LO INVISIBLE EN LAS INSTITUCIONES Lic. Marta Alicia Tenutto "...la verdad cuya madre es la historia, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso del presente, advertencia de lo porvenir..." Jorge Luis Borges En numerosas ocasiones, al trasponer la puerta de las instituciones educativas, nos encontramos, con las mismas dificultades que se presentan una y otra vez... Una situación que parecía resuelta se encuentra nuevamente ante nosotros, muchas veces bajo una apariencia diferente. Cuando esto sucede es probable que nos hallemos tentados a pensar que los problemas caen en nuestras escuelas como un paracaidista llegado no se sabe de dónde. La propuesta de este texto es comenzar por un trabajo de indagación de aquello que las propias instituciones sostienen. Lo que explicitan y lo que encubren, aún sin saberlo. Abordaremos a las instituciones educativas como los espacios de intersección entre lo individual y lo social, las vidas singulares de los hombres y los contextos socio-históricos que permitieron su emergencia. Pero antes de comenzar debo advertirlos: una multiplicidad de obstáculos se hará presente cuando pretendamos abordar el análisis institucional. Es bien conocido por todos que las instituciones nos preceden, ellas estaban ahí mucho antes que nosotros. Es cierto, pero este reconocimiento no debería impedirnos visualizar que hombres y mujeres, niños y adultos, somos los que, al formar parte de las instituciones, permitimos que se constituyan en tales. Los edificios no son las instituciones, aunque brinden un necesario soporte espacial. También somos nosotros quienes, en numerosas o en contadas circunstancias, hemos sufrido en estos espacios compartidos. Sentimos que no nos respetan nuestra singularidad, que no escuchan lo que decimos, que no prestan atención a nuestras propuestas. Los institucionalistas nos hacen llegar una aclaración que puede tranquilizarnos e inquietarnos a la vez: este sufrimiento es "esperable", aunque por cierto no deseable, en las instituciones. El sufrimiento es inevitable -nos dice Kaës- así como lo es la reducción de lo diferente a lo ya conocido, de lo novedoso a lo de todos los días. El hecho de que sea esperable no quiere decir que pueda o deba inmovilizarnos. De todos modos intentaremos hacer algo para recuperar esa palabra no escuchada, esa idea olvidada, esa sugerencia que quedó flotando en el patio, en la sala de docentes, en la Dirección... Si acuerdan con este planteo es posible que a esta altura se estén preguntando. Está bien, pero ¿qué hacemos? El Positivismo decimonónico sostuvo que para obtener objetividad en el análisis era necesario mantener la mayor distancia posible con aquello que pretendíamos abordar. En el siglo XX las Cs Sociales han virado en el planteo afirmando que ya no se trata de distanciarse sino de IMPLICARSE, se trata de reconocer que siempre miramos desde algún lugar y que este lugar nos permite "ver" algo , pero no todo. "IMPLICARSE significa COMPROMETERSE EN LA SITUACIÓN" (Loureau, 1995) Por lo tanto la propuesta es revisar nuestra propia implicación, en tratar de ver aquello que pasa desapercibido en las instituciones educativas, lo reprimido, lo oculto, lo desconocido. Este trabajo no estará excento de problemas, de piedras en el camino y por supuesto no puede concretarse en la soledad de una función, requiere de la colaboración de todos los actores sociales involucrados. Siempre es "más fácil teorizar que vivirlo..." (Ferrarotti, 1990) Con frecuencia nos encontramos pensando que las instituciones son a-históricas, creemos que estuvieron allí desde siempre, al hacerlo no reparamos en que ellas se arman, se entrelazan con la historia socio-histórico-cultural que permitieron su surgimiento. Es una historia articulada doblemente. Como institución la escuela, tal como la conocemos ahora, es un producto de la Modernidad. La escuela se construye a través de UN PRIMER CONTRATO O CONTRATO FUNDACIONAL, por el que el Estado y la escuela se comprometen mutuamente en la consecución de los objetivos. El contenido de este contrato requiere de una institución que: - transmitiera valores y creencias que legitimen el derecho y el orden económico y social establecidos transmitiera valores necesarios para el mundo del trabajo creara condiciones para la producción de otros saberes, para el desarrollo y el progreso social. A su vez cada establecimiento singular se encuentra entramado en una historia particular, es esta historia la que cada uno deberá recuperar. Para poder reposicionarnos como actores sociales, en el seno de las instituciones les propongo comenzar indagando, hurgando en las raíces de la historia. Se trata de apropiarse de la historia(en el sentido de hacerla propia) para poder transformarla. (Mezzano,A 1996). Recuperar los primeros pasos para mirar, desde ellos, los actuales. Cada escuela posee características singulares cuya versión acerca de lo que pasó en los orígenes se transmite de boca en boca a través de un "MITO FUNDACIONAL". Este relato da cuenta del comienzo, de los primeros tiempos y pervive en las palabras que circulan, las que escuchamos y las que no, en lo que se espera y lo que no se espera que suceda. "...La verdad histórica, para él, no es lo que sucedió; es lo que juzgamos que sucedió..." Les propongo, entonces, comenzar por la historia institucional singular, para permitir la emergencia del problema, de aquello que con frecuencia encontramos como una dificultad que se presenta una y otra vez al modo de un síntoma. Sabemos que aquello que se oculta, que se reprime insiste, pugna por salir. Es probable que estos hechos no podamos explicarlos en el presente, pero si indagamos en la historia institucional tal vez "eso" recupere su sentido. Numerosas frases, ideas, rituales se realizan en la escuela porque "siempre se hicieron así" Por el sendero de los mitos y ritos institucionales es por donde podemos comenzar a buscar. Esta búsqueda debe, asimismo, efectuarse siguiendo cierto camino, que puede delinearse a partir del Proyecto institucional. Una propuesta posible de proyecto institucional sería el que incluya: 1- Punto de partida a) El momento fundacional b) Ideario 2- Dimensión administrativo-organizacional a) Expectativas institucionales b) Metas y concreciones 3- Dimensión pedagógico-didáctica a) El eje epistemológico b) El eje pedagógico-didáctico c) Perfiles d) Planeamiento e) Evaluación 4- Dimensión comunitaria Retomando lo relativo al momento fundacional, sabemos que los nuevos miembros son incorporados a partir de que estos se incorporan al relato. "...el mito dice el origen, proporciona una matriz identificatoria y un código...para afrontar la relación con lo desconocido..." El trabajo de rastreo permitirá construir el presente sobre bases consensuadas, a fin de avanzar hacia otras propuestas que anhelamos, hacia la conformación de un equipo de trabajo, que por el momento no podemos realizar porque "lo urgente" ocupa nuestra atención. Hasta este momento es probable que cada miembro de la escuela tenga un lugar asignado, aunque no estemos seguros de que ese sea el espacio, la tarea en la que puede desplegar sus mayores posibilidades personales y profesionales. Cada uno tiene un lugar y desde él se espera que actúe. Les propongo como trabajo para trabajar esta problemática relevar con los docentes- por ejemplocuáles creen ellos fueron los objetivos, ideales, que se propusieron los "fundadores" de esa institución particular, qué esperaban, en qué creían. En un segundo momento confrontarlo con lo que efectivamente se propusieron, si es que conservan aún estos datos, o escuchar a los que estuvieron en ese momento. ¿Por qué esta confrontación? Para ir descubriendo que la historia puede recuperarse tanto a través de una historia "oficializada"(escrita) como por medio de aquello que circula, lo que se dice y lo que se calla, para así resignificar lo uno y lo otro. Pero la idea no es quedarnos en el pasado sino avanzar hacia el presente, indagar qué creen que se sostiene en la actualidad. Tal vez nos encontramos con sorpresas, tal vez no. No olvidemos que estas tareas debe realizarse de modo que los implicados se encuentren alejados de las instancias de control. Ninguno de nosotros diría algo en contra de sí mismo. El anonimato puede garantizar este resguardo En el texto anterior había quedado planteado el interrogante donde nos preguntábamos por las acciones concretas tenemos que realizar para posibilitar la formación de un equipo. Creo que esta indagación es un primer paso, pero sólo el primero. Graciela Friguerio y Margarita Poggi sugieren: planificar estratégicamente tratando de coordinar las acciones y de incluir los debates. Se trata de: I. Formular objetivos que orienten las acciones II. Organizar la información que debería brindar el equipo e conducción III. Facilitar la viabilidad de las acciones (y su fundamentación) La tarea está comenzando. Cuando abordemos lo relativo a Capacitación continuaremos profundizando en el problema. Sobre el autor _Lic. Marta Alicia Tenutto Magíster en educación, Universidad de San Andrés Especialista en educación, Universidad de San Andrés Especialista en Psicología educacional, Colegio de Psicólogos Prov. de Bs. As Lic. en Psicología (UBA). Lic. en Cs de la educación (UM) Prof. de Cs. de la educación (UM) Autora de "Herramientas de evaluación en el aula" Email: [email protected] Bibliografía _ BORGES, J. L ."Ficciones". Editorial Emecé. Bs As. 1990. _ BUTELMAN, I (comp.)"Pensando las instituciones". Ed. Paidós. Bs. As. 1998. _ KAËS, R " La institución y las instituciones" Ed. Paidós. 1996. _ FRIGERIO Y OTROS "Cara y ceca en las instituciones". Editorial Troquel. Bs. As. 1998. Este texto fue publicado en la revista "La Obra" año 79, nº 948, junio de 2000