¿Por qué ha aumentado la violencia de género en nuestra... pese a la existencia de un sin número leyes y...

Anuncio
¡Violencia de género, feminicidos e impunidad ¡
Lunes, 19 de Enero de 2009 13:40
¿Por qué ha aumentado la violencia de género en nuestra región en los últimos años,
pese a la existencia de un sin número leyes y decretos nacionales; convenios, tratados
y convenciones, entre otros acuerdos de consenso internacional?
Por Ximena Machicao Barbery
Feminista, Coordinadora de Asuntos Internacionales de CIDEM / Bolivia
En América Latina y el Caribe la violencia contra las mujeres es una pandemia y
un fenómeno estructural de magnitud política y social, cuyo tratamiento y reflexión
debe inducir a abordar el tema desde distintas aristas, en el contexto de la
violencia de género, cuya expresión más dramática es los últimos años es el
asesinato de mujeres llamado “feminicidio”.
Concepto que como señala Marcela Lagarde, es un aporte del bagaje teórico
feminista que no significa otra cosa que “el genocidio contra mujeres y sucede
cuando las condiciones históricas generan prácticas sociales que permiten
atentados contra la integridad, la salud, las libertades y la vida de las mujeres. En
el feminicidio concurren en tiempo y espacio, daños contra mujeres realizados
por desconocidos y conocidos, por violentos, violadores y asesinos individuales y
grupales, ocasionales o profesionales, que conducen a la muerte cruel de alguna
de las víctimas. No todos los crímenes son concertados o realizados por asesinos
seriales: los hay seriales e individuales, algunos son cometidos por conocidos:
parejas, parientes, novios, esposos, acompañantes, familiares, visitas, colegas y
compañeros de trabajo; también son perpetrados por desconocidos y anónimos,
y por grupos mafiosos de delincuentes ligados a modos de vida violentos y
criminales. Sin embargo todos tienen en común que las mujeres son usables,
prescindibles, maltratables y deshechables. Y, desde luego, todos coinciden en
su infinita crueldad y son de hecho, crímenes de odio contra las mujeres”
.
En 1991 Charlotte Bunch ya señalaba que sólo el hecho de ser mujeres
significaba un factor de riesgo ya que las víctimas son escogidas por su sexo, por
ser mujeres. La violencia por lo tanto en sus distintas formas de expresión, no es
fortuita y no es personal o cultural, sino que es
“profund
amente política y resultado de las relaciones estructurales de poder, dominio y
privilegió establecidas entre hombres y mujeres en la sociedad”.
¿Por qué ha aumentado la violencia de género en nuestra región en los últimos
1/5
¡Violencia de género, feminicidos e impunidad ¡
Lunes, 19 de Enero de 2009 13:40
años y en todo el mundo, pese a la existencia de un sin número leyes y decretos
nacionales; convenios, tratados y convenciones, como la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las
Mujeres De Belém Do Pará, entre otros acuerdos de consenso internacional?
No hay una sola respuesta para dar cuenta de un fenómeno político estructural
de dimensiones impredecibles, que si bien tiene como una de sus causas
centrales las relaciones de poder y las prácticas sociales de dominio que
representan un ejercicio extremo de autoridad y autoritarismo con la finalidad de
apropiarse y de hacer uso y abuso de un poder considerado legítimo por los
sujetos que lo ejercen. Relaciones y prácticas sustentadas en una ideología
machista /patriarcal que no sólo acepta y normaliza la violencia contra las
mujeres, sino que promueve la misoginia como una conducta “legalmente” establ
ecida por acción y/o misión para hacer de hechos ilícitos y criminales, hechos
normales condenados al silencio, la negligencia y la impunidad.
La violencia ha sido explicada desde distintos abordajes y enfoques teóricos. Sin
embargo, vale la pena destacar algunos como los realizados por las teorías
feministas, pero también aquellos que señalan que la creciente individuación en
las sociedades contemporáneas; las manifestaciones de violencia en nuestros
días están relacionados con el desdibujamiento de certezas y referencias
compartidas en la sociedad.
El debilitamiento de los pactos sociales ha acentuado el individualismo como
forma de respuesta. Las sociedades “modernas”, entonces, atomizadas y sin un
fondo común de valores, de respetos y reconocimiento de derechos, encuentran
cada vez mayores dificultades y obstáculos para detener conductas violentas
cada vez más generalizadas como principio para la resolución de conflictos,
donde impera la anomia, que no significa otra cosa que la incapacidad total de
las estructuras sociales y de los Estados Nacionales para garantizar la seguridad
ciudadanía en general y particularmente la seguridad de las mujeres, de las niñas
y los niños cada vez más expuestos a la misoginia machista / patriarcal y a todo
tipo de conflictos, desde los sociales de baja intensidad, hasta los conflictos
armados a nivel global, regional y en contextos nacionales donde la sociedad civil
se ha convertido en un objetivo llamado
“colateral”
, donde las víctimas principales son las mujeres, las niñas y los niños en sus
vidas, cuerpos y en la muerte.
Silvana Bruera y Mariana González en el Cuaderno de Trabajo para la
2/5
¡Violencia de género, feminicidos e impunidad ¡
Lunes, 19 de Enero de 2009 13:40
Capacitación denominado “Jóvenes al Ruedo”
elaborado en el marco del
Programa Regional Ciudades sin Violencia, Ciudades Seguras para Tod@s
, apoyado por UNIFEM, nos ayudan a reflexionar sobre la violencia y sus
múltiples causas cada vez más agudas y complejas señalando que:
“Los fenómenos como la globalización y sus impactos desiguales han sido
fuentes de reflexiones sobre las “nuevas” formas de violencia; la agudización de
la exclusión de sectores amplios de nuestras sociedades, se relacionan con ella
de muy diversas formas.....
Parece claro que cada interpretación sobre el origen de la violencia, de una u otra
manera, involucra respuestas posibles para eliminarla o minimizarla; destaca
actores relevantes y privilegia intereses. También es evidente que la violencia,
como fenómeno complejo, tiene un sinnúmero de causas que se pueden vincular
con dimensiones como la económica, la social, la cultural e incluso la psicológica.
Pero, sus manifestaciones concretas se enlazan y enraízan en la historia de cada
lugar, en los procesos sociales y económicos que están en la base misma de la
formación socio-cultural, y operan en relación directa con las tradiciones…..
Es indudable -puntualizan- que el tejido sociocultural se está reconfigurando, que
hay cambios en las formas de interacción, de integración y de gobernabilidad.
Algunos de estos cambios permiten la aparición de formas más democráticas de
expresión. Pero también es innegable que hay otros poderosos- que alimentan
fórmulas violentas como el crimen, la delincuencia organizada y el
narcotráfico.....”
En este marco, la violencia contra las mujeres atraviesa y se desarrolla en todos
espectros y estratos sociales. Habilitada, permitida y ejercida, donde el sistema
de género opera íntimamente con el principio de jerarquía, autoridad, dominio,
agresividad, sometimiento, control, victimización y ejecución. De otra manera no
sería posible explicar algunos de los siguientes datos registrados en fuentes
diversas de información.
- 900 mujeres fueron asesinadas por su pareja o ex – pareja desde 1990 al
2007. El 53% de los homicidios fueron feminicidios (Bahamas 2002)
- Cada 9 días muere una mujer en el Uruguay (2008)
- El observatorio de violencia contra las mujeres de Pernambuco (Brasil)
- registro entre el 2002 al 2004, 528 asesinatos de mujeres
- En Colombia entre el 2002 al 2006, ocurrieron 377 feminicidios en 9 de
- los 32 departamentos que tiene el país, entre asesinatos políticos y sexuales
3/5
¡Violencia de género, feminicidos e impunidad ¡
Lunes, 19 de Enero de 2009 13:40
- En Guatemala cifras oficiales señalan 3 mil casos de asesinatos de
- género ocurridos desde el año 2000. Solo se han dictado 30 condenas,
quedando el resto en la impunidad total. Entre los años 2004, 2005 y 2006, el
número de asesinatos de género aumento en forma dramática: 494 muertes el
2004, 665 en el 2005 y 587 el 2006.
- El observatorio “Manuela” del Centro de Información y Desarrollo de la Mujer
CIDEM en Bolivia, registro entre el 1 de enero al 21 de noviembre del 2008 un
total de 113 mujeres asesinadas y de un total de 461 denuncias realizadas en su
Servicio Alternativo Psico -Socio Legal de la Ciudad de El Alto (La Paz) el 57.3%
fueron denuncias por violencia física /psicológica; el 22% violencia psicológica; el
15.4% violencia física y sexual y el 13 % violencia sexual. De las 461 denuncias
recibidas, el 13.41 % son mujeres que expresaron su temor de ser asesinadas.
- Entre los años 1993 y 2005, se registraron 442 asesinatos de género en Ciu
dad Juárez, en tanto que el Guadalajara, Jalisco, de 1995 a 2005 fueron 493,
cifra que corresponde únicamente a mujeres entre los 15 y 45 años de edad.
Según informes de las procuradurías de justicia de 10 estados investigados, más
de seis mil niñas y mujeres fueron asesinadas entre 1999 y 2005 en Baja
California, Chiapas, Chihuahua, DF, Estado de México, Guerrero, Morelos,
Oaxaca, Sonora y Veracruz.
Y así podríamos seguir con todos y cada uno de los países de la región. Con
cifras que además todas y todos sabemos que son sub-registros oficiales y que
no dan cuenta objetivamente de las dimensiones y de las graves consecuencias
que tiene la violencia de género que produce un enorme daño a las sociedades
en su conjunto y a las democracias por su incidencia y consecuencias.
La institucionalidad democrática en la mayoría de los países de América Latina y
el Caribe en la prevención, promoción y garantía para el ejercicio de los derechos
humanos es dramáticamente débil, insuficiente e ineficiente, particularmente en el
caso de la violencia de género, así como las leyes especificas existentes que
supuestamente deberían no sólo garantizar condiciones de convivencia segura
sino ante todo la seguridad y la vida de las mujeres tanto en el ámbito público
como privado. Los Estados y sus gobiernos de turno vulneran los acuerdos
internacionales suscritos y violan sus propias leyes, por lo tanto son cómplices
manifiestos de la violación de los derechos humanos de las mujeres y por lo tanto
como señala Marcela Lagarde el “feminicidio se convierte en un crimen de
Estado”
, como la violencia contra las mujeres
4/5
¡Violencia de género, feminicidos e impunidad ¡
Lunes, 19 de Enero de 2009 13:40
en sus distintas formas de expresión.
La Convención Interamericana para Prevenir Sancionar y Erradicar la
Violencia Contra las Mujeres
(Belén Do Pará) que es vinculante a los
Estados y sus gobiernos, es decir, tienen la obligación de cumplir con sus
resoluciones, señala que la
“la violencia contra
la mujer constituye una violación a los derechos humanos y las libertades
fundamentales y limita total o parcialmente a la mujer el reconocimiento, goce y
ejercicio de tales derechos y libertades”.
Por lo tanto recomiendan que los Estados, en primer lugar condenen todas las
formas de violencia contra la mujer de manera explícita y adapten por todos los
medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y
erradicar dicha violencia.
La pregunta del millón es ¿donde están esas condenas explicitas, donde están
esas medidas, medios e instrumentos que no sólo sancionen sino que condenen
y apliquen las llamadas leyes de “protección a las mujeres” con el mayor rigor
posible para terminar con la impunidad? Simplemente no están no existen. Los
Estados, sus gobiernos y las democracias de hoy como las de ayer, están encima
del bien y del mal, donde lo menos importante es la seguridad ciudadana y aún
menos la seguridad y vida de las mujeres, por ello no es casual el incremento de
la violencia de género. Por ello no es casual la complicidad de los Estados de sus
gobiernos y de sus funcionarios públicos, los cuales terminan siendo tan
responsables de estos hechos, como los mismos ejecutores materiales e
intelectuales del asesinato de miles de mujeres en nuestra región y en el mundo
entero.
5/5
Descargar