A USTED - La Verdad

Anuncio
A USTED
A usted, que vino destinado a la Academia forzoso, sabemos que no le gusta su
trabajo, pero no trate de demostrármelo cada 5 minutos.
A usted, que parece que le da miedo tomar decisiones; de verde, de azul, de
verde, de azul... quiero una formación seria; si quisiera ir al circo pagaría por ello.
A usted, que estando de servicio a media mañana se pone el pijama y se echa a
dormir, a usted que me exige una buena uniformidad andando con la cazadora
desabrochada, a usted, que no tiene valor como mando y en vez de corregirme,
llamarme la atención o preguntarme directamente, decide hablar con mi jefe directo
para que el diga algo así como:
-
Me han dicho..., se rumorea...
¡NO! Por favor, las cosas a la cara, un oficial no se esconde.
A usted, que me exige saber hasta donde está la mujer de la limpieza, como si
ella no fuera mayorcita y supiera lo que hace, señores, trátenos a nosotros como
personas de 25 años, no como niños, si a veces creen que nuestro comportamiento es
infantil, ¿será por qué nos tratan infantilmente?
A usted, que de motivar a la gente sabe poco, quizás debería ser yo quien le
dijera que la gente motivada trabaja mejor y rinde más... pero ¡no! A mi me lo hicieron,
¿verdad? Si nos conformamos pensando que las cosas siempre han sido así mal vamos.
A veces las cosas son el fruto de las experiencias, pero a veces son el fruto de los
errores, hagamos por mejorarlas pues.
A usted, le pregunto, ¿hace las cosas convencido de ellas? ¿O sencillamente
exige en base al rencor? ¿Le repatalea ver que la gente vive mejor o hace cosas que
usted no hacía?... A mi, a mi promoción NO. Le pondré un ejemplo; podemos tolerar
que nos tuteen suboficiales o soldados pero qué ocurriría si lo hiciese un alumno...
Quizás a nosotros nos guste encontrar el sentido de las cosas y no nos conformemos con
un ¿por qué si!
A usted, que me dice que los vuelos son importantes, déjeme prepararlos; las
marchas, conferencias, teatros, servicios, campamentos... son secundarios ¿no? A, no
no, eso es lo que había escuchado pero no comprobado... miento, si que lo he
comprobado, cuando no me voy de permiso lo sufro en mis carnes, pero lo que aun no
entiendo es que se me diga que me voy de permiso y un martes se me diga lo contrario...
menos mal que ustedes me habrían pagado ese billete de avión o de tren que casi
compro.
Señores, tengo una extraña sensación, pienso que en la Academia trabajamos
mayoritariamente los alumnos, no sé, que sacan un fin de semana de hermandad de la
chistera y resulta que la culpa de que una actividad no se pueda realizar la tiene el
alumno, señores, no debería supervisar uno de ustedes que el alumnos tiene todo bajo
control, o es que el fin de semana era sólo una manera de molestar... no lo creo, aquí
siempre hacen todo por nuestro bien, es una pena que no sepamos apreciarlo.
A usted, ¿ha experimentado la sensación de ser querido? Sin carisma es algo
complicado, y desde luego decidiendo como hacer las cosas mientras 200 alumnos están
firmes en la plaza de Armas no es el camino para lograrlo, las cosas se trabajan sobre la
mesa y se hacen pequeñas correcciones al llevarlas a la práctica, no al revés; señores,
sólo así se consigue poco y bueno, que es lo que me enseñaron en 2º.
Algunos de ustedes deben pensar que la potestad sancionadora es como tener un
Fisher Price, me explico, parece que salir de civil en primero es motivo de 7 días de
arresto, mientras que acostarse con la novia en la nave merece 4 días de privación de
salida, es más, iré más lejos, el año pasado un galonista fue arrestado 14 días por mentir,
este año, me ordenan que mienta deliberadamente en un documento escrito; no sé,
evidentemente no tenemos la misma manera de ver las cosas.
Para terminar, no le estoy pidiendo que no se equivoquen, sólo les pido 2 cosas:
1.- Que no me pasen revistas de 1:50 minutos en Madrid y 35 minutos en la
Plaza de Armas.
2.- Que sean consecuentes, no puedo estar apunto de ser sancionado por no
cambiar el encabezado de un documento cuando llevo un año viento MAEST en todas
las directivas, semanales y mensuales publicados en la Academia; señores, rectificar es
de sabios, yo me equivoco, pero ante ello está la virtud de saber corregir.
Concluyo diciendo que si en vez de pensar como mandos militares, pensáramos
antes como personas, todo iría mucho mejor.
Esta carta va dirigida a ustedes, pero se la dedico a ellos, a todos vosotros.
MUCHAS GRACIAS.
Descargar