jóvenes profesionales con familia dejan la ciudad para vivir en

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JÓVENES PROFESIONALES CON FAMILIA DEJAN LA CIUDAD PARA VIVIR EN
COMUNIDAD Y DE MANERA AUTOSUSTENTABLE
SE INSTALAN LAS ECOALDEAS EN CHILE
Cansados del consumismo y el estrés dejaron la ciudad
para construir una sociedad donde
prime la familia, el cuidado del medio ambiente y la permacultura.
Parece un retorno al pasado. Ellos creen que sin cambio de hábitos,
no habrá futuro posible.
Héctor, su esposa y sus cuatro hijos, viven en una casa de dos pisos hecha de barro,
madera y muros que tienen en su interior botellas y bolsas plásticas que sirven como
aislantes. Comen hortalizas de una huerta construida en forma de espiral, ya que así
aprovechan las relaciones simbióticas de las plantas y se evitan los fertilizantes.
También, tienen un gallinero móvil que les permite fertilizar distintas partes de su
terreno, y un baño seco, que aseguran no libera olores, ni atrae moscas y que después de
un proceso de varios meses, les permite usar las heces como fertilizante para los árboles.
Su opción de vida no es en solitario. En el mismo predio conviven con una familia
amiga, con la que formaron la ecoaldea Maiwe. Una de las 20 comunidades similares
instaladas en Chile y cuyos propietarios pretenden demostrar que es posible llevar una
vida sin consumismo ni devastación del medio ambiente.
En el mundo ya son miles. De hecho, todo partió en los ’60 con los hippies, pero
evolucionó cuando en los ’70, Bill Mollison y David Holmgren publicaron
"Permaculture One". El libro que le da soporte teórico y soluciones prácticas a la vida
en comunidades ecológicas.
En los noventa, un grupo de personas de todo el mundo definió estrategias para la
difusión de esta práctica, organizándose en una red mundial denominada GEN (Global
Ecovillage Network), y hoy son todo un movimiento que predican con el ejemplo.
La casa en la pradera
Héctor había dejado su trabajo como profesor universitario y paralelamente se había
acercado a la meditación. Cuenta que muchos caminos lo llevaron al mismo lugar:
Águila Sur, a sólo 45 minutos de Santiago en la comuna de Paine.
Allí instaló su casa, sumó a una familia amiga y partió la comunidad. Más numerosa es
la ecoaldea El Manzano, de Cabrero, donde viven cinco familias. No se congregaron
intencionalmente en el lugar, pero se organizan para producir alimentos orgánicos.
Francisco Oyarzún, que participó en el último encuentro nacional de Ecoaldeas,
efectuado en octubre de 2008 en la comuna de María Pinto, dice que "el mayor temor es
que los confundan con una secta". Algo que definidamente no son. "Cada comunidad es
autónoma, no se sigue a ningún gurú, se rechazan los fundamentalismos y se tolera todo
tipo de creencias siempre que estas respeten la vida", argumenta.
Además no son cerrados. El Manzano, tiene una ecoescuela donde dictan talleres de
permacultura, ecología y reciclaje, abiertos a la comunidad. Al igual que Eluwn, aldea
ubicada en Loyca, cerca de Melipilla, que según Gustavo Lerner -uno de sus miembrosdurante el año reciben a 400 personas.
Al contrario de lo que podría pensarse, no rechazan la tecnología. "Lo importante es no
ser esclavos de ella", asegura Gustavo. En Maiwe aún poseen luz eléctrica, página web
y llegan a su hogar en auto. Como muchas otras comunidades aspiran a ser
completamente autosustentables, como la ecoaldea Argentina Gaia, que se abastece de
energía solar y eólica.
Permacultura, la clave
La clave de toda eco aldea es la permacultura, una forma de diseño de comunidad que
imita los patrones de la naturaleza, aprovecha los recursos locales y propone un tipo de
organización horizontal (ver dato). En cuanto a la salud, promueven el yoga y uso de
medicinas alternativas, pero no descartan la tradicional en caso de enfermedades graves.
Para la enseñanza tampoco hay una formula rígida. Se recomienda educación en casa,
pero Héctor por ejemplo, envía a sus hijos a una escuela rural. Y, ya que él y su esposa
son profesores, no descartan en el futuro crear su propia eco escuela.
Aunque saben que vivir en una eco aldea no es para todos, quieren que se masifique.
Por eso Oriana Villaroel, integrante del Instituto Chileno de Permacultura, prefirió
quedarse en Santiago. Cree que aún falta mucha conciencia por sembrar en la ciudad.
De hecho, no tienen miedo a que aparezcan mega comunidades. "Por lo que observa en
la naturaleza los ecosistemas más grandes son los más auto sustentables".
CLAVES DE LA PERMACULTURA
►Entorno construido: Usan la bioarquitectura, es decir, utilizan elementos que estén en
el entorno.
►Herramientas: Lo ideal es usar energías renovables, reciclar todo y usar tecnologías
que no dañen el medio ambiente.
►Administración de la tierra: Su agricultura es ecológica y biodinámica. Ponen límites
a su consumo.
►Tenencia de la tierra: La tierra se administra de forma comunitaria y la gobernación
es colaborativa, como asociaciones de vecinos.
►Finanzas y economía: Algunos venden sus alimentos en las ferias. Abogan por el
comercio local y justo. Practican la agricultura de responsabilidad compartida y se
reparten los excedentes.
►Salud y bienestar espiritual: Promueven las medicinas holísticas y alternativas.
►Cultura y educación: Lo ideal es la educación en casa. Se motiva la investigación y
experimentación.
Fuente: LaNación.cl
Por Sofía Fernández
Fotografía Fuente: bligoo.com/media/users/3/184298/images/public...
Publicado: Enero 2009
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