RESEÑA Technology and Human Vulnerability: A conversation with MIT´S Sherry Turkle Sin lugar a duda la tecnología en nuestros días ha alcanzado un alto nivel de desarrollo y su participación en la vida cotidiana de los seres humanos es cada vez mayor. Pasamos gran parte del día utilizando aparatos electrónicos y somos, en la mayoría de los casos, dependientes de ellos. Es razonable, entonces, que surja la pregunta de cómo seguirá el desarrollo de la tecnología, que avances e innovaciones habrá y que ocurrirá en el futuro cercano. Sin embargo la psicóloga y socióloga Sherry Turkle (quién ha investigado cómo influye la tecnología en la identidad humana) nos propone analizar la cuestión desde otro punto de vista: ¿Cómo está afectando a la sociedad y a los individuos en particular este avance tecnológico? Sugiere y cree sumamente necesario tener en cuenta los efectos psicológicos que provoca el uso de la tecnología, es decir, no sólo lo que las nuevas tecnologías hacen por nosotros sino también lo que hacen con nosotros. En una entrevista hecha por el editor de HBR, el señor Diane Coutu, Turkle analizó y opinó sobre algunos de los efectos que tiene la tecnología sobre los seres humanos. En primer lugar habló sobre los cambios culturales resultantes del desarrollo de la misma, y señaló que hubo cambios notables en los hábitos cotidianos. La gran mayoría de la gente está en constante contacto con aparatos tecnológicos y desarrolla, consiente o inconcientemente, una relación casi de intimidad con ellos. Es evidente que la tecnología está propagada por todos los ámbitos, modificando incluso nuestra forma de pensar en las cosas, nuestros “hábitos mentales”. No es una excepción la educación: dio el ejemplo del Power Point, que se usa para dar clases en universidades y colegios. Señaló que, aunque no niega que es útil, no permite el desarrollo de otras habilidades que todos deberíamos adquirir como la conversación, así como tampoco fomenta el diálogo ni la participación en clase. Definitivamente máquinas y robots, están revolucionando nuestra forma de relacionarnos, pensar, trabajar, descansar y hasta sentir. Creamos a los robots a imagen propia, nos conectamos con ellos fácilmente y luego somos 1 emocionalmente vulnerables a esa conexión. Creamos aparatos emocionalmente poderoso, aunque los calificamos de “juguetes teconológicos.” Se refirió también al uso cotidiano de los aparatos electrónicos. Opinó que éstos ya pasaron a formar parte de las vidas de todos los que los poseen y hasta llegó a generar una gran dependencia, tal es así que no nos extrañaría ver a alguien desesperado porque su aparato electrónico fue dañado ya sea definitiva o temporalmente. Afirma que la tecnología dejó de ser una simple herramienta, para pasar a ser, en algunos casos, una extensión de nosotros mismos, indispensables para poder realizar la gran mayoría de nuestras actividades cotidianas. Otros de los fenómenos importantes que mencionó es el de la posibilidad de crear vidas virtuales paralelas. Explicó que este tipo de “juegos” tienen que ver en muchos casos con “reflejarse a uno mismo”, la computadora ocuparía el rol de espejo. Estos usuarios descubren en sus vidas virtuales deseos que tal vez desconocían, tienen un concepto de computadora como “segundo yo”. En ese espacio tienen la posibilidad de enfrentar dificultades personales y lidiar con problemas sin resolver, una y otra vez. Señala también que el factor de la sociabilidad juega un papel importante: muchos de estos usuarios no están satisfechos con sus vidas sociales. .Estos tipos de vidas virtuales suelen ser desarrolladas por muchos adolescentes y el problema está en que la mayoría de los padres no tienen idea de qué es lo que tiene a sus hijos tanto tiempo sentados en la computadora, y simplemente se quejan calificándolos de “adictos”. Cuando el periodista le preguntó a sherry turkle qué tanto afectaban los avances tecnológicos nuestra manera de pensar, ésta se refirió nada mas y nada menos que a la manera de pensarnos a nosotos mismos, como seres humanos. Hoy en día existen mascotas electrónicas capaces de responder a muestras de afecto humanas, aparatos que se presentan como si tuviesen emociones y necesitasen de nuestro cuidado y cariño. Como consecuencia los sentimientos parecen estar devaluados, o , como sherry prefirió expresarlo, no ser suficientes para establecer una diferencia notable entre máquinas y seres humanos. Es por eso que la gente se refugia en la biología para mantener esa distinción: nuestro cuerpo, nuestra sexualidad, nuestra sensualidad. El problema con esta nueva visión de lo que nos distingue es, según Sherry, que no es tan claramente distintiva como parece en tanto usemos materiales biológicos para crear máquinas o usemos partes de máquinas en el cuerpo, lo cuál ya esta sucediendo. Terminó diciendo que las 2 nuevas tecnologías nos desafían a repensar qué significa para nosotros ser auténticamente humanos. Con respecto al futuro de las mascotas robots la entrevistada insiste en que la pregunta no es si los niños llegarán a querer mas a éstos que a sus padres, sino qué significará el amor en si mismo. Con respecto a las relaciones de ternura que los ancianos y los niños podrían entablar con los robots mascotas y los robots “humanizados”, señaló que esta posibilidad de compromiso emocional con una criatura inmortal debería plantearnos preguntas dramáticas. Siguiendo con la temática de los niños, agregó que la diferencia entre los juguetes de antes y los de ahora es que un juguete tradicional, como una muñeca Barbie, le ofrece al niño la posibilidad de expresar y ponerse en contacto con lo que está en su mente, mientras que un juguete moderno, como el AIBO ( un perro robot de sony), da la apariencia de tener una mente propia. Por esta razón, explica, algunos chicos tienen a cansarse rápidamente de los robots. Sheery Turkle no solo mencionó algunos de los efectos que pueden llegar a causar la tecnología, sino que también analizó los problemas que pueden afectar a la sociedad. Uno de los problemas de la sociedad (opinan) es el narcisismo, que involucra la soledad y un gran miedo a mostrar la intimidad. Tanto Internet como las vidas virtuales, siguen fomentando esto, ya que ofrecen la ilusión de una “soledad en compañía”, de una relación de intimidad que no exige compromisos. Además, este mundo paralelo que se crea en donde el usuario se siente cómodo para desenvolverse y hacer cosas que no puede hacer en la vida real, demuestra que esas personas tienen serios problemas para resolver cuestiones de la vida social, eso es lo que se esta reflejando, y deberíamos prestarle mas atención. Otra de las cosas que le preocupa a Turkley es que cuando hablamos de la diferencia entre lo real y lo virtual, no solo el límite es difuso, sino que hasta se llega a preferir lo virtual. Puso como ejemplo, que en un parque de Disney, Animal Kindom , en donde los animales que habitan son reales, muchos se llevaron una gran decepción porque estos animales no eran virtuales y, aunque es una contradicción, los hacia menos reales, porque ya estaban acostumbrados a ver las formas y todo lo que hacían los “falsos animales”. Esto se debe a que, en algún punto, la esencia del cocodrilo ya no es el cocodrilo vivo sino su simulación. 3 Con Internet y la posibilidad de múltiples identidades, se perdió el concepto de autenticidad .Hoy en día no solo podemos tener más de una faceta, sino que también es posible (y hasta normal) que cambiemos nuestro verdadero cuerpo, mediante cirugías estéticas, para poder vernos mejor. Turkley opina que efectuar cambios de ese tipo nos aleja de quienes realmente somos, y que hoy en día en la medida en que la distinción entre lo real y lo falso se hace mas difuso, la identidad es vista como algo maleable. La entrevistada también considera peligroso el distanciamiento que se está produciendo entre los seres humanos, para nosotros, este problema es de vital importancia. A causa de la tecnología se están perdiendo, cada vez mas, las relaciones humanas personales ya que permite: entablar relaciones por Internet, simplificar la comunicación (es más sencillo hablar por teléfono o por Chat que verse), que tanto máquinas como robotes especializados tengan contacto “humanizado” con las personas (dió el ejemplo de robotes que trabajan en hospitales para cuidar ancianos enfermos), que las máquinas sean quienes hacen el trabajo que deberían hacer los hombres, etc. Vemos que la tecnología esta abarcando todos los campos, inclusive aquellos que deberían ser ocupados preferentemente por seres humanos. Esto, según la profesional, no es conveniente, ya que hay puestos que se basan y necesitan de la creación de relaciones: propone pensar, antes de actuar, que aspectos pueden ser mejorados por la tecnología. Como cierre de la entrevista, Sherry Turkley, revela su desafío y comenta qué otras cosas deberían mejorarse. Como desafío propone el ayudar a que en el desarrollo de la tecnología se pueda seguir un propósito humano y luego elegir como hacerlo parte de nuestras vidas diarias. Explica que ese propósito son las relaciones, e insiste en la importancia de la autenticidad: no pueden crearse máquinas que aparenten ser algo que no son. Es decir, que no puede haber robotes que puedan decir la palabra “te amo”, si en realidad no pueden sentirla. La tecnología debe ocupar el lugar que le corresponde y no irrumpir sin medir las consecuencias en campos que le corresponderían al hombre. 4 5