Nuevas estrategias para la prevención del fracaso escolar: el método audio-psico-fonológico (A.P.F) La prevención del fracaso escolar es un tema en el que todos hemos trabajado buscando la solución ideal, aún sabiendo que ésta no existe, pues cada niño reacciona de forma diferente a cada estimulo. Sin embargo, hay una serie de estrategias que nos permiten detectarlo, prevenirlo y, en algún caso, paliarlo; siempre y cuando el trabajo que se realice en los centros educativos de 0 a 6 años sea adecuado, pues es en esta edad cuando se producen los cambios más importantes en la vida del niño: En el desarrollo motor pasa de una posición horizontal a una verticalidad, con una coordinación motora que le permite andar, correr y saltar. En la comunicación oral pasa del balbuceo a construir una frase en uno o más idiomas. Si el niño construye bien su propio idioma a los 2 o 3 años, estará preparado para aprender con facilidad otros; pero si presenta dificultades de lenguaje en esta edad, difícilmente hablará en otro idioma - y decimos hablar, porque el conocer el vocabulario de otro idioma no es hablar. En la interacción pasa de una dependencia absoluta que le impide vivir si alguien no le facilita los cuidados físicos como alimentación e higiene, a una cierta autonomía en el comer, en sus relaciones personales, etc. Todos estos cambios se dan en un espacio de tiempo tan corto (si siguieran al mismo ritmo de forma progresiva durante toda la vida del individuo, nos convertiríamos en genios o campeones olímpicos a los 10 o 12 años) que si no aprovechamos estas edades para trabajar al niño, potenciando sus capacidades o detectando qué les impide progresar adecuadamente; muchas veces las reeducaciones que necesitaremos efectuar, en edades posteriores, serán interminables. Por ello es muy importante trabajar/detectar cualquier dificultad en las primeras etapas del desarrollo. En España/Cataluña, la legislación vigente hace que la valoración del niño en estas edades no esté contemplada como importante. Por ello se impulsa a que el niño entre directamente en las escuelas a los 3 años, poniéndolo muchas veces en situación de estrés o tensión emocional; relegando sus intereses a un segundo plano. Sólo contemplando las dimensiones del espacio donde se desenvuelve, vemos que pasa de una casa, muchas veces pequeña, a un ámbito tan amplio, con escaleras, vestíbulos, clases, patios, etc.; de unas dimensiones tales, que si las pudiésemos mirar desde su altura las veríamos enormes y por ello pueden ser percibidas por el niño como angustiantes o amenazantes si no tiene el soporte afectivo de sus padres. Al mismo tiempo, en las escuelas, los objetivos están polarizados para conseguir un correcto aprendizaje de los grupos mayores, sin valorar que el éxito o fracaso se fragua en los niños más pequeños. Nosotros, como escuela infantil, hemos observado que las dificultades que hemos diagnosticado en un primer momento, sino se tratan, suelen evolucionar en fracaso escolar. Por lo tanto, nuestra primera idea es que si intervenimos desde el principio los problemas que puedan aparecer, evitaremos, en la medida de lo posible, las dificultades escolares y con ello el fracaso escolar que tanto nos preocupa a todos: padres, escuela y niños. En nuestras escuelas intentamos resolver las dificultades que presentan algunos de nuestros niños con el método A.P.F. Pues consideramos que las características que éste posee nos podría ser de gran ayuda, como así ha resultado ser. El método A.P.F. consiste en estimular auditivamente al niño mediante la escucha, con unos auriculares, de música de Mozart filtrada a diferentes frecuencias. Esto es posible gracias a un aparato llamado oído electrónico, que permite trabajar toda la banda de frecuencias de los sonidos habituales al oído humano. El método A.P.F. abarca muchos aspectos que ahora no trataremos, sino que sólo nos basaremos en los objetivos que nosotros queríamos conseguir: 1.Que los niños puedan conseguir una buena comunicación con ellos mismos y con el entorno. 2.Evitar problemas de conducta y aprendizaje. 3.Conseguir un buen desarrollo del lenguaje. Como explican las bases teóricas del método, el oído, además de permitir la audición (oír y escuchar), es también el órgano del equilibrio y la coordinación, gracias al vestíbulo, asegurando así la verticalidad y la propia imagen del cuerpo. Y si como todos sabemos, el niño que presenta fracaso escolar tiene problemas de lateralidad, dificultades motrices y de habla; mediante la estimulación auditiva llegamos a implantar una base sólida para evitar la aparición de la dislexia u otros trastornos del lenguaje. El método A.P.F. permite dar al niño la capacidad de poder integrar correctamente todos los estímulos que recibe, tanto de su propio cuerpo como del exterior; y por lo tanto, conseguir que las respuestas motrices y corporales sean lo más correctas posibles. Cuando los niños empiezan en las escuelas a los 4 meses, por necesidad de sus padres, las observaciones que efectuamos son de tipo higiénico: comer, dormir, etc. Así como las relacionadas a las respuestas del niño frente a las estimulaciones que recibe mientras está en estado de vigilia: afectivas, auditivas, visuales, táctiles, etc. que nos permiten valorar el grado de receptibilidad y respuesta al deseo de comunicarse. A medida que el niño crece, se va valorando su capacidad de relación a través del lenguaje más o menos elaborado según la edad y el movimiento (desde el arrastre a correr y saltar). El control de la evolución del niño se realiza mediante unas tablas que hemos elaborado y tienen su aplicación desde los 2 años hasta que finaliza P5. A partir de P3 disponemos de pruebas baremadas bastante fiables, pero dada la rápida evolución y maduración del niño, no las hemos incluido en el estudio estandarizado. Hemos recogido información sobre la evolución del lenguaje y dibujo de los niños a partir de P4 y otras pruebas en P5. En P5, a partir de los test madurativos aplicados a principio de curso, observamos que las puntuaciones obtenidas son muy altas. Como en todo estudio, tenemos en cuenta, entre los muchos aspectos a valorar, que el factor edad es muy importante. Hay niños que hace poco han cumplido los 5 años y otros todavía no los tienen, por eso creemos que son datos a tener en consideración en todo momento. Así en el test de lateralidad REVERSAL, la puntuación media es de 77 puntos sobre los 84 de máximo que pueden obtenerse. Del test de conceptos espaciales temporales y de cantidad, conocido como BOEHM, los niños presentan una media de 7,54 errores sobre los 50 ítems que presenta la prueba. Del ABC se obtiene una puntuación media de 17 puntos sobre los 24 como máximo que se pueden obtener. Así vemos como el método A.P.F. permite al cerebro aumentar el número de conexiones neuronales que van a permitir un aumento del nivel de maduración y rendimiento del niño. Otro aspecto a tener en cuenta es que la audición es uno de los primeros sentidos que se desarrollan en la vida de la persona. Hacia los 4 meses de vida intrauterina, el oído como órgano de audición ya empieza a funcionar y el niño puede escuchar los sonidos que lo rodean gracias a la cóclea. Comienza a tener conciencia de su corporeidad y situación espacial gracias al vestíbulo. Además, como explican muchas investigaciones, es cuando se empieza a establecerse la primera relación madre - hijo que marcará toda la evolución posterior del bebé. Por tanto, los problemas conductuales y psicológicos del niño también pueden ser tratados con éste método. Así, si miramos la evolución del dibujo del niño, veremos cuando empiezan P4 el dibujo del árbol, la casa y la persona hacen un cambio rápido y significativo. Pasan de ser simples cavidades, mejor o peor vividas, a tener una forma propia y característica y, sobretodo más madura. Basándonos en el test de la persona de GOODENOUGH, hemos seleccionado una serie de ítems que nos permiten medir el grado de plasmación gráfica y de la integración del esquema corporal. Así vemos que a principios de P4 obtienen un total de 17 ítems en el dibujo de la persona, alcanzando un total de 28 ítems al finalizar P5. Datos que nos permiten concluir que el método A.P.F. también es válido en lo que respecta al tema de maduración personal y afectiva del niño. Nuestros niños están en una edad en la que el sistema auditivo puede quedar afectado por culpa de la patología tubaria: mucosidades, otitis serosas, etc. lo cual puede repercutir en el momento de la adquisición del lenguaje. Si la audición queda alterada y hay sonidos que no pueden percibirse correctamente, es suficiente para la aparición de diferentes problemas de lenguaje: retraso del habla, trastornos fonológicos, fonéticos, dificultad de estructuración de la frase, etc.; que son trastornos del lenguaje típicos de los niños con fracaso escolar. Y dado que el lenguaje oral es condición previa para la adquisición del lenguaje escrito, la importancia y repercusión del aspecto verbal es mayor. Últimamente se está introduciendo, en nuestro entorno, el inglés como tercera lengua en edades muy tempranas. Nosotros lo introducimos a partir de P3, lo que implica una forma diferente de codificación / decodificación de los sonidos que se oyen, pues cada lengua tiene unas frecuencias dominantes determinadas y totalmente diferentes unas de otras. Por ejemplo, el inglés tiene las frecuencias agudas como dominantes, el castellano las graves y el catalán tiene un espectro mucho más amplio donde tienen cierta tendencia a dominar los agudos. Al estimular auditivamente favorecemos tanto la expresión como la comprensión en cada lengua. El test que usamos, en P4 y P5, para determinar el nivel de lenguaje es el PLON. Éste permite evaluar el lenguaje a niños de 4,5 y 6 años. Aquí tenemos que volver a tener en cuenta el factor edad que antes ya se ha comentado. Los resultados que estamos obteniendo son: PLON 4 AÑOS Fonología: 0,6/1 Morfosintaxis: 3,6/4 CONTENIDO 5,4/6 FORMA Total: 4,2/5 PLON 5 AÑOS Fonología: 0,7/1 Morfosintaxis: 5,8/6 3,9/4 Total:4,7/5 2,5/3 PLON 6 AÑOS Fonología: 1/1 Morfología: 5/5,5 0,5/0,5 Sintaxis: USO 2,6/3 5,45/6 0,8/1 Total: 2,3/2,5 Datos que consideramos significativos y muy interesantes sobre la evolución del lenguaje en nuestros niños. También realizamos un trabajo de lectura que se lleva a cabo a partir de P5 de forma más dirigida, pero que realmente comienza en P3 con la estimulación auditiva general que realizan todos los niños y que continúa en P4 y P5. Así, mientras se estimula el lenguaje de los niños escuchando a Mozart, leen por el micrófono, que también esta conectado al oído electrónico. Esto permite que los niños puedan escucharse mientras están leyendo y escuchen a sus compañeros; entiendan lo que leen y que aumente el grado de motivación hacia la lectura. Cuando son más pequeños, y no saben leer, si tienen algún problema de lenguaje, también utilizamos el micrófono como medio de reeducación, pues mientras el niño repite sonidos, palabras, frases o explica cuentos; al oírse correctamente, a través de los auriculares, hace que aumente el grado de autocorrección y percepción de su propio lenguaje. De ésta manera, nuestros niños al acabar P5 leen todos los sonidos y comprenden lo que están leyendo en las dos lenguas de uso habitual: el catalán y el castellano. Hasta ahora hemos hablado de los resultados que vamos obteniendo en los diferentes test a los que estamos más habituados y que tienen una baremación mucho más conocida que la que el test del método A.P.F. El test que utilizamos dentro del método, nos permite saber cómo oyen y escuchan nuestros niños; cómo a medida que se les estimula, va aumentando el umbral de audición. También detectamos las posibles causas que dificultan el aprendizaje: celos, mala relación con la madre, problemas de concentración, inmadurez, memoria, etc. A partir de estos datos, elaboramos un programa de estimulación determinado. Los resultados que obtenemos son positivos, tanto a nivel auditivo como de comportamiento y aprendizaje. Las mejoras que hemos conseguido dentro de nuestro trabajo escolar y que no podemos cuantificar pero si demostrar, son: DIBUJO: El dibujo mejora casi automáticamente, tanto a nivel expresivo como en colores, detalles, estructura en el espacio. MUSICA: La capacidad musical mejora tanto a nivel auditivo (capacidad para captar diferentes melodías, instrumentos que intervienen, etc.), como de ritmo (tocar instrumentos propios de su edad, seguir el ritmo con el propio cuerpo a través de ejercicios o danzas). MATEMATICAS: Al mejorar la capacidad de ritmo y de estructuración en el espacio, mejoran las seriaciones, intermitencias, etc. y por lo tanto el concepto numérico y matemático también mejorará. PSICOMOTRICIDAD: Trabajando el sistema vestibular, ayudamos a que los niños que presentan dificultades mejoren la calidad de los ejercicios y de sus movimientos, puesto que el oído enerva todas las raíces nerviosas que se dirigen hacia los músculos de todo el cuerpo; permitiendo así que el niño tome consciencia de su propio cuerpo y tenga capacidad para actuar con movimientos cada vez más correctos y precisos. GRAFOMOTRICIDAD - MOTRICIDAD FINA: En este aspecto los niños presentan también una gran mejora. Al principio escriben “palabras” que se inventan, luego escriben palabras sencillas que les interesan a nivel personal, como son: papá, mamá, tata, etc.; en poco tiempo copian correctamente de la pizarra, y al final no necesitan modelo alguno para hacerlo. MOTIVACIÓN: Son niños abiertos y receptivos hacia los nuevos aprendizajes, hecho que permite que las dificultades que puedan aparecer, tanto a nivel personal como académicas, sean resueltas de forma mucho más fácil y rápida; ya que con el método A.P.F. damos al niño la capacidad de desbloquear sus propios conflictos y por lo tanto utilizar correctamente sus propias capacidades. Y todo esto gracias a que el niño es capaz de oír y escuchar al mundo que le rodea y a él mismo, y por ello es capaz de comunicarse.