ARTE DEL SIGLO XIX 1.- Introducción. Romanticismo: Delacroix; Realismo: Courbet.

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ARTE DEL SIGLO XIX
1.- Introducción. Romanticismo: Delacroix; Realismo: Courbet.
2.- Arquitectura. Historicismos. Edificios de hierro y cristal. El Modernismo.
3.- Impresionismo: Monet, Renoir, Degas. Las esculturas de Rodin.
4.- Postimpresionismo: Cézanne, Gauguin y Van Gogh.
Como preludio al arte contemporáneo explicar al alumno el sentido de cambio
perpetuo que impera en el terreno artístico a lo largo de los siglos XIX y XX, como
reflejo de una sociedad deseosa de encontrar nuevas soluciones a los problemas que
acuciantemente se le presentan.
De entrada, Romanticismo y Realismo se convierten en una actitud ante la vida.
Enfocar el Romanticismo como una pose adoptada por los artistas que quieren escapar
de la sociedad burguesa decimonónica. El Realismo, tendencia doctrinaria y fanática,
sobrepasó las fronteras del arte para extender su lucha a la vida política y militar. Sus
protagonistas van a ser mayoritariamente fieles republicanos entregados a la clase
trabajadora. Consecuentemente los artistas otorgan prioridad a la vista sobre otros
principios abstractos de forma y composición, contenido emocional o narrativo. Este
énfasis será asimismo esencial en la formación del Impresionismo. Estúdiense ambos
movimientos a través de la obra de Delacroix y de Courbet.
Los cambios del mapa europeo tras la caída de Napoleón y el advenimiento de la
burguesía al poder provocan un fuerte interés por conocer las raíces históricas
medievales, que tienen su reflejo en la revitalización de los estilos históricos:
neorrománico, neogótico, neobizantino, etc. Hacia mediados de siglo se llega
progresivamente a la delimitación de función y estilo que es característica de la
arquitectura del Eclecticismo.
Pueden estudiarse como ejemplos el Congreso de los Diputados y la Basílica de
Covadonga, entre otros. Los problemas estilísticos que preocupaban a los arquitectos
del siglo XIX encontraron una primera respuesta en la estética del Modernismo, en la
cual se enlazan el culto al naturalismo y la aplicación de la tecnología del hierro. Pueden
estudiarse estos planteamientos en las obras principales de Victor Horta y Antonio
Gaudí.
Finalmente advertir las grandes aportaciones, basadas en la experiencia óptica
directa de la luz y del color, que al terreno pictórico ofrecen los impresionistas: Monet,
Degas y Renoir; incluyendo como colofón del movimiento la figura escultórica de
Rodin. Del postimpresionismo estudiar a sus tres grandes protagonistas, haciendo notar
que de estos maestros surgirán otras tantas direcciones que tomará la pintura del siglo
XX: Cézanne y el cubismo, Van Gogh y el expresionismo, y Gauguin, que abrirá los
cauces del fauvismo, ingenuismo y primitivismo.
ARQUITECTURA
En la arquitectura de fines del XIX y principios del XX conviven las siguientes
tendencias:
Eclecticismo: Es sobrio, tradicional, mezcla (ecléctico) los órdenes clásicos y crea otros
nuevos, de manera grandilocuente, supuesto que se identifica con la forma de pensar de
las oligarquías más conservadoras. En Madrid se construyen siguiendo este estilo buena
parte de las sedes bancarias y de edificios de los ensanches de casi todas las capitales de
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provincia españolas. En Córdoba, son los de la plaza de Las Tendillas y de las calles
Cruz Conde, Concepción y Claudio Marcelo.
Neorománico, Neogótico, Neomudéjar: Se trata de estilos que enlazan con las
corrientes artísticas del Romanticismo y sobre todo de los nacionalismos que buscan
con ahínco los orígenes históricos de sus comunidades y rastrean en el acervo cultural
medieval como cuna supuesta en la que se iniciaron sus peculiaridades. Son auténticas
copias de los mencionados estilos sólo diferenciadas de ellos por los materiales más
modernos que emplean (cemento) y el menor peso de la erosión por ser más recientes.
Los edificios de la exposición iberoamericana celebrada en Sevilla en 1929 son de este
estilo, con especial protagonismo de Aníbal González.
Modernismo: Se subdivide en el industrial (Exposición Universal de Paris de 1900),
más propio de ingenieros como Eiffel (1832-1923), que emplea el hierro masivamente y
en algún caso también el cristal; y el Art nouveau o modernismo propiamente dicho,
identificado con las burguesías más dinámicas, emprendedoras y cosmopolitas. Este
último es un arte muy decorativo que retoma las enseñanzas barrocas y el uso abundante
de las curvas desde un punto de vista que podríamos llamar ecologista ya que los
motivos de decoración son vegetales, florales, insectos, dragones o cabezas de mujeres
jóvenes de cabellera desplegada. Es una arquitectura tremendamente escultórica y de
una creatividad desbordante. Emplea el ladrillo, el cemento, los modelados de escayola,
el hierro forjado, el bronce, la cerámica vidriada, el cristal emplomado y la madera que,
por primera vez, se acaba a color natural. El máximo representante es Gaudí (18521926), genio no superado en el que se funden todas las corrientes artísticas de su época
y de las anteriores, especialmente las medievales y barrocas. Crea una arquitectura
nueva con materiales reciclados y con estructuras portantes (pilares y arcos elípticos)
inspiradas en la disposición natural de los troncos de los árboles y según los criterios
marcados por maquetas realizadas boca abajo que distribuyen por gravedad las cargas y
la dirección de los pilares y arcos.
ESCULTURA
Impresionismo: A fines del s. XIX se impone el Impresionismo con la máxima figura
de Rodin (1840-1917) quien el tema humano individual o en pequeño grupo
centrándose más en las apariencias que en las formas reales. Contrapone un finísimo
modelado con zonas sin desbastar para que la luz cree en nuestra retina la forma
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definitiva, como digno continuador de lo ya avanzado por Miguel Ángel. Desarrolla el
expresionismo formal creativo.
PINTURA
Romanticismo (1ª ½ del s. XIX) y Realismo se convierten en una actitud ante la vida.
El siglo XIX, hasta mediados, está marcado por la restauración absolutista, las
revoluciones liberales nacionalistas de 1820, 30 y 48 y el pujante desarrollo de la
revolución industrial. El Romanticismo es una corriente que se desarrolla en esa época
desde una doble vertiente conservadora o progresista, siempre con la vista atrás en la
historia y con el predominio de la vía sentimental de actuación como alternativa a la
razón. Los conservadores miran atrás anhelando el Antiguo Régimen. Los progresistas,
liberales, nacionalistas buscan en el pasado las raíces históricas que fundamenten el
hecho cultural diferencial como baza de su lucha contra los estados imperiales que los
someten. El auge del sentimiento como vía de conocimiento se usa por los
conservadores como alternativa al racionalismo de los liberales, herederos de la
Ilustración. Los más progresistas, usan el camino sentimental, casi como un precedente
de las actuales corrientes ecologistas, como una vía de escape al raciocinio que
caracteriza esa revolución industrial pestilente y avasalladora y esa sociedad burguesa
hipócrita y monótona. Abandonan el mundo greco-romano del neoclásico y será la Edad
Media y el “mundo oriental” musulmán el marco cronológico que consideran ideal. El
Romanticismo tiene una visión idílica de los tiempos pasados y una visión trágica de los
que les toca vivir. Les encanta la muerte -muchos se suicidan muy jóvenes- y la vida
intensa del placer, los duelos y la revolución. El dinamismo dominante se expresa
mediante composiciones diagonales, líneas serpentinatas, poses melodramáticas, luces
tenebrosas y ambientes exóticos. Delacroix retoma los aportes coloristas de Rembrandt
y Rubens. Pinta ambientes musulmanes de la recién conquistada Argelia.
El Realismo (2ª 1/2 s. XIX) opta por una vía de conocimiento exclusivamente racional,
liberal, republicana y comprometida con la clase trabajadora. Continuadores de la
actitud de los grandes pintores de la revolución francesa, como David, creen que sus
facultades artísticas deben estar al servicio de la causa revolucionaria. Esta misma
corriente será tomada al pie de la letra por los dirigentes de la revolución soviética. El
dibujo y el figurativismo toman prioridad para definir claramente lo que pretenden
denunciar o ensalzar que no es otra cosa que las condiciones de la clase obrera.
Courbet, Millet y Gericault. Realismo social
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El Impresionismo.- Se inicia en Paris, a partir de la Exposición de 1874. Considera la
realidad como una apariencia transitoria ofrecida al contemplar las cosas. Lo que existe
es una serie de infinitas realidades creadas subjetivamente por el espectador, la luz y los
reflejos de los cuerpos al ser contemplados. Podría decirse que estuvieran influidos por
aquella idea de fugacidad y cambio de las cosas que Heráclito expresaba diciendo que
nunca nos bañamos en el mismo río. Se basa en descubrimientos científicos del
momento en cromatografía y fotografía: los colores se intensifican con su
complementario, se forma un secundario en la retina con sólo yuxtaponer dos colores
primarios (rojo, verde y azul). Emplean colores puros (los que no tienen blanco ni negro
como los del círculo cromático y sus mezclas) basados en la técnica de división del
tono. Las pinceladas sueltas crean vibraciones cromáticas. De cerca se observa una
mancha, a distancia, se conforma en un sinfín de reflejos. Los artistas constituyen la
bohemia, un grupo de amigos rompedores, conscientes de ser la vanguardia francesa y
mundial.
Características: Principio básico: la realidad que captamos no es única sino múltiple;
no es permanente sino cambiante. La realidad es la apariencia de las cosas en el
momento de ser contempladas.
Algunos de los factores que influyen en su desarrollo son:
Descubrimiento de la fotografía: composiciones con nuevos encuadres (perspectivas
cortadas, superación del concepto de punto de fuga único, etc.); el fotógrafo tiene una
visión instantánea de la realidad al igual que el pintor, pero éste busca lo fugaz y lo
inacabado frente al detallismo del fotógrafo.
Las nuevas teorías científicas, especialmente las nuevas leyes ópticas y del color
establecidas por CHEVREUL: este científico descubrió “la ley de contrastes
simultáneos" que ya había sido advertida por Delacroix. El color no depende
exclusivamente de él mismo, sino de los otros colores que le rodean, exaltándose o
amortiguándose con ellos.
Divulgación de las estampas japonesas, especialmente por su brillo y colorido y por la
presentación de nuevos encuadres.
La teoría empírica de la sensación como única fuente válida de conocimiento.
La LUZ es la auténtica protagonista del cuadro: los objetos sólo se ven en la medida en
que la luz incide sobre ellos. Por eso se prefiere la pintura al aire libre ya que permite
captar la visión momentánea y fugaz de los efectos producidos por la luz.
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No existen formas ni colores permanentes sino formas y colores mudables en función de
la luz que reciban.
Al ser los cuadros un simple efecto de luz, un mismo tema se puede representar varias
veces y siempre de forma distinta con tan sólo cambiar la luz (su intensidad, su ángulo
de incidencia, etc.).
En cuanto al COLOR, utilizan la técnica de la división de colores, que consiste en no
mezclar los colores en la paleta sino en aplicarlos en su estado puro para que sea la
retina del espectador la que los mezcle.
Los colores complementarios (violeta, verde y naranja) se consiguen por la combinación
de los primarios (amarillo, rojo y azul).
Los colores se aplican en pequeñas pinceladas, cortas y yuxtapuestas.
La gama de colores es muy reducida con lo que los cuadros adquieren una
extraordinaria luminosidad y claridad.
Los colores se refuerzan además mediante la aplicación de la ley de contrastes
simultáneos de Chevreul.
No emplean colores oscuros; desaparecen las sombras negras que se reducen a espacios
coloreados con colores complementarios. En consecuencia, desaparecen los contrastes
de claroscuro y el dibujo se suprime o queda reducido a trazos disueltos entre el color.
Para captar mejor las vibraciones de la atmósfera rehuyen cualquier retoque de las
pinceladas y prefieren las manchas pastosas y gruesas. Pinceladas sueltas aplicadas con
pincel, espátula, los dedos, con el mismo tubo; toques yuxtapuestos de colores claros
que serán distintos en cada pintor: en forma de comas en Monet, netos en Cézanne, en
puntos en Seurat y Signac, largos y llameantes en Van Goght.
Temas: la pintura impresionista es puramente sensitiva, el tema es algo accesorio, sirve
sólo de soporte para el color. Se representan paisajes (tanto rurales como urbanos)
escenas tomadas de la vida bohemia y burguesa, retratos, rechaza la pintura histórica,
mitológica o religiosa.
Antecedentes: Se pueden considerar como tales todos los pintores preocupados por la
luz: desde Velázquez y Goya hasta los paisajistas ingleses y franceses. El precedente
más inmediato es Manet.
Monet refleja el mar y el paisaje, pero no le interesa el asunto sino los cambios que
experimenta según le incide la luz. Pinceladas sueltas aplicadas en forma de comas.
Pisarro, primero impresionista y luego puntillista. Manet, buen realista antes que
impresionista. Se entusiasma con la nueva técnica impresionista y desarrolla temas
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tópicos españoles, copiando a Velázquez
y Goya. Emplea una iluminación clara.
Yuxtapone los colores sin tonos intermedios y la figura humana es esencial para él.
Degas sale del círculo neoclásico de Ingres al entrar en el Impresionismo e interesarse
en lo momentáneo. Muy interesado por el movimiento. Pinta el mismo tema (bailarinas
de ballet y escenas del hipódromo) en diferentes poses y condiciones de luz.
Renoir es el pintor que más se interesa por las formas, de ahí que represente
fundamentalmente retaros. Refleja la alegría de vivir, escenas de la bohemia (jóvenes
artistas divirtiéndose). Se interesa por el desnudo femenino, abundante en formas y de
carnes nacaradas.
EL Postimpresionismo.- Se inicia con el Salón de 1884 como una reacción a los
postulados del objetivismo visual del Impresionismo y optan por recuperar la
importancia del dibujo y la preocupación por captar no sólo la luz sino también la
expresividad de las cosas y de las personas iluminadas. Reaccionaron contra el deseo de
reflejar fielmente la naturaleza y presentaron una visión más subjetiva del mundo.
Seurat evoluciona del Impresionismo creando el Puntillismo, en lugar de pinceladas
largas, emplea pinceladas punteadas. Hay un deseo de emplear el color con criterio
científico. Es una técnica utilizada en la imprenta –carteles- y en las pantallas
electrónicas e impresoras actuales. Pisarro le llamaba “Impresionismo científico”. Van
Gogh alcanza el delirio de la luz y el color, gracias a la factura de larguísimas y
vigorosas pinceladas largas y llameantes, cargadas de materia, que hacen flamear los
cipreses y crean explosivos remolinos en los cielos. Es el “Impresionismo sentimental”.
Se especializa en paisajes, bodegones y retratos.
La reacción formalista.- Seurat progresa al intentar recobrar el valor perdido de la
forma, los volúmenes y las formas puras según criterios de proporción áurea. En el
Impresionismo las formas se pierden en beneficio de la impresión global que produce la
escena al contemplarla en conjunto. La reacción formalista recupera el interés por los
objetos concretos en lugar de la visión global. Cezanne se inició en el estilo de Ingres,
continuó impresionista y evolucionó hacia la recuperación de las formas puras de la
naturaleza: esfera, cono y cilindro. Todos los objetos intenta verlos bajo la influencia de
esas formas y, por ello, renuncia a lo secundario a favor de la forma y el volumen, pero
su actitud no es escultórica, ya que considera que no existen líneas sino contrastes de
color. “La forma es perfecta cuando el color está en su punto”. Se trata de una reacción
intelectual al puro goce colorista. Gauguin simplifica el color y lo dispone
uniformemente en grandes superficies, como se realiza en esmaltes y vidrieras. Utiliza
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colores planos, densos, sin transparencia. Son muy personales sus morados y amarillos.
La forma, delimitada por el dibujo, aflora en composiciones construidas y reposadas,
basadas en temas sobre la isla de Tahití y una visión idealizada de sus mujeres de un
supuesto paraíso perdido. Toulouse Lautrec, de familia noble, enano, deforme y
bohemio, refleja desde un ángulo triste y pesimista el “Paris la nuit” y sus bajos fondos.
Excelente dibujante, influenciado por la estampa japonesa, revaloriza la línea y
sincretiza en un flash los eventos de los que hace propaganda en sus geniales carteles.
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