1. Evolución de la obra de Valle - Inclán. Justifica la inclusión de Luces de Bohemia en la etapa que le corresponda. Ramón María del Valle – Inclán cultivo la lírica, la narrativa y el teatro. Este último fue el género en el que mas sobresalió. En sus inicios Valle se inclinaba más hacia el Modernismo, pero finalmente se decanto por la “Generación del 98”. El Valle modernista aparece en Femeninas, seis historias de amor. Pero la mejor muestra de su etapa modernista son las Sonatas, cuatro novelas cortas protagonizadas por el marqués de Brandomín. Las Sonatas son: Sonata de otoño, Sonata de estío, Sonata de primavera y Sonata de invierno. Estas novelas son la mejor muestra de la prosa modernista en España. Durante su etapa modernista, Valle ataca frontalmente al Realismo y huye hacia un mundo alejado de la sociedad burguesa, un mundo de erotismo y fantasía. El escapismo, es decir, la tendencia a huir de la realidad para no enfrentarse a ella, es una de las principales características del Modernismo. Hacia 1908 y 1909, Valle escribe una serie de novelas cortas sobre la guerra carlista, que, más que atender a la realidad, casi la mitifican. Este escapismo también se vera reflejado en el ciclo de la farsa, cuyas obras, explicadas mas adelante, están ambientadas en el siglo XVIII. A partir de 1920 todas sus obras presentan rasgos más o menos esperpentizadores. Esto se debe a que Valle, tras haber vivido como periodista de guerra de la Primera Guerra Mundial, se aproxima a la “Generación del 98” y adopta una posición de acercamiento al pueblo. El esperpento es la respuesta de Valle para representar la mísera realidad de la España de su tiempo. Su obra teatral hay que entenderla dentro de un determinado contexto socio-político: la pérdida de Cuba en 1898, el caciquismo y la deplorable realidad española influyen en su estilo. Se pueden distinguir tres ciclos en el teatro de Valle: el ciclo mítico, el ciclo de la farsa y el ciclo del esperpento. Ciclo mítico: se ambienta en Galicia y sus personajes se dejan llevar por los instintos: el sexo, la irracionalidad y la muerte. Son personajes universales, ya que pueden representar a cualquier persona del mundo, empujada por fuerzas telúricas y primarias. Se distinguen principalmente dos obras: i. Comedias bárbaras: protagonizadas por la familia Montenegro. Se divide en tres obras. ii. Divinas palabras (1920): esta obra es la más importante dentro del ciclo mítico ya que empieza a presentar elementos esperpentizadores. Valle deforma a los personajes y los convierte en seres irracionales. Divinas palabras gira en torno a las relaciones adulteras de Mari Gaila y Séptimo Miau, dos personajes perversos que no dudan en explotar a su sobrino, Laureaniño el Idiota, un enano hidrocefálico al que exhiben por las ferias Ciclo de la farsa: este ciclo esta ambientado en el siglo XVIII, tan querido para los modernistas. Las farsas tienen ya la peculiar deformación de los personajes, que culminaría con el nacimiento del esperpento. Las obras más significativas son: La marquesa Rosalinda, La farsa de la enamorada del rey y Farsa y licencia de la reina castiza (1920). Esta última es la que presenta más rasgos esperpentizadores. Ciclo del esperpento: en este ciclo las obras mas importantes son Luces de Bohemia, Martes de Carnaval y Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte (cuatro obritas cortas que recuerdan las “pinturas negras” de Goya). En estas obras es común el esperpento, que consiste en la deformación sistemática de los personajes para representar la deformada sociedad española, recurso presente en toda la obra de Luces de Bohemia. Para ello, se sirve de la comparación que realiza Max Estrella en la obra en la escena XII: “Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española solo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.” 2. Luces de Bohemia en el contexto histórico y literario de su época El contexto Literario de Luces de Bohemia no se puede entender si aludir al contexto histórico y a la palabra crisis. Con la “crisis de fin de siglo” aludimos a los cambios políticos, ideológicos y estéticos que se produjeron en Europa a finales del siglo XIX y principios del XX. Durante estos años, el mundo ha vivido una fuerte “aceleración de la historia”: dos guerras mundiales, modificación de los mapas, ebullición de las ideas -las doctrinas del psicoanálisis de Freud postulan que el conocimiento humano es frágil- surgen perspectivas filosóficas “existenciales” según las cuales la fe religiosa resulta insuficiente para responder a los interrogantes de la vida humana en la Tierra, modificación de movimientos políticos –teorías marxistas que revolucionan la filosofía y la historia- y, desarrollo de la ciencia y la tecnología –la teoría de la relatividad de Einstein modifica las leyes de la mecánica de Newton sobre la gravitación universal-. La literatura y el arte responden a todos estos conflictos con posturas, unas veces comprometidas con deseos de mejorar la realidad y otras, evasivas y huidizas ante esta misma realidad. En los últimos años del siglo XIX entra en decadencia el Realismo y el Naturalismo. Los jóvenes artistas de principio de siglo XX, desde este cambio de mentalidad buscan renovar el arte en general y la literatura en particular. Abandonan el Realismo y toman como punto de partida, la mirada subjetiva del autor. Para el arte de las vanguardias (-ismos), lo importante no es mostrar la realidad sino la realidad que percibe el artista. En España, este cambio se pone de manifiesto en dos movimientos: El Modernismo –que pretendía una renovación total de la vida y de las artes, desde su postura antiburguesa y de la recuperación de lenguaje literario- y la Generación del 98 – alarmados por el “problema de España. Desde el punto de vista literario, Luces de Bohemia muestra rasgos de estos dos movimientos. Del Modernismo, sobre todo, en el uso del lenguaje poético, que simula el verso como podemos ver en las acotaciones, de descripciones casi pictóricas, o en el lenguaje culto de algunos personajes. El afán cosmopolita se ve reflejado en la alusión de ciudades como París o Inglaterra. El estilo refinado y aristocrático en personajes como Max, los modernistas, o el Ministro: en estos diálogos abunda el uso de cultismos, neologismos y recursos retóricos. Por último, la impresión y la vaguedad aparecen en los diálogos concisos y escuetos. El noventaiochismo también está presente. Las características de estilo y temáticas de este grupo, se dan por completo en Luces de Bohemia: uso predominante de la prosa, estilo sobrio, gusto por palabras tradicionales –en este caso el habla madrileña; un fuerte subjetivismo que le lleva a tratar el tema España. El lenguaje describe el paisaje madrileño, la historia (encontramos alusiones a reyes de la historia decadente de España), los problemas sociales (huelgas, ley de fugas, manifestaciones), económicos (paro, pobreza), políticos (sobre todo, nombres y corrupción), y las preocupaciones existenciales como la muerte, sobre la que gira la obra. Ambos movimientos tuvieron en común: la búsqueda de un lenguaje literario diferente, más claro, más preciso y más bello y su espíritu de protesta y su profundo amor al arte. Desde el punto de visto histórico, Valle Inclán como todos los intelectuales de su época, veía con enorme pesimismo la situación política y social de España. El contexto histórico en Luces de Bohemia está presente en todas sus páginas. Esta obra cuestiona los puntos más críticos de la España de su tiempo. Valle trató de hacer un momento (24 horas) que recogiera todos los momentos de la historia de España: Alusiones al pasado imperial (Felipe II, El Escorial) Alusiones a la mala política y a la corrupción generalizada: que incluía desde los políticos más encumbrados (el Conde Romanones, Castelar, el conservador Maura y el liberal García Prieto, ministros de la gobernación “desgobernación”, tampoco el rey Alfonso XIII se libra de ironías) a los miembros más miserables de la sociedad como pueda ser don Latino. A momentos de la historia: pérdidas de las colonias, a la Semana Trágica, a la Revolución Rusa, a violentos acontecimientos posteriores a la crisis de 1917. Critica el capitalismo y el conformismo burgués. A la pobreza, el hambre y la miseria del pueblo español, aparece desde la Escena I, en las manifestaciones, en los diálogos de las tabernas, etc. Protesta a la represión policial (Ley de Fugas) A la falta de ideales y de amor por la cultura. A la crítica a la religiosidad tradicional y vacía (escena II) A la crítica a la figuras, escuelas o instituciones literarias (la Real Academia, el Modernismo tardío, o escritores concretos como Galdós (“don Benito el Garbancero”, Villaespesa o los hermanos Álvarez Quintero. Desde el punto de vista literario, su obra fue una ajuste de cuentas a su juventud modernista, y una muestra brillante lenguaje noventaiochista. Desde el punto de vista histórico, Valle pretendió hacer un momento –una obra, 24 horas- que recogiese todos los momentos. Por eso su vigencia sigue. Su hondura y carga crítica siguen sacudiendo profundamente al espectador (y aún más al lector). Múltiples son, pues, las razones que hacen de Luces de Bohemia una lección inigualable. 3. Características del esperpento y su reflejo en Luces de Bohemia Luces de Bohemia es el primer esperpento y la primera obra a la que Valle da ese nombre. Además contiene –en la famosa escena XII- una teoría del nuevo género. El protagonista parte de esta afirmación: “España es una deformación grotesca de la civilización europea” y por eso “el sentido trágico de la vida sólo puede darse con una estética deformada”. Y así, de la imposibilidad de la tragedia surge el esperpento. La metáfora conceptual de este género teatral partió de una localización real: se encontraba en un comercio de ferretería conocido en el “callejón del Gato”. En Luces de Bohemia se cita así: “los héroes clásicos han ido a pasearse al callejón del Gato”, “las imágenes más bellas en un espejo cóncavo parecen absurdas. Los héroes reflejados en espejos cóncavos dan el Esperpento. Esta deformación es algo divertido y a la vez, un espejo social, una crítica. Más que un estilo o una técnica teatral, el esperpento es una poética, es decir, una forma de crear, que consiste en reflejar hechos y personajes de una entrevista de Gregorio Martínez Sierra reproducida en el periódico ABC el 7 de septiembre de 1928. En esta entrevista alude a las tres manera de ver el mundo: de rodilla –al modo de las grandes tragedias griegas-, de pie como el teatro de Shakespeare y elevado en el aire, mirando el mundo desde un plano superior, considerando a los personajes como inferiores al autor, así, los dioses se convierten en personajes de sainete, una manera muy española de ver el mundo. Esta consideración es le movió a dar un cambio en su literatura. Valle afirma que el esperpento, tal y como lo ve él, tiene sus precedentes artísticos y estéticos en la literatura de Quevedo y en la pintura de Francisco de Goya, tal y como afirma en la obra. Algunos críticos han querido señalar también la relación entre la estética esperpéntica y el expresionismo europeo. Las características del Esperpento en Luces de Bohemia son: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. La presentación de lo más desagradable y grotesco de los seres humanos: la deformidad, la crueldad, la estupidez… Es la deformación esperpéntica a través del humor y la ironía, así como la crítica social. La degradación de los personajes. Los personajes están vistos desde arriba. Podemos ver que sufren pero no podemos empatizar con su dolor. Aunque detrás de esa crítica está la lección moral. Sólo hay dos personajes vistos de pie, mirados al mismo nivel –como los personajes de Shakespeare- y son el obrero catalán y la madre del niño muerto. En ellos no ha deformación ni esperpento. Conseguir esta deformación esperpéntica de los personajes, reducidos a meros muñecos se consigue a través del empleo de la cosificación o animalización. Los diálogos con un lenguaje rico y elaborado, mezcla de retoricismo y frases hechas, coloquialismos y vulgarismos. El diálogo de los personajes en apariencia coloquial, está investido de intertextualidad (referencias a citas de otras obras, autores o filósofos), es una manera esperpéntica de deformar la lengua. El lenguaje se caracteriza por su riqueza y la variedad de registros. El lenguaje cursi o paródico de frases literarias; el empleo de expresiones formularias o administrativas (en funcionarios o policías); el desgarro coloquial o vulgar de habla castiza madrileña, demuestran que la maestría de Valle en el uso del lenguaje, en general, y el diálogo, en particular, es inigualable. La degradación esperpéntica afecta a ambientes y personajes. Por un lado, los ambientes son tabernas, burdeles, antros de juego, interiores míseros, calles inseguras de Madrid descritas a pinceladas impresionistas, donde el contraste juega a crear ambientes oscuros y esperpénticos. Por otro, los personajes son borrachos, prostitutas, artistas fracasados, bohemios, marionetas sin voluntad, animalizados y cosificados. Vestuarios y accesorios que refuerzan la misma imagen grotesca. Efectos especiales, con juego de luces para deformar la realidad. Decorados próximos a la estética expresionista, que rompen el efecto de la realidad. Empleo de los contrastes. Especialmente entre doloroso y grotesco es el velatorio de Max (escena XIII). El empleo del diálogo de réplicas cortas y exactas que crean una marcha nerviosa y rápida de los acontecimientos. El arte de las acotaciones: Cuando trata de dibujar un escenario, un ambiente, su calidad pictórica es asombrosa: rápidos e intencionados brochazos, a base del empleo deslumbrante de la frase nominal. Las mismas calidades ofrecen los bocetos de los personajes y la descripción de las actitudes. Rasgos, actos, palabras los definen. Valle se sitúa con el esperpento en la línea de ruptura con el realismo que llevan a cabo las vanguardias del momento. Todos estos aspectos que caracterizan el esperpento en Luces de Bohemia, definen la escritura valleinclanesca, profundizar en ellos nos conduce a admirar cada vez más su inmensa talla de creador verbal. 4. Luces de Bohemia y la realidad política y social Luces de Bohemia es una obra profundamente renovadora desde el punto de vista teatral y muy crítica desde el punto de vista social. En ella, Valle – Inclán describe la sociedad y personajes de la época denunciando la España de esos tiempos. Entre los aspectos de la denuncia destacan: La corrupción generalizada: desde los mas poderosos hasta los mas míseros: las prostitutas pretenden sobornar al policía con un puro habanero… La pobreza secular y la miseria del pueblo La falta de amor por los ideales y la cultura: se puede observar claramente en el interrogatorio de Serafín “el Bonito” a Max Estrella en la escena V La obra literaria de Valle comienza tras el desastre del 98. Luces de Bohemia retrata la sociedad que se encuentra bajo un sistema nacido en 1875 con la Restauración. Este sistema alterna de forma pacifica el gobierno de los partidos mayoritarios, liberales y conservadores. Sin embargo esto da lugar a la corrupción y el caciquismo, lo que derivó en violentos conflictos. Estos conflictos en ocasiones se encontraban marcados por dos polos ideológicos: anarquismo y socialismo. Valle refleja en su obra este ambiente violento en la escena del preso catalán y de la madre del niño muerto. Además, también podemos la situación conflictiva en los disturbios callejeros con los que se topan Max Estrella y Don Latino durante su paseo nocturno. Si bien la primera edición de Luces de Bohemia se publicó en la revista “España” en 1920; en 1924 se publicó la segunda edición que presentaba modificaciones hechas por el autor, dando como resultado unas escenas más fuertemente ideologizadas, entre las que destacan: Escena II: en esta escena el autor da un repaso al anticuado concepto que los españoles tenían sobre la religión. Además se ve brevemente como unos policías se llevan a un detenido maniatado Escena VI: se da en un calabozo, cuando Max Estrella conoce al preso catalán, detenido en la escena II, y este le dice “tiene usted unas luces que muy pocos tienen” refiriéndose a la luz de la inteligencia. En esta escena comienza la evolución de Max y se denuncia la relación entre patronos y obreros y los problemas de los trabajadores Escena XI: muestra la desconsolación de una madre que abraza a su hijo muerto por una carga policial. En esta escena se conoce el asesinato del preso catalán aplicando la ley de fugas. Luces de Bohemia muestra la realidad tanto política como social de la España de su época y nadie se libra de la critica, porque en definitiva, como dice Max Estrella: “España es una deformación grotesca de la civilización europea” 5. Modernismo y 98 en Luces de Bohemia En Luces de Bohemia se ven reflejadas gran parte de las características propias de estas dos caras del gran movimiento de renovación estética que removió profundamente los cimientos del arte y la literatura en el primer tercio del siglo XX: El tema de España: la preocupación por la mala política y la miseria, económica y moral, del pueblo español están presentes en toda la obra La intrahistoria: la necesidad de conocer profundamente las características de los pueblos hace que los autores se fijen en la vida cotidiana de sus gentes. En Luces de Bohemia la vida miserable de Max contrasta con el lujo aparente de los poderosos. Las preocupaciones existenciales: Max muere de frío, de dolor y de angustia ante una vida miserable y sin sentido Cuidado del lenguaje: la riqueza de voces y de matices refleja el interés de Valle por la exactitud del lenguaje y sus posibilidades expresivas, desde el desgarrado y poético de la madre del niño muerto, al achulado de la Pisa Bien. Uso del verso: prosa poética con el objetivo de analizar la realidad política y social Las referencias literarias son muy numerosas en Luces de Bohemia: Rubén Darío, Calderón de la Barca, Pérez Galdós, Espronceda y en la ultima escena los sepultureros shakesperianos. Max, el protagonista de Luces de Bohemia, representa en gran medida la evolución de su autor desde las posturas bohemias y escapistas del modernismo al compromiso activo con los más desfavorecidos. Las luces brillantes de la bohemia se están apagando y un violento contraluz reflejara la sociedad española de los años veinte, sumida en el oscurantismo religioso, los abusos de poder de los políticos y la ignorancia de un pueblo que detesta la cultura y la inteligencia. 6. Los personajes de Max Estrella y Don Latino en Luces de Bohemia La mayoría de los personajes de la obra de Luces de Bohemia están esperpentizados, excepto la madre del niño muerto y el preso catalán que son los héroes trágicos de esta obra. Ante la tragedia colectiva que representan estos dos personajes en sus vidas privadas, Valle no quiere esperpentizarlos. El resto de los personajes, desde Max hasta el Ministro o la Pisa Bien, presentan en mayor o menor grado rasgos esperpentizadores. Los protagonistas de esta obra son Max Estrella y Don Latino: Don Latino, es el personaje más contradictorio y grotesco de la obra. No tiene la vida resuelta, se relaciona con artistas y marginados, estafa a su amigo y es cobarde cuando le atacan y sumiso con las autoridades. Es el fantoche con el que Valle hace una caricatura de la bohemia, un cañalla y un desleal. Es un personaje que no sabe lo que es pero acepta el papel de perro y de lazarillo que Max le tiene asignado. Sin embargo esta caracterización también apela a su cobardía: “Don Latino interviene con ese matiz del perro cobarde, que da su ladrido entre las piernas del dueño” (escena II). Max Estrella, el protagonista de esta obra, es un rebelde y tiene motivos para ello: se ha quedado ciego y ha perdido su trabajo y, como consecuencia, el y su familia se encuentran en la miseria. Posee gran ingenio, que utiliza para denunciar con humor situaciones insoportables “¡y soy el primer poeta de España! ¡El primero! ¡El primero! ¡Y ayuno! Y no me humillo pidiendo limosna. Y no me parte un rayo” Es un personaje vivo, dinámico, que cambia con los acontecimientos que le suceden. Va abandonando su postura egocéntrica e inicia un proceso de compromiso humano, social y político. Se distancia de sus propios problemas para sentir como suyos problemas ajenos. Este proceso es iniciado al conocer al preso catalán y culminara con la madre del niño muerto. Max simboliza la evolución estética y política del propio Valle. A través de Max el autor deja claro que para el autor no existe ningún presupuesto ético al que debemos ajustar nuestras acciones