Reducción de costo de los carburantes - Diario

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REDUCIRIA EL COSTO DE LOS CARBURANTES Y FAVORECERÍA LA AGRICULTURA
De grano a diesel
Cada vez que se produce un aumento en los precios de los combustibles
resurge una idea revolucionaria, capaz de generar un punto de inflexión,
un antes y un después en el tema energético.
La sustitución del petróleo, como materia prima para fabricar diesel, por
otras como los aceites vegetales es practicada en muchos lugares del
mundo y posible de llevar adelante en nuestro país.
El aumento del crudo en el ámbito internacional hizo que ANCAP aplicara
cinco subas a los hidrocarburos en el año anterior. En lo poco del 2003
ya se registra un ajuste. La amenaza de un retoque en el precio para los
primeros días de febrero augura un marco complicado para el país.
La producción y uso de biodiesel se impone como una necesidad
impostergable: buscar alternativas a este callejón sin salida donde se
encuentra Uruguay en materia energética.
El biodiesel es un combustible obtenido a partir de aceites vegetales.
Sus características son similares al gasoil derivado del petróleo y es
adecuado para hacer funcionar cualquier motor diesel.
La primera referencia a este tipo de combustibles se remonta al año 1900
cuando Rudolf Diesel, probó aceite de maní en el motor de su invención,
para demostrar la adaptabilidad del mismo.
Hacia fines de los '70 y comienzos de los '80 la crisis mundial del
petróleo generó gran incertidumbre por los recursos fósiles no renovables
reflotándose la idea de la utilización de los biocombustibles. En la
actualidad estos ya han pasado la etapa experimental y forman parte de la
canasta de carburantes disponibles en varias partes del mundo.
UNA IDEA CON FUNDAMENTO
Un joven técnico agropecuario argentino trabajó para producir biodiesel a
partir del girasol. Obtuvo un combustible de bajo costo y no
contaminante, que podría aliviar los bolsillos de los productores
agropecuarios.
En lugar de generar malos olores, al quemarse deja un aroma similar al
del pop de maíz o de las papas fritas. Se recomienda no manejar con
apetito.
En 1999 Mauro Knudsen, un joven que vive cerca de la ciudad de Tres
Arroyos, a 600 kilómetros al sudeste de la capital argentina, una región
fundamentalmente agropecuaria, trabajó en la elaboración de este
combustible cuyo futuro uso comercial simula estar cerca.
"El biodiesel funciona en cualquier motor diesel sin tener que realizar
ningún tipo de adaptación. Deriva de aceites vegetales. Comenzó a
desarrollarse en la década del 70, con la crisis petrolera mundial, para
buscar una alternativa al gasóleo", explicó Mauro Knudsen, quien es
productor agropecuario.
Este proyecto fue presentado en la edición 2001 de la Expo-Chacra en
Argentina, sobre la base de un proyecto asociativo. El mismo se lleva
adelante en la zona de Tres Arroyos. Los productores de la zona siembran
girasol y lo colocan en una planta que tendrá una capacidad de producción
de 45 millones de litros de diesel por año. La inversión del proyecto es
de U$S 9 millones.
UN COMBUSTIBLE ECOLÓGICO
Según aseguran sus propulsores, este combustible no es contaminante,
porque no contiene ni azufre ni compuestos aromáticos. El dióxido de
carbono producto de su combustión se recicla al ser absorbido por el
girasol en la siguiente siembra. De esta manera el ciclo del carbono
encontraría un equilibrio que no se consigue con los derivados del
petróleo.
El biodiesel, que también puede ser fabricado a partir de la soja, da una
mayor lubricidad a los motores, provocando un desgaste menor de la
máquina. Sus mentores aseguran un rendimiento y una potencia idénticos al
conseguido con los combustibles tradicionales.
En Francia y Estados Unidos para aprovechar las ventajas y bajar los
índices de contaminación, se utiliza el combustible vegetal para mezclar
a razón de ochenta partes de gas oil y veinte de biodiesel. Con el correr
de los años, el nivel de mezcla va en aumento a favor del vegetal, para
acompasar las exigencias de cuidado ambiental.
En Uruguay se ha realizado un estudio de prefactibilidad. Por ejemplo, un
productor agropecuario que trabaje 500 hectáreas y destine el 6% de la
superficie para sembrar girasol con el fin energético, conseguiría a
cambio 21.000 litros de gasoil. Cantidad superior a la necesaria para el
trabajo de toda su tierra.
El abanico de oportunidades de negocios para los productores,
asociaciones de los mismos, inversionistas privados o cooperativas es muy
amplio. El movimiento económico a favor de la reactivación también.
Se podría motivar los cultivos de girasol, soja o colza.
Hay trabajos que señalan que en Uruguay, la sustitución de la totalidad
del consumo de gasoil, implicaría alrededor de un millón de hectáreas de
cultivos oleaginosos. Fácil es imaginar el impacto productivo que un
desafío de esta envergadura tendría para el desarrollo productivo
nacional. Si bien esta magnitud podría ser considerada muy ambiciosa,
evidencia la importancia que puede llegar a tener en la cadena
agroindustrial. Un proyecto menos afanoso en lo cuantitativo tendría
incluso un impacto importante en un momento tan difícil.
BIOINDU UNA "PAY INDUSTRIA" QUE RECLAMA INVERSION
Un grupo de empresarios sanduceros, lleva adelante, desde hace algún
tiempo, una idea que ha comenzado a concretarse.
El grupo Bioindú, (Biodiesel Industrial de Paysandú) ha confeccionado el
primer proyecto privado para la industrialización y comercialización del
innovador carburante.
Después de un extenso trabajo de estudio de factibilidad, viabilidad, de
acciones experimentales, Nelson Basso, Cristóbal Magnin, Benito Fripp,
Agustín Sueldo y Nery Fernández han finalizado la confección del proyecto
que contempla la instalación de una planta de producción continua del
mencionado eco combustible.
De acuerdo a la información difundida por el grupo, la planta a instalar
industrializaría 24 mil litros diarios de combustible. La materia prima
para esta producción implica 45 toneladas de girasol, 240 kilos de
catalizador y 4.800 litros de alcohol metílico. El principal sub producto
del proceso industrial serían 4 mil kilos de glicerina pura.
Los datos aportados sugieren que el precio resultante por litro de bio
diesel debería ser de 5 pesos, sin impuestos. Una vez gravado se estima
un costo de $7.83.
ESTIMULO PARA LA AGRICULTURA
El Ing. Agr. Gonzalo González, ministro de Ganadería, Agricultura y
Pesca, entiende que el biodiesel es una propuesta importante, ya que
busca el encuentro de varias puntas, que son coyunturalmente
problemáticas para el Uruguay. En declaraciones realizadas hace unos días
en Dolores, explicó que Uruguay -al refinar petróleo para abastecer las
necesidades de nafta-, es deficitario en gasoil y por ello una parte debe
importarlo destilado.
"Por otro lado, podría consolidarse una importante salida comercial para
el productor. Pensemos como realizable en 140 mil hectáreas sembradas de
girasol anuales, en una rotación agrícola-ganadera."dijo.
A más largo plazo se estima que el mundo producirá más soja (con menor
índice de extracción de aceite), y menos de otras oleaginosas, por lo que
la producción de aceite a nivel mundial irá en descenso.
La elaboración de combustibles a partir del aceite, además de su uso en
el consumo humano, podría constituirse en una interesante alternativa de
colocación para las oleaginosas. Sin embargo, otros antecedentes de
producción de biodiesel debieron ser apoyados por subsidios, por ser una
fuente de energía más cara que la fósil.
IMPOSIBLE PLANTAR 400 MIL HAS
"La posibilidad de cosechar 400.000 hectáreas de girasol para obtener un
BD20, reduciendo en un veinte por ciento el consumo nacional de gasoil,
parte de un cálculo matemático correcto pero que resulta imposible
alcanzar, al menos en el corto plazo", señaló el ingeniero agrónomo
Esteban Hoffman en una mesa redonda realizada semanas atrás en pueblo
Esperanza en el departamento de Río Negro, donde se evaluó la posibilidad
de producir biodiesel.
El proyecto sanducero resalta la importancia del biodiesel para la
reactivación del sector agroindustrial, al tiempo que establece la
urgencia de generar un marco legal que regule la actividad industrial
para su protección y permita su competitividad.
Hoffman explicó que "es imposible" plantar actualmente 400.000 hectáreas
con girasol con destino a la producción de biodisel, porque toda el área
nacional agrícola, sin incluir la zona arrocera, fluctúa entre 430.000 y
450.000 hectáreas, incluyendo los cultivos de invierno y de verano. Pero
al mismo tiempo, hay otra dificultad clave y es que el sistema agrícola
uruguayo está en convivencia con la carne, la leche y la lana, a partir
de la rotación de pasturas".
Asimismo, hay una deficiente relación de intercambio, pues cuando ésta es
favorable al productor, con precios tan elevados como este año, a 195
dólares la tonelada, es inviable utilizarlo para producir combustible. Lo
mismo sucede al revés, cuando el precio promedio no supera los 150
dólares, cae estrepitosamente el área cultivada, y no se superan las
55.000 hectáreas.
LAS VENTAJAS COMPARATIVAS DEL LITORAL URUGUAYO
Partiendo de que no sería posible pensar en una mezcla al veinte por
ciento de biodiesel con gasoil, porque no habría manera de cultivar hoy
400.000 hectáreas de oleaginosas, con rédito para el agricultor y el
industrial, el proyecto igualmente tiene ventajas comparativas.
Si se instala una procesadora de aceites vegetales para producir
biodiesel en el departamento sanducero, los productores contarán con la
ventaja adicional que la materia prima se procesará a nivel local, sin
necesidad de traslados de cientos de kilómetros y pago de fletes, como
ocurre con otros destinos industriales.
Asimismo, se puede aprovechar el parque industrial de Paysandú. Alguna
planta en desuso que con facilidad se puede adaptar, pues el proceso de
trasformar el grano en combustible es sencillo.
Hoffman resaltó también que "hay en la población trabajadores
industriales, gran parte de ellos desempleados y muchos con gran
experiencia. Uniendo las áreas de Paysandú y Young, se puede conseguir
una favorable relación entre producción de aceite y consumo de gas oil,
comparada en el contexto nacional".
Europa se ha trazado el objetivo de utilizar un cinco por ciento de los
biocombustibles en el consumo total de carburantes. Esa es una meta a la
cual Uruguay puede aspirar a llegar.
De la misma manera que desde 1995 el país orientó su esfuerzo a la
incorporación del gas natural y se aprobaron marcos regulatorios e
inversiones, con respecto al biogasoil corresponde una decisión política
y definición para el este nuevo desafío impostergable.
Los actuales valores internacionales de las oleaginosas son relativamente
elevados. Actualmente al agricultor le conviene volcarse a la
exportación, pero las coyunturas en este sentido son volátiles.
La posibilidad de producción de biodiesel en el litoral uruguayo, ha
generado expectativas y acciones alentadoras.
Hoy existen en el país estudios técnicos y el interés estratégico de
contar con un combustible renovable y no contaminante. Deben
profundizarse los análisis encomendados por ley a los ministerios
competentes: Ganadería, Agricultura y Pesca, Industria y Energía,
Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y la ANCAP para
avanzar en las disposiciones a efectos de tener todo armado, para encarar
su elaboración cuando sea conveniente la producción.
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