B. OLTRA, J. I. GARRIÓOS, A. MANTECÓN y C. OLTRA. Sociedad, vida y teoría. La teoría sociológica desde una perspectiva de sociología narrativa. Madrid, C.I.S., 2004. El repaso de la historia de la teoría sociológica por los profesores españoles ha sido una de las constantes bibliográficas más persistentes de nuestra producción sociológica, constituyendo casi un punto de control del recorrido intelectual con el que se expresara blanco sobre negro la digestión de las lecturas de los clásicos, signifique la palabra lo que signifique. Producto de ello, encontramos enfoques sistemáticos o analíticos, sintéticos y aproximaciones críticas. El hecho de que este tipo de libros comience a escasear puede ser interpretado como una clara superación de la fase de institucionalización de la sociología en nuestro país, de manera que los sociólogos hemos dejado de recorrer las ya «conocidas» autopistas de la sociología para adentramos en carreteras secundarias, que nos deparen vistas más excitantes de nuestro objeto. Lo que constituía la autoafirmación de la joven disciplina ha dado paso a la senda, acaso inevitable, de la especialización de los especialistas. Sin embargo, los trabajos enciclopédicos sobre la historia del acervo intelectual de los sociólogos han sido infrecuentes en nuestra lengua, y las aportaciones españolas pueden contarse con los dedos de las manos. Recientemente, sólo la Te- oría Sociológica Clásica de Salvador Giner y el excelente Los años dorados de la Sociología de Josep Picó, han merecido una atención mayor, así como Para comprender la Teoría Sociológica, selección de textos comentados editada por Beriain e Iturrate. Por lo que nos ocupa. Sociedad, vida y teoría, pese a su aspecto de volumen enciclopédico, a lo que ayuda la cuidada edición de la colección Academia del C.I.S., quizás sorprenda al lector por las múltiples lecturas que admite. Fruto de las investigaciones sobre teoría sociológica dirigidas por el profesor Benjamín Oltra desde el Departamento de Sociología y Teoría de la Educación de la Universidad de Alicante, se trata de un libro original, que viene a integrar saberes que en nuestra lengua o se hallaban dispersos o no se hallaban. El volumen aborda la historia del pensamiento sociológico mediante un enfoque predominantemente cronológico y comprensivo, donde ocupan un lugar central las biografías de algunos de los principales protagonistas de la historia de la teoría sociológica. Resulta, entonces, un gran acierto la combinación del contenido histórico y biográfico con el formato del libro de consulta. Desde una perspectiva crítica, encontra- EMPIRIA. Revista de Metodología de Ciencias Sociales. N." 9, enero-junio, 2005, pp. 241-258. ISSN: 1139-5737 242 LIBROS mos tres tipos de usos genéricos que pueden hacerse de la obra, casi como si tratáramos de tres libros en uno: como libro de consulta, como compendio de biografías y como tratado de «sociología narrativa». Si el lector utiliza el volumen como un libro de consulta, encontrará referencia a unos trescientos autores, de entre los cuáles merecen detallada atención 48. Puede decirse que, entre los trescientos, están todos los sociólogos más destacados de la Historia junto a un grupo de sociólogos menos destacados y una caterva de intelectuales influyentes en la sociología, pero no propiamente sociólogos. Por supuesto, los lectores podrán echar en falta que alguno de sus más queridos autores se quede fuera de la nómina de destacados. Como en toda esta clase de libros, las elecciones están sujetas a gustos, lo que no desdora el trabajo pretendidamente exhaustivo de los autores. Además, los pensadores tratados se disponen de manera cronológica, en tres grandes bloques: la sociedad aristocrática, la sociedad burguesa y la sociedad democrática. La elección de un criterio histórico y no analítico se debe fundamentalmente al interés por ofrecer una visión narrativa de la historia de la teoría sociológica. No obstante, algunos conceptos fundamentales de los autores principales son tratados en el texto de forma concisa, ofreciendo además textos originales donde se abordan. De este modo, también encontramos en el libro una sucinta antología de textos, entre los que citamos, por poner algunos ejemplos, los referidos a la solidaridad social en Durkheim, el sistema de acción en Parsons, la ciudad en Park, o la noción de campo de Bourdieu. De nuevo, no están todos los conceptos teóricos que son, pero sí son todos los que están. Acompaña a cada autor un listado de referencias de su obra en lengua original, que, conteniendo todas las obras princi- pales, profundiza desigualmente según los autores. Y, al final del libro, se ofrece un conjunto de obras recomendadas en lengua española, que puede ser de utilidad para su utilización en el contexto de un curso académico de teoría sociológica. La bibliografía crítica, utilizada en el transcurso de la investigación, se expone también en un apartado que recoge un buen número de fuentes para la indagación sobre la historia de la teoría sociológica, tanto en español como en otras lenguas. Desde el punto de vista del investigador quizás el apartado más interesante sea el listado de referencias dedicados a las autobiografías, cartas y documentos personales de los autores centrales. Existen varios apuntes que nos permiten una visión comprensiva de la teoría sociológica en el tiempo. En primer lugar, lo que los autores denominan el «árbol de la teoría sociológica», un cuadro de doble entrada que introduce a todos los autores tratados bajo las coordenadas del debate micro-macro y el binomio geográfico Estados Unidos-Europa. Con tener interés, no queda suficientemente justificada la elección de los ejes. Mientras que el eje geográfico puede entenderse con la propia lectura del texto, que advierte de la migración que la sociología sufrió desde Europa a Estados Unidos en el primer tercio del siglo xx, la elección del eje micro-macro merecería una explicación detallada, al tratarse de una de los debates centrales de la teoría sociológica. En segundo lugar, se ofrece una cronología sociológica, que señala los hitos fundamentales del pensamiento social y la sociología académica, a través, principalmente de la publicación de obras y la creación de instituciones. Como en el caso de la elección de los autores, sobre todo de los 48 elegidos para ser abordados con detenimiento, resulta muy difícil valorar los hechos señalados en la cronología, especialmente cuando nos acerca- EMPIRIA. Revista de Metodología de Ciencias Sociales. N." 9, enero-junio, 2005, pp. 241-258. ISSN: 1139-5737 LIBROS mos en el tiempo (acaba en 2004) y en el espacio (aborda también a la Sociología española). En tercer lugar, encontramos un interesante gráfico que aborda la red de relaciones personales de los sociólogos, donde pueden rastrearse los orígenes de algunos de los desarrollos institucionales de la Sociología y, muy especialmente, el nudo gordiano del funcionalismo parsonsiano del que emanan tanto seguidores como detractores. No abunda, sin embargo, el texto en el asunto de las escuelas de sociología, cuestión que quizás enriqueciera el estudio y que, de hecho, se deriva del enfoque narrativo que lo informa. Finalmente, la serie de índices (de ilustraciones, de conceptos fundamentales, de conceptos y de autores), completan una estructura enciclopédica que invita al uso del volumen como libro de consulta. Si el lector utiliza el libro como un compendio de biografías sociológicas o, mejor dicho, de biografías de sociólogos, encontrará un buen número de ellas, más o menos prolijas, según el tratamiento dedicado a los autores explicado anteriormente. En todas se halla la preocupación por mantener un equilibrio entre los aspectos más íntimos, los intelectuales y los históricos de los personajes, lo que conforma, en cierta medida, la ambición de la «sociología narrativa» que subtitula el volumen. Esta necesidad de acercarnos a las biografías para la completa comprensión de las obras es particularmente propia de las Ciencias Sociales que, a menudo, tratan de buscar en la estructura social y en la vida cotidiana de los individuos las claves de su devenir. Algunos, incluso, han comprendido la importancia del método autobiográfico en nuestra disciplina. La atención a la biografía ínfima de los autores, a su periplo como seres humanos, sus conflictos y pasiones, su historial amoroso, familiar, migratorio, psicológico, académico, etc. nos permite observar a los maestros como 243 gentes que estuvieron en un aquí y ahora preciso y complejo como el de la vida que todos experimentamos. El lector podrá curiosear en los vicios lúdicos de Goffman, el significado de la ka de Roben K. Merton, la dura experiencia infantíl de Sorokin, los problemas psicológicos de Max Weber o la imagen de Mills sobre una veloz motocicleta. Y comprender en plena extensión el impresionante esfuerzo intelectual de Elias escribiendo su obra maestra en la British, mientras afuera los tambores de guerra atronan, o la figura de un Luhmann cuya vocación intelectual le apartó de su trabajo en la Administración tras una estancia en Harvard junto a Parsons. Esta perspectiva es, en parte, la señalada por Jesús M. de Miguel en su sugerente prólogo, perfecta incitación a la lectura, en el que muestra algunas de las pasiones que, paradójicamente, fundan nuestro saber: la lectura para conocer a los demás para conocernos a nosotros mismos y para cambiar, lo que constituye precisamente el fundamento del método biográfico. Como selección de biografías, el texto resulta ameno y riguroso, pero no analítico ni profundo, porque no es ese el objeto. El tratamiento de los 48 autores es ítesigual en extensión y profundidad, pero ofrece en todo caso introducciones razonables e integradas del devenir íntimo, académico e intelectual de los biografiados. Si el lector utiliza el libro como una historia de la sociología, encontrará una aproximación a la teona sociológica a través de la «sociología narrativa», perspectiva que justifican los autores en el prefacio como «una perspectiva práctica que auna la praxis de la Sociología científica (empírica, cuantitativa y cualitativa) con el sentido del tiempo como argumento, la biografía individual y/o colectiva, y la necesidad fundamental del relato y del texto bien escrito». Al tronco del tiempo, se erm)scan trenzados diversos niveles de contexto que permiten la comprensión EMPIRIA. Revista de Metodología de Ciencias Sociales. N.° 9, enero-junio, 2005, pp. 241-258. ISSN: 1139-5737 244 LIBROS de la obra sociológica: la sociedad, la cultura, la biografía del autor. Y el libro propone uiv relato de la sociedad y la cultura de occidente, cuyas transformaciones hicieron cobrar sentido al estudio de la sociedad, en tres etapas: la sociedad aristocrática, a la que corresponden los precursores; la sociedad burguesa, en la que se desenvuelven los fundadores y creadores de la Sociología como institución; y la sociedad democrática de los académicos y profesionales de la Sociología. En este esfuerzo comprensivo, ninguna metáfora mejor que la del teatro del mundo, lo que lleva a introducir cada uno de estos periodos con un dramatis personae, en el que se hace un breve repaso de los intelectuales más destacados en relación con el periodo, dedicando las páginas subsiguientes a las biografías más o menos pormenorizadas de los autores más importantes para la Sociología. El esfuerzo integrador y el mismo concepto de sociología narrativa se contrapone, sin proponérselo, a dos versiones diferentes de la teoría sociológica. Por una parte, a la versión analítica, en la que el debate se produce sobre los discursos, al margen de los contextos; por otra, a toda versión postmodema y atomizadora de la historia del pensamiento sociológico, que sólo entendería el relato de la sociología narrativa como uno de los posibles, huyendo de propuestas integradoras. Frente a ambas posibles respuestas, la sociología narrativa esgrime el poder de lo razonable y de lo práctico, asiéndose al tiempo como variable matriz, que explica desde el pasado hacia el presente, tanto en lo personal, como en lo cultural, como en lo social. Curioso resulta, en este sentido, el juego propuesto por Galtung en el Epílogo, quien, sin salirse de la perspectiva narrativa centrada en los autores mismos, pero soslayando esta vez las constricciones del tiempo, es decir, la imposibilidad real del diálogo, establece las cuestiones que los grandes sociólogos podrían aprender de sus colegas en los altares: lo que Marx aprendería de Weber, etc. Lo que ocurre es que, al quedarse el pórtico de cada parte del libro en un resumen descriptivo de la época y los protagonistas, y las biografías más extensas en estudios introductorios, el lector echa de menos un mayor equilibrio entre la ambición del proyecto y su resultado. Sin duda, la extensión del contenido no permite desarrollos más pormenorizados del enfoque, actuando esté como esquema latente que puede guiar la lectura. Sociedad, vida y teoría supone una buena introducción a la historia de la teoría sociológica, un libro académico, riguroso y bien escrito, entretenido y de consulta, por más que parezcan términos contradictorios. De ahí se derivan sus virtudes que lo convierten en una de las aportaciones más originales y versátiles sobre la materia. Julio A. del Pino Artacho EMPIRIA. Revista de Metodología de Ciencias Sociales. N." 9, enero-junio, 2005, pp. 241-258. ISSN: 1139-5737