Universalia n 27

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niversalia
U
Número27mayo2008
revistadeldecanatodeestudiosgeneralesdelauniversidadsimónbolívar
El
«rollo»
moral
Rafael Escalona
decano de estudios generales
marzo 2008
Soy de los que creen, como plantea Fernando Savater en su libro Ética para Amador , que la ética no sirve para terminar ningún debate, o dictaminar vencedores o vencidos en una disputa; sin embargo, debe colaborar a iniciarlos
todos. Siguiendo a este autor, la «Moral» es el conjunto de comportamientos y normas que solemos aceptar como
válidos para buscar y alcanzar el bien general. La «Ética» es la reflexión sobre por qué esas normas se consideran
válidas y la eventual comparación con otras «morales».
Así que en cierto modo, la moral es ética aplicada. Como el láser es una aplicación de la Física. No obstante,
entre un dispositivo láser y una conducta moral o inmoral hay una diferencia notable. Ese aparato no es para
nada esencial a la humanidad, en cambio lo «moral» sí lo es. Durante decenas de miles de años el hombre pudo
arreglárselas sin láseres, pero jamás pudo vivir sin mandamientos, preceptos religiosos o normas morales de convivencia. En la antigüedad, Aristóteles fue el primer gran pensador que separó la moral de la metafísica. De hecho
la moral cristiana, predominante durante casi dos milenios, está basada en la «ética» aristotélica. Andando en la
Historia, Baruch Spinoza decía que la moral busca liberar al hombre de la esclavitud de los sentimientos y vivir
según la razón. Kant señaló que la moral es la «ciencia» de las leyes de la libertad y de su aplicación efectiva en
la autonomía de la voluntad. Y ya en el siglo XX, el psicólogo suizo C.J. Jung reprochaba al mundo moderno una
negligencia en el trato con los arquetipos, ya que para él estos eran una especie de «ángeles custodios» de los
sentimientos morales ¿Será verdad que lo «moral» se ha vuelto arcaico en nuestras sociedades dominadas por el
enfoque tecno-científico? Y si esto fuese así en nuestro ambiente usebista, ¿no habría que darle nuevos bríos y
actualizar el componente humanístico y social caracterizado por los cursos de Estudios Generales, eje transversal
indispensable de la formación profesional integral de nuestros egresados?
Nadie puede sustraerse a las exigencias de la moral. A lo largo de toda la vida se nos plantea la cuestión irrecusable de cómo gobernar la existencia propia. Algunas veces la urgencia de la acción pide decisiones rápidas y
sin ambigüedades. El estudiante que decide no copiarse en el parcial, el profesor que decide plagiar o no plagiar,
el dilema de pasar o no al acto de corrupción… La existencia es implacable: a cada paso nos pone en la disyuntiva
de la decisión. Si nos hacemos los «locos», corremos el riesgo seguro de que la vida misma decida por nosotros.
O lo que es más grave, otros lo harán, no siempre con la conciencia moral más adecuada.
Todo sistema educativo debe coadyuvar en la construcción del consenso colectivo necesario para interiorizar
normas convenientes para la mayoría, éticamente correctas, convirtiéndolas en una conciencia moral operacional.
En este sentido el Decanato de Estudios Generales ha contribuido modestamente, siguiendo los lineamientos del
plan de gestión 2005-2009, con la organización de foros anuales sobre ética, plagio y honestidad académica.
En conclusión, podemos decir que el «ser moral» tiene dos facetas: el de «buena voluntad» y el de «buen
saber intelectual». «El talento sin probidad es una perla en un muladar», decía Cervantes. Hoy en día pudiéramos
decir más prosaicamente: el profesional inmoral, por muy talentoso que sea, corre el riesgo de convertirse en un
auténtico flagelo social.
No puedo terminar este editorial sin antes dirigir unas palabras de sincero reconocimiento a la Profesora Lourdes Sifontes, quien ha desempeñado con mucho tino, ponderación y prestancia el cargo de Decana de Estudios
Generales. Hoy me corresponde a mí el honor, la responsabilidad y el desafío académico de mantener y continuar
el excelente trabajo cumplido por Lourdes, seguro como estoy de contar con el valioso equipo que la ha acompañado en esta exigente pero gratificante labor.
2
editorial
(es)
UNIVERSALIA
Lourdes C. Sifontes Greco
decana de estudios generales
enero 2004- marzo 2008
Estudios
Generales…
¿Para qué?
¿Para quién?
Este texto debería llamarse «despedida sin despedida». Después de cuatro años en el Decanato de Estudios
Generales, o más bien cinco, si tomo en cuenta el tiempo transcurrido desde mi ingreso como Coordinadora del
Ciclo Profesional, en el momento de pasar la antorcha a otras manos uno se debate entre la nostalgia de lo que
se convirtió en un hogar y entre el agradecimiento por la liberación y la recuperación del propio tiempo personal y
profesional, que sin duda llegó a diluirse entre los compromisos, comisiones, consejos, discusiones, mortificaciones y gratificaciones que estas responsabilidades traen consigo.
Despedida sin despedida porque sé que, aun cuando existen y existirán más programas para los cuales los
servicios de mi departamento de adscripción son y serán requeridos, los vínculos del mismo con los programas del
Decanato de Estudios Generales son permanentes, y por eso soy, sigo y seguiré siendo parte de ello.
¿El objetivo de estas líneas? Quizás hay más de uno. Por un lado, agradecer a todos aquellos que me acompañaron en esta aventura, algunos ya incoporados a otras tareas en la institución, otros todavía «al pie del cañón»
en las dependencias del decanato. Sólo gracias a ustedes fue posible, y además, grato, mantener la nave a flote e
irla llevando, poco a poco, a los puertos de los distintos programas y proyectos que ofrecemos a la Universidad y a
los estudiantes. O al menos cuidar la brújula para quienes, en el futuro, se embarquen en el camino.
Por otro, reflexionar en voz —o en letra— alta sobre el rol que el Decanato y sus Coordinaciones juegan en la
consolidación de la formación que ofrece la Universidad Simón Bolívar a quienes pasan por sus aulas. Sobre la
importancia de los Ciclos Básicos en ese «cambio de vida», de lenguaje y de ritmo que representa para los nuevos
estudiantes el ingreso a la universidad, y sobre la concepción de los Estudios Generales en la visión de un profesional integral e íntegro, delineado en la ética, el respeto y el amor al conocimiento en cualquiera de sus formas,
y en la tolerancia hacia diversos quehaceres, saberes, seres y pensares. Ambos programas se articulan con la
formación profesional y la formación complementaria en ese sueño uesebista que hemos visto hecho realidad en
un historial de egresados que nos enorgullece y nos renueva la razón de ser, esa que hace bulla en los pasillos,
que se apiña en los comedores, que pasa frío en la biblioteca, que se desahoga en las canchas, que se agrupa
para construir nuevos proyectos, que imagina el día en que la corbata o los tacones harán juego con la toga para
recibir el título. Esa razón que es múltiple, diversa y única, y que, como su naturaleza lo exige lleva su nombre en
plural: los estudiantes.
Más de uno de nuestros estudiantes se preguntará el porqué del primer año. Más de dos verán trimestralmente
la oferta de estudios generales y pensarán que su Universidad, esa con la que tanto soñaron cuando aún no recibían el título de bachiller, les exige «cosas raras». Pero quizás por programas como éstos, en concierto con muchas
otras cosas, es precisamente que la USB es lo que es y se convirtió en objeto de sus sueños.
La antorcha de esta tarea sigue y seguirá escribiendo su historia en manos del porvenir y de otros colegas
que aceptan el reto de incorporarse a este proyecto cotidiano. Y por eso quisiera sumarme a quienes, en el decanato, reciben hoy con los brazos abiertos al nuevo Decano, el profesor Rafael Escalona. Abrazo de felicitación y
de buenos augurios de alguien que le cede con gusto el paso, y que en cierto modo tiene idea de todo lo que le
espera… y que tiene, también, la certeza de que dará los pasos necesarios en la dirección que hará del Decanato
de Estudios Generales un espacio cada vez más sólido, más uesebista, más dedicado a formar, a crecer y a hacer
crecer. No es poca cosa. Pero cuenta con un equipo del que me llevo el mejor de los recuerdos, con el respaldo de
la institución y la comunidad, y con su propia capacidad de trabajo, su seriedad y su sensibilidad, que me constan.
Y cuenta, sobre todo, con quienes comprendemos y seguimos aprendiendo, día a día, por qué, para qué y para
quién existe el Decanato de Estudios Generales.
UNIVERSALIA
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www.universalia.usb.ve
[email protected]
carta de empleo
5
Gilberto Hernández
#0 #1 #2 #3 #4
presentación
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William Anseume
La propuesta impuesta
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¿Ser o no ser? ¿Pensar o no pensar?
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No todos los bachilleres venezolanos... 14
Somos la tapa del frasco
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una voz entre las ruinas
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una breve reflexión sobre la ortografía
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francisco carreño: difusor del cuatro
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la leyenda negra y la conquista de américa
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Andrés Chacín
Desirée Reholón Inojosa
Jhosbert Contreras
William Anseume
Rafael Fauquié
Lourdes C. Sifontes G.
Sonia García
José M. Beson
contenido
n˚ 27
películas de antier
La paradoja: una mirada a la aritmética del diablo
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Cuestionar la realidad 33
CABU y parís
36
Roberto Lambertini
Roberto Lambertini
Universidad Simón Bolívar
rector
Benjamín Scharifker |
vicerrectora académico
Aura López |
vicerrector administrativo
José Ferrer |
secretario
Alejandro Teruel |
Decanato de Estudios Generales decano Rafael Escalona | coordinadoras de los estudios generales del ciclo profesional prof. Gioia Kinzbruner, Daniuska González |
coordinadoras del ciclo básico prof. Ingrid Salomón, prof. Zaira Reverón | asistente al decanato Ingrid Salazar Romero | personal de secretaría Arcelia Sánchez, Neyda Alcalá |
edificio Mecánica y Materiales · primer piso · oficinas 110-114 · Valle de Sartenejas · apartado postal 89000 | teléfono 906 3912 | fax 906 3927 | [email protected] | www.universalia.usb.ve |
universalia Revista de Estudios Generales año 11 nº 27 | depósito legal pp 199002CS968 | issn 1317-5343 | edición 4.000 ejemplares | director Rafael Escalona |
coordinadora editorial Ingrid Salazar Romero | diseño Daniel Saint-Aubyn | webmaster universalia digital José De Freitas | ilustraciones Cabu | impresión Dirección de Servicios USB |
circula
gratuitamente
entre
los
estudiantes
del
ciclo
básico
y
de
estudios
generales
del
ciclo
profesional
UNIVERSALIA no se responsabiliza por las opiniones emitidas en los artículos publicados
como
un
instrumento
de
apoyo
a
su
formación
general
carta
de empleo
Gilberto Hernández
2005
es licenciado en química usb año
Estimado San Nicolás/ Santa Clós o Niño Jesús
Les escribo sin saber a ciencia cierta si son tres distintos personajes, o uno sólo que se hace llamar por muchos nombres, o si entre
los tres forman una unidad muy al estilo de la Santísima Trinidad que
tantas horas ha intentado explicarme la Iglesia sin lograr por ahora
darle un poco de sentido a la cosa. De todas formas, para asegurarme
de no dejar por fuera a ninguno he preferido dirigir esta importante
carta a todos.
Como evidentemente saben por allá, el mes de noviembre está por
llegar e imagino que esa es la época del año con mayor actividad en
el Polo Norte mientras realizan los arreglos necesarios para cumplir
con su archiconocida fecha de entrega. Suponiendo que probablemente
se encuentren cortos de personal para entonces, o al menos en la necesidad de contratar uno que otro pasante (por darle un nombre), les
ofrezco por medio de la presente mis servicios como elfo.
Primero, les quisiera explicar las razones por las que he tomado la
decisión de aplicar a una posición tan inusual: soy licenciado en una
de las tres ciencias básicas más temidas durante la época de estudio
diversificado (para mayor información al respecto revisar el curriculum vitae anexo a esta carta), de haber sabido cómo era la vida de un
profesional en ciencias hubiese sido más sensato durante el bachillerato y hubiese desarrollado hacia ellas la misma fobia que salvó de
ese horrible destino a tantos de mis compañeros. Resulta ser que en
mi país ser un profesional en mi área es tan útil como un bolsillo de
chaqueta ubicado en la mitad de la espalda, y de hecho para emigrar y
solicitar la visa a otros países que te ofrecen trabajos por sistemas
de puntos, estoy calificado por debajo de un jardinero o de un peluquero. Pero como no suelo sentir sensibilidad alguna ante la presencia
de un jardín florido, ni me llama la atención afeitarme el pecho para
usar camisas escotadas hasta el ombligo, me vi obligado a tomar la
triste decisión de abandonar ambas posibilidades de carrera.
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Mucho me temo que para obtener un puesto en su organización tampoco sea mi profesión una de las primeras escogencias, pero les pido
que consideren el esfuerzo que significó para mí sacar adelante la
carrera y confío en que me den la oportunidad de demostrarles que
soy el hombre indicado para el trabajo, asumiendo, claro, que tengan
posiciones de empleo disponibles.
Mi motivación principal para aplicar en su organización es mi amor
incondicional a los juegos y los juguetes, aún a mi edad (dato que
aparece en el curriculum vitae anexado) ante la presencia de un juguete me vuelvo a sentir un niño, mi madre y varias de mis amistades
cercanas me califican injustamente de inmaduro en dichas ocasiones,
pero yo les contesto con toda la sensatez del caso que más bien es
todo lo contrario, argumentando que mi posición ante el juego y los
juguetes no es otra cosa que un signo inequívoco de madurez, siguiendo la misma lógica que se emplea cuando uno escucha «estoy tan
seguro de mi sexualidad que puedo decirte que, sí, me parece que
Tom Cruise está bueno», aunque claro, de quien escuché dicha frase
estaba seguro de su sexualidad, el problema es que su sexualidad lo
llevaba a gustar de Tom Cruise.
Además, y a pesar de que vivo en un país de clima tropical, me
encuentro a mis anchas en climas fríos, con eso de la nieve y los
dedos entumecidos, por lo que la perspectiva de mudarme hacia el Polo
Norte por razones de trabajo no deja de ser excitante para mí.
Entre las cualidades con las que cuento como profesional y que
pretendo poner a su servicio (de nuevo, todas ellas aparecen en mi
curriculum vitae) se encuentra el dominio de los idiomas español e
inglés, aparte de medio machucar el francés, machucar es un término
muy de mi tierra que quiere decir «hacerlo mal pero hacerlo» o algo
parecido a eso, por lo que considero que podría serles de alguna utilidad en el Departamento de Traducción de las cartas que les envían
año tras año los infantes del mundo esperando que sus sueños navideños se hagan realidad. Por otra parte, el dominio de varios idiomas
sirve como garantía para ustedes de que en poco tiempo me estaría
comunicando con los demás elfos en su propio idioma, minimizando así
cualquier confusión posible con mis futuros compañeros de trabajo.
Otra razón por la que me considero apto para su organización es
mi rápida adaptación a distintos grupos y culturas, siendo prácticamente un camaleón de la convivencia humana. Comprendo que puede
representar para ustedes una preocupación tanto mi estatura sin duda
mayor que la de un elfo promedio al igual que la presencia de vello
facial y corporal, característica atípica en un elfo. Pero les puedo
asegurar por escrito que no representaría problema alguno en mi caso
y en caso de ser necesario pudiera aceptar un período de prueba o
de adaptación remunerado, mientras ustedes mismos observan mi desarrollo y mi rápida adaptación al mundo élfico. Al igual que si se da
el caso de que existan en su organización códigos sobre la presencia
de vello corporal en sus empleados gustosamente las aceptaré. En
cuanto a la cultura élfica, por lo que he visto en varias películas y
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leído en uno que otro libro sobre el tema, no creo que exista mayor
problema para adaptarme. Primero, los elfos son seres que poseen una
gran cantidad de años de vida, lo que debe seguramente traducirse
en personalidades tranquilas y responsables, que son precisamente
el tipo de gente con quien mejores relaciones suelo tener, además
vale la pena hacer notar que siempre he sido sumamente respetuoso
hacia mis mayores y dudo encontrarme con un elfo de menor edad a la
mía en su organización. El único problema posible, debo admitirlo,
es la creencia que se tiene de que los elfos son dados a pasarse
el día cantando, lo que podría causarme cierta incomodidad puesto
que no soy muy aficionado al canto ajeno, ni considero que mi voz se
preste para cantar.
Finalmente, quisiera reiterar mi intención de trabajar con ustedes y asegurarles que pueden depositar en mi persona plena confianza
puesto que me considero un ejemplo de trabajo y responsabilidad.
Atentamente
Gilvin
Departamento de reclutamiento del Polo Norte
Estimado Sr(a) Gilvin.
Después de haber estudiado su aplicación lamentamos informarle que su profesión no califica para un empleo en nuestra empresa. De igual manera queremos
agradecerle su interés en nosotros.
P.D. A nivel personal si conoce a alguno de los jardineros o peluqueros
de los que hablaba, por favor remítalos a nosotros puesto que tenemos varias
vacantes para dichos cargos.
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Presentación
#1 #2 #3
tres
trabajos elegidos
#0
Se muestran aquí tres textos con un mismo propósito y tema. Se podrá apreciar que, además,
poseen una misma orientación hacia la problemática planteada. Esto último no fue una exigencia.
A todo el curso básico de lengua y literatura (sección 23 del trimestre enero-marzo) se le
pidió un trabajo para el segundo parcial, cuyo tema debía ser polémico y actual, por tratarse de
la construcción de textos argumentativos. Percibí que si algún asunto podía motivar al estudiantado sería, como lo fue en gran medida, el de la eliminación de las pruebas para el ingreso a las
universidades y la nueva propuesta oficial para dar solución a tamaño inconveniente. Lo limité a
dos cuartillas y, por tratarse de un asunto de interés colectivo, les dije a los estudiantes y estudiantas que posiblemente conseguiríamos publicar el mejor trabajo en algún medio de la USB.
Acudí por otro motivo al Decanato de Estudios Generales y la afable editora de la revista que
tienen en su mano me sugirió publicar un correo que a ella le atrajo mucho, sobre todo por lo de
la «tapa del frasco». Le ofrecí revisar el texto, no sin antes sugerirle que le diera espacio al mejor
de los trabajos de mis alumnos. Se mostró interesadísima y me dio lugar para tres de ellos.
Elegir los trabajos no constituyó fácil tarea. Primero hicimos la lectura en voz alta de algunos. Casi por unanimidad se seleccionó el del bachiller Jhosbert Contreras. Y allí vino el primer
gran inconveniente. A las alumnas y alumnos todos los trabajos subsecuentes les parecían
publicables, y a mí también. Como se dice, me «zumbaron el carro de leña». Acepté ser el jurado
y me presenté con la decisión, en todo sentido perjudicial para el resto de mis pupilos. Escogí,
también, el de Andrés Chacín y el de Desirée Reholón.
Tómenlos como lo que son, el resultado de un ejercicio de escritura y la posición de la mayoría del estudiantado y tal vez del profesorado de la Universidad Simón Bolívar ante un problema
que nos afecta como comunidad educativa más que a cualquier otra universidad venezolana.
Por supuesto, queda también mi correo remozado, porque considero que las universidades somos ahora la tapa del frasco educativo, mañana no sabemos si seremos otro liceo al que solo
se ingrese con franelas rojas.
William Anseume
es profesor del Departamento
de Lengua y Literatura USB
UNIVERSALIA
9
la
pro puesta
im puesta
Andrés Chacín
es estudiante del ciclo básico
En los últimos años, la política ha tomado un importante papel en la vida de los venezolanos, debido a un proceso
revolucionario, que aspira importantes cambios en nuestra sociedad. De esta manera, el actual gobierno, mantiene una ideología socialista, reflejada en sus acciones y proyectos, que han influido de forma considerable en las
instituciones venezolanas.
A tal efecto, no era de extrañar la presencia del ojo revolucionario sobre la educación superior, dada su primordial
función de preparar y capacitar a los futuros profesionales, que conformarán la fuerza laboral, encargada del desarrollo
del país.
Así pues, el gobierno desea imponer ciertas propuestas (contradicción con sentido oficial), que permitan cambios ideológicos enmarcados dentro del llamado proceso. En concreto, se persigue la modificación del sistema de
admisión, ya que es excluyente e injusto, y solo favorece el ingreso de los hijos de la oligarquía. Además, los estudiantes universitarios, formados académicamente a costas del estado, son enviados a la CIA por el imperio norteamericano, para aprender estrategias desestabilizadoras, que serían aplicadas luego de su llegada a Venezuela.
Con esto, no intento insultar la inteligencia del lector, sino demostrar que se requiere de una gran paciencia y
tolerancia, para tomar en cuenta una propuesta engendrada por la línea de pensamiento del discurso anterior.
Reconociendo, pues, a la universidad como propulsora de novedosas ideas y visiones de mundo, recibimos con
los brazos bien abiertos la propuesta impuesta del Ministerio de Educación Superior. No obstante, para mal del gobierno, la lógica y la racionalidad son cualidades propias de la humanidad, que particularmente son desarrolladas
con gran vivacidad por los estudiantes. Por lo tanto, es inevitable no poner en duda la vialidad y efectividad de un
sistema de ingreso creado de un Aló Presidente para lunes.
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#1
UNIVERSALIA
Ahora bien, el número de bachilleres que desean ingresar a la educación superior es mayor a la cantidad de
cupos que ofrecen la totalidad de las universidades, por tal razón se requiere de un mecanismo para elegir a los
aspirantes, de acuerdo al nivel de preparación académica. De allí, la existencia de las pruebas de admisión.
Como resultado, la mayoría de los ingresados provienen de colegios privados, lo que nos lleva a la rápida
deducción: La educación privada es superior a la educación impartida por el estado. Un gobierno normal realizaría
planes de educación para mejorar la calidad académica de sus colegios públicos, y así, mejorar las oportunidades
de los sectores menos favorecidos.
Sin embargo, regresando a la incoherente política nacional, el gobierno ha mantenido la firme decisión de eliminar las prueba internas, y basar el sistema de ingreso en el promedio de notas obtenido en educación secundaria.
Tal que, los primeros estudiantes de cada promoción, tendrían la potestad de elegir la carrera y la casa de estudio
de su preferencia.
Si bien es injusto para un alumno proveniente de un liceo público, competir con personas que disponen de
suficientes recursos para optar por una educación de mayor calidad, también es cierto que el nuevo sistema discriminaría a aquellos jóvenes de bajos promedios, que deseen redimirse para optar por un grado académico en
la educación superior.
Aunado a esto, el control de calidad de la educación en Venezuela es deplorable, para no decir inexistente.
De tal forma que una nota o número dado, no siempre podría representar el nivel de esfuerzo y conocimientos de
los estudiantes. En muchos casos, premiarían las habilidades de copiado, o variadas e interesantes estrategias de
adulación, o sencillamente el abandono.
En definitiva, la lucha es por la equidad y la igualdad de oportunidades, pero con esta propuesta no se logra
solventar los problemas, al contrario, compromete la calidad de las universidades, para dar rienda suelta a nuestro
peor enemigo: La mediocridad.
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¿ser
o no ser?
¿pensar
o no pensar?
Desirée Reholón Inojosa
es estudiante de ciclo básico
#2
En un gran dilema se encontraba Hamlet, famoso personaje de Shakespeare, al emitir la famosa frase «ser o no ser,
he ahí el dilema». A pesar de la diferencia de épocas y ya envueltos en la realidad del día a día, muchos de nuestros
jóvenes se enfrentan a la gran responsabilidad y largo proceso de decidir qué hacer con sus vidas, en el ámbito familiar,
ciudadano y profesional; donde se van a formar y desenvolver, y lo más importante, la calidad de individuos que harán
de ellos mismos.
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UNIVERSALIA
Así se va formando una sociedad. Y la clave de todo el proceso son los valores, los principios y la educación
que recibe el individuo.
Tal pareciera que el Gobierno venezolano, escudándose en una mal llamada «igualdad social», desea
controlar la educación según su ideología y de acuerdo a su conveniencia, para que así nadie se atreva a
preguntarse qué quiere ser o qué quiere pensar. El gobierno dará respuesta a estas interrogantes según las
«necesidades» del país.
En sus inicios fueron los liceos bolivarianos aplicando libros dictados por el ministerio. Con intentos fallidos
en cambiar la ley de educación se incorporaron las misiones Robinson y Rivas. Y sin poder intervenir en la
educación superior, casa de la diversidad, crea la Universidad Bolivariana de Venezuela y elimina la prueba de
admisión del CNU (la cual en su última edición fue aplaza por más del 60% de los bachilleres, una muestra de
donde estamos parados en materia de calidad educativa).
Si toda esta energía se le hubiese dado un buen uso y desde un principio se hubiese trabajado en mejorar
y dotar las unidades educativas, en darle una mejor remuneración y preparación a los docentes, en abrir programas de calidad para la formación de técnicos, entre otras cosas, la historia sería otra.
Actualmente el Gobierno Bolivariano Socialista arremete nuevamente contra la educación venezolana.,
tras la activa y determinante actuación de los estudiantes universitarios en la derrota del proyecto constitucional, propuesto por el señor presidente. Es por esto cada vez más importante, para él, intervenir las
universidades autónomas, eliminar las fuentes formadoras del pensamiento crítico e individual, para así poder
mantenerse en el poder.
Esta vez el MPPES (Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior) que tiene oído a una sola voz,
quiere implantar un nuevo sistema de ingreso a las universidades, después de eliminar la prueba de admisión
nacional CNU y de no reconocer las pruebas internas de admisión que realiza cada institución, por considerarlas métodos de exclusión social, según ellos, a los sectores más pobres.
¿Es una acción social o un pase de factura?
Las universidades luchan constantemente por mantenerse activas con presupuestos muy cortos y enfrentándose a una escasez de profesores por sueldos que dan lástima. Pretender que sobrevivan a un ingreso
masificado y aun así mantenga la calidad, es muy difícil, por no decir una utopía. ¿Cantidad vs. calidad? Tomando en cuenta de que dicho ingreso será dictaminado por el MPPES y su registro de bachilleres, de acuerdo
a promedios y habilidades determinadas por ellos mismos. ¿Ya no tenemos suficientes listas?
Aún más incoherente es este cambio, si lo que se quiere es solucionar una desigualdad que no se debe a
una exclusión social según el nivel económico sino de preparación y educación.
Los liceos públicos junto a la educación básica y media diversificada, decaen cada vez más, hasta el punto
de que sus estudiantes pueden aprobar materias como matemática, biología, castellano, entre otras, sin
haberlas cursado por falta de profesores.
Con todo y esto, en la Universidad Simón Bolívar, conocida por su difícil prueba de admisión y su excelencia
educativa, uno de cada tres estudiantes proviene del sistema público.
El problema de la educación venezolana es muy profundo, y eliminar el instrumento de medición lo que
hace es empeorar la situación, acarreando gastos materiales, deterioro de infraestructura y deficiencias en el
personal, sin dejar de un lado la creación de estudiantes frustrados y mal preparados.
A los personajes del alto gobierno interesados en implantar un sistema educativo con ideología socialista,
se les recuerda lo dictaminado en el art. 102 de la actual Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, donde se deja en claro que «la educación es un servicio público y está fundamentado en el respeto a
todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano
y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática».
Los universitarios se mantienen alertas con debates, marchas y nuevas propuestas, como la del grupo
de vice-rectores académicos. Esta última anima a mantener una prueba de ingreso, elaborada por cada
institución, e incorporando a un programa de nivelación a los que la reprueben (esto a corto plazo) para que
posteriormente este programa se anexe como un año más a la educación media, con el objetivo de mejorar
su calidad.
Tanto los estudiantes de educación media como los de la superior están dispuestos a defender su futuro y
las autonomías de las universidades, sin importar amenazas, insultos ni agresiones. Mientras se apuesta a la
mejor decisión, los estudiantes no bajan la guardia y se preparan con pisada firme para la construcción de un
mejor país en el que no importe color, raza, ideología, credo o religión.
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Jhosbert Contreras
es estudiante de ciclo básico
no todos los bachilleres venezolanos
están capacitados
para ingresar al
sistema de educación superior
El estado venezolano, a lo largo de estos últimos años, ha buscado la manera de ingresar a todos los bachilleres a
las universidades. En un intento desesperado, ha propuesto eliminar las pruebas internas a estas casas de estudio
y marcar el ingreso de estos estudiantes por su promedio, vocación y región donde habita. Es ridículo pensar que
un joven no pueda estudiar lo que desea sólo por vivir por vivir lejos de una universidad o por tener un promedio
bajo. Es necesario acotar que el nivel de exigencia de unidades educativas privadas es mucho más alto que en la
mayoría de las instituciones públicas, en las cuales es una vergüenza estudiar, debido a su bajo nivel y condiciones generales. Dicha situación nos lleva a analizar mejor el discurso de dirigentes oficialistas, en los que figura el
mismísimo presidente, el cual califica de excluidas a las personas que no tienen la capacidad de estudiar en una
universidad. ¿Son ellas excluidas? O, a ustedes, integrantes del oficialismo ¿los han excluido con sus patéticas
absurdas gestiones en cuanto a educación se refiere? Muchos sabemos las respuestas a estas preguntas.
Además, para nadie es un secreto el poco interés del gobierno en la educación; los integrantes del oficialismo
fingen interés para ganar popularidad y control. Un ejemplo claro de esta situación son las misiones educativas,
en las cuales no se imparte una educación de calidad. Aun así, el gobierno tiene el descaro de exigir un ingreso
masivo a las universidades.
Un irrefutable y excelente ejemplo de qué pasaría de haber un ingreso sin condiciones en las universidades,
es la situación de la UNEFA y la UB. En ellas solo existe anarquía y un número exagerado de estudiantes que no
están siendo correctamente formados. En este momento las palabras de Benjamín Sharifker son las más acerta14
#3
UNIVERSALIA
das, cuando expresa que si el gobierno quiere que se «regalen» los títulos así se hará, y luego los interesados en
formarse correctamente pueden venir a la universidad.
Muchos bachilleres no cumplen con las condiciones mínimas de ingreso, este resultado es arrojado por las
pruebas internas, que, de eliminarlas, dejaría a las universidades y a muchos estudiantes capacitados, fuera de
una educación de calidad. En el 2007, la prueba realizada por el CNU arrojó un resultado de más de 60% de
estudiantes aplazados, lo cual resalta que el problema viene de la educación media y diversificada. El gobierno
debe hacer énfasis en las dificultades que originan la mala preparación de los bachilleres, ir directo a la educación
básica pública. El país tiene que apostar por la calidad y no por la cantidad. Es inaceptable la propuesta populista
que regalaría un puesto en la educación superior y no hacer a las personas trabajar por conseguirlo. Cabe solo
imaginar ¿Qué será de las universidades de aprobarse esto?
Además, hay muchos otros factores que hacen improcedente al nuevo sistema de ingreso. El poco personal
capacitado para impartir conocimientos es el principal inconveniente. Debido a los bajos salarios y garantías de
la profesión docente, cada vez son menos las personas interesadas en dictar clases, lo cual genera un déficit de
estos profesionales.
En conclusión, el verdadero objetivo buscado, es acabar con la población pensante y racional, en mi opinión,
necesaria para el desarrollo del país, porque somos nosotros los estudiantes, quienes realmente podemos acabar
con este régimen de tiranía.
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El examen
es «la simón»
somos
la tapa
del frasco
William Anseume
es profesor del departamento
de lengua y literatura usb
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El tema continúa en el tapete. Y se hace indispensable colocar el freno a las nuevas pretensiones autoritarias educativas.
Los universitarios somos la tapa del frasco educativo. Lo que no hay es frasco, o cada vez menos frasco hay. La
universidad no está llamada a suplir las innumerables carencias de la formación previa a ella en Venezuela. Su misión es muy otra. Y, sin embargo, lo ha hecho. Allí están las muestras del Robinson, del Pío, del Ciu, por ejemplo.
Para nadie es un secreto que, en términos generales, la educación pública venezolana no sirve. Se ha masificado en
los niveles bajos y medios. Un logro, en especial de la IV. Se ha vuelto mediocre en casi todos, acentuándose en la V. Las
escuelas depauperadas en el aspecto físico trasladan su agonía a lo académico. Los liceos enseñan cada vez menos.
No hay profesores capacitados para todas las materias, si acaso los hay en algunas. No acude el profesor,
porque no existe. Los alumnos pintan las paredes, baten mezcla o pegan bloques y aprueban con esas acciones las
asignaturas, o el director firma su aprobación ante la total carencia del profesor respectivo. Abunda el dogmatismo
capta votos, sin mayores logros reales tampoco en ese sentido.
La prueba de la USB y seguramente de algunas otras universidades es el rasero de lo que acontece con la educación venezolana. Muy especialmente con la pública. El problema no es la prueba. Es el país. Eliminando un examen no
cambia para bien la situación. Al contrario. Se pretende también que la USB se hunda en la agonía. Y que al hundirse se
sume a la caída. Como todo se derrumba, vénganse ustedes también, nos dice la (in)conciencia gubernamental.
La educación superior masiva no es posible en Venezuela. Se necesitaría una infinidad de instituciones para
cubrir la cuantiosa demanda. Todo lo demás es un fiasco. El bachillerato público es en la actualidad una burla
generalizada. Una burla al educando y una frustración, y se sabe. Peor aún. Los mismos cursantes y bachilleres lo
saben. Muy claramente respecto de algunos liceos y de algunas universidades. Saben que entran a un barco del
que saldrán con garfio y todo. Que los títulos son como antes y ahora las licencias de conducir, de fácil obtención
(como se decía, se consiguen en las antiguas cajas de Ace). Y están conscientes de que algunas instituciones son
otra cosa, por exigentes. Dentro de lo mínimo son lo máximo. Porque en el país de los ciegos el tuerto es rey. La
USB no debe aceptar de buena gana que la quebranten. Sería una inmensa debilidad ante el populismo y la más
balurda politiquería. El país hoy nos exige otro tipo de acciones.
Aquí el examen es la simón. Y debe ser infranqueable. El gobierno desea apropiarse ideológicamente de lo que
cree que le pertenece, y no es ni será así.
Corremos el riesgo de seguir perdiendo frasco, y, desde luego, de quedarnos sin la tapa. Defendamos la tapa.
Salvemos lo que queda del frasco y reconstruyámoslo, antes que sea demasiado tarde y nos unefemos.
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UNIVERSALIA
una
voz
Rafael Fauquié
es profesor del departamento
de lengua y literatura usb
entre
las ruinas
«Próxima y no perdida quedaba, en medio de todo lo perdido, una sola cosa: la lengua.
Ella no estaba perdida, no, a pesar de todo.
Pero debía atravesar aún su propia falta de respuestas, atravesar un terrible enmudecimiento.»
Paul Celan «Discurso de Bremen»
Alguna vez dijo Mallarmé que escribir le había llevado a entender que «cada verdad adquirida no nacía sino de la
pérdida de una impresión que, habiendo chispeado, se hubiera consumido (permitiendo) gracias a las tinieblas
liberadas, avanzar más profundamente en la sensación de las tinieblas absolutas». Uno de los legados esenciales
de la Modernidad fue la Razón: otra manera de mirar, de valorar y de entender que terminó por imponerse a cualquier otra. Desvanecida o debilitada la fe, llegó hasta los hombres el tiempo nuevo de la Razón; y, junto con él,
el de la Crítica, su inseparable compañera. Juntas, Razón y Crítica, comenzaron a conducir la aventura del pensamiento y la creación humanas. Juntas, se encargaron de demoler antiguas obediencias y de disipar muy arraigadas
tinieblas; y, por supuesto, de imponer, también, nuevas formas de fe. Parafraseando a Mallarmé, podría decirse
que Razón y Crítica liberaron a los hombres de viejas tinieblas sólo para conducirlos hacia otras diferentes. Una de
ellas, acaso la más densa de todas, fue el escepticismo. De la oscuridad del dogma, los hombres entramos en la
oscuridad de la sospecha y de la desconfianza, de la ciega solidez en naturalizadas obediencias nos adentramos
en el desamparo del nihilismo. La Razón, que había comenzado por darnos absoluta confianza en nuestros actos
y decisiones, nos colocó, también, a causa de demasiados excesos y absurdos errores, al margen de cualquier
certeza y optimismo. La Razón terminó por decirnos que nuestras creaciones e ideales podían ser muy deleznables
y que nuestros logros y sueños podían desvanecerse con demasiada facilidad.
Razón y crítica influyeron, también, en el arte, al que convirtieron en expresión de toda clase de inconformismos, cuestionamientos y condenas. «¡Es el tiempo de la Razón ardiente!» exclamó Apollinaire a comienzos del siglo
XX. ¿Razón ardiente o Razón crítica? En realidad, la una no podría existir sin la otra. Pasión crítica: apasionada
actitud cuestionadora, escepticismo como mecanismo de cualquier forma de comprensión. A la larga, Razón y Crítica terminarían por cuestionar, incluso, el sentido mismo del arte. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Theodor
Adorno pronunció una frase que llegó a ser célebre: «toda forma de cultura después de Auschwitz es mierda». O
sea: no hay sentido en el arte, en la literatura, en el juego de las palabras después de un suceso como Auschwitz.
Sin embargo, Paul Celan, un ser de palabras, judío y sobreviviente de un campo de concentración, pudo llegar a
desmentir a Adorno cuando escribió poesía en medio de aquellos lugares de muerte a los que había sido confinado y de los que logró sobrevivir. Celan escribió. O sea: creó palabras, jugó con las palabras, jugó el juego de las
palabras, y, haciéndolo, introdujo su propio mundo de voces dentro del universo de pesadilla que lo rodeaba. Y
años después pudo afirmar que, tras las ruinas creadas por los hombres, había logrado sobrevivir «algo accesible
y cercano: el lenguaje».
UNIVERSALIA
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Ruina es muchas cosas y puede aludir a muchas cosas: a lo destruido, a lo saturado, a lo absurdo, a lo inconsistente, a lo vacuo. Alguna vez leí el comentario de que a las espaldas de los hombres de nuestro tiempo se
encontraban las ruinas y que, delante de ellos, se hallaba el vacío. O sea: en medio de los despojos del pasado
y del cada vez más incierto rostro del porvenir, se encuentra el presente: un aquí y un ahora de instantes vividos
y de experiencias nombrables. Entre las ruinas de un pasado cubierto de despojos y el desconocimiento de un
futuro que podría ser sólo oquedad, se halla el presente: exaltado o denunciado o condenado por los poetas. Y,
de nuevo, regreso a Celan: en medio de la agonía de aquellos terribles momentos que él vivió y, junto con él, la
Humanidad toda, ese ser de palabras que fue Celan se entregó a su juego estético movido por la más válida de las
razones: la supervivencia. En uno de sus textos más célebres, «Fuga de la muerte», escribió una poesía extraña,
incomprensible; impactante y macabro juego de palabras convertido en asidero, resistencia, refugio necesario
para su cordura (*).
Escribir: nombrar: decir la realidad de quien escribe. Ni la realidad ni la vida podrían nunca eludirse. El ser de
palabras precisa enfrentarlas. Vivirlas. Sobrevivirlas. Por eso escribe; y, haciéndolo, nombra su propia vida. Y en ésta,
al igual que en todas las vidas, junto a los descubrimientos maravillosos y a la siempre posible felicidad, habitan
también lo absurdo y lo terrible, lo dolorosamente insoportable. El ser de palabras escribe y, al hacerlo, se apoya en
sus experiencias. En ocasiones, acaso en las más desgarradoras e intolerables; y el resultado pudiese ser, como en el
caso de Celan, una escritura irreal, críptica; pero siempre poseedora de significados. O sea, que ante la afirmación de
Adorno sobre la absoluta inutilidad de la poesía después de Auschwitz, de que la poesía tras Auschwitz no podía ser
sino «mierda», Celan mostró que sí era posible el juego de las palabras, incluso en medio del infierno de los campos
de exterminio; un juego que no podía dejar de ser, al igual que cualquier juego poético, testimonio, diálogo, sustento
y, también, redención. Con su palabra de sombras, confusa y extraña, pero, sin embargo, viva y desgarradoramente
expresiva, Celan logró rescatarse de las ruinas, redimirse de la devastación dejada tras de sí por poderes y Estados
y la cruel estupidez humana. Ante las ruinas, la escritura sirvió a Celan para conjurar la degradación que lo rodeaba.
Herido por la realidad, logró recrear, poéticamente, la realidad; y logró sobrevivirla. Desgraciadamente, a la larga, la
realidad llegó a pesar demasiado sobre él y su escritura se hizo insuficiente para ayudarlo a vencer tantas trágicas
memorias. Los años de la guerra, el asesinato de sus padres; y, décadas más tarde, las acusaciones de plagio lanzadas en su contra por Claire Goll, esposa del poeta Ivan Goll, terminaron por arrastrarlo hacia cada vez más fuertes
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UNIVERSALIA
y frecuentes depresiones. Celan se suicidó en París, a fines de marzo de 1970, lanzándose desde un puente al río
Sena. Pocos días antes, había escrito estas palabras que poseen todo el significado de un epitafio: «(esta) boca
enmudecida por la verdad sobreviviente de las múltiples tinieblas del discurso mortífero».
A todos los seres humanos nos rodea el lenguaje. Todos lo escuchamos y lo aprendemos, todos lo repetimos;
pero, dentro de ese universo de signos comunes, está el mundo verbal de cada quien: su voz individual capaz
de acompañarlo a la hora de enfrentar las ruinas e infiernos personales que pudiesen rodearlo: las de las incomprensiones e incertidumbres, las de los fracasos y anquilosamientos, las de las frustraciones y sinsentidos. En el
caso de los seres de palabras, sus ruinas e infiernos propios serán conjurados a través de expresiones teñidas de
penumbras y de solitario dolor. Ahora bien, proponer, como tantas veces escuchamos en nuestros días, que la
degradación de los itinerarios humanos debería necesariamente coincidir con la vacuidad de los lenguajes de los
seres de palabras, luce insuficiente, atrozmente insuficiente. La voz del poeta, con sus entonaciones hechas de
ilusiones tanto como de sufrimiento, de memorias tanto como de sueños, de esperanza tanto como de desaliento,
de armonía tanto como de incoherencia; en fin, eso que llamamos escritura o literatura o poesía, puede llegar a
convertirse para cualquier ser humano en compañía y verdad, en aprendizaje y rescate. Aceptar, como alguna vez
sugirió Jacques Derrida, que la conexión entre las palabras y el mundo era por entero arbitraria porque el mundo no
desempeñaba papel alguno en las voces que lo evocaban, no pasaría de ser una apuesta a la ausencia de compromiso de los seres de palabras para con sus voces. Distinguir tanta devastación como la que a veces percibimos los
hombres a nuestro alrededor o en nosotros mismos, no debería nunca llevarnos a quienes amamos las palabras
al mutismo de lo ininteligible ni al vacío de lo inexpresivo ni a la banalización de las jergas. Llevada a tales límites,
la poesía, el juego de palabras terminaría por convertirse en irrelevante parodia de la desolación: una ingeniosa
destrucción —o deconstrucción— de las voces, una intelectualizada manera de hablar para no decir nada.
Opaca en ocasiones, en ocasiones luminosa e inspiradora, a veces aplastantemente agónica, la vida no podría
nunca dejar de sugerir en los seres de palabras una escritura igualmente brillante o igualmente oscura, igualmente
estimulante o mortecina; pero, por sobre todo, una escritura siempre viva y tensa. Cada ser de palabras deberá
hallar en sí mismo la voz que le pertenece, la que es la suya; la que, por sobre todo, lo testimonia a él: genuina
voz que surge de su alma y que humaniza sus comprensiones.
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* Transcribo el poema «Fuga de la muerte», según versión de José Ángel Valente:
Negra leche del alba la bebemos al atardecer
la bebemos a mediodía y en la mañana y en la noche
bebemos y bebemos
cavamos una tumba en el aire no se yace estrechamente en él
Un hombre habita en la casa juega con las serpientes escribe
escribe al oscurecer en Alemania tus cabellos de oro Margarete
lo escribe y sale de la casa y brillan las estrellas silba a sus mastines
silba a sus judíos hace cavar una tumba en la tierra
ordena tocad para la danza
Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos en la mañana y al mediodía te bebemos al atardecer
bebemos y bebemos
Un hombre habita en la casa juega con las serpientes escribe
escribe al oscurecer en Alemania tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita cavamos una tumba en el aire no se yace estrechamente
en él
Grita cavad unos la tierra más profunda y los otros cantad sonad
empuña el hierro en la cintura lo blande sus ojos son azules
cavad unos más hondo con las palas y los otros tocad para la danza
Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía y la mañana y al atardecer
bebemos y bebemos
Un hombre habita en la casa tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita él juega con las serpientes
Grita sonad más dulcemente la muerte la muerte es un maestro venido de Alemania
grita sonad con más tristeza sombríos violines y subiréis como humo en el aire
y tendréis una tumba en las nubes no se yace estrechamente allí
Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos a mediodía la muerte es un maestro venido de Alemania
te bebemos en la tarde y la mañana bebemos y bebemos
la muerte es un maestro venido de Alemania sus ojos son azules
te hiere con una bala de plomo con precisión te hiere
un hombre habita en la casa tus cabellos de oro Margarete
azuza contra nosotros sus mastines nos sepulta en el aire
juega con las serpientes y sueña la muerte es un maestro venido de Alemania
tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita.
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UNIVERSALIA
Una breve
reflexión
sobre
la ortografía
Lourdes C. Sifontes G.
es profesora del departamento
de lengua y literatura usb
¿Del hecho
al dicho?
Es posible que sea cierta, o al menos en parte, aquella noción —que se maneja en muchos ámbitos como saussureana— de la escritura como transcripción del habla. En ese caso, las propuestas de recurrir a la «k» para casa,
cosa y coprofagia, o a la «y» para lleno, llorar y billete, y dejar la «s» para lo que hoy escribimos bajo la forma
de cigarro, cimitarra o círculo no serían en absoluto descabelladas, y la propuesta de aceptar (aseptar, o en fiel
transcripción del habla localísima, asectar) una escritura que se presuma fonética (obviando que la representación
gráfica ya la convierte en abstracción y en alteridad) podría ganar terreno.
Sin embargo, hay algunas consideraciones importantes: ese soñado vehículo del habla, ese medio visualizable y relativamente permanente que llamamos escritura no es solamente eso. Es pensamiento. Es organización. Es memoria.
En primer término, la idea de «buena ortografía» como mero cascarón apegado a normas de superficie es una
aberración, en todos los sentidos y acepciones que el diccionario registra. La ortografía no es sólo forma. Esa idea
de que hay que «tener buena ortografía» porque si no «eso da pena», constituye, a pesar de su camino empedrado
de buenas intenciones, una simplificación de lo que la ortografía contiene.
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la pirámide del louvre
En segundo lugar, una cosa es el habla, esa maravilla de la calle, de la casa, de la cotidianidad, y otra es
el discurso al que irremediablemente nos asociamos cuando decidimos, sea en el rol que sea, formar parte de
eso que llamamos academia. En sus espacios físicos y virtuales la canción es otra. Nos guste o no —y por algo
nos metimos en ella— es un mundo de códigos, registros, precisiones, historias e innovaciones... Y algunos
—los profesores—, en ella, somos eso que nuestro académico Barrera Linares llama «hablantes públicos», y
escribientes públicos también.
En materia de escritura, la «ortografía-cascarón» no es lo que cuenta (el inglés y el francés, cada cual a su
modo, son testigos de ello). Pero sí cuenta aquello de lo que la ortografía es portadora, y que se manifiesta en
eso que hemos ido desvirtuando al denominar «forma». No porque no lo sea, sino porque damos a esa «forma» la
connotación más ligada a la superficie, y llegamos a pensar que es prescindible u ornamental. Y no.
Es verdad: aquí no somos de zetas, jotas y elles peninsulares. En el territorio de la transcripción del sonido del
habla, los que recibimos el español de manos —o lenguas— de la Conquista tenemos esa posible desventaja.
Pero así lo hemos construido en estas tierras, y ése ha sido uno de nuestros no pocos aportes. Y llámese raza,
resistencia indígena, imperialismo, colonización, mestizaje o etcétera, hay algo irreversible: aquí estamos, esto
somos y esto hablamos.
Reitero entonces que lo importante es lo que hay detrás, o quizás dentro, de la ortografía hispana. Un mapa
revelador de historias, parentescos, orígenes y mezclas de palabras. Un mapa de organización que apoya a la conciencia del hablante alfabetizado en el ejercicio de la economía del lenguaje, y que, bien aprovechado, redunda en
la claridad de que el sufijo de ciertas patologías es «osis» y no «ocis», o en la de que un «ciclo» es distinto de un
«siclo» e «intención» se relaciona con «intento» e «intentar» e «intensión» con «intenso». O, para llegar a extremos,
en la comprensión de que un beneficio se diferencia (y no ligeramente) de un veneficio.
El hablante o escribiente académico (estudiante, profesor) no se plantea (corrijo: no debería plantearse) preguntas como «¿Es ‘haya’ con ‘y’ o ‘halla’ con ‘ll’?», o si existe algo que pueda llamarsa «a sin hache y a (ha) con
hache». Plantear las dudas desde ese lugar constituye parte de nuestro problema, y parte de la percepción de que
«un cursito» podría resolverlo. Parte de nuestro intento fallido de pensar «fuera» del lenguaje.
Las preguntas sobre la ortografía no son para el cascarón. Verla como barniz externo, en el lenguaje académico, es
quizás parte de nuestros problemas de autoestima lingüística y de devaluación de eso que es nuestro primer instrumento de definición, clasificación, reconocimiento y organización del mundo y de nuestros mundos posibles: nuestra lengua.
Las preguntas deseables, en el caso de esos ejemplos particulares, tendrían que estar en el orden del «querer
decir»: ¿Dónde estoy, hacia dónde voy con mis palabras? ¿Qué pretendo? ¿Hallar, encontrar, o haber? ¿Quiero
una preposición, quiero vincular, dirigir, destinar, o quiero estructurar una forma verbal? Entre «haya» y «halla» o «a»
y «ha» no debe haber azar, ni adivinación, sino conciencia. Quienes dudan entre la «c» y la «s» ante la escritura de la
palabra «necesidad», disipan una nube importante cuando evocan «necesario». «La lengua es una trampa que sólo
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UNIVERSALIA
el fórum des halles
ella puede abrir», escribió Mario Satz. Y la ortografía es el grabado comprehensivo del funcionamiento histórico y
cultural de las palabras, que comienza a tallarse en el intelecto con el aprendizaje de la lectoescritura. No se trata
de cincelar reglas en la memoria, sino de encariñarse con el funcionamiento —y la historia— del sistema.
Estos procesos, a veces, no son ni siquiera conscientes. Muchas veces están allí, en la intuición y sistematización de algo que podría considerarse similar a las estructuras profundas chomskianas. Más aún en la gente que
lee, que ha leído, esa gente que hace del pensamiento organizado, la exposición, la argumentación, la precisión,
el diálogo y la reflexión su modo de vida. Pero es justamente ésta la gente que tiene responsabilidades con una
lengua de la que se sirve día tras día para operaciones intelectuales y comunicativas en las que se cifran, según
solemos pensar, el conocimiento y su futuro. La gente que debe tener este asunto en la conciencia.
La ortografía es bastante más amigable de lo que parece, o de lo que a veces queremos o nos han querido
vender. A través de sus realizaciones, nos cuenta la historia de las palabras, establece familias, nos relata los
caminos y preferencias del desarrollo de la lengua. ¿Que no es absolutamente regular en estos caminos? ¿Que
hay excepciones? ¡Por supuesto! Y he allí una parte importantísima de su riqueza.
Con su registro particular, con sus huellas profundas y también con sus inconsistencias a través del tiempo (que
revelan, también, imperialismos y conquistas, como los antiguas oscilaciones entre «u», «v» y «b», o como la gran
mentira de que las mayúsculas no se acentuaban, producto de la industria de máquinas fabricadas para lenguas sin
tildes), la lengua escrita, sin duda, deja constancia de un devenir que es parte de eso que llamamos cultura. Nos
abre horizontes ante nosotros mismos al hacernos comprender, por ejemplo, las afinidades profundas entre contar
con números y con palabras que hermanan hoy a un cuenta-cuentos y a un computador en los viejos caminos del
verbo «computare». Aquello de «Verba volant, scripta manent» se redimensiona en tiempos en los que el registro de
la oralidad puede ser el pan de cada día. Pero se redimensiona en los dos sentidos, y lo que en la escritura permanece es una historia que la oralidad, aunque grabada, no registra. Cada una tiene sus senderos y sus virtudes.
La llamada «norma» que se asocia a la palabra escrita es parte indisoluble e inexorable de la academia, la universidad y su lenguaje (o sus lenguajes). Éste es el territorio de los lenguajes sobreconscientes de sí mismos. Es el
territorio de la precisión y la especificidad, y el de la asociación de conocimientos. Aquí no valen sobreentendidos, ni
vale confundir la irreflexividad con la libertad de expresión. El compromiso con el lenguaje lo tenemos todos. Piense
cada cual en su lenguaje particular de trabajo, y en los problemas que genera quien lo utiliza a la ligera o comete
imprecisiones. Ciertamente, el caos (o kaos, como leí recientemente en un comunicado de la Junta de Condominio
del edificio en el que vivo, nostálgica evocación de los antagonistas de Maxwell Smart) que puede producirse en
materia de puntuación y sintaxis es inmenso. Pero la ortografía es parte del paquete. De un paquete complejo que
tiene algo —o todo— que ver con el respeto y el cariño por el conocimiento, y por ese prodigio que los seres humanos tenemos para aprehender el mundo: la palabra, a la que se suma la sistematización de sus organizaciones en
la escritura. ¿Tenemos ese respeto y ese cariño? Tal vez podríamos —o deberíamos— comenzar por allí.
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Urbanos
de la Venezuela Contemporánea
PLX-111 Problemas
La ciudad, sin duda
una de las mayores
creaciones humanas
La ciudad es multicolor; es el receptáculo de saberes, de sabores, de ruidos, de música, de olores, de
encuentros y desencuentros. Es un escenario donde podemos ver a cada minuto una película diferente.
A la ciudad la disfrutamos y la odiamos al mismo tiempo. Es allí donde se aglomera la mayoría
de personas; por ello, en parte, enfrentamos tantos problemas, pero tendrá sus encantos, cuando
insistimos en quedarnos allí.
Alrededor del 90% de la población en Venezuela está radicada en centros urbanos. Las principales ciudades del país confrontan serios problemas ambientales, de ineficiencia en el funcionamiento
de los servicios públicos, déficit de viviendas, carencia de equipamientos y parques, déficit en cantidad y calidad de espacios públicos para la convivencia ciudadana.
Aunado a ello, más de la mitad de la población habita en asentamientos que no cumplen con
los estándares mínimos de urbanización. Extensiones de territorios ocupados y autoconstruidos por
sus pobladores para dar una solución a la necesidad de alojamiento, pero que, por no contar con la
asistencia técnica adecuada y la improvisación o desatención de los gobiernos de turno, se han convertido en una de las mayores urgencias urbanas por atender de nuestra sociedad contemporánea.
Todos tememos por la catástrofe que puede llegar con mayor calamidad en estos sectores por la baja
calidad constructiva y las condicionantes de vulnerabilidad del terreno, por citar un caso, cuando nos
sorprenda en la ciudad capital un terremoto.
En este contexto, desde el Departamento de Planificación Urbana se imparte el curso de estudios
generales «Problemas Urbanos de la Venezuela Contemporánea» que busca desarrollar en el estudiante, una actitud crítica, reflexiva y analítica con relación a los problemas urbanos con los cuales
se consideren involucrados o afectados. El tipo de problema que estudiamos pueden variar tanto en
la escala (condominio, calle, urbanización, ciudad, municipio, estado, país) como en el contenido
(servicios públicos, ambiente, vivienda, seguridad, etc.).
El curso pretende, que los participantes: (1) reflexionen sobre las ciudades venezolanas y su
importancia en nuestra vida cotidiana así como en el desarrollo nacional. (2) Analicen algunos de los
principales problemas urbanos que en la actualidad confrontamos los venezolanos, con énfasis en
los problemas de la ciudad de Caracas y, (3) Discutan el papel que juegan los gobiernos locales y los
ciudadanos organizados en la solución de los problemas urbanos.
No nos queda más que convocar a nuestros apreciados estudiantes a que nos acompañen en las
ediciones de estos cursos para que aprendamos, juntos, a soñar la ciudad que queremos reflexionando sobre la ciudad que tenemos.
curso
eegg
Arq. Elfide Mariela Rivas Gómez
dicta este curso de Estudios Generales
y es profesora del Departamento de Planificación Urbana USB
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UNIVERSALIA
Francisco
Carreño
difusor
del
cuatro
Sonia García
es profesora del departamento
de lengua y literatura usb
el centro georges pompidou
Francisco Carreño (Porlamar 1910-Caracas 1965) maestro, intérprete, compositor, investigador y difusor de
músicas e instrumentos de la tradición venezolana, dejó un inestimable legado al país. Llegó a Caracas a los 20
años en compañía de sus tradiciones margariteñas buscando mejores condiciones de vida. Del entorno familiar y
del ambiente traía el gusto por la música y así, se inscribió en la Escuela Superior de Música junto con su hermano
Inocente Carreño (Porlamar 1919) quien trabajaba también con él como zapatero para mantener a la familia.
Ambos formaron un dúo de guitarras que actuaba en el teatro y en programas radiales, además acompañaba
el canto de sus hermanas, de 7 y 9 años de edad. La radio apenas había llegado al país en 1930. A fines de la
década, Carreño comenzó a recorrer el país en investigación de campo, experiencia que hizo de él uno de los
pioneros en la materia.
Luego fue contratado como Comisionado de investigación del Ministerio de Educación y comenzó a colaborar
en el Instituto de Folklore, creado en 1946 bajo la dirección de Juan Liscano; allí fue director musical de un
evento histórico: la Fiesta de la tradición, organizada en 1948 por Liscano en el Nuevo Circo de Caracas. Así
se reunió, por primera vez, una muestra de expresiones tradicionales del país: Diablos de Yare, Comparsas de
Oriente, tambores costeños y otras que hasta entonces no se conocían más allá de sus lugares de celebración.
Era un modo de «descubrir» nuestras raíces.
UNIVERSALIA
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Poco después Carreño sucedió a Liscano en la dirección del Instituto de Folklore y
realizó una intensa labor de investigación en sus recorridos por el país. Por la época logró
la inclusión de bailes tradicionales en el programa escolar que sustituyeron las cuadrillas
y otros bailes de salón de la herencia europea. Así comenzó a proyectarse por toda Venezuela El Pájaro Guarandol, El Chiriguare, El Carite y otros.
Pero de los tiempos de Pérez Jiménez en adelante su identificación política con la
izquierda le ganó crecientes adversidades. Al ser sustituido, en 1953, en la Dirección del
Instituto de Folklore, Carreño se dedicó a desarrollar una inestimable labor: la difusión masiva del cuatro y de otros instrumentos tradicionales del país. De inmediato creó el primer
centro de enseñanza de esos cuatro, arpa criolla, maracas, tambor, bandolín, la escuela
de Folklore, y pocos meses después reunió en concierto a los alumnos de ese instituto
y de otras escuelas de la capital donde también enseñaba. Así entró el cuatro a los más
importantes escenarios del país: Teatro Municipal, salas de la UCV, Biblioteca Nacional y
otros. Esos exitosos conciertos reunían unos 400 alumnos, niños de 4 años en adelante.
Por otra parte en 1956 transmitía por la televisión —llegada a comienzos de los años
50— su programa La lección de cuatro de los jueves. Así, Francisco Carreño consolidaba
su labor de difusor del cuatro.
Entretanto organizaba ciclos de conferencias a cargo de apreciados intelectuales en
la escuela de Folklore y en otros espacios. Además dejó unas 400 composiciones en las
cuales ensayaba merengues, valses, pasajes y otros aires regionales, entre ellas la más
conocida, La zapoara:
«Llegando a Ciudad Bolívar
me dijo una guayanesa
que si comía la zapoara
no comiera la cabeza»
django reinhardt
Carreño falleció en 1965 después de la persecución política que lo rodeó de silencio y
lo separó de la escuela de folklore que llevaba su nombre... Dejó, sin embargo, fundamentales aportes a nuestro movimiento musical del siglo XX.
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UNIVERSALIA
la leyenda negra
y la conquista
de América
José M. Beson
Aunque el término Leyenda Negra nació en 1914 con el libro de Julián Juderías: «La Leyenda Negra y la Verdad
Histórica», éste comenzó a convertirse en una herramienta de propaganda antiespañola desde finales del Siglo
XVI con la finalidad de desprestigiar la actuación política de los reyes españoles justamente en la época durante
la cual España era una de las mayores potencias mundiales. Este fenómeno propagandístico histórico, cuyo contenido estuvo cargado en su gran mayoría de falacias y sofismos, fue una reacción al poder imperial español por
la amenaza que representaba para las demás naciones europeas, sobre todo para Gran Bretaña, los Países Bajos
y Francia, entre otros; quienes se apoyaron en primer lugar, en sus pensamientos calvinistas y en segundo lugar,
en el hábil uso de la imprenta, que fue una novedosa y gran arma en la creación de un imaginario colectivo de la
sociedad de aquella época.
La Leyenda Negra tiene varios capítulos. Se puede hablar de una leyenda negra en Italia. Otra rama tiene su raíz
en los Países Bajos, donde los patriotas holandeses publicaron todo tipo de panfletos, con el fin de desprestigiar a los
que consideraban invasores, desde Fernando Álvarez de Toledo, Duque de Alba, hasta los monarcas españoles. La
Inquisición se convirtió en un filón inagotable a la hora de difundir propaganda anti hispánica. Otro foco importante fue
Inglaterra, donde Isabel I, apoyaba constantemente todo lo que podía debilitar a su gran enemiga España. Francia,
su rival durante siglos, fue otro patrocinante de la Leyenda Negra cuando entre otras obras publicó «Antiespañol», en
donde se trataba muy mal a todo lo hispano.
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sidney bechet
Ahora bien, el gran pilar fundamental de la Leyenda Negra se encuentra en lo relativo a la interpretación de la
conquista de América, sobre todo en los textos del fraile dominico Bartolomé de Las Casas. Su obra «Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias», publicada en 1552, llena de apasionamiento y exageraciones, iba a servir
en bandeja todo lo que necesitaban los cultivadores de dicho mito. Resulta significativo que esta obra cuando se
reimprimió en los Países Bajos en 1620, se hizo con el siguiente titulo: «Espejo de la tiranía española en que se
trata de los actos sangrientos, escandalosos y horribles que han cometido los españoles en las Indias». Lo cierto
es que con la publicación por primera vez de su obra en Sevilla en 1542 (dada a conocer al emperador Carlos V
diez años antes), la intención de este fraile dominico era denunciar las manifestaciones de violencia y despojo a
que eran sometidos los pobladores originales de América; el uso y el abuso por los españoles de la encomienda,
institución en la cual Bartolomé de Las Casas no ve sino una auténtica esclavitud de la población sometida. Esta
obra cargada en algunos casos de datos poco creíbles le permitió obtener la firma regia de las Leyes Nuevas, que
trataron de reducir la explotación de los indígenas por los conquistadores y colonos. Que en la práctica no se hayan
cumplido estas normas jurídicas, es otra cosa, pero lo importante es que se llevó a cabo una autocrítica española
ante estos hechos y que lejos de propiciar la trata de negros, como lo afirma, entre otras cosas, la Leyenda Negra,
buscaba la defensa y conservación de los indígenas. Unido a ello, es importante resaltar la actuación de Francisco
de Vitoria en Salamanca, quien elevó esta crítica a un alto nivel intelectual, sentando las bases del Derecho Internacional con sus «Relecciones», acerca de la problemática india, con las cuales lo que se perseguía era debatir las
injusticias de la conquista y poner sobre el tapete el respeto por estos seres humanos. Los españoles constituyen,
pues, el primer pueblo de la historia que se hace las grandes preguntas sobre los derechos de las personas.
Además, la mayoría de los frailes que se dedicaron a predicar el evangelio trataron de aprender las lenguas indígenas, reforzaron, sistematizaron y extendieron el estudio de las lenguas indígenas como una forma de conservar estas
culturas; en cuanto al estudio de la historia anterior a la conquista, los textos que hay se deben a los españoles y el
caso probable cimero es el de Fray Bernardino de Sahagún con la historia de México. También vale la pena indicar,
que los españoles no tuvieron reparo en mezclarse con los indígenas, dando origen a una nueva raza, al mestizaje
característico de los pueblos latinoamericanos.
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UNIVERSALIA
ella fitzgerald
Todo lo anterior, señala algunos hechos que buscan derribar ciertas afirmaciones que alimentan a la Leyenda
Negra en la conquista de América. Por lo mismo hay que distinguir las desapariciones culturales producto de
exterminios (lo que sí ocurrió en la conquista anglosajona) de las que son consecuencias del mestizaje (situación
que corresponde al proceso español). Los protestantes, precisamente por su teoría calvinista de la predestinación
(Destino Manifiesto), consideraban que los indios no podían salvarse. En el norte no hubo, salvo escasamente,
mestizaje ni evangelización. Los colonos protestantes consideraban a los indígenas: criaturas inferiores, animales,
seres impuros, y por lo tanto, no podían ser bautizados. Eran vistos como unos pecadores que no habían sabido
rentabilizar las tierras y talentos que Dios les había dado y que el creador, triste por tanta ingratitud, había decidido
readjudicarlas a sus fieles hijos anglosajones.
Al analizar objetivamente la historia se puede encontrar que todas las conquistas fueron crueles, sanguinarias e
injustas; incluyendo las emprendidas por los mismos pueblos precolombinos. No hay que juzgar esas actuaciones
ya que se trata de contextos temporales y culturales diferentes a los actuales, sino tratar de comprenderlas. Sin
embargo, esta Leyenda Negra solo resalta los aspectos negativos de la conquista española (o medias verdades)
y nada dice de las atrocidades de la conquista anglosajona, que no sólo incurrió en hechos tan graves como la
española, sino que tuvo un elemento adicional: el racismo. Si bien es cierto que no todo fue color de rosas (o una
leyenda blanca), tampoco fue del todo negra.
«la religión en el proceso histórico de américa latina» | CSX-235
El trabajo aquí reproducido fue presentado en este curso de Estudios Generales
dictado por el profesor del Departamento de Ciencias Sociales Rodrigo Conde
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Roberto Lambertini
es estudiante de ciclo básico
la paradoja
una mirada
a la aritmética
del diablo
películas
de antier
El corazón late tan fuerte que parece querer abandonar el pecho, se hace un nudo en la garganta. Todo enmarcado en la sensación de estar cayendo en un precipicio sin final, el vértigo toma el poder y… en ese momento
despierta, quizás con un sentimiento de agotamiento físico como sí realmente hubiese estado cayendo por un
precipicio. Probablemente lo descrito anteriormente sea un experiencia más que familiar.
Eventos como el anterior ocurren en la vida cotidiana. Un hecho aparentemente real puede estar inmerso en
una realidad aún mayor. El problema surge cuando una de estas paradojas invade escenarios dond,e utilizando un
mimetismo casi imperceptible, logra camuflarse haciendo muy difícil su detección y, por tanto, su asimilación.
En el género cinematográfico el recurso paradójico es usado habitualmente. Una manera es sin duda, el uso
de la autorreferencia como posibilidad apelativa. Se produce una especie de juego de espejos donde un episodio
se enmarca dentro de otro sin un centro estable de organización. Muestra de ello es The Devil`s Arithmetic (La
aritmética del diablo) dirigida por Donna Deitch (1999), donde Kirsten Dunst interpreta a una adolescente llamada
Hannah Stern, que lleva una vida típica de las jóvenes de su edad, un poco despreocupada y superficial. Al igual
que todos los años, debe acudir con sus padres a la casa de sus familiares para celebrar la pascua judía. Al parecer
ella no tomaba muy en serio esa celebración.
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Justo en el momento de entrar a la casa de sus tíos ve a un joven judío que sólo resultará relevante un poco
más adelante (¿o atrás?) en la historia. Adicionalmente, nos enteramos de que su tía Eva (Loise Fletcher) fue
quien le otorgó el nombre de Hannah, en homenaje a una persona bastante especial que conoció en el pasado.
Sus tíos estuvieron en un campo de concentración. Después de la cena de conmemoración del éxodo de Egipto,
Hannah abre una puerta que la transporta en el tiempo hasta 1941 en la Polonia ocupada por los nazis. Allí sus
padres acaban de morir. El desconcierto se apodera de ella, ya que no puede comprende lo que ocurre y cree
que está viviendo una pesadilla; sin embargo, todo le resulta muy real. Ahora tiene que vivir en casa de su prima
(Brittany Murphy), sin saber que pronto será trasladada a un campo de concentración nazi donde vivirá en carne
propia esa historia que antes le parecía tan aburrida. Allí conoce a un joven cuyo parecido con el muchacho que
vio antes de entrar a casa de su tía es innegable. Su nombre es Ario.
El desasosiego se apodera de la vida de Hannah. Es como despertar en Pompeya el 24 de agosto del año 79 d.C.
No hay escapatoria posible. A esta joven no le queda otro remedio que aceptar esa «realidad» en la que está inmersa,
y cuyo desenlace es más que conocido. El viaje en el tiempo, aunque asimilado, no deja de causar horror, ya que
su estadía en el campo de concentración es lo más cercano a un infierno literal. Intentos de escapatoria por parte
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de algunos de los prisioneros agrandan el sufrimiento. Pero llega lo peor: el ejército
nazi, llevado por una especie de aritmética diabólica, debe ejecutar a cuantos judíos pueda, pues mientras más rápido será mejor. En ese punto la vida de la prima
de Hannah está en riesgo y, la única manera de salvarla es tomando su lugar.
Es este hecho el que hace la situación aún más confusa, ya que antes de ser
llevada por los soldados a la cámara de gas, su prima le dice que sí sobrevive
se llamará Eva. En el momento de su muerte, Hannah despierta rodeada de su
familia moderna. Su tía está allí también y Hannah no puede más que abrazarla
y recordarle las penurias que pasaron durante su funesta estadía en el campo
de exterminio. En ese instante Hannah Stern entiende por qué lleva ese nombre,
pues al parecer fue ella misma quien estuvo con su prima (ahora tía) en un campo de concentración en 1941.
«La aritmética del diablo» es muestra inequívoca del uso de estrategias literarias por parte del cine. La autorreferencia en este film quizás no sea fácil de
identificar debido a lo complejo del libreto. Sin embargo, según Luis Navarrete se
considera que hay una autoreferencia cuando un texto se refiere a sí mismo. Y en
«La aritmética del diablo» se observa una historia que está íntimamente ligada a la
otra en una relación más que compleja, pues el final de la historia es el principio
mismo de ella. Es como una serpiente que se muerde la cola; una historia cíclica
donde a su vez no habría habido un comienzo sin la existencia de el final. ¿Parece
una paradoja? Pues lo es. El diccionario de la RAE dice de la paradoja: «Figura de
pensamiento que consiste en emplear expresiones o frases que envuelven contradicción». Y sin duda que esta historia cumple con ese requisito, pues la idea de
«¿quién fue primero: el huevo o la gallina?», hace inmediatamente su aparición,
ya que nunca sabremos cuál Hannah estuvo primero: ¿la que vivió en Polonia en
pleno holocausto nazi o la que vive en Estados Unidos en la actualidad?
Ni que decir del joven que aparece en ambas etapas de la película cuyo (Ario),
que, al igual que Hannah, se nos presenta joven, a finales del siglo XX y con
exactamente la misma apariencia que tenía en el pasado. La posibilidad de que
la historia de Hannah esté emparentada con la de Ario en un futuro hipotético de
la película cobra mucha fuerza pues se percibe un gesto de cierta familiaridad en
sus rostros al momento de conocerse en el pasado y de verse en el futuro.
La relación entre las dos historias —como ya se dijo— es sumamente compleja. Muchas serían las líneas escritas de seguir indagando en el tema. Pero no
serviría de nada, ya que solo se marchará por un camino que volverá al mismo
punto de partida. Navarrete afirma que: «Cuando hablamos de cine autorreferencial no podemos olvidar tampoco la figura del destinatario. Sin un espectador
conocedor de sus recursos, éste carece de sentido convirtiéndose en una pirueta.
El espectador es el más intransigente manipulador discursivo existente». Y al
parecer está en lo correcto, pues descifrar este enredo depende en gran medida
del espectador.
En efecto, he aquí una muestra de autorreferencia: una historia que remite
a sí misma y, lo que es más, no tiene ni principio ni final. Las oraciones autorreferentes conducen a paradojas. Y debido a que Hannah se durmió para viajar al
pasado, ¿quién puede afirmar que dicha historia no está elle misma dentro de un
sueño? La «realidad», incluso dentro del cine, puede ser bastante relativa.
Bibliografía
«Una aproximación al metacine» por http://www.zemos98.org/spip/article.php3?id_article=28
«Paradoja». Diccionario de la Real Academia Española (RAE) 2006
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UNIVERSALIA
cuestionar
la realidad
«The
Truman
Show»:
una metapelícula
Roberto Lambertini
es estudiante de ciclo básico
películas
de antier
Por definición, la metaficción es, en términos básicos, una ficción dentro de otra ficción. En literatura y cine, la
metaficción se puede definir de varias formas, entre las cuales esta una historia dentro de la historia del libro o
película, o en ciertos casos el movimiento de personajes entre dimensiones o planos. En todos esos casos, la
metaficción se usa para crear un efecto de confusión. Un ejemplo se puede ver en la película The Truman Show
(Dirigida por Peter Weir, 1998), en la que el personaje principal, Truman Burbank (Jim Carrey), esta viviendo una
vida ficticia. Este mundo ficticio es, en realidad, un estudio gigante donde se filma un programa de televisión que
gira alrededor de la vida de Truman. Este estudio esta lleno de cámaras escondidas, puestas ahí para filmar a Truman, quien no sabe que está siendo filmado. Este programa de televisión ha estado en el aire desde el nacimiento
de Truman, y él piensa que el mundo en el que él vive es real. Hacia la mitad de la película, Truman se comienza
a dar cuenta de cosas raras que están pasando, como su padre, quien había muerto, regresando a su vida, y otras
cosas que le indican de que algo «no está bien». Ya hacia el final, Truman descubre que estaba viviendo en un
estudio, y el creador del programa, Christoph (Ed Harris), habla con él para tratar de convencerlo de que se quede
en el mundo de ficción. La historia termina con Truman saliendo del estudio.
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el pont-neuf «embalado en papel de regalo» por christo en 1985
Truman cree que el espacio que lo rodea es la realidad, mientras que Christoph sabe la diferencia entre la
realidad que él creó y la realidad que existe afuera del estudio. Ahora, viendo el tema desde el punto de vista de
Truman, se puede comenzar a analizar el efecto que eso genera en el espectador. Al final de la película, Christoph
le dice a Truman que todo era un programa de televisión, y lo que siente él en ese momento quizás podríamos
sentirlo todos nosotros. Cuando se presenta la situación en la cual se muestra la relatividad de la realidad, uno se
pone a cuestionar su propia realidad y cuán concreta es. De ahí sale uno de los problemas que plantea la película:
¿la realidad es concreta y definida, o subjetiva y maleable?
La película The Truman Show presenta en su interior un programa de televisión, con una pequeña cantidad de
tomas del mundo «real», es decir, el mundo fuera del estudio. Así, en la película se ve una ficción X (el programa
de televisión) dentro de una ficción Y (la película). Esto ya comienza a crear confusión sobre qué es realidad y
qué es ficción, y en consecuencia surge el efecto de confusión y desconfianza sobre lo que es real. El hecho de
que haya una ficción dentro de una ficción, para el espectador, quizás no cause tanta confusión, pero viendo las
cosas desde el punto de vista de Truman, cuando le dicen que toda su vida ha sido un programa de televisión, su
concepto de lo que era real se derrumba y comienza a crearse otro. La confusión que crea el cambio de realidades
en la película es el efecto creado por lo que la teoría literaria reconoce como metaficción.
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Es esencial señalar la importancia del espacio en la creación de este efecto que hace al
espectador cuestionar su propia realidad. Este espacio juega un rol importante para crear el
«efecto de realidad» (González, 1997: p. 30), que sirve como base para que los personajes
interactúen. En el caso de esta película, quizás simplificando la explicación, existen dos espacios diferentes, que constituyen dos planos de realidad completamente distintos. El primer
espacio es el mundo que se representa como «real», donde viven todas las personas que
ven el programa de Christoph. Dentro de ese primer espacio, esta encapsulado el segundo
espacio, que es el mundo en el que viven Truman y todos los otros actores de la serie de televisión. Eso en sí demuestra los dos diferentes planos de realidad: uno, el mundo ficticio de
Truman (real para él como personaje), y el otro, el mundo real, en el que viven todos. Quizás
es más difícil abordar este punto con respecto al personaje de Christoph, que es un tipo de
dios para el mundo de Truman y también es valorado, en su mundo «real», por ser el creador
y genio detrás del programa. Para el espectador, Christoph es el único que tiene el poder de
llevar a los espectadores a la vida de Truman, y de continuar haciendo creer a Truman que
está viviendo una vida normal y real. Sabiendo esto, uno puede ver que la diferencia entre
los dos espacios contribuye a la diferencia entre los dos planos de realidad… sin olvidar que
nosotros también somos espectadores.
Volvamos a nuestra pregunta: ¿la realidad es concreta y definida, o subjetiva y maleable? Según lo anterior, la realidad puede construirse … O al menos ése es el efecto que esta
metapelícula crea en el espectador. Después de ver que Truman se da cuenta de que ha
estado viviendo en una ficción toda su vida, nos pone a cuestionar si la realidad que nosotros
conocemos es, verdaderamente, una realidad. Ya que Truman vivió toda su vida creyendo firmemente que lo que vivía era la realidad, al darse cuenta de que no, toma la decisión de ir a
conocer la verdadera realidad. Este cambio de realidad crea en el espectador un sentido de
paranoia y escepticismo, llevándolo a cuestionar todo a su alrededor y a buscar respuestas
sobre su realidad «concreta». Según esto, la realidad se muestra relativa. Es decir, la realidad de Truman era un mundo utópico, mientras que la realidad de Christoph era una muy
diferente, estando constantemente entre las dos realidades y manipulando una de ellas a su
antojo. Esto ya abre las puertas a la posibilidad de admitir la existencia de varias realidades
aparte de la que uno conoce en la vida cotidiana. No todos tenemos (no podemos tenerla)
la misma perspectiva sobre la «realidad».
En una película como ésta, se pone al espectador en la situación de cuestionar la realidad cuando se le muestra que es posible que dos realidades diferentes coexistan sin conocerse. El espacio nos ayuda a ver cómo nuestro entorno físico refuerza nuestro conocimiento
de la realidad, y nos muestra que en diferentes entornos físicos, los individuos tendrán
diferentes realidades. En una sociedad en la que no se conoce la navegación aérea, un
avión no es parte de la realidad, porque, aunque para otros los aviones existen, para esa
sociedad hipotética no es así. Es notable que en el cine o en la comodidad de nuestro hogar
ante una pantalla, la representación del juego entre espacios diferentes pueda generar un
efecto de duda y desconfianza sobre la realidad al espectador, que hace que cuestione su
propio mundo, buscándole una respuesta definitiva, cuando lo único que se necesita saber
es que quizás no la hay.
Texto citado
GONZÁLEZ, Mercedes L. 1997. Leer Textos Narrativos. [2 de Diciembre del 2007]
Disponible en Web: http://www.filosofiayliteratura.org/
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CABU
Los dibujos de Jean Cabut, caricaturista y dibujante francés conocido bajo el seudónimo de
Cabu, que ilustran hoy nuestra Universalia forman parte de la exposición «Cabu y París» efectuada en el Hôtel de Ville de la ciudad París, hace justamente un año.
Cabu nace el 13 de enero de 1938 en Châlons-sur-Marne, en Francia. Desde los 15 años
comienza a mostrar sus primeras ilustraciones en el diario regional L’Unión de Reims. Por los
años sesenta colabora con la publicación Paris-Match. Y en 1962, inspirado en sus recuerdos
de cuando era estudiante, inventa bajo los consejos de René Goscinny (creador, junto al dibujante Albert Uderzo, de la tira cómica Astérix y Obelix) un personaje caracterizado en un torpe,
soñador e ingenuo liceísta: «El gran Duduche», en la portada de esta edición. Entre los años 70
y 80, Cabu tuvo un renombrado éxito, editando abundantes libros y orientando su arte hacia
la caricatura política.
Sus dibujos desde entonces se han divulgado en el Charlie Hebdo, Le Canard Enchaîné,
Ici Paris, Jazz Hot, Rallye, Rock & Folk, Candide, Le Journal du dimanche, France Soir, ParisPresse, Le Figaro, Le Figaro littéraire, La revue de médecine, Nouvel Observateur, Le Monde,
Ciné-Revue, Action, Jours de France, Pariscope, CFDT syndicalisme, 20 ans, Le Journal de la
maison, Journal des messageries maritimes, la Gueule Ouverte, Charlie mensuel, Politique
hebdo, La Grosse Bertha…
Damien Sausset nos dice, en el folleto que acompañó esa exposición, que «decenas de caricaturas y dibujos satíricos han llevado a Cabu a abrir los ojos sobre la mediocridad de nuestra
sociedad y sobre la pequeñez de nuestros gobernantes».
Por su parte, Cabu opina que un dibujante no tiene necesidad de galerías, «los periódicos son
las verdaderas galerías. El dibujo permite mostrar la belleza pero también el sufrimiento y eso necesita una verdadera difusión. Yo considero mis dibujos como testimonios. Es por esa razón que
no soy un colorista… el blanco y negro es, sin duda, lo que va mejor con mi sensibilidad». Para
Cabu el dibujo es un arma que dispara, se expresa y es, al mismo tiempo, caricatura, reportaje,
ilustración, tira cómica…
Cabu, sensible y burlón, apasionado por el jazz y amante de la ciudad, dichoso ante la
exposición «Cabu y Paris», señala que la misma le permitió presentar todo ese trabajo tan
importante y quitarse un poco la etiqueta política que tiene pegada a la piel.
Fuente
Cabu et Paris, Connaissance des Arts,
H.S. Nro. 296, Mairie de París, 2007
y París
et Paris
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