El acoso escolar daña la salud física y mental a... severo sobre la salud del niño ya que sus efectos...

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El acoso escolar daña la salud física y mental a largo plazo
Martes, 18 de Febrero de 2014 09:42
El acoso escolar daña la salud física y mental a largo plazo El «bullying» tiene un impacto
severo sobre la salud del niño ya que sus efectos negativos se pueden acumular y empeorar
con el tiempo.
Las secuelas del
acoso escolar o «bullying» se prolongan durante la vida de la persona acosada. Y, cuanto más
largo y peor haya sido ese acoso, más grave y duradero será el impacto en la salud de un niño,
asegura un estudio del Hospital Infantil de Boston, EE.UU. que se publica «Pediatrics».
«Nuestra investigación muestra que el acoso escolar a largo plazo tiene un impacto severo
sobre la salud del niño y que sus efectos negativos se pueden acumular y empeorar con el
tiempo», afirma Laura Bogart. En su opinión, los datos refuerzan la idea de que se necesita una
mayor intervención sobre este tipo de acoso infantil en las escuelas «porque –sostiene- cuanto
antes evitemos el ‘bullinyg’, menos probable será que su efecto sea duradero y que deteriore
su salud futura».
El equipo de Bogart ha analizado los datos de 4.297 niños y adolescentes. Los investigadores
entrevistaron a los niños periódicamente acerca de su salud mental y física y sus experiencia
con el acoso escolar.
Mental y física
Así, comprobaron que el acoso a cualquier edad se asociaba con un deterioro de la salud
mental y física, un aumento de los síntomas depresivos y una baja autoestima. Aquellos niños
que había sido acosados de forma crónica en el colegio también reconocieron mayores
dificultades para llevar a cabo actividades físicas como caminar, correr o determinados
deportes. La peor situación era para aquellos que habían sufrido acoso en el pasado, pero que
seguían padeciéndolo en el momento del estudio.
Según los autores, el estudio refuerza la importancia de la intervención temprana para detener
la intimidación y, además, para tomar conciencia de la necesidad de intervenir de nuevo,
incluso si la intimidación no es permanente, con el objetivo de hacer frente a los efectos
persistentes.
«Cuando se habla de acoso escolar y de sus soluciones es imposible generalizar: no hay una
‘talla única’», señala la investigadora. Sin embargo, reconoce que «si ponemos ante los
maestros, padres y médicos las mejores prácticas basadas en la evidencia se podría ayudar
mejor a los que trabajan para ayudar a los niños a hacer frente a este grave problema y
disminuir el daño a alargo plazo que causa».
El «bullying» tiene un impacto severo sobre la salud del niño ya que sus efectos negativos se
pueden acumular y empeorar con el tiempo.
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El acoso escolar daña la salud física y mental a largo plazo
Martes, 18 de Febrero de 2014 09:42
Las secuelas del acoso escolar o «bullying» se prolongan durante la vida de la persona
acosada. Y, cuanto más largo y peor haya sido ese acoso, más grave y duradero será el
impacto en la salud de un niño
,
asegura un estudio del Hospital Infantil de Boston, EE.UU. que se publica «Pediatrics».
«Nuestra investigación muestra que el acoso escolar a largo plazo tiene un impacto severo
sobre la salud del niño y que sus efectos negativos se pueden acumular y empeorar con el
tiempo», afirma Laura Bogart. En su opinión, los datos refuerzan la idea de que se necesita una
mayor intervención sobre este tipo de acoso infantil en las escuelas «porque –sostiene- cuanto
antes evitemos el ‘bullinyg’, menos probable será que su efecto sea duradero y que deteriore
su salud futura».
El equipo de Bogart ha analizado los datos de 4.297 niños y adolescentes. Los investigadores
entrevistaron a los niños periódicamente acerca de su salud mental y física y sus experiencia
con el acoso escolar.
Mental y física
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El acoso escolar daña la salud física y mental a largo plazo
Martes, 18 de Febrero de 2014 09:42
Así, comprobaron que el acoso a cualquier edad se asociaba con un deterioro de la salud
mental y física, un aumento de los síntomas depresivos y una baja autoestima. Aquellos niños
que había sido acosados de forma crónica en el colegio también reconocieron mayores
dificultades para llevar a cabo actividades físicas como caminar, correr o determinados
deportes. La peor situación era para aquellos que habían sufrido acoso en el pasado, pero que
seguían padeciéndolo en el momento del estudio.
Según los autores, el estudio refuerza la importancia de la intervención temprana para
detener la intimidación
y, además,
para tomar conciencia de la necesidad de intervenir de nuevo, incluso si la intimidación no es
permanente, con el objetivo de hacer frente a los efectos persistentes.
«Cuando se habla de acoso escolar y de sus soluciones es imposible generalizar: no
hay una ‘talla única’ », señala la investigadora. Sin embargo, reconoce que «si ponemos
ante los maestros, padres y médicos las mejores prácticas basadas en la evidencia se podría
ayudar mejor a los que trabajan para ayudar a los niños a hacer frente a este grave problema y
disminuir el daño a alargo plazo que causa».
Fuente: ABC
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