna versión española. CONCLUSIÓN Las valoraciones infantiles son en parte exploraciones clínicas que involucran una cantidad justa de incertidumbre e inferencia. Considerando que el proceso diagnóstico siempre involucra algún elemento de incertidumbre, las valoraciones infantiles requieren un equilibrio entre lo que sabemos y lo que no sabemos. Así, los médicos que evalúan a los infantes se centran más en lo que las infantes pueden saber que con lo que no saben, enfatizando así las potencialidades y capacidades del niño. Las referencias Alpern GD, Boll TJ, Shearer M: Developmental Profile-II. Aspen, CO, Psychological Development Publications, 1986. Als H, Tronick E, Lester BM, et al.: Specific neonatal measures: The Brazelton Neonatal Behavior Assessment Scale. In: Osofsky J (ed): Handbook of Infant Development. New York, Wiley, 1979, pp. 185-215. Amdur JR, Mainland MK, Parker KCH: Diagnostic Inventory for Screening Children (DISC) Manual, 4th ed. Kitchener, Ontario, Canada, Kitchener-Waterloo Hospital, 1996. Aylward GP: Bayley Infant Neurodevelopmental Screener. San Antonio, TX, Psychological Corp, 1995. Baldwin AL: Theories of Child Development. New York, Wiley, 1967. Bangs TE, Dodson S: Birth to Three Developmental Scale. Allen, TX, DLM Teaching Resources, 1979. Bayley N: The California Infant Scale of Motor Development. 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