La fe sin Obras es Letra Muerta

LA FE
Fe es creer. ¿En qué y en quién? ¿Cómo hacer para creer? y como lograr la
coincidencia entre creer y hacer las cosas, es de lo que vamos a hablar hoy.
Paso 1. La confianza en nosotros mismos para dejar de beber y aprender a
vivir.
Con nuestra sola voluntad y sin ayuda. Salvarse por sus propios recursos. A
lo mejor estos aa tienen razón. ¿Dispuesto a cualquier cosa? Los instintos se
revelan. Creer en mi significo la completa derrota.
Paso 2. Nos han convencido. Algunos no queremos creer. Otros no
podemos y los que creemos en el no tenemos fe en que haga este milagro.
Toma las cosas con calma, un amigo mío que era………toma en cuenta
estas tres cosas: 1.- aa no te exige que creas en nada, los 12 pasos son
sugeridos. 2.- no hay necesidad de abarcarlos todos. 3.- solamente, mente
abierta.
Cuando deje de discutir, empecé a ver y sentir. No se la ocasión o el día en
que empecé a creer. Hay innumerables caminos en busca de la fe, cada
quien encontrara el suyo, si observa y escucha.
Fe en mí ya no, ahora si en el grupo, en un principio es suficiente para dejar
de beber. Para los que han perdido la fe o que la han rechazado y los que
nunca la tuvieron.
La indiferencia, las fantasías de la autosuficiencia, los prejuicios, la terca
oposición. El que se aparta de la fe entra en una gran confusión. También
nosotros de niños nos apartamos de nuestra fe, pensábamos que éramos
honrados, tolerantes y justos, ambiciosos y trabajadores.
Lo que fue para nosotros la juventud y el éxito material.
Entonces tuvimos que buscar nuestra fe perdida. La educación intelectual,
los progresos científicos. El don de la fe, la fe que obra. Los hartos de la
religión, la biblia y sus representantes.
Nuestra característica, ser desafiantes. Por lo que no nos concedió, nunca la
voluntad de dios siempre la nuestra. La fe es confianza no desafío. Pero la fe
sola no es suficiente, tiene que haber obras en cualquier circunstancia.
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Dispuestos a pagar con toda la humildad lo que nos pudiera costar.
El que tiene fe y bebe, cree en dios pero cree que dios no cree en él. La
solución depende de la calidad más que de la cantidad de la fe. El alcohólico
y las buenas intenciones es un enigma. Nuestra casa en orden para que la
gracia de dios pudiera entrar a nosotros y expulsar la obsesión de beber.
Nunca habíamos examinado nuestra conciencia, ni habíamos reparado el
daño a quien se lo habíamos causado, ni habíamos dado nada a otros ser
humano, sin exigir algo o esperar alguna recompensa. Ni habíamos rezado
como se debe de rezar. Concédeme mis deseos en lugar de hágase tu
voluntad.
Del amor a dios y del amor al prójimo, no teníamos la menor comprensión.
Vivíamos engañados.
Paso 3. La puerta que parece estar cerrada y bajo llave. La buena voluntad.
Este es el camino hacia una fe que obra. Los dos primeros pasos requieren
reflexión y aceptación. Del tercero en adelante para obtener la fe que obra,
se requiere acción continua y positiva. Tener fe y dejar a Dios fuera de
nuestras vidas.
Lo importante es meter la llave de la buena voluntad en la cerradura. Lo
importante es la insistencia.
Al intentar quedarse con nosotros está practicando el tercer paso, sin darse
cuenta. Con respecto al alcohol está bajo cuidado del grupo. Pero en todos
los demás aspectos de su vida no se deja, quiere conservar su
independencia.
Los instintos y la lógica refuerzan el egoísmo y así frutan el desarrollo
espiritual. Más dispuestos en la dependencia de un poder superior nos hace
más independientes. La independencia del espíritu.
La dependencia de la electricidad y sus consecuencias cuando falla.
Nuestra actitud con respecto a nuestra independencia mental o emocional.
Nuestra inteligencia y nuestra fuerza de voluntad.
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La mirada y la imagen al espejo cuando la queremos hacer de dios. Los
resultados de la autosuficiencia. la ira, el miedo la desintegración familiar.
Cada grupo de la sociedad quiere tener la razón.
Admitimos nuestra derrota, adquirimos los rudimentos de la fe. Ponemos
nuestras vidas al cuidado de un poder superior.
La dependencia espiritual contra la dependencia emocional excesiva hacia
los padres o de cualquier persona o cualquier circunstancia.
Los que fueron a la segunda guerra mundial ¿porque hubo menos recaídas y
borracheras emocionales que en los que no fueron?
Se da cuenta que tiene otros problemas además del alcohol, no los puede
solucionar, ni siquiera puede progresar en ellos. Se siente
desesperadamente infeliz y pone en riesgo su recién lograda sobriedad.
Al pensar en el ayer siente remordimiento y culpa, siente amargura ante
quien odia o envidia. Los problemas económicos le preocupan, recuerda
todo lo que perdió.
No lo va a solucionar con solo valor y voluntad. Necesita depender de algo o
de alguien, su amigo, su padrino y el grupo.
Tiene que cultivar la buena voluntad, una vez adquirida está dispuesto a
someterse a los principios espirituales de nuestro programa y así a la
voluntad de Dios.
En todo momento de trastornos emocionales e indecisiones, podemos hacer
una pausa, pedir tranquilidad y en la quietud decir simplemente “Dios,
concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor
para cambiar las que sí puedo y sabiduría para reconocer la diferencia”.
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