BIOGRAFÍA MANUEL BERNAL. Una de las figuras más sobresalientes que ha dado el municipio de Almoloya de Juárez es sin duda Manuel Bernal, Profesor, locutor, cantante y declamador, nació el 3 de diciembre de 1901, hijo de Felipe Bernal y Arcadia Mejía. A los 7 años quedó huérfano y estuvo bajo la tutela de su tía Ana Mejía de Contreras; desde niño tuvo inclinación por la literatura y la lengua española, particularmente por la poesía. A los 12 años, con el fin de continuar sus estudios, abandona su hogar y se traslada a Toluca, con unos tíos, quienes le costean sus estudios en el Instituto Científico y Literario, donde destacó en el campo del deporte, la literatura y las ciencias fisicoquímicas. Participa, a nivel nacional, por el Estado de México en un concurso de oratoria patrocinado por el periódico El Universal, obteniendo el primer lugar, junto con el fallecido Adolfo López Mateos. Posteriormente se instala en la ciudad de México, donde estudia música, en el Conservatorio Nacional de Musíca, y gana una beca (Beca Carusso), para ir a Italia como el mejor barítono, no pudiendo realizarla por problemas económicos y por estar estudiando medicina y leyes. Da clases en la Preparatoria Nacional de física y química. En la escuela Marina Xóchitl imparte clases de literatura española y declamación; en dicha escuela conoce a la señorita Juana Fernández del Castillo, su futura esposa, con quien tuvo cuatro hijos: Manuel, Beatriz, Alicia y Guillermo (los dos varones, médicos). Para ayudarse en su matrimonio, imparte clases de declamación en su domicilio, de donde salen magníficos exponentes de poesía y teatro. Aconsejado por su esposa, se presenta, en 1930, a un concurso de voces en la XEW, donde obtiene el primer lugar; desde entonces empieza a trabajar como locutor en dicha radiodifusora, junto con Ricardo López Méndez, Pedro D´Lille y Leopoldo Samaniego. En 1931 Emilio Azcárraga, da a conocer el programa “Tío Polito”, en el que el almoloyense crea el personaje de un viejecito que baja todas las tardes del Ajusco a contar cuentos y dar consejos a los niños de México. Por esa fecha se recibían en la XEW, 500 cartas diarias de los niños. En cuanto al canto, trabaja con gran éxito la zarzuela (como barítono) y compone canciones al lado de Morales Pardavé (“La chacha”, “Pos qué le he de hacer”…). Crea magnificas poesías. Que da a conocer por la radio, pero que nunca publica por humildad. Trabaja en el teatro (Don Juan Tenorio) y en el cine al lado del director Emilio Fernández. Su peculiar estilo lo da a conocer en los países de habla española como: “El mejor declamador de América Latina”, Nicaragua le otorga la más alta presea como el mejor intérprete de la poesía dariana (Rubén Darío); Venezuela, Colombia, Costa Rica, Guatemala y otros países le otorgan diferentes preseas en el campo de la locución y declamación. En los eventos épicos del gobierno, de “México, creo en ti”, del sentir del pueblo mexicano o bien con la “Suave patria” de López Velarde, Manuel Bernal fue siempre un excelente intérprete. Su labor como locutor en la XEW, dura 30 años interrumpidos. Sus compañeros lo calificaban como “El maestro de la locución”, calificativo con el que participó como presidente en la Asociación de Locutores. En varias ocasiones, diferentes estados le otorgaron diplomas por su participación activa en el campo de la locución y declamación, y el Estado de México le otorgó el mérito de Hijo Predilecto durante el gobierno del licenciado Juan Fernández Albarrán. Durante sus actividades de radio formo dueto con diferentes artistas (Pedro Vargas, Luis G. Roldán y Miguel Aceves Mejía), entre ellos, el conocido dueto Michoacano. Asimismo participó en múltiples documentales de gobierno; algún día llegó a contar, como cosa chusca, que en un concurso hípico organizado por los locutores de radio. Ganó el primer lugar como jinete con su caballo Tanguarniz. Grabó varias poesías con discos Orfeón y RCA Víctor. En 1970 sufre un infarto de miocardio, lo que le obligó a suspender sus labores en la radio, aunque siguió realizando pequeños trabajos en su domicilio de la ciudad de México, hasta el 7 de enero de 1975, en el que fallece de un paro cardiaco. En septiembre del mismo año sus restos fueron trasladados a la rotonda de los Hombres Ilustres del Estado de México. Es recordado como el mejor intérprete del sentido poema “El brindis del bohemio”, de Guillermo Aguirre Fierro, que cada año se dramatiza el día de las madres.