La dicha de ser madres… pero el sacrificio de una vida para sí mismas… Ser madres es una bendición que Dios le da a las mujeres, en donde experimentan cambios a nivel general, es un cambio hormonal, anímico y corporal, pero es a la vez el milagro de dar vida a toro ser humano a través del cuerpo de una mujer. Todo lo anterior sueña bello y romántico, sin embargo para muchas mujeres en lo más profundo de su ser, es algo difícil de desempeñar, ya que el rol de ser madres les impide tener sus momentos de privacidad e individualidad sobretodo en los primeros días, meses o años de la vida de sus hijos, y peor aún que dedican sus vidas a dichos hijos y se olvidan de sí mismas, le entregan tiempo y amor a ellos o a ellas y no se dedican tiempo y mucho menos amor a sí mismas. Mucho cuidado mamás porque todo en extremo es malo, si bien es cierto que las mujeres pueden ser multifuncionales (esposas, hijas, hermanas, mamás, amas de casa, profesionales y amigas) es un rol que a muchas las desgasta y sienten a través del tiempo que su calidad de vida se va deteriorando e incluso dejan de sentirse bien consigo mismas, por muchas excusas que van desarrollando, tales como: “no tengo tiempo para maquillarme”, “no me alcanzó el dinero para el corte de cabello”, “para qué arreglarme las uñas si con el oficio no duran”, “no tengo quien me cuide a los niños(as)”, “ya mi cuerpo no es el mismo, las llantillas, las arrugas,…”, en fin podemos seguir detallando un sin número de frases como las anteriores, pero el mensaje que se les quiere dar es que son seres humanos que a pesar de tener la responsabilidad de criar a los hijos(as) deben tener presente que tienen que velar por su salud física, emocional, y espiritual. Así es que manos a la obra y por lo menos programen dentro de sus rutinas u horarios al menos 30 minutos para sí mismas diarios, ya sea para leer, ver TV, hacer ejercicio, hacerse un chequeo médico, desempeñar algún hobbie (tejer, manualidades, baile,…) ir al salón de belleza (al menos una vez cada 2 meses), un masajito, una salidita con sus amigas o con su pareja, sin los hijos, ya que también ellos deben aprender que sus madres tienen y deben tener un espacio para sí mismas, si este consejo no lo incluyen dentro de sus vidas, pueden llegar a deteriorarse y es ahí donde se detectan problemas de salud (migrañas, presión alta, problemas grastrointestinales, etc.) y también problemas emocionales (sentimientos de soledad, baja autoestima, aislamiento, culpabilidad, problemas con la pareja, depresiones, ansiedad, etc.), por ende madres como dice el dicho “a ponerse las pilas” y a dedicarse tiempo para sí mismas, SI SE PUEDE, es cuestión de hacer el arranque, desconéctense un ratito de su rol de mamás, y si no pueden solas existen profesionales que les pueden orientar y ayudar para mejorar su calidad de vida. Para poder enseñar debo primero aprender, para poder hacer felices a los otros debo primero sentirme feliz conmigo misma, para poder corregir debo primero valorarme a mí misma y corregirme, solo con el ejemplo positivo puedo obtener respuestas positivas. Msc. Laura Alfaro Calvo. Psicóloga Clínica Tel. 25-52-74-39