1 Stanley Kubrick: A clockwork orange ( La naranja mecánica, 1971) Cartel de la película La naranja mecánica — Director: Stanley Kubrick — Guionistas: Stanley Kubrick sobre la novela homónima de Anthony Burgess — Productor: Stanley Kubrick — Fotografía: John Alcott — Estreno: Diciembre de 1971 (Estados Unidos) — Sinopsis: La película, a pesar de resultar muy experimental en algunos aspectos, tiene una estructura dramática clásica. Se divide en tres partes: la primera narra las correrías de Alex (paliza a un mendigo, pelea a muerte con la banda de Billy boy, asalto a la casa del escritor y violación de su mujer en su presencia, agresiones a sus drugos -amigos- y el asesinato de la señora de los gatos), la segunda, la prisión y el psiquiátrico donde es sometido a un tratamiento para convertirse en buen ciudadano, y la tercera su reinserción social y la venganza que sufre a manos de una banda de viejos, sus antiguos drugos convertidos en policías y el escritor y sus secuaces. Tras un intento de suicidio y un largo período en coma despierta de nuevo su personalidad salvaje. A través de la historia de Alex, Kubrick reflexiona sobre la naturaleza del mal. Admitiendo que la psiquiatría conductista ha conseguido elaborar métodos de tortura capaces de forzar a Alex a la bondad, Kubrick señala que bondad y maldad son palabras que sólo pueden aplicarse a seres humanos libres. Concluye, además, que la 2 violencia arbitraria de Alex es menos peligrosa que la violencia sistemática del Estado, con sus prisiones, sus psiquiátricos, su policía o la violencia reactiva de la venganza (los viejos, el escritor, sus subordinados, etc.) El significado del título de la película, La naranja mecánica, tiene que ver con lo anterior tal y como lo aclara Anthony Burgess en el prólogo a su novela: “…por definición, el ser humano está dotado de libre albedrío, y puede elegir entre el bien y el mal. Si sólo puede actuar bien o sólo puede actuar mal, no será más que una naranja mecánica, lo que quiere decir que en apariencia será un hermoso organismo con color y zumo, pero de hecho no será más que un juguete mecánico al que Dios o el Diablo (o el Todopoderoso Estado, ya que está sustituyéndolos a los dos) le darán cuerda. Es tan inhumano ser totalmente bueno como totalmente malvado. Lo importante es la elección moral. La maldad tiene que existir junto a la bondad para que pueda darse esa elección moral. La vida se sostiene gracias a la enconada oposición de entidades morales. (…) No creo tener que recordar a los lectores el significado del título. Las naranjas mecánicas no existen, excepto en el habla de los viejos londinenses. La imagen era extraña, siempre aplicada a cosas extrañas. «Ser más raro que una naranja mecánica» quiere decir que se es extraño hasta el límite de lo extraño. En sus orígenes «raro» [queer] no denotaba homosexualidad, aunque «raro» era también el nombre que se daba a un miembro de la fraternidad invertida. Los europeos que tradujeron el título como Arancia a Orologeria o Orange Mécanique no alcanzaban a comprender su resonancia cockney y alguno pensó que se refería a una granada de mano, una piña explosiva más barata. Yo la uso para referirme a la aplicación de una moralidad mecánica a un organismo vivo que rebosa de jugo y dulzura.” — Intérpretes: Malcolm McDowell….Alex DeLarge, Patrick Magee….Frank Alexander, Sheila Raynor….Madre de Alex, Anthony Sharp….Ministro, Philip Stone….Padre de Alex, Richard Connaught….Billy-boy, Cheryl Grunwald….Víctima de violación, Virginia Wetherell….Actriz, David Prowse (futuro Darth Vader)…Culturista — Banda sonora: Walter Carlos (después Wendy Carlos por cambio de sexo, autor del tema principal de la película y los arreglos de Beethoven), Edward Elgar (Pomp and Circumstance March No. 1 y 4 -1901-), Gioacchino Rossini (Guillermo Tell -1829y La Gazza Ladra -1817-), Ludwig Van Beethoven (Novena sinfonía, segundo y cuarto movimiento), Gene Kelly (interpretando Singin’ in the rain) — Duración: 136 min — Nacionalidad: Reino Unido — Enlaces: La naranja mecánica en IMDB Momentos estelares en youtube Stanley Kubrick: A Life in Pictures (2001) Aspectos psicológicos, filosóficos y otras curiosidades de La naranja mecánica. 1. La influencia del psicoanálisis de Freud en los planteamientos antropológicos de la película es muy importante. Obsérvese como Kubrick insiste en que el fondo de la naturaleza humana lo habitan las pulsiones sexuales y agresivas. La energía sexual está íntimamente ligada a la energía destructiva. Sobre el acto sexual sobrevuela con frecuencia el ansia de dominación, humillación y aniquilación. Esto se resume en la escultura fálica con la que Alex machaca el 3 cráneo de la señora de los gatitos. Esta culpabilización del ser humano, considerado malvado por naturaleza es típica de la mentalidad judeocristiana que comparten tanto Freud como Kubrick. Recuérdese que Alex duerme junto a una serpiente, símbolo del pecado original.Anthony Burgess siempre estuvo en desacuerdo con la adaptación de Kubrick precisamente por esta visión tan pesimista del ser humano. Cuenta que la edición norteamericana de la novela había sido amputada de su capítulo final, el 21. El editor estadounidense consideraba que ese último capítulo, en el que Alex, aburrido de la ultraviolencia, decide enfocar sus energías hacia algo más productivo como crear música o tener hijos, era una traición al resto de la novela. Informó a Burgess de que deseaba publicar la novela sin ese último capítulo. Este, necesitado de dinero, aceptó. De este modo, la edición norteamericana del libro no contaba con ese último capítulo, y esta fue la versión que Kubrick utilizó.Burgess entiende que la mentalidad, tanto del editor estadounidense como de Kubrick, es la clásica mentalidad judeo-cristiana que opina que el hombre es malvado, cainita, por naturaleza. Su destino irremediable es el pecado en forma de sexo y violencia. Esta visión pesimista del ser humano excluye la posibilidad del uso de la libertad para el progreso moral o la posibilidad de que la educación termine dando frutos positivos. Para el cristianismo, Freud y Kubrick, el ser humano está condenado de antemano. Su perdición es irremediable. Burgess está diametralmente en contra de este punto de vista y esa es su principal crítica a la película. 2. Aunque la película sigue más o menos fielmente los capítulos de la novela la brillantez cinematográfica de la misma se debe completamente a Kubrick. Este lleva a cabo una adaptación magistral incluyendo elementos no existentes en la novela y que, con el tiempo, se han convertido en momentos clásicos del cine como, por ejemplo, la decoración del bar lácteo Korova donde servían leche plus, la decoración estilo 2001 de la casa del escritor, las sombras amenazantes que se acercan al mendigo acorralado, la perfecta conjunción de la música (Beethoven, Rossini, Elgar y Singin’ in the rain) y las imágenes, las narices prominentes de descaradas connotaciones fálicas, el falomecedora, … 3. El tratamiento Ludovico. Es el tratamiento que le aplican a Alex para abortar en él cualquier impulso agresivo y sexual. Funciona del mismo modo que la terapia conductista de estimulación aversiva que se le aplica al alcohólico para ayudarlo a abandonar su adicción: el paciente llega a considerar repugnante el alcohol y abandona su consumo gracias al uso de fármacos como el Disulfiram, que provoca fuertes y repentinas resacas siempre que se consuma alcohol. Así, Alex aprende a rehuir cualquier los reflejos violentos o sexuales gracias a una medicación semejante administrada repetidamente durante el visionado de material violento. Que la psiquiatría conductista lleva buscando el modo de deshacer la mente del individuo para volver a reconstruirla a su antojo es evidente desde sus inicios. Ahora bien, suele asociarse la psiquiatría y la medicina con la búsqueda hipocrática de lo mejor para paciente. Sin embargo, quienes han desarrollado los actuales métodos de tortura empleados en Guantánamo y otras cárceles administradas por la CIA han sido psiquiatras conductistas. Su obsesión es desarmar la mente del enfermo (terrorista, violador, antisocial…) y volver a reconstruirla sobre unos fundamentos más civilizados. Desgraciadamente, la psiquiatría conductista sólo ha tenido éxito en la primera parte del proyecto, es decir, en destruir la mente de sus pacientes. En este trabajo son auténticos expertos.La periodista Naomi Klein relata en su reciente libro La doctrina del shock, el auge del capitalismo del desastre los orígenes del despiadado plan psiquiátrico que se ejecuta en la película y en cualquier cárcel de la CIA.