INFORME DE LA COMISIÓN DEONTOLÓGICA DEL COLEGIO DE MÉDICOS DE TOLEDO ACERCA DE LA NUEVA LEY DEL ABORTO Y OBJECIÓN DE CONCIENCIA La entrada en vigor de la ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo1, junto con la normativa autonómica que regula la objeción de conciencia2,3,4, ha creado una manifiesta inquietud entre el colectivo médico por sus implicaciones deontológicas obvias que esta comisión de Ética y Deontología del Colegio Oficial de médicos de Toledo ha analizado en su reunión del 31 de agosto de 2010. 1- LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA UN ACTO DE EXCELENCIA ÉTICA En primer lugar, desde esta comisión de Deontología queremos dar nuestro apoyo, respaldo y compresión a todos los colegiados que, en su deber de cuidar y respetar la vida del ser humano desde los primeros momentos de su desarrollo, han presentado su objeción de conciencia ante las autoridades sanitarias. Nos parece un acto que manifiesta la gran altura humana y ética de la profesión médica. Nuestra profesión ha estado siempre orientada por unos principios reconocidos milenariamente. Es una profesión deontológica, entendiendo por tal aquella sometida a unos deberes que, tradicionalmente, ha tenido por objetivo el bien del enfermo. A ello dedicaron por completo sus vidas los médicos que nos precedieron, quienes mediante el cumplimiento de las obligaciones hacia sus enfermos alcanzaban satisfacción y reconocimiento. Los sucesivos códigos deontológicos han reconocido el respeto a la vida, la búsqueda de la excelencia moral y las virtudes humanas como pilares de la ética médica. Las nuevas leyes sanitarias han ido reconociendo la autonomía del sujeto, dotándole de capacidad de decisión para aceptar o rechazar la asistencia sanitaria que se le ofrece, hecho meritorio en las sociedades maduras y democráticas; sin embargo, la capacidad del médico de rechazar acciones contrarias a su conciencia, ha ido quedando pobremente definida en ellas. La objeción de conciencia es algo consustancial con la Ley orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. 2 Orden de 23/06/2010, de la Consejería de Presidencia y Administraciones Públicas, de creación de un fichero con datos de carácter personal de la Consejería de Salud y Bienestar Social. 3 Orden de 21/06/2010, de la Consejería de Salud y Bienestar Social, por la que se establece el procedimiento de objeción de conciencia a realizar la interrupción voluntaria del embarazo. 4 Nota Interior de la Gerencia de Atención Primaria de 5 de julio de 2010 sobre Actualización de última hora en el procedimiento de información ley aborto, en la que se dice “En este cometido no existe la posibilidad de objeción de conciencia por parte del profesional sanitario” y que “ no quedará registrado ningún dato de la consulta en la historia clínica electrónica de la paciente”. 1 1 sociedad actual, donde el pluralismo ético debe aceptarse como una realidad privilegiada en las sociedades democráticas, a la que han de sacrificarse otros valores, de alta funcionalidad y eficacia, pero de dignidad ética inferior. 2 - LA NUEVA NORMATIVA SUPONE UN CAMBIO EN LA RELACIÓN MÉDICOPACIENTE La reciente normativa autonómica sobre el modo de proceder para dar la información ante la solicitud de una Interrupción voluntaria del Embarazo (IVE) (Aborto) supone un cambio profundo en el modo de desarrollar la relación médico-paciente. La Comisión de Ética y Deontología de nuestro colegio, ha valorado los principales conflictos éticos que pueden aparecer en su aplicación. Dado que disponemos del informe de la asesoría jurídica hemos obviado hacer referencia a los aspectos jurídicos. En ese sentido, la relación médico-enfermo promueve entre sus compromisos una información veraz y suficiente en cantidad y calidad, sin la que el sujeto capaz nunca podría tomar una decisión verdaderamente libre. La normativa, de la ley de salud reproductiva y sexual, sobre la información que se debe proporcionar a la mujer ante la posibilidad de someterse a un aborto, rompe los principios que inspiran la doctrina del consentimiento informado, recogidos en la ley 41/2002 básica reguladora de la autonomía del paciente. Facilitar en un sobre cerrado la información decidida por la Administración, como se pretende, es cuanto menos frío y distante con una mujer que se está planteando una decisión seria y que puede tener secuelas importantes en su vida. Para dar la información de este modo, la mujer no necesitaría acudir a su médico, sino que podría recoger el sobre en cualquier delegación de los servicios de Salud, oficina de Correos o a través de la web de las consejerías de sanidad mediante el DNI electrónico. Proporcionar la información de esta manera es contraria al proceder ético del médico, supondría consagrar normativamente la desinformación como medio de obtener el consentimiento y, por tanto consideramos es un proceder claramente objetable por parte de cualquier profesional sanitario, y más aún si la información que proporciona es contraria a sus convicciones morales. La ley de salud sexual y reproductiva que recientemente ha entrado en vigor, plasma como derecho de la mujer la posibilidad de terminar con su embarazo bajo su libre decisión, sin otros límites, durante las primeras 14 semanas. Pero la decisión nunca será libre si no es suficientemente informada. De otro modo se estaría dando cuerpo normativo a la figura del, porqué no llamarlo así, "consentimiento desinformado". Es muy dudoso que nuestros legisladores hayan querido eso. Pero lo que es seguro es que la aplicación de la ley de libertad sexual en ese sentido chocaría frontalmente con la ley de Autonomía del paciente y claramente contra los principios éticos y deontológicos de nuestra profesión. La consecuencia inmediata más próxima: el quebranto de una relación de confianza. 2 La comisión de Deontología está en la obligación de dejar claro que cualquier normativa que quebrante o deteriore la relación de confianza médicopaciente contribuirá al deterioro de una práctica clínica correcta y de calidad. 3 - OBJECION A LA OBLIGACION, IMPUESTA POR LA ADMINISTRACION, DE DAR INFORMACION SOBRE CUESTIONES DE SALUD CONTRARIA A LOS PRINCIPIOS MORALES DEL MEDICO Independientemente de que el motivo de la objeción sea personal, las comisiones deontológicas debemos siempre apoyar inequívocamente al que la ejerza por motivos de conciencia verdaderamente ciertos, sinceros, graves y fundamentados. Por otra parte, consideramos que la nota interior de la Gerencia de Atención Primaria de Toledo es, además de contraria a la ética y a la legalidad vigente, unilateral, innegociable en tanto que contraria a un derecho fundamental de la persona y claramente intimidatoria. Esta comisión muestra su preocupación y rechazo ante la interpretación hecha por la administración de lo que es considerado un derecho fundamental. Por todo lo comentado, desde esta comisión deontológica apoyamos a aquellos médicos, de cualquier especialidad, y dadas las especiales circunstancias en que se encuentran, —ante la nota interior de la Gerencia de Atención Primaria de 5 de julio de 2010— a los médicos de atención primaria, que objeten a la obligación impuesta por la administración, de dar una información sobre practicas medicas contrarias a su conciencia y que forman parte de una cadena de actos necesaria para la realización las mismas. Qué decir de la indefinición de la actuación ante menores de 16 y 17 años, cuya decisión de informar a la familia se deja por completo al médico. ¿Quién apoyará a éste en aquellos casos en que existan problemas serios consecuencia del aborto y no se haya informado a los padres?. Por otro lado, ¿De qué medios dispone el médico de Primaria para saber si un embarazo está en su semana 12, 14 o 16? 4 - DEBER DE GARANTIZAR QUE LOS DATOS DE ACTUACIONES MÉDICAS FIGUREN EN LA HISTORIA CLÍNICA Y LA CONFIDENCIALIDAD DE LOS MISMOS Se indica también en la ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo y en la normativa autonómica, que no se deben registrar los datos de la mujer en su historia clínica electrónica para salvaguardar la confidencialidad. Hecho que, por un lado, no deja de resultar un contrasentido al tener que ocultarse de modo casi vergonzante lo que la actual ley ha constituido en un derecho, aunque pueda no gustar o resulte rechazable por gran parte de la sociedad y por muchos miembros de nuestro colectivo. Por otra parte, el deber de secreto forma parte del núcleo más esencial 3 de la relación médico-enfermo, por lo que esta recomendación de no registrar los datos nos lleva a preguntarnos si no significa esto un reconocimiento inequívoco de la vulnerabilidad de los sistemas de registro informático, al menos como están actualmente implantados. No debemos olvidar tampoco, que la asignación de un código disociado de los datos de la paciente puede suponer problemas reales muy serios en el manejo cotidiano de un paciente. Desde esta comisión Deontológica debemos exigir que se garantice la confidencialidad de los registros de todos nuestros pacientes, sin que eso suponga limitar la anotación de datos básicos de salud en la historia clínica al uso. 5 – LOS REGISTROS DISCRIMINACIÓN . DE OBJETORES COMO POSIBLE MODO DE Manifestamos también, nuestro rechazo ético al registro autonómico de objetores. Lo lógico, al amparo de la eficiencia que debe gobernar la administración de recursos públicos, hubiese sido que la administración sea la que busque los mecanismos necesarios para dar las prestaciones que considere oportunas, sin violentar la conciencia de los profesionales. En cualquier otra circunstancia, de forma habitual, se intenta encontrar a los profesionales que deseen realizar la actividad que se pretender desarrollar y se crea un registro de los mismos, no a la inversa. Exigimos que, conforme a los más elementales procederes democráticos recogidos en abundante normativa nacional e internacional, se evite la menor discriminación contra el médico objetor, para lo cual es imprescindible que desaparezca cualquier tipo de registro de los profesionales que manifiesten sus convicciones éticas contrarias a la práctica objetada. 6 -Ayudas a la mujer embarazada: Desde esta Comisión echamos de menos la existencia de políticas activas de ayuda a la mujer embarazada en nuestra comunidad, independientemente de la estatales y de las específicas para las personas con discapacidad. Toledo, 31 de agosto de 2010 Comisión de Ética y Deontología Médica del Colegio de Médicos de Toledo 4