Bartomeu Mulet, Catalina Oliver, Jaume Ferrà, Francisco González, Júlia Crusat Análisis del contexto sociolaboral y formativo de la cocina hotelera de Mallorca. En una economía de servicios, centrada en el turismo, se precisa un conocimiento técnico detallado de las tareas desempeñadas, organización y funcionamiento de las cocinas hoteleras; así como de los requerimientos formativos. La finalidad es la de modernización y/o adecuación a las exigencias de una tecnificación modernizadora de los establecimientos hoteleros, y concretamente de sus cocinas en Mallorca. Se trata simultáneamente de lograr un diseño idóneo de la estructura curricular de los ciclos formativos de restauración, y de contextualizar las exigencias formativas propias, tanto básicas como de especialización. La población ocupada en el sector de restauración hotelera de Mallorca se contempla a partir de las categorías laborales y profesionales oficiales, y de la clasificación por categorías de los establecimientos hoteleros. Esta categorización constituye el marco de una investigación que, humildemente, pretende esbozar cualitativa y cuantitativamente los siguientes aspectos: − Conocer las condiciones y el contexto sociolaboral de los cocineros de hotel, en sus diversas categorías profesionales y puestos de trabajo. − Comprender y analizar las características de la formación real del personal de cocina de hotel (inicial y continuada). − Detectar las características socioeducativas y laborales del entorno de las cocinas de hotel para promover las necesidades educativas de Formación Profesional. La investigación ha utilizado diversas técnicas cualitativas de grupos de discusión y entrevista en profundidad y la técnica cuantitativa a partir de la aplicación de un cuestionario cerrado dirigido a expertos y a trabajadores del sector. Se ha procurado compaginar la metodología etnográfica y la encuesta- cuestionario para poder explicar los elementos sociológicos más significativos. Entrevistas, grupos de discusión y de trabajo, descripción y análisis de contenidos, por un lado, y cuestionario, explotación estadísticas, oficiales y secundarias, por otro, conforman el abanico de técnicas utilizadas. La fase cualitativa ha permitido el diseño de un cuestionario cerrado, aplicado 30 responsables de cocinas de hoteles elegidos aleatoriamente por bloques, y según ubicación geográfica, tipo (rural, urbano, agroturismo, turístico) y categoría. El dato más relevante para nuestro objeto de estudio ha sido la constatación de la progresiva descualificación del sector y menor exigencia formativa especializada en las elaboraciones culinarias. Ello es debido al notable aumento de la tecnificación y de la producción centralizada, en aras de conseguir una máxima productividad y eficiencia taylorista con un mínimo de costes, práctica cada vez más frecuente en las grandes cadenas hoteleras. Las cadenas a las que hemos tenido acceso son Sol-Melià, Grupohotel, THB, D’Or, Hotasa, Valentín y otras, aunque también se ha estudiado la pequeña empresa de tipo familiar. En este sentido observamos que un 60% de los establecimientos pertenecen a cadenas hoteleras y el resto a pequeños propietarios. Destacamos también que la mayoría de establecimientos son de playa, seguidos por agroturismos y urbanos, siendo estos últimos gestionados habitualmente por pequeños propietarios. • 1. Características de la investigación sociológica sobre organización y gestión de las cocinas de hotel. Para abordar la complejidad actual se precisan instrumentos y conceptos teóricometodológicos diversos. Globalización, cambios sociales estandarizados, división del trabajo, socialización para el trabajo y estratificación social afectan a la vida cotidiana, condicionando las relaciones concretas en organizaciones, instituciones, comunidades y grupos. Las condiciones del mercado inciden en los diversos ámbitos y sectores de la sociedad (la empresa, organizaciones, turismo y ocio, economía y educación). La sociedad ha vivido un proceso de modernización o “procesos” diversos de modernización, al ritmo de los cambios globales cada vez más acelerados, inestables, efímeros y difíciles de controlar. El sector turístico no ha sido una excepción y ha tenido que estandarizar procesos, lo que ha creado dependencias de organizaciones formales más amplias y potentes. Se trata de la eficacia organizacional moderna o postmoderna que pretende conseguir la previsibilidad de los diferentes actores de la organización a través de la cultura de la rutina, para conseguir llegar al mayor número de clientes con rapidez y eficacia. Para lograr la previsibilidad, el diseño de las acciones no puede 2 variar, debe facilitar la continuidad y el control, priorizando además la cantidad ante otras consideraciones. Al más puro estilo weberiano, señalamos: 1. Clara jerarquía de autoridad o poder, obligaciones formales u oficiales con una cadena de mando. 2. Las reglas de organización y funciones suelen estar escritas, para que no se produzcan conductas desviadas que alteren el ritmo de las cosas, en especial las ocupaciones subalternas. 3. Separación de la vida de la empresa de la del exterior. 4. Los trabajadores asalariados se limitan a recibir su remuneración y quedan al margen de los posibles beneficios de la empresa, separando su salario de lo que se invierte en el funcionamiento de la empresa. Todo ello adecuado a los tiempos actuales –al servicio de la reestabilización de las empresas y las propias exigencias de los clientes– a pesar de que estos entren en el juego de la estandarización de conductas y gustos, en estos caso culinarios. Hablamos de empresas de servicios, que han tenido que sufrir un proceso de adecuación de sus instalaciones y personal a las demandas de tipo técnico, tecnológico, y de capital humano, propias de una sociedad tecnológicamente más innovadora y exigente en higiene, medio ambiente y sanidad. Por otra parte, si de lo que se trata es de averiguar el papel y posibilidades de la formación profesional en este contexto, uno de los autores que más claramente ha explicado la evolución que ha tenido el capitalismo en relación con el papel de la escuela, en cuanto a su conexión con el mundo del trabajo, ha sido Mariano Fernández Enguita. Su análisis parte de una visión histórico-social, especialmente de las contradicciones que se producen en la relación escuela–trabajo, destacando la descualificación del trabajo y la sobre-cualificación del trabajador, y teniendo en cuenta la condición social y la perspectiva de futuro que tenga el trabajador. (Fernández Enguita, M., 1990). Vivimos en una sociedad que, cada vez más, se fundamenta en la meritocracia, en el título, en la competitividad curricular. Si consideramos la escuela, en especial la formación profesional, como la forma institucionalizada que nos prepara para la incorporación a la vida productiva o a la vida laboral, como una forma de transición hacia la madurez personal, debemos plantear cómo la educación institucionalizada se vincula al mercado de trabajo, y cómo la sociedad actual se plantea la educación, desde un punto de vista tecnocrático y en términos de rentabilidad. Cabe cuestionar la 3 supuesta eficacia de un sistema educacional cuya oferta se delimita por las posibilidades del mercado. Se trata de una cuestión muy compleja, por las características que tiene el sistema económico capitalista actual, marcado por la especulación, y basado en el teórico mercado libre. Un capitalismo en crisis que genera riqueza a la par que mucha pobreza y desequilibrios significativos, especialmente entre Norte y Sur, hecho que añade elementos relevantes a la problemática social. Se trata de un tardo capitalismo moderno, cada vez más mundial y acelerado, donde los intereses comunes se dejan de lado en nombre de la rentabilidad, de la eficacia y de la modernización, olvidándose de las capas de población más vulnerables, entre ellas los jóvenes (Tortosa, J, M., 1993, Pág. 61), “aparcadas” en el sistema escolar para retrasar su incorporación al mercado laboral. Al tiempo, gente mayor carece de posibilidades de reciclarse y de reincorporarse al mundo laboral. • 2. Dinámicas económicas: formación y mundo laboral en un capitalismo cada vez más tecnológico. Las circunstancias impulsadas por las dinámicas económicas del capitalismo tecnológico de nueva generación e innovación obligan a la formación continua. Una economía cambiante, un trabajo más flexible con cambios de empleo y de función hacen que el tema de la formación para el futuro sea complicado. La educación formal actual no sirve para estas exigencias de futuro. Por otra parte, las características de las grandes organizaciones o grandes empresas, en nuestro caso también las cadenas hoteleras, a veces han tenido que subcontratar empresas para poder cubrir ciertas tareas y ser más funcionales y eficaces (servicio de catering, comida preparada, congelada...), constituyendo un ejemplo claro de mcdonalización de estas empresas. Simultáneamente nos enfrentamos al peligro de privatización encubierta de las instituciones educativas de formación profesional y universitaria. Se favorecen convenios con grandes empresas; y las investigaciones y titulaciones se elaboran con criterios de dependencia de las empresas para mercantilizar dichas titulaciones, dejando de lado otras necesidades de cariz humano, científico y técnico. El futuro del turismo en las Islas, y en concreto en Mallorca, pasa por nuevas estrategias de formación y de mejora de las capacidades del capital humano, –tanto desde el punto 4 de vista de la formación básica como continua y de especialización–, de diversificación de la oferta turística y de mejora de la infraestructura. El turismo y la restauración son sectores que pueden adecuarse mejor a los cambios tecnológicos que se avecinan, aunque con un coste para el capital humano. En los puestos de trabajo más dignificados por el prestigio profesional, la formación será un grado y, seguramente, la implantación de la diversificación culinaria será un signo de modernización. Globalmente turismo ha sido uno de los motores más significativos de la “modernización” de la sociedad de las Illes Balears. Al mismo tiempo, ha incidido como condicionante de varios factores económicos, sociales, políticos y culturales que han generado problemas de cohesión y conflictos típicos de la sociedad urbana, en contradicción con un modelo de sociedad más rural y tradicional, todavía presente, aunque muy afectada por los fenómenos de globalización, massmediatización...; una sociedad que va a remolque de la globalización, capitalista, desequilibradora y favorecedora de desigualdades y nuevas formas de exclusión social. La estacionalidad turística y unos pocos sectores descompensadamente desarrollados, como la construcción, han hecho que la ligazón entre formación y mercado de trabajo esté o se vea mermada para preparar una juventud cualificada para implementar o desarrollar una economía sostenible. En una sociedad del bienestar fundamentada en servicios, y enfocada a cubrir las necesidades que se van generando según su estructuración, cabe pensar que la educación pasa a ser un simple bien de consumo y de inversión en varios sentidos: cultural, económico, social e ideológico. No queremos llegar al pesimismo estructural de Rifkin que, en su prospectiva sociológica, prevé una sociedad sin trabajo, o trabajo precarizado (Rifkin, J., 1996), y que sólo proporcionará trabajo de calidad a una élite preparada para responder a las exigencias del mercado postecnológico. Este autor plantea la necesidad de potenciar el voluntariado para generar ocupación de una mano de obra que no encarezca el sector público, pero sobre el que las administraciones puedan tener un cierto control (Rifkin, J., 1996, pàg. 291-317). Eso hace pensar que la preparación de los ciudadanos y ciudadanas del futuro no podrá ser llevada a término de la misma manera que hoy en día lo hace la escuela actual. Hay que buscar nuevos modelos educativos, aunque, mientras ésta exista, podrá aportar elementos positivos para reciclar la población, para adaptarla a las nuevas ocupaciones, especialmente 5 ligadas a los servicios y de los cuales formarán parte técnicos, académicos, educadores (también psicólogos y pedagogos), profesionales, escritores, consultores, empresarios... Sin embargo, el aumento de la oferta de estos profesionales posiblemente creará un excedente que saturará el mercado; de este modo declinará la exigencia de la demanda y bajará la calidad del servicio. Sin embargo, la educación hoy se está deificando como si fuera la panacea de muchos de los males de esta sociedad; sin embargo, deberá cambiar muchas de sus estrategias actuales para conseguir concienciar a las personas de que los cambios educativos deben ir acompañados de una mentalidad más humanizada y no mercantilista. La forma mediadora de la escuela hacia la sociedad y el alumno no puede ser la tradicional, ni lo podrá ser, probablemente, nunca más, porque las condiciones de vida no son las mismas y las exigencias sociales y económicas no lo permiten. La vida cotidiana, poco a poco, va desvaneciendo la transmisión directa de los saberes: del maestro al aprendiz de oficio. La sociedad se ha complicado de tal manera que la participación espontánea se desvanece y pasa a ser formal y sistemática, cosa que favorece la estandarización tanto social como económica, la homogeneización cultural y económica y, por lo tanto, social, especialmente en las sociedades del bienestar. La división del trabajo, la estructura de clases, la jerarquización de las culturas y otros elementos condicionan; y la escuela pasa a ser un elemento de reproducción de dichos elementos; sin olvidar que hay que tener en cuenta otras influencias socializadoras que completan y condicionan la labor educativa de la escuela. Sería el caso de los medios de comunicación de masas que, cada vez más, cumplen funciones que tradicionalmente se habían asignado a la educación escolar y que hacen que las poblaciones se deban reeducar y reciclar constantemente para poder seguir el ritmo de la modernización. Un proceso de socialización eficaz a lo largo de toda la vida productiva: desde la infancia hasta la jubilación. Estos condicionantes, poco a poco, se verán reflejados en la educación, en la movilidad profesional y educativa, en los intentos de unificación de planes de estudios, en la reacción de las culturas minoritarias, en la privatización y el mercantilismo educacional, en la instrumentalización de la infancia como bien de consumo. Por otro lado, si bien la superación de esta crisis no resulta clara, sí resulta evidente que el Estado de bienestar debe ser objeto de reforma. 6 Para sintetizar, cabe indicar algunas de las circunstancias y tendencias que impulsarán la necesidad de este reformismo político – económico; lo que incidirá en las exigencias de formación de las personas de la economía activa: 1. En primer lugar, uno de los factores a tener en cuenta es el demográfico. En el conjunto de la Unión Europea, se produce una demanda, especialmente de jóvenes y mujeres, para puestos de trabajo poco cualificados. En un contexto marcado por un bajo índice de natalidad, la inmigración es decisiva. 2. Se desarrolla una tendencia a la saturación del mercado interior, especialmente en momentos de crisis económica sostenida o de larga duración como la actual y, por lo tanto, se produce la disminución de puestos de trabajo y una reordenación de los mismos; lo que favorece un interés de la población joven por la adecuación de su formación a los cambios de la sociedad a corto plazo. 3. El efecto de la mecanización tecnológica y su implantación en la economía de servicios, de la mano del cambio tecnológico, liberará mano de obra, aumentará el paro y dará lugar a que se busquen fórmulas de flexibilización laboral que no encarezcan el despido. 4. Aumentarán los condicionantes externos a la Unión Europea. En el marco del nuevo capitalismo, la búsqueda de competitividad en los mercados exteriores impulsa alianzas de la Unión Europea con Estados Unidos, con América del Sur… La desregulación de las economías del Sur a favor de la competitividad expresada anteriormente, aumenta la desigualdad entre Norte y Sur; lo que incide directamente en el desarrollo o las características de los movimientos migratorios, posibilitando una mano de obra barata utilizada, expresamente, para los trabajos mecánicos. Como resultado de estas circunstancias vemos que: 1. Afecta a las promesas políticas de plena ocupación laboral, que se han visto condicionadas y limitadas por las diferentes crisis que sufren el planeta y las economías locales. 2. Las soluciones ultrapasarán el marco de los estados, entre otros factores, debido a la globalización económica y la mundialización de las problemáticas socioculturales. Especialmente por el papel de las grandes organizaciones transnacionales, entidades financieras y la internacionalización de la economía, con el uso de las nuevas tecnologías para lograr la ampliación de sus redes. 7 3. El cambio tecnológico exige una priorización e impulso de la ciencia y tecnología, que inciden en la concepción de la educación-formación técnica, científica y universitaria. Es decir, pretende abrir un modelo en el que tenga cabida la sociedad del conocimiento y la sociedad tecnológica a la par. Es el camino hacia la nueva economía y el capitalismo de nuevo cuño. 4. Se hará necesaria una política de reconversión de los sectores de servicios y el sistema educativo, en especial la formación técnica y científica, así como se requerirá una revalorización de la formación profesional, condicionada por un nuevo mercado laboral y los procesos de “modernización” que vive nuestra sociedad ante la necesidad de adecuar la mano de obra a los nuevos estilos de la economía y de vida. Seguramente, cada vez más nos percataremos de que el economicismo que por todo el sistema mundial se imbuye es la motivación que lleva a una descentralización gerencial –que permita hacer más eficaz y competitiva la economía–. La competitividad entre los profesionales de la educación y su meritocracia credencialista, la potenciación de una formación técnica adecuada a los hijos de las nuevas clases medias, la privatización de la educación directa o indirectamente a través de la esponsorización, el interés creciente de los empresarios por adecuar la formación técnica y general a las nuevas exigencias del mercado, son muchos de los ingredientes que nos prepara el neoliberalismo en el conjunto de países, incluso los no desarrollados. El optimismo por el trabajo y la formación a veces resulta demasiado publicitario para ser creíble. Hay que tener en cuenta que ciertos oficios han quedado obsoletos y que para la sociedad actual, –fundamentada no tan sólo en los servicios, sino en los avances tecnológicos–, la tecnología es elevada a cultura irrenunciable o a puntal de la ciencia no ya de la tecnología, convirtiéndose en un hábito de vida, una imagen cotidiana; a pesar de que el crecimiento de los sistemas electrónicos y las ofertas de trabajo atados con estos tipo de industria faciliten la apertura de nuevos horizontes profesionales, en los que la formación especializada juega su papel. Unos horizontes educativos, pero, alejados de las prioridades de la educación pública que obligan a los individuos que deseen alcanzarlos a recurrir a formación especializada de carácter privado; o bien, delegando en las empresas el complementar la formación de su personal. 8 • 3. Explotación estadística del estudio de cocinas de hotel Condiciones de los trabajadores Nos encontramos ante una muestra de 30 hoteles clasificados en cuatro categorías (hotel urbano, hotel de playa, agroturismo y hotel de interior) en los que trabajan un total de 256 trabajadores. Esta muestra de trabajadores se ha hecho teniendo en cuenta criterios de proporcionalidad intentando conseguir representatividad por categoría de hotel y zona geográfica. Teniendo en cuenta que la categoría profesional del trabajador depende muchas veces del número de trabajadores del hotel –en los hoteles más pequeños predominarán las categorías con responsabilidad mientras que a los hoteles con más trabajadores podrán tener mucho más personal con menos responsabilidad como los ayudantes–, presentamos el total de trabajadores encuestados clasificados según su categoría (faltan aquellos trabajadores de los cuales no se ha obtenido una respuesta clasificable). Tabla 1. Número de trabajadores según su categoría profesional Frecuencia Porcentaje Jefe de cocina 28 11,3% Segundo jefe de cocina, jefe repostero 34 13,7% Jefe de partida 50 20,2% Cocinero, oficial reposteros 53 21,4% Ayudante de cocina, ayudante de repostería y 83 33,5% 248 100% afines Total 9 Gráfico 1. Número de trabajadores según su categoría profesional. Como se observa, y considerando la presencia de algunos hoteles pequeños, se obtiene una muestra piramidal con más miembros en las categorías menos calificadas que en las más calificadas hecho que permite contar con una muestra de proporciones similares a las reales. Una vez clasificados los trabajadores es necesario mostrar algunas diferencias observables en las distintas categorías resultantes. Retribución de los trabajadores En primer lugar, se compara los salarios medios de los trabajadores diferenciándolos teniendo en cuenta su categoría profesional: 10 Tabla 2. Salario medio del trabajador clasificado por categoría profesional Salario aproximado (€/mes) Mediana Categoría profesional Jefe de cocina 2028,57 Segundo jefe de cocina, jefe 1587,68 repostero Jefe de partida 1295,30 Cocinero, oficial repostero 1154,35 Ayudante de cocina, ayudante 1019,99 de repostería y afines Gráfico 2. Salario medio del trabajador según su categoría profesional Se puede observar en la tabla y en el gráfico una distribución de los salarios estrechamente relacionada con la categoría profesional, así pues se aprecia como en las categorías más altas aparecen los salarios medios más altos. 11 Lo que más llama la atención, es observar que la diferencia de medias salariales entre una categoría y la categoría inmediatamente inferior, es mucho más elevada en las categorías profesionales superiores que en las de menos responsabilidad. Se observa que entre el salario medio de los jefes de cocina encuestados (2.028,57€) y el salario medio de los segundos de cocina y jefes reposteros encuestados (1.587,68€) hay una diferencia de 440,89€, muy superior a la que hay entre los segundos de cocina y jefes reposteros respecto a los jefes de partida (292,38€); la diferencia entre los jefes de partida y los cocineros (140,95€) o la diferencia entre los salarios medios de los cocineros encuestados y el de los ayudantes (134,36€). Este hecho muestra la importancia que otorgan los hoteles a sus lugares de más responsabilidad. Se ha querido medir las retribuciones no monetarias como los complementos salariales (comida, alojamiento u otros): Tabla 3: Complementos salariales del trabajador por la categoría profesional Incluye algun otro complemento Incluye comida? Sí Frec. Incluye alojamiento? No % Frec. Sí % Frec. salarial no monetario? No % R Sí % Frec. No % Frec. % Jefe de cocina 21 77,8% 6 22,2% 3 11,1% 24 88,9% 3 11,1% 24 88,9% Segundo de cocina, jefe 29 85,3% 5 14,7% 5 14,7% 29 85,3% 5 14,7% 29 85,3% Jefe de partida 43 87,8% 6 12,2% 4 8,2% 45 91,8% 6 12,2% 43 87,8% Cocinero, oficial repostero 36 67,9% 17 32,1% 2 3,8% 51 96,2% 2 3,8% 51 96,2% Ayudante de cocina, 63 77,8% 18 22,2% 5 6,0% 78 94,0% 2 2,4% 81 97,6% 192 78,7% 52 21,3% 19 7,7% 227 92,3% 18 7,3% 228 92,7% repostero ayudante de repostería y afines Total Como se ve en la tabla, la comida es un complemento muy habitual en los hoteles de Mallorca, en cambio, el alojamiento y los otros complementos no monetarios no son utilizados en los hoteles mallorquines. En todo caso gozan de más complementos las categorías con más responsabilidades. 12 Relaciones contractuales Además de la retribución de los trabajadores, sin embargo, se puede tener en cuenta otra variable a la hora de medir las condiciones laborales de los trabajadores: su estabilidad laboral. Con ese propósito, se presenta el tipo de relación contractual (fija, fija discontinua, temporal, de formación u otro tipo) clasificándola también teniendo en cuenta la categoría profesional del trabajador: Tabla 4. Tipo de contrato del trabajador según su categoría profesional Contrato Categoría profesional Fijo Jefe de cocina % de Categoría Segundo de cocina, Jefe repostero % de Categoría Jefe de partida % de Categoría Cocinero, oficial repostero %de Categoría Ayudante de cocina, ayudante de Total Fijo discontinuo Temporal 23 5 0 28 82,1% 17,9% ,0% 100,0% 23 8 3 34 67,6% 23,5% 8,8% 100,0% 33 10 7 50 66,0% 20,0% 14,0% 100,0% 33 16 4 53 62,3% 30,2% 7,5% 100,0% 20 30 33 83 24,1% 36,1% 39,8% 100,0% 132 69 47 248 53,2% 27,8% 19,0% 100,0% repostería y afines % de Categoría Total % de Categoría Gráfico 3. Tipo de contrato del trabajador por su categoría profesional 13 En primer lugar hay que destacar que ninguno de los trabajadores de la muestra presenta contratos “de formación” o “de otro tipo” reduciendo a tres posibles modalidades contractuales: fija, fija discontinua y temporal. La lectura que se saca es que, si bien no se puede afirmar que el contrato de formación sea una modalidad inexistente en Mallorca, sí que se puede sostener que este no es un contrato habitual en los hoteles de la isla (aunque 10 de los 30 hoteles han afirmado tener alumnos en prácticas en algún momento de la temporada). Así mismo se observa que son las categorías de más responsabilidad las que presentan proporciones de contratos estables más altos. No hay ningún jefe de cocina encuestado que afirme tener un contrato temporal, y hasta un 82,14% afirma tener una relación contractual fija. En cambio, solo un 24,10% de los ayudantes gozan de una relación contractual fija mientras que hasta un 39,76% trabaja en calidad de personal temporal (el resto, un 36,14% tiene una relación fija discontinua). En las tres categorías intermedias (segundo de cocina / jefe repostero, jefe de partida y cocinero / oficial repostero) el porcentaje de encuestados con relación temporal fija oscila entre el 60% y el 70%. Curiosamente, sin embargo, de estas tres categorías intermedias la que presenta una proporción de personal con relación contractual temporal más baja son los cocineros y oficiales reposteros –la de menos responsabilidad de las tres– (7'55%) y es que en este grupo la presencia de la relación temporal fija discontinua es muy alta (hasta un 30'19% de los encuestados). De la lectura de estos resultados se extraen dos conclusiones: por una parte, se observa que los hoteles prefieren estabilizar sus puestos de más responsabilidad -con contratos más estables y sueldos más elevados-; por otro lado, teniendo en cuenta que la desigual demanda hotelera según la época del año provoca que las plantillas sean más numerosas en las temporadas de más ocupación; se observa que el tipo de contrato fijo discontinuo es una solución empleada por muchos hoteles especialmente para la contratación de cocineros y ayudantes. En cambio, el contrato temporal sólo tiene una fuerte presencia en el caso de los ayudantes de cocina, hecho que indica que los hoteles prefieren contar con un mismo personal, especialmente en las categorías de más responsabilidad. 14 Descanso de los trabajadores Para evaluar el descanso de los empleados se ha pedido a los encuestados que indiquen los días de descanso que figuran en su contrato y los días de descanso de los que gozan realmente. La media de días de descanso que aparece en los contratos de los trabajadores es muy próxima a los dos días (1'95), ahora bien, la media de días libres reales es de 1'81 hecho que indica que sí bien se da algún caso en el que se descansa menos días de los que dice el contrato, mayoritariamente se respeta el descanso estipulado. A todo ello, cabe añadir que muchos de los encuestados afirman que según la época del año y el volumen de trabajo, hay semanas en las que se descansaba menos días. El descanso, sin embargo, también se puede contabilizar en función del tipo de jornada que realiza cada trabajador (continua, partida o flexible). En primer lugar hay que destacar que la jornada flexible no tiene una presencia muy significativa, ya que sólo un 4,4% de los trabajadores encuestados goza de ella. Las jornadas continua y partida tienen una presencia similar, pero cabe destacar que mientras los segundos de cocina y jefes reposteros, los jefes de partida y los ayudantes tienen proporciones similares de jornadas continuadas y partidas, en los jefes de cocina predomina la jornada partida, mientras que en los cocineros predomina, claramente, la jornada continuada. Tabla 5. Tipo de jornada laboral según la categoría profesional del trabajador. Jornada Continuada Frec. Jefe de cocina % Partida Frec. % Flexible Frec. % 8 28,6% 19 67,9% 1 3,6% Segundo de cocina, jefe repostero 16 47,1% 16 47,1% 2 5,9% Jefe de partida 23 46,0% 23 46,0% 4 8,0% Cocinero, oficial repostero 34 64,2% 17 32,1% 2 3,8% Ayudante de cocina, ayudante de repostería y afines 37 44,6% 44 53,0% 2 2,4% 118 47,6% 119 48,0% 11 4,4% Total Hay que destacar también que hasta un 84,6% de los empleados, trabajan en hoteles donde los encuestados han afirmado que se establecen horarios teniendo en cuenta la conciliación entre la vida laboral y la familiar. Formación interna de los trabajadores. 15 A la hora de analizar la situación de la formación ofrecida por los hoteles a sus trabajadores, hemos creído más interesante clasificar los resultados por la categoría del hotel que no por la categoría profesional del trabajador, ya que al ser los hoteles los que forman a sus trabajadores las clasificaciones por categoría profesional del trabajador quedarían condicionadas por la política de cada hotel en formación interna. En cambio, clasificar los resultados según la categoría del hotel permite detectar posibles diferencias entre las distintas topologías hoteleras. En primer lugar, hay que destacar que 127 de 202 trabajadores encuestados (un 62,86%), trabajan en hoteles donde es obligatoria la asistencia a cursos de formación interna. Esta proporción es mucho más pequeña en los trabajadores de hoteles de 3 estrellas (50%) y, en cambio, la proporción más grande se encuentra en los trabajadores de hoteles de 4 estrellas (76,06%), bastante superior a la de los trabajadores de hoteles de 5 estrellas (59,32%). Tabla 5. Obligatoriedad de asistir a cursos según la categoría del hotel. Categoría Otros Asistencia obligatoria a cursos 3 estrellas Total 4 estrellas 5 estrellas Sí 4 34 54 35 127 No 0 34 17 24 75 4 68 71 59 202 de formación interna Total Gráfico 4: Obligatoriedad de asistir a cursos según la categoría del hotel. En lo referente a los cursos de riesgos laborales, se observa como la gran mayoría de trabajadores (94,1%) trabajan en hoteles donde se hacen cursos de riesgos laborales, de 16 manera que se puede afirmar que es un reto casi conseguido. Ahora bien, si se atiende a la diferencia entre categorías de hoteles se ve como un 17,6% de los trabajadores encuestados de hoteles de 3 estrellas, no han realizado ningún curso de riesgos laborales. Tabla 6. Trabajadores que han hecho cursos de riesgos laborales según la categoría del hotel Categoría Otros Cursos de empresa Sí 3 estrellas Total 4 estrellas 5 estrellas 4 56 75 73 208 100,0% 82,4% 98,7% 100,0% 94,1% 0 12 1 0 13 ,0% 17,6% 1,3% ,0% 5,9% 4 68 76 73 221 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% en prevención riesgo laborales % dentro de la Categoría No % dentro de la Categoría Total % dentro de la Categoría Condiciones de las cocinas de los hoteles Seguridad e higiene. La seguridad en la cocina tiene una fuerte incidencia si se observan las respuestas de los representantes de las cocinas de hotel encuestados, la mayoría de los hoteles cuentan con dispositivos de señalización y registran sus incidentes y accidentes. Así mismo, la implantación de equipos de esterilización y desinfección aún son cuestiones pendientes en muchos de los hoteles encuestados. Ahora bien, el hecho de que se disponga de este tipo de equipamientos, muchas veces, depende de las medidas del hotel y de su cocina, ya que instalar un equipo de estas características requiere contar con espacio y condiciones suficientes. Pese a haber afirmado que, especialmente en las horas de los servicios, se dan situaciones de estrés, únicamente en tres hoteles se han registrado bajas por estrés laboral. Tabla 10. Número de hoteles que disponen de equipos de esterilización. Frecuencia Porcentaje válido 17 Sí 13 43,3 No 17 56,7 Total 30 100,0 Tabla 11. Número de hoteles que cuentan con equipos de desinfección. Frecuencia Porcentaje válido No 12 40,0 Sí 18 60,0 Total 30 100,0 Tabla 12. Número de hoteles que disponen de dispositivos de señalización. Frecuencia Porcentaje válido No 1 3,3 Sí 29 96,7 Total 30 100,0 Tabla 13. Número de hoteles que registran los incidentes y accidentes. Frecuencia Porcentaje válido No 2 6,7 Ns/Nc 2 6,7 Sí 26 86,7 Total 30 100,0 Tabla 14. Recuento de hoteles que han registrado bajas por estrés laboral. Frecuencia Porcentaje válido Sí 3 10,0 Ns/Nc 3 10,0 No 24 80,0 Total 30 100,0 Modernización de las cocinas Muchas de las cocinas incluidas en la muestra, se han renovado parcialmente en los últimos cinco años y algunas de ellas lo han hecho totalmente. Cabe mencionar, además, que existen casos en los que no se había renovado la cocina debido a que esta era suficiente nueva (tenía menos de cinco años de antigüedad). 18 La aplicación de métodos modernos para mejorar la efectividad y la calidad en el servicio prestado también avanza a un buen ritmo, un 80% de las cocinas encuestadas cuentan con una cámara específica para la recepción de alimentos. Además, muchos de los hoteles se sirven de la informática para mejorar su oferta (como por ejemplo, creando ficheros de recetas) y más de la mitad de los hoteles disponen de software específico de cocina (especialmente en los hoteles de más categoría). Tabla 15. Número de hoteles que han renovado totalmente la cocina en los últimos 5 años. Frecuencia Porcentaje válido Sí 13 46,4 No 15 53,6 Total 28 100,0 Tabla 16. Número de hoteles que han renovado la cocina parcialmente en los últimos 5 años. Frecuencia Porcentaje válido Sí 19 65,5 No 10 34,5 Total 29 100,0 Tabla 17. Número de hoteles que disponen de cámara de recepción de alimentos. Frecuencia Porcentaje válido No 6 20,0 Sí 24 80,0 Total 30 100,0 Tabla 18. Número de hoteles que cuentan con equipos informáticos. Frecuencia Ns/Nc Porcentaje válido 1 3,3 No 14 46,7 Sí 15 50,0 Total 30 100,0 19 Tabla 19. Número de hoteles que disponen de programas informáticos exclusivos de cocina. Frecuencia Porcentaje válido No 12 40,0 Sí 18 60,0 Total 30 100,0 Tabla 20. Número de hoteles que cuentan con programas informáticos exclusivos de cocina clasificados según su categoría. Categoría Otros Programa informático Sí 3 estrellones Total 4 estrellones 5 estrellones 1 4 6 7 18 100,0% 50,0% 46,2% 87,5% 60,0% 0 4 7 1 12 ,0% 50,0% 53,8% 12,5% 40,0% 1 8 13 8 30 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% exclusivo por cocina % dentro de la Categoría No % dentro de la Categoría Total % dentro de la Categoría Tratamiento de residuos El tratamiento de residuos es también una tarea que se está asumiendo en grande parte de los hoteles mallorquines encuestados, la mayoría de ellos disponen de una cámara específica para la selección de residuos y, hasta un 80% cuenta con equipos para tratarlos y clasificarlos. Tabla 21. Número de hoteles que disponen de cámara de selección de residuos. Frecuencia Porcentaje válido No 11 36,7 Sí 19 63,3 Total 30 100,0 Tabla 22. Número de hoteles que cuentan con equipos de selección y tratamiento de residuos. Frecuencia No Porcentaje válido 6 20,0 20 Sí 24 80,0 Total 30 100,0 Para concluir la investigación podemos resaltar los siguientes aspectos: 1. La racionalización económica junto a la voluntad de ajustar los costes/beneficios vislumbra un servicio de cocina hotelera basado en el bufete, donde las cadenas hoteleras mantienen circuitos de comidas preparadas. Se puede observar como los grandes establecimientos hoteleros tienden a reservar la cocina para su clientela propia; por otro lado, el pequeño establecimiento como los agroturismos u hoteles de interior, ofrecen servicios de restauración a público externo. La cocina, especialmente en los establecimientos hoteleros de playa, se consolida como si de un espectáculo se tratase – show cooking -, así como también se consolida una mecanización que estandariza la comida. 2. La presión, el exceso de responsabilidad y la mala retribución económica son las quejas mayoritarias de los trabajadores de las cocinas. También se aprecia una percepción de baja valoración social de la profesión. En general, se aprecian unas relaciones en el entorno laboral marcadas por la precariedad (contrataciones temporales, fijos-discontinuos, que afectan especialmente a trabajadores de menos cualificación) y por la diversidad cultural a causa del fenómeno de la inmigración. Cabe referir la excepción de los jefes de cocina los cuales suelen ser fijos o fijos-discontinuos. 3. Valoración por parte del sector empresarial de la experiencia muy por delante de la formación a la hora de establecer criterios de selección (en este sentido cabe destacar la media de 42 años de edad de los jefes de cocina, así como un nivel aceptable de formación). El resto de trabajadores es reticente a emplear sus horas libres para formación. Se aprecia poca presencia de formación continua o permanente. En cuanto a la actualización e innovación profesional, se ve reservada a los jefes de cocina y/o jefes de partida mayoritariamente. Mención aparte requiere la amplia implantación de formación sobre riesgos laborales, explicable teniendo en cuenta que se ha convertido actualmente en una exigencia burocrática. 4. Cada vez es más frecuente la introducción de nuevas tecnologías en la cocina, aunque no sean básicas para el desarrollo culinario estricto. Por otra parte, vemos que en 21 los jefes de cocina, cada vez más, recaen funciones de gestión y control de los diversos departamentos en detrimento de tareas vinculadas a la innovación culinaria. 5. Se aprecia el aumento de mano de obra no cualificada, debido a la contratación de inmigrantes y a la necesidad de disminuir los costes, para conseguir una máxima productividad a un precio menos elevado. Destacamos, en todo caso que de los 30 jefes de cocina encuestados, 21 son de nacionalidad española con una discreta presencia de nacidos en las “Illes Balears” (9); 6 de origen europeo, 1 de origen africano y otro sudamericano. Bibliografia − Amer, Joan (2006): Turisme i política. Documenta Balear, Palma. − Brunet y otros (1998). Cualificación y trabajo. A Ramón Garcés. Informes. ICE Zaragoza pp. 449-458 − Brunet, I. Y Morell, A. 1998): Classe, educación y trabajo. Edit. Trotta, Madrid. − Cabrera, Leopoldo (1998): “El debate sobre la cualificación professional: implicaciones para la FP de la LOGSE”. A Ramón Garcés. Informes. ICE Zaragoza, pp. 459-475 − Carabaña, J. (1983) Educación y ocupación e ingresos en España del siglo XX. MEC, Madrid− Cámaras de Comercio (2002): Manual de formacion en centros de trabajo. Ministerio de − CONSELLERIA DE TREBALL I FORMACIÓ. (1999). Informe. Palma − Fernández Enguita, Mariano F.(1998): Economía y sociología. 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