Sesión Plenaria "Creación de Valor y Distribución del Ingreso en la Argentina" La sesión plenaria “Creación de valor y distribución del ingreso en Argentina” contó con la participación del economista de IDESA Jorge Colina; del abogado constitucionalista Alberto García Lema; El director general de Cultura y Educación bonaerense, Mario Oporto y el investigador titular del CONICET, José María Fanelli. Los panelistas expusieron sobre cómo está repartida la riqueza en el país y coincidieron en que la educación es una herramienta fundamental para garantizar menor desigualdad. Colina sostuvo que un paso esencial para mejorar en la Argentina los niveles de equidad social y, al mismo tiempo, incrementar la competitividad del país pasa por orientar la carga impositiva sobre las ganancias personales liberando a las empresas de obligaciones fiscales. “La clave –argumentó– es que de este modo no se castiga a las empresas, sino que se cobra directamente a las personas. Por eso creo que hay que revisar la estructura impositiva de la Argentina, reduciendo las cargas sobre las empresas y volcando el peso sobre las ganancias de las personas”, añadió. Por otra parte, criticó el sistema laboral argentino porque presiona con “altas cargas sociales a las empresas y penaliza el despido”, pero al mismo tiempo deja “desprotegido” al trabajador una vez que pierde su empleo. “En otros países, como Dinamarca, es al revés. No hay prácticamente cargas sociales y no hay indemnización por despido exceptuando algunos casos muy específicos. Pero el seguro de desempleo es fuertísimo y establece que el trabajador desempleado debe cobrar 90 por ciento del salario durante 4 años”, ejemplificó. Como medida para paliar este proceso de deserción escolar de los adolescentes, Colina propuso seguir el modelo de “educación secundaria vocacional” y que prepara a los alumnos para el mundo del trabajo. Explicó que en este tipo de sistemas conviven una educación general que forma a los alumnos para el ingreso a la universidad y otra educación vocacional que los forma para el mundo del trabajo y que incluye prácticas en las empresas. A su turno, García Lema instó a analizar el proyecto de reparto de ganancias empresariales entre los trabajadores desde el punto de vista de la distribución y de la productividad, porque si esto atentara contra el crecimiento económico, en definitiva afectará a los propios operarios en el mediano plazo. Llamó a los sectores político, empresarial y sindical a “debatir hasta encontrar el consenso” ante el proyecto cegetista que prevé el reparto del 10 por ciento de las ganancias empresarias entre los trabajadores, porque esa es “la única salida”. Garía Lema dejó entrever que el reparto de las ganancias empresariales entre los operarios tiene rango constitucional desde la Reforma de 1957, año en el que la Convención Constituyente sumó el artículo 14 Bis. No obstante, aclaró que el proyecto cegestista y los otros dos que proponen el mismo fin aún no pasaron por la Comisión de Asuntos Constitucional del Congreso, que debe analizar si efectivamente la iniciativa está en línea con la Constitución Nacional. El abogado dijo que los diputados y senadores deben analizar cuál será el impacto de la iniciativa en el ámbito empresarial y como repercutirá en el bolsillo de los trabajadores. Instó a tener en cuenta que según la forma en que se lo apruebe podría afectar a las inversiones, porque en definitiva termina por encarecer los costos para quienes deseen poner en marcha un emprendimiento privado en el país. En tanto, el director general de Cultura y Educación bonaerense, Mario Oporto, sostuvo que el gran “desafío” de las políticas educativas consiste en lograr que el sistema sea al mismo tiempo “inclusivo y de calidad”, como paso para lograr una mayor “justicia social”. “Hay dos modelos que se deben evitar. Uno de ellos es promover la excelencia, hacer escuelas exigentes, pero al mismo tiempo provocar altos niveles de exclusión. El otro es todavía peor: inclusión a cambio de no enseñar nada y no exigir. El gran desafío es encontrar un modelo equitativo”, indicó Oporto. El funcionario bonaerense expuso durante el 46 Coloquio Anual de IDEA los principales desafíos que deben enfrentar las políticas educativas en el corto plazo, teniendo en cuenta que “este aspecto está íntimamente relacionado con la justicia social”. Oporto argumentó, entonces, que uno de los más importantes planteos que debe hacerse la dirigencia argentina es cómo funcionará “el financiamiento de la educación”, especialmente teniendo en cuenta que “el sistema va a crecer porque todos queremos que haya cada vez más chicos en la escuela durante más años”. “Por ejemplo, estoy convencido de que la escuela primaria de cuatro horas diarias ya no sirve. Vamos a tener que extender el horario de clases para que siga cumpliendo su función en forma completa. Ésa es la continuidad educativa de la Asignación Universal por Hijo. Y también necesitamos mejores escuelas y con más tecnología. Pero entonces hay que saber entonces cómo financiar todo eso”, puntualizó. Y ofreció cifras sobre el funcionamiento del sistema educativo bonaerense: la provincia destina el 38 por ciento del presupuesto a la educación y, de este modo, se transforma en la que mayor proporción de sus ingresos deriva al sector, pero al mismo tiempo, por cuestiones demográficas, es la que menos dinero destina por alumno. Finalmente, el investigador titular del CONICET, José María Fanelli, sostuvo que la Argentina está perdiendo la oportunidad de expansión que le está dando el mundo vía comercio por sus crónicos problemas internos como las políticas sociales deficientes, las reglas de juegos inestables, la inflación y el escaso crédito. El economista disertó en el marco del panel sobre Creación de valor y distribución del ingreso destacó la aplicación de la Asignación Universal por Hijo (AUH), la que calificó como “espectacularmente buena”, pero cuestionó que el país gaste en subsidios casi cuatro veces más que en políticas sociales apuntadas directamente a los sectores más humildes. Ante unos 800 empresarios que participaron del 46° Coloquio Anual del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), Fanelli afirmó: “Tenemos una oportunidad y probablemente la estamos desaprovechando”. Agregó también que la posibilidad de una sociedad mas inclusiva está, pero es una alta valla por saltar para el país sus políticas sociales aún deficientes. Fanelli indicó que la Argentina recauda unos 33.000 millones de pesos por impuesto a las exportaciones al año y gasta en subsidios una cifra similar, mientras que la política social con la AUH es “espectacularmente buena” con sólo 8.000 millones de pesos. En ese sentido, remarcó que llamativamente cuando el ciclo económico local va para arriba (crece el PBI) el gasto social sube considerablemente, y sin embargo cuando la economía se deprime, el mismo diminuye. “En vez de suavizarle el ciclo a los pobres, se lo acentúa”, cuestionó el economista egresado de la universidad de Buenos Aires y en esa línea argumental advirtió que las crisis, como la de 2001, y la inflación alta –como la actual- fabrican pobreza y desigualdad. Señaló que cada vez que se produce una crisis, la desigualdad aumenta y luego baja pero no tan rápido como ascendió, lo cual ralentiza con dureza la movilidad social y margina a diversos sectores, incluso a los trabajadores.