He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas 6. Preces

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6.
He escuchado tu oración,
he visto tus lágrimas Is 38, 5
Preces
Por nuestro mundo, marcado por el sufrimiento, en sus
distintas formas, para que Tú, Padre, lo transformes y pongas en su
corazón la sabiduría y el Amor de tu Hijo Jesús.
o
Por los enfermos para que sientan tu abrazo y con esperanza
logren abrazar el misterio de la cruz en su vida.
Junio
o
Por nuestra comunidad cristiana para que tenga los ojos
atentos y el corazón sensible a las necesidades de quien sufre, y se
convierta en la encarnación de tu corazón misericordioso.
Experimentando la Misericordia divina
o
Por las familias de los enfermos, profesionales y todos
aquellos que les atienden y cuidan, tantas veces preciosos iconos de
la caridad al lado del que sufre.
o
o
… Se pueden añadir otras peticiones
7.
Padre Nuestro y Oración
Oh Dios, cuyos tesoros de compasión no tienen
límites, envíanos tu Espíritu Santo para sanar
nuestra libertad humana y construir un mundo
donde reine la misericordia y se anticipe el
Banquete definitivo.
8.
Canto
La misericordia es el modo de ser de Dios. El sufrimiento de los
hombres llega hasta sus entrañas y decide amarnos. Es la hora de la
misericordia que brota y corre como un río desde el seno de la Trinidad
y la Iglesia quiere ser testigo de esa misericordia y hacer que penetre y
fecunde el corazón de los fieles y de
tantas personas de buena voluntad.
“Sabemos que es el Señor quien
nos ha amado primero pero solo
seremos de verdad felices cuando
entremos en la lógica divina del don,
del amor gratuito, si descubrimos que
Dios nos ha amado infinitamente para
hacernos capaces de amar como Él,
sin medida” (Papa Francisco).
1. Canto
Unidos a todos los pueblos
cantamos al Dios que nos salva.
El hizo en mí obras grandes,
su amor es más fuerte que el tiempo,
triunfó sobre el mal de este mundo,
derriba a los hombres soberbios.
……………………………………………………………
Delegación de
Pastoral de la Salud
del Arzobispado de Madrid
psalud.delegació[email protected]
2.
El Señor es mi fortaleza, el Señor mi Pastor.
Él ha sido mi salvación, en Él confío no temeré (Bis).
Del Evangelio de San Lucas 6, 36-38
Sed pues misericordiosos, como también vuestro Padre es
misericordioso. No juzguéis, y no seréis juzgados: no condenéis, y
no seréis condenados: perdonad, y seréis perdonados. Dad, y se os
dará; medida buena, apretada, remecida, y rebosando darán en
vuestro seno: porque con la misma medida que midiereis, os será
vuelto a medir.
3.
Testimonio
Quizás no podamos hacer grandes cambios pero no somos
burócratas de la caridad. Cada persona importa, cada persona es digna
de ser escuchada aunque a veces duela.
Hay que tener la piel dura para no derrumbarse pero, sobre todo,
el corazón tierno para dejarse tocar por la vida de cada uno. Hay que
dejar siempre la puerta abierta.
Jesuita. Misionero en el Líbano
4.
5.
Sé de quién me he fiado,
confío Señor, en Ti.
Y aunque a veces parezca de piedra
y aunque el corazón se pegue a la
tierra,
confío en Ti, mi Señor.
Canto
Oración en
silencio
Sagrado Corazón de Jesús ¡en ti confío!
 ¿Permito a Dios que me quiera?
 ¿Tengo el coraje de acoger con ternura las situaciones
difíciles y los problemas de quien está a mi lado?
 ¿Me veo con fuerzas para seguir el ejemplo del Señor y
hacer memoria, entre los hermanos de su misericordia’
Consagración a Jesús Misericordioso
Jesús misericordioso, tu bondad es infinita
y los tesoros de tu gracia son inagotables.
Me abandono a tu Misericordia que supera todas tus obras.
Me consagro enteramente a ti
para vivir bajo los rayos de tu Gracia
y de tu amor que brotaron de tu Corazón traspasado en la Cruz.
Quiero dar a conocer tu Misericordia,
por medio de las obras de misericordia corporales y espirituales,
especialmente con los pecadores,
consolando y asistiendo a los pobres y enfermos.
Más, tú me protegerás
pues todo lo temo de mi debilidad
y todo lo espero de tu Misericordia.
Que toda la humanidad comprenda
el abismo insondable de tu Misericordia,
a fin de que poniendo toda su esperanza
en ella pueda ensalzarla por toda la
eternidad. Amén
Canto al Corazón de Jesús
Hay un corazón que mana, que palpita en el sagrario,
un corazón solitario que se alimenta de amor.
Es un corazón paciente, es un corazón amigo,
el que habita en el olvido, el corazón de tu Dios.
Es un corazón que espera, un corazón que perdona
que te conoce y te toma de tu vida lo peor.
Que comenzó esta tarea una tarde en el calvario
y que ahora desde el sagrario tan solo quiere tu amor.
Decid a todos que vengan a la fuente de la vida
Que hay una historia escondida dentro de este corazón
Decidles que hay esperanza que todo tiene un sentido
que Jesucristo está vivo, decidles que existe Dios.
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