Mejor a en los ndices de Sobrevivencia y de la Productividad en Becerras y Vaquillas Lecheras.

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MEJORÍA EN LOS ÍNDICES DE SOBREVIVENCIA Y DE LA
PRODUCTIVIDAD DE BECERRAS Y VAQUILLAS LECHERAS
MARIO MEDINA CRUZ
DEPARTAMENTO DE REPRODUCCIÓN, FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y
ZOOTECNIA, UNAM. AV. UNIVERSIDAD 3000, COL. COPILCO, DEL. COYOACÁN, CP
04510 MÉXICO DF
email: [email protected]
TEL: 5622-5860 EXT 45,285 FAX: 5622-5935
INTRODUCCIÓN
Hasta el mes de Junio del 2006 fecha en que se lleva a cabo la presente conferencia, la
dimensión del hato especializado en la producción de leche es de aproximadamente
1,000,000 de cabezas compuesto principalmente por la raza Holstein en su gran mayoría.
Los hatos lecheros desechan por razones voluntarias e involuntarias un promedio del 33%
hasta el 42%, mismos que deben ser sustituidos por vaquillas de primer parto solamente
para mantener el tamaño del hato y sin considerar una posible expansión. De esta manera
se requieren entre 330,000 y 420,000 vaquillas al año sólo para evitar la disminución del hato
nacional (Medina 1994, Radostits et al. 2000, Larrondo 1997, Moro et al. 1998, Ruiz et al.
1994).
Dentro de los gastos anualizados de operación de los hatos lecheros, los costos por
concepto de la crianza de reemplazos constituyen el segundo gasto más grande después de
los costos de alimentación de las vacas en producción variando entre el 9% y el 20% y
sustrayendo recursos diarios del flujo de efectivo hasta que las vaquillas llegan al primer
parto.
A partir de los años 2003 y 2004 y a consecuencia del diagnóstico del prión de la
Encefalopatía Espongiforme Bovina en Canadá y en los Estados Unidos de Norteamérica,
México no ha podido importar una sola vaquilla lechera de esos países que eran los
proveedores por décadas de vaquillas lecheras al parto. Por su situación zoosanitaria libre
de Fiebre Aftosa, México tampoco puede importar ganado en pié desde Europa, Asia, Centro
o SudAmérica en donde se cuenta con el estatus de control o en vias de erradicación. Lo
anterior deja como únicos proveedores viables para nuestro país a Australia y principalmente
Nueva Zelandia.
Por el contrario, la producción de becerras y vaquillas en México tiene diversas
ventajas como son el uso de la inseminación artificial empleando toros con facilidad de parto
y positivos a leche, grasa, proteína o tipo. Sin embargo la producción de becerras y vaquillas
especializadas en la producción de leche en México aún es insuficiente para mantener y
hacer crecer el hato lechero nacional.
El porcentaje de desechos del hato adulto aunado a la edad en que las vaquillas
alcanzan el primer parto, tienen el mayor impacto económico sobre los costos de producción
de las vaquillas al parto (Tozer et al. 2001).
DESARROLLO DEL TEMA
Para hablar del impacto que tiene la salud el hato sobre la eficiencia de la producción de
becerras y a su vez para entender cómo ésta repercute sobre la dinámica reproductiva y la
productiva del hato, es necesario considerar dos aspectos:
A. La Eficiencia Reproductiva del Hato ( vacas y vaquillas)
B. La Producción y Reproducción de Becerras y Vaquillas
A. La Eficiencia Reproductiva del Hato Adulto y de las Vaquillas al Servicio, es dependiente
de:
I. I) INTERVALO ENTREPARTOS
II. II) EDAD AL PRIMER PARTO
I. I) INTERVALO ENTREPARTOS
En un hato de 100 cabezas en producción, de 33 a 42 corresponden a las vaquillas de
primer parto lo que deja a 67 a 58 vacas de dos o más partos que tienen un determinado
intervalo entrepartos. A un intervalo entrepartos de 12 meses corresponden 67 partos y el
nacimiento de 32 becerras. A un intervalos entrepartos de 14 meses corresponden 57 partos
y el nacimiento de 27 becerras.
II. EDAD A PRIMER PARTO
A una edad al primer parto de 24 meses corresponden 33 partos y el nacimiento de 16
becerras. A una edad al primer parto de 27 meses corresponden poco menos de 29 partos y
el nacimiento de 14 becerras. Así por cada mes de retraso en la edad al primer parto por
arriba de 24 meses, corresponde una pérdida porcentual del 4.2% en el número de
pariciones anuales.
B. La Producción y Reproducción de Becerras y Vaquillas
Un programa eficiente de producción y reproducción de vaquillas lecheras debe basarse en:
I. MANTENERLAS VIVAS
II MANTENER SANAS A LAS VAQUILLAS.
III. III MANTENERLAS CRECIENDO CORRECTAMENTE
IV. IV MANTENER UNA ALTA EFICIENCIA REPRODUCTIVA
V. V MANTENER EL MEJORAMIENTO GENÉTICO
I. MANTENERLAS VIVAS
Las pérdidas de la crianza para su estudio se dividen en: perinatales, neonatales y del
crecimiento. En este curso trataremos únicamente las pérdidas perinatales y del crecimiento
en lo que se refiere a la reproducción.
Pérdidas Perinatales: Nacimiento a las 24 horas de vida.
a) Mortinatos por asfixia dentro del líquido alantoideo o por acidosis metabólica
b) Otras razas, utilizables para la producción de carne pero no para la leche y
constituyen una baja de los inventarios de becerras para la leche
c) Malformaciones genéticas o hereditarias
Para disminuir las pérdidas por mortinatos, es necesario proveer vigilancia discreta a la vaca
durante el parto y también es prudente estar preparados para las eventualidades como son:
becerras de gran tamaño, anormalidades en presentación, posición y actitud y partos
gemelares principalmente (Radostits 2001).
El tema ha sido ampliamente discutido por Medina CM. Medicina productiva en la
crianza de becerras lecheras, 1ª ed, México DF: Uteha-Limusa, 1994 el cual se recomienda
revisar.
En México se encontraron partos eutósicos o normales en el 93% (126/135) de los
partos; requirieron de tracción ligera el 5.2% (7/135) y requirieron de tracción forzada el 1.5%
(2/135). En ese mismo reporte al estudiar las pérdidas de la crianza en sus diferentes etapas
se encontró que en la etapa peri natal hubo un 5.8% (8/73) de pérdidas totales,
correspondiendo un 3.1% (2/64) para los machos y un 8.3% (6/73) para las hembras
(Medina et al. 2002).
Pérdidas Neonatales: día 2 – Destete (60 días):
a) Muertes por diarrea neonatal, pneumonías, onfaloflevitis / poliartritis,
queratoconjuntivitis infecciosa bovina y relacionadas principalmente a la Falla en la
Transferencia de la Inmunidad – (FTI) a través del calostro
b) Deficiente higiene en parideros y en salas de lactancia.
Los agentes que más frecuentemente afectan a las becerras son: E. coli, principalmente
en las primeras 72 hs de vida; Rotavirus, principalmente de los 4 a los 14 días; coronavirus
entre 4 y 30 días y cryptosporidium entre 7 y 30 días causando principalmente
hipersecreción, atrofia de las vellocidades intestinales, malabsorción, diarrea osmótica,
aumento de la secreción de cloro, sodio, potasio, bicarbonato y agua.
De la severidad de la FTI depende la mortalidad y morbilidad en las primeras
semanas de vida principalmente, pero sus efectos se pueden observar hasta los seis meses
de vida de la becerra (Besser 1999, Radostits 2001, Donovan 1987)
Es por esto que la eficiencia con la que se maneje el calostro en términos de volumen
en las primeras 24 horas de vida de la becerra, concentración de IG en el calostro, método
de administración etc., debe ser evaluada para predecir la incidencia de enfermedades pero
de manera más importante, para PREVENIRLAS y para DISMINUIR su incidencia en el
futuro inmediato y mediato, lo que constituye uno de los métodos más importantes para la
prevención de enfermedades en la crianza (Gay 1983; Radostits et al. 2000).
La prueba de calostrometría permite la selección de calostros de alta calidad (>50g/L)
y por lo tanto incrementar la Masa de Inmunoglobulinas totales ofrecidas a la becerra. En un
estudio llevado a cabo por el autor en ganado Jersey se encontró más del 90% de calostros
de alta calidad; sin embargo en ganado Holstein el porcentaje de calostros de alta calidad
por lo general no llega al 50% de los calostros producidos.
Existe una regla sobre el volumen y la calidad del calostro de ganado Holstein y esta
consiste en que cuando el volumen del calostro al parto es inferior a 8.5 Kg., hay mayores
probabilidades de que ese calostro sea de alta calidad, más de 50 G de inmunoglobulinas /L
de calostro.
Los calostros pueden congelarse en bolsas de 2 L anotando sobre las mismas:
Identificación de la vaca, fecha de parto, número de parto, resultado de la prueba de
calostrometría (g/L), volumen contenido y que sea negativa a mycobacterium tuberculosis,
mycobacterium paratuberculosis, etc. El calostro durará meses en estado de congelación y
para descongelarlo se pone en baño María a temperatura entre 50 y 55 C.
La becerra debe consumir un mínimo del 10% de su peso corporal como calostro de
parto con un contenido mínimo de inmunoglobulinas de 65g/L para hacer un total de 260 g
de inmunoglobulinas consumidos en las primeras 15 h. de vida.
Medina et al. (1998) encontró que el 57.7% de las becerras de una semana de vida
tenían menos de 15 mg de IG/ml de suero, con el 12.3% de mortalidad durante la lactancia.
En otro estudio en Baja California de Pijoan et al. (1997a) se determinó que el 61% de las
becerras de una semana de edad presentaban menos de 15 mg de Ig/ml de suero con una
mortalidad promedio en la lactancia del 15.5%.
Estos temas se encuentran ampliamente explicados por Medina CM. Medicina
productiva en la crianza de becerras lecheras, 1ª ed, México DF: Uteha-Limusa, 1994 el cual
se recomienda revisar.
Pérdidas del Crecimiento: Destete (60 días) hasta el 1er Parto:
Al sumar las pérdidas de todas las etapas, se obtienen las pérdidas durante el proceso de
crianza. Así en el valle de México se ha encontrado entre el 6.5% y el 52% de pérdidas
totales (Jardón 1990), en el estado de Baja California un 26% (Pijoan 1997b) y en el de
Hidalgo un 38% (Medina 1990).
En otro estudio (Medina 2002), encontró que del total de becerras ingresadas a un
centro de recría (n=300) sobrevivieron a primer parto en establos el 56.7% (n=170) lo que
está muy por debajo de los niveles de productividad aceptables.
En el Cuadro 1 se muestran los límites recomendados para cada una de la etapas así
como diferenciando entre partos de vacas y vaquillas.
Cuando relacionamos las becerras nacidas en un establo, con las pérdidas durante la
crianza, con los porcentajes de desechos del hato adulto obtenemos la disponibilidad de
vaquillas para reemplazar al hato adulto y o permitir el crecimiento del hato (Cuadros 2 y 3).
II MANTENER SANAS A LAS VAQUILLAS
La presencia de enfermedades en las becerras y vaquillas aumenta la mortalidad, aumenta
la edad al primer parto y reduce la productividad del animal, La incidencia de las
enfermedades neonatales es totalmente dependiente de la Falla en la Transferencia de la
Inmunidad Pasiva de la vaca a la becerra (Medina 1994, Donovan 1987).
Las Enfermedades más importantes de la crianza son: Diarrea Indiferenciada Aguda
o Diarrea Neonatal, las Neumonías y las parasitosis (NDHEP 1993).
La Diarrea Neonatal produce PÉRDIDAS INMEDIATAS que son: gastos por
medicamentos, honorarios del MVZ, mortalidad de becerras así como PÉRDIDAS
MEDIATAS consistentes en efectos sobre la productividad, desechos prematuros y retraso
en la edad al primer parto.
Existen algunos estudios que han tratado de determinar la relación entre las enfermedades y
la productividad en el estado adulto y estos son:
Waltner Toews et al. (1986), en un estudio con 805 vaquillas de 34 hatos en la provincia de
Ontario, Canadá, seleccionados al azar encontró que:
♦ Las becerras tratadas contra neumonía dentro de los primeros tres meses de vida
tuvieron 2.5 veces más probabilidades de morir después de los 90 primeros días
de edad en comparación con las becerras no tratadas contra esa enfermedad,
una vez removido el efecto de hato.
♦ Las becerras tratadas contra diarrea dentro de los primeros tres meses de vida
tuvieron 2.5 veces más probabilidades de ser vendidas como reemplazos a otros
hatos que otras becerras.
♦ Las becerras tratadas contra diarrea dentro de los primeros tres meses de vida
tuvieron 2.9 veces más probabilidades de parir hasta después de los 900 días de
edad en comparación con otras vaquillas, una vez controlado el efecto de hato.
Correa et al. (1988) estudiando 948 becerras en 21 hatos lecheros en la región de la
Universidad de Cornell encontró que:
♦ Las becerras que padecieron diarrea neonatal dentro de los primeros catorce
días de vida, tuvieron 28.8% de neumonías y las que no tuvieron diarrea,
registraron un 11.9% de neumonías. Adicionalmente las que sí padecieron
diarrea tuvieron 879 días a primer parto en comparación con 840 días en el grupo
de las que no hubo diarrea.
♦ Las becerras que presentaron neumonía antes de los 90 días de edad
presentaron su primer parto a los 38 meses en comparación con 32 meses en las
sanas (6 meses después) y por la misma razón tuvieron más posibilidades de ser
vendidas como reemplazos lecheros a otros hatos en comparación con las
sanas.
Warnick et al (1995) en un estudio con 728 vaquillas de primer parto en 25 hatos lecheros en
el estado de Nueva York, USA encontró que:
♦ La ocurrencia de la depresión, enfermedad respiratoria o diarrea neonatal
diagnosticadas por el ganadero dentro de los primeros 90 días de edad en las
becerras, tuvieron efectos negativos sobre la producción a 305 días de 139, 123
y 158 kg respectivamente en comparación con la producción de los animales no
afectados, siendo sin embargo estos efectos no significativos. Adicionalmente
este estudio se basó en datos de vaquillas seleccionadas como reemplazos y
que permanecieron en el hato hasta que la producción de leche empezó a
registrarse. Además el grupo de vaquillas afectadas por alguno de estos tres
padecimientos tuvo más altos índices de mortalidad durante el crecimiento hasta
antes del parto y tuvo menos probabilidades de entrar al hato en producción.
Donovan et al. (1998) estudiando 3,300 becerras Holstein en 2 hatos en Florida, encontraron
que:
♦ La Transferencia de la Inmunidad Pasiva no tenía un efecto directo sobre el
crecimiento, pero influenciaba la ganancia de peso y de estatura a través de su
efecto sobre la salud del animal
♦ La pneumonía y la septicemia en los primeros seis meses de vida de la becerra
pueden hacer que los animales tarden entre 13 y 15 días más en alcanzar el
mismo peso corporal que las becerra sanas.
III MANTENERLAS CRECIENDO CORRECTAMENTE
Los factores que determinan el crecimiento de las vaquillas son la genética, la nutrición, el
medio ambiente y las enfermedades.
Las vaquillas con menor peso pre-servicio retrasan el momento del primer servicio y
el primer parto convirtiéndose en vaquillas ligeras en la 1er Lactancia. Estas vaquillas
permanecen en balance energético negativo por más tiempo, aumentan los días a primer
celo, tienen mayores porcentajes de distocia y registran menores índices de preñez
(Heinrichs and Hardgrove 1987).
Las vaquillas con peso optimo durante la 1er Lactancia presentan mayor
competitividad con las compañeras de hato y en el futuro con las vacas adultas, ingieren
mayor cantidad de materia seca, tienen mayor capacidad de movilización de reservas
grasas, paren crías más pesadas y saludables, registran menores dificultades al parto y
tienen menores porcentajes de desechos (Holmes y Wilkson 1987).
En la Figura 1 se observa el crecimiento de un grupo de becerras de la raza Holstein
el cual en los meses 3 y 6 de vida sus pesos estaban por debajo de la mediana es decir el
punto medio para la raza; para el mes 9, se encontraban alrededor de esta, pero en el pesaje
de los meses 12 y 15 estaban entre la mediana y el 95% con algunas vaquillas
sobrepasando estos pesos. Al acercarse el parto sin embargo la generalidad de las vaquillas
bajaron el ritmo de ganancia de peso para situarse la mayoría por debajo de la mediana
para la raza.
En la Figura 2. en los mismos grupos de becerras se observa que en el mes 3 la
mayoría de las estaturas se sitúa por arriba de la mediana, al mes 6 por arriba del 75%, al
mes 9 por arriba del 95%. Posteriormente en los meses 12 y 15 se estabilizan alrededor del
95%. Al aproximarse al parto la ganancia de estatura disminuye para situarse entre el 75% y
el 95%.
La Calificación de la Condición Corporal (CCC) es una medida de las reservas
corporales de grasa en la becerras y en la vaquilla (Edmonson 1989). Las becerras nacen
con 2.0 , al destete deben tener un aumento perceptible al ojo humano, es decir 2.25; a los 6
meses deben tener 2.4, a los 12 meses deben tener 2.75; al servicio (14 meses) deben estar
en 3.0; entre 20 y 22 meses deben tener entre 3.25 y 3.5 y a los 24 meses deben estar entre
3.5 y 3.75. Esta es un aumento uniforme y constante durante el crecimiento hasta llegar al
primer parto con suficientes reservas grasas que le permitan rendir su potencial genético.
El tratamiento de parasitosis internas y externas durante el crecimiento produce
vaquillas más saludables y con mejores ritmos de crecimiento que llegan al primer parto
hasta en un mes antes que las no tratadas.
IV MANTENER UNA ALTA EFICIENCIA REPRODUCTIVA
La edad al primer parto está en función de la eficiencia reproductiva en las vaquillas de
manera similar a lo que ocurre con el intervalo entrepartos en vacas adultas. La edad a
primer parto define la longitud de la etapa no productiva de las vaquillas que inicia desde el
nacimiento y termina en la primer lactación.
Una edad precoz al primer parto reduce el número de vaquillas requeridas como
reemplazos, acorta el intervalo generacional, acelera el mejoramiento genético y produce un
retorno más rápido sobre las inversiones (Jardón 1990, Lin 1986, Skidmore 1995).
La edad al primer parto entre 22.5 y 23.5 meses ha sido considerada como adecuada
para maximizar la producción por día de vida en el hato, el rendimiento por vida y por lo
tanto el desempeño total de por vida.
Una edad edad de 25 meses al primer parto maximiza la rentabilidad por día de vida
en el hato (Gill and Allaire 1976, Radostits 1994)
Por ello las metas reproductivas a ser alcanzadas en las vaquillas a primer parto son
(Bailey et al. 1999, Gwazdauskas 1981, Stevenson 1997):
Edad a primer celo……………………….9–10 meses
Primer servicio:
Edad: …………..…..........……….13 a 15 meses
Peso:…………………………….....320 a 369 kg
Estatura a la cruz...……………….119 a 125 cm
CCC………………………………...3.0
Índice de servicios…………………….…80% de las elegibles en los primeros
21 días
Índice de Concepción..............................60% y 70%
Índice de pérdidas fetales.......................< 3%
Primer Parto:
Edad ……….………………………22-24 meses
Peso……………………….……….560 A 600 kg (85% del peso maduro)
Estatura…………………………....130 A 138 cm
CCC………………………………..3.5 a 3.75
La edad en que se dio el primer servicio fue de 17meses 9 días con 28,514 vaquillas
(Medina et al 20033), 19 meses, 24 días (Raheja 1989); 14 meses, 13 días con 172 vaquillas
(Medina et al 1990) y de 19 meses, 15 días (Powel 1969).
2
La fertilidad a primer servicio en vaquillas fue de 57.2% con 68,334 vaquillas (Medina
et al 2003); del 59% con 900 vaquillas (Morales 2000); del 59.4% con 800 vaquillas (Zarco
1996) y del 65.2% con 1,290 vaquillas (Hernández 1994).
La Edad a 1er Parto y el % de Desecho del Hato Productor tuvieron impactos mucho
más fuertes sobre los costos de producción de vaquillas al parto que los parámetros de
Mortalidad Predestete de la Becerras y Intervalo Entrepartos. Por cada mes de reducción en
la Edad a Primer Parto hubo una reducción en los costos de producción de vaquillas del
4.3% (Tozer and Heinrichs 2001).
La edad a primer parto en los mismos estudios fue de 27 meses, 9 días con 23,199 vaquillas
(Medina et al 20033); 28 meses, 24 días (Raheja 1989); de 24 meses, 23 días con 168
observaciones (Medina et al 1990), de 27 meses, 6 días con 54,444 vaquillas (Powel 1969).
V MANTENER EL MEJORAMIENTO GENÉTICO
2
Medina CM, Bouchard E, DuTremblay D, Dutil L. Some Reproductive Parameters in
Holstein Heifers in a Herd Health Program in Quebec. Enviado para su publicación.
Cuando se desea llevar a cabo una revisión de los resultados de la crianza es frecuente
encontrar que los registros de las becerras y vaquillas son incompletos y carecen de
continuidad, de tal manera que es difícil realizar una evaluación integral del sistema ya que la
información se encuentra dispersa imposibilitando su uso para análisis. Sin embargo cuando
la vaquilla recibe el primer servicio generalmente se le abre una tarjeta reproductiva que lleva
hasta que es desechada o que esta muere.
Al comprar el semen que emplearemos hoy, debemos seleccionar toros cuyas hijas
tengan un equivalente de madurez entre 300 y 450 kg por arriba del EM de nuestras
vaquillas de primer parto en el hato, lo cual equivale a un aumento anual de 100 a 150 kg de
leche (Medina 1994). El semen que utilicemos hoy no empezará a tener efectos sino hasta
dentro de 33 a 36 meses y perdurará durante dos a tres años dependiendo del número de
años que permanezca la vaca en el hato productor. Este será el tiempo de influencia que
tendrá el semen que seleccionemos sobre la producción de leche en nuestro hato.
A pesar de que en una proporción importante de hatos comerciales en México se
emplea la inseminación artificial con toros positivos a leche, grasa y proteína o bien con toros
jóvenes en prueba, al aproximarse el parto y posteriormente durante la crianza, se registran
altos porcentajes de mortalidad y deficiencias importantes en el crecimiento saludable de las
becerras y vaquillas lo que afecta negativamente al avance genético del hato y compromete
seriamente el nivel de producción del mismo en el futuro.
CONCLUSIONES
1. Mejorar la eficiencia reproductiva del hato adulto y de las vaquillas.
2. Mantener una alta eficiencia reproductiva que promueva una edad al parto adecuada.
3. Reducir los niveles de pérdidas perinatales y del crecimiento.Reducir la incidencia de
diarrea neonatal y de pneumonías.
4. Desarrollar sistemas de recolección y procesamiento de información del proceso de
crianza de becerras y reemplazos
5. Monitorear mensualmente el peso, estatura y la CCC.
6. Privilegiar el mejoramiento genético
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Hato Ejemplo
700
Median
75th Percentile
95th Percentile
Your Heifers
600
Peso (kg)
500
400
300
200
100
0
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24
Figura 1. Becerras y Vaquillas Comparadas con los Pesos Recomendados
Edad (meses)
para la Raza Holstein
Median
75th Percentile
95th Percentile
Your Heifers
Estatura a los hombros (cm)
Hato Ejemplo
150
145
140
135
130
125
120
115
110
105
100
95
90
85
80
75
70
0 1
2
3
4
5
6
7
8
9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24
Figura 2. Becerras y Vaquillas Comparadas con la Estatura a los Hombros
Edad (meses)
Recomendada para la Raza Holstein
Cuadro 1. METAS PARA LAS PÉRDIDAS DURANTE CRIANZA
VACAS
H. chicos
VAQUILLAS
H. grandes H. chicos
H. grandes
1%
3%
4%
6%
II PERDIDAS NEONATALES
1%
3%
1%
3%
Día 2 – Destete (60 días)
III PERDIDAS DEL CRECIMIENTO *
1%
4%
1%
4%
I PERDIDAS PERINATALES
Nacimiento - 24 horas
Destete (60 días) - 1er Parto * Incluye 2% de desechos obligados
Cuadro 2. 100 VACAS IE=12 M., 4% abortos/año, 48% hembras.
Becerras
Pérdidas en
Vaquillas
Desecho
Vaquillas
nacidas
la Crianza
Criadas
Adultas
Disponibles
n
%
n
%
n
15
31
48
3
46
25
21
35
11
15
28
48
10
43
25
18
35
8
15
23
48
20
38
25
13
35
3
15
18
48
30
33
25
8
35
-2
1 Pérdidas perinatales + pérdidas neonatales + pérdidas en el crecimiento.
Cuadro 3. 100 VACAS IE=14 M., 4% abortos/año, 48% hembras.
Becerras
Pérdidas en
Vaquillas
Desecho
Vaquillas
nacidas
la Crianza 1
Criadas
Adultas
Disponibles
n
%
n
%
n
15
25
41
3
40
25
15
35
5
15
22
41
10
37
25
12
35
2
15
18
41
20
33
25
8
35
-2
15
14
41
30
29
25
4
35
-6
1 Pérdidas perinatales + pérdidas neonatales + pérdidas en el crecimie
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