TFG-H271.pdf

Anuncio
Trabajo de Fin de Grado
Curso 2014/15
Universidad de Valladolid
Facultad de Enfermería
GRADO EN ENFERMERÍA (4ºCURSO)
“Utilización del recuperador sanguíneo como
alternativa a la transfusión en la cirugía
ortopédica”
Autor/a: Begoña Tejero Mateo
Tutor/a: Argelia Bécares Grande
Resumen
Actualmente, las transfusiones de sangre homóloga están a la orden del día; se realizan
transfusiones a diario, por distintos motivos, pero todas tienen en común su elevado coste
y los riesgos que pueden suponer para el paciente.
Añadiendo que la oferta de donaciones es menor que la demanda de estas, se están
comenzando a potenciar una serie de medidas con el objetivo de ahorrar sangre o prevenir
su pérdida. Entre ellas se encuentra la autotransfusión, que en cierto tipo de cirugías en
las que se prevé un sangrado importante, como la cirugía ortopédica, ha demostrado ser
eficaz consiguiendo reducir la cantidad de transfusiones empleadas en un elevado
porcentaje.
Aunque algunos autores cuestionan la calidad de la sangre autóloga transfundida, muchos
estudios defienden que sus valores analíticos no suponen riesgos para el donante-receptor,
y los posibles efectos adversos del procedimiento tampoco han supuesto inconvenientes
en su utilización.
Además del ahorro económico y sanitario que supone, la autotransfusión puede ser un
tratamiento viable para pacientes con ciertas creencias, teniendo en cuenta a la persona
como un todo, logrando mejorar la salud de otro sector de la población.
Por lo tanto, lo que se pretende con este trabajo es dar a conocer la autotransfusión como
alternativa para reducir el empleo de transfusiones homólogas siempre y cuando sea
posible, y evitar así los problemas que estas puedan ocasionar.
Palabras clave: autotransfusión, recuperador, riesgos, ahorro
Índice
Introducción ...................................................................................................................... 1
Objetivos........................................................................................................................... 2
Desarrollo del tema ........................................................................................................... 2
Implicaciones para la práctica ........................................................................................ 17
Conclusiones................................................................................................................... 21
Bibliografía ..................................................................................................................... 22
Anexos ............................................................................................................................ 25
ANEXO 1 ................................................................................................................... 25
ANEXO 2 ................................................................................................................... 25
ANEXO 3 ................................................................................................................... 27
Introducción
Como refieren muchos autores, no hay sustituto artificial para la sangre, a pesar de los
avances científicos y tecnológicos, en la actualidad la sangre no se puede fabricar. Ya en
las civilizaciones antiguas se empezaba a comprobar la importancia de la sangre en el
organismo humano, y tras diversos avances y descubrimientos a lo largo de los siglos, fue
en 1818 cuando el obstetra inglés James Blundell realizó con éxito la primera transfusión
de sangre humana a una paciente. Se siguieron realizando mejoras y hallazgos en el
campo de la medicina transfusional lo que ha llevado a que hoy en día se salven millones
de vidas en todo el mundo.
Sin embargo, existen una serie de factores como son la escasez de donaciones, el elevado
coste del procedimiento o los posibles riesgos para la salud del receptor, que han
originado la promoción de diversas medidas de ahorro de sangre para así disminuir en la
medida de lo posible el número de transfusiones.
Una de estas medidas de ahorro de sangre consistiría en la transfusión autóloga mediante
el denominado recuperador sanguíneo, método utilizado en distintas intervenciones
quirúrgicas en las que se prevé una pérdida importante de sangre. Existen distintos tipos
según el momento de su utilización y sus características. Este trabajo se va a centrar en
los métodos de autotransfusión postoperatoria en las cirugías ortopédicas. He
seleccionado este campo ya que durante mi estancia en la planta de traumatología en un
período de prácticas, lo conocí, me pareció interesante y un avance importante y me
gustaría indagar más acerca del tema.
Se llevará a cabo una revisión bibliográfica acerca del tema, considerado interesante y de
actualidad, con el objetivo de conocer su funcionamiento, ventajas e inconvenientes y
calidad del mismo, lo cual ha sido investigado por numerosos autores con variedad de
resultados y opiniones, algunas a favor de la utilización de este método y otras que
refieren ciertas dudas acerca de la calidad de la sangre reinfundida, aunque al parecer no
hay datos concluyentes al respecto.
1
Objetivos
Generales
 Comprobar la validez del recuperador sanguíneo como alternativa a la transfusión
homóloga
Específicos
 Conocer el funcionamiento y manejo del recuperador postoperatorio
 Comparar la calidad de la sangre reinfundida con la sangre de banco
 Conocer otras medidas de ahorro de sangre
 Conocer los posibles riesgos a una transfusión homóloga
Desarrollo del tema
La Especialidad de Cirugía Ortopédica y Traumatología (COT) se ocupa de la valoración
clínica, el diagnóstico, la prevención, el tratamiento por medios quirúrgicos y no
quirúrgicos, y la rehabilitación adecuado todo ello a la atención del paciente portador de
enfermedades congénitas y adquiridas, de deformidades y de alteraciones funcionales
traumáticas y no traumáticas del aparato locomotor y sus estructuras asociadas.
Dentro de este campo son frecuentes las intervenciones de implantación de próstesis tanto
de rodilla como de cadera. Dichas intervenciones suponen pérdidas sanguíneas
importantes para el paciente, siendo necesario en ciertas ocasiones recurrir a
la
transfusión sanguínea para restaurar los valores analíticos. Los valores que más se
comprometen en una pérdida sanguínea son la hemoglobina y el hematocrito:
Valores normales
Hemoglobina
Hematocrito
Proteína que transporta oxígeno
Mujeres: 12-16 g/dl
en la sangre
Varones: 13,5-18 g/dl
Mide
el
volumen
eritrocitos
total
de
Mujeres: 38-47%
Varones: 40-54%
Tabla 1
2
La decisión de transfundir o no la toma el médico normalmente cuando los valores de
hemoglobina son igual o menor a 8g/dl o el hematocrito es igual o menor al 25%. Aun
así, la decisión de transfundir no debe recaer únicamente en la prescripción médica, se
deben tener en cuenta también los factores de riesgo, los costes que conlleva (tanto el
económico de los productos hemoterápicos y su procesamiento como el coste humano
debido al sacrificio que supone la donación de sangre), las posibles consecuencias
jurídicas y las creencias del paciente.
Además muchos de los pacientes sometidos a este tipo de cirugía son de edad avanzada
y/o mujeres, lo que supone un factor de riesgo a la hora de presentar problemas por la
pérdida de sangre.
La sangre es el líquido que circula por el interior de los vasos sanguíneos y cuya función
es transportar el oxígeno y las sustancias nutritivas que necesitan los tejidos y órganos
del cuerpo, además de recoger los productos de su metabolismo que deben ser eliminados
o conducidos a otras zonas del organismo. Está constituida por dos fracciones, una
líquida, el plasma, y una formada por corpúsculos celulares. El plasma, a su vez, está
compuesto por diversos productos orgánicos: sales minerales, aminoácidos, glucosa,
lípidos, vitaminas, hormonas, pigmentos y diversas proteínas (especialmente albúmina,
inmunoglobulinas, etc.), además de ser el medio donde se encuentran suspendidos los
corpúsculos celulares. Éstos son de tres tipos: eritrocitos o glóbulos rojos, leucocitos o
glóbulos blancos y trombocitos o plaquetas.
Realiza funciones necesarias para la vida como son:
Transporte (glóbulos rojos)
Respiratoria
Realiza el intercambio entre O2 y CO2
Nutritiva
Excretora
Recoge los productos de desecho y
los lleva a los órganos encargados de
su eliminación
Vehículo
de:
vitaminas,
hormonas y enzimas
Calor
Regula la temperatura corporal al
enfriar los órganos como el hígado y
músculos, donde se produce exceso
3
de calor, cuya pérdida del mismo es
considerable, y calentar la piel.
Homeostasis
Equilibrio hídrico
Inmunidad (leucocitos)
Defensa
Defensa contra bacterias y otros
Protección infección
microorganismos patógenos
Aglutinan,
Hemostasia (plaquetas)
separan
y
obturan
cualquier desgarro que se produzca en
los vasos deteniendo la hemorragia
Tabla 2
Por todo esto, y debido a que por el momento no se ha creado un compuesto artificial que
la sustituya, en ciertos casos, como pueden ser las cirugías ortopédicas, es necesario suplir
las pérdidas sanguíneas que se produzcan.
La medida más utilizada son las transfusiones sanguíneas. La transfusión de sangre es un
procedimiento que consiste en hacer pasar sangre o alguno de sus derivados de un donante
a un receptor para reponer el volumen sanguíneo, mejorar la hemoglobina y la capacidad
de transporte de oxígeno y otras sustancias, corregir los niveles séricos de proteínas o
para compensar un déficit de los componentes de la sangre. Existen tres tipos de
transfusiones en función de la procedencia de la sangre:
-
Transfusión autóloga: transfusión de un producto donado por el propio
paciente.
-
Transfusión homóloga: transfusión de componentes sanguíneos donados por
otro paciente de la misma especie que no es el receptor.
-
Transfusión heteróloga: transfusión de componentes sanguíneos donados por
un individuo de otra especie.
Actualmente la más empleada es la transfusión homóloga, de la que existen varios tipos
en función de las necesidades del paciente. La transfusión total se utiliza para para reponer
la pérdida de la capacidad transportadora de oxígeno en la sangre y también para aumentar
el volumen sanguíneo. Se realizan también transfusión de plasma, de glóbulos rojos, de
4
glóbulos blancos y de plaquetas con el objetivo de suplir las funciones que realizan cada
uno de los componentes sanguíneos cuando el paciente así lo precise.
Sin embargo, la transfusión homóloga conlleva una serie de importantes riesgos para el
receptor:
A. Complicaciones inmunológicas agudas
o Reacción febril no hemolítica
Se caracteriza por una elevación de la temperatura de al menos un grado
centígrado durante o inmediatamente después del proceso de transfusión.
Se piensa que se debe a la acción de anticuerpos del receptor frente a los
leucocitos del producto transfundido, o bien a la acción de las citoquinas.
o Reacción hemolítica transfusional
Es la destrucción inmunológica de hematíes transfundidos. La causa es la
incompatibilidad entre los antígenos de superficie de los hematíes y los
anticuerpos del receptor. Es causa de reacción transfusional grave, y
probablemente sea la causa más frecuente de mortalidad transfusional.
La reacción hemolítica aguda genera un cuadro que comienza con un
incremento de la temperatura y de la frecuencia cardiaca. Puede llegar
incluso a producirse un shock.
o Reacción alérgica
Se manifiesta con urticaria, prurito, y en ocasiones con reacción
angiedematosa.
o Reacción anafiláctica
El cuadro clínico incluye disnea severa, edema laríngeo y/o pulmonar,
broncoespasmo y/o laringoespasmo y disregulación vegetativa. Es una
complicación peligrosa que exige una actuación inmediata con corticoides
y adrenalina.
o Daño pulmonar agudo relacionado con la transfusión (TRALI)
Consiste en un incremento de la permeabilidad de la microcirculación
pulmonar que provoca el paso masivo de fluidos y proteínas al espacio
intersticial y alveolar. Se precisa soporte ventilatorio invasivo.
5
B. Complicaciones inmunológicas diferidas
o Reacción hemolítica diferida
Se debe a una reacción frente a antígenos presentes en hematíes
transfundidos frente a los que el receptor estaba sensibilizado. La
producción de anticuerpos es significativa y expresiva clínicamente días
después de la transfusión.
o Aloinmunización
Aparición de anticuerpos en un organismo que ha recibido un antígeno
procedente de un individuo de la misma especie.
o Púrpura trombopénica postransfusional
Cuadro de trombocitopenia y petequias de instauración brusca y
autolimitado, que ocurre 7-10 días después de la transfusión. Ocurre en
pacientes sensibilizados por un embarazo o una transfusión previa frente a
antígenos plaquetarios. En la respuesta inmune son destruidas tanto las
plaquetas alogénicas como las autólogas. Es un cuadro muy grave que
puede limitarse con la inmunoglobulina intravenosa.
o Enfermedad del injerto frente al huésped
Se debe a la reacción de linfocitos T transfundidos frente a antígenos de
los tejidos del receptor. Puede ocurrir en situaciones en las que el receptor
no reconoce como extraños los linfocitos transfundidos. El único sistema
eficaz para prevenir esta complicación es la irradiación del producto a
transfundir para evitar la producción de linfocitos T.
C. Complicaciones no inmunitarias
o Transmisión de enfermedades infecciosas (VIH, Virus Linfotrópico
Humano de Células T (HTLV) , hepatitis B, hepatitis C y sífilis)
o Contaminación bacteriana
Puede considerarse la segunda causa de mortalidad. Es más frecuente en
transfusiones de plaquetas. Para evitarlo, en las bolsas utilizadas en la
actualidad, se retiran los primeros centímetros cúbicos y se derivan para la
extracción de analíticas, y en algunos lugares, los concentrados de
6
plaquetas deben ser tratados para su inactivación o la realización de
técnicas de detección de bacterias previas a la transfusión.
La contaminación bacteriana puede provocar un cuadro clínico agudo
grave, e incluso shock séptico, caracterizado por incremento de la
temperatura, escalofríos, hipotensión y fracaso orgánico. Es necesario un
tratamiento agresivo con antibióticos intravenosos de amplio espectro y
con fármacos vasopresores.
o Sobrecarga de volumen
Puede desencadenar un edema pulmonar. Existe más riesgo con la
transfusión de sangre total. Es probablemente la causa más frecuente de
mortalidad en pacientes ancianos transfundidos.
o Sobrecarga de hierro o Hemocromatosis secundaria
No es habitual en transfusiones de causa hemorrágica.
o Hipotermia
Debida a la infusión de grandes volúmenes de sangre a baja temperatura.
Esto puede provocar arritmia cardíaca y parada cardíaca.
o Hipocalcemia
Pacientes con una función hepática disminuida pueden sufrir una
disminución de la concentración de calcio iónico consecuencia de una
deficiente metabolización del citrato (presente en las unidades de
transfusión con misión anticoagulante).
o Hemólisis de causa no inmunológica
Debida a la infusión de fluidos hipotónicos, a toxinas bacterianas, a
alteraciones en las condiciones térmicas a las que deben mantenerse las
unidades de sangre o a defectos metabólicos de las células extraídas
(hemoglobinopatía o defectos enzimáticos)
o Errores en el procedimiento
D. Inmunomodulación inducida por transfusión de sangre alogénica
Alteración del sistema inmunitario del receptor que puede incrementar el riego de
infección postoperatoria, incrementar la recurrencia de tumores tras cirugía
potencialmente curativa y disminuir la supervivencia postoperatoria.
7
E. Efectos adversos relacionados con el tiempo de almacenamiento de la sangre
El almacenamiento prolongado de la sangre provoca cambios corpusculares en los
hematíes. Este hecho puede afectar a la capacidad de oxigenación de los tejidos.
Además, la hemólisis ocurrida durante el tiempo de almacenamiento provoca un
incremento de la concentración de hierro libre que favorece el crecimiento
bacteriano, incrementándose el riesgo de infección en el receptor.
Debido a todas estas posibles complicaciones, así como a los elevados costes requeridos
durante el proceso y la escasez de donaciones, está aumentando el impulso de otras
medidas de ahorro de sangre:
Hemodilución
hipérvolémica
preoperatoria
Isquemia y sustancias
hemostáticas
Fármacos*
Normotermia e
hipotensión
Buena
praxis
quirúrgica**
Drenajes,
Vendajes
Autotransfusión
Figura 1:
*Fármacos que estimulan la eritropoyesis (hierro y eritropoyetina), elevando los niveles preoperatorios de hemoglobina
y/o acelerando la recuperación de los mismos tras la cirugía y fármacos que actúan disminuyendo la pérdida de sangre
perioperatoria: postaciclinas y fármacos con efecto antifribinolítico (aprotinina, ácido tranexámico y ácido Eaminocapróico).
**Cálculo preoperatorio de las necesidades de sangre, acortamiento del tiempo de operación, disección cuidadosa,
hemostasia precisa, adecuada posición del paciente en la mesa de operaciones, embolización arterial selectiva.
8
El termino autotransfusión engloba todos aquellos métodos mediante los cuales a una
persona se le transfunde su propia sangre. Su uso está indicado en pacientes sometidos a
intervenciones que sean susceptibles de transfusión o en las que se calculen unas pérdidas
sanguíneas de 500-1000ml. El proceso de autotransfusión puede ser de tres tipos
dependiendo del momento en el que se realiza:
 Preoperatoria
Consiste en la extracción mediante flebotomía de una o más unidades de sangre
del paciente en las semanas previas a la cirugía, para ser utilizada posteriormente
en el acto quirúrgico o en el postoperatorio inmediato.
Existen dos procedimientos para realizarla: la donación autóloga de sangre total y
la eritroaféresis.
La donación de sangre total consiste en la extracción de una unidad de sangre cada
semana hasta un máximo de 4-6 unidades, en las 5 semanas previas a la cirugía.
Mediante la eritroaféresis es posible extraer hasta 4 unidades de concentrado de
hematíes en un solo proceso. Se utiliza un procesador de aféresis que extrae y
centrifuga la sangre total, recogiendo los hematíes y devolviendo al paciente el
resto de los componentes sanguíneos.
Durante el tiempo en el que se esté sometiendo a las extracciones, el paciente
recibirá suplementos de hierro, ácido fólico y eritropoyetina.
 Intraoperatoria
Este tipo de autotransfusión consiste en la recuperación de la propia sangre del
campo quirúrgico, para su utilización durante la intervención o en el
postoperatorio inmediato.
En base al momento en el que se obtiene la sangre del paciente, inmediatamente
antes de la intervención o durante la misma, se describen dos variantes de esta
modalidad: hemodilución aguda intraoperatoria y recuperación de sangre del
campo quirúrgico.
9
La hemodilución normovolémica intraoperatoria (no confundir con la
hemodilución hipervolémica preoperatoria, en la que se diluyen los componentes
sanguíneos mediante la infusión de cristaloides o coloides sin la extracción previa
o simultánea de sangre. Mediante esta técnica desciende la concentración de la Hb
circulante, por lo que la Hb perdida con cada mililitro de sangre vertida es menor)
consiste en la extracción de una o dos unidades de sangre, generalmente tras la
inducción anestésica, y su sustitución por soluciones coloides o cristaloides en
igual volumen. La sangre extraída puede reinfundirse en cualquier momento de la
operación o al final de ésta.
Es una técnica que suele emplearse en adultos para cirugías con pérdidas
hemáticas estimadas superiores a 1000ml. En la cirugía ortopédica puede usarse
en las artroplastias de cadera y rodilla y en las intervenciones de columna extensas.
Aun así los resultados obtenidos en diversos estudios son contradictorios, llegando
a la conclusión de que este método aumenta su efectividad en combinación con
otras medidas de ahorro de sangre.
Por otro lado, la recuperación y reinfusión de sangre del campo quirúrgico
conocida como autotransfusión intraoperatoria es la recogida de la sangre del
campo quirúrgico y su procesamiento para reinfundirla al propio paciente. Esto se
realiza mediante un dispositivo que se conoce como recuperador celular.
Existen varios sistemas de recuperación intraoperatoria: sistema de flujo
semicontinuo (la sangre es recuperada por aspiración, anticoagulada, filtrada y
enviada a un reservorio desde donde se bombea a una campana de centrifugación
que separa y lava las células), sistema con receptáculo desechable (la sangre
aspirada y anticoagulada (también puede ser lavada) se reserva en un receptáculo
desechable) y sistemas de reinfusión inmediata (la sangre se recoge en un
reservorio con anticoagulante y se reinfunde a través de un filtro. No es sangre
lavada)
 Postoperatoria
Existen ciertos tipos de cirugías entre los que se encuentra la ortopédica, en las
que el sangrado postoperatorio a través de los drenajes es muy notable, por lo para
reducir las transfusiones homólogas se han diseñado diferentes dispositivos de
10
recogida de sangre postoperatoria que tienen el objetivo de aspirar, almacenar y
reinfundir la sangre perdida a través de los drenajes. Esto se realiza mediante unos
sistemas que pueden ser: drenajes de succión cerrados, sistemas de aspirado y
filtrado o sistemas de aspirado y filtrado o sistemas de aspirado, filtrado y lavado
de la sangre. Es lo que se llama autotransfusión postoperatoria.
Jacobs describió una serie de recomendaciones a tener en cuenta en la realización
de la técnica para evitar complicaciones:
o Para reducir complicaciones sépticas

La sangre debe ser recogida y reinfundida en un período de 4-6 horas

La sangre no puede donarse al banco de sangre ni almacenarse
o Para reducir complicaciones de microembolismos

Utilizar microfiltros en la línea de infusión para eliminar
microagregados y partículas de grasa. También son eficaces en la
eliminación de bacterias y células tumorales

En caso de autotransfusión masiva, administrar corticoides por
efecto protector pulmonar
o Para reducir posibles efectos secundarios por hemolisis

Utilizar presiones de aspiración bajas o moderadas en los sistemas
de drenaje
o Para evitar una posible coagulopatía

Limitar la cantidad de sangre reinfundida a 600-800 ml

En caso necesario, aplicar medidas con hemoderivados homólogos,
como plasma fresco o concentrado de plaquetas

Deben usarse anticoagulantes en línea de colección de sangre para
prevenir la coagulación del sistema
Los sistemas mediante los que se realizan las autotransfusiones de tipo intraoperatorio y
postoperatorio, como ya hemos dicho antes, se denominan recuperadores sanguíneos, que
son los aparatos encargados de recuperar y reinfundir la sangre procedente del campo
quirúrgico o de los drenajes postoperatorios respectivamente.
La diferencia fundamental entre unos y otros es la existencia o no de un lavado de la
sangre recogida. Cuando la sangre es lavada se eliminan detritos tisulares, leucocitos,
11
plaquetas, fibrina, albúmina, citosinas, detritus celulares del campo quirúrgico, plasma,
hemoglobina libre y la mayor parte de la heparina.
Generalmente los recuperadores intraoperatorios son los que realizan el lavado de la
sangre, mientras que los postoperatorios no lo hacen. En este trabajo nos vamos a centrar
en los utilizados durante el postoperatorio ya que son los que más se asocian a la cirugía
ortopédica (ANEXO 1).
El funcionamiento de dichos recuperadores es sencillo, aun así hay que tener precaución
a la hora de su manejo, y ejercer una manipulación segura de la sangre, tanto para el
paciente como para el personal.
Son sistemas que transfunden la sangre tal cual se recoge, sin procesarla, por filtración
pasiva, y se pueden clasificar según la forma en que obtienen el vacío para facilitar la
aspiración de la sangre en:
o Bombas autónomas: sistemas totalmente cerrados de recuperación, conectados a
una bomba que asegura distintos niveles de vacío de forma automática. Este
sistema facilita un vacío constante para la recuperación de la sangre perdida.
Funciona con baterías con distintas autonomías dependiendo del modelo, siendo
necesario recargarlas en algunos tipos.
o Vacío de la pared o mecánico: según los distintos modelos el vacío se puede
realizar mediante: un sistema de aspiración, mediante una toma en la pared, a
través de un fuelle, incluso manual o a través de una jeringa.
o Bomba peristáltica: la aspiración de la sangre de forma continua se realiza a través
de una bomba peristáltica que regula el grado y la velocidad de aspiración,
adecuándose a la importancia del sangrado.
Todos tienen unas características comunes en cuanto a su montaje y funcionamiento:
 La conexión del sistema a los drenajes profundos es realizada en el quirófano por
el cirujano o la enfermera en condiciones de máxima esterilidad.
 La presión de aspiración debe ser moderada y no sobrepasar los 100mmHg con el
fin de evitar la hemólisis de los hematíes.
12
 La sangre aspirada atraviesa un primer filtro de 170-260 micras, donde quedan
atrapadas las partículas superiores a ese tamaño, antes de llegar a la bolsa de
recogida.
 No suele añadirse solución anticoagulante en el interior de la bolsa, ya que la
sangre recogida es incoagulable.
 La retransfusión se debe realizar a través de un filtro de 24-40 micras o
desleucocitado
 El tiempo de recogida de la sangre no debe pasar las 6 horas, y el máximo volumen
a retransfundir no debe sobrepasar los 800-1500 ml.
El personal de enfermería interviene en el momento de la colocación en quirófano (a
continuación se explica la colocación del drenaje recuperador en una intervención
colocación de prótesis de rodilla) y posteriormente para llevar a cabo los cuidados:
1. Tras lo que es propiamente la intervención, en el momento en el que se va a
comenzar a cerrar por planos, se coloca el drenaje en la cara inferolateral de la
rodilla
2. Se fija el drenaje con puntos de sutura
3. Se conecta el tubo del drenaje al recuperador sanguíneo
4. Esta intervención se realiza “sin sangre”, es decir, antes de comenzar se ha
realizado isquemia en la extremidad mediante una venda elástica y un manguito
de compresión. Una vez unido el drenaje al recuperador, se pinza el tubo del
drenaje y se procede a retirar dicha isquemia (dependiendo del tiempo de
intervención y el tiempo que la extremidad haya estado sometida a isquemia, se
puede retirar antes o después de la colocación del drenaje)
5. Esta pinza permanecerá cerrada durante 30 minutos después de quitar la isquemia.
A continuación se abrirá y se comprobará el funcionamiento del equipo.
Los cuidados postoperatorios por parte del personal de enfermería al igual que en otra
transfusión serían:
 Comprobar la orden médica u hoja de petición de transfusión antes de comenzar
con la técnica.
13
 Obtener los datos, antecedentes personales y la historia transfusional del paciente
y comprobar en el caso de que hubiese sido transfundido si hubo complicaciones
y explicarle lo que se le va a hacer y los posibles riesgos del procedimiento.
Es necesario también tener el consentimiento firmado por el paciente para llevar
a cabo la técnica.
 Comprobar que las medidas de recuperación sanguínea son adecuadas, es decir,
que no exista ninguna contraindicación que limite su uso.
 Los dispositivos de recogida deben estar identificados y etiquetados con la fecha
y hora de recogida de la sangre.
 Monitorización periódica de las constantes del paciente (TA, Tª…..) y control de
la aparición de posibles efectos secundarios al tratamiento
 Se debe colocar el dispositivo a la altura de la herida. No invertirlo, se puede
obstruir el filtro de aire del depósito o impedir la transferencia de sangre a la bolsa
de reinfusión.
 Iniciar el drenaje ajustando la presión en valores adecuados (< 100 mmHg).
 Comprobar frecuentemente el estado del sistema y confirmar el funcionamiento
de la aspiración.
 Se debe registrar la hora de comienzo de la recogida, el estado de la sangre y el
volumen recuperado.
 Comprobar que la sangre es reinfundida dentro de las primeras 6 horas después
de su recuperación y no reinfundir más de 1500 ml.
 Es conveniente en el proceso de reinfusión desechar los últimos 100 ml, ya que es
donde se encuentra la mayor parte de la grasa, evitando así un posible embolismo
graso.
 Al terminar y retirar el sistema, se registrará si ha habido alguna incidencia, la
hora en la que se finaliza, el volumen reinfundido y se desechará en el contender
adecuado para productos biológicos.
La recuperación postoperatoria está indicada en múltiples casos: para pacientes sometidos
a cirugía ortopédica, para individuos con dificultas para disponer de sangre compatible,
en cualquier tipo de cirugía para disminuir el riesgo de infección, en cirugías en las que
se prevea un sangrado mayor de 1000-1500 ml y en los testigos de Jehová.
Por otro lado, hay que tener en cuenta una serie de contraindicaciones para su uso:
14
 Insuficiencia renal, la posibilidad de retransfundir hemoglobina libre podría
agravar el cuadro de insuficiencia renal.
 Función hepática alterada, debido a la posibilidad de no depuración de la
hemoglobina libre.
 Trastornos de la coagulación.
 Uso de agentes hemostáticos locales.
 Irrigación del campo con soluciones inadecuadas (antibióticos, tópicos,
antisépticos, agua oxigenada).
 Patología séptica, por la posibilidad de retransfundir bacterias que podrían
producir una sepsis.
 Negativa del paciente a aceptar la técnica.
 Patología neoplásica, por la posibilidad de retransfundir células neoplásicas y
diseminar la neoplasia.
Este tipo de transfusión, ha demostrado en numerosos estudios tener ventajas para el
paciente:
 Evita el riesgo de padecer reacciones transfusionales: incompatibilidad,
aloinmunización, inmunosupresión, transmisión de enfermedades virales…
 Permite la disposición casi inmediata de sangre al finalizar cada ciclo del
recuperador.
 Desciende el número de infecciones postoperatorias.
 Es un procedimiento de elección en casos de hemorragias mayores.
 Útil en pacientes con grupos sanguíneos raros o poco comunes.
 Disminuye el consumo de sangre de banco.
 Permite corregir estados de anemia en Testigos de Jehová.
 Proporciona tranquilidad al paciente-donante, aumentando la aceptación de la
transfusión.
 La sangre obtenida es de calidad similar a la de banco.
Sin embargo, la utilización de este método también conlleva una serie de riesgos:
 La calidad de la sangre (ANEXO 2) es un punto de controversia, aunque se ha
comprobado que la sangre recuperada presenta los siguientes valores: hematíes
15
3,7*106/microlitro, hemoglobina 10,7 g/dl, hematocrito 28,4%, equinocitos 5%,
plaquetas 125000/microlitro y leucocitos 5100/microlitro.
Además, los eritrocitos recuperados en un volumen de 500-1000 ml no están
significativamente dañados, mantienen su integridad morfológica, funcional y
metabólica.
En cuanto a las concentraciones de hemoglobina solo se obtendrá un beneficio
cuando se recupere un volumen de sangre de 500 ml aproximadamente
 Hemoglobina plasmática libre. Sus concentraciones en sangre drenada están por
encima de los límites normales, lo que equivale a un cierto grado de hemolisis, al
igual que la sangre de banco a partir de la segunda semana de almacenamiento.
No obstante, reinfundiendo un volumen máximo de 1000-1500ml, habría
suficiente haptoglobina (aumenta también con el traumatismo quirúrgico) para
neutralizar la hemoglobina plasmática libre, evitando así el posible daño renal.
 Alteraciones de la hemostasia. La sangre recogida de los drenajes contiene
algunos factores de coagulación activados, así como productos de degradación del
fibrinógeno, por lo que en la reinfusión podría producir alguna coagulopatía. Sin
embargo, en numerosos estudios realizados no se han encontrado significativas
alteraciones de la hemostasia.
 Alteraciones bioquímicas. La sangre de los drenajes, aunque en menor cantidad
que la sangre de banco, presenta concentraciones elevadas de los enzimas GOT,
GPT, LDH y CK. La infusión de dicha sangre produce una elevación transitoria
de estas enzimas, que se normaliza a los 7 días (excepto la LDH). Aun así, también
presentan concentraciones elevadas de estas enzimas los pacientes que no reciben
sangre de drenaje.
 Partículas de grasa. La presencia de partículas de grasa en la sangre podría dar
lugar a un síndrome de distrés respiratorio por embolismo graso, por lo que se
recomienda utilizar sistemas de filtrado que eliminen grasas y desleucociten la
sangre.
También se logra reducir en un 90% el contenido de grasa manteniendo el sistema
de recolección en posición vertical y descartando los últimos 80-100ml de sangre
a la hora de la reinfusión.
 La contaminación bacteriana durante el proceso se produce generalmente por una
utilización inadecuada del equipo.
16
 También hay posibilidad de que los pacientes sufran efectos adversos al
procedimiento como reacciones febriles, aunque según diversos estudios a
ocurrido en pocas ocasiones
No se debe olvidar que la autotransfusión, aunque donante y receptor son la misma
persona, sigue siendo una transfusión, por lo que hay una serie de consideraciones legales
que hay que considerar a la hora de realizar el procedimiento:
I.
II.
III.
La autotransfusión se realizará por prescripción médica.
Se requiere el consentimiento informado del donante – paciente.
También en cada donación autóloga se practicarán las mismas pruebas analíticas
obligatorias y caso de ser positivas las de agentes infecciosos impedirán la
transfusión.
IV.
Toda unidad destinada a autotransfusión deberá ir identificada.
Implicaciones para la práctica
Lo que se pretende en este apartado del trabajo es hacer una revisión exhaustiva de un
estudio realizado por un médico del Hospital Universitario Rio Hortega de Valladolid. El
trabajo realizado por el Dr. A. Bañuelos, médico residente en la unidad de traumatología
de dicho hospital, pretende analizar si mediante el uso del recuperador sanguíneo
postquirúrgico se consigue realmente disminuir la necesidad de transfusión de sangre
homóloga en la artroplastia primaria de cadera.
Son numerosos los estudios realizados acerca de ese tema en las intervenciones de rodilla,
quedando demostrado que en el grupo de pacientes en los que se utiliza este sistema de
autotransfusión, son necesarias menos transfusiones que en los pacientes en los que se
aplica un drenaje aspirativo normal. Sin embargo, son escasos los trabajos referentes a la
utilización del recuperador sanguíneo en intervenciones de cadera, por lo que es
interesante analizar los resultados obtenidos para comprobar su efectividad.
El estudio se basa en la realización de un análisis retrospectivo de todos los pacientes
operados de artroplastia primaria de cadera en el Hospital Universitario Rio Hortega de
Valladolid durante un período de 4 meses. No fueron incluidos en la investigación los
17
pacientes con una anemia previa no tratada (con cifras de hemoglobina <11 g/dl),
pacientes con alteraciones de la coagulación y aquellos consumidores de fármacos que
alteran la coagulación.
Se analizaron un total de 45 pacientes, 19 mujeres y 26 varones, con edades comprendidas
entre los 31 y los 85 años; en 23 de ellos se utilizó un drenaje aspirativo simple, mientras
que en los 22 restantes, se utilizó el recuperador.
En ambos grupos las variables analizadas fueron:
Hemoglobina preoperatoria y postoperatoria (a las 18-24 horas de la intervención)
Grupo Control
Hemoglobina preoperatoria
Hemoglobina postoperatoria
0
2
4
6
8
10
12
14
16
10
12
14
16
Grupo Recuperador
Hemoglobina preoperatoria
Hemoglobina postoperatoria
0
2
4
6
8
Comparativa Hb
Hb preoperatoria
14,7 10,34
14,18
Hb postoperatoria
10,5
Hb postoperatoria
Hb preoperatoria
Grupo control
Grupo recuperador
18
Hematocrito preoperatorio y postoperatorio (a las 18-24 horas de la
intervención)
Grupo Control
Hematocrito preoperatorio
Hematocrito postoperatorio
0
10
20
30
40
50
Grupo recuperador
Hematocrito preoperatorio
Hematocrito postoperatorio
0
5
10
15
20
25
30
35
40
Comparativa Hto
Hto preoperatorio
44,1
30,8
42,55
Hto postoperatorio
31,4
Hto postoperatorio
Hto preoperatorio
Grupo control
Grupo recuperador
19
45
Necesidad o no de transfusión (la decisión de transfundir se toma cuando los
valores analíticos de hemoglobina están por debajo de 8 g/dl y los de hematocrito
por debajo de 25%, siempre teniendo en cuenta la edad y el sexo, para atender las
necesidades de forma individualizada)
Transfusión homóloga
Recuperador
sanguíneo
Drenaje aspirativo
simple
Tiempo transcurrido hasta el inicio de la deambulación
Tiempo de hospitalización
Tiempo quirúrgico
Como se puede observar en las gráficas, las cifras de hemoglobina preoperatoria fueron
algo superiores en el grupo con drenaje aspirativo normal (14,67) que en el grupo con
recuperador (14,17). En cuanto a la hemoglobina postoperatoria, las cifras fueron en este
caso superiores en el grupo con recuperador (10,49) frente a los valores del grupo con
drenaje aspirativo simple (10,34). El número de transfusiones necesarias fue más elevado
en el grupo con drenaje aspirativo normal, con un total de 7 mientras que en el grupo del
recuperador solo dos personas fueron transfundidas.
Por todo esto se puede decir que el recuperador sanguíneo es efectivo en este tipo de
cirugías en pacientes con mayor sangrado, ya que aunque los valores de hemoglobina son
similares en ambos grupos, el número de transfusiones se eleva en el grupo con drenaje
aspirativo simple, por lo que a la hora de reducir el número de transfusiones empleadas,
objetivo del trabajo, el recuperador sanguíneo puede resultar útil.
20
Conclusiones
 La autotransfusión postoperatoria en cirugía ortopédica ha demostrado ser eficaz,
manteniendo unos niveles de hemoglobina y hematocrito en sangre dentro de los
límites, reduciendo así la utilización de transfusiones homólogas, disminuyendo
los costes económicos y humanos.
 Al reducir la necesidad de transfundir sangre homóloga, se evitan los posibles
riesgos que estas conllevan.
 Además, ya que la demanda de transfusiones es muchas veces superior a la oferta,
emplear la autotransfusión permite disponer de sangre de banco para ocasiones en
los que la transfusión se la única opción.
 La calidad de la sangre recuperada de los drenajes presenta unos valores analíticos
dentro de unos límites normales, sin evidencias de que sean perjudiciales para el
paciente
 El manejo del aparataje es sencillo, pero requiere conocerlo y tener en cuenta una
serie de precauciones para llevar a cabo una manipulación segura.
 Entre otras ventajas que tiene, la autotransfusión puede ser empleada en Testigos
de Jehová, por lo que se amplía el número de pacientes que se pueden beneficiar
de esta técnica, pudiendo tratar las posibles pérdidas sanguíneas que puedan tener.
21
Bibliografía
1. Sergio Caballero Gálvez. Recuperación de sangre autóloga con Cell-Saver. Portal
Med
[Internet].
2008
[Citado
15
enero
2015].
Disponible
en:
http://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/943/1/Recuperacion-desangre-autologa-con-Cell-Saver.html
2. Manuel Muñoz Gómez, Julián Salas Millán y Juán Jesús García-Vallejo.
Autotransfusión en urgencias. [Internet]. [Citado 15 enero 2015]. Disponible en:
http://www.medynet.com/usuarios/jraguilar/Manual%20de%20urgencias%20y
%20Emergencias/autotran.pdf
3. Asociación
Española
Recuperadores
de
sanguíneos.
Enfermería
[Citado
Quirúrgica
17
enero
(AEEQ).
2015].
[Internet].
Disponible
en:
http://www.aeeq.net/congresos/7AEEQ/descargas/comunicaciones/45-OA3.pdf
4. Asociación Española de Enfermería Quirúrgica (AEEQ). [Internet]. Utilización
del recuperador de sangre en el postoperatorio de protesis de rodilla. [Citado 17
enero
2015].
Disponible:
http://www.aeeq.net/congresos/7AEEQ/descargas/comunicaciones/151-PA3.pdf
5. Laura Fernández Samper, Yolanda Gómez Pérez, Elena Iñíguez Menchaca, Sonia
Llobera Fernández‐Peña, Ana Belén Martínez García y Paula López Pérez.
Utilización de un recuperador de sangre intra y postoperatorio en un hospital de
tercer nivel. [Internet]. Madrid: 2013 [Citado 17 enero 2015]. Disponible en:
http://www.aseedar-td.org/documentos/LAURAFERNANDEZ.pdf
6. María del Carmen Trujillo Pérez. Autotransfusión Postoperatoria en Artroplastia
Total de Rodilla. [Internet]. Granada: Editorial de la Universidad de Granada;
2007.
[Citado
20
enero
2015].
Disponible
en:
http://digibug.ugr.es/bitstream/10481/1442/1/16608860.pdf
7. Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León. La Transfusión y
Donación de Sangre desde la antigüedad a nuestros días. [Internet]. [Citado 20
enero
2015].
Disponible
en:
http://www.centrodehemoterapiacyl.com/img/Historia-Transfusion-y-Donacionde-Sangre.pdf
8. Word
Reference.
[Internet].
http://www.wordreference.com/sinonimos/
22
Disponible
en:
9. Hospital General Universitario de Ciudad Real. Cirugía Ortopédica y
Traumatología.
[Internet]. [Citado 26 enero 2015]. Disponible en:
http://www.hgucr.es/wp-content/uploads/2011/05/trauma
10. Laboratorio de Análisis Clínicos M.Ledesma [Internet]. Huelva: [Citado 26 ene
2015]. ¿Cómo interpretar un análisis de sangre? Hemograma. Disponible en:
http://www.laboratoriomledesma.com/2009/01/cmo-interpretar-un-anlisis-desangre.html
11. Hospital General Universitario de Ciudad Real. Protocolo de transfusión del
hgucr. [Internet]. Edición 1. Ciudad Real: 2011. [Citado 26 enero 2015].
Disponible en: http://www.hgucr.es/wp-content/uploads/2011/05/Protocolo-deTransfusi%C3%B3n-2011.pdf
12. Enciclopedia de salud, dietética y psicología [Internet]. [Citado 27 enero 2015].
Disponible en: http://www.enciclopediasalud.com/definiciones/sangre
13. Diccionarios.com
[Internet].
[Citado
27
ene
2015].
Disponible
en:
http://www.diccionarios.com/detalle.php?palabra=sangre&Buscar.x=65&Buscar
.y=18&Buscar=submit&dicc_93=on
14. Slide Player. [Internet]. La sangre. [Citado 27 enero 2015]. Disponible en:
http://slideplayer.es/slide/1822043/
15. Glogster [Internet]. [Citado 27 ene 2015]. La sangre. Disponible en:
http://www.glogster.com/lascientificas/la-sangre/g-6li526fcjso7cre94ogsca0
16. Laboratorio de Antropología Física y Anatomía Humana. [Internet]. Anatomía del
Sistema
Cardiovascular.
[Citado
28
enero
2015].
Disponible
en:
http://www.anatomiahumana.ucv.cl/morfo2/sangre.html
17. Centro Regional de Transfusión Sanguínea y Banco Sectorial de Tejidos de
Granada y Almería. [Internet]. Sobre la transfusión sanguínea. [Citado 28 enero
2015].
Disponible
en:
http://transfusion.granada-
almeria.org/actividad/transfusion-sanguinea
18. Alberto J. Alonso Felpete. Transfusión Autóloga. [Internet]. [Citado 28 enero
2015].
Disponible
en:
http://www.humv.es/index.php?option=com_docman&task=doc_view&gid=212
19. Transfusión de sangre (Blogspot). [Internet]. 2011; [Citado 28 enero 2015]. Tipo
de
Transfusiones
Sanguíneas.
23
Disponible
en:
http://l-
transfusiondesangre.blogspot.com.es/2011/10/tipos-de-transfusionessanguineas.html
20. Portales Médicos.com [Internet]. [Citado 27/01/2015]. Medicopedia. Disponible
en: http://www.portalesmedicos.com/diccionario_medico/index.php/Portada
21. Nicolás Vera Prado. Aferesis. [Internet]. [Citado 11 febrero 2015]. Disponible en:
http://www.hematologia.org/bases/arch833.pdf
22. RAE. [Internet]. Disponible en: http://www.rae.es/
23. LeMone P., Burke K. Enfermería medicoquirúrgica. Pensamiento crítico en la
asistencia del paciente. Volumen II. 4ª Edición. Madrid: Pearson Educaci, 2009
24. Universidad de Castilla – La Mancha. [Internet]. Cáceres: [Citado 15 febrero
2015]. Actuación de Enfermería ante una Transfusión de Sangre y Derivados.
Disponible
en:
https://www.uclm.es/ab/enfermeria/revista/numero%206/transfusion6.htm
25. Scielo. [Internet]. México: 2014 [Citado 24 febrero 2015]. Uso de recuperador de
sangre
durante
la
artroplastía
de
rodilla.
Disponible
en:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S230641022014000400005&script=sci_arttext
26. Prótocolo Prótesis Total de Rodilla. [Internet]. [Citado 24 febrero 2015].
Disponible
en:
https://docs.google.com/document/d/1NyECcg31yFWvy8cKjF3LoVw50y9k9IZ
SHFv6Jw1LI1o/edit
27. Dr. A. Bañuelos. Papel del recuperador sanguíneo en artroplastia primara de
cadera.
28. Manuel Muñoz Gómez (Coordinador). Autotransfusión y otras alternativas al uso
de sangre homóloga en cirugía. Málaga: Servicio de Publicaciones de la
Universidad de Málaga; 1999.
24
Anexos
ANEXO 1
ANEXO 2
25
26
ANEXO 3
27
28
29
Descargar