ÉTICA PARA AMADOR CapÃ-tulo 1− De qué va la ética

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ÉTICA PARA AMADOR
CapÃ-tulo 1− De qué va la ética
Los hombres somos libres para responder de una manera u otra a lo que nos pasa. Somos libres para elegir
dentro de lo posible, pero no somos omnipotentes, es decir, no siempre podemos conseguir lo que queremos.
La mayorÃ-a de las personas piensan que no son libres porque asÃ- no pueden ser culpables de nada.
CapÃ-tulo 2− Órdenes, costumbres y caprichos
A veces tenemos que elegir entre dos situaciones en circunstancias que no hemos elegido. Elegimos lo que
más queremos pero no lo que queremos realmente.
Tenemos motivos para hacer las cosas, y esos motivos son:
−Órdenes: por miedo, afecto, confianza, por tu bien
−Costumbres: por comodidad, presión social
−Caprichos: porque sÃLas órdenes y las costumbres vienen de fuera.
CapÃ-tulo 3− Haz lo que quieras
Las acciones no son buenas solo por ser una orden, una costumbre o un capricho.
No es fácil decir cuando alguien es bueno porque no sabemos para que sirven los humanos.
CapÃ-tulo 4− Date la buena vida
Hay que establecer prioridades entre lo que queremos de verdad y lo que nos apetece en un momento
determinado, que a veces se contradicen.
Hay que darse la buena vida humana, entre humanos. Para que haya humanidad tiene que haber un
aprendizaje cultural, cuya base es el lenguaje.
La humanización es un proceso recÃ-proco. Para que me traten asÃ- yo trato asÃ-.
CapÃ-tulo 5− ¡Despierta, baby!
Darse la buena vida no es tan sencillo, por lo que hay gente que simplifica la vida.
Como las personas no somos cosas necesitamos algo más que no nos pueden dar las cosas y que solo nos
pueden dar las personas.
CapÃ-tulo 6− Aparece Pepito Grillo
La única obligación que tenemos es no ser imbéciles morales (quienes cojean del ánimo) Hay varios
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tipos de imbéciles:
−el que cree que no quiere nada y todo le da igual.
−el que cree que lo quiere todo.
−el que no sabe lo quiere y se deja llevar (conformista sin reflexión, rebelde sin causa).
−el que sabe lo que quiere con fuerza pero se ha engañado sobre la realidad.
Los imbéciles no consiguen darse la buena vida.
Para no ser imbécil hay que tener conciencia, cuyos rasgos son:
−saber que no todo da igual porque queremos vivir bien.
−estar dispuestos a fijarnos en si lo que hacemos corresponde a la que queremos o no.
−ir desarrollando el buen gusto moral a base de práctica para que nos repugnen ciertas cosas como mentir.
Hay que ser egoÃ-sta, querer lo mejor para uno mismo.
Los remordimientos son el descontento que sentimos con nosotros mismos cuando empleamos mal la libertad,
en contradicción con lo que queremos de verdad.
Ser responsable es ser realmente libre para bien y para mal.
CapÃ-tulo 7− Ponte en su lugar
Los hombres son semejantes porque son capaces de valorar los comportamientos y pueden llegar a discutir o
ponerse de acuerdo aunque provengan de culturas muy distintas.
Hay que tratar a todos los hombres como a hombres, porque todos me son necesarios para vivir humanamente.
Un ladrón sigue siendo humano aunque se haya comportado mal.
Los humanos imitamos casi todo, por eso hay que dar un buen ejemplo.
Para tratar a las personas humanamente hay que ponerse en su lugar, y este es un derecho que tiene todo el
mundo.
Las leyes ponen un mÃ-nimo obligatorio que las personas tienen derecho a exigir a los demás. Pero no son
más que una abreviatura. A veces, por muy legal que sea nuestro comportamiento puede ser injusto.
CapÃ-tulo 8− Tanto gusto
Nada es malo solo por hecho de que te de gusto hacerlo. Hay personas que tienen miedo al placer y se les
llama puritanos. Ellos creen que para vivir bien hay que pasarlo mal. El puritanismo es la actitud más
opuesta a la ética.
Hay que buscar todos los placeres de hoy, encontrarle el guiño placentero a lo que hay.
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Si te entregas demasiado al placer es capaz de irte dejando sin nada. Al usar un placer enriqueces tu vida; al
abusar, la empobreces y el placer se convierte en un refugio para escapar de la vida.
Algunos placeres hacen daño, son una trampa de la muerte. Es preferible elegir las penas de la vida que los
placeres de la muerte.
La recompensa más alta que se recibe es la alegrÃ-a.
CapÃ-tulo 9− Elecciones generales
El objetivo de la polÃ-tica es organizar mejor la convivencia social. A la polÃ-tica le importan los resultados
de las acciones.
La diferencia entre la ética y la polÃ-tica es la pregunta ética ¿cómo quiero ser, sean como sean los
demás? y la preocupación polÃ-tica por que la mayorÃ-a funcione bien.
La ética no puede esperar a la polÃ-tica. Hay personas que luchan porque todo sea mejor, pero que no
esperan a que todo sea perfecto para vivir humanamente bien.
Una organización polÃ-tica éticamente correcta serÃ-a una en la que hubiera:
−Libertad: que se respetase la libertad, y por tanto, la responsabilidad.
−Justicia: que haya justicia (ponerse en el lugar del otro). La única razón para limitar la libertad de una
persona es que trate a sus semejantes como si no lo fueran. La dignidad nos hace semejantes porque certifica
que cada uno es único e insustituible.
−Asistencia: que garantice dentro de lo posible una asistencia comunitaria a los que sufren, pero que no sea a
costa de la libertad y la dignidad de la persona.
Estas exigencias son los derechos humanos y es lo único de lo que tendrÃ-an que preocuparse los
polÃ-ticos.
Muchos de los problemas que se nos presentan (hambre, subdesarrollo) solo se pueden solucionar de forma
global.
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