COMENTARIO DE UN TEXTO DE PLATÓN República I)

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Eduardo Teillet Roldán Departamento de Filosofía. IES Victorio Macho. Palencia.
COMENTARIO DE UN TEXTO DE PLATÓN
Parágrafo 15 del Libro VII de República de la Antología de textos.
I)
Se trata de un texto de carácter ontológico y también epistemológico, pues toma en
cuenta los distintos modos de conocimiento en relación con los distintos objetos sobre
los que éste puede versar.
Podemos considerar que el tema del que trata es la dialéctica.
El objetivo de Platón aquí es el de distinguir entre el método dialéctico, como
procedimiento propio para alcanzar el conocimiento de la esencia, y otras formas de
saber, como la geometría o aquellas conectadas con el mundo sensible. Su tesis
podemos decir que es: la dialéctica es el único saber firme porque prescinde de la
información empírica y permite obtener conocimiento de lo que es real.
II)
Una vez establecido que el propósito de Platón es marcar la diferencia entre ciencia y
opinión y entre el ser y el devenir, afirmando que existen saberes propios de uno y de
otro tenemos que ver de qué manera estructura esta tesis básica de su pensamiento,
que no es otro que su dualismo, tanto en lo referente a lo que hay (dualismo
ontológico) como en lo referente al modo de conocer y al conocimiento que se obtiene
(dualismo epistemológico)
Podemos considerar que el texto se divide en cuatro partes. La primera abarca hasta
la tercera línea (“cada cosa.”) Aquí Platón define la dialéctica como el método capaz
de llegar a la esencia de las cosas. La esencia de las cosas son las Ideas y en el lugar
más alto desde el punto de vista ontológico está la Idea del Bien.
La segunda parte presenta de qué manera la dialéctica se diferencia de aquellos
saberes que tienen por objeto el devenir y se proponen, no el descubrimiento de lo que
es en sí mismo, ni están guiados por la búsqueda exclusiva y desinteresada de la
verdad, sino que son saberes técnicos, cuyo objeto es la satisfacción de los deseos y
necesidades humanas y están regidos por la opinión. Su cometido consiste en
manipular, transformar y producir objetos sensibles, ya sean naturales o artificiales.
Los conocimientos necesarios para procesar el mundo sensible han sido extraídos de
la experiencia y sirven a propósitos empíricos. Su criterio básico de corrección es la
utilidad y la satisfacción. Siempre que los resultados de la aplicación de los
conocimientos técnicos resultan útiles de acuerdo con los criterios y opiniones
humanas, se consideran válidos.
Hay que tener cuidado en esta parte del texto, pues Platón nos está hablando de los
dos segmentos más bajos de la línea. Distingue entre dos tipos de artes: a) las que se
ocupan de las opiniones y deseos de los hombres y b) las que tienen por objeto la
fabricación y/o mantenimiento de productos. Platón se está refiriendo aquí a la
producción de imágenes (conjetura) y a la manipulación y transformación de objetos
sensibles (creencia). En el primer caso se trata de aquello que nos entretiene o nos
divierte. Se trata del terreno de las artes plásticas: pintura, escultura, teatro, literatura,
incluso cine o televisión, cometiendo un anacronismo. En el segundo caso Platón
engloba la tecnología al servicio de necesidades y propósitos humanos de bienestar o
de dominio de la naturaleza: la agricultura o la ganadería, además de las técnicas
necesarias para el tratamiento de los metales o la construcción, tanto de edificios
como de máquinas.
Platón no descarta por completo estas artes, pero considera que carecen de lo que
distingue a la dialéctica, que es la capacidad de dar cuenta de la naturaleza de o real,
Eduardo Teillet Roldán Departamento de Filosofía. IES Victorio Macho. Palencia.
de lo que es en sí, del mundo inteligible. El objetivo de estas artes no es el
conocimiento puro, sino que son saberes instrumentales.
La tercera parte analiza otra clase de artes. Son aquellos conocimientos que
alcanzan algo del ser, que atisban algo del mundo inteligible. Se refiere a la geometría,
que nos sitúa en el pensamiento discursivo, que es un nivel cognitivo intermedio entre
la opinión y la inteligencia. No obstante, la geometría no alcanza una comprensión de
las Ideas. En efecto, el geómetra es consciente de que el objeto de su discurso no son
los cuerpos físicos pero tampoco sabe que el fundamento de su ciencia son las
realidades sustanciales e inteligibles que Platón llama las Formas o Ideas. Por eso
dice que la geometría capta lo real como en un sueño, sin la inteligencia y la luz
propias del estado de vigilia. En este sentido la geometría es un saber más cierto que
las tecnologías que tienen por objeto lo sensible, pero aún carece de la claridad de la
dialéctica, que es el saber supremo. La geometría trata a las Ideas como hipótesis,
como supuestos: se supone que no trata de objetos sensibles y que trata de formas
inmateriales, pero no se llega a entender qué clase de realidad tienen estas formas
ideales.
La cuarta parte es una especie de resumen de por qué la geometría está destinada a
ser un saber incompleto: porque se sirve de lo real sin tomarlo como tal. Se toma
como principio algo que es real pero sin saber que es real. Sus demostraciones y
razonamientos son formalmente correctos, pero carecen de la dimensión ontológica
necesaria que llevaría a comprender por qué la verdad depende de lo real. Por eso
dice: “¿qué posibilidad hay de que el asentimiento a tal razonamiento pueda
convertirse alguna vez en ciencia?”
III)
Método: Se refiere naturalmente al método dialéctico, al modo de llegar a entender el
mundo de las ideas, la estructura de la que depende el orden del mundo sensible. El
método dialéctico consiste en reducir lo plural, lo múltiple a lo uno. El dialéctico, dice
Platón, tiene una mente sinóptica, es decir, de conjunto. La dialéctica es el
procedimiento para ir separando la realidad y poniéndola en relación con aquello que
le da su ser. Poner las cosas en relación con su esencia, con su idea. Saber qué es
algo es saber qué idea ejemplifica. Por eso decimos que cuando no sabemos algo no
tenemos ni idea. Pero las Ideas de Platón no eran un fenómeno mental ni tienen
ninguna realidad mental o psicológica.
La meta de la dialéctica es el conocimiento de la Idea de Bien. Por eso lo filósofos
deben ser lo gobernante, capaces de orientar la acción política en la dirección del Bien
verdadero, no de lo que a los ciudadanos les parece que está bien u opinan que es
bueno.
La esencia de cada cosa: Es la Idea, que es lo que hace a las cosas ser lo que son. El
mundo sensible no es real según Platón, porque está sometido al devenir y se
encuentra entre el ser y el no ser porque carece de permanencia y de estabilidad. No
obstante, los patrones que dan cierta estabilidad a lo sensible, la regularidad o la
legalidad del mundo físico, apunta según Platón, a la existencia de un orden metafísico
que no puede ser sino inmaterial (no confundir con espiritual, que Platón no dice esto)
y accesible mediante la razón pura. Por eso es inteligible.
Comprenden algo del ser: comprender algo del ser es captar, aunque
insuficientemente, lo real, el mundo de las Formas, que es lo que hace la geometría. El
ser es lo que es siempre, siguiendo a Parménides, de manera que lo que está
sometido al devenir no es en sentido propio. El conocimiento presupone el ser. La
verdad presupone lo real.
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