La mujer como objeto de consumo y ocio masculino en los medios audiovisuales Carmen F. Morillo, consejera del Consejo Audiovisual de Andalucía I. INTRODUCCIÓN El debate sobre la conveniencia de regular la igualdad de género en el ámbito de los medios de comunicación y la publicidad ha estado presente desde hace décadas en la sociedad, si bien es un asunto controvertido sobre el que no se han alcanzado acuerdos normativos vinculantes en el derecho derivado europeo.1 El movimiento gestado en torno a la mujer y los medios de comunicación recibió un impulso definitivo en la IV Conferencia Mundial de Beijing (1995), donde se evidenciaron algunos problemas graves en relación con la difusión de estereotipos sexistas, de imágenes que perpetúan la violencia hacia las mujeres y la invisibilidad de éstas en los medios de comunicación, especialmente en los puestos decisorios y de responsabilidad. Naciones Unidas encomendó entonces a los gobiernos y organizaciones internacionales fomentar la idea de que los estereotipos sexistas que se presentan en los medios de difusión son discriminatorios para la mujer, degradantes y ofensivos y demandó medidas efectivas, que incluyan normas legislativas pertinentes, contra la pornografía y la proyección de programas en los que se muestren escenas de violencia contra mujeres y niños en los medios de difusión. Con el propósito de salvaguardar el derecho a la libertad de expresión y de respetar la libertad empresarial, tanto la ONU como la Unión Europea han recomendado la elaboración de directrices profesionales, códigos de conducta y otras formas de autorregulación que, por una parte, eviten la difusión de contenidos violentos, degradantes o pornográficos y, por otra, fomenten la presentación de imágenes no estereotipadas de hombres y mujeres. II. LA PROTECCIÓN DE LA IMAGEN Y LA DIGNIDAD DE LA MUJER EN NUESTRO PAÍS En España, el propio sector ha defendido siempre que la autorregulación, junto con la concienciación de la población, son los mejores instrumentos para mejorar la calidad de los medios y asegurar el respeto a los valores y principios que la sociedad propugna al tiempo que se garantiza la libertad empresarial, la libertad de expresión y de información. 1 La Directiva del Consejo de Europa por la que se aplica el principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres al acceso a bienes y servicios (2004) excluye expresamente en su artículo 3 a los medios de comunicación y a la publicidad, sectores que fueron eliminados de la primera propuesta porque los representantes de los medios sostenían que cualquier intento de regularles atentaba contra la libertad de prensa. El proyecto de Ley Integral de Igualdad de Trato que preparó el Gobierno socialista incidía también en la autorregulación como camino para asegurar que los medios traten por igual a hombres y mujeres. 1 Las leyes de igualdad y de prevención de la violencia de género de ámbito estatal y de la comunidad autónoma de Andalucía reconocen la responsabilidad de los medios de comunicación, su influencia social y la importancia de su contribución a los cambios sociales necesarios para hacer realidad la igualdad de derechos de hombres y mujeres pero nuestro ordenamiento jurídico, al igual que el derecho derivado europeo, ha otorgado a la autorregulación y al diálogo un papel relevante en lugar de prohibir o de establecer obligaciones positivas para erradicar los estereotipos, los tópicos y el lenguaje sexistas, así como todas aquellas representaciones degradantes y humillantes que constituyen un atentado contra la dignidad de la persona y contribuyen a la discriminación de la mujer. La autorregulación se ha definido como el conjunto de iniciativas, acuerdos, organismos, instrumentos y mecanismos relacionados con la actividad de los medios y orientados a garantizar que su actuación se ajuste a los valores y normas éticas que se consideran deseables.2 El problema es que, a diferencia de lo que sucede en otros países europeos, la autorregulación en nuestro país ha sido hasta ahora más aparente que efectiva y se ha constatado como un camino ineficaz e insuficiente para alcanzar los principios y valores que plantean nuestras normas jurídicas. La comunicación audiovisual nunca pueda incitar al odio o a la discriminación por razón de género o cualquier circunstancia personal o social y debe ser respetuosa con la dignidad humana y los valores constitucionales, con especial atención a la erradicación de conductas favorecedoras de situaciones de desigualdad de las mujeres. Igualmente, en nuestro país está prohibida la publicidad que utilice la imagen de la mujer con carácter vejatorio o discriminatorio.3 La cosificación de la mujer, el uso de su imagen como mero objeto sexual o de consumo masculino, la promoción en los medios audiovisuales de conductas favorecedoras de situaciones de desigualdad es incompatible con los bienes y valores jurídicos reconocidos en la Constitución y en las leyes. La imagen que de la mujer proyectan los medios audiovisuales no cambio tanto como cabría esperar teniendo en cuenta el volumen de recomendaciones y acuerdos internacionales o los avances legislativos que se han producido en nuestro país. Todos los informes y estudios evidencian que el actual marco regulador, el espectacular crecimiento del sector audiovisual en un periodo de crisis económica, el desarrollo de la Televisión Digital Terrestre y la aplicación de las nuevas tecnologías a los organismos de radiodifusión han agravado algunos de los problemas diagnosticados por Naciones Unidas en 1995. La Comisión Europea ha advertido en el 2010 al respecto que, lejos de mejorar, las imágenes y el idioma se han vuelto más ordinarios en los últimos diez años y que los medios audiovisuales están consolidando y reproduciendo las estructuras de poder y los roles establecidos en función del sexo.4 2 Hugo Aznar, profesor de Ética de la Comunicación de la Universidad Cardenal Herrera - CEU de Valencia. 3 Artículos 18.1 y 4.2 de la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de Comunicación Audiovisual. 4 Informe Beijing+15:La Plataforma de acción y la Unión Europea . Pag. 153 La mujer y los medios de difusión. 2 En la misma línea, la confianza sobre la contribución de los medios a la igualdad ha caído un 50% en nuestra comunidad, según los sucesivos Barómetros que desde el 2007 realiza el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA).5 La situación es aún más preocupante debido, a mi juicio, a tres razones: 1. La protección de derechos fundamentales justifica la necesidad de establecer reglas más estrictas en un sector con una enorme capacidad de influencia social, muy competitivo, complejo y de naturaleza económica. La autorregulación de los medios es en nuestro país una entelequia por lo que los poderes ejecutivo y legislativo no deberían delegar en el propio sector la salvaguarda de estos derechos y de los intereses generales de la sociedad. 2. Debido a las presiones del sector, el Ejecutivo ha renunciado a crear el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales, lo que convierte a España en el único país de Europa sin una autoridad reguladora de ámbito estatal. Sólo Andalucía y Cataluña han creado estas instituciones de control autónomas e independientes, con capacidad sancionadora, propias de democracias avanzadas. 3. Una ciudadanía acrítica y poco activa es un caldo de cultivo para que los criterios económicos prevalezcan sobre el interés social y la responsabilidad que la legislación atribuye a los medios. El paso dado en el 2004 para erradicar la publicidad discriminatoria por razón de sexo ha sido importante pero insuficiente, al igual que otros avances registrados en nuestro ordenamiento jurídico, como las leyes de igualdad y contra la violencia de género y la Ley General de Comunicación Audiovisual. Una redacción deficiente y un régimen jurídico que no establece infracciones ante el incumplimiento de las normas resta eficacia a los avances legislativos que se han producido en relación con los derechos de la mujer e impide que las autoridades audiovisuales ejerzan su potestad sancionadora. Ha servido, sí, para reducir la utilización burda, manifiestamente ofensiva y humillante pero no ha logrado erradicar el uso de la mujer como objeto de consumo y ocio de los hombres, como veremos a continuación. Básicamente, lo que hace el apartado a) del art. 3 de la Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de Publicidad es tipificar como ilícita un supuesto concreto de publicidad discriminatoria incluyendo los anuncios que presenten a las mujeres de forma vejatoria en el contexto de presentación de la mujer como mero objeto y de difusión de comportamientos estereotipados que, atendiendo a la literalidad del texto normativo, deben coadyuvar a la violencia de género.6 5 En el 2007, el 60% de la población opinaba que los medios estaban contribuyendo a alcanzar la igualdad de hombres y mujeres. La ciudadanía se muestra ahora sin embargo negativa: sólo el 33% considera que los medios fomentan la igualdad. 6 La LGP considera sólo ilícitos los anuncios que presenten a las mujeres de forma vejatoria, bien utilizando particular y directamente su cuerpo o partes del mismo como mero objeto desvinculado del 3 III. LA EXPERIENCIA DEL CONSEJO AUDIOVISUAL DE ANDALUCÍA El CAA es una autoridad reguladora de los medios audiovisuales que nace en el 2005 como institución independiente y paritaria, con potestad sancionadora, para velar porque los medios de comunicación audiovisuales respeten los principios constitucionales y estatutarios, cumplan la legislación y adopten las normas éticas y deontológicas necesarias para promover los valores que hoy propugna la sociedad. Entre sus diferentes funciones está la promoción de actividades, modelos sociales y comportamientos no sexistas en el conjunto de las programaciones que se ofrecen en Andalucía, así como en la publicidad que se emita.7 Siguiendo las recomendaciones y directrices de la Unión Europea, el Consejo ha realizado en sus primeros años de existencia diferentes estudios e informes sobre la imagen que de la mujer ofrecen los medios y ha intervenido para proteger dicha imagen, con el escaso margen que permite nuestro marco jurídico y deontológico. La promoción de la igualdad es desde 2007 una de las cuatro líneas estratégicas de trabajo junto a la protección de la infancia, la promoción del pluralismo y de la misión de servicio público de los medios audiovisuales. Los objetivos generales han sido: 1. Promover la transmisión de una imagen equilibrada, plural y no estereotipada de los hombres y mujeres en la programación. 2. Fomentar la autorregulación, especialmente la adopción de prácticas que contribuyan a erradicar la violencia de género y proteger a las víctimas. 3. Conseguir la regulación de la publicidad de servicios sexuales y de prostitución, que ha experimentado un notable incremento en el sector audiovisual ligado al uso de teléfonos y sms de tarificación adicional. 4. Generar metodologías para el estudio de las desigualdades de género, concretando indicadores sobre estereotipos aplicables a la publicidad. 5. Velar por el cumplimiento de la legislación, solicitando el cese de la publicidad ilícita e incoando y resolviendo los correspondientes procedimientos sancionadores por las infracciones de la legislación relativa a contenidos y publicidad audiovisuales. 6. Publicar cada año un barómetro audiovisual elaborado mediante la realización de encuestas sobre diferentes aspectos del sector. Se ha recabado, por ejemplo, la opinión de la ciudadanía sobre la emisión de pornografía en abierto, de publicidad de contactos sexuales y de prostitución, líneas eróticas y descarga de vídeos pornográficos, entre otros. El Consejo tiene asignada la obligación de impulsar el valor y el principio de la igualdad en el sector audiovisual mediante las diferentes funciones encomendadas y que abarcan tres grandes áreas. 1. La defensa de los derechos de la ciudadanía. 2. La vigilancia y control en el cumplimiento de las leyes. producto que se pretende promocionar, bien su imagen asociada a comportamientos estereotipados que vulneren los fundamentos de nuestro ordenamiento coadyuvando a generar la violencia a que se refiere la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. 7 Ley 1/2004, de 17 de diciembre, de creación del Consejo Audiovisual de Andalucía. Art. 4.7 Funciones del CAA. 4 3. La ordenación y regularización del mercado audiovisual. Los objetivos legales encomendados al Consejo se llevan a cabo mediante A. Su capacidad de ordenación y control de los contenidos emitidos en y para Andalucía, a través de la adopción de decisiones, instrucciones y recomendaciones que pueden ser vinculantes para los medios. B. Su potestad sancionadora. La institución cuenta en estos momentos con dos instrumentos esenciales para realizar sus funciones: 1. 2. El sistema de seguimiento y control de medios. El CAA graba cada año 379.000 horas de radio y televisión, de las que cataloga 86.200 para realizar estudios e informes. En estos momentos podemos acceder a los contenidos de 169 emisoras de radio y 136 de televisión. La Oficina de Defensa de la Audiencia, que recibe y tramita las quejas ciudadanas. Cuando en el 2007 iniciamos el seguimiento de los medios audiovisuales detectamos cuatro problemas graves en relación con el uso de la mujer como objeto de consumo y ocio masculinos: 1. Modelos y conductas sexistas en la programación infantil Hemos constatado mediante informes y estudios la emisión de telenovelas, series de dibujos animados y programas de entretenimiento que, en horario de máxima audiencia infantil, presentaban de manera acrítica conductas sexistas, fomentan la imagen de la mujer como objeto sexual y banalizaban la violencia de género. Entendemos que estos programas socavan el enorme esfuerzo que se está realizando para erradicar la violencia de género y promover la igualdad entre los menores de edad. En el 2008 reclamamos la modificación del Código de Autorregulación de Contenidos Televisivos e Infancia firmado por el Gobierno y las televisiones para fijar unos criterios orientadores precisos de calificación y señalización de la programación en relación con la protección de los derechos de la mujer, lo que aún no se ha producido. 2. Dificultades para intervenir en los supuestos de publicidad sexista Verdaderamente complejo está resultando salvaguardar los derechos de la mujer respecto a la difusión de publicidad discriminatoria y sexista pese a lo dispuesto en la legislación. No existen criterios universalmente válidos en materia de publicidad discriminatoria por razón de sexo. Tampoco se disponen de indicadores que permitan medir con precisión el sexismo y argumentarlo técnicamente. Los casos flagrantes e incontrovertibles son excepcionales porque en general el sexismo se presenta de forma sutil. 5 Los consejos audiovisuales nos vemos en la situación de pronunciarnos sobre la posible ilicitud de conceptos que como el estereotipo de género o la dignidad humana son jurídicamente indeterminados y se prestan a diferentes interpretaciones. La experiencia demuestra –como ya he señalado- que la legislación resulta inaplicable e ineficaz cuando sus previsiones se limitan a enunciar conceptos jurídicos indeterminados o dejan lagunas que impide sancionar a un medio de comunicación que fomenta la discriminación o difunde publicidad ilícita.8. Durante la tramitación de la LGCA, el Consejo Audiovisual de Andalucía planteó sin éxito al Gobierno de la nación, al Parlamento y a todos los grupos políticos que las previsiones normativas eran inconcretas e insuficientes para proteger los derechos de la mujer y solicitamos además la regulación de la publicación de servicios sexuales y de prostitución. 3. Aceptación social de la publicidad de servicios sexuales y de prostitución En el 2008 reclamamos al Gobierno y al Parlamento de Andalucía la regulación de la publicidad se servicios sexuales y de prostitución y en el 2009 elevamos esta petición al Ejecutivo estatal, al Congreso y al Senado al entender que esta publicidad no está amparada por la Constitución y es tremendamente dañina para el conjunto de la sociedad y, en particular, para las mujeres. Nuestra opinión, avalada por el Consejo de Estado, es que nada impide su prohibición al igual que se ha prohibido la publicidad del tabaco en los medios, por citar sólo un ejemplo.9 Realizamos un amplio informe que demuestra la elevada presencia de publicidad y chats de contactos sexuales y de prostitución en los medios audiovisuales, asunto del que hasta entonces no se había hablado ya que la polémica social en torno a este fenómeno se ha circunscrito a la Prensa escrita. Hay que mencionar que, salvo contadas excepciones, los medios de comunicación de otros países europeos han renunciado voluntariamente a los ingresos que pudieran percibir por una publicidad que hunde sus raíces en la esclavitud, el tráfico de seres humanos, la pobreza y la consideración de la mujer como objeto sexual. En Consejo Audiovisual de Andalucía estudió la posibilidad de encajar esta publicidad en los supuestos de publicidad ilícita enunciados en el art. 3 de la LGP, teniendo en cuenta que diferentes instituciones internacionales advierten que la prostitución vulnera la dignidad de las personas, supone una manifestación de la violencia de género y quiebra la libertad personal, incluso si se cuenta con la anuencia de las mujeres prostituidas que, en este país, tienen la consideración de víctimas. Consideramos que, aún ofrecida libre y voluntariamente, la oferta de servicios sexuales convierte a la mujer en mercadería y en un objeto de consumo que vulnera la 8 Según el artículo 61.2 de la Ley General de Comunicación Audiovisual, no se puede sancionar a un medio si la elaboración de contenidos comerciales que vulnera la dignidad humana o utilice la imagen de la mujer con carácter vejatorio o discriminatorio es ajena, lo que sucede en toda la publicidad comercial. En cuanto a los contenidos no comerciales, el artículo 57.1 exige que de forma manifiesta fomente el odio, el desprecio o la discriminación hacia la mujer. Esto supone que conceptos subjetivos como “odio”, “desprecio”, “discriminación” deben ir necesariamente asociado a una presentación “manifiesta” que también se presta a valoraciones arbitrarias. 9 http://consejoaudiovisualdeandalucia.es/actividad/actuaciones/informes/2008/01/infor me-012008-ponencia-sobre-la-emision-de-anuncios-de-conta 6 dignidad de la persona. Esta publicidad contribuye, a nuestro juicio, al tráfico ilegal de seres humanos, fomenta el proxenetismo y perjudica a los menores de edad, ya que no es posible asegurar que no accedan a estos anuncios. Remitimos un amplio informe con una muestra de los mensajes emitidos en televisiones locales de Andalucía a la Fiscalía Superior de Justicia de Andalucía.10 El Ministerio Fiscal dictaminó que, al no existir en el ámbito del Estado y de la Comunidad Autónoma de Andalucía una regulación específica, sólo podía considerarse ilícita la publicidad en horario infantil y que el Consejo debía valorar cada anuncio para determinar si vulneran los derechos de la mujer: Serían ilícitos aquellos mensajes que promuevan la discriminación de la mujer frente al hombre, la situación de dominio en el ámbito sexual, conductas humillantes y de alguna otra forma, bien por las frases en que se concrete el anuncio o por la imagen, se favorezca este tipo de abusos o de violencia sobre la mujer. El Ministerio de Igualdad solicitó dos años después un informe al Consejo de Estado sobre la regulación de la publicidad de prostitución en la Prensa escrita. El 9 de marzo de 2011, el órgano asesor emitió un dictamen que respaldaba todos los argumentos esgrimidos por el CAA. El Consejo de Estado no sólo considera necesaria la regulación de la publicidad de servicios sexuales en los periódicos sino que ha recomendado al Gobierno la elaboración de una ley más ambiciosa, que erradique estos anuncios de los medios audiovisuales y que abarque también la publicidad de locales que directa o indirectamente ofrezcan estos servicios, de teléfonos eróticos y de videoclubs pornográficos, contenidos que proliferan en nuestros medios11. El Consejo Audiovisual de Andalucía ha incoado 23 expedientes sancionadores por emisión de publicidad de servicios sexuales y de prostitución en horario infantil. Hemos aprobado también una instrucción que amplía el concepto de publicidad de servicios sexuales a los chats televisivos que ofrezcan o demanden contactos.12 Nada impide sin embargo su libre emisión en radio y televisión entre las 22 y las 6 horas y, mucho menos, a través de Internet o de los medios escritos. 4. Erradicación de los contenidos pornográficos España ha permitido hasta el 2010 la libre difusión de contenidos pornográficos en televisión, limitando su horario de emisión entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana. El Consejo Audiovisual de Andalucía evidenció en el 2008 que nuestro país estaba incumpliendo la directiva comunitaria que prohíbe taxativamente la emisión de contenidos pornográficos, por lo que la Comisión Europea abrió expediente a partir de los informados publicados por el CAA. La LGCA resolvió esta situación. El CAA ha incoado hasta ahora nueve expedientes sancionadores por emisión de contenidos 10 Diligencias informativas nº 6/2008 de la Fiscalía Superior de Justicia de Andalucía de Granada El Consejo de Estado cita como referente el informe emitido por el Consejo Audiovisual de Andalucía el 10 de enero de 2008, manifestando que comparte sus conclusiones en relación con la regulación de esta publicidad en televisión. 11 12 http://consejoaudiovisualdeandalucia.es/actividad/actuaciones/instrucciones/2010/07/i nstruccion-sobre-publicidad-de-servicios-de-contactos-p 7 pornográficos y siete por difusión de sexo explícito en horario infantil, imponiendo multas de hasta 300.000 euros. Hemos erradicado totalmente la difusión de películas pornográficas pero las franjas horarias nocturnas se han trufado de contenidos eróticos, publicidad de descargas de video, líneas calientes, chats sexuales etc concebidos para el ocio masculino en torno a la imagen de la mujer como objeto sexual. La pornografía es otro concepto jurídico indeterminado, de ahí que en ocasiones resulte difícil distinguirla nítidamente del erotismo. Para ello, el CAA ha aprobado unos criterios interpretativos que permitan identificar los contenidos pornográficos, estableciendo un diálogo con el sector que ha permitido además trasladar en Andalucía a altas horas de la madrugada contenidos que sin lugar a dudas cosifican la imagen de la mujer, convirtiéndola en objeto de consumo sexual.13 5. La televisión conectada, un nuevo desafío Internet ha propiciado la convergencia de espacios compartidos complejos y emergentes en los que confluyen programas audiovisuales, comunicaciones comerciales y redes sociales que está provocando un enorme cambio en el consumo televisivo. Estamos en un proceso de tránsito hacia la denominada televisión híbrida, que brinda grandes oportunidades pero que plantea importantes desafíos.14 Se prevé que, dentro de diez años, la audiencia de televisión on line supere a la TDT, es decir, los ciudadanos recibirán mayoritariamente sus programas de televisión vía Internet en lugar de por aire. El botón rojo del nuevo mando que incorporan los modernos aparatos de televisión permite acceder a la radiodifusión tradicional y la conexión de todos los dispositivos. Es decir, se puede elegir un programa a la carta para empezar a verlo en el salón y seguirlo en el teléfono móvil, la tableta o la consola al mismo tiempo que se participa en las redes sociales. Los expertos aseguran que esta mediamorfosis supone el regreso al futuro de la televisión, que ya revitalizó la TDT con la multiplicación de oferta de canales. En la estrategia trazada por la Unión Europea para el desarrollo de las TIC, la televisión inteligente se percibe como un nuevo modelo de negocio que generará riqueza y empleo, que favorecerá la libertad y el pluralismo de los medios de comunicación audiovisual y que, por lo tanto, debe potenciarse pero garantizando unas condiciones óptimas de competitividad y de regulación para salvaguardar intereses sociales de importancia primordial, entre los que se encuentran la protección de los menores de edad y la prohibición de la instigación al odio por razón de raza, sexo, religión o nacionalidad. IV. RETOS INMEDIATOS EN EL SECTOR AUDIOVISUAL 1.- Alfabetización mediática de la población. Teniendo en cuenta la complejidad y naturaleza de los nuevos servicios de comunicación audiovisual, la Comisión Europea y las autoridades reguladoras consideran prioritario promover la alfabetización 13 http://www.consejoaudiovisualdeandalucia.es/search/apachesolr_search/pornografia. Ver Informe de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y al Comité de las Regiones sobre la aplicación de la Directiva de Servicios de Comunicación Audiovisual (Directiva 2010/13/UE). 14 8 mediática. Educar a los menores de edad para que desarrollen la capacidad de acceder, comprender y evaluar críticamente distintos aspectos de los medios de comunicación y de la publicidad, contribuyendo a que la población conozca la reglamentación. La alfabetización mediática es uno de los ejes de actuación del Consejo Audiovisual de Andalucía que ha abierto un debate para llevar esta iniciativa a la escuela.15 El poder que ya han demostrado tener las redes sociales, ejercido por una población crítica a través de la televisión conectada, podría lograr lo que no ha conseguido ni la regulación ni décadas de diálogo con los medios. 2.- Preservar valores y principios democráticos en la era digital. Es preciso seguir de cerca la evolución tecnológica. El Consejo Audiovisual de Andalucía se ha incorporado al grupo de trabajo de las autoridades reguladoras sobre la televisión conectada con el objetivo de hacer frente a los desafíos que plantea Internet y el imparable avance de las nuevas tecnologías. Su impacto en la comunicación, en el ámbito de la información y en la vida de la ciudadanía puede fortalecer pero también debilitar valores y principios que como la igualdad avanzan muy lentamente y no son aún asumidos por toda la sociedad. 3.- Impulsar una Ley General de Comunicación Audiovisual en Andalucía. Es imprescindible la traslación a la realidad de la comunidad autónoma de la legislación estatal y comunitaria sobre servicios de comunicación audiovisual, paso que ya ha dado Cataluña, lo que permitiría además mejorar la eficacia de las normas y la adaptación del Consejo Audiovisual de Andalucía a la nueva realidad de un sistema audiovisual convergente. Se da la paradoja de que la autoridad audiovisual autonómica sólo tiene competencias sobre los medios que dispongan de licencia administrativa, lo que deja sin vigilancia y control todos aquellos servicios de comunicación audiovisual que operen exclusivamente a través de Internet. Esta circunstancia también se ha resuelto en Cataluña, donde el Consejo Audiovisual ha creado un registro de medios en los términos previstos en la legislación16. 4.- Incorporar la corregulación como instrumento para mejorar los contenidos audiovisuales. Los organismos específicos de igualdad, las autoridades reguladoras y los gobiernos estatal y autonómico deben promover códigos de corregulación –un instrumento no empleado en España, a medio camino entre la regulación y la autorregulación- que, con parámetros científicos y consensuados, establezcan normas y criterios que comprometan a los medios de comunicación en la consecución de una sociedad más igualitaria y una publicidad libre de estereotipos sexistas. 15 http://consejoaudiovisualdeandalucia.es/actividad/actuaciones/recomendaciones/2012/01/recomendacio nes-del-caa-para-el-fomento-de-la-alfabeti 16 A efectos de aplicación de la Ley General de Comunicación Audiovisual, la definición servicio de comunicación audiovisual abarca a los medios de comunicación de masas en su función de informar, entretener y educar al público en general, incluyendo las comunicaciones comerciales que difundan. Excluye a todos los servicios cuyo principal objeto no sea proporcionar programas, es decir, aquellos cuyo contenido audiovisual sea meramente incidental y no constituya la finalidad principal. La Directiva 2010/13/UE, de 10 de marzo, define el concepto de servicio de comunicación audiovisual, que excluye a los periódicos digitales y las emisiones exclusivamente sonoras. La radio sí se ha incluido en la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de Comunicación Audiovisual que traspone la directiva a nuestro ordenamiento jurídico. 9