El Futuro del libro Resumen Ejecutivo Este documento describe la estructura de la industria editorial en la actualidad y examina los principales avances tecnológicos que afectan la industria editorial y su impacto. Plantea algunas apreciaciones sobre el contexto regional y por último deriva algunas hipótesis sobre el rumbo que el sector tomará a partir de de los cambios tecnológicos. El futuro del libro está íntimamente vinculado con una serie de transformaciones en diferentes planos, cuyo impacto tiene un carácter muy desigual dependiendo de la situación de las sociedades, instituciones, empresas, organizaciones e individuos que reciben dichos impactos. Los niveles de alfabetización y el acceso y la calidad de la educación han mejorado significativamente en América Latina durante los últimos cuarenta años, sobre todo en términos cuantitativos. Por otra parte, a pesar de la expansión mundial de las tecnologías de información y comunicaciones, y de la disminución de la brecha digital de los países en desarrollo con los países de altos ingresos (que se expresa sobre todo en un aumento del uso de la telefonía celular), América Latina mantiene un retraso en cuanto al acceso a computadoras y a Internet. El impacto de las nuevas tecnologías se describe como trasversal a toda la cadena de producción y acceso a la información. En otras palabras, cada actor se ve afectado de alguna manera por las nuevas tecnologías. El documento aborda los cambios que ha sufrido el universo del libro a través de un Sistema de Producción y Acceso al Libro, en el cual todos actores están interconectados. Tanto el sector de producción como el sector de distribución se ven afectados por la entrada de las nuevas tecnologías. La descripción de la cadena de circulación del libro así lo deja en evidencia. Además de tener que cumplir con las exigencias por parte de las empresas editoriales que piden que los autores cuenten con un manejo mínimo de las nuevas tecnologías, los creadores enfrentan desafíos, sobre todo, para legitimar sus propiedades intelectuales. Distinguirse como autor de material de calidad dentro de la enorme cantidad de información disponible en la actualidad es uno de los principales retos para los creadores. Pero ellos no son los únicos afectados. Los problemas de saturación de contenidos que enfrentan los actores involucrados en los procesos de producción intelectual, afectan también a los medios de publicación a través de los cuales esta información sale a la luz. Los responsables de la publicación de las obras han encontrado maneras más o menos tradicionales de aprovechar las nuevas tecnologías para continuar con su oficio. Hay quienes han inventado e implementado nuevos dispositivos. Los llamados e-books mantienen a propósito la forma del libro pero la manera de exhibir y conservar los textos no es a través de páginas sino a través de medios electromagnéticos. Una manera novedosa de ordenar la búsqueda y facilitar el dominio del Internet ha sido implementada por los responsables de la publicación de contenidos. A partir de herramientas como el hipertexto, los administradores de las páginas arman vías de información, por las cuales los lectores conectan temas pertinentes y hacen de la navegación en Internet una nueva forma de leer. A pesar de que el Internet se consolida como una fuente de información cada vez más usada, las editoriales siguen enfocando sus principales esfuerzos a proveer libros; en oras palabras siguen usando la Web como una manera de difundir sus catálogos. En este campo deben poner a funcionar plataformas de más capacidad, aptas para cubrir espacios geográficos indeterminados y que funcionen con mayor velocidad. A su vez, los editores amplían sus márgenes de acción adoptando varios formatos de publicación: ya no se limitan a distribuir sus productos a través de las librerías, sino a través de tiendas virtuales, páginas Web o pequeñas impresoras digitales por demanda. La lógica, los mecanismos y los puntos de distribución del libro también se han modificado significativamente como consecuencia de la facilidad de transmitir información digital. Además de proporcionar la infraestructura para canales de distribución virtuales, Internet constituye también un medio de bajo costo para difundir y promover la venta de libros, particularmente a medida que los mercados de libros se fragmentan cada vez más. Los precios que se ofrecen en estas empresas que operan como “librerías virtuales” son significativamente menores que los que pueden ofrecer las librerías pequeñas e independientes que operan en forma convencional. Naturalmente la última etapa de la cadena, los lectores, se ve afectada también. La creciente importancia y aceptación de los medios electrónicos ha sido demostrada por un estudio realizado en Estados Unidos con una muestra 600 lectores de entre 18 y 65 años de edad, divididos igualmente entre hombres y mujeres. Todos estos nuevos lectores pueden contar con información gratuita, no clasificada y sobre cualquier tema. Acostumbrados a manejar hipertextos, han desarrollado hábitos de lectura interrumpidos, acostumbrados a saltar de contenidos constantemente. La publicación y difusión de textos a través de varios formatos y formas promete ampliar las definiciones de hábitos de lectura. Las nuevas tecnologías han permitido que surjan nuevos nichos de mercado, incrementando la diversidad de oferta cultural. El libro como objeto físico también ha experimentado cambios significativos gracias a las nuevas tecnologías. La consecuencia más notoria es el traslado de algunos tipos de libros al formato digital: los diccionarios y demás libros de consulta han sido publicados exitosamente en sustratos diferentes al papel. Esto hace parte de las conclusiones del documento: se apuesta porque se produzca un reacomodo de las relaciones entre los distintos actores y agentes que intervienen en la producción y la distribución del libro, pero sin que ninguno llegue a desaparecer del todo. La Tabla 1 muestra que, a pesar de la penetración de las nuevas tecnologías, el sustrato papel sigue jugando un papel muy importante, especialmente en los medios de documentos de oficina e impresión de periódicos. Por lo que se puede inferir de estas cifras, nuestra cultura y oficios aún están muy ligados al formato tradicional de lectura. TABLA 1: Flujo mundial de la información impresa origina, en porcentaje (2003) Total en Terabytes (escaneado) Medio Libros Periódicos Periódicos comerciales masivos Revistas académicas Boletines Documentos de oficina Total Fuente: Lyman, Varian et al (2003) Porcentaje del total 39 TB 2.3% 138.4 TB 8.5% 52 TB 3.2% 6 TB 0.37% 0.9 TB 0.05% 1,397 TB 85.5% 1,634 TB 100%